938 resultados para Símbolo [Psicología psicoanalítica]
Resumo:
El presente trabajo se inscribe en el marco del proyecto de investigación de las cátedras PsicologÃa I y II, La lectura y la escritura académicas en los primeros años de la carrera de PsicologÃa de la Universidad Nacional de La Plata. Su impacto en el aprendizaje de los estudiantes dirigido por la Dra. Ana MarÃa Talak en la Facultad de PsicologÃa de la UNLP. Se focaliza en la propuesta de la asignatura PsicologÃa I. La misma tiene como objetivo indagar los desarrollos de la psicologÃa durante los siglos XIX y XX desde una perspectiva histórico-epistemológica para el abordaje de las distintas tradiciones de investigación, las prácticas profesionales y los discursos teniendo en cuenta su implantación cultural. De esta manera, se busca promover en los alumnos el desenvolvimiento de herramientas metodológicas y conceptuales a partir del estudio histórico-crÃtico de temas especÃficos, intentando mostrar que las teorÃas psicológicas son respuestas a problemas planteados en contextos históricos. Este trabajo es la continuación de un primer escrito (Fernández & otros, 2011) en el cual se describen las implicancias de la adopción de la perspectiva histórica en la enseñanza de la psicologÃa y se expone la propuesta metodológica de enseñanza y evaluación que se implementa al finalizar la cursada de la asignatura, la cual consiste en un trabajo de evaluación correspondiente a la última unidad del programa, realizado por alumnos que cursan la materia PsicologÃa I en calidad de alumnos regulares. El objetivo del presente trabajo es realizar un análisis de carácter cuantitativo y cualitativo de las producciones escritas realizadas por alumnos de primer año de la carrera de psicologÃa de la Universidad Nacional de La Plata al finalizar la cursada de la asignatura, e intenta indagar el grado de aprehensión por parte de los mismos de las herramientas mencionadas. Se toma como material para realizar dicho análisis, el conjunto de trabajos de los alumnos regulares de las 23 comisiones de trabajos prácticos existentes durante el año 2010. Los criterios para evaluar las producciones escritas en el momento de la corrección por parte del docente son la jerarquización, la pertinencia, la extensión, la coherencia y cohesión, el uso de los signos de puntuación y la propiedad conceptual. El desempeño alcanzado en relación a estos criterios determina la calificación final obtenida. En relación a la propiedad conceptual, se valora la corrección de los conceptos utilizados, ya sean de un autor o teorÃa particular, o para establecer una articulación. A los fines de este trabajo, se tomará solamente el último criterio, delimitando dentro del mismo tres categorÃas que justifican las diferencias en las calificaciones numéricas (desaprobados, aprobados entre 4 y 7 puntos, y aprobados entre 8 y 10 puntos). Se han seleccionado, en función de estas tres categorÃas de evaluación, dos trabajos por cada una ellas para ilustrar mediante viñetas extraÃdas de éstos, de qué manera los alumnos han logrado incorporar la perspectiva histórica. Asimismo se presentan algunos resultados cuantitativos relativos al porcentaje de alumnos que han alcanzado los objetivos mÃnimos que supone la apropiación de la perspectiva histórica
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El trabajo trata sobre un recorrido por la teorización psicoanalÃtica del amor tomando como referencia a Sigmund Freud y Jacques Lacan. Ello lleva desde la consideración freudiana del amor bajo los pliegues del narcisismo hasta la definición lacaniana del amor como dispositivo para sostener la diferencia heterónima del otro. Se refiere una antigua discusión que en el ámbito de la iglesia católica, llevó a la cuestión del amor puro y como, de alguna manera, el psicoanálisis la retoma. Esto realiza un camino por los distintos seminarios concluyendo en el seminario XX y la tesis central del no hay relación-proporción sexual. Y ello apunta a establecer las coordenadas necesarias para el desarrollo de una clÃnica de la des-pareja en los avatares de la vida contemporánea
