991 resultados para Ciutats -- Catalunya


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Poner a prueba la hipótesis central, que es que la contrareforma de la formación profesional que tuvo lugar con la LGE (Ley General de Educación del año 1970) se puede volver a reproducir con la LOGSE (Ley de Ordenación General del Sistema Educativo del año 1990). Los flujos educativos se analizan a partir de los datos de matrícula del Departament d'Ensenyament para toda Catalunya, desde el curso 1989-90 hasta el curso 2000-01 y a partir de los datos de tres Institutos de Enseñanza Secundaria que habían sido Institutos de FP con la LGE (vaciado de expedientes de la matrícula 1990-91 y encuesta al alumnado matriculado el curso 2001-02). Para contrastar esta hipótesis se han analizado los flujos educativos con la LGE y con la LOGSE. La óptica metodológica sale de la combinación de los paradigmas cuantitativo y cualitativo y de la combinación de las perspectivas micro y macrosociológicas. Se han utilizado técnicas cualitativas, como entrevistas y grupos de discusión con profesorado y alumnado de estos tres centros. Por lo que se refiere a la constitución del itinerario profesional, los resultados apuntan a una presión considerable de la conexión del CFGM al CFGS por parte del alumnado, no así por parte del profesorado, y una presión muy fuerte para diversificar itinerarios en la ESO, sobre todo del alumnado con un buen rendimiento académico. En este sentido, el acceso a la formación profesional vendrá probablemente de los itinerarios de 'preciclos' o bien de la anticipación o de la sanción del fracaso en la vía académica. Esto hace que el número de alumnos en los CFGM con el bachillerato suspendido sea importante (entre un 25 y un 30 por ciento) y que el numero de alumnos que optan por un CFGS porque no obtienen la nota de corte suficiente para estudiar la carrera universitaria que quieren o porque ni se plantean ir a la universidad sea también muy elevado (prácticamente la mitad de los alumnos de bachillerato de los centros estudiados). En este contexto, la acción de la administración refuerza la contrareforma: sancionando los itinerarios dentro de la enseñanza obligatoria (Ley de Calidad) y estableciendo cursos puente entre los ciclos formativos de grado medio y los ciclos formativos de grado superior (decretos del Departament d'Ensenyament de la Generalitat de Catalunya). Este curso, de corte experimental, tiene muchas probabilidades de generalizarse ya que la demanda social es muy grande, como de hecho ya pasó con la ordenación de la FP de los años 70, cuando se permitió conectar la FP1 con la FP2. La conclusión principal es que no se puede hablar de dos vías en el sistema educativo sino de tres: una primera vía de desescolarización (entre una cuarta y una tercera parte de cada generación), una vía de profesionalización (con dos subitinerarios, de escolarización corta o larga) y una vía académica (más propedéutica hacia la universidad o con una posibilidad de conexión con la vía profesional larga). El cambio de sistema no ha hecho variar sustancialmente estas vías, aunque ha modificado las formas. Por ejemplo, con la LGE la FP1 tenía un abandono muy fuerte, sobre todo de los alumnos que no habían obtenido el graduado escolar. Con la LOGSE, la FP queda vetada a los que no obtienen el graduado en secundaria. Esto lleva a una gran paradoja de la FP: no hacerla segregadora significa hacerla más selectiva, y no hacerla tan selectiva le da una función de recuperación de cierto fracaso escolar, pero con el riesgo de ser la 'segunda zona'.