970 resultados para social praxis
Resumo:
La selección de las fuentes de datos es una decisión clave en todo proceso de investigación. Pero el tema no suele desarrollarse con mucha profundidad en el campo de la metodología. La noción aparece frecuentemente asociada a una idea de "origen" de los datos: un lugar donde los datos estarían dados y al que debería acudirse para obtenerlos. Esta concepción obtura la percepción de la investigación científica como un proceso complejo, resta importancia a las prácticas de los investigadores y dificulta advertir la influencia de las condiciones técnico-institucionales. Además, ha dado lugar a una clasificación en términos de fuentes primarias/secundarias, ampliamente aceptada y utilizada, pero cuya base conceptual frecuentemente no permite determinar la especificidad de cada tipo de fuente. A partir del análisis de literatura metodológica se retoma una propuesta crítica centrada en la práctica científica entendida como praxis social comprometida en la estructura del dato científico desde su génesis, y se revisan los criterios de clasificación tradicionales. Se propone un criterio que permita abarcar exhaustivamente diferentes tipos de fuentes, y dar cuenta de sus implicancias teórico-metodológicas y político-institucionales
Resumo:
Esta tesis problematiza los vínculos entre las sociedades y sus entornos. "Ecología" y "Praxis Ambiental" constituyen dos polos en tensión. Son palabras que remiten a sistemas de entidades Ecología y Praxis Ambiental, lejos de constituirse desde una red semántica y simbólica afín, aparecen en las prácticas como términos muchas veces antagónicos. Vivimos en un mundo afectado por una crisis ambiental sin parangones producto de las intervenciones humanas en el contexto de las prácticas productivas capitalistas globalizadas. Esta tesis busca contrastar ciertas conceptualizaciones abstractas con los fenómenos concretos cuya contundencia se nos impone. Sigo un camino que parte de la revisión de la ecología como disciplina científica, su articulación (o no) con los movimientos ambientalista para, desde estos sitios de acción, investigación y movilización, avanzar sobre los temas que permanecen como problemas. Tomé como guía la problemática dualidad sobre la que se edificó el pensamiento y la praxis moderna: la escisión antagónica y excluyente entre sociedad y naturaleza, asociada a la idea del hombre como ser de máximo desarrollo, cuya cercanía a la razón permitía justificar su dominio sobre todo lo no-humano, fundamento de la evaluación de lo diferente en términos peyorativos. Exploro el modo en que "lo natural" se consideró como menos desarrollado, con potencialidades que sólo lograría en caso de estar dominado por un ser efectivamente desarrollado y adopto las revisiones en torno a conceptos claves como género, etnia y clase para discutir la noción de naturaleza que subyace en esa presunción de dominio. La metodología de estudio siguió algunas premisas. La primera de ellas es que la edificación de las ideas es un proceso eminentemente histórico. La segunda es que los conceptos, lejos de edificarse desde ejercicios abstractos, se constituyen en permanente vínculo con el plano de las prácticas. La tercera es que en el fondo de la red simbólica antes mencionada se encuentra el paternalismo como diferenciación fundamental. A modo de esquema general, las herramientas adoptadas para analizar escenarios y elaborar reflexiones pueden resumirse en los siguientes puntos:La indagación en las formas hegemónicas de discurso-dominio en la ecología científica. La apropiación de la perspectiva feminista como discurso contrahegemónico.La revisión de las formas específicas de dominio como clave reconstructiva.El análisis de las prácticas instituidas, en las prácticas científicas y las esferas de gobierno, a la luz de modos alternativos que implican el reconocimiento de prácticas sociales y saberes edificados desde la experiencia.A partir de remover la idea de naturaleza que subyace en las reflexiones problematizadas, impugno que la única organización social posible sea jerárquica. Desde aquí argumento en contra de uno de los principales argumentos totalitarios, la visión de los intereses de la naturaleza como opuestos a los humanos, destacando la necesidad de abandonar la dualidad para no llegar al consecuente incremento de formas opresivas. En el cierre desmonto el carácter construido de lo normal, desnaturalizo lo natural para repensarnos como seres humanos capaces de cambiar aquello que consideramos injusto.
