958 resultados para Freud, Sigmund: Tapauskertomukset
Resumo:
El trabajo se enmarca en el estudio de la teoría psicoanalítica, sus conceptos y desarrollos, según el establecimiento de dos ejes conceptuales a partir de los cuales se desarrollaran los temas particulares: el eje hermenéutico y el eje energético, tales ejes corresponderían en el marco de la orientación lacaniana a los ejes del sentido y del goce; este tipo de ordenamiento ya ha sido utilizado (con diferentes funciones) por autores como Ricoeur, Aussoun y J-A. Miller, entre otros. En el presente trabajo, se procura poner a prueba la eficacia de los dos ejes mencionados para situar de modo más preciso y ayudar al entendimiento de algunos conceptos de la teoría psicoanalítica y sus incidencias en la comprensión de los fenómenos clínicos. A partir de estos dos ejes, cuya aplicación puede ser más general o diversa, se realiza un abordaje de la explicación de los sueños y también de los síntomas (especialmente los neuróticos) en la obra de Freud. Se destaca la novedad freudiana respecto de los criterios elegidos para este trabajo señalándose que en lo que respecta al sentido la novedad radica en sostener y probar que los síntomas neuróticos poseen un valor de mensaje desfigurado, que son susceptibles de un desciframiento, y en el caso de los sueños, si bien este aspecto está presente, es la organización según el principio del placer como regulador de la energética de las formaciones psíquicas lo que importa la mayor novedad de la perspectiva freudiana. En el mismo sentido, luego de situar de modo general el concepto de libido, se procede a abordar la utilización que Freud hizo del mismo en las primeras conceptualizaciones señalando que lo trata fundamentalmente como un elemento de la energética psíquica. El recorrido argumentativo pasará luego a tratar el concepto de pulsión, de aparición más tardía en la teoría, ligado al de libido y muchas veces confundido con él. En relación a este concepto, se intenta demostrar la importancia del giro que implica la puesta en protagonismo del eje hermenéutico para el entendimiento de la teoría y la clínica psicoanalítica, perspectiva que será radicalizada en el marco de la orientación lacaniana. Siguiendo esta última orientación, se demuestra que la pulsión sexual en psicoanálisis resulta de la profunda transformación que implica la inserción del ser humano en un mundo de lenguaje, de sentido. Se acompaña el recorrido que Lacan plantea a lo largo de 'El Seminario: libro 11' según los conceptos de: necesidad, demanda, deseo, demanda de amor y finalmente el de pulsión, entendida como un montaje. En este último sentido se establecerá que el aspecto energético de la pulsión es solamente un componente de la misma; se procurará también clarificar y ejemplificar la importancia de los elementos de sentido, de la incidencia de los elementos significantes para la mejor comprensión de este concepto de gran relevancia en la clínica psicoanalítica. Para cernir el concepto de pulsión sexual según la prevalencia del criterio hermenéutico en la obra de Freud se tomará como referencia texto 'Sobre las trasposiciones de la pulsión, en particular del erotismo anal'
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Este escrito es el resultado de un trabajo interno de la Cátedra Teoría Psicoanalítica de la Carrera de Psicología de la UNLP. El objetivo es rastrear en primer lugar el papel de la fantasía en la formación de síntomas para luego enunciar algunos interrogantes surgidos de esta articulación, tomando una vertiente más vinculada a lo pulsional. La noción de fantasía se puede explorar en diferentes textos a lo largo de la teoría psicoanalítica. En la Conferencia 23 'Los caminos de formación del síntoma' se la puede ubicar como forma de obtención de placer emancipada del examen de realidad, como una supervivencia, una forma de existencia que la emancipa del requisito de realidad. El otro sentido en el que la presenta en este texto, es como modo de recuperación de la satisfacción perdida. Por otra parte se puede explorar a las fantasías en su versión yoica. Se trata de creaciones designadas por Freud como sueños diurnos, que son concientes. Se describen como satisfacciones imaginadas de deseos eróticos, ambición y grandeza. En ellos la ganancia de placer se hace independiente de la aprobación de la realidad. La otra versión de las fantasías, más interesante a los fines del análisis, es la de las fantasías inconscientes. Estas pueden haber sido siempre inconscientes o han sido concientes y por efecto de la represión, devinieron inconscientes. En 'Mis tesis sobre el papel de la sexualidad en la etiología de las neurosis' Freud lleva adelante una enmienda a la tesis que había enunciado en sus primeros análisis de la histeria. Este esclarecimiento condujo a la reformulación del mecanismo de formación de síntomas que dejan de ser retoños directos de recuerdos reprimidos de vivencias sexuales infantiles. De aquí en más, entre el síntoma y las impresiones infantiles se intercalan las fantasías. La fantasía quedaría allí como el intento de defensa contra el recuerdo de la propia práctica sexual. Queda postulada como constitucional una sexualidad infantil cuyas prácticas onanistas son veladas por la fantasía en el relato de las histéricas. En 1919 en Pegan a un niño. trabajará a la fantasía en una línea muy diferente. Sostiene que en la fantasía de Pegan a un niño no se trata de un enunciado integrado en la textura de un discurso. Este carácter de una frase que se enuncia con esta fijeza nos conduce por el camino de la gramática pulsional. El sujeto esta ausente como sujeto gramatical activo, sufriendo pacientemente la acción del verbo. El fantasma es en primera instancia algo clausurado para el sujeto que lo soporta. Partiendo de la ubicación de la fantasía como lo que se intercala entre el síntoma y las impresiones infantiles en el camino de formación de síntoma surge la pregunta acerca de si es posible pensar al fantasma entonces entre el síntoma y lo traumático de la pulsión, en tanto el síntoma responde al registro de lo inconciente reprimido y el fantasma recubre algo de un orden más pulsional, en la vertiente del ello. Esto tiene dos dificultades. La primera es a propósito de