96 resultados para hyperlipidemia


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Este estudio tiene como objetivo estudiar la influencia de los factores del estilo de vida y funcionalidad sobre la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) en población con salud comprometida. Método: 139 sujetos formaron parte de este estudio divididos en cuatro grupos de enfermedades co-morbidas (sobrepeso-obesidad, diabetes, hipertensión e hiperlipidemias). El estilo de vida se determinó mediante la encuesta FANTASTIC, calidad de vida relacionada con la salud mediante el SF-36 y la funcionalidad con los Test Sentar y Lenvantar (TSL) e Ir y Venir (TIV). Los resultados nos muestras un estilo de vida excelente influye positivamente sobre la Compuesta Salud Física y Compuesta Salud Mental (p < 0.05) en relación estilo de vida inferiores (bueno, regular y bajos) y no influye sobre la capacidad funcional (TSL y TIV). Además, diferentes condiciones de enfermedades co-morbidas (SO vs SOD vs SODT vs ODTH) parecen no afectar la CVRS, y si la capacidad funcional (p < 0.05). Conclusiones: niveles excelentes de estilo de vida influyen positivamente sobre la CVRS específicamente sobre los aspectos físicos y mentales. Las pruebas funcionales de TSL y TIV parecen ser útiles para diferencias los niveles funcionales en población con salud comprometida o población con enfermedades co-morbidas

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Este estudio tiene como objetivo estudiar la influencia de los factores del estilo de vida y funcionalidad sobre la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) en población con salud comprometida. Método: 139 sujetos formaron parte de este estudio divididos en cuatro grupos de enfermedades co-morbidas (sobrepeso-obesidad, diabetes, hipertensión e hiperlipidemias). El estilo de vida se determinó mediante la encuesta FANTASTIC, calidad de vida relacionada con la salud mediante el SF-36 y la funcionalidad con los Test Sentar y Lenvantar (TSL) e Ir y Venir (TIV). Los resultados nos muestras un estilo de vida excelente influye positivamente sobre la Compuesta Salud Física y Compuesta Salud Mental (p < 0.05) en relación estilo de vida inferiores (bueno, regular y bajos) y no influye sobre la capacidad funcional (TSL y TIV). Además, diferentes condiciones de enfermedades co-morbidas (SO vs SOD vs SODT vs ODTH) parecen no afectar la CVRS, y si la capacidad funcional (p < 0.05). Conclusiones: niveles excelentes de estilo de vida influyen positivamente sobre la CVRS específicamente sobre los aspectos físicos y mentales. Las pruebas funcionales de TSL y TIV parecen ser útiles para diferencias los niveles funcionales en población con salud comprometida o población con enfermedades co-morbidas

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Este estudio tiene como objetivo estudiar la influencia de los factores del estilo de vida y funcionalidad sobre la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) en población con salud comprometida. Método: 139 sujetos formaron parte de este estudio divididos en cuatro grupos de enfermedades co-morbidas (sobrepeso-obesidad, diabetes, hipertensión e hiperlipidemias). El estilo de vida se determinó mediante la encuesta FANTASTIC, calidad de vida relacionada con la salud mediante el SF-36 y la funcionalidad con los Test Sentar y Lenvantar (TSL) e Ir y Venir (TIV). Los resultados nos muestras un estilo de vida excelente influye positivamente sobre la Compuesta Salud Física y Compuesta Salud Mental (p < 0.05) en relación estilo de vida inferiores (bueno, regular y bajos) y no influye sobre la capacidad funcional (TSL y TIV). Además, diferentes condiciones de enfermedades co-morbidas (SO vs SOD vs SODT vs ODTH) parecen no afectar la CVRS, y si la capacidad funcional (p < 0.05). Conclusiones: niveles excelentes de estilo de vida influyen positivamente sobre la CVRS específicamente sobre los aspectos físicos y mentales. Las pruebas funcionales de TSL y TIV parecen ser útiles para diferencias los niveles funcionales en población con salud comprometida o población con enfermedades co-morbidas

