524 resultados para Psicoanálisis


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Desde los comienzos del Psicoanálisis, Sigmund Freud planteó la elaboración de una teoría clínica propia del psicoanálisis que fuera diferente de las formuladas por la Psiquiatría, lo que implicaba: por una parte, una nosografía particular, es decir, una identificación de los síntomas ajustada y, en segundo lugar, teorías explicativas propias. En líneas generales, Freud realizó este proceso derivándolo de la clínica psiquiátrica. Contemporáneo de la construcción del edificio nosográfico de su época, el creador del psicoanálisis fue retomando categorías diagnósticas de la psiquiatría con el propósito de interrogar cuál era la incidencia del inconciente por él descubierto en los síntomas de los pacientes. Este cuestionamiento implicó una nueva operación que es la que determinó la especificidad del psicoanálisis desde dos vertientes, por otra parte indisociables: una, la epistémica, desde la exploración del inconciente, a partir de la palabra, los significantes y los deseos. La otra vertiente, tributaria de la anterior, es terapéutica, en la medida en que en ese acto se obtienen modificaciones en los síntomas. El objetivo del presente trabajo, enmarcado en el proyecto de investigación 'Lógica y alcance de las operaciones del analista según Freud: Colegir (erraten), interpretar, construir', acreditado en el programa de incentivos del Ministerio de Educación de la Nación, y dirigido por el Prof. Carlos Escars, es abordar el concepto de construcción, noción que, junto con la de interpretación, son vertebradoras de la actividad del analista, e interrogar si es posible señalar analogías o diferencias con la figura lógica denominada abducción, o también retroducción. Cabe señalar que el interés suscitado en el concepto de construcción se sustenta en que, a lo largo de la obra de Sigmund Freud, no ha recibido un tratamiento unívoco por parte del autor, adquiriendo particular relevancia a partir de 1920, segunda época de la técnica analítica en la que hace prevalecer la construcción sobre la interpretación. A partir de 1937, en su artículo sobre las construcciones, ('Construcciones en el análisis'), Freud da cuenta de la actividad del analista en términos de la metáfora arqueológica, acentuando la diferencia entre los roles del paciente y del analista y de sus lugares en el proceso de una cura. Aquí puede establecerse que la preocupación por alcanzar ese núcleo de real, la verdad histórica que falta al discurso del paciente, se produce por el proceso de intercambio que, a partir de una construcción, desencadena en el otro una articulación de su historia: es en la medida en que un fragmento de realidad histórica ha sido perdido que la construcción se impone. De la lectura de los textos han surgido varios interrogantes que permiten articular dos dominios: el de la dinámica de la cura y el del valor de las construcciones y de los problemas que surgen de la técnica. En esa perspectiva, el trabajo plantea si es posible darle estatuto de proceso lógico a la cura analítica, en la medida en que hablar de conclusión de la cura, introduce una relación con la lógica, un entonces implícito o explícito

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Este escrito es el resultado de un trabajo interno de la Cátedra Teoría Psicoanalítica de la Carrera de Psicología de la UNLP. El objetivo es rastrear en primer lugar el papel de la fantasía en la formación de síntomas para luego enunciar algunos interrogantes surgidos de esta articulación, tomando una vertiente más vinculada a lo pulsional. La noción de fantasía se puede explorar en diferentes textos a lo largo de la teoría psicoanalítica. En la Conferencia 23 'Los caminos de formación del síntoma' se la puede ubicar como forma de obtención de placer emancipada del examen de realidad, como una supervivencia, una forma de existencia que la emancipa del requisito de realidad. El otro sentido en el que la presenta en este texto, es como modo de recuperación de la satisfacción perdida. Por otra parte se puede explorar a las fantasías en su versión yoica. Se trata de creaciones designadas por Freud como sueños diurnos, que son concientes. Se describen como satisfacciones imaginadas de deseos eróticos, ambición y grandeza. En ellos la ganancia de placer se hace independiente de la aprobación de la realidad. La otra versión de las fantasías, más interesante a los fines del análisis, es la de las fantasías inconscientes. Estas pueden haber sido siempre inconscientes o han sido concientes y por efecto de la represión, devinieron