la diferenciación que hace Freud de dos tipos de fantasías inconcientes. La fantasía inconciente en tanto que se reprimió sería formadora de síntomas, por lo que quedaría ubicada en la vertiente del inconciente reprimido y no del ello pulsional. La otra dificultad surge a partir del texto 'Sobre las trasposiciones de la pulsión, en particular del erotismo anal' donde Freud plantea a la fantasía en una serie de producciones del inconciente: ocurrencias, fantasías y síntomas. Allí parece perderse la distancia entre el síntoma y la fantasía. Si la fantasía queda demasiado cercana a las formaciones del inconciente, es difícil que se sostenga como eslabón intermedio. En la vertiente de la interpretación será posible en análisis trabajar sobre las fantasías en el camino de la formación de síntomas. Por otra parte, cuando nos preguntamos por el fantasma de la frase Pegan a un niño aparece la cuestión del trauma. Hay en la estructura del fantasma algo enigmático, de pantalla, de velo. Se trata de cierto límite a la interpretación. Las consecuencias de su consideración modificarán una posible dirección de la cura
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Inscripto en el marco de la investigación 'Vicisitudes del lazo amoroso en la época (en el gran La Plata)' que se esta llevando a cabo desde la cátedra de psicología clínica de adultos y gerontes de la facultad de psicología, UNLP, el presente trabajo se propone indagar sobre el efecto de cura que produce un nuevo encuentro amoroso en aquellos sujetos cuya decepción o ruptura amorosa es lo que los condujo inicialmente al encuentro con un analista. En estos casos, la angustia motiva la demanda. Es frecuente escuchar que ese afecto, que no engaña, los invade y los 'invalida' en lo cotidiano; de ella quieren deshacerse. Este trabajo se centrara en lo trabajado con aquellos pacientes que se presentan sufriendo por la ausencia del partenaire con quien creían mantener un perfecto y verdadero amor desde hacia muchos años; ilusión que estaba acompañada por otra: la completud, la complementariedad -hasta ahora- era posible. Gran parte de las sesiones transcurren recordando lo vivido en esa relación, muchos interrogantes sin respuestas o algunas respuestas desde lo imaginario, reproches, autorreproches. Hasta aquí es lo esperable escuchar en este tipo de presentaciones: la libido permanece ligada a ese objeto perdido, a ese partenaire que eligió no elegirlo. El sujeto amaba a ese objeto y no esperaba otra cosa que ser correspondido y por ello, como señala Freud, ha resignado el interés por el mundo exterior, excepto a aquello que tiene que ver con su amor. El énfasis estará puesto en el hecho que de repente nos encontramos con un giro inesperado en el tratamiento de esos pacientes. La contingencia propia de un nuevo encuentro amoroso los sorprendió y se presentan 'curados de esa angustia' que emergió por la pérdida de aquel amor: 'un amor que cura o cura analítica', hablamos de curación por amor, que como señala Freud en introducción del narcisismo (Freud, 1914, p.97). 'el paciente por regla general prefiere a la analítica' Un nuevo encuentro amoroso precipita la salida del análisis pues de la angustia ya no se habla, se habla del amor. Punto de suspensión, del análisis en este caso, que el amor posibilita y con ello 'la ilusión de que algo no sólo se articula sino que se inscribe, se inscribe en el destino de cada uno, por lo cual durante un tiempo, tiempo de suspensión, lo que sería la relación sexual encuentra en el ser que habla su huella y su vía de espejismo. El desplazamiento de la negación, del cesa de no escribirse al no cesa de inscribirse, de contingencia a necesidad, este es el punto de suspensión del que se ata todo amor' (Lacan, 2010, p. 175). Freud nos advierte sobre la relación entre el amor y la curación: 'un fuerte egoísmo preserva de enfermar, pero al final uno tiene que empezar a amar para no caer enfermo, y por fuerza enfermara si a consecuencia de una frustración no puede amar' (Freud, 1914, p. 82,). Objetivos: explorar como influye el encuentro amoroso con un partenaire, un 'nuevo amor' en el análisis del paciente. Metodología: para este trabajo, se utilizara el material obtenido a partir de las entrevistas con pacientes que llegan sufriendo por temas relacionados con los avatares del amor y su ausencia. Dicho material, será recolectado con la utilización del método clínico y analizado desde una perspectiva lacaniana, tomando como eje algunas puntualizaciones de la noción de amor en lacan que aparecen en el seminario VII, VIII, XI Y XX entre otros; sin dejar de tener en cuenta la referencia freudiana que se extraen de introducción al narcisismo, duelo y melancolía; pulsiones y sus destinos
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El presente trabajo tiene la intención de indagar en la problemática del Género en el gimnasio, particularmente en cómo se construye el cuerpo de la mujer y su representación dentro del Gimnasio Enigma de la Ciudad de La plata. Dicho gimnasio está ubicado en las calles 55 entre 7 y 8, y en el mismo se realizaron observaciones, entrevistas y encuestas. Uno de los objetivos principales del trabajo es analizar la relación que se genera entre las mujeres y sus cuerpos dentro del gimnasio, por lo tanto la información recolectada en las entrevistas resulta muy relevante para el desarrollo del tema, sin embargo se busca entrecruzar la información de las entrevistas y las observaciones con dos discursos más tradicionales y complejos sobre el tema de Género, como lo son las perspectivas del feminismo y postfeminismo y por otro lado los discursos del psicoanálisis. Para desarrollar la perspectiva del feminismo se tomo como autora central y más representativa a Simone de Beauvoir cuyos aportes teóricos fueron los más importantes para la corriente feminista del siglo XX. Gracias a su teoría se empezó a pensar en el devenir de la mujer, en una mujer que se construye, con un cuerpo que es más una situación histórica que un hecho natural. Como todo proyecto del siglo XX dice Butler, es un proyecto en crisis, incompleto y que ya no sirve para nuestro tiempo, y aunque esta autora reconoce los aportes de Beauvoir señala que para superar sus límites hay que aceptar un postfeminismo, por lo tanto elegimos a Butler como representante del discurso posfeminista, discurso que plantea la posibilidad de que ni el género, ni el sexo existen, ya que ambos son constructos sociales, creados para cumplir y organizar un modelo de reproducción y heterosexualidad. Con respecto a la perspectiva del psicoanálisis seleccionamos a las autoras Benjamin Jessica, quien critica y supera el modelo Edípico creado por Freud, y por otro lado citamos a Fernández Ana María, que hace referencia a la mujer y su cuerpo como una ilusión, con un cuerpo que sostiene un mito y crea una identidad
