867 resultados para Sujeto pueblo
Resumo:
La ponencia comparará la construcción de lo trascendente en el sujeto religioso a partir del catolicismo integral y militante del Vicario General de la Armada Argentina (desde 1926 hasta 1940) Monseñor Dionisio Napal y el catolicismo penetrado por el justicialismo cristiano del Padre Hernán Benítez, jesuita y confesor de Eva Duarte de Perón. Ya no será la Iglesia la mediadora en la construcción de lo trascendente, como predica Dionisio Napal en su vasta producción literaria sino que la tercera posición del justicialismo cristiano, desarrollada por Hernán Benítez, y "el pueblo" serán los elementos constitutivos de esta construcción de lo trascendente. Es por ello que para Hernán Benítez la verdadera Iglesia es aquella que se "obreriza", se hace "pueblo", compartiendo "con" y no tan solo "junto a" las limitaciones materiales y las virtudes antes citadas. Hay una crítica profunda en Benítez a la Iglesia de Napal, jerárquica, preocupada caritativamente por los pobres, organizadora de los Círculos Obreros pero sin tomar acciones de fondo para revertir las razones socioestructurales de las desigualdades. Lo trascendente en Napal es espiritual, separando la Iglesia terrenal y militante, de la Iglesia victoriosa espiritual, reivindicada en un futuro escatológico por Dios, mientras que en Benítez, la trascendencia es histórica, política y no hay una construcción dicotómica, la Iglesia espiritual e histórica es una sola. En Napal, el católico es el depositario de lo eterno y la Iglesia Católica proporciona el fundamento dogmático de la construcción de lo trascendente, en cambio en Benítez, el pueblo es el depositario de lo eterno y el justicialismo cristiano es el heredero e intérprete histórico de la prédica en los evangelios
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La heterogeneidad de las estrategias para influir en el espacio público y sobre los actores legalmente autorizados a tomar decisiones vinculantes, puede representar un obstáculo para señalar la existencia de un fenómeno único llamado movimiento "piquetero". La hipótesis que guía a la presente ponencia es que la unidad está dada por el tipo de conflicto que plantean, a pesar de la competencia y fragmentación entre las diversas organizaciones. Para explicar cuál es el alcance y el tipo de conflicto se analizarán tres dimensiones, en primer lugar, la relación entre demandas discretas y el exceso metafórico de las mismas que dan paso a la construcción de un sentido compartido de "injusticia social". En segundo lugar, la elaboración de la identidad a partir de un posicionamiento antagónico con el "modelo neoliberal". Finalmente, el intento de institución de un público que se constituye en objeto de disputa y que se lo interpela a través de la categoría de "pueblo". La apelación a un sujeto que aún siendo inhallable (las diferencias sociales hacen impensable la unidad orgánica, subjetiva y objetiva) e indeseable (por las consecuencias totalitarias que puede tener que alguien se atribuya la soberanía popular), produce efectos sobre el espacio público, abriendo una brecha que se denominará "el espectro del pueblo". Estas tres dimensiones señalan la existencia de un movimiento social que, a través del tratamiento de la exclusión social como injusticia realizada al pueblo, dislocó ciertos sentidos sedimentados en el sistema político argentino y revivió la tensión constitutiva de la democracia entre la dimensión redentora y la dimensión pragmática. La metodología aplicada fue el análisis de discurso basado en entrevistas en profundidad administradas a militantes, adherentes y dirigentes de diferentes organizaciones piqueteras, documentos elaborados por las mismas, diarios y revistas
Resumo:
Fil: González Canosa, Mora. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
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Fil: Escudero, María Carolina. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
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Como avance del proyecto de investigación de tesis doctoral: "El estatuto del lenguaje en el pensamiento contemporáneo: Ludwig Wittgenstein y la estetización de la experiencia comunicativa", se desarrollan las líneas generales de la dimensión pragmática que la segunda época de la obra de Wittgenstein supone, enmarcando su perspectiva en el orden de la estimación de su contribución, en los debates contemporáneos respecto del estatuto constitutivo de lo social, en el campo de las ciencias sociales y la psicología social contemporánea, atendiendo en particular, al problema de la teoría de la acción social y su relación con el orden subjetivo, en el horizonte de desustancialización de ésta dimensión, que los desarrollos Wittgensteinianos suponen, en el marco del carácter pragmático que su ultima época implica. El presente trabajo tiene la intención de ensayar la consideración de un tratamiento pragmático en el orden de algunos de los problemas que supone la relación entre lenguaje y subjetividad, en el horizonte de los debates de la psicología y de las ciencias sociales contemporáneas en torno al problema de la teoría de la acción social y el estatuto de las prácticas sociales, desde una perspectiva que reúne consideraciones metodológicas, epistemológicas y ontológicas y que requiere, según consideraremos en estetrabajo, una revisión de las líneas en que tradicionalmente el pragmatismo Wittgensteiniana ha sido trabajado