inconscientes. En 'Mis tesis sobre el papel de la sexualidad en la etiología de las neurosis' Freud lleva adelante una enmienda a la tesis que había enunciado en sus primeros análisis de la histeria. Este esclarecimiento condujo a la reformulación del mecanismo de formación de síntomas que dejan de ser retoños directos de recuerdos reprimidos de vivencias sexuales infantiles. De aquí en más, entre el síntoma y las impresiones infantiles se intercalan las fantasías. La fantasía quedaría allí como el intento de defensa contra el recuerdo de la propia práctica sexual. Queda postulada como constitucional una sexualidad infantil cuyas prácticas onanistas son veladas por la fantasía en el relato de las histéricas. En 1919 en Pegan a un niño. trabajará a la fantasía en una línea muy diferente. Sostiene que en la fantasía de Pegan a un niño no se trata de un enunciado integrado en la textura de un discurso. Este carácter de una frase que se enuncia con esta fijeza nos conduce por el camino de la gramática pulsional. El sujeto esta ausente como sujeto gramatical activo, sufriendo pacientemente la acción del verbo. El fantasma es en primera instancia algo clausurado para el sujeto que lo soporta. Partiendo de la ubicación de la fantasía como lo que se intercala entre el síntoma y las impresiones infantiles en el camino de formación de síntoma surge la pregunta acerca de si es posible pensar al fantasma entonces entre el síntoma y lo traumático de la pulsión, en tanto el síntoma responde al registro de lo inconciente reprimido y el fantasma recubre algo de un orden más pulsional, en la vertiente del ello. Esto tiene dos dificultades. La primera es a propósito de la diferenciación que hace Freud de dos tipos de fantasías inconcientes. La fantasía inconciente en tanto que se reprimió sería formadora de síntomas, por lo que quedaría ubicada en la vertiente del inconciente reprimido y no del ello pulsional. La otra dificultad surge a partir del texto 'Sobre las trasposiciones de la pulsión, en particular del erotismo anal' donde Freud plantea a la fantasía en una serie de producciones del inconciente: ocurrencias, fantasías y síntomas. Allí parece perderse la distancia entre el síntoma y la fantasía. Si la fantasía queda demasiado cercana a las formaciones del inconciente, es difícil que se sostenga como eslabón intermedio. En la vertiente de la interpretación será posible en análisis trabajar sobre las fantasías en el camino de la formación de síntomas. Por otra parte, cuando nos preguntamos por el fantasma de la frase Pegan a un niño aparece la cuestión del trauma. Hay en la estructura del fantasma algo enigmático, de pantalla, de velo. Se trata de cierto límite a la interpretación. Las consecuencias de su consideración modificarán una posible dirección de la cura

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El presente trabajo se enmarca en el proyecto de investigación 'Lógica y alcance de las operaciones del analista según Freud: colegir (erraten), interpretar, construir'. En esta oportunidad nos interesa delimitar la categoría de enunciación, en la dirección de establecer algunas de las particularidades que presenta en el campo de la lingüística y el campo del psicoanálisis. Por su parte, esto nos permitirá pensar si la articulación entre enunciación e interpretación presenta diferencias entre los dos campos mencionados Comenzamos entonces situando la categoría de enunciación en psicoanálisis a partir de la reformulación hecha por J. Lacan a la categoría de signo lingüístico presentado por Saussure, en cuanto a sus componentes y a su modo de operación. Ya que es a partir de estas reformulaciones que es posible pensar la articulación entre la significación y el sentido. Luego haremos un breve rastreo, vale decir, no exhaustivo de la noción de sentido o enunciación en Lingüística, intentando establecer sus particularidades en el terreno de este campo de la ciencia. Inevitablemente haremos una, también breve, mención a algunos de los problemas que en la lingüística surgen al intentar delimitarla dicha noción. A través de diferentes referencias bibliográficas se trabajaran las propuestas que al respecto presentan O. Ducrot, E. Benveniste, C. Kebrat Orechioni, G. Reyes y A. Bertorello. Se recortan así los problemas de 'intención enunciativa' y 'subjetividad' en la Lingüística. Estos serán contrastados y/o comparados con la noción de sujeto que se desprende de la enseñanza de Lacan, al menos en un período de la misma. Esta noción, entendida como sujeto intervalar se anuda a la re conceptualización mencionada en primer lugar del signo lingüístico y su