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Este estudio tiene como objetivo estudiar la influencia de los factores del estilo de vida y funcionalidad sobre la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS) en población con salud comprometida. Método: 139 sujetos formaron parte de este estudio divididos en cuatro grupos de enfermedades co-morbidas (sobrepeso-obesidad, diabetes, hipertensión e hiperlipidemias). El estilo de vida se determinó mediante la encuesta FANTASTIC, calidad de vida relacionada con la salud mediante el SF-36 y la funcionalidad con los Test Sentar y Lenvantar (TSL) e Ir y Venir (TIV). Los resultados nos muestras un estilo de vida excelente influye positivamente sobre la Compuesta Salud Física y Compuesta Salud Mental (p < 0.05) en relación estilo de vida inferiores (bueno, regular y bajos) y no influye sobre la capacidad funcional (TSL y TIV). Además, diferentes condiciones de enfermedades co-morbidas (SO vs SOD vs SODT vs ODTH) parecen no afectar la CVRS, y si la capacidad funcional (p < 0.05). Conclusiones: niveles excelentes de estilo de vida influyen positivamente sobre la CVRS específicamente sobre los aspectos físicos y mentales. Las pruebas funcionales de TSL y TIV parecen ser útiles para diferencias los niveles funcionales en población con salud comprometida o población con enfermedades co-morbidas

