1000 resultados para 315-C0001I
Resumo:
Una evaluación institucional, cuando es correctamente realizada debe alcanzar los objetivos directos como: mejorar, rendir cuentas e informar. Sin embargo, otras consecuencias indirectas son posibles como: crear una cultura interna de calidad. Los fenómenos de calidad implican a muchos individuos que necesariamente pasan a ser conscientes de la necesidad de evaluar la calidad. Este resultado es valioso por si solo y se han obtenido resultados importantes como en el caso español: crear una cultura de responsabilidad ante la sociedad en general y ante los usuarios de la institución, en particular. Un efecto muy importante en instituciones españolas, con unas raices todavía recientes en la administración del estado; crear sistemas de información estadística para la gestión interna de las instituciones y para la información a la sociedad de cómo son los productos que la universidad está generando; crear sistemas de indicadores de rendimiento que sirvan que sirvan para recoger una información sintética, razonable y útil, del funcionamiento de las instituciones; crear un estímulo a la competencia positiva de las instituciones por la calidad que deberá transformarse en competencia por los alumnos y por los contratos con las empresas que dispondrán de criterios en que basar sus decisiones; la evaluación puede tener otras consecuencias. La primera deseable, la segunda no; disponer de unos criterios válidos para asignar recursos públicos a las instituciones según su calidad y eficacia y segundo establecer clasificaciones de instituciones. Pero existe el peligro de que se establezcan clasificaciones simplificadas. Existen muchas otras consecuencias y podemos pensar que los efectos serán benéficos. Si se acompañan de otros criterios búsqueda de la calidad como mejoras en los sistemas de financiación y sobre todo una decidida apertura de la universidad a las demandas de la sociedad.
Resumo:
En cinco años se ha recorrido un largo camino en el desarrollo del modelo de evaluación institucional de la calidad de las universidades españolas. El Plan Experimental de 1992 apostó por un enfoque de nula tradición y experiencia, pero que estaba siendo desarrollado en los países de la UE. La participación en el Proyecto piloto europeo confirmó que no se había elegido una ruta equivocada. El contenido del Informe Anual del Plan de Evaluación ratifica la idoneidad del proceso adoptado. La UE confirma la bondad del planteamiento. Pero nuestra impaciencia por saber lo que deberíamos saber por otros medios o porque no sale o resulta aquello que cada uno de los diferentes actores del sistema cree que debe salir de un proceso de evaluación institucional puede crear incertidumbres. Hemos de asumir que hay que tener paciencia y que todo está saliendo bien.
Resumo:
Medidas necesarias para mejorar la calidad de nuestra profesión: promover estrategias que incidan sobre la mejora de la calidad de la enseñanza superior. La situación actual de desequilibrio entre docentes e investigadores debe ser replanteada con urgencia estableciendo medidas y recompensas que hagan posible enfocar el desarrollo profesional del profesor universitario con criterios docentes; plantear la evaluación de función docente del profesorado desde la perspectiva institucional. La institución docente no tiene sentido al margen de los objetivos, actividades y procedimientos de la institución a la que presta sus servicios. Lo que significa que al margen de las tareas relativas a los ensayos que tiene a su cargo, la función docente exige desempeñar otras actividades y ocupaciones como miembro de una institución, cuya eficacia depende de su contribución; cambiar el concepto profesional de docente desde una perspectiva multifuncional o multidimensional; destacar la finalidad formativa en los procesos de evaluación. De ahí la necesidad de reorientar la finalidad de los procesos evaluativos del profesorado priorizando la dimensión formativa; establecer el uso de carpertas sobre las actividades docentes del profesor como estrategias para la evaluación. Esa dimensión formativa y de que todos los criterios a utilizar por el profesor estén controlados determina que sea el propio profesor quien deba aportar las pruebas o evidencias sobre la calidad de sus actuaciones. Hay que potenciar por parte de las instituciones la actividad docente. En la medida en que el profesor considere que su actividad docente condiciona su reputación profesional más atención prestará más atención a esta función (recompesas).