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En todo el mundo, el 70 de la población pobre vive en áreas rurales. A pesar de los programas para revertir la pobreza, los resultados han sido limitados. El desarrollo rural busca reducir la desigualdad. Varios obstáculos que se les presentan a estos programas son psicosociales. El objetivo de este trabajo es explorar y describir las vinculaciones entre la PsicologÃa y los procesos de desarrollo rural territorial en 111 publicaciones aparecidas entre 1985 y 2012. En la revisión, se encontró que los constructos utilizados fueron, entre otros, percepción, creencias, decisión, actitudes, participación y fortalecimiento. La PsicologÃa puede realizar contribuciones al desarrollo rural territorial
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El abuso sexual infantil es un dato de nuestra época, su interés mediático sobre un público masivo es expresado en número creciente en las estadÃsticas de los últimos años como motivo de consulta médica y psicológica, o de indagación jurÃdico-penal. Las presentaciones actuales vinculadas al ASI resultan insuficientes a la hora de establecer un diagnostico estructural del fenómeno, señalando lo que se ha vuelto un lugar común: hablar del abuso sexual como evento traumático, como stress post-traumático y una banalización conceptual aplicados a la clÃnica. Las publicaciones recientes sobre el ASI ambicionan presentarlo como un verdadero cuadro clÃnico. Distinguen las expresiones sintomáticas estrechamente vinculadas y dependientes de un único factor etiológico: el hecho abusivo. La avidez doctrinal y nosológica de la Academia Americana de PediatrÃa no ofrece continuidad a la hora de hallar el ASI en el breviario de los manuales de PsiquiatrÃa. La significativa ausencia de criterios especÃficos se traduce en la presencia de manifestaciones sintomáticas que abarcan desde: cambios de conducta, fobias diversas, fugas hasta la evidencia de tendencias suicidas. La sintomatologÃa que se espera encontrar en los protocolos vigentes del ASI resultan InespecÃficos en la medida en que son sÃntomas que se encuentran en cualquier stress severo, y se lo vincula estrechamente con las manifestaciones clÃnicas del denominado stress post-traumático. Cuando se examinan las múltiples intervenciones los hallazgos en el campo de la psicopatologÃa infantil definen el abuso sexual como un evento traumático. Se trata de curar lo traumático con una nominación que homogeniza todas las respuestas: sÃndrome Post Traumático que fija para todos cuales son los sÃntomas a partir de ese diagnostico, los criterios para su obtención y su perdurabilidad, asà como su pronóstico. El trauma sexual es sustituido por la sexualidad infantil con el peso que tiene para la constitución de la estructura y la plasmación de la neurosis y donde el sÃntoma da cuenta de la práctica sexual de los enfermos. 'El niño es psicológicamente el padre del adulto, y las vivencias de sus primeros años poseen una significación inigualada para toda su vida posterior' El concepto de traumatismo sexual en Freud que se organiza en dos tiempos establece entre ellos la lógica del efecto póstumo del trauma que leemos como resignificación. Desde esta perspectiva discontinuista en el abordaje del trauma, para que una escena abusiva se transforme en traumática y pueda ser intervenida tiene que acompañarse de un segundo momento, que despierta la huella del evento pretérito, resignificándola como tal, es decir otorgándole coloración sexual. Nos proponemos en el presente trabajo abordar un caso de abuso infantil, a la luz de una dicotomÃa entre conceptos de trauma y traumatismo en el campo del psicoanálisis. Lo que nos interesa retener de la apreciación psicoanalÃtica acerca del concepto de trauma es de orden estrictamente clÃnico. En este sentido, proponemos acercar un fragmento clÃnico que ilustra el efecto de un acontecimiento traumático en la vida de una niña y la manera singular de dar respuesta a tal impacto. En el mismo sentido, es importante señalar el modo en que un sujeto se apropia de lo que 'le' ocurrió, bajo el supuesto que en su modalidad de respuesta se encuentra la cifra de su participación inconsciente