Resumo:
La sanción del código penal en la provincia de Buenos Aires en el año 1877, fijó en el homicidio la penalidad y determinó las circunstancias del delito mediante la enumeración de los atenuantes y agravantes. El objetivo era contemplar todas las posibilidades del delito para reducir el "arbitrio judicial". Sin embargo, deteniéndonos en los cambios operados en cuanto a la ebriedad en la normativa legal y en la práctica judicial, se puede observar que la función del juez no se redujo únicamente a computar la pena según el delito. A su cargo quedó la apreciación de las pruebas y la interpretación legal. En este sentido, la ley dejó márgenes para considerar a la ebriedad como atenuante o no de la penalidad. Sin embargo, los jueces le negaron tal beneficio al imputado, lo cual marcó una ruptura con respecto al período anterior. Interpretación que estuvo determinada no por un cambio en la percepción sobre el efecto del alcohol como perturbador de la conciencia, sino por ciertos prejuicios que otorgaron una jerarquía y un valor a los motivos que pudieran cegar al trasgresor. Considerada aun como un vicio y no una patología, revelaron la condena a esta práctica social determinando que hechos ya no quedaban comprendidos como circunstancias atenuantes. En definitiva, la ebriedad posibilita apreciar el complejo proceso de codificación que consistió no únicamente en la aplicación literal de la ley sino también en la interpretación que de ella se hiciera.
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Esta tesis problematiza los vínculos entre las sociedades y sus entornos. "Ecología" y "Praxis Ambiental" constituyen dos polos en tensión. Son palabras que remiten a sistemas de entidades Ecología y Praxis Ambiental, lejos de constituirse desde una red semántica y simbólica afín, aparecen en las prácticas como términos muchas veces antagónicos. Vivimos en un mundo afectado por una crisis ambiental sin parangones producto de las intervenciones humanas en el contexto de las prácticas productivas capitalistas globalizadas. Esta tesis busca contrastar ciertas conceptualizaciones abstractas con los fenómenos concretos cuya contundencia se nos impone. Sigo un camino que parte de la revisión de la ecología como disciplina científica, su articulación (o no) con los movimientos ambientalista para, desde estos sitios de acción, investigación y movilización, avanzar sobre los temas que permanecen como problemas. Tomé como guía la problemática dualidad sobre la que se edificó el pensamiento y la praxis moderna: la escisión antagónica y excluyente entre sociedad y naturaleza, asociada a la idea del hombre como ser de máximo desarrollo, cuya cercanía a la razón permitía justificar su dominio sobre todo lo no-humano, fundamento de la evaluación de lo diferente en términos peyorativos. Exploro el modo en que "lo natural" se consideró como menos desarrollado, con potencialidades que sólo lograría en caso de estar dominado por un ser efectivamente desarrollado y adopto las revisiones en torno a conceptos claves como género, etnia y clase para discutir la noción de naturaleza que subyace en esa presunción de dominio. La metodología de estudio siguió algunas premisas. La primera de ellas es que la edificación de las ideas es un proceso eminentemente histórico. La segunda es que los conceptos, lejos de edificarse desde ejercicios abstractos, se constituyen en permanente vínculo con el plano de las prácticas. La tercera es que en el fondo de la red simbólica antes mencionada se encuentra el paternalismo como diferenciación fundamental. A modo de esquema general, las herramientas adoptadas para analizar escenarios y elaborar reflexiones pueden resumirse en los siguientes puntos:La indagación en las formas hegemónicas de discurso-dominio en la ecología científica. La apropiación de la perspectiva feminista como discurso contrahegemónico.La revisión de las formas específicas de dominio como clave reconstructiva.El análisis de las prácticas instituidas, en las prácticas científicas y las esferas de gobierno, a la luz de modos alternativos que implican el reconocimiento de prácticas sociales y saberes edificados desde la experiencia.A partir de remover la idea de naturaleza que subyace en las reflexiones problematizadas, impugno que la única organización social posible sea jerárquica. Desde aquí argumento en contra de uno de los principales argumentos totalitarios, la visión de los intereses de la naturaleza como opuestos a los humanos, destacando la necesidad de abandonar la dualidad para no llegar al consecuente incremento de formas opresivas. En el cierre desmonto el carácter construido de lo normal, desnaturalizo lo natural para repensarnos como seres humanos capaces de cambiar aquello que consideramos injusto.