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El presente trabajo se enmarca en el proyecto de investigación 'Lógica y alcance de las operaciones del analista según Freud: colegir (erraten), interpretar, construir'. En esta oportunidad nos interesa delimitar la categoría de enunciación, en la dirección de establecer algunas de las particularidades que presenta en el campo de la lingüística y el campo del psicoanálisis. Por su parte, esto nos permitirá pensar si la articulación entre enunciación e interpretación presenta diferencias entre los dos campos mencionados Comenzamos entonces situando la categoría de enunciación en psicoanálisis a partir de la reformulación hecha por J. Lacan a la categoría de signo lingüístico presentado por Saussure, en cuanto a sus componentes y a su modo de operación. Ya que es a partir de estas reformulaciones que es posible pensar la articulación entre la significación y el sentido. Luego haremos un breve rastreo, vale decir, no exhaustivo de la noción de sentido o enunciación en Lingüística, intentando establecer sus particularidades en el terreno de este campo de la ciencia. Inevitablemente haremos una, también breve, mención a algunos de los problemas que en la lingüística surgen al intentar delimitarla dicha noción. A través de diferentes referencias bibliográficas se trabajaran las propuestas que al respecto presentan O. Ducrot, E. Benveniste, C. Kebrat Orechioni, G. Reyes y A. Bertorello. Se recortan así los problemas de 'intención enunciativa' y 'subjetividad' en la Lingüística. Estos serán contrastados y/o comparados con la noción de sujeto que se desprende de la enseñanza de Lacan, al menos en un período de la misma. Esta noción, entendida como sujeto intervalar se anuda a la re conceptualización mencionada en primer lugar del signo lingüístico y su operatoria. Nos referimos a la elaboración realizada por J. Lacan en su Seminario 11 'Los Cuatro Conceptos Fundamentales' respecto a lo que allí denomina las operaciones de 'Alienación' y 'Separación'. Es en torno a estas operaciones que puede pensarse al sujeto como el efecto del intervalo entre dos significantes. La operación de 'Separación' permitirá una dimensión de rescate de la dimensión 'no yo' de la 'Alienación' primera. Allí se juega para el sujeto la posibilidad de incluirse y hacerse representar en el lenguaje, mostrando al mismo tiempo los límites del campo de lo simbólico para otorgar identidad. Es en esta dirección que se piensa también la eficacia de la interpretación en Psicoanálisis. De este modo, llegamos al último tramo de nuestro recorrido donde intentaremos precisar a partir de estos desarrollos cuál es la articulación entre interpretación y enunciación en Psicoanálisis lo que nos llevará al problema de la convicción en un análisis o al problema de la producción de 'Efectos de verdad'. Tomando como herramienta la noción de verdad que allí se pone en juego, la diferenciaremos de otros modos de entender esta categoría. Para esto la referencia bibliográfica a la que hemos recurrido es el Seminario 17 'El revés del Psicoanálisis' de J. Lacan. Será entonces el lugar de la verdad en la articulación entre interpretación y enunciación, lo que nos permitirá delimitar la especificidad de estas categorías en el campo del Psicoanálisis. El presente trabajo se enmarca en el proyecto de investigación 'Lógica y alcance de las operaciones del analista según Freud: colegir (erraten), interpretar, construir' En esta oportunidad nos interesa delimitar la categoría de enunciación, en la dirección de establecer algunas de las particularidades que presenta en el campo de la lingüística y el campo del psicoanálisis. Por otro lado, la categoría de enunciación convoca a la de interpretación. Es por esto, que nuestra exploración sobre la primera nos ha llevado a preguntarnos por las diferencias en la articulación entre enunciación e interpretación entre los campos lingüístico y psicoanalítico. Estos entrecruzamientos delimitarán problemas para ambos campos que nos permitirán definir especificidades. Por un lado, nos saldrá al cruce desde la lingüística la noción de intención enunciativa y de subjetividad, las que diferentes autores recorren en términos de lo incognosible, o como disfuncionamiento lingüístico o como el 'aparato formal de la enunciación en el enunciado'. Por otro lado, desde el psicoanálisis, la noción de sujeto como sujeto intervalar, nos llevará a pensar la articulación clínica de la enunciación y la interpretación. Será entonces luego de pensar la noción de sujeto que cada campo articula con las categorías de enunciación e interpretación que les compete, que podremos avanzar en algunas delimitaciones especificas
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El presente trabajo se enmarca en el Proyecto de investigación 'Lógica y alcance de las operaciones del analista según Freud: colegir (erraten), interpretar, construir', acreditado pro la Universidad Nacional de La Plata en el marco del Programa de Incevntivos del Ministerio de Educación de la Nación, y dirigido por el Dr. Carlos J. Escars. Cátedra de Teoría Psicoanalítica. Facultad de Psicología, UNLP. La metodología del mismo presentó dos etapas que se conjugaron en un segundo momento. En una primera instancia presentó la forma de un análisis y comparación de textos basado en un método argumentativo. Abordamos los escritos freudianos y notas de Strachey. En una segunda, analizamos publicaciones e investigaciones vigentes sobre las denominadas presentaciones y patologías de época. Finalmente arribamos a conclusiones que en el presente esbozaremos y que nos sitúa en esta doble vertiente indisociable en