257 resultados para Lata peinada
Resumo:
La presente tesis tiene por objeto realizar una aproximación sociológica a la obra narrativa de Osvaldo Soriano y su relación con la situación político social de los años setenta en la Argentina. Se trata de una indagación sobre la articulación social/histórico del arte. El interrogante del cual se parte esta dado por dilucidar en que medida la literatura, como escritura artística, se articula al proceso social e histórico-político. En este sentido, no se pretende realizar una lectura reivindicativa a modo de homenaje de dicho autor, sino que se intentará un análisis social de dos de sus obras, No Habrá más Penas ni Olvido y Cuarteles de Invierno. El objetivo principal en el que se enmarca esta investigación, es el de producir conocimiento acerca de la relación entre literatura y sociedad en la convulsionada década que se da inicio a principios de los setenta y concluye con el final de la más cruel y sanguinaria dictadura que ha sufrido la historia argentina. Entendemos que llevar a cabo un análisis de la obra novelística de Osvaldo Soriano es fundamental para preservar la memoria de aquellos oscuros años. Creemos junto a Osvaldo Bayer que: “Soriano nos dejó las estampas vivas de esa Argentina traumática de los ‘70. Y, si siguiera entre nosotros hoy, en sus páginas retrataría a todos: los traidores y los consecuentes, idealistas y policías, la mano abierta y la mano en la lata, los nobles y las ratas. Todos argentinos. En la verdadera literatura se puede comenzar a entender la historia profunda". Así mismo, esperamos que este trabajo sea un humilde aporte al campo de la sociología de la literatura
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Nearly complete Paleogene sedimentary sequences were recovered by Leg 114 to the subantarctic South Atlantic. Silicoflagellate assemblages from the Paleogene and immediately overlying lower Neogene from Sites 698 (Northeast Georgia Rise), 700 (East Georgia Basin), 702 (Islas Orcadas Rise), and 703 (Meteor Rise) were examined. The described assemblage from Hole 700B represents the most complete yet described from the Paleocene, encompassing planktonic foraminifer Zones Plb (upper part) through P4 and Subchrons C25N to C23N. All lower Eocene sediments are barren as a result of diagenesis, except for a single sample from Hole 698A. Middle Eocene silicoflagellates described from Hole 702B range in age from early middle Eocene (P10) to late Eocene (PI5), with correlations to Subchrons C21N to C18N. Hole 703A contains late Eocene through early Miocene assemblages, with paleomagnetic control from Subchrons C16R to C6AAN. Leg 114 biosiliceous sequences contain exceptionally diverse assemblages of silicoflagellates. Approximately 155 species and separate morphotypes are described from the Paleogene and earliest Neogene. New taxa described from Leg 114 sediments include Bachmannocena vetula n. sp., Corbisema animoparallela n. sp., Corbisema camara n. sp., Corbisema constricta spinosa n. subsp., Corbisema delicata n. sp., Corbisema hastata aha n. subsp., Corbisema praedelicata n. sp., Corbisema scapana n. sp., Corbisema triacantha lepidospinosa n. subsp., Dictyocha deflandreifurtivia n. subsp., Naviculopsis biapiculata nodulifera n. subsp., Naviculopsis cruciata n. sp., Naviculopsis pandalata n. sp., Naviculopsis primativa n. sp., and Naviculopsis trispinosa eminula n. subsp. Taxonomic revisions were made to the following taxa: Corbisema constricta constricta emended, Corbisema disymmetrica crenulata n. comb., Corbisema jerseyensis emended, and Distephanus antarcticus n. comb. Silicoflagellate assemblages from the Paleogene and earliest Neogene of Holes 698A, 699A, 700B, 702B, and 703A are the basis of a silicoflagellate zonation spanning the interval from 63.2 to 22.25 Ma. Silicoflagellate zones recognized in this interval include the Corbisema hastata hastata Zone, Corbisema hastata aha Zone, Dictyocha precarentis Zone, Naviculopsis constricta Zone, Naviculopsis foliacea Zone, Bachmannocena vetula Zone, Dictyocha grandis Zone, Naviculopsis pandalata Zone, Naviculopsis constricta-Bachmannocena paulschulzii Zone, Bachmannocena paulschulzii Zone, Naviculopsis trispinosa Zone with subzones a and b, Corbisema archangelskiana Zone, Naviculopsis biapiculata Zone, Distephanus raupii Zone, Distephanus raupii-Corbisema triacantha Zone, and Corbisema triacantha mediana Zone.