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La sanción del código penal en la provincia de Buenos Aires en el año 1877, fijó en el homicidio la penalidad y determinó las circunstancias del delito mediante la enumeración de los atenuantes y agravantes. El objetivo era contemplar todas las posibilidades del delito para reducir el "arbitrio judicial". Sin embargo, deteniéndonos en los cambios operados en cuanto a la ebriedad en la normativa legal y en la práctica judicial, se puede observar que la función del juez no se redujo únicamente a computar la pena según el delito. A su cargo quedó la apreciación de las pruebas y la interpretación legal. En este sentido, la ley dejó márgenes para considerar a la ebriedad como atenuante o no de la penalidad. Sin embargo, los jueces le negaron tal beneficio al imputado, lo cual marcó una ruptura con respecto al período anterior. Interpretación que estuvo determinada no por un cambio en la percepción sobre el efecto del alcohol como perturbador de la conciencia, sino por ciertos prejuicios que otorgaron una jerarquía y un valor a los motivos que pudieran cegar al trasgresor. Considerada aun como un vicio y no una patología, revelaron la condena a esta práctica social determinando que hechos ya no quedaban comprendidos como circunstancias atenuantes. En definitiva, la ebriedad posibilita apreciar el complejo proceso de codificación que consistió no únicamente en la aplicación literal de la ley sino también en la interpretación que de ella se hiciera.
Resumo:
El proceso de la Revolución mexicana desatado durante 1910 tuvo su punto de inflexión histórica en la asunción de Francisco Madero como presidente de México en 1911 y en el marco sociopolítico donde se desarrolló la campaña electoral. La dictadura de Díaz era el blanco a demoler desde todas las esferas: la económico, la social y la cultural. La investigación sobre este período pretende, hasta donde es posible, dar cuenta de que en las fuentes históricas consultadas, como es el caso de François Xavier Guerra, Fernando Mires y Enrique Krauze, se otorga escasa consideración al trabajo realizado por el movimiento agitador de los principios del anarquismo agrario: el magonismo. Movimiento que se mimetizó con la masa indígena, obrera y campesina y que fue quizás el verdadero autor intelectual de la revolución. El epistolario, los discursos y artículos políticos de Ricardo Flores Magón, vertidos en el periódico Regeneración durante este período, y su lucha política desarrollada en el seno de las comunidades indígenas y en las zonas fronterizas del norte de México co-ocurrían con las disertaciones, ciclos de conferencias, actividades académicas y lectura de artículos culturales y filosóficos de los llamados jóvenes intelectuales fundadores del Ateneo de la Juventud en 1909. José Vasconcelos, Pedro Henríquez Ureña, Alfonso Reyes, Antonio Caso, Diego Rivera son sólo algunos de los nombres de quienes lo integraron. Escritores, abogados, pintores y artistas, desde una "cosmovisión clásica" en el campo de las humanidades, elaboraron y reprogramaron prácticas culturales plasmando una política cultural nacional extensiva finalmente al resto del continente con un principio fundacional: el rechazo hacia la filosofía positivista. El resultado fue la implementación en el campo cultural de un complejo entramado retórico y político que contrastaba con la libertad y la elección de lo nativo mexicano que proclamaban, un proyecto vedado en la práctica a un alto porcentaje de la población mexicana: indígenas, campesinos y obreros.