operatoria. Nos referimos a la elaboración realizada por J. Lacan en su Seminario 11 'Los Cuatro Conceptos Fundamentales' respecto a lo que allí denomina las operaciones de 'Alienación' y 'Separación'. Es en torno a estas operaciones que puede pensarse al sujeto como el efecto del intervalo entre dos significantes. La operación de 'Separación' permitirá una dimensión de rescate de la dimensión 'no yo' de la 'Alienación' primera. Allí se juega para el sujeto la posibilidad de incluirse y hacerse representar en el lenguaje, mostrando al mismo tiempo los límites del campo de lo simbólico para otorgar identidad. Es en esta dirección que se piensa también la eficacia de la interpretación en Psicoanálisis. De este modo, llegamos al último tramo de nuestro recorrido donde intentaremos precisar a partir de estos desarrollos cuál es la articulación entre interpretación y enunciación en Psicoanálisis lo que nos llevará al problema de la convicción en un análisis o al problema de la producción de 'Efectos de verdad'. Tomando como herramienta la noción de verdad que allí se pone en juego, la diferenciaremos de otros modos de entender esta categoría. Para esto la referencia bibliográfica a la que hemos recurrido es el Seminario 17 'El revés del Psicoanálisis' de J. Lacan. Será entonces el lugar de la verdad en la articulación entre interpretación y enunciación, lo que nos permitirá delimitar la especificidad de estas categorías en el campo del Psicoanálisis. El presente trabajo se enmarca en el proyecto de investigación 'Lógica y alcance de las operaciones del analista según Freud: colegir (erraten), interpretar, construir' En esta oportunidad nos interesa delimitar la categoría de enunciación, en la dirección de establecer algunas de las particularidades que presenta en el campo de la lingüística y el campo del psicoanálisis. Por otro lado, la categoría de enunciación convoca a la de interpretación. Es por esto, que nuestra exploración sobre la primera nos ha llevado a preguntarnos por las diferencias en la articulación entre enunciación e interpretación entre los campos lingüístico y psicoanalítico. Estos entrecruzamientos delimitarán problemas para ambos campos que nos permitirán definir especificidades. Por un lado, nos saldrá al cruce desde la lingüística la noción de intención enunciativa y de subjetividad, las que diferentes autores recorren en términos de lo incognosible, o como disfuncionamiento lingüístico o como el 'aparato formal de la enunciación en el enunciado'. Por otro lado, desde el psicoanálisis, la noción de sujeto como sujeto intervalar, nos llevará a pensar la articulación clínica de la enunciación y la interpretación. Será entonces luego de pensar la noción de sujeto que cada campo articula con las categorías de enunciación e interpretación que les compete, que podremos avanzar en algunas delimitaciones especificas

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Raúl Sciarretta formó, en sus grupos de estudio, a distintas generaciones de intelectuales del país. El testimonio de muchos psicólogos y psicoanalistas que asistieron a sus cursos -fundamentalmente a partir de la década del '70- impulsó el interroganteacerca de la participación e incidencia de este intelectual en la historia del 'campo psi' argentino. El presente trabajo pretende ser una contribución en ese sentido. Tendrá por objetivo analizar y contextualizar sus enseñanzas durante la década del '70, momento en el cual sus cursos estarán orientados al estudio del psicoanálisis a través de una aproximación epistemológica. De la sistematización de los datos recopilados en artículos y entrevistas pudo establecerse que la actividad de enseñanza de Sciarretta se desarrolló fundamentalmente en grupos de estudio privados a partir la década del '60 y hasta su muerte, en 1999. La temática especifica de sus cursos ira modificándose a lo largo de estos años, desde el abordaje de contenidos filosóficos en la década del '60- en el cual, entre otras cuestiones, se destacarán sobre todo sus cursos sobre 'El Capital' de Marx- hasta sus enseñanzas sobre psicoanálisis lacaniano que comienzan a fines de los '70 y continuarán durante la década del '80 y '90, dictando además, conferencias y seminarios sobre el tema, en Francia, España y Brasil. Entre estos dos momentos se sitúa el período de estudio abordado en el presente trabajo, sus cursos sobre 'epistemología del psicoanálisis' caracterizarán esta época. Su lectura epistemológica de la obra freudiana llegará a distintas partes del país influyendo, de este modo, en la formación de una gran cantidad de psicólogos y psicoanalistas. Tal