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En occidente, el verdadero elogio del trabajo comienza con Hesíodo en Los trabajos y los días. Han transcurrido al menos dos siglos y ya han quedado a un lado los temas clásicos de Homero. El culto del heroísmo, la nobleza del coraje, la gloria en la batalla, la honra de morir en el combate, todavía están vigentes, por supuesto; pero la joven cultura griega ya se ha abierto camino, ha definido algunas de sus fronteras y ahora, Grecia exige de sus habitantes una vida de trabajo. El poema didáctico y campesino de Hesíodo viene a decir, después de Homero, que no sólo de heroísmo vive el hombre o, lo que es aún mejor, que elheroísmo no se encuentra únicamente en los ruidosos combates de los caballeros nobles frente a Troya. También es heroica la lucha tenaz y silenciosa de los trabajadores con la dura tierra. En este sentido, sitúa en lo más alto la estimación del trabajo. Se trata de la areté del trabajador y, su contraparte, la condena de la pereza: Por otra parte, la Odisea de Homero es una hermosa metáfora del retorno de la conciencia occidental sobre sí misma. Las aventuras de Odiseo son, en este sentido, las peligrosas tentaciones que pueden desviar al sujeto de su lógica. Y, como los héroes de todas las novelas que le siguieron, Odiseo se abandona una y otra vez a las aventuras; se deja llevar, se zambulle, se pierde en ellas para reencontrarse. Si se trata de las toxicomanías, la aventura que nos interesa es una de las primeras de la Odisea, el encuentro del héroe con los lotófagos, los comedores de la flor de loto. Aquellos que prueban ese 'florido manjar' están perdidos. Para Hegel, son los animales quienes están fijados a una repetición sin cambio. Puesto que no pueden hacer otra cosa con el objeto que consumirlo directamente, están condenados a lo mismo. La sabiduría humana, en cambio, se encuentra en rechazar la inmediatez; esto es lo que lo hace hombre: el hecho de poder inhibir ese movimiento, poder rechazar el consumo directo del objeto y hacerlo entrar en la dialéctica del intercambio. A diferencia de la joven cultura griega, nuestra época de vieja cultura frita se inclina, cada vez más, por el consumo y, cada vez menos, por la ciudadanía. Cada vez más consumidores y menos ciudadanos, que son tiempos oscuros los nuestros y la felicidad se encuentra en una lata de gaseosa y no en el ágora discutiendo una política pública y mucho menos laborando la tierra. Hoy, más que antes, la cultura exige de nosotros el consumo, y su atontamiento, que hay que comprar un nuevo tacho de basura aunque el viejo tacho, todavía funcione! Es por eso que las toxicomanías se ofrecen como el símbolo privilegiado de nuestra época. En ellas, se lleva hasta las últimas consecuencias un rasgo común de nuestro siglo: el consumo. El toxicómano, desde este punto de vista, es un verdadero fundamentalista del mercado: se ha tomado muy en serio el slogan de que la felicidad se encuentra en los objetos que podemos incorporar. Sean lavarropas automáticos, detergentes biodegradables, pieles de zorros, cocaína o diacepam, solo se trata de ampliar el número de consumidores. Más allá del trabajo, cada vez más alienado de nuestra globalización, pero también más allá de la pereza del consumo directo y tosco de los objetos que la cultura de hoy nos propone, la obra freudiana pareciera disponer de ciertas claves para pensar la felicidad
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En occidente, el verdadero elogio del trabajo comienza con Hesíodo en Los trabajos y los días. Han transcurrido al menos dos siglos y ya han quedado a un lado los temas clásicos de Homero. El culto del heroísmo, la nobleza del coraje, la gloria en la batalla, la honra de morir en el combate, todavía están vigentes, por supuesto; pero la joven cultura griega ya se ha abierto camino, ha definido algunas de sus fronteras y ahora, Grecia exige de sus habitantes una vida de trabajo. El poema didáctico y campesino de Hesíodo viene a decir, después de Homero, que no sólo de heroísmo vive el hombre o, lo que es aún mejor, que elheroísmo no se encuentra únicamente en los ruidosos combates de los caballeros nobles frente a Troya. También es heroica la lucha tenaz y silenciosa de los trabajadores con la dura tierra. En este sentido, sitúa en lo más alto la estimación del trabajo. Se trata de la areté del trabajador y, su contraparte, la condena de la pereza: Por otra parte, la Odisea de Homero es una hermosa metáfora del retorno de la conciencia occidental sobre sí misma. Las aventuras de Odiseo son, en este sentido, las peligrosas