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Introducción. La prevalencia de la Diabetes Gestacional (DG) varía en todo el mundo, así como entre los grupos raciales y étnicos del mismo país. Hasta la fecha actual, no se ha llegado a un consenso en el criterio diagnóstico, y eso dificulta una estimación veraz de prevalencia entre países. A pesar de ello, es ineludible obviar el incremento en la incidencia de esta complicación en todo el mundo, y la trascendencia de sus riesgos a la salud pública. En España, según los criterios clásicos –del National Diabetes Data Group- existe una alta prevalencia en un 8,8 % de DG en gestantes. Es importante encontrar la mejor vía para la prevención de la DG y, uno de los factores de riesgo parece ser el aumento excesivo de peso durante el embarazo. El ejercicio es un elemento fundamental para el control del metabolismo de la glucosa y para reducir los niveles de hiperlipidemia. Sin embargo, existe controversia para definir el tipo de sesiones, duración e intensidad que puedan contribuir a su prevención. Objetivo. Conocer en qué medida el ejercicio físico programado durante el embarazo, combinado en agua y tierra, con ejercicios aeróbicos y de tonificación muscular, puede actuar como un factor de prevención de la DG. Al mismo tiempo, valorar si exceder las recomendaciones de peso puede influir el diagnóstico de la DG. Material y Métodos. Este estudio se desarrolló mediante una colaboración entre la Universidad Politécnica de Madrid y los Servicios de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Puerta de Hierro, el Hospital Universitario de Torrelodones y el Centro de Salud de Torrelodones. Se obtuvo la aprobación del Comité Ético de Investigación Clínica (CEIC). Se realizó un ensayo clínico, aleatorizado, controlado, no enmascarado. 272 mujeres gestantes sanas dieron su consentimiento informado para la inclusión en el estudio. De las cuáles, finalmente 257 (edad= 33,2±4,4 años) fueron analizadas, 101 de ellas correspondientes al grupo intervención (GI, n=101) y 156 al grupo control (GC, n=156). El inicio del programa correspondió a la semana 10-14 del embarazo hasta el final, la 38-40. Con una frecuencia de 3 sesiones semanales y una duración de 60 y 50 minutos, en tierra y agua, respectivamente. Resultados. Se halló diferencias significativas en los valores en los 180 min del test de tolerancia oral a la glucosa [GI: 98,00±29,48 mg/dl vs. GC: 116,25±29,90 mg/dl (t64= 2,37; p= 0,021)] y, de igual modo, el GI mostró menor prevalencia de la DG [GI: 1 %, Ejercicio y DG n= 1 vs. GC: 8,8 %, n= 13 (2 1= 6,84; p= 0,009)] y una estimación de riesgo significativa (OR= 9,604; 95 % CI: 1,23-74,66). La excesiva ganancia de peso fue menor en el GI [GI: 22,8 %, n= 23 vs. GC: 34,9 %, n= 53 (2 1= 4,22; p= 0,040)], pero no existió una correlación con la incidencia de DG (ϕ= -0,007; p= 0,910). Conclusiones. El programa de ejercicio desarrollado durante el embarazo mostró efectividad en la reducción de la prevalencia de la DG, preservó la tolerancia a la glucosa y redujo la excesiva ganancia de peso materno. Background. The prevalence of Gestational Diabetes (GD) varies around the world, as well as between racial and ethnic groups within the same country. Currently, there is not a consensus about the diagnostic criteria, and that makes it difficult to obtain accurate estimates of prevalence between countries. The increased trend in the prevalence across the globe and the risks for public health cannot be ignored. In Spain, according to the diagnostic criteria of National Diabetes Data Group, there is a prevalence of 8.8 % for GD in pregnant women. It is important to look for the best way to prevent GD and one of the risk factors seems to be excessive weight gained during pregnancy. Exercise is an essential element for glucose metabolic control and reducing hyperlipidemia levels. However, there is controversy to define the type of activity, duration and intensity to prevent GD. Objective. To assess the effectiveness of an exercise programme carried out during pregnancy (land/aquatic activities), both aerobic and muscular conditioning can help to the prevent GD. Also, to assess if excessive maternal weight gain influences the GD diagnosis. Material and methods. Collaboration between the Technical University of Madrid and the Gynecology and Obstetrics Department of Puerta de Hierro University Hospital, Torrelodones University Hospital and Health Center of Torrelodones supported the study. It was approved by the Clinical Research Ethics Committee (CEIC). A clinical, randomized controlled trial recruited 272 pregnant women without obstetric contraindications and gave informed consent for inclusion in the study. Of these women, 257 were studied (age= 33,2±4,4 years), 101 in intervention group (IG, n= 101) and 156 in control group (CG, n= 156). A physical exercise program three times per week during pregnancy was developed. The duration of the sessions was 60 minutes and 50 minutes in land and water, respectively. Results. The IG showed lower maternal values in the Oral Glucose Tolerance Test (OGTT) at 180 minutes [IG: 98,00±29,48 mg/dl vs. CG: 116,25±29,90 mg/dl (t64= 2,37; p= 0,021)] and the IG reduced the prevalence of GD [IG: 1%, n= 1 vs. CG: 8,8 %, n= 13 (2 1= 6,84; p= 0,009)] with a significance risk estimate (OR= 9,604; 95 % CI: 1,23- 74,66). Excessive maternal weight gain was less in the IG [IG: 22,8 %, n= 23 vs. CG: Exercise and GD 34,9 %, n= 53 (2 1= 4,22; p= 0,040)] but there was no correlation with the prevalence of GD (ϕ= -0,007; p= 0,910). Conclusions. The exercise programme performed during pregnancy reduced the prevalence of GD, preserved glucose tolerance and reduced excessive maternal weight gain.