es así que, para principios de la década del '70, esta lectura de Freud, no solo será trabajada al interior de sus grupos de estudio en Buenos Aires, sino que además será abordada en cursos específicos que dictará en diferentes lugares, como Rosario, Córdoba y Tucumán. Esta extensión de sus enseñanzas estará íntimamente vinculada al momento que atravesaba el psicoanálisis a nivel local, particularmente a la crisis de las categorías teóricas, institucionales y políticas que habían sostenido las condiciones de difusión y desarrollo del psicoanálisis hasta el momento. De hecho Sciarretta participó del movimiento que llevaría a la ruptura de la APA, y sus enseñanzas no serán ajenas a ese cuestionamiento. Es así que, a partir de la recopilación y análisis de datos relativos a este momento de su enseñanza y del estudio de las desgrabaciones mecanografiadas de sus clases dictadas en Buenos Aires entre 1970 y 1971, se pudieron reconstruir los objetivos, la significación y los efectos que producirá su 'epistemología del psicoanálisis' y que serán desarrollados en el presente trabajo. Se verá que este contexto Sciarretta realizaba una lectura epistemológica de la obra freudiana desde Bachelard, Althusser y Marx, que ponía en cuestión el psicoanálisis de la época y, fiel a su estilo, abría la posibilidad de una lectura constructiva, que permitiera producir a partir de lo leído. Así mismo ya en estos cursos comenzaba a trabajar las enseñanzas de Lacan vía Althusser, anticipando, por un lado, el rumbo que tomarán sus cursos en los años siguientes, pero fundamentalmente introduciendo, ya para esta época, a muchos psicoanalistas en la teoría lacaniana que algunos años después será preponderante en nuestro país

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Desde los comienzos del Psicoanálisis, Sigmund Freud planteó la elaboración de una teoría clínica propia del psicoanálisis que fuera diferente de las formuladas por la Psiquiatría, lo que implicaba: por una parte, una nosografía particular, es decir, una identificación de los síntomas ajustada y, en segundo lugar, teorías explicativas propias. En líneas generales, Freud realizó este proceso derivándolo de la clínica psiquiátrica. Contemporáneo de la construcción del edificio nosográfico de su época, el creador del psicoanálisis fue retomando categorías diagnósticas de la psiquiatría con el propósito de interrogar cuál era la incidencia del inconciente por él descubierto en los síntomas de los pacientes. Este cuestionamiento implicó una nueva operación que es la que determinó la especificidad del psicoanálisis desde dos vertientes, por otra parte indisociables: una, la epistémica, desde la exploración del inconciente, a partir de la palabra, los significantes y los deseos. La otra vertiente, tributaria de la anterior, es terapéutica, en la medida en que en ese acto se obtienen modificaciones en los síntomas. El objetivo del presente trabajo, enmarcado en el proyecto de investigación 'Lógica y alcance de las operaciones del analista según Freud: Colegir (erraten), interpretar, construir', acreditado en el programa de incentivos del Ministerio de Educación de la Nación, y dirigido por el Prof. Carlos Escars, es abordar el concepto de construcción, noción que, junto con la de interpretación, son vertebradoras de la actividad del analista, e interrogar si es posible señalar analogías o diferencias con la figura lógica denominada abducción, o también retroducción. Cabe señalar que el interés suscitado en el concepto de construcción se sustenta en que, a lo largo de la obra de Sigmund Freud, no ha recibido un tratamiento unívoco por parte del autor, adquiriendo particular relevancia a partir de 1920, segunda época de la técnica analítica en la que hace prevalecer la construcción sobre la interpretación. A partir de 1937, en su artículo sobre las construcciones, ('Construcciones en el análisis'), Freud da cuenta de la actividad del analista en términos de la metáfora arqueológica, acentuando la diferencia entre los roles del paciente y del analista y de sus lugares en el proceso de una cura. Aquí puede establecerse que la preocupación por alcanzar ese núcleo de real, la verdad histórica que falta al discurso del paciente, se produce por el proceso de intercambio que, a partir de una construcción, desencadena en el otro una articulación de su historia: es en la medida en que un fragmento de realidad histórica ha sido perdido que la construcción se impone. De la lectura de los textos han surgido varios interrogantes que permiten articular dos dominios: el de la dinámica de la cura y el del valor de las construcciones y de los problemas que surgen de la técnica. En esa perspectiva, el trabajo plantea si es posible darle estatuto de proceso lógico a la cura analítica, en la medida en que hablar de conclusión de la cura, introduce una relación con la lógica, un entonces implícito o explícito

