990 resultados para Mujeres en el arte – Siglo XIX -- Exposiciones
Resumo:
El objetivo del trabajo es examinar la revisión oficial de las "donaciones condicionadas" implementadas en el partido de Azul y la respuesta de la sociedad rural durante la segunda mitad del siglo XIX. Mediante un análisis principalmente cualitativo de la legislación, prensa, correspondencia, expedientes de tierras y otras fuentes coetáneas, se aborda el marco legal y el accionar social, considerando los argumentos esgrimidos para la puesta en valor de los derechos y el acceso a la propiedad formal. Así como los rasgos centrales del proceso, caracterizado por una gran interacción, complejidad, disputas y resistencias durante esta etapa de reestructuración hasta el cierre de la frontera. Se plantea que las "reformas liberales" no supusieron un cambio radical en las prácticas sociales y en el acceso al recurso, de raigambre institucional y social anterior
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A mediados del siglo XIX en Colombia se establece una relación entre la lectura colectiva y la privada donde las prácticas están determinadas por la fuerza de lo público. Pensar en las relaciones entre lo público y lo privado permite, en el caso de la literatura, particularmente las novelas y los cuadros de costumbres, ver cómo estas afectan la lectura en las conexiones entre el mundo del texto y el mundo del lector y la intervención del discurso nacional. A continuación se expondrán algunas de estos contactos en función de nuevas propuestas de investigación en la historia de la lectura
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En la segunda mitad del siglo XIX se inició la conformación de un espacio historiográfico en Corrientes impulsado por diversos factores que contribuyeron a su delineación, comoel interés del Estado por reafirmar sus derechos sobre los territorios que habían pertenecido a las antiguas misiones y por reivindicar el lugar que sus elites dirigentes consideraban debía ocupar en el orden institucional creado por la Constitución de 1853. Ambos propósitos implicaban también un creciente interés por reforzar la identidad correntina frente al inicio de un proceso de construcción de una identidad nacional que comenzaba a esbozarse en los años ochenta.En este contexto surgen figuras notables como Ramón Contreras y Manuel Florencio Mantilla, quienes se volcarán a los estudios históricos para satisfacer estas demandas. A partir de sus obras seestablecieron vínculos con historiadores e instituciones de Buenos Aires y se desarrollaron debates y polémicas a través de la prensa, que permitieron ir definiendo un espacio historiográfico con sus autoridades y sus reglas de trabajo.
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La reflexión sobre el cuerpo femenino -situada en el marco de procesos multiculturales, que promueve la globalización y su impacto en la esfera cultural- nos plantea los siguientes problemas: cómo se concibe el cuerpo femenino en las representaciones de las artes visuales de las últimas dos décadas; de qué manera éste es recreado y deconstruido por las mujeres artistas; qué estrategias discursivas se ponen en práctica; cómo se entiende la relación del cuerpo de la mujer con la realidad; cuál es el orden simbólico femenino que puede detectarse en las prácticas artísticas. En el presente trabajo se plantea la contextualización y análisis del cuerpo femenino como soporte de las prácticas estéticas y de los discursos plásticos, dentro de una historia del arte del performance(1) y del body art(2), tomando como eje de nuestro estudio la obra ¿Quién puede olvidar las huellas? (2003) de la artista guatemalteca Regina Galindo.
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El objetivo de este trabajo es acercarnos al conocimiento de los intermediarios culturales que habitaron el espacio fronterizo bonaerense en la primera mitad del siglo XIX. La elección de este período se fundamenta en que a lo largo del mismo se transitó por una compleja relación interétnica que derivó, a fines de la década de 1820, en la aplicación de una política indígena muy particular por parte del gobierno de Buenos Aires. Esta llevó, por un lado, al asentamiento de grupos nativos dentro del espacio provincial y, por otro, al establecimiento de alianzas con otras agrupaciones. Las cotidianas y constantes relaciones interétnicas que debieron llevarse a cabo a raíz de este proceso, produjeron la aparición de un gran número de personajes "intermediarios".