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Apolipoprotein E- (apoE) deficient (E−/−) mice develop severe hyperlipidemia and diffuse atherosclerosis. Low-dose expression of a human apoE3 transgene in macrophages of apoE-deficient mice (E−/−hTgE+/0), which results in about 5% of wild-type apoE plasma levels, did not correct hyperlipidemia but significantly reduced the extent of atherosclerotic lesions. To investigate the contribution of apoE to reverse cholesterol transport, we compared plasmas of wild-type (E+/+), E−/−, and E−/−hTgE+/0 mice for the appearance of apoE-containing lipoproteins by electrophoresis and their capacity to take up and esterify 3H-labeled cholesterol from radiolabeled fibroblasts or J774 macrophages. Wild-type plasma displayed lipoproteins containing apoE that were the size of high density lipoprotein and that had either electrophoretic α or γ mobilities. Similar particles were also present in E−/−hTgE+/0 plasma. Depending on incubation time, E−/− plasma released 48–74% less 3H-labeled cholesterol from fibroblasts than E+/+ plasma, whereas cholesterol efflux into E−/−hTgE+/0 plasma was only 11–25% lower than into E+/+ plasma. E−/−hTgE+/0 plasma also released 10% more 3H-labeled cholesterol from radiolabeled J774 macrophages than E−/− plasma. E+/+ and E−/−hTgE+/0 plasma each esterified significantly more cell-derived 3H-labeled cholesterol than E−/− plasma. Moreover, E−/− plasma accumulated much smaller proportions of fibroblast-derived 3H-labeled cholesterol in fractions with electrophoretic γ and α mobility than E+/+ and E−/−hTgE+/0 plasma. Thus, low-dose expression of apoE in macrophages nearly restored the cholesterol efflux capacity of apoE-deficient plasma through the formation of apoE-containing particles, which efficiently take up cell-derived cholesterol, and through the increase of cholesterol esterification activity. Thus, macrophage-derived apoE may protect against atherosclerosis by increasing cholesterol efflux from arterial wall cells.

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The so-called very low density lipoprotein receptors (VLDLRs) are related to the LDLR gene family. So far, naturally occurring mutations have only been described for the prototype LDLR; in humans, they cause familial hypercholesterolemia. Here we describe a naturally occurring mutation in a VLDLR that causes a dramatic abnormal phenotype. Hens of the mutant restricted-ovulator chicken strain carry a single mutation, lack functional oocyte receptors, are sterile, and display severe hyperlipidemia with associated premature atherosclerosis. The mutation converts a cysteine residue into a serine, resulting in an unpaired cysteine and greatly reduced expression of the mutant avian VLDLR on the oocyte surface. Extraoocytic cells in the mutant produce higher than normal amounts of a differentially spliced form of the receptor that is characteristic for somatic cells but absent from germ cells.