Resumo:
Una condición necesaria para que exista calidad en las universidades es que se genera una nueva cultura académica capaz de asumir la necesidad activa de esta búsqueda de la calidad. Y el paso básico es que la comunidad académica perciba la conveniencia y necesidad de evaluar el rendimiento de la propia institución como tal. En cierta medida este método es un híbrido entre técnicas de gestión de evaluación de la calidad y las prácticas de evaluación académica . y lógico que se enfrenten a críticas provenientes de los dos frentes: el gerencial y el académico. A nivel de gestión de la calidad las universidades son organizaciones muy complejas cuya gestión debe guiarse por principios de eficacia y calidad equivalentes a los que se pueden aplicar a otra empresa de servicios. Desde el punto de vista de las tradiciones académicas de evaluación la dificultad está en otra parte. La comunidad académica muy acostumbrada a los procesos de evaluación, pero difícil es la evaluación de la institución, como conjunto. De manera que la situación se podía definir como un dilema de enfoques. Lo que explica que la existencia de multitud de enfoques y metodologías de evaluación en la universidad. Es deseable y previsible que estas ambigüedades se vayan deshaciendo en un futuro inmediato. Para facilitar el proceso de depuración metodológica, puede ser útil tener en cuenta que el objetivo de la evaluación es la mejora de la calidad global de la universidad que se compone de los siguientes elementos: un plan integrado de calidad, un sistema de evaluación de la calidad de la enseñanza y la investigación. La calidad de la universidad es el resultado de agregar los niveles de calidad alcanzados en cada uno de los servicios que presta. El resultado final será que la universidad española podrán disponer de una metodología de gestión que les ayudará a dar respuestas adecuadas a los retos de la calidad y de la excelencia que tiene que afrontar un sistema moderno y abierto a toda la sociedad, como es el actual. Quizá por, una vez, la universidad española va al mismo paso, sino por delante que el resto de Europa.
Resumo:
Es fundamental entender la evaluación también como un proceso de valoración del progreso en la consecución de mayores niveles de calidad en la actividad académica. Es decir, atender no solamente al valor absoluto de lo conseguido, sin tambíen a las mejoras relativas en el proceso de mejora que se ha desarrollado o se está desarrollando en un campo de investigación concreto, en una titulación, en una práctica de gestión académica. En este sentido, la evaluación debería contribuir a acercar la imagen de prestigio del concepto de universidad al de la imagen de cada una de las partes, procesos y actores que conforman la realidad universitaria. Esto refuerza y mejora la necesidad imperiosa de participación de las personas: profesores, estudiantes y el personal de la administración. De hecho, ellos son sus actores y valedores principales. Sin ellos no tendrá sentido la necesidad de cambiar y mejorar la universidad. Para finalizar, el proceso de evaluación institucional también debe permitir a la universidad dar a conocer y establecer sus objetivos con el gobierno y la administración pública. La evaluación puede permitir planificar el marco para la calidad de la universidad. El uso correcto de la evaluación permite conocer a la administración cómo utiliza los recursos públicos la universidad y sus resultados cuantitativos y cualitativos; permite a esta última conocer sus resultados y poder programar planes de mejora de la calidad; y, finalmente, permite a los destinatarios de los servicios universitarios (alumnos, empresas, administraciones públicas, sociedad), disponer de una información adecuada del nivel docente, investigador y de gestión de las universidades.
Resumo:
La sensibilidad social para la universidad se ha incrementado en muchos países con la expansión con los sistemas universitarios. La rapidez de este proceso de crecimiento en España acentúa también la intensidad de algunos de los problemas e interrogantes por varias razones: primero, aumento del número universitario, tanto de estudiantes como de titulados, ha elevado en muy pocos años el porcentaje de población que se siente directamente concernido por el funcionamiento de las mismas; segundo, influye el que se haya hecho más relevante el volumen de recursos privados, y sobre todo públicos, que se asignan a las múltiples actividades docentes y de investigadores. Por ambas razones el interés por el buen funcionamiento de estas instituciones ha aumentado. Mayor atención social centrada en los resultados que en esos ámbitos se obtienen como características de la formación ofrecida y, en concreto, su capacidad de intentar la instrucción laboral. Desde esta perspectiva el desempleo y el subempleo de los universitarios son fuente directa de interrogantes sobre el funcionamiento de las instituciones de enseñanza superior. A la vez carencias en las condiciones en las que se presta el servicio, masificación, demandas insatisfechas y en los criterios seguidos para ofrecer sistemas, de enseñanza y evaluación, fracaso escolar, retrasos. Por ello, en España en los ochenta y los noventa se ha hecho necesario llamar la atención sobre ellos al llamar aumentando y abordar su solución. Otro campo donde es necesario mejorar es el hecho de que la oferta universitaria se adecue a las demandas del mercado de trabajo. Reclamación que suena con fuerza en los años recientes, incide la magnitud del desempleo universitario fuerte en los noventa. Problemas que carecen actualmente de respuesta en el universitario español.
