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Resumo:
Facultative and obligate oligotrophs have been enumerated in March/April 1990 by the MPN-method with 14C-protein hydrolysate as tracer substrate. Obligate (10-3360 cells/ml) and facultative (110-9000 cells/ml) oligotrophs revealed to be the dominant population above Gunnerus Ridge (65°30'-68°S; 31-35°E) at a depth of 25 m compared with eutrophic bacteria (5 to 260 CFU/ml). Above Astrid Ridge (65-68°S; 8-18°E), obligate (0-1100 cells/ml) and facultative oligotrophs (300-9000 cells/ml) were also abundant but not always dominant. Bacterial biomass above Gunnerus Ridge was only between 7.3 and 43.6% of particulate biomass, but biomass of bacteria above Astrid Ridge amounted from 56.9 to >100% of particulate biomass; an exception was station no. PS16/552 with only 22.2% of bacterial biomass. Ratio of bacterial biomass to particulate biomass was negatively correlated with maximal primary production, complementing the view that phytoplankton was the dominant population above Gunnerus Ridge, whereas bacteria predominated above Astrid Ridge. Eutrophic bacteria were also more abundant above Astrid Ridge, with 3 to 6380 CFU/ml. Total bacteria by acridine orange direct counts amounted from 1 x 10**4 to 34.2 x 10**4 cells/ml. Bacterial biomass above Gunnerus Ridge was 1.8 to 10.7, and above Astrid Ridge 5.7 to 13.6 mg C/m*3. Maximal primary production above Gunnerus Ridge was 4.5 to 11.0, and above Astrid Ridge 2.3 to 3.5 mg C/m**3/d.
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Deep-sea sediment Ba* (Ba/Al2O3(sample) * 15% - Ba(aluminosilicate) records show increasing values synchronous with the evolution of the late Paleocene global d13C maximum, reflecting an increase in marine surface primary production and biogenic barite formation at this time. At two oligotrophic locations, Deep Sea Drilling Project (DSDP) Sites 384 and 527 in the North and South Atlantic, respectively, Ba* increases from 160-360 ppm in the early Paleocene to 1100-3000 ppm during the d13C maximum. At equatorial DSDP Site 577, positioned within or near the high-productivity zone, Ba* increases from ~15,500 ppm in the early Paleocene to ~25,400 ppm in conjunction with late Paleocene maximum d13C values. Linear fitted correlation plots of sediment Ba* content versus surface water d13C in all three regions support barite originating in the euphotic zone. The early to late Paleocene relative increase in Ba* illustrates how burial rates of Corg (relative to Al2O3) accelerated by a factor of ~1.8 and ~6.0 in the eutrophic and oligotrophic areas, respectively. A tentative estimate, weighing our result for the entire ocean, suggests that accumulation rates of organic carbon increased by a factor of 2 during the late Paleocene d13C maximum.
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Es posible afirmar que la narrativa escrita en Argentina en las últimas décadas del siglo XX -más precisamente, después de la Dictadura Militar-, y en lo que va del XXI, puede estar inscripta en el marco de una crisis de la representación realista, en el ámbito de manifestación de un conjunto de tendencias estéticas que trabajan sobre problemas constructivos de identidad y de alteridad, de emergencia de discursos y de relación entre realidad y literatura, entre otros problema del género. Narrativa muy diversa que muestra la pluralidad genérica, un abanico de estilos escriturales -el policial, el ensayo, la novela testimonial y la literatura de "versiones", entre otros hechos de lenguaje-, a los que se suma la tendencia a la crítica al presente, a la complejidad de lo contado y a la necesidad de subvertir el discurso único y hegemónico del autoritarismo. Escritura donde es posible observar la desaparición de las utopías realistas clásicas en pro de privilegiar ciertos usos del lenguaje. Así, es posible detectar la aparición de un "nuevo realismo" ficcional acorde con la historia vivida y padecida en la Argentina en los tiempos aciagos de la Dictadura Militar. La novela de Félix Bruzzone Los topos, recientemente publicada -en el 2008-, muestra una nueva realidad: la de un autor que es hijo de desaparecidos. Es la intención en esta ponencia elucidar el quiebre y la aparición de una nueva generación literaria transgresora, que se apropia de una variedad de discursos heredados, acerca de la historia nacional reciente. Hay una vuelta de tuerca de la historia, del relato del realismo epocal que poseen todos los pueblos del universo, que quiere escribirse para permanecer como alegoría estética y como un testimonio de las consecuencias de políticas equivocadas.