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En occidente, el verdadero elogio del trabajo comienza con HesÃodo en Los trabajos y los dÃas. Han transcurrido al menos dos siglos y ya han quedado a un lado los temas clásicos de Homero. El culto del heroÃsmo, la nobleza del coraje, la gloria en la batalla, la honra de morir en el combate, todavÃa están vigentes, por supuesto; pero la joven cultura griega ya se ha abierto camino, ha definido algunas de sus fronteras y ahora, Grecia exige de sus habitantes una vida de trabajo. El poema didáctico y campesino de HesÃodo viene a decir, después de Homero, que no sólo de heroÃsmo vive el hombre o, lo que es aún mejor, que elheroÃsmo no se encuentra únicamente en los ruidosos combates de los caballeros nobles frente a Troya. También es heroica la lucha tenaz y silenciosa de los trabajadores con la dura tierra. En este sentido, sitúa en lo más alto la estimación del trabajo. Se trata de la areté del trabajador y, su contraparte, la condena de la pereza: Por otra parte, la Odisea de Homero es una hermosa metáfora del retorno de la conciencia occidental sobre sà misma. Las aventuras de Odiseo son, en este sentido, las peligrosas tentaciones que pueden desviar al sujeto de su lógica. Y, como los héroes de todas las novelas que le siguieron, Odiseo se abandona una y otra vez a las aventuras; se deja llevar, se zambulle, se pierde en ellas para reencontrarse. Si se trata de las toxicomanÃas, la aventura que nos interesa es una de las primeras de la Odisea, el encuentro del héroe con los lotófagos, los comedores de la flor de loto. Aquellos que prueban ese 'florido manjar' están perdidos. Para Hegel, son los animales quienes están fijados a una repetición sin cambio. Puesto que no pueden hacer otra cosa con el objeto que consumirlo directamente, están condenados a lo mismo. La sabidurÃa humana, en cambio, se encuentra en rechazar la inmediatez; esto es lo que lo hace hombre: el hecho de poder inhibir ese movimiento, poder rechazar el consumo directo del objeto y hacerlo entrar en la dialéctica del intercambio. A diferencia de la joven cultura griega, nuestra época de vieja cultura frita se inclina, cada vez más, por el consumo y, cada vez menos, por la ciudadanÃa. Cada vez más consumidores y menos ciudadanos, que son tiempos oscuros los nuestros y la felicidad se encuentra en una lata de gaseosa y no en el ágora discutiendo una polÃtica pública y mucho menos laborando la tierra. Hoy, más que antes, la cultura exige de nosotros el consumo, y su atontamiento, que hay que comprar un nuevo tacho de basura aunque el viejo tacho, todavÃa funcione! Es por eso que las toxicomanÃas se ofrecen como el sÃmbolo privilegiado de nuestra época. En ellas, se lleva hasta las últimas consecuencias un rasgo común de nuestro siglo: el consumo. El toxicómano, desde este punto de vista, es un verdadero fundamentalista del mercado: se ha tomado muy en serio el slogan de que la felicidad se encuentra en los objetos que podemos incorporar. Sean lavarropas automáticos, detergentes biodegradables, pieles de zorros, cocaÃna o diacepam, solo se trata de ampliar el número de consumidores. Más allá del trabajo, cada vez más alienado de nuestra globalización, pero también más allá de la pereza del consumo directo y tosco de los objetos que la cultura de hoy nos propone, la obra freudiana pareciera disponer de ciertas claves para pensar la felicidad
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El presente trabajo forma parte del plan de tareas de los adscriptos y auxiliares en docencia e investigación de la cátedra de TeorÃa PsicoanalÃtica de la Facultad de PsicologÃa de la UNLP. El propósito del mismo consiste en indagar la conceptualización freudiana de la pulsión en sus artÃculos sobre MetapsicologÃa: 'Pulsiones y destinos de pulsión', 'La represión' y 'Lo inconsciente'. La pregunta que guiará el trabajo de investigación es: ¿qué es la pulsión?, la cual da lugar a los siguientes interrogantes: ¿es una energÃa, un quantum, un afecto, una representación, un representante? Se abordarán dichos textos a partir de tres definiciones de pulsión. para ello se tomarán dos ejes fundamentales: las nociones de representación y de afecto. A su vez, se introducirán los puntos de vista tópico, dinámico y económico que constituyen la apreciación