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La ponencia comparará la construcción de lo trascendente en el sujeto religioso a partir del catolicismo integral y militante del Vicario General de la Armada Argentina (desde 1926 hasta 1940) Monseñor Dionisio Napal y el catolicismo penetrado por el justicialismo cristiano del Padre Hernán Benítez, jesuita y confesor de Eva Duarte de Perón. Ya no será la Iglesia la mediadora en la construcción de lo trascendente, como predica Dionisio Napal en su vasta producción literaria sino que la tercera posición del justicialismo cristiano, desarrollada por Hernán Benítez, y "el pueblo" serán los elementos constitutivos de esta construcción de lo trascendente. Es por ello que para Hernán Benítez la verdadera Iglesia es aquella que se "obreriza", se hace "pueblo", compartiendo "con" y no tan solo "junto a" las limitaciones materiales y las virtudes antes citadas. Hay una crítica profunda en Benítez a la Iglesia de Napal, jerárquica, preocupada caritativamente por los pobres, organizadora de los Círculos Obreros pero sin tomar acciones de fondo para revertir las razones socioestructurales de las desigualdades. Lo trascendente en Napal es espiritual, separando la Iglesia terrenal y militante, de la Iglesia victoriosa espiritual, reivindicada en un futuro escatológico por Dios, mientras que en Benítez, la trascendencia es histórica, política y no hay una construcción dicotómica, la Iglesia espiritual e histórica es una sola. En Napal, el católico es el depositario de lo eterno y la Iglesia Católica proporciona el fundamento dogmático de la construcción de lo trascendente, en cambio en Benítez, el pueblo es el depositario de lo eterno y el justicialismo cristiano es el heredero e intérprete histórico de la prédica en los evangelios
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La heterogeneidad de las estrategias para influir en el espacio público y sobre los actores legalmente autorizados a tomar decisiones vinculantes, puede representar un obstáculo para señalar la existencia de un fenómeno único llamado movimiento "piquetero". La hipótesis que guía a la presente ponencia es que la unidad está dada por el tipo de conflicto que plantean, a pesar de la competencia y fragmentación entre las diversas organizaciones. Para explicar cuál es el alcance y el tipo de conflicto se analizarán tres dimensiones, en primer lugar, la relación entre demandas discretas y el exceso metafórico de las mismas que dan paso a la construcción de un sentido compartido de "injusticia social". En segundo lugar, la elaboración de la identidad a partir de un posicionamiento antagónico con el "modelo neoliberal". Finalmente, el intento de institución de un público que se constituye en objeto de disputa y que se lo interpela a través de la categoría de "pueblo". La apelación a un sujeto que aún siendo inhallable (las diferencias sociales hacen impensable la unidad orgánica, subjetiva y objetiva) e indeseable (por las consecuencias totalitarias que puede tener que alguien se atribuya la soberanía popular), produce efectos sobre el espacio público, abriendo una brecha que se denominará "el espectro del pueblo". Estas tres dimensiones señalan la existencia de un movimiento social que, a través del tratamiento de la exclusión social como injusticia realizada al pueblo, dislocó ciertos sentidos sedimentados en el sistema político argentino y revivió la tensión constitutiva de la democracia entre la dimensión redentora y la dimensión pragmática. La metodología aplicada fue el análisis de discurso basado en entrevistas en profundidad administradas a militantes, adherentes y dirigentes de diferentes organizaciones piqueteras, documentos elaborados por las mismas, diarios y revistas
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Fil: González Canosa, Mora. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
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Como avance del proyecto de investigación de tesis doctoral: "El estatuto del lenguaje en el pensamiento contemporáneo: Ludwig Wittgenstein y la estetización de la experiencia comunicativa", se desarrollan las líneas generales de la dimensión pragmática que la segunda época de la obra de Wittgenstein supone, enmarcando su perspectiva en el orden de la estimación de su contribución, en los debates contemporáneos respecto del estatuto constitutivo de lo social, en el campo de las ciencias sociales y la psicología social contemporánea, atendiendo en particular, al problema de la teoría de la acción social y su relación con el orden subjetivo, en el horizonte de desustancialización de ésta dimensión, que los desarrollos Wittgensteinianos suponen, en el marco del carácter pragmático que su ultima época implica. El presente trabajo tiene la intención de ensayar la consideración de un tratamiento pragmático en el orden de algunos de los problemas que supone la relación entre lenguaje y subjetividad, en el horizonte de los debates de la psicología y de las ciencias sociales contemporáneas en torno al problema de la teoría de la acción social y el estatuto de las prácticas sociales, desde una perspectiva que reúne consideraciones metodológicas, epistemológicas y ontológicas y que requiere, según consideraremos en estetrabajo, una revisión de las líneas en que tradicionalmente el pragmatismo Wittgensteiniana ha sido trabajado
