900 resultados para Sydney Van Nort
Resumo:
El volumen de cuentos Los que se van (1930), escrito por Demetrio Aguilera Malta, Enrique Gil Gilbert y Joaquín Gallegos Lara, es considerado por la crítica ecuatoriana como el gran hito de la modernización literaria en Ecuador. La obra ha sido leída como una elocuente intervención en los debates políticos y estéticos sobre la literatura y la sociedad ecuatoriana de los años 30. No obstante, su arquitectura formal presenta una serie de particularidades que tornan a la perspectiva sociológica limitada al momento de articular una lectura orgánica del texto. En este sentido, el análisis de los procedimientos narrativos permite afirmar que el recurrente montaje de tiempos, personajes y escenas, estructura la serie de relatos y los coloca en distintas coordenadas de un mismo espacio literario: el construido por la violencia social desatada en el seno de una comunidad rural sin justificación alguna. La figura del machete funciona en este sentido como la condensación estética de las operaciones literarias desarrolladas: en primer lugar, la asunción del cuento como artificio y la renuncia a la explicación didáctica de injusticias sociales (el machete como metáfora poética). Luego, la construcción de la trama a través de la sucesión de fragmentos (el machete como corte). En tercer lugar, el borramiento de descripciones, introspecciones y narradores omniscientes (el machete como desmonte retórico). Finalmente, la figura del machete resalta la fatalidad de la violencia social, lo que exime al texto de voluntariosos afanes militantes (el machete como sobredeterminación). La puesta en relación de estos procedimientos con el contexto histórico en que fue producida la obra permite una reflexión que, partiendo de su materialidad textual, reconstruye su sentido en diálogo con el valor de intervención que sus propios autores le atribuyeron, pero sin limitarla a su carácter referencial o revelador de verdades ocultas
Resumo:
Los textos de Borges son siempre un desafío para quien intenta leerlos sin congelarlos ni simplificarlos. Este estudio quiere iluminar algunos caminos de lo que es, según Borges, lo más importante del hecho estético: no el completo desciframiento de su naturaleza secreta, sino 'the driven trend behind the symbols'. Privilegiamos la tendencia, el impulso que lo mueve a inventar, a elegir, a repetir con variaciones palabras de otros (que hace propias), superponerlas en palimpsesto, borrarlas, oponerles paradojas. Por eso también ocupa las posiciones lector-autor que hacen circular un texto y van construyéndolo por las relaciones entre ellos y con el extra-texto, en direcciones no vectorizadas, y siempre abiertas, dinámicas y problemáticas
Resumo:
Fil: Errecalde, Alejandro Martín. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
Resumo:
El volumen de cuentos Los que se van (1930), escrito por Demetrio Aguilera Malta, Enrique Gil Gilbert y Joaquín Gallegos Lara, es considerado por la crítica ecuatoriana como el gran hito de la modernización literaria en Ecuador. La obra ha sido leída como una elocuente intervención en los debates políticos y estéticos sobre la literatura y la sociedad ecuatoriana de los años 30. No obstante, su arquitectura formal presenta una serie de particularidades que tornan a la perspectiva sociológica limitada al momento de articular una lectura orgánica del texto. En este sentido, el análisis de los procedimientos narrativos permite afirmar que el recurrente montaje de tiempos, personajes y escenas, estructura la serie de relatos y los coloca en distintas coordenadas de un mismo espacio literario: el construido por la violencia social desatada en el seno de una comunidad rural sin justificación alguna. La figura del machete funciona en este sentido como la condensación estética de las operaciones literarias desarrolladas: en primer lugar, la asunción del cuento como artificio y la renuncia a la explicación didáctica de injusticias sociales (el machete como metáfora poética). Luego, la construcción de la trama a través de la sucesión de fragmentos (el machete como corte). En tercer lugar, el borramiento de descripciones, introspecciones y narradores omniscientes (el machete como desmonte retórico). Finalmente, la figura del machete resalta la fatalidad de la violencia social, lo que exime al texto de voluntariosos afanes militantes (el machete como sobredeterminación). La puesta en relación de estos procedimientos con el contexto histórico en que fue producida la obra permite una reflexión que, partiendo de su materialidad textual, reconstruye su sentido en diálogo con el valor de intervención que sus propios autores le atribuyeron, pero sin limitarla a su carácter referencial o revelador de verdades ocultas