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Este escrito es el resultado de un trabajo interno de la Cátedra Teoría Psicoanalítica de la Carrera de Psicología de la UNLP. El objetivo es rastrear en primer lugar el papel de la fantasía en la formación de síntomas para luego enunciar algunos interrogantes surgidos de esta articulación, tomando una vertiente más vinculada a lo pulsional. La noción de fantasía se puede explorar en diferentes textos a lo largo de la teoría psicoanalítica. En la Conferencia 23 'Los caminos de formación del síntoma' se la puede ubicar como forma de obtención de placer emancipada del examen de realidad, como una supervivencia, una forma de existencia que la emancipa del requisito de realidad. El otro sentido en el que la presenta en este texto, es como modo de recuperación de la satisfacción perdida. Por otra parte se puede explorar a las fantasías en su versión yoica. Se trata de creaciones designadas por Freud como sueños diurnos, que son concientes. Se describen como satisfacciones imaginadas de deseos eróticos, ambición y grandeza. En ellos la ganancia de placer se hace independiente de la aprobación de la realidad. La otra versión de las fantasías, más interesante a los fines del análisis, es la de las fantasías inconscientes. Estas pueden haber sido siempre inconscientes o han sido concientes y por efecto de la represión, devinieron inconscientes. En 'Mis tesis sobre el papel de la sexualidad en la etiología de las neurosis' Freud lleva adelante una enmienda a la tesis que había enunciado en sus primeros análisis de la histeria. Este esclarecimiento condujo a la reformulación del mecanismo de formación de síntomas que dejan de ser retoños directos de recuerdos reprimidos de vivencias sexuales infantiles. De aquí en más, entre el síntoma y las impresiones infantiles se intercalan las fantasías. La fantasía quedaría allí como el intento de defensa contra el recuerdo de la propia práctica sexual. Queda postulada como constitucional una sexualidad infantil cuyas prácticas onanistas son veladas por la fantasía en el relato de las histéricas. En 1919 en Pegan a un niño. trabajará a la fantasía en una línea muy diferente. Sostiene que en la fantasía de Pegan a un niño no se trata de un enunciado integrado en la textura de un discurso. Este carácter de una frase que se enuncia con esta fijeza nos conduce por el camino de la gramática pulsional. El sujeto esta ausente como sujeto gramatical activo, sufriendo pacientemente la acción del verbo. El fantasma es en primera instancia algo clausurado para el sujeto que lo soporta. Partiendo de la ubicación de la fantasía como lo que se intercala entre el síntoma y las impresiones infantiles en el camino de formación de síntoma surge la pregunta acerca de si es posible pensar al fantasma entonces entre el síntoma y lo traumático de la pulsión, en tanto el síntoma responde al registro de lo inconciente reprimido y el fantasma recubre algo de un orden más pulsional, en la vertiente del ello. Esto tiene dos dificultades. La primera es a propósito de la diferenciación que hace Freud de dos tipos de fantasías inconcientes. La fantasía inconciente en tanto que se reprimió sería formadora de síntomas, por lo que quedaría ubicada en la vertiente del inconciente reprimido y no del ello pulsional. La otra dificultad surge a partir del texto 'Sobre las trasposiciones de la pulsión, en particular del erotismo anal' donde Freud plantea a la fantasía en una serie de producciones del inconciente: ocurrencias, fantasías y síntomas. Allí parece perderse la distancia entre el síntoma y la fantasía. Si la fantasía queda demasiado cercana a las formaciones del inconciente, es difícil que se sostenga como eslabón intermedio. En la vertiente de la interpretación será posible en análisis trabajar sobre las fantasías en el camino de la formación de síntomas. Por otra parte, cuando nos preguntamos por el fantasma de la frase Pegan a un niño aparece la cuestión del trauma. Hay en la estructura del fantasma algo enigmático, de pantalla, de velo. Se trata de cierto límite a la interpretación. Las consecuencias de su consideración modificarán una posible dirección de la cura

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Fil: Soza Rossi, Paula V.. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.