tentaciones que pueden desviar al sujeto de su lógica. Y, como los héroes de todas las novelas que le siguieron, Odiseo se abandona una y otra vez a las aventuras; se deja llevar, se zambulle, se pierde en ellas para reencontrarse. Si se trata de las toxicomanías, la aventura que nos interesa es una de las primeras de la Odisea, el encuentro del héroe con los lotófagos, los comedores de la flor de loto. Aquellos que prueban ese 'florido manjar' están perdidos. Para Hegel, son los animales quienes están fijados a una repetición sin cambio. Puesto que no pueden hacer otra cosa con el objeto que consumirlo directamente, están condenados a lo mismo. La sabiduría humana, en cambio, se encuentra en rechazar la inmediatez; esto es lo que lo hace hombre: el hecho de poder inhibir ese movimiento, poder rechazar el consumo directo del objeto y hacerlo entrar en la dialéctica del intercambio. A diferencia de la joven cultura griega, nuestra época de vieja cultura frita se inclina, cada vez más, por el consumo y, cada vez menos, por la ciudadanía. Cada vez más consumidores y menos ciudadanos, que son tiempos oscuros los nuestros y la felicidad se encuentra en una lata de gaseosa y no en el ágora discutiendo una política pública y mucho menos laborando la tierra. Hoy, más que antes, la cultura exige de nosotros el consumo, y su atontamiento, que hay que comprar un nuevo tacho de basura aunque el viejo tacho, todavía funcione! Es por eso que las toxicomanías se ofrecen como el símbolo privilegiado de nuestra época. En ellas, se lleva hasta las últimas consecuencias un rasgo común de nuestro siglo: el consumo. El toxicómano, desde este punto de vista, es un verdadero fundamentalista del mercado: se ha tomado muy en serio el slogan de que la felicidad se encuentra en los objetos que podemos incorporar. Sean lavarropas automáticos, detergentes biodegradables, pieles de zorros, cocaína o diacepam, solo se trata de ampliar el número de consumidores. Más allá del trabajo, cada vez más alienado de nuestra globalización, pero también más allá de la pereza del consumo directo y tosco de los objetos que la cultura de hoy nos propone, la obra freudiana pareciera disponer de ciertas claves para pensar la felicidad
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En occidente, el verdadero elogio del trabajo comienza con Hesíodo en Los trabajos y los días. Han transcurrido al menos dos siglos y ya han quedado a un lado los temas clásicos de Homero. El culto del heroísmo, la nobleza del coraje, la gloria en la batalla, la honra de morir en el combate, todavía están vigentes, por supuesto; pero la joven cultura griega ya se ha abierto camino, ha definido algunas de sus fronteras y ahora, Grecia exige de sus habitantes una vida de trabajo. El poema didáctico y campesino de Hesíodo viene a decir, después de Homero, que no sólo de heroísmo vive el hombre o, lo que es aún mejor, que elheroísmo no se encuentra únicamente en los ruidosos combates de los caballeros nobles frente a Troya. También es heroica la lucha tenaz y silenciosa de los trabajadores con la dura tierra. En este sentido, sitúa en lo más alto la estimación del trabajo. Se trata de la areté del trabajador y, su contraparte, la condena de la pereza: Por otra parte, la Odisea de Homero es una hermosa metáfora del retorno de la conciencia occidental sobre sí misma. Las aventuras de Odiseo son, en este sentido, las peligrosas tentaciones que pueden desviar al sujeto de su lógica. Y, como los héroes de todas las novelas que le siguieron, Odiseo se abandona una y otra vez a las aventuras; se deja llevar, se zambulle, se pierde en ellas para reencontrarse. Si se trata de las toxicomanías, la aventura que nos interesa es una de las primeras de la Odisea, el encuentro del héroe con los lotófagos, los comedores de la flor de loto. Aquellos que prueban ese 'florido manjar' están perdidos. Para Hegel, son los animales quienes están fijados a una repetición sin cambio. Puesto que no pueden hacer otra cosa con el objeto que consumirlo directamente, están condenados a lo mismo. La sabiduría humana, en cambio, se encuentra en rechazar la inmediatez; esto es lo que lo hace hombre: el hecho de poder inhibir ese movimiento, poder rechazar el consumo directo del objeto y hacerlo entrar en la dialéctica del intercambio. A diferencia de la joven cultura griega, nuestra época de vieja cultura frita se inclina, cada vez más, por el consumo y, cada vez menos, por la ciudadanía. Cada vez más consumidores y menos ciudadanos, que son tiempos oscuros los nuestros y la felicidad se encuentra en una lata de gaseosa y no en el ágora