metapsicológica. La pulsión, concepto fundamental y básico del Psicoanálisis, es definida en principio como un concepto fronterizo entre lo anÃmico y lo somático. Se interrogará esta formulación freudiana al plantear la hipótesis de que no sólo es un concepto de deslinde, sino también de unión, de conexión. A esta primera formulación perteneciente a 'Pulsiones y destinos de pulsión' se suman las definiciones planteadas en 'La represión' y 'Lo inconsciente', que aluden a la pulsión en relación con la tópica y la dinámica psÃquica, lo que podrÃa leerse como el funcionamiento pulsional en el aparato psÃquico y su relación con las diferentes instancias. Es en este contexto en que aparecen las nociones de agencia representante de pulsión, representación, monto de afecto y afectos. Con respecto a la representación, y a los modos en que la pulsión puede encontrar expresión o representación en el psiquismo, se examinarán las dos nociones que Freud utiliza: Representación (Vorstellung) para referirse a un contenido ideico, figural, y representante (Repräsentant) para referirse a lo que representa a algo en el sentido de la acción de delegar, de una presencia en lugar de una ausencia. La inscripción de la pulsión en el aparato anÃmico se producirÃa por una fijación de la agencia representante psÃquica, en el marco de la represión primordial fundante del inconsciente. La represión propiamente dicha recaerá sobre los retoños o mociones pulsionales en los que dicha agencia se continúa. Esta represión que entra en juego en la dinámica psÃquica consistirá en disociar aquellos componentes de la moción pulsional: representación (Vorstellung) y afecto, los cuales encontrarán destinos independientes. Respecto de la representación es posible indicar su ubicación en la tópica psÃquica: inconsciente, preconsciente, conciencia. No tan claro se plantea la localización del afecto, como tal sólo puede ser consciente, pero: ¿qué ocurre con él cuando una moción es reprimida?. Freud planteará tres destinos posibles: ser sofocado, mudarse en otro afecto (en particular angustia) o permanecer en la conciencia. Sin embargo, Freud planteará que al divorciarse la representación y el afecto, éste último desligado de la representación corresponderá a una cantidad, una posibilidad de planteo, sólo pasible de ser leÃdo en términos económicos. Es dicho planteo económico el que parece imponerse en la caracterización freudiana de la pulsión. Desde los primeros planteos, considera que su esencia consiste en una exigencia de trabajo, un esfuerzo (Drang), que lo corporal impone a lo psÃquico; y luego establecerá que, desprendida de sus medios de expresión o sus representantes que son representación y afecto, sólo puede ser caracterizada económicamente. Sin embargo, son estos representantes (Vorstellung y afecto) los que constituyen el campo propio donde se despliega la cuestión de la pulsión. Permiten que la misma pueda entrar en la dinámica psÃquica, ubicarse tópicamente, y por consiguiente, que algo de esta energÃa o cantidad pueda ser leÃda
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El proyecto de investigación "La enseñanza y el aprendizaje de la psicologÃa: estudio de la práctica docente en profesores y principiantes" tuvo entre sus propósitos iniciales indagar y comprender el sistema de creencias y representaciones de profesores y principiantes respecto a la enseñanza de la psicologÃa, presuponiendo que los puntos de vista que los profesores tienen sobre el conocimiento psicológico afectan o inciden sobre el modo en que enseñan. Considerando que un número importante de profesores comparte la docencia con el ejercicio profesional, uno de los aspectos a explorar fue el impacto que sobre el pensamiento del profesor, genera la relación docencia-profesión. El proyecto se inscribe en un enfoque de investigación cualitativo, en el que la exploración y descripción no intentan señalar nexos causales del problema planteado sino comprender distintos aspectos del objeto de estudio. Ello posibilitó la aproximación a las prácticas de docentes expertos y principiantes, con el propósito de captar los constructos personales que mediatizan y significan la acción del docente en el aula.