Resumo:
El problema de la conexión entre la teoría y la práctica política revolucionaria ha sido constitutivo de la reflexión epistemológica inaugurada por el marxismo a mediados del siglo XIX y desarrollado por diversas corrientes teóricas contemporáneas que, referenciadas en este paradigma, se han interrogado acerca del sentido que la producción de teoría adquiere en un determinado campo disciplinar. Este problema, que sin duda se deriva de un posicionamiento crítico frente a la realidad social dada, es lo que ha llevado a asumir a la ideología como un aspecto inherente del propio quehacer científico, diferenciándose de otras perspectivas epistemológicas para las que la "neutralidad" es condición de objetividad (el positivismo es un claro ejemplo de ello). En este trabajo, nos proponemos desarrollar algunas reflexiones acerca de los sentidos políticos y culturales que atraviesan a la producción del conocimiento en el ámbito educacional y que involucran a la tarea que, como pedagogos, desarrollamos en el espacio académico. En este sentido, recuperamos algunas contribuciones teóricas procedentes de la filosofía política y del campo pedagógico, con el propósito de abrir la discusión en torno a ciertos desafíos con los que hoy se enfrenta la labor teórica en el campo de las Pedagogías Críticas. En primer lugar, nos centramos en las consideraciones epistemológicas del marxismo que permiten dimensionar el carácter intrínseco del papel que en la producción de la teoría ha desplegado el compromiso ético/práctico del investigador. Nos detenemos en las contribuciones del marxismo clásico y de dos perspectivas del siglo XX que brindan herramientas analíticas relevantes para pensar el problema de la praxis. Consideramos especialmente algunos de los aportes de Antonio Gramsci y de la Escuela de Frankfurt. Ponderamos el reconocimiento de la naturaleza pedagógica de la acción política en el legado filosófico marxista y su carácter coextensivo a la idea de praxis. En segundo lugar, retomamos algunas de las problemáticas ya formuladas por Paulo Freire y Peter McLaren, quienes a partir de la asunción de un compromiso político en favor de los oprimidos, nos invitan a reflexionar en torno a los desafíos políticos con los que hoy se enfrenta la construcción de una praxis pedagógica emancipatoria.
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La selección de las fuentes de datos es una decisión clave en todo proceso de investigación. Pero el tema no suele desarrollarse con mucha profundidad en el campo de la metodología. La noción aparece frecuentemente asociada a una idea de "origen" de los datos: un lugar donde los datos estarían dados y al que debería acudirse para obtenerlos. Esta concepción obtura la percepción de la investigación científica como un proceso complejo, resta importancia a las prácticas de los investigadores y dificulta advertir la influencia de las condiciones técnico-institucionales. Además, ha dado lugar a una clasificación en términos de fuentes primarias/secundarias, ampliamente aceptada y utilizada, pero cuya base conceptual frecuentemente no permite determinar la especificidad de cada tipo de fuente. A partir del análisis de literatura metodológica se retoma una propuesta crítica centrada en la práctica científica entendida como praxis social comprometida en la estructura del dato científico desde su génesis, y se revisan los criterios de clasificación tradicionales. Se propone un criterio que permita abarcar exhaustivamente diferentes tipos de fuentes, y dar cuenta de sus implicancias teórico-metodológicas y político-institucionales
Resumo:
La Pedagogía puede considerarse praxis tanto en su vertiente teórica como práctica. La Pedagogía "teórica" debe revalorizarse en términos de praxis. No sólo explicativa o interpretativa, también transformativa, mediadora entre otras prácticas educativas. Pero en esta ponencia queremos referirnos a la Pedagogía en su vertiente práctica, cuando es práctica y no sólo pensamiento. La Pedagogía como práctica es interacción intersubjetiva, deliberativa, argumentativa, imbuída o informada éticamente, que requiere de variados "saber hacer" (savoir faire), que en el sentido aristotélico es a la vez praxis (relación entre sujetos) y poiesis (relación de los sujetos con objetos). Interacción incluida y atravesada por la realidad social, que también es práctica social subjetiva objetivada, condicionante, como alienante o liberadora. Nos preguntamos en qué consiste su especificidad, y cuáles son sus nexos con otras prácticas educativas. Sabemos que a diferencia del momento reflexivo con énfasis analítico, la praxis demanda una mirada sintética, orientada a la acción; y a diferencia de limitarse al conocimiento de la realidad, requiere de la utopía; conlleva un carácter propositivo, una elección de valores ético políticos, una construcción de sentidos culturales, que trascienden la descripción y la explicación. Referirse a la Pedagogía requiere una distinción reflexiva entre "lo pedagógico" -que trata sobre la educación- y "lo didáctico" -que trata sobre la enseñanza. Reconocemos que no puede haber educación sin enseñanza, pero también que la enseñanza no agota la educación. Temas como ciudadanía, género, violencia, trabajo, no se resuelven dictando clases o desarrollando unidades didácticas particulares. La Pedagogía y la intervención pedagógica abordan la participación de diversos actores educacionales, no limitados a los enseñantes; toman decisiones acerca de relevancias temáticas, previas al planeamiento didáctico; trabajan sobre los ámbitos institucionales, no sólo en el análisis sino en la intervención guiada por valores. Específicamente, la Pedagogía recupera las nociones de formación y humanismo, implícitas en la propuesta del "Bildung".