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it's been 50years since the world witnessed the triumph of one of the iast revoiutíons of the twentieth-century starring a group of bearded men who descended from the mountains of Cuba and who wouid end up overthrowing the Batista regime. Ricardo Porro was a Cuban architect exiied for his revoiutionary ideais. Vittorio Garatti and Roberto Gottardi were itaiian immigrant architects. The three coincided in the effervescent city of Caracas in the iate 50's within the circie of friends of Carios Raui de Viiianueva, who had at that tí me, finished one of his most significant works, the City University of Caracas. United by a common circie of friends, they wouid soon receive their dream assignment: an Academy ofArt for the chiidren of workers in the revoiutionary Havana. The idea was directiy based on the triumphant ideoiogist of the revoiutíon: Fidei Castro and Che Guevara. Aii schoois had to represent the image of the new society. They wouid immediateiy depart for Havana. The year was 1961 and they had oniy a few months to pian and carry out the project. The schoois were officiaiiy opened in 1965 without having been compieted. The set was iocated in the Goif Course Country Ciub of Havana. The iands- cape of the goif course and the understanding of the piace, by the three architects, was the origin of the projects. initíaiiy, they worked with some common principies that conditíoned its architecturai answer and gave the group the homogeneity of a singie project: the integratíon with the iandsca- pe, the same constructíon system and a singie materiai. This research anaiyzes the conditíons used by the three architects in order to investígate the responses from the point of view of architecturai design. Han pasado más de 50 años desde que el mundo contempló el triunfo de una de las últimas revoluciones del siglo XX, protagonizada por un grupo de barbudos que descendían de la sierra de Cuba y que acabaría con el derrocamiento del régimen de Batista. Ricardo Porro era un arquitecto cubano exiliado por sus ideales revolucionarios. Vittorio Garatt y Roberto Gottardi eran arquitectos italianos emigrantes. Los tres coincidieron en la efervescente Caracas de Anales de los años 50 en torno a la figura de Carlos Raúl de Villanueva que terminaba en esa época una de sus obras más significativas, la Ciudad Universitaria de Caracas. Unidos por un círculo común de amistades pronto recibirán el encargo soñado: una Academia de las Artes para los hijos de los trabajadores en La Habana revolucionaria. La idea partia directamente de los ideólogos triunfantes de la revolución: Fidel Castro y el Che Guevara. El conjunto de las escuelas tenía que representar la imagen de la nueva sociedad. Inmediatamente partirán rumbo a La Habana. Corría el año 1961 y dispo¬nían de unos pocos meses para proyectar y ejecutar las obras. Las escuelas fueron oficialmente inauguradas en 1965 sin haberse concluido. El conjunto se ubicó en el campo de golf del Country Club de La Habana. El paisaje del campo de golf y el entendimiento del lugar, por parte de los tres arquitectos, fue el origen de los proyectos. Trabajaron inicialmente con unas premisas comunes que condicionaron su respuesta arquitectónica y le dieron al conjunto la homogeneidad de un único proyecto: la integración con el paisaje, un mismo sistema constructivo y un único material. Este trabajo de investigación parte de los condicionantes a los que se enfrentaron los tres arquitectos para así analizar las respuestas dadas desde el punto de vista del proyecto arquitectónico.
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La evolución de la maquinaria agrícola en el siglo XX ha sido tan espectacular que, de los tres grandes avances habidos a lo largo de la historia de la maquinaria agrícola, dos de ellos podemos considerar que marcan el comienzo y el fin del siglo XX. El primer avance fundamental se dio el día en que el hombre que removía la tierra golpeándola con una herramienta tipo azada decidió avanzar con ella introducida en el suelo venciendo la fuerza de tiro. Nació así el arado en un tiempo indeterminado de la prehistoria. Esa primera máquina y las pocas que en muchos siglos después se diseñaron para trabajar la tierra estaban accionadas por esfuerzo muscular, ya fuera el del hombre o de los animales de tiro. El siguiente paso decisivo, que libra al hombre de la necesidad de contar con fuerza muscular para trabajar el campo, se dio al aplicar a la agricultura la energía generada por motores que consumen combustibles. Aunque a lo largo del siglo XIX se construyeron máquinas de vapor estacionarias denominadas locomóviles que, mediante un juego de cables y poleas, conseguían tirar de los arados, su uso fue escaso y los agricultores no se libraron de seguir con su collera de muías o yunta de bueyes. Sin embargo, la construcción del primer tractor con motor de combustión interna, debida a Froelich en 1892, marca el inicio de la actual tractorización. A partir de ese momento, tanto el tamaño de las máquinas como el de la superficie trabajada por un agricultor pueden crecer, porque es la energía desarrollada por un motor la que realiza los esfuerzos necesarios. Esta fecha de 1892 podemos considerarla el inicio del siglo XX en maquinaria agrícola. Por último, en época reciente estamos asistiendo al empleo de dispositivos electrónicos e informáticos en las máquinas, los cuales miden diversas variables relativas al trabajo que desarrolla, guardan la información en registros e, incluso, deciden cómo debe comandarse la máquina. No sólo estamos liberados de realizar esfuerzos, sino también de mantener toda nuestra atención en el trabajo y tomar decisiones en función de las características del terreno, cultivo, etc. Estas técnicas, que a nivel de investigación y prototipo existen desde los años 90, marcan el inicio del siglo XXI en el que es de esperar que se difundan. Por tanto, ya tenemos encuadrado el siglo XX como el periodo comprendido desde que el esfuerzo para trabajar la tierra deja de ser muscular hasta que el cerebro que toma las decisiones podrá dejar de ser humano.