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Edgardo Rolla fue uno de los actores principales en lo que refiere al arribo del psicoanálisis a la facultad de PsicologÃa en la década del `60 en La Plata además del primer referente -aunque no el único- de los abordajes grupales en esa ciudad. En este trabajo continúo mi indagación sobre este autor y me propongo rescatar el recurso a la historia en algunos momentos de su producción teórica, recurso que se encuentra ya en sus primeros trabajos escritos en 1929. Desde entonces y hasta 1954 su interés por la historia lo llevó a publicar muchos artÃculos sobre el Antiguo Egipto e incluso a integrar La Socièté Française d' Egyptolologie, la Fondation Egyptologique Reine Elizabeth (Bruselas) y la Egypt Exploration Society. En su libro 'Psicoterapia Individual y Grupal' de 1962, Rolla realiza por lo menos dos recorridos históricos en los capÃtulos que refieren a la grupalidad; uno acerca de los diferentes aportes que permitieron la construcción de estos saberes y prácticas, el otro sobre sus experiencias con grupos operativos: la Experiencia de Rosario y la aplicación de esta metodologÃa en las clases de la Escuela Privada de PsiquiatrÃa. Respecto de la historia de la Psicoterapia Grupal, Rolla siguiendo a Freud afirma que 'la psicologÃa grupal es la más antigua de las psicologÃas' y para justificar este enunciado se retrotrae a varios siglos antes de Cristo, a las prácticas grupales de asistencia a sujetos con perturbaciones fÃsicas y/o mentales implementadas en el Templo de Epidaurus en Grecia. El desplazamiento de lo mágico a lo cientÃfico para Rolla se produce con Pratt, en Boston, quien trabajaba con prácticas grupales en la atención de enfermos de tuberculosis. Las técnicas de Pratt dejaron reminiscencias en los ensayos de Marsch y Lazell en su práctica con enfermos mentales en los años '20. Sitúa el surgimiento de la técnica de grupo con niños en Europa con Alfred Adler en la década del '30. Esta técnica constituyó uno de los orÃgenes del posterior ensayo de Moreno y su método psicodramático. Indica a Moreno como quien al comienzo de la cuarta década de ese siglo emplea por primera vez el término y delimita los alcances de psicoterapia grupal. Asimismo reconoce los aportes de Kurt Lewin con su 'TeorÃa de Campo en las Ciencias Sociales', otras de raigambre psicoanalÃtica de lÃnea kleniana como la de W. R. Bion y Foulkes. Para Rolla, a algunas de estasconcepciones teóricas y de sus principios técnicos adhirieron los pioneros del movimiento psicológico grupal en nuestro paÃs, movimiento que se escindió en dos grupos. Por un lado, Pichón Rivière y Emilio Rodrigué y por otro, Raúl Usandivaras y Juan José Morgan. En este trabajo no expondré la historización que aporta sobre la Experiencia de Rosario y la operativa en las clases de la Escuela Privada de PsiquiatrÃa en tanto la misma ha sido explicitada en un trabajo reciente (Vadura, 2011(. Si señalaré que allà -y como es frecuente en algunos de los recorridos históricos que realiza- , el autor muestra la huella que esos atravesamientos dejaron en sus conceptualizaciones y en su práctica posterior. En 1971 Rolla publica 'Elementos de PsicologÃa y PsicopatologÃa PsicoanalÃtica'. En esta obra realiza una sÃntesis de su recorrido profesional; la historia como recurso le posibilita allà la reconstrucción dialéctica de su formación y del Movimiento PsicoanalÃtico Argentino entre 1946 y 1971. Tras treinta años de labor profesional en esta producción da cuenta de su proceso de elaboración y de sÃntesis de conceptos surgidos de su experiencia clÃnica, de la internalización de teorÃas diferentes y de puntos de vista de autores diversos. El resultado de ese proceso: la construcción de enfoques teórico-clÃnicos propios que aún asà llevaban la marca de sus bases referenciales; los pensamientos de Freud y de muchos de sus continuadores (Abraham, Klein, Hartmann, Lewin y otros clásicos del psicoanálisis), de las enseñanzas recibidas en la Escuela PsicoanalÃtica Argentina pero también de su formación médica. En tal sentido, el recurso a la historia pareciera colaborar en la dirección que Rolla propone: la realización de recorridos que permitan una reconstrucción dialéctica para analizar qué de esos aprendizajes quedaba suprimido, conservado y/o superado en sus puntos de vista
