967 resultados para Simposio Nacional de Estudios Clásicos
Resumo:
Múltiples y variadas tendencias han encontrado sitio dentro del conjunto de propuestas que fueron postuladas por los estudiosos para encuadrar el contenido filosófico del Libro IV de los Macabeos. En efecto, se ha afirmado desde que sus planteos no pueden ser asignados a ninguna escuela en particular (Breitenstein 1978:665-6) hasta los que creen que su influencia mayoritaria es platónica (Hadas 1953:205) o estoica (Heinemann:1928). Estas posiciones fueron parcialmente explicitadas y aclaradas por Renehan (1972:227; que es quien cita a los anteriores) en forma de una koiné filosófica permeada particularmente de estoicismo, lectura que siguieron en su mayoría los demás estudiosos (inter alia Collins 2000:205; Piñero 2007:70 y Frenkel 2011a:67 y nota ad loc). Creemos que tales acercamientos hallan sustento en los argumentos enfrentados que esgrimen tanto Antíoco IV Epifanes como el anciano sacerdote Eleazar. Cada uno de ellos, en busca de una eficaz defensa de sus argumentos, demuestra un gran conocimiento de las líneas de pensamiento imperantes en sus marcos culturales correspondientes. De ese modo, la contienda verbal se articulará ya no sobre estos saberes sino sobre la postura que cada uno de ellos sostiene acerca de lo considerado "natural". Creemos que es este punto lo que agudizará la pugna entre ellos de modo de llevar al anciano a la muerte. Intentaremos demostrarlo mediante el rastreo de uso del término naturaleza y sus derivados en sus respectivos contextos de uso. De ese modo, creemos, podremos adscribir las peroraciones a sendas corrientes de pensamiento que, si bien no taxativamente categoriales, sustentarán la visión de mundo que defienden. Finalmente, estas concepciones serían las que articularán la totalidad del texto y lo llevarán a demostrar y defender la veracidad de la tesis expresada en su primer capítulo, que tiene en cuenta las disposiciones consideradas ?naturales? por el autor del tratado.
Resumo:
El propósito del presente trabajo es demostrar, por medio de la imagen, la función de la propaganda política en la Roma imperial y en la Iglesia de la Edad Media, tomando como ejemplo los relieves narrativos de la columna de Trajano y los vitrales de la catedral de Notre Dame de Chartres. Poniendo énfasis en que política y religión son inseparables, en ambas realidades históricas diferentes, con una idea en común: el poder como instrumento para obtener el anhelado consenso, por medio de mensajes eternizados en piedra o vidrio capaces de resistir el paso tiempo.
Resumo:
Siguiendo la línea de trabajo propuesta por Hadot (1998, 2006), se puede pensar que en la Antigüedad la filosofía fue concebida esencialmente como una práctica de carácter oral basada en diferentes ejercicios espirituales aplicados sobre la propia interioridad del pensador. Continuando la prédica de Sócrates, Platón habría practicado la filosofía como modo de vida, cuya enseñanza podría haber estado expresada, por ejemplo, en las doctrinas que transmitió durante su estancia en la corte siracusana. Este trabajo intentará elucidar algunos aspectos del modo de vida practicado por Platón en íntima conexión con los ejercicios espirituales al mismo vinculados, haciendo especial hincapié en el testimonio que ofrece la Carta VII en lo relativo a su actividad como consejero (symbouleutés) espiritual
Resumo:
Las interpretaciones tradicionales y mayoritarias del Idilio 2 de Teócrito se realizan desde un punto de vista psicológico. Describen a una Simeta ingenua y confundida, que apela a la magia para calmar su atormentada psiquis: su encantamiento serviría como una especie de ?ritual terapéutico?. Estas interpretaciones se pueden ver en los trabajos de Parry, Burton y Segel. Sin embargo, trabajos más recientes cuentan con un acercamiento diferente para el análisis del poema. Los escritos de Duncan y Faraone hacen hincapié en el carácter performativo de la obra: el personaje de la bruja es, en realidad, una persona (máscara) de Teócrito en el contexto performativo del encantamiento y del recitado (lectura) del poema, correspondientemente. Nuestro objetivo en este trabajo es explorar esta nueva lectura, alejándonos de las aproximaciones más difundidas para centrarnos en el análisis del ritual mágico, la exploración de sus elementos constitutivos y su relación con la performance.
Resumo:
La joven Antígona ha recorrido muchos caminos dentro de la historia literaria desde Sófocles hasta nuestros días. Su imagen ha sido recuperada por muchos autores; algunos de ellos la convirtieron en ejemplo de piedad. Otros expresaron, a través de su voz, las impiedades de su tiempo. Hoy me propongo comparar el significado que tuvo su muerte en la obra de Sófocles, dentro del contexto sociocultural de Grecia del siglo V a. de C; con una de las lecturas que el siglo XX pudo hacer de ella a la luz de la creación de María Zambrano, La tumba de Antígona. Mi objetivo es mostrar que en ambas obras las protagonistas aceptan piadosamente la muerte; pero los propósitos que las inspiran son diferentes, ya que estos se encuentran estrechamente ligados a los paradigmas epocales que representan y en los que sus acciones se fundamentan. Mientras que en la obra de Sófocles, Antígona muere en cumplimiento de su destino trágico; no sólo para dejar un ejemplo de obediencia y fidelidad a los dioses inmortales; sino también, para ingresar en el recinto de la alegoría de un pasado mítico que en ese momento estaba siendo eclipsado por la luz de la razón. María Zambrano la retiene en su sepulcro y prolonga su pasión, no le permite suicidarse, sino que la conduce hacia una anagnórica inmolación, y mediante la construcción alegórica de la pasión de Cristo, hace de su imagen un símbolo de fraternidad, purificando en ella el fratricidio familiar y el otro fratricidio; ese del que ha sido testigo España durante la dictadura de Franco.
Resumo:
Un día de enero de 1404, Christine de Pizan, rodeada de sus servidores de confianza, acudía al palacio del Louvre para reunirse con Felipe II de Borgoña. Una vez concluido el protocolo de presentación, el duque comunicó a Christine sobre sus intenciones de escribir una obra en memoria de su hermano, el honorable rey Carlos V, a fin de impedir que el inevitable paso del tiempo disolviese su ejemplar comportamiento y sus nobles virtudes. En el siglo en que se iniciaban los grandes mecenazgos renacentistas, los encargos nobiliarios formaban parte de la vida política y cultural de la elite. No obstante, la oferta hecha por el duque a Christine de Pizan, lejos de ser habitual, se situaba por fuera de los cánones de la época. A su condición de mujer, creación viciada de la naturaleza, se le añadía el particular contexto de popularidad de la literatura misógina de Paris del siglo XV. Evidentemente, desde la perspectiva de género, la elección de Felipe de Borgoña, no era inviable; pero incluso por fuera de ella, la decisión seguía siendo polémica. Al momento de la encomienda, Christine no pasaba de ser una escritora de poesías, tratados alegóricos y didácticos, sin ningún peso entre los grandes escritores laicos y clericales. Jamás había escrito por completo una obra en prosa y su trayectoria como escritora política era nula. Sin embargo, Christine de Pizan, mujer viuda e inexperta en la materia, terminó por ser la elegida para honrar la memoria de los Valois. Sin lugar a dudas, una elección controvertida que invita a dilucidar los motivos que se esconden tras ella