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La sanción del código penal en la provincia de Buenos Aires en el año 1877, fijó en el homicidio la penalidad y determinó las circunstancias del delito mediante la enumeración de los atenuantes y agravantes. El objetivo era contemplar todas las posibilidades del delito para reducir el "arbitrio judicial". Sin embargo, deteniéndonos en los cambios operados en cuanto a la ebriedad en la normativa legal y en la práctica judicial, se puede observar que la función del juez no se redujo únicamente a computar la pena según el delito. A su cargo quedó la apreciación de las pruebas y la interpretación legal. En este sentido, la ley dejó márgenes para considerar a la ebriedad como atenuante o no de la penalidad. Sin embargo, los jueces le negaron tal beneficio al imputado, lo cual marcó una ruptura con respecto al período anterior. Interpretación que estuvo determinada no por un cambio en la percepción sobre el efecto del alcohol como perturbador de la conciencia, sino por ciertos prejuicios que otorgaron una jerarquía y un valor a los motivos que pudieran cegar al trasgresor. Considerada aun como un vicio y no una patología, revelaron la condena a esta práctica social determinando que hechos ya no quedaban comprendidos como circunstancias atenuantes. En definitiva, la ebriedad posibilita apreciar el complejo proceso de codificación que consistió no únicamente en la aplicación literal de la ley sino también en la interpretación que de ella se hiciera.
Resumo:
Esta tesis problematiza los vínculos entre las sociedades y sus entornos. "Ecología" y "Praxis Ambiental" constituyen dos polos en tensión. Son palabras que remiten a sistemas de entidades Ecología y Praxis Ambiental, lejos de constituirse desde una red semántica y simbólica afín, aparecen en las prácticas como términos muchas veces antagónicos. Vivimos en un mundo afectado por una crisis ambiental sin parangones producto de las intervenciones humanas en el contexto de las prácticas productivas capitalistas globalizadas. Esta tesis busca contrastar ciertas conceptualizaciones abstractas con los fenómenos concretos cuya contundencia se nos impone. Sigo un camino que parte de la revisión de la ecología como disciplina científica, su articulación (o no) con los movimientos ambientalista para, desde estos sitios de acción, investigación y movilización, avanzar sobre los temas que permanecen como problemas. Tomé como guía la problemática dualidad sobre la que se edificó el pensamiento y la praxis moderna: la escisión antagónica y excluyente entre sociedad y naturaleza, asociada a la idea del hombre como ser de máximo desarrollo, cuya cercanía a la razón permitía justificar su dominio sobre todo lo no-humano, fundamento de la evaluación de lo diferente en términos peyorativos. Exploro el modo en que "lo natural" se consideró como menos desarrollado, con potencialidades que sólo lograría en caso de estar dominado por un ser efectivamente desarrollado y adopto las revisiones en torno a conceptos claves como género, etnia y clase para discutir la noción de naturaleza que subyace en esa presunción de dominio. La metodología de estudio siguió algunas premisas. La primera de ellas es que la edificación de las ideas es un proceso eminentemente histórico. La segunda es que los conceptos, lejos de edificarse desde ejercicios abstractos, se constituyen en permanente vínculo con el plano de las prácticas. La tercera es que en el fondo de la red simbólica antes mencionada se encuentra el paternalismo como diferenciación fundamental. A modo de esquema general, las herramientas adoptadas para analizar escenarios y elaborar reflexiones pueden resumirse en los siguientes puntos:La indagación en las formas hegemónicas de discurso-dominio en la ecología científica. La apropiación de la perspectiva feminista como discurso contrahegemónico.La revisión de las formas específicas de dominio como clave reconstructiva.El análisis de las prácticas instituidas, en las prácticas científicas y las esferas de gobierno, a la luz de modos alternativos que implican el reconocimiento de prácticas sociales y saberes edificados desde la experiencia.A partir de remover la idea de naturaleza que subyace en las reflexiones problematizadas, impugno que la única organización social posible sea jerárquica. Desde aquí argumento en contra de uno de los principales argumentos totalitarios, la visión de los intereses de la naturaleza como opuestos a los humanos, destacando la necesidad de abandonar la dualidad para no llegar al consecuente incremento de formas opresivas. En el cierre desmonto el carácter construido de lo normal, desnaturalizo lo natural para repensarnos como seres humanos capaces de cambiar aquello que consideramos injusto.