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Este trabajo muestra los principales hallazgos obtenidos en una corriente investigación de maestrÃa en la que analizamos el concepto de sublimación desde un punto de vista ético, teniendo en cuenta el planteo original del psicoanalisis en la consideración de un sujeto. AsÃ, el concepto de sublimación es esencial para entendermos el movimiento en la clÃnica psicoanalÃtica, en su imbricación teoria y práxis. La sublimación nos señala una dimensión de lo singular que, antes de se oponer, se anuda a lo universal. Por qué son valorizados los produtos de la sublimación? En qué ámbito ubicar este aprecio por la obra de arte, por ejemplo? Éstas son unas de las preguntas que nos instigan. De hecho, la cuestión es amplia y tiene su cuna en la clÃnica, ya que de ahà notamos el movimiento desde una impotencia hacia una imposibilidad. Cuestión con todo un alcance en la cultura, mientras nos enseña la diferencia fundamental que hay entre la fijación involucrada en la idealización y la mobilidade que nos oferece la sublimación, la cual es siempre una deriva y implica creación. Metodológicamente, nuestro trabajo se orienta por la investigación, tal cual se da con frecuencia en psicoanálisis, buscando no apartar los elementos clÃnicos de la teorÃa. Además, buscamos analisar el concepto de sublimación, cuestionando sus fundamentos, evidenciando la inconsistencia que lo caracteriza, a fin de le conferir una nueva forma - aunque confrontando los diversos aspectos elegidos en la concepción del término, incluso con otros campos ajenos al psicoanálisis (estética, filosofia) -, mirarlo bajo otra perspectiva.. Asà también se constituyo el esfuerzo de Freud, ya que la investigación, en psicoanálisis, implica el empeño del investigador (la teorÃa adviene de una clÃnica, punto de origen de nuestro estudio) y, por consecuencia, hay una remodulación en la teorización, la cual refleja el propio movimiento de la clÃnica. Lo inédito de cada caso de la clÃnica es asà un correlato de lo singular que se muestra en el proceso de sublimación, por el cual la creación de un individuo logra conquistar espacio en el campo del Otro, entablando lazos sociales otros, sin que, por ello, uno se niegue a si propio, su singularidad, o ignore la dimensión de un imposible. Los horizontes a que nos conducen esta investigación nos permÃten trazar los aspectos éticos de la experiênciaclÃnica, en psicoanalisis, y que orientan su práxis. AsÃ, por medio del análisis y del estudio de un concepto en el campo psicoanalÃtico, logramos dilucidar lo que él refleja en la clÃnica y, por ende, en la cultura, es decir, donde el sujeto forma lazos sociales. La sublimación señala asà algo esencial de la pulsión, otro concepto también fundamental, que representa la posibilidad de entablar lazos sociales otros, de manera que ante lo imposible y lo raro de la experiencia humana algo sea creado. De un punto de vista teórico, nuestra discusión se vuelca en una cuestión estrictamente ética. ¿Qué orienta, pues, nuestras relaciones con lo real, región adonde nos conduce la experiencia psicoanalitica, y, qué posiciones asumimos ante nuestro sufrimiento - una que se adapta a los ideales o otra que crea algo a partir de lo imposible, sin que lo rechaze? El concepto de sublimación señala pues dos aspectos fundamentales de la cuestión ética planteada por el psicoanálisis, en la medida en que ella se aleja de los ideales, que muchas veces se transfiguran en normas e patrones, o se acerca de un rasgo singular sin menoscabar lo general que ello implica. Y, en todas estas direcciones, hay implicaciones y consecuencias que se figuran como teóricas y, en mayor alcance, como polÃticas y culturales. He aquà el argumento que es el telón de fondo de nuestra investigación
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Lo que aquà se propone el autor será un armado, un recorrido, una puesta en relación del marco teórico del Dispositivo del Pase, con lo que le debemos a la experiencia psicoanalÃtica y el material testimonial de Pasadores, nominados con el tÃtulo de Analistas de Escuela y Carteles, con el objetivo de establecer una correlación posible entre este dispositivo y el proceso analÃtico, destacando en ese cruce la importancia de la voz como objeto a. En el Dispositivo del Pase se tratarÃa de cernir un saber correlativo a un cambio de posición del candidato en relación al saber, cierta certeza del encuentro con ese saber, junto a la caÃda del sujeto supuesto