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La presente tesis, "La ontología de lo social. Una aproximación a partir de John Searle", es el primer trabajo en lengua castellana sobre la teoría de la realidad social de John Searle. Nos hemos centrado, principalmente, en dos aspectos de su vasta producción teórica: la teoría del lenguaje, por un lado; y la teoría de la sociedad, por otro. En un primer momento, hemos defendido su posición realista externa, la cual supone que existe un mundo que se ubica por fuera de las representaciones y del lenguaje humano; posteriormente, hemos revalorizado -junto con Apel- al lenguaje y su prioridad metodológica respecto a la conciencia intencional, a la hora de abordar el problema del significado. Las problemáticas referidas a su teoría de los actos de habla no han ocupado un lugar central debido a que éste ha sido un problema largamente debatido por la tradición filosófica en la segunda parte del siglo pasado. Finalmente, nos hemos centrado, a partir de Ernst Tugendhat y Michael Tomasello, en la antropología filosófica en tanto que prima philosophy; ello ha sido necesario para elaborar una teoría de la realidad social porque ésta es construida por seres humanos, y la pregunta central de la antropología filosófica es, justamente, "¿qué somos los seres humanos?" Searle advierte que, no sólo el lenguaje es el elemento que nos diferencia a nosotros, los animales humanos, del resto de los animales de nivel superior sino que, además existen otros elementos tales como, la intencionalidad colectiva, la asignación de función, y las normas constitutivas. La intencionalidad colectiva es, básicamente, la capacidad estrictamente humana de cooperar, de hacer cosas juntos, fijando objetivos y metas a realizar. Esta capacidad humana se ve posibilitada por nuestra capacidad de generar acuerdos, y ello sólo es posible gracias a la existencia de un lenguaje proposicional, de un lenguaje que no se encuentra guiado por el instinto sino, más bien, por convenciones lingüísticas. Por otra parte, los seres humanos tenemos la capacidad de otorgarle un estatus determinado, a un objeto que no tiene una función específica intrínsecamente; las fibras de celulosa, por ejemplo, operan en las sociedades modernas, como papel moneda. Estas funciones de estatus, como Searle las denomina, tienen la forma lógica, "X cuenta como Y en el contexto C". Finalmente, las normas constitutivas son aquellas que no sólo regulan una actividad, sino que la constituyen, la posibilitan. Su forma lógica es exactamente igual a la que poseen las funciones de estatus, "X cuenta como Y en el contexto C". Los ejemplos más claros de éste tipo de normas son los juegos; las reglas del fútbol no sólo regulan la actividad sino que, además, hacen que la propia actividad sea posible. La realidad institucional posee un fuerte carácter normativo. Por otro lado, y para concluir nuestro trabajo, hemos propuesto una interpretación de los "conceptos institucionales" que se emparenta con la noción kripkeana de "designadores rígidos". La indagación pretende avanzar hacia una novedosa interpretación de este tipo de conceptos
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North Atlantic sediment records (MD95-2042), Greenland (Greenland Ice Core Project (GRIP)) and Antarctica (Byrd and Vostok) ice core climate records have been synchronized over marine isotopic stage 3 (MIS 3) (64 to 24 kyr B.P.) (Shackleton et al., 2000). The resulting common timescale suggested that MD95-2042 d18Obenthic fluctuations were synchronous with temperature changes in Antarctica (dDice or d18Oice records). In order to assess the persistency of this result we have used here the recent Greenland NorthGRIP ice core covering the last glacial inception. We transfer the Antarctic Vostok GT4 timescale to NorthGRIP d18Oice and MD95-2042 d18Oplanktonic records and precisely quantify all the relative timing uncertainties. During the rapid warming of Dansgaard-Oeschger 24, MD95-2042 d18Obenthic decrease is in phase with d18Oplanktonic decrease and therefore with NorthGRIP temperature increase, but it takes place 1700 ± 1100 years after the Antarctic warming. Thus the present study reveals that the results obtained previously for MIS 3 cannot be generalized and demonstrates the need to improve common chronologies for marine and polar archives.