Resumo:
El proceso de la Revolución mexicana desatado durante 1910 tuvo su punto de inflexión histórica en la asunción de Francisco Madero como presidente de México en 1911 y en el marco sociopolítico donde se desarrolló la campaña electoral. La dictadura de Díaz era el blanco a demoler desde todas las esferas: la económico, la social y la cultural. La investigación sobre este período pretende, hasta donde es posible, dar cuenta de que en las fuentes históricas consultadas, como es el caso de François Xavier Guerra, Fernando Mires y Enrique Krauze, se otorga escasa consideración al trabajo realizado por el movimiento agitador de los principios del anarquismo agrario: el magonismo. Movimiento que se mimetizó con la masa indígena, obrera y campesina y que fue quizás el verdadero autor intelectual de la revolución. El epistolario, los discursos y artículos políticos de Ricardo Flores Magón, vertidos en el periódico Regeneración durante este período, y su lucha política desarrollada en el seno de las comunidades indígenas y en las zonas fronterizas del norte de México co-ocurrían con las disertaciones, ciclos de conferencias, actividades académicas y lectura de artículos culturales y filosóficos de los llamados jóvenes intelectuales fundadores del Ateneo de la Juventud en 1909. José Vasconcelos, Pedro Henríquez Ureña, Alfonso Reyes, Antonio Caso, Diego Rivera son sólo algunos de los nombres de quienes lo integraron. Escritores, abogados, pintores y artistas, desde una "cosmovisión clásica" en el campo de las humanidades, elaboraron y reprogramaron prácticas culturales plasmando una política cultural nacional extensiva finalmente al resto del continente con un principio fundacional: el rechazo hacia la filosofía positivista. El resultado fue la implementación en el campo cultural de un complejo entramado retórico y político que contrastaba con la libertad y la elección de lo nativo mexicano que proclamaban, un proyecto vedado en la práctica a un alto porcentaje de la población mexicana: indígenas, campesinos y obreros.
Resumo:
El problema de la conexión entre la teoría y la práctica política revolucionaria ha sido constitutivo de la reflexión epistemológica inaugurada por el marxismo a mediados del siglo XIX y desarrollado por diversas corrientes teóricas contemporáneas que, referenciadas en este paradigma, se han interrogado acerca del sentido que la producción de teoría adquiere en un determinado campo disciplinar. Este problema, que sin duda se deriva de un posicionamiento crítico frente a la realidad social dada, es lo que ha llevado a asumir a la ideología como un aspecto inherente del propio quehacer científico, diferenciándose de otras perspectivas epistemológicas para las que la "neutralidad" es condición de objetividad (el positivismo es un claro ejemplo de ello). En este trabajo, nos proponemos desarrollar algunas reflexiones acerca de los sentidos políticos y culturales que atraviesan a la producción del conocimiento en el ámbito educacional y que involucran a la tarea que, como pedagogos, desarrollamos en el espacio académico. En este sentido, recuperamos algunas contribuciones teóricas procedentes de la filosofía política y del campo pedagógico, con el propósito de abrir la discusión en torno a ciertos desafíos con los que hoy se enfrenta la labor teórica en el campo de las Pedagogías Críticas. En primer lugar, nos centramos en las consideraciones epistemológicas del marxismo que permiten dimensionar el carácter intrínseco del papel que en la producción de la teoría ha desplegado el compromiso ético/práctico del investigador. Nos detenemos en las contribuciones del marxismo clásico y de dos perspectivas del siglo XX que brindan herramientas analíticas relevantes para pensar el problema de la praxis. Consideramos especialmente algunos de los aportes de Antonio Gramsci y de la Escuela de Frankfurt. Ponderamos el reconocimiento de la naturaleza pedagógica de la acción política en el legado filosófico marxista y su carácter coextensivo a la idea de praxis. En segundo lugar, retomamos algunas de las problemáticas ya formuladas por Paulo Freire y Peter McLaren, quienes a partir de la asunción de un compromiso político en favor de los oprimidos, nos invitan a reflexionar en torno a los desafíos políticos con los que hoy se enfrenta la construcción de una praxis pedagógica emancipatoria.