alsaber, lo que determina el ingreso a la operación del Pase. Por otra parte, el Pasador, encarna cierta nesciencia, cierta ignorancia, desde el mismo momento que desconoce su designación. Para cumplir esta función, la relativa inocencia permite asegurar la transmisión del testimonio. El Pasador es asà ciegamente fiel a lo que informa y al mismo tiempo puede ser la placa sensible portadora de la huella del encuentro con un sujeto para quien el saber no es ya lo mismo. Ahora bien, ¿de que se sostiene el pasador en esa experiencia? De una posición de destitución subjetiva a la vez que se presta a 'encarnar', a dar voz (una vÃa) cierto trayecto pulsional, preservándose de los efectos excesivos de goce que ello podrÃa inducir. Lacan en la primera versión de la Proposición (1967) sitúa al Pasador, en el lugar de la pulsión. El Pasador se presta en efecto a ese trayecto de la pulsión invocante: oÃr (su pasividad), ser oÃdo (sus preguntas activas alpasante) y hacerse oÃr (por el Cartel). Según consta en aquellos materiales hay 'algo que pasa' en el momento del Dispositivo del Pase, 'algo' que se transmite desde el pasante al pasador, y que es verificado en algunos casos por los Carteles, con el consiguiente nombramiento. Partiendo ahora de lo que se le debe al psicoanálisis, en el trabajo analÃtico, no es otra cosa que la pulsión la que contesta por el sujeto del significante, cuando se le pide al analizante que hable. Asà descifrar la metonimia pulsional en la palabra del analizante orienta nuestra interpretación hacia el goce buscado, o al conseguido que no es lo mismo. Si entonces el ser habla con su cuerpo y lo que responde por el sujeto del significante es la pulsión, rodeada, alcanzada, y descifrada a través de su dimensión metonÃmica en la palabra, el autor se pregunta sobre las vicisitudes de la pulsión al 'pasar el Pase', Pasadores y Cartel mediante. Dada la importancia localizada en aquello que 'contesta' o 'responde' por el ser, y/o por el sujeto del significante, se podrÃa formular la articulación de homologar este proceso a esta otra práctica de lengua, que es el dispositivo del Pase, en cuanto que es guiado por la voz, único medio y único lazo entre los participantes. La voz por un lado y la función del pasador por otro 'encarnan', son una 'huella' o 'dan vida' a un cierto trayecto libidinal. SerÃa entonces, la voz, pero en su dimensión de voz como objeto a, lo que intervendrÃa, en el paralelo aquà establecido entre el dispositivo del Pase como prácticas de lenguas y práctica de análisis
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El contexto cultural atraviesa al sujeto apuntando a suturar su división en tanto su búsqueda de identidad naufraga en la universalización de los estilos de vida comandados por la época. Tal comandancia sostenida por el amo moderno, a partir de una mutación de discurso, produce la realidad de la época. La deformación del discurso amo presentada por Lacan en la Conferencia de Milán, se genera por la inversión de los lugares del sujeto y del significante amo. De tal forma que el sujeto queda en contacto directo y sin la intermediación de la doble barra que lo distanciaba respecto del objeto a. Siendo el sujeto quien ostenta ahora el lugar del agente por precipitación al fondo del significante amo que otrora ordenaba. Se pasa asà del reinado del ideal del yo al del yo ideal, en tanto están en la cúspide los objetos obturadores de la falta dispuestos a taponar lo que la época les indique. En otras palabras, la identificación a partir del Ideal del yo se hace frágil por la inconsistencia del Otro, quien ya no rige y, en su lugar, numerosos objetos imponen su presencia en tanto una voz atronadora empuja a una satisfacción directa e inmediata. El sujeto arbitra procurando sus identificaciones y buscando parecerse al objeto que consume dirigiéndose, como los primitivos, a adquirir los rasgos que el mismo detenta. De ahà que las identificaciones sean lábiles como meras imitaciones sin mediar la castración. El amo antiguo de la sociedad disciplinaria dejó paso al amo moderno de la sociedad del espectáculo, siendo tanta la mostración que embota al sujeto. Lo sumerge en un profundo adormecimiento que le impide ver, viéndose sólo a sà mismo y rechazando al Otro. Este rechazo que produce la ruptura del lazo social, está presente en cada una de las llamadas nuevas patologÃas de la época, donde la función del Otro simbólico