psicoanálisis: la vertiente epistémica y la vertiente terapéutica. Este trabajo se propone como objetivo situar algunos aspectos que hacen al estatuto lógico de los bordes del saber psicoanalítico, cernidos los mismos a partir de la brecha establecida entre intento de de formalización y aquello que se resiste a hacer sistema. Con tal propósito, apelamos a los escritos técnicos de Freud y nos ocuparemos de las apuestas freudianas por formalizar la técnica psicoanalítica, así como también de los obstáculos clínicos que le impidieron la pretendida mecanización de la técnica. Proseguiremos con un rastreo de los usos que Freud le ha dado a 'lo actual'. Es este mismo significante, 'actual' el que aparece asociado a los límites de la cura por la palabra así como también a una de sus primeras organizaciones nosográficas. De este modo nos serviremos de la categoría de Neurosis Actuales para realizar un recorrido sobre aquello que allá por 1895 Freud había situado una de las mayores momento. En una primera instancia presentó la forma de un análisis y comparación de textos basado en un método argumentativo. Abordamos los escritos freudianos y notas de Strachey. En una segunda, analizamos publicaciones e investigaciones vigentes sobre las denominadas presentaciones y patologías de época. Finalmente arribamos a conclusiones que en el presente esbozaremos y que nos sitúa en esta doble vertiente indisociable en psicoanálisis: la vertiente epistémica y la vertiente terapéutica. Este trabajo se propone como objetivo situar algunos aspectos que hacen al estatuto lógico de los bordes del saber psicoanalítico, cernidos los mismos a partir de la brecha establecida entre intento de de formalización y aquello que se resiste a hacer sistema. Con tal propósito, apelamos a los escritos técnicos de Freud y nos ocuparemos de las apuestas freudianas por formalizar la técnica psicoanalítica, así como también de los obstáculos clínicos que le impidieron la pretendida mecanización de la técnica. Proseguiremos con un rastreo de los usos que Freud le ha dado a 'lo actual'. Es este mismo significante, 'actual' el que aparece asociado a los límites de la cura por la palabra así como también a una de sus primeras organizaciones nosográficas. De este modo nos serviremos de la categoría de Neurosis Actuales para realizar un recorrido sobre aquello que allá por 1895 Freud había situado una de las mayores resistencias a la técnica psicoanalítica: lo no analizable, aquello que no se advenía al trabajo asociativo en transferencia. En nuestra actualidad, cien años después del planteo freudiano, nos encontramos con una apuesta similar: bajo el epígrafe de presentaciones actuales o de época se intenta formalizar aquello que se resiste a hacer sistema. A partir de la pregunta sobre la época esbozada por los analistas y sus intentos de respuesta, intentamos cernir el lugar lógico que el significante época (o actual) porta para el edificio teórico en psicoanálisis así como su posible vinculación con la ausencia de saberes que oficien de garantes y orienten el hacer psicoanalítico. Epoca que tomada como categoría lógica pondrá en cuestión -al igual que el caso- el edificio teórico del psicoanálisis, y que conminará al analista a enfrentarse con lo incalculable/inclasificable de las presentaciones clínicas. De esta manera pareciera conformarse una dimensión de la experiencia analítica vinculada con la construcción colectiva de saberes. Experiencia diferente, pero no independiente de la configurada por la pregunta en transferencia, cuyos saberes se proponen que el psicoanálisis opere. Saberes, mecanismos y reglas técnicas que permitirán un cálculo posible, efecto mismo del intento de formalizar aquello que del caso por caso construye regularidad. Coordenadas del cálculo que, sin embargo, deberán dar lugar a lo incalculable. La teoría que orienta a la clínica psicoanalítica es derivada de las categorías diagnósticas de la clínica psiquiátrica. Tanto Freud como Lacan tienen como referencia dicha nosografía pero arriban a una teoría explicativa de lo que devendrá su propia clínica. Ahora bien, ¿cómo surge este saber sobre la clínica? Es de la clínica misma, de sus obstáculos bajo transferencia, que se elabora este saber determinado por la estructura de la experiencia analítica. Se vuelve así indisociable en el psicoanálisis, como plantea Colette Soler (2003-2004), la vertiente epistémica de la vertiente terapéutica: mediante la exploración del inconsciente, de los significantes, deseos y palabras que por él circulan, se obtienen modificaciones, se curan los síntomas. Intentaremos en este trabajo abordar aquello que se resiste a ser sistematizado de la técnica así como las dificultades que las 'patologías actuales' representan para la misma
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Este trabajo se propone realizar un recorrido histórico sobre los inicios del Hospital San Roque, actual Hospital Ramos Mejía. La metodología consistente en el relevamiento, sistematización y contextualización de fuentes primarias nos permiten dar cuenta de la labor de los Dres. José María Ramos Mejía y José Ingenieros en el ámbito hospitalario. En este recorrido histórico se pueden ubicar tres momentos clave en relación a la construcción edilicia del hospital. En el año 1869 comenzó a funcionar el Lazareto San Roque en los Corrales de Miserere. En 1883 tras sus reformas se nombró Hospital San Roque; finalmente en 1914 -año en que muere José María Ramos Mejía- se denominó Hospital General de Agudos José M. Ramos Mejía. En 1904 José Ingenieros fue nombrado médico agregado de las salas 5 y 6 correspondientes a las Enfermedades nerviosas, ambas salas inauguradas y dirigidas por el Dr. José M. Ramos Mejía. Será a través de este último que José Ingenieros irá adquiriendo un saber tanto práctico como teórico respecto de la clínica con la histeria. En el marco institucional de este Hospital y ese mismo año, José Ingenieros escribe su libro Los accidentes histéricos y las sugestiones terapéuticas.Quince años después el libro cambia de nombre y aparece una generosa referencia a Freud entre las 'actuales interpretaciones' de la histeria. Se puede considerar esto último como un aporte a la introducción de la teoría freudiana en Argentina. A su vez, a través del análisis de las fuentes primarias nos ponemos en contacto con el modo de llevar a cabo la praxis de José Ingenieros en un ámbito institucional como es el hospital público. Gracias a la publicación de numerosos casos clínicos realizada por el autor, podemos dar cuenta de cómo aparece su posición teórica articulada a la práctica, como así también lo referido a los diagnósticos y tratamientos realizados. Su praxis en el hospital lo llevó a proponer, por primera vez en nuestro país, la apertura de consultorios externos en instituciones públicas para el tratamiento hospitalario de neurastenias, histerias y otras enfermedades mentales que no requerían internación. Cabe señalar que ya el Dr. Ramos Mejía había promovido la instalación de consultorios externos en el Hospital San Roque, sólo que destinados a otras especialidades como otorrinolaringología y enfermedades de la piel, entre otros. Efectivamente, Ingenieros ya había comenzado a atender a sus pacientes, cuyo padecimiento tenía causa psíquica, ambulatoriamente. Esto se encuentra en sintonía con las políticas de un Hospital de Agudos. Debido a la creación de la Universidad de Buenos Aires, los hospitales comenzaron a alojar a estudiantes y jóvenes profesionales, siendo el San Roque el primer Hospital Asociado a la Facultad de Medicina. Siguiendo este lineamiento, Ingenieros fue un defensor de la idea de que el hospital público servía para la práctica y la enseñanza. Esta cuestión pudo estar influenciada por la experiencia que tuvo junto a Horacio Piñero quien -ya siendo titular de la cátedra de Psicología Experimental- presentó ante su alumnado a una paciente que Ingenieros trataba en el Hospital San Roque
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Raúl Sciarretta formó, en sus grupos de estudio, a distintas generaciones de intelectuales del país. El testimonio de muchos psicólogos y psicoanalistas que asistieron a sus cursos -fundamentalmente a partir de la década del '70- impulsó el interroganteacerca de la participación e incidencia de este intelectual en la historia del 'campo psi' argentino. El presente trabajo pretende ser una contribución en ese sentido. Tendrá por objetivo analizar y contextualizar sus enseñanzas durante la década del '70, momento en el cual sus cursos estarán orientados al estudio del psicoanálisis a través de una aproximación epistemológica. De la sistematización de los datos recopilados en artículos y entrevistas pudo establecerse que la actividad de enseñanza de Sciarretta se desarrolló fundamentalmente en grupos de estudio privados a partir la década del '60 y hasta su muerte, en 1999. La temática especifica de sus cursos ira modificándose a lo largo de estos años, desde el abordaje de contenidos filosóficos en la década del '60- en el cual, entre otras cuestiones, se destacarán sobre todo sus cursos sobre 'El Capital' de Marx- hasta sus enseñanzas sobre psicoanálisis lacaniano que comienzan a fines de los '70 y continuarán durante la década del '80 y '90, dictando además, conferencias y seminarios sobre el tema, en Francia, España y Brasil. Entre estos dos momentos se sitúa el período de estudio abordado en el presente trabajo, sus cursos sobre 'epistemología del psicoanálisis' caracterizarán esta época. Su lectura epistemológica de la obra freudiana llegará a distintas partes del país influyendo, de este modo, en la formación de una gran cantidad de psicólogos y psicoanalistas. Tal es así que, para principios de la década del '70, esta lectura de Freud, no solo será trabajada al interior de sus grupos de estudio en Buenos Aires, sino que además será abordada en cursos específicos que dictará en diferentes lugares, como Rosario, Córdoba y Tucumán. Esta extensión de sus enseñanzas estará íntimamente vinculada al momento que atravesaba el psicoanálisis a nivel local, particularmente a la crisis de las categorías teóricas, institucionales y políticas que habían sostenido las condiciones de difusión y desarrollo del psicoanálisis hasta el momento. De hecho Sciarretta participó del movimiento que llevaría a la ruptura de la APA, y sus enseñanzas no serán ajenas a ese cuestionamiento. Es así que, a partir de la recopilación y análisis de datos relativos a este momento de su enseñanza y del estudio de las desgrabaciones mecanografiadas de sus clases dictadas en Buenos Aires entre 1970 y 1971, se pudieron reconstruir los objetivos, la significación y los efectos que producirá su 'epistemología del psicoanálisis' y que serán desarrollados en el presente trabajo. Se verá que este contexto Sciarretta realizaba una lectura epistemológica de la obra freudiana desde Bachelard, Althusser y Marx, que ponía en cuestión el psicoanálisis de la época y, fiel a su estilo, abría la posibilidad de una lectura constructiva, que permitiera producir a partir de lo leído. Así mismo ya en estos cursos comenzaba a trabajar las enseñanzas de Lacan vía Althusser, anticipando, por un lado, el rumbo que tomarán sus cursos en los años siguientes, pero fundamentalmente introduciendo, ya para esta época, a muchos psicoanalistas en la teoría lacaniana que algunos años después será preponderante en nuestro país
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Enmarcado en el proyecto de investigación, acreditado por la Universidad Nacional de La Plata, 'Lógica y alcance de las operaciones del analista según Freud: Colegir (erraten), interpretar, construir', el presente trabajo tiene por objeto contribuir a la delimitación conceptual del colegir freudiano. A estos fines, se procederá a indagar el campo de las inferencias, sosteniendo la perspectiva de que aquello que Freud designa bajo la forma verbal alemana 'zu erraten' consiste en un tal proceso inferencial, si bien en uno de particular operatoria. Intentar pensar en esta modalidad de accionar desde la lógica silogística clásica deriva necesariamente en un callejón sin salida, en tanto el psicoanálisis en su dimensión epistémica nos enfrenta con aquello que escapa a toda posibilidad de ser aprehendido de modo directo a partir de la experiencia, y hace necesario un salto hacia lo únicamente conjeturable (ni pasible de ser deducido a partir de premisas preexistentes, ni generalizable desde casos particulares por vía inductiva). Esta dificultad nos encaminará a explorar especialmente el aporte de Peirce con su inferencia abductiva, por cuanto permitiría despejar el camino emprendido por Freud en su modo de hipotetizar. La virtud de la abducción como modalidad de razonamiento reside, a nuestro entender, en su dimensión innovadora, que brinda la posibilidad de recortar una parcela de la experiencia que adquiere a partir de ese movimiento inaugural el estatuto de indicio. En este mismo movimiento, la abducción permite apreciar aquella dimensión susceptible de designarse como singular, que resulta intransferible de una experiencia a otra. La novedad peirceana abona, en este sentido, el camino de la legitimidad de lo singular, inexorable al psicoanálisis. Consideramos que no es sino hacia allí que se dirige Freud en su intento por circunscribir y hacer inteligibles aquellos retoños de lo psíquico inconciente, que le permitan colegir (conjeturar) la lógica que se encuentra determinándolos. Posteriormente, y a partir del diálogo emprendido entre el colegir freudiano y la abducción peirceana, procederemos a situar en Freud tres momentos de la postulación de la hipótesis del inconciente, a partir de la lectura de algunas indicaciones presentes en los artículos 'El método psicoanalítico de Freud' de 1904, 'Nota sobre el concepto de inconciente en psicoanálisis' de 1912 y 'Lo inconciente' de 1915. Observaremos allí el movimiento que el autor hace en su postulación de la existencia de actos que burlan la lógica del pensamiento conciente, no obstante prescindiendo de los cuales se produce una indudable pérdida de coherencia y sentido en la comprensión de la vida psíquica de los seres humanos. Es decir, exploraremos en tres momentos de la obra freudiana, la justificación y formalización progresiva de esta hipótesis medular. Para concluir, presentaremos algunos interrogantes que, a partir de lo trabajado, nos permiten comenzar a delinear una interesante articulación con la cuestión de la temporalidad en psicoanálisis. Creemos discernir allí, a partir de algunas apreciaciones de Lacan, una preocupación permanente respecto del tratamiento del tiempo del inconciente, cuestión que se liga directamente a la pautación de los tiempos de la intervención del analista y a la cuestión del actoanalítico
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Según Carlo Ginzburg la Recherche de Proust se rige por el mismo paradigma indiciario que encuentra en las prácticas detectivescas de Sherlock Holmes, en los análisis de pinturas de Morelli, en la interpretación de los sueños de Freud. En todos ellos se da particular relevancia a las huellas, fragmentos, síntomas, índices, pues el descubrimiento de la verdad consiste en su lectura e interpretación. Pero en la novela proustiana los indicios se multiplican y contradicen, las lecturas son variables, las interpretaciones difieren entre sí y se superponen unas a otras. Así el significado de la luz en la ventana de Odette, del gesto de Gilberta, del movimiento de la mano de duquesa de Guermantes, de la expresión de Albertina, del ademán de Charlus serán motivo de innumerables reflexiones e intentos de develamiento. De ahí que el estudio casi obsesivo de detalles y huellas no conduce a la verdad sino al equívoco, al mayor desconcierto, a la incertidumbre. De esta manera dentro de las polémicas ficcionales que Proust desarrolla en la Recherche, se encuentra esta que concierne específicamente a la interpretación y la crítica: la impugnación ficcional del paradigma indiciario.
Resumo:
Este trabajo ha surgido como resultado de una clase de un Seminario dictado en el marco de la cátedra de Psicoterapia I de la Facultad de Psicología de la U.N.L.P. El mismo se tituló 'Los padecimientos actuales y sus abordajes terapéuticos', y tuvo como objetivo explicitar algunos modos de nominar y tratar a las formas en que se presentan actualmente el malestar humano en nuestra época. En lo que hace a nuestra presentación, nos referiremos específicamente al TOC y a la Neurosis Obsesiva. Nos interesa mostrar que no se trata del mismo fenómeno, como suele pensarse. El diagnóstico de TOC no autoriza a pensar que se trataría de una neurosis obsesiva tal como se plantea desde el psicoanálisis. Tampoco el diagnóstico de neurosis obsesiva supone uno de TOC. De ambas categorías se desprenden operaciones psicoterapéuticas diferentes, en la medida en que suponen distintas concepciones del sujeto a tratar, así como también posiciones diferentes en relación al diagnóstico psicopatológico (semiológico y estructural). El diagnóstico de neurosis obsesiva reviste una particularidad: la de ser realizado bajo transferencia en el marco de la oferta del dispositivo analítico, donde se pone en juego la realidad sexual del inconciente para cada sujeto, en relación a la cual tomarán lugar las intervenciones y la lógica del tratamiento. Ello a diferencia del diagnóstico de TOC, que dependería de la verificación o no de determinados signos (obsesiones, compulsiones, dudas, consideradas inútiles) a los cuales le subyacen creencias o cogniciones disfuncionales típicas a cuestionar o sustituir en el marco de la cura, valiéndose de determinados procedimientos técnicos. De aquí se desprende que otra diferencia estaría en relación a la concepción de la causa (etiología sexual y mecanismo psíquico, desde el psicoanálisis; las cogniciones desde las TCC) y las intervenciones que de ella se desprenden. La neurosis obsesiva es establecida como estructura clínica con una etiología y mecanismos particulares formalizados por Freud: la represión frente a lo sexual, mediante anulación y aislamiento. El corte en acto bajo transferencia es una maniobra propiamente analítica. La misma es vez a vez, no supone ninguna técnica o receta programada de antemano. Por su parte, el TOC es una categoría semiológica descriptiva del DSM IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales) usada tanto por psiquiatras y terapeutas cognitivo comportamentales. Estos últimos le adjudican al mencionado trastorno una serie de pensamientos y creencias que se reiterarían en la mayoría de los TOC. Las 'creencias disfuncionales', o 'errores cognitivos', serían la causa del padecimiento. Su cuestionamiento, problematización, cambio, eliminación o sustitución por otras con mayor funcionalidad, mediante diversas técnicas e instrumentos preestablecidos de antemano (principalmente el cuestionamiento socrático y el empiricismo colaborativo entendido, entre otras cosas, como un tipo de alianza terapéutica y común acuerdo), traería aparejados cambios en las emociones y en las conductas. Allí radicaría su eficacia. A tales fines, se maneja en esta práctica psicoterapéutica una concepción de la realidad diferente a la establecida desde la praxis psicoanalítica. Para las terapias cognitivo comportamentales, se trataría de una realidad no afectada por lo que la creencia que el cliente le adjudica, una realidad compartida, señalada por el terapeuta para brindar evidencia objetiva que contradiga dichas creencias. Desde el psicoanálisis, se considera la realidad fantasmática (psíquica y sexual) del sujeto como algo fundamental a dar lugar en el tratamiento
Resumo:
El abuso sexual infantil es un dato de nuestra época, su interés mediático sobre un público masivo es expresado en número creciente en las estadísticas de los últimos años como motivo de consulta médica y psicológica, o de indagación jurídico-penal. Las presentaciones actuales vinculadas al ASI resultan insuficientes a la hora de establecer un diagnostico estructural del fenómeno, señalando lo que se ha vuelto un lugar común: hablar del abuso sexual como evento traumático, como stress post-traumático y una banalización conceptual aplicados a la clínica. Las publicaciones recientes sobre el ASI ambicionan presentarlo como un verdadero cuadro clínico. Distinguen las expresiones sintomáticas estrechamente vinculadas y dependientes de un único factor etiológico: el hecho abusivo. La avidez doctrinal y nosológica de la Academia Americana de Pediatría no ofrece continuidad a la hora de hallar el ASI en el breviario de los manuales de Psiquiatría. La significativa ausencia de criterios específicos se traduce en la presencia de manifestaciones sintomáticas que abarcan desde: cambios de conducta, fobias diversas, fugas hasta la evidencia de tendencias suicidas. La sintomatología que se espera encontrar en los protocolos vigentes del ASI resultan Inespecíficos en la medida en que son síntomas que se encuentran en cualquier stress severo, y se lo vincula estrechamente con las manifestaciones clínicas del denominado stress post-traumático. Cuando se examinan las múltiples intervenciones los hallazgos en el campo de la psicopatología infantil definen el abuso sexual como un evento traumático. Se trata de curar lo traumático con una nominación que homogeniza todas las respuestas: síndrome Post Traumático que fija para todos cuales son los síntomas a partir de ese diagnostico, los criterios para su obtención y su perdurabilidad, así como su pronóstico. El trauma sexual es sustituido por la sexualidad infantil con el peso que tiene para la constitución de la estructura y la plasmación de la neurosis y donde el síntoma da cuenta de la práctica sexual de los enfermos. 'El niño es psicológicamente el padre del adulto, y las vivencias de sus primeros años poseen una significación inigualada para toda su vida posterior' El concepto de traumatismo sexual en Freud que se organiza en dos tiempos establece entre ellos la lógica del efecto póstumo del trauma que leemos como resignificación. Desde esta perspectiva discontinuista en el abordaje del trauma, para que una escena abusiva se transforme en traumática y pueda ser intervenida tiene que acompañarse de un segundo momento, que despierta la huella del evento pretérito, resignificándola como tal, es decir otorgándole coloración sexual. Nos proponemos en el presente trabajo abordar un caso de abuso infantil, a la luz de una dicotomía entre conceptos de trauma y traumatismo en el campo del psicoanálisis. Lo que nos interesa retener de la apreciación psicoanalítica acerca del concepto de trauma es de orden estrictamente clínico. En este sentido, proponemos acercar un fragmento clínico que ilustra el efecto de un acontecimiento traumático en la vida de una niña y la manera singular de dar respuesta a tal impacto. En el mismo sentido, es importante señalar el modo en que un sujeto se apropia de lo que 'le' ocurrió, bajo el supuesto que en su modalidad de respuesta se encuentra la cifra de su participación inconsciente
Resumo:
El presente trabajo forma parte del plan de tareas de los adscriptos y auxiliares en docencia e investigación de la cátedra de Teoría Psicoanalítica de la Facultad de Psicología de la UNLP. El propósito del mismo consiste en indagar la conceptualización freudiana de la pulsión en sus artículos sobre Metapsicología: 'Pulsiones y destinos de pulsión', 'La represión' y 'Lo inconsciente'. La pregunta que guiará el trabajo de investigación es: ¿qué es la pulsión?, la cual da lugar a los siguientes interrogantes: ¿es una energía, un quantum, un afecto, una representación, un representante? Se abordarán dichos textos a partir de tres definiciones de pulsión. para ello se tomarán dos ejes fundamentales: las nociones de representación y de afecto. A su vez, se introducirán los puntos de vista tópico, dinámico y económico que constituyen la apreciación metapsicológica. La pulsión, concepto fundamental y básico del Psicoanálisis, es definida en principio como un concepto fronterizo entre lo anímico y lo somático. Se interrogará esta formulación freudiana al plantear la hipótesis de que no sólo es un concepto de deslinde, sino también de unión, de conexión. A esta primera formulación perteneciente a 'Pulsiones y destinos de pulsión' se suman las definiciones planteadas en 'La represión' y 'Lo inconsciente', que aluden a la pulsión en relación con la tópica y la dinámica psíquica, lo que podría leerse como el funcionamiento pulsional en el aparato psíquico y su relación con las diferentes instancias. Es en este contexto en que aparecen las nociones de agencia representante de pulsión, representación, monto de afecto y afectos. Con respecto a la representación, y a los modos en que la pulsión puede encontrar expresión o representación en el psiquismo, se examinarán las dos nociones que Freud utiliza: Representación (Vorstellung) para referirse a un contenido ideico, figural, y representante (Repräsentant) para referirse a lo que representa a algo en el sentido de la acción de delegar, de una presencia en lugar de una ausencia. La inscripción de la pulsión en el aparato anímico se produciría por una fijación de la agencia representante psíquica, en el marco de la represión primordial fundante del inconsciente. La represión propiamente dicha recaerá sobre los retoños o mociones pulsionales en los que dicha agencia se continúa. Esta represión que entra en juego en la dinámica psíquica consistirá en disociar aquellos componentes de la moción pulsional: representación (Vorstellung) y afecto, los cuales encontrarán destinos independientes. Respecto de la representación es posible indicar su ubicación en la tópica psíquica: inconsciente, preconsciente, conciencia. No tan claro se plantea la localización del afecto, como tal sólo puede ser consciente, pero: ¿qué ocurre con él cuando una moción es reprimida?. Freud planteará tres destinos posibles: ser sofocado, mudarse en otro afecto (en particular angustia) o permanecer en la conciencia. Sin embargo, Freud planteará que al divorciarse la representación y el afecto, éste último desligado de la representación corresponderá a una cantidad, una posibilidad de planteo, sólo pasible de ser leído en términos económicos. Es dicho planteo económico el que parece imponerse en la caracterización freudiana de la pulsión. Desde los primeros planteos, considera que su esencia consiste en una exigencia de trabajo, un esfuerzo (Drang), que lo corporal impone a lo psíquico; y luego establecerá que, desprendida de sus medios de expresión o sus representantes que son representación y afecto, sólo puede ser caracterizada económicamente. Sin embargo, son estos representantes (Vorstellung y afecto) los que constituyen el campo propio donde se despliega la cuestión de la pulsión. Permiten que la misma pueda entrar en la dinámica psíquica, ubicarse tópicamente, y por consiguiente, que algo de esta energía o cantidad pueda ser leída
Resumo:
Edgardo Rolla fue uno de los actores principales en lo que refiere al arribo del psicoanálisis a la facultad de Psicología en la década del `60 en La Plata además del primer referente -aunque no el único- de los abordajes grupales en esa ciudad. En este trabajo continúo mi indagación sobre este autor y me propongo rescatar el recurso a la historia en algunos momentos de su producción teórica, recurso que se encuentra ya en sus primeros trabajos escritos en 1929. Desde entonces y hasta 1954 su interés por la historia lo llevó a publicar muchos artículos sobre el Antiguo Egipto e incluso a integrar La Socièté Française d' Egyptolologie, la Fondation Egyptologique Reine Elizabeth (Bruselas) y la Egypt Exploration Society. En su libro 'Psicoterapia Individual y Grupal' de 1962, Rolla realiza por lo menos dos recorridos históricos en los capítulos que refieren a la grupalidad; uno acerca de los diferentes aportes que permitieron la construcción de estos saberes y prácticas, el otro sobre sus experiencias con grupos operativos: la Experiencia de Rosario y la aplicación de esta metodología en las clases de la Escuela Privada de Psiquiatría. Respecto de la historia de la Psicoterapia Grupal, Rolla siguiendo a Freud afirma que 'la psicología grupal es la más antigua de las psicologías' y para justificar este enunciado se retrotrae a varios siglos antes de Cristo, a las prácticas grupales de asistencia a sujetos con perturbaciones físicas y/o mentales implementadas en el Templo de Epidaurus en Grecia. El desplazamiento de lo mágico a lo científico para Rolla se produce con Pratt, en Boston, quien trabajaba con prácticas grupales en la atención de enfermos de tuberculosis. Las técnicas de Pratt dejaron reminiscencias en los ensayos de Marsch y Lazell en su práctica con enfermos mentales en los años '20. Sitúa el surgimiento de la técnica de grupo con niños en Europa con Alfred Adler en la década del '30. Esta técnica constituyó uno de los orígenes del posterior ensayo de Moreno y su método psicodramático. Indica a Moreno como quien al comienzo de la cuarta década de ese siglo emplea por primera vez el término y delimita los alcances de psicoterapia grupal. Asimismo reconoce los aportes de Kurt Lewin con su 'Teoría de Campo en las Ciencias Sociales', otras de raigambre psicoanalítica de línea kleniana como la de W. R. Bion y Foulkes. Para Rolla, a algunas de estasconcepciones teóricas y de sus principios técnicos adhirieron los pioneros del movimiento psicológico grupal en nuestro país, movimiento que se escindió en dos grupos. Por un lado, Pichón Rivière y Emilio Rodrigué y por otro, Raúl Usandivaras y Juan José Morgan. En este trabajo no expondré la historización que aporta sobre la Experiencia de Rosario y la operativa en las clases de la Escuela Privada de Psiquiatría en tanto la misma ha sido explicitada en un trabajo reciente (Vadura, 2011(. Si señalaré que allí -y como es frecuente en algunos de los recorridos históricos que realiza- , el autor muestra la huella que esos atravesamientos dejaron en sus conceptualizaciones y en su práctica posterior. En 1971 Rolla publica 'Elementos de Psicología y Psicopatología Psicoanalítica'. En esta obra realiza una síntesis de su recorrido profesional; la historia como recurso le posibilita allí la reconstrucción dialéctica de su formación y del Movimiento Psicoanalítico Argentino entre 1946 y 1971. Tras treinta años de labor profesional en esta producción da cuenta de su proceso de elaboración y de síntesis de conceptos surgidos de su experiencia clínica, de la internalización de teorías diferentes y de puntos de vista de autores diversos. El resultado de ese proceso: la construcción de enfoques teórico-clínicos propios que aún así llevaban la marca de sus bases referenciales; los pensamientos de Freud y de muchos de sus continuadores (Abraham, Klein, Hartmann, Lewin y otros clásicos del psicoanálisis), de las enseñanzas recibidas en la Escuela Psicoanalítica Argentina pero también de su formación médica. En tal sentido, el recurso a la historia pareciera colaborar en la dirección que Rolla propone: la realización de recorridos que permitan una reconstrucción dialéctica para analizar qué de esos aprendizajes quedaba suprimido, conservado y/o superado en sus puntos de vista