Resumo:
Esta evaluación ha puesto de manifiesto los defectos y deficiencias de la situación actual de los estudios de Tercer Ciclo en España: falta de reconocimiento de estos estudios, que se plasma en un reconocimiento mínimo de créditos impartidos en los Programas; necesidad de cambiar el procedimiento de concesión de la suficiencia investigadora, necesidad de un control de la calidad de los Programas; dificultades en la gestión, que es sumamente compleja; necesidad de reducir programas; necesidad de cambios del mecanismo de evaluación de las tesis doctorales para garantizar su calidad, etcétera. Todo ello, se ha concretado en un plan estratégico de mejora temporalizado, priorizado y dirigido, que implicará una serie de medidas de acción inmediata, así como cambios sustanciales en la normativa interna reguladora de estos estudios. A nivel global el cambio más significativo consiste en la convivencia de dos niveles de exigencia superiores, que será bien apoyado con recursos humanos y económicos. Este modelo ofrece varias ventajas: fomentar la calidad y no rebajar los niveles de exigencia para que mayoritariamente puedan cumplirlos los Programas actuales.
Resumo:
Instrumento útil para la evaluación institucional de la investigación. Pero máximo cuidado en que se utilicen correctamente evitando simplificaciones excesivas como inútiles refinamientos metodológicos que hacen impracticable su utilización por los comités de autoevaluación. Es solo una referencia para la investigación interna de la propia institución. La lista debe actualizarse periódicamente. Un caso especial es el amplio grupo de Ciencias Sociales y las Humanidades que en conjuntos suponen más de la mitad del sistema universitario los intentos realizados para construir un sistema de referencia para la evaluación de la calidad en este campo hay que considerar a los fracasados porque la clasificación obtenida no tenía las garantías necesarias o suficientes para ser utilizada dentro del Plan Nacional de Evaluación de la calidad de las universidades al no haberse podido separar la información por campos científicos y el disponer de una sola convocatoria.
Resumo:
La escuela microcosmos de la propia sociedad que reproduce los diferentes rostros de la violencia. Problema más acuciante del sistema actual en Estados Unidos, Inglaterra, Israel, Suecia, Francia. Una de las causas de esta conducta deriva de la escolaridad obligatoria. Muchos alumnos de quince o dieciséis años no esperan nada del centro escolar y están en el, a la fuerza. La exteriorización de la agresividad es una respuesta a esta situación de frustración y ausencia de expectativas. Esta violencia ni existe en España con la virulencia de otros países, aunque se incrementa. Los casos que se dan se estima que no es conveniente darles publicidad como en otros países. Se han hecho pocas investigaciones, pero empiezan a aparecer en la prensa noticias concretas de violencia y así, 72 por ciento de los profesores de secundaria consideran que la indisciplina en los centros es un problema especialmente grave. Las consecuencias de esta agresividad es una de las principales causas del malestar docente y también incide en la calidad de la enseñanza al desenvolverse en un clima hostil. Las normas disciplinarias en el ámbito docente y el poder sancionador de la Administración se justifican no en si mismas, sino por la finalidad que persiguen: crear las condiciones óptimas para el ejercicio de la función docente. Las normas de convivencia del vigente Real Decreto 732/ 1995 se incardinan en un concepto de disciplina democrático compatible con la carta de Derechos y Deberes de los alumnos. Las normas disciplinarias siguen siendo necesarias y han de aplicarse con el espíritu democrático ya señalado.
Resumo:
Las teorías educativas conductistas tienen unas limitaciones que ha sido suficientemente señaladas, entre otros por los conductistas. A pesar que el conductismo supuso un progreso con respecto a ciertas amén típicas, por su hincapié en los aspectos observables de la conducta y por la vinculación estimuló respuesta en la conducta, las teorías cognitivas (no sólo las constructivistas) han supuesto una superación de algunos limites impuestos por el conductivismo para la investigación de los procesos de conocimiento. La tendencia a considerar el medio exterior como el único elemento modelador de los fenómenos psíquicos y del aprendizaje ha sido también, complementada, por una mayor ausencia a los procesos internos del sujeto. Por último, la importancia dada por la escuela activa al descubrimiento por el estudiante de conceptos y relaciones teóricas complementa también la enseñanza por transmisión o exposición. No creemos que esta concepción deba ser objeto de imposición administrativa.