Resumo:
La selección de las fuentes de datos es una decisión clave en todo proceso de investigación. Pero el tema no suele desarrollarse con mucha profundidad en el campo de la metodología. La noción aparece frecuentemente asociada a una idea de "origen" de los datos: un lugar donde los datos estarían dados y al que debería acudirse para obtenerlos. Esta concepción obtura la percepción de la investigación científica como un proceso complejo, resta importancia a las prácticas de los investigadores y dificulta advertir la influencia de las condiciones técnico-institucionales. Además, ha dado lugar a una clasificación en términos de fuentes primarias/secundarias, ampliamente aceptada y utilizada, pero cuya base conceptual frecuentemente no permite determinar la especificidad de cada tipo de fuente. A partir del análisis de literatura metodológica se retoma una propuesta crítica centrada en la práctica científica entendida como praxis social comprometida en la estructura del dato científico desde su génesis, y se revisan los criterios de clasificación tradicionales. Se propone un criterio que permita abarcar exhaustivamente diferentes tipos de fuentes, y dar cuenta de sus implicancias teórico-metodológicas y político-institucionales
Resumo:
La Pedagogía puede considerarse praxis tanto en su vertiente teórica como práctica. La Pedagogía "teórica" debe revalorizarse en términos de praxis. No sólo explicativa o interpretativa, también transformativa, mediadora entre otras prácticas educativas. Pero en esta ponencia queremos referirnos a la Pedagogía en su vertiente práctica, cuando es práctica y no sólo pensamiento. La Pedagogía como práctica es interacción intersubjetiva, deliberativa, argumentativa, imbuída o informada éticamente, que requiere de variados "saber hacer" (savoir faire), que en el sentido aristotélico es a la vez praxis (relación entre sujetos) y poiesis (relación de los sujetos con objetos). Interacción incluida y atravesada por la realidad social, que también es práctica social subjetiva objetivada, condicionante, como alienante o liberadora. Nos preguntamos en qué consiste su especificidad, y cuáles son sus nexos con otras prácticas educativas. Sabemos que a diferencia del momento reflexivo con énfasis analítico, la praxis demanda una mirada sintética, orientada a la acción; y a diferencia de limitarse al conocimiento de la realidad, requiere de la utopía; conlleva un carácter propositivo, una elección de valores ético políticos, una construcción de sentidos culturales, que trascienden la descripción y la explicación. Referirse a la Pedagogía requiere una distinción reflexiva entre "lo pedagógico" -que trata sobre la educación- y "lo didáctico" -que trata sobre la enseñanza. Reconocemos que no puede haber educación sin enseñanza, pero también que la enseñanza no agota la educación. Temas como ciudadanía, género, violencia, trabajo, no se resuelven dictando clases o desarrollando unidades didácticas particulares. La Pedagogía y la intervención pedagógica abordan la participación de diversos actores educacionales, no limitados a los enseñantes; toman decisiones acerca de relevancias temáticas, previas al planeamiento didáctico; trabajan sobre los ámbitos institucionales, no sólo en el análisis sino en la intervención guiada por valores. Específicamente, la Pedagogía recupera las nociones de formación y humanismo, implícitas en la propuesta del "Bildung".