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INTRODUÇÃO: As doenças cardiovasculares (DCV) são a principal causa de morte no mundo, sendo muitos dos fatores de risco passíveis de prevenção e controle. Embora as DCV sejam complexas em sua etiologia e desenvolvimento, a concentração elevada de LDL-c e baixa de HDL-c constituem os fatores de risco modificáveis mais monitorados na prática clínica, embora não sejam capazes de explicar todos os eventos cardiovasculares. Portanto, investigar como intervenções farmacológicas e nutricionais podem modular parâmetros oxidativos, físicos e estruturais das lipoproteínas pode fornecer estimativa adicional ao risco cardiovascular. Dentre os diversos nutrientes e compostos bioativos relacionados às DCV, os lipídeos representam os mais investigados e descritos na literatura. Nesse contexto, os ácidos graxos insaturados (ômega-3, ômega-6 e ômega-9) têm sido foco de inúmeros estudos. OBJETIVOS: Avaliar o efeito da suplementação com ômega-3, ômega-6 e ômega-9 sobre os parâmetros cardiometabólicos em indivíduos adultos com múltiplos fatores de risco e sem evento cardiovascular prévio. MATERIAL E MÉTODOS: Estudo clínico, randomizado, duplo-cego, baseado em intervenção nutricional (3,0 g/dia de ácidos graxos) sob a fórmula de cápsulas contendo: ômega-3 (37 por cento de EPA e 23 por cento de DHA) ou ômega-6 (65 por cento de ácido linoleico) ou ômega-9 (72 por cento de ácido oleico). A amostra foi composta por indivíduos de ambos os sexos, com idade entre 30 e 74 anos, apresentando pelo menos um dos seguintes fatores de risco: Dislipidemia, Diabetes Mellitus, Obesidade e Hipertensão Arterial Sistêmica. Após aprovação do Comitê de Ética, os indivíduos foram distribuídos nos três grupos de intervenção. No momento basal, os indivíduos foram caracterizados quanto aos aspectos demográficos (sexo, idade e etnia) e clínicos (medicamentos, doenças atuais e antecedentes familiares). Nos momentos basal e após 8 semanas de intervenção, amostras de sangue foram coletadas após 12h de jejum. A partir do plasma foram analisados: perfil lipídico (CT, LDL-c, HDL-c, TG), apolipoproteínas AI e B, ácidos graxos não esterificados, atividade da PON1, LDL(-) e auto-anticorpos, ácidos graxos, glicose, insulina, tamanho e distribuição percentual da LDL (7 subfrações e fenótipo A e não-A) e HDL (10 subfrações). O efeito do tempo, da intervenção e associações entre os ácidos graxos e aspectos qualitativos das lipoproteínas foram testados (SPSS versão 20.0, p <0,05). RESULTADOS: Uma primeira análise dos resultados baseada em um corte transversal demonstrou, por meio da análise de tendência linear ajustada pelo nível de risco cardiovascular, que o maior tercil plasmático de DHA se associou positivamente com HDL-c, HDLGRANDE e tamanho de LDL e negativamente com HDLPEQUENA e TG. Observou-se também que o maior tercil plasmático de ácido linoleico se associou positivamente com HDLGRANDE e tamanho de LDL e negativamente com HDLPEQUENA e TG. Esse perfil de associação não foi observado quando foram avaliados os parâmetros dietéticos. Avaliando uma subamostra que incluiu indivíduos tabagistas suplementados com ômega-6 e ômega-3, observou-se que ômega-3 modificou positivamente o perfil lipídico e as subfrações da HDL. Nos modelos de regressão linear ajustados pela idade, sexo e hipertensão, o DHA plasmático apresentou associações negativas com a HDLPEQUENA. Quando se avaliou exclusivamente o efeito do ômega-3 em indivíduos tabagistas e não tabagistas, observou-se que fumantes, do sexo masculino, acima de 60 anos de idade, apresentando baixo percentual plasmático de EPA e DHA (<8 por cento ), com excesso de peso e gordura corporal elevada, apresentam maior probabilidade de ter um perfil de subfrações de HDL mais aterogênicas. Tendo por base os resultados acima, foi comparado o efeito do ômega-3, ômega-6 e ômega-9 sobre os parâmetros cardiometabólicos. O ômega-3 promoveu redução no TG, aumento do percentual de HDLGRANDE e redução de HDLPEQUENA. O papel cardioprotetor do ômega-3 foi reforçado pelo aumento na incorporação de EPA e DHA, no qual indivíduos com EPA e DHA acima de 8 por cento apresentaram maior probabilidade de ter HDLGRANDE e menor de ter HDLPEQUENA. Em adição, observou-se também que o elevado percentual plasmático de ômega-9 se associou com partículas de LDL menos aterogênicas (fenótipo A). CONCLUSÃO: Ácidos graxos plasmáticos, mas não dietéticos, se correlacionam com parâmetros cardiometabólicos. A suplementação com ômega-3, presente no óleo de peixe, promoveu redução no TG e melhoria nos parâmetros qualitativos da HDL (mais HDLGRANDE e menos HDLPEQUENA). Os benefícios do ômega-3 foram particularmente relevantes nos indivíduos tabagistas e naqueles com menor conteúdo basal de EPA e DHA plasmáticos. Observou-se ainda que o ômega-9 plasmático, presente no azeite de oliva, exerceu impacto positivo no tamanho e subfrações da LDL.