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La heterogeneidad de las estrategias para influir en el espacio público y sobre los actores legalmente autorizados a tomar decisiones vinculantes, puede representar un obstáculo para señalar la existencia de un fenómeno único llamado movimiento "piquetero". La hipótesis que guía a la presente ponencia es que la unidad está dada por el tipo de conflicto que plantean, a pesar de la competencia y fragmentación entre las diversas organizaciones. Para explicar cuál es el alcance y el tipo de conflicto se analizarán tres dimensiones, en primer lugar, la relación entre demandas discretas y el exceso metafórico de las mismas que dan paso a la construcción de un sentido compartido de "injusticia social". En segundo lugar, la elaboración de la identidad a partir de un posicionamiento antagónico con el "modelo neoliberal". Finalmente, el intento de institución de un público que se constituye en objeto de disputa y que se lo interpela a través de la categoría de "pueblo". La apelación a un sujeto que aún siendo inhallable (las diferencias sociales hacen impensable la unidad orgánica, subjetiva y objetiva) e indeseable (por las consecuencias totalitarias que puede tener que alguien se atribuya la soberanía popular), produce efectos sobre el espacio público, abriendo una brecha que se denominará "el espectro del pueblo". Estas tres dimensiones señalan la existencia de un movimiento social que, a través del tratamiento de la exclusión social como injusticia realizada al pueblo, dislocó ciertos sentidos sedimentados en el sistema político argentino y revivió la tensión constitutiva de la democracia entre la dimensión redentora y la dimensión pragmática. La metodología aplicada fue el análisis de discurso basado en entrevistas en profundidad administradas a militantes, adherentes y dirigentes de diferentes organizaciones piqueteras, documentos elaborados por las mismas, diarios y revistas
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Fil: Escudero, María Carolina. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
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La ponencia comparará la construcción de lo trascendente en el sujeto religioso a partir del catolicismo integral y militante del Vicario General de la Armada Argentina (desde 1926 hasta 1940) Monseñor Dionisio Napal y el catolicismo penetrado por el justicialismo cristiano del Padre Hernán Benítez, jesuita y confesor de Eva Duarte de Perón. Ya no será la Iglesia la mediadora en la construcción de lo trascendente, como predica Dionisio Napal en su vasta producción literaria sino que la tercera posición del justicialismo cristiano, desarrollada por Hernán Benítez, y "el pueblo" serán los elementos constitutivos de esta construcción de lo trascendente. Es por ello que para Hernán Benítez la verdadera Iglesia es aquella que se "obreriza", se hace "pueblo", compartiendo "con" y no tan solo "junto a" las limitaciones materiales y las virtudes antes citadas. Hay una crítica profunda en Benítez a la Iglesia de Napal, jerárquica, preocupada caritativamente por los pobres, organizadora de los Círculos Obreros pero sin tomar acciones de fondo para revertir las razones socioestructurales de las desigualdades. Lo trascendente en Napal es espiritual, separando la Iglesia terrenal y militante, de la Iglesia victoriosa espiritual, reivindicada en un futuro escatológico por Dios, mientras que en Benítez, la trascendencia es histórica, política y no hay una construcción dicotómica, la Iglesia espiritual e histórica es una sola. En Napal, el católico es el depositario de lo eterno y la Iglesia Católica proporciona el fundamento dogmático de la construcción de lo trascendente, en cambio en Benítez, el pueblo es el depositario de lo eterno y el justicialismo cristiano es el heredero e intérprete histórico de la prédica en los evangelios
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The role of the hero is changing, slightly irregular, but it’s purpose is constant. The line that separates good from evil is frequently so thin that sometimes the main hero can act in a negative way, casting doubts about his own nature in the pursuit of good. This paper aims to inquire into the character’s heroic condition showing two variations of this archetype in the context of postmodern cinema: the “clear hero”, and the “dark hero”. The former keeps the most traditional values of the hero, while the latter provides a dimension which distinguishes it from the previous one: his experience executing evil as a part of his process to heroicity. Postmodernity implies an ambivalence in the character’s identity which can be comparable to the hero’s role, and to his way of making good. The “clear hero” does not imply negative features in the active nature of the hero, whilst the “dark hero” does include them. Through the protagonists of Gladiator (Scott, 2000) and Batman Begins (Nolan, 2005) are offered both heroic perspectives based on a selection of their principal actions which have been subjected to analysis according to some parameters: behavior, implication, and cause. The decisive action will also be signalized, according to the narration’s teleonomy in reason of the favorable or unfavorable sense for the hero. Finally, each character will be observed from its archetype. By analyzing their actions from these perspectives, we observe the clear hero and the dark hero as affordable categories for the heroic role.