discutiendo una política pública y mucho menos laborando la tierra. Hoy, más que antes, la cultura exige de nosotros el consumo, y su atontamiento, que hay que comprar un nuevo tacho de basura aunque el viejo tacho, todavía funcione! Es por eso que las toxicomanías se ofrecen como el símbolo privilegiado de nuestra época. En ellas, se lleva hasta las últimas consecuencias un rasgo común de nuestro siglo: el consumo. El toxicómano, desde este punto de vista, es un verdadero fundamentalista del mercado: se ha tomado muy en serio el slogan de que la felicidad se encuentra en los objetos que podemos incorporar. Sean lavarropas automáticos, detergentes biodegradables, pieles de zorros, cocaína o diacepam, solo se trata de ampliar el número de consumidores. Más allá del trabajo, cada vez más alienado de nuestra globalización, pero también más allá de la pereza del consumo directo y tosco de los objetos que la cultura de hoy nos propone, la obra freudiana pareciera disponer de ciertas claves para pensar la felicidad
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A generally rich radiolarian fauna ranging in age from Quaternary to early Eocene (Zone RP7) was found at five of the eight sites drilled during Ocean Drilling Program (ODP) Leg 199. Of particular interest are the stratigraphically complete assemblages that range in age from middle Miocene (Zone RN5) to early Eocene (Zone RP7), composites of Sites 1218, 1219, and 1220. At the same sites, multisensor track (MST) data show consistent cycles in gamma ray attenuation density, color, and carbonate content that can be correlated on a submeter scale from the early Miocene to early Eocene. In addition, the magnetic reversal records from these three sites allow construction of an absolute timescale. A series of 305 radiolarian morphologic first and last occurrences and evolutionary transitions for radiolarians were determined and correlated directly with the accompanying MST and paleomagnetic data, resulting in a detailed and accurate dating of events. Since many of the bioevents are found at more than one site, it was also possible to test their reliability within the study area. Twelve new species are described: Calocycletta (Calocycletta) anekathen, Dorcadospyris anastasis, Dorcadospyris copelata, Dorcadospyris cyclacantha, Dorcadospyris ombros, Dorcadospyris scambos, Eucyrtidium mitodes, Theocyrtis careotuberosa, Theocyrtis perpumila, Theocyrtis perysinos, Theocyrtis setanios, and Thyrsocyrtis (Pentalacorys) orthotenes.
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The Ocean Drilling Program (ODP) drilled at five sites in the western Atlantic Ocean during Leg 207. The objective of the drilling was to recover samples from the shallow buried Cretaceous and Paleocene sediments on the Demerara Rise off Suriname, South America. These sediments are being studied for a number of paleoceanographic studies of the low-latitude Atlantic off the coast of Suriname (this volume). For this report two sites, Sites 1257 and 1258, were selected for silicoflagellate study because shipboard results suggested these two sites as the only ones with siliceous microfossils of Paleocene-Eocene age. The Demarara Rise is a predominant submarine plateau located off the coast of Suriname and French Guyana. This plateau stretches 380 km along the coast and is 220 km wide. The depth to seafloor along the depth transect drilled during ODP Leg 207 ranges from 1000 to 4500 m, but most of the remainder of the plateau lies in shallow water of 700 m. Much of this area is covered with 2-3 km of sediments. The Demerara Rise is built on rifted Precambrian continental crust. The plateau was one of the last places to be in contact with West Africa during the opening of the Atlantic Ocean (see Shipboard Scientific Party, 2004). Site 1257 (9°27'N, 54°20'W; water depth = 2951 m) is located on a terrace on the northwestern Demerara Rise ~400 km from Suriname. This is the second deepest water depth location drilled during Leg 207. Sediments from this area range in age from Miocene to Albian. This area is part of the transform fault that separated from Central America and western Africa. Three holes were drilled at Site 1257. Site 1258 (9°26'N, 54°43'W; water depth = 3192 m) is located on the western slope of the Demerara Rise ~380 km north of Suriname. This site is the distal and deepest site of the paleoceanographic depth transect drilled across Demerara Rise during Leg 207. The area is located on a ridge of Paleocene sediments cropping out on the seafloor. Three holes were drilled at Site 1258, but only one is studied.