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A doença hepática gordurosa não-alcoólica (NAFLD, do inglês) é a manifestação clínica hepática da síndrome metabólica, cuja incidência aumenta consideravelmente em todo o mundo. A NAFLD pode progredir para um estado de esteatohepatite não-alcoólica (NASH, do inglês), caracterizado por inflamação hepatocelular, com ou sem fibrose. Dados na literatura mostram que o coativador-1 alfa do receptor ativado por proliferadores de peroxissoma gama (PGC-1alfa), além de estar envolvido em diversos processos metabólicos, representa uma estratégia terapêutica promissora na modulação da inflamação. Neste projeto investigamos as alterações inflamatórias no fígado induzida por dieta hiperlipídica e o papel do PGC-1alfa nesse processo. Camundongos C57black/6 receberam dieta hiperlipídica contendo 30% de gordura por 10 semanas. O peso dos animais foi avaliado semanalmente. Após a eutanásia, o tecido adiposo intra-abdominal (retroperitoneal e periepididimal) foi coletado e pesado. Analisamos o perfil glicêmico e lipídico sérico e expressão de genes envolvidos no metabolismo glicêmico e lipídico. Avaliou-se também o aspecto histológico e a inflamação do tecido hepático por quantificação das citocinas IL-6, TNF-alfa e IL-1beta. A dieta rica em gordura conduziu a um aumento dos depósitos de gordura intra-abdominal, hiperglicemia e hiperlipidemia. Os animais também apresentavam esteatohepatite, com aumento de citocinas pró-inflamatórias e diminuição na expressão de PGC-1alfa no tecido hepático. O envolvimento do PGC-1alfa na produção de mediadores inflamatórios por hepatócitos foi avaliado em células HepG2 utilizando RNA de interferência (RNAi). O knockdown da expressão de PGC-1alfa causou aumento na expressão e liberação de IL-6 em hepatócitos via aumento na fosforilação de IkBalfa e consequente ativação do NFkB. Portanto, nossos dados mostram que o PGC-1alfa inibe a produção de mediadores inflamatórios (IL-6) em hepatócitos, e fornecem novas evidências das conexões existentes entre as vias metabólicas e imunes

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Trabalho Final do Curso de Mestrado Integrado em Medicina, Faculdade de Medicina, Universidade de Lisboa, 2014

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BACKGROUND: The development of hyperlipidemia after liver transplant is frequently treated with hydroxymethylglutaryl coenzyme A reductase inhibitors (statins) such as atorvastatin. As atorvastatin and the primary immunosuppressant drug, cyclosporine, are metabolized by the same pathway, there is the potential for an interaction. OBJECTIVE: To determine the effect of atorvastatin on cyclosporine pharmacokinetics in liver transplant recipients. METHODS: Six stable, long-term adult liver transplant recipients from a single center who developed posttransplant dyslipidemia were recruited to participate in a 14-day, open-label study of atorvastatin 10 mg/d coadministered with standard posttransplant immunosuppression using constant oral doses-of cyclosporine and corticosteroids. A 10-point pharmacokinetic profile was performed prior to and on day 14 after commencement of atorvastatin therapy. Cyclosporine concentrations were measured by HPLC-electrospray-tandem mass spectrometry. The AUC was calculated by the linear trapezoidal rule, with other parameters determined by visual inspection. RESULTS: Atorvastatin coadministration increased the cyclosporine AUC by 9% (range 0-20.6%; 3018 vs 3290 ng(.)h/mL; p = 0.04). No significant change was evident for other cyclosporine pharmacokinetic parameters. Total cholesterol and low-density lipoprotein cholesterol levels were significantly lower on day 14 than at baseline (p < 0.02). One patient developed a twofold increase in transaminases after 2 weeks of atorvastatin therapy, but no other clinical or biochemical adverse events were recorded. CONCLUSIONS: Atorvastatin coadministration increases the cyclosporine AUC by approximately 10% in stable liver transplant recipients. This change in systemic exposure to cyclosporine is of questionable clinical significance. Atorvastatin is effective in reducing cholesterol levels in liver transplant recipients.