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El espacio íntimo no está únicamente asociado al espacio privado y doméstico, sin embargo las nociones de privacidad e intimidad están emparentadas a la idea de casa. Mientras el lugar íntimo no se resuma al espacio de proyección individual, la necesidad revelada por el individuo a lo largo de la historia de poseer un espacio propio configura una categoría de planteamiento íntimo ante el espacio. Aunque pertenezca a un ámbito inmaterial, la intimidad se busca, en las páginas siguientes, en lo arquitectónico a través de la observación de algunos espacios individuales. Se identifican imágenes del habitar individual y espacios de reclusión individual. Se observa en los momentos inicial y final de la vida el exponente máximo de aislamiento y de unidad, la imagen del espacio intrauterino y una idea de lo fúnebre planean sobre el cotidiano, infundiéndolo también de la necesidad de aislamiento. La reclusión se podrá procesar a partir de distintas motivaciones. En este sentido se ha identificado el espacio del ermitaño, el espacio de retiro y el espacio de la exclusión. Cercado el ámbito del espacio individual surge como necesaria la tarea de oponer el individuo al mundo, pues no existe dentro sin fuera, como no hay día sin noche, ni el ser individual existe sin que pueda plantearse ante otros que confirmen su existencia. En este sentido se plantea el habitante individual ante la inmensidad, ante la exposición y ante la extrañeza. Para que un viaje sea completo hay que regresar al punto de partida lo que en este contexto significó un regreso del individuo a sí mismo, pero en este punto mediado por el artificio, es decir, se planteó el individuo ante el espejo: ante la naturaleza, ante el arte y ante la tecnología. El último capítulo surge como la configuración de un conjunto de espectros que se habían vislumbrado a lo largo del trabajo y que tienen en la última parte la posibilidad de cruzarse y generar nuevas lecturas. La motivación en percibir de que formas el concepto de intimidad se cruza con las problemáticas implícitas en el concebir y experimentar el espacio se va destilando a lo largo del trabajo: se identifican afinidades entre lo que podrá parecer ajeno, se admiten escisiones entre lo que se enseña uno, y se observan temas que por tan vinculados a las experiencias más banales del habitar se encuentran a menudo en el olvido. Este trabajo no es más que un acercamiento a las cuestiones más elementales del proyecto de arquitectura de alguien que más allá de experimentar el espacio como habitante se dispone también a pensarlo.
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Se organizan dos jornadas consecutivas. En la primera de ellas se aborda el tema desde un ámbito general, con la participación de Carmen Espegel y de Zaida Muxí, profesoras respectivamente, de las ETS Arquitectura de Madrid y Barcelona. A Carmen Espegel se le ha propuesto como tema el de las pioneras, aquellas mujeres que han iniciado la senda de la arquitectura como dedicación profesional rompiendo roles social y profesionalmente predeterminados, mientras que a Zaida Muxí se le ha encomendado que nos hable de las primeras generaciones de las arquitectas catalanas en relación con un territorio y una identidad propia. Una mesa redonda vespertina en la que participarán las dos ponentes citadas así como diversas profesoras de la ETS Arquitectura de A Coruña, junto con el público asistente, cerrará esta primera jornada. En la segunda jornada el tema se centra en la mujer y la arquitectura en Galicia, desde la proximidad que proporciona una exposición con un formato de 5x18: cinco ponentes con dieciocho minutos de intervención para cada uno de ellos. Se desenvolverá esta sesión con la participación de profesionales de distintas generaciones cuyo trabajo discurre en ámbitos diversos, bien como protagonistas en el caso de Chus Blanco, Cristina Ouzande, Lucía Ruiz o Silvia Blanco, bien como espectador y compañero en el caso de Ignacio Cerrada. La jornada finalizará con una mesa de trabajo y discusión en la sesión de tarde en la que participarán las ponentes, los investigadores integrantes del grupo MAGA y un número restringido de invitados.