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The investigation of the species composition and ecology of diatoms of modern bottom sediments in water bodies of arctic polygonal tundra in three subregions of North Yakutiya has been carried out. As a result, 161 taxons of diatoms were determined; the determinant role of the depth, conductivity, pH of the water, and geographic latitude in their distribution was confirmed, and two complexes of species with respect to the leading abiotic factors were distinguished. The diatoms of the first complex prefer shallow water bodies of high latitudes with neutral and slightly alkaline water and relatively high conductivity. The second complex is confined to the water bodies of lower latitudes with small conductivity, as well as neutral and slightly acidic water.
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The biostratigraphic distribution and abundance of lower Oligocene and Miocene to Pleistocene silicoflagellates are documented from Ocean Drilling Program Leg 183 Holes 1138A and 1140A, on the Kerguelen Plateau. The Distephanus speculum speculum forma pseudofibula plexus is found in the upper Miocene in Hole 1138A, but other important biostratigraphic markers are not available. Diversity and abundance of silicoflagellates vary considerably in Hole 1138A, with silicoflagellates more abundant in the Pliocene and Pleistocene and some intervals of the Miocene barren of silicoflagellates or containing only limited numbers of specimens. The silicoflagellates of Hole 1140A include a new skeletal morphology, described here as Distephanus speculum speculum forma cylindrus. Silicoflagellates were generally abundant throughout the lower and middle Miocene in Hole 1140A.
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In the late Pliocene-middle Pleistocene a group of 95 species of elongate, cylindrical, deep-sea (lower bathyal-abyssal) benthic foraminifera became extinct. This Extinction Group (Ext. Gp), belonging to three families (all the Stilostomellidae and Pleurostomellidae, some of the Nodosariidae), was a major component (20-70%) of deep-sea foraminiferal assemblages in the middle Cenozoic and subsequently declined in abundance and species richness before finally disappearing almost completely during the mid-Pleistocene Climatic Transition (MPT). So what caused these declines and extinction? In this study 127 Ext. Gp species are identified from eight Cenozoic bathyal and abyssal sequences in the North Atlantic and equatorial Pacific Oceans. Most species are long-ranging with 80% originating in the Eocene or earlier. The greatest abundance and diversity of the Ext. Gp was in the warm oceanic conditions of the middle Eocene-early Oligocene. The group was subjected to significant changes in the composition of the faunal dominants and slightly enhanced species turnover during and soon after the rapid Eocene-Oligocene cooling event. Declines in the relative abundance and flux of the Ext. Gp, together with enhanced species loss, occurred during middle-late Miocene cooling, particularly at abyssal sites. The overall number of Ext. Gp species present began declining earlier at mid abyssal depths (in middle Miocene) than at upper abyssal (in late Pliocene-early Pleistocene) and then lower bathyal depths (in MPT). By far the most significant Ext. Gp declines in abundance and species loss occurred during the more severe glacial stages of the late Pliocene-middle Pleistocene. Clearly, the decline and extinction of this group of deep-sea foraminifera was related to the function of their specialized apertures and the stepwise cooling of global climate and deep water. We infer that the apertural modifications may be related to the method of food collection or processing, and that the extinctions may have resulted from the decline or loss of their specific phytoplankton or prokaryote food source, that was more directly impacted than the foraminifera by the cooling temperatures.
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Twenty percent (19 genera, 95 species) of cosmopolitan, deep-sea (500-4000 m), benthic foraminiferal species became extinct during the late Pliocene-Middle Pleistocene (3-0.12 Ma), with the peak of extinctions (76 species) occurring during the mid-Pleistocene Climate Transition (MPT, 1.2-0.55 Ma). One whole family (Stilostomellidae, 30 species) was wiped out, and a second (Pleurostomellidae, 29 species) was decimated with just one species possibly surviving through to the present. Our studies at 21 deep-sea core sites show widespread pulsed declines in abundance and diversity of the extinction group species during more extreme glacials, with partial interglacial recoveries. These declines started in the late Pliocene in southern sourced deep water masses (Antarctic Bottom Water, Circumpolar Deep Water) and extending into intermediate waters (Antarctic Intermediate Water, North Atlantic Deep Water) in the MPT, with the youngest declines in sites farthest downstream from high-latitude source areas for intermediate waters. We infer that the unusual apertural types that were targeted by this extinction period were adaptations for a specific kind of food source and that it was probably the demise of this microbial food that resulted in the foraminiferal extinctions. We hypothesize that it may have been increased cold and oxygenation of the southern sourced deep water masses that impacted on this deep water microbial food source during major late Pliocene and Early Pleistocene glacials when Antarctic ice was substantially expanded. The food source in intermediate water was not impacted until major glacials in the MPT when there were significant expansion of polar sea ice in both hemispheres and major changes in the source areas, temperature, and oxygenation of global intermediate waters.