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Objective: Previous studies investigating associations between serum lipids and renal disease have generally not taken into account dietary intake or physical activity - both known to influence circulating lipids. Furthermore, inclusion of patients on HMG-CoA reductase inhibitors may also have influenced findings due to the pleiotropic effect of this medication. Therefore, the aim of this study is to determine the relationships between serum lipids and renal function in a group of patients not taking lipid-lowering medication and taking into account dietary intake and physical activity. Methods: Data from 100 patients enrolled in the Lipid Lowering and Onset of Renal Disease (LORD) trial were used in this study. Patients were included with serum creatinine > 120 mu mol/l, and excluded if they were taking lipid-lowering medication. Unadjusted and adjusted relationships were determined between fasting serum lipid concentrations (total cholesterol, low-density lipoprotein (LDL) cholesterol, high-density lipoprotein (HDL) cholesterol, triglycerides and total cholesterol/HDL ratio) and measures of renal function (estimated glomerular filtration rate (eGFR), creatinine clearance and serum creatinine) and urinary protein excretion. Results: Significant (p < 0.05) negative unadjusted relationships were found between lipids (total cholesterol, LDL and HDL cholesterol) and serum creatinine. In support of these findings, logarithmically-transformed lipids (total cholesterol, LDL and HDL cholesterol) were significantly associated with eGFR and creatinine clearance although the effects were of a smaller magnitude. Adjustment for dietary saturated fat intake and physical activity did not substantially change these effects. Conclusion: These data do not support the premise that lipids are associated with renal dysfunction in patients with normocholesterolemia.

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Health professionals need to be cognizant of the varying perceptions of health shared by people from different religious, sociocultural, and linguistic backgrounds to deliver culturally sensitive health care. In this qualitative study, the authors used semistructured interviews to provide insight into how 10 older Arabian Gulf Muslim persons understand and perceive health and illness with emphasis on the role of Islam in formulating health behaviors. Participants' views were strongly influenced by their religious convictions. Good health was equated with the absence of visible disease, with participants demonstrating limited understanding of silent or insidious disease. They attended doctors for treatment of visible disease rather than seeking preventive health care for diseases such as hypertension, diabetes, and hyperlipidemia. Building oil the results from this study could help inform both health service planners and providers to improve the appropriateness, relevancy, and effectiveness of aged care services for these individuals.

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Introduction: Endothelin-1 is a potent vasoconstricting growth peptide. In physiologic conditions basal levels maintain vascular homeostasis, conversely in pathological situations it may be expressed in response to chronic and acute vascular injury. Elevated levels of plasma ET-1 have been identified in sub-populations at risk of ischaemic heart disease (IHD) including smokers, diabetics and hyerlipidaemic subjects and in patients with atherosclerotic disease. This peptide may be chronically expressed, such as in congestive heart failure where it has been used as a prognostic marker of disease severity and also acutely, after cardiac revascularisation surgery, possibly as a result of endothelial injury and ischaemia. Aims: The objectives of this study were to (1) identify basal endothelin-1 concentrations in a young healthy control group with no risk factors for IHD (control group 1); (2) to compare; (1) venous plasma ET-1 levels preoperatively and post-operatively in patients undergoing CABG surgery, (3) to compare pre-operative plasma ET-1 levels from the CABG group with an age and gender matched control group (control group 2) and (4) combine all three groups to assess correlations between plasma ET-1 and the various risk factors for IHD, including smoking, hypertension, hyperlipidemia, diabetes and family history. Methods: Venous specimens were collected in chilled EDTA tubes and samples measured using an ELISA assay (Biomedica), following the standard protocol for human EDTA plasma. Results: Forty CABG patients (5F, 35M, mean age 66 yrs), 15 control group 1 subjects (8F, 7M, mean age 29 yrs) and 30 control group 2 subjects (5F, 25M, mean age 61 yrs) participated in the study. No significant difference was detected in plasma ET-1 levels between the controls (1) and (2), and the CABG group, where plasma ET-1 levels were 3.37+/ 5.19 pmol/L, 1.99+/3.74 pmol/L and 1.28+/1.27 pmol/L, respectively. There was a non-significant elevation in post-op ET-1 plasma in comparison with the pre-op levels (2.50+/0.51 Vs 1.45+/6.44). There were also no statistical correlation between risk factors for IHD including smoking, hypertension, NIDDM, hyperlipidemia or family history when data from both patient and controls groups was merged. Conclusion: Contrary to other findings, plasma ET-1 does not appear to a valid marker for IHD or factors which are strongly associated with the pathogenesis of this disease.