ya no es efectiva.La actual conmoción cultural toca todos los aspectos de la vida y tiñe con sus matices al dispositivo propio del análisis, redoblando el rechazo a la lógica del no-todo propio de la castración, para enseñorear las leyes del mercado con su movimiento pendular del todo o nada. Ante el individualismo a ultranza contemporáneo, el psicoanálisis hace su oposición trabajando con el sujeto como efecto de discurso, haciendo lazo por la transferencia a partir del deseo del analista. Contrapuesto al mandato del amo moderno que está aliado a la tiránica exigencia superyoica de goce, el psicoanálisis posibilita el surgimiento del sujeto deseante. Para el tratamiento de lo real del sÃntoma el psicoanálisis se dirige por la vÃa del semblante. El analista como semblante del objeto a toma posición en el discurso y el sujeto se dirige a él suponiéndole un saber como efecto del establecimiento de la transferencia. El deseo del analista no reviste el mismo estatuto que el deseo del inconsciente y en su encuentro con el sujeto la transferencia opera como obstáculo a la relación dual. El deseo del analista funciona como sostén del objeto a y pone en juego un vacÃo posibilitador para el surgimiento del deseo del sujeto. Instala una distancia entre el Ideal y el objeto a atendiendo la demanda a la que no responde sino en un más allá del amor. Para lo cual se abstiene de comprender volviendo operativo el semblante como única vÃa de tratar lo real. El vacÃo que posibilita es ofrecido para hacer surgir la singularidad del sujeto que la época busca desconocer aplastándola con el rótulo de lo patológico que hay que eliminar, desde un pseudo discurso sin fisuras y sin pérdidas que impone la homogeneización de los estilos de vida sin cupo para la diferencia constantemente expulsada. Objetivos: -Ubicar el malestar de la civilización como algo de orden estructural que cada era conoce y los rasgos coyunturales de la época como caracterÃsticos de la misma. Estos rasgos son efecto de un cúmulo de factores que marcan las coordenadas del momento a nivel social, polÃtico,económico, religioso, y de otros aspectos culturales. -Plantear las salidas posibles desde la perspectiva psicoanalÃtica a la problemática de la aporÃa actual. MetodologÃa: Análisis teórico, descriptivo, expositivo y argumental dela temática propuesta para alcanzar los objetivos planteados. Resultados: Situación de las variables en juego en contexto actual que permiten abrir nuevos interrogantes a la altura de la subjetividad moderna. Conclusiones: Ante el individualismo a ultranza contemporáneo el psicoanálisis hace su oposición, trabajando con el sujeto como efecto de discurso, haciendo lazo con la transferencia a partir del deseo del analista. Contrapuesto al mandato del amo moderno que está aliado a la tiránica exigencia superyoica de goce, el psicoanálisis posibilita el surgimiento del sujeto deseante
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Este trabajo, realizado en el marco del programa de adscriptos y auxiliares de la cátedra de teorÃa psicoanalÃtica, se propone rastrear las diversas concepciones de cuerpo que aparecen en dos textos representantes de momentos especÃficos de la obra freudiana: 'Tres ensayos de teorÃa sexual' (1905) e 'Introducción del narcisismo' (1914). La pregunta que orientó este trabajo de investigación fue: ¿Es el cuerpo un concepto en la obra freudiana?, que puede especificarse en las preguntas siguientes: ¿Qué cuerpo supone hablar de pulsión sexual? ¿Confluyen las diversas nociones de cuerpo? ¿Cómo? ¿Se puede pensar en la supremacÃa de unas sobre las otras? ¿Qué concepción de cuerpo subyace al autoerotismo? ¿Y qué concepción al narcisismo? Con estas claves de lectura se realizó una revisión de los artÃculos mencionados en pos de situar qué noción de cuerpo subyace a los mismos. La metodologÃa elegida para esta investigación fue la de la revisión bibliográfica a partir de una clave de lectura. Dicha revisión es entendida como un rastreo histórico, pensando en una historia regida por el nachträglich, donde un segundo momento de la lectura modifica lo comprendido hasta entonces, y no una historia lineal donde lo antes dicho queda sólo como registro. La revisión realizada llevó a establecer que en 1905, la noción de cuerpo aparece en referencia a las partes del cuerpo, contrastando esta parcialización del cuerpo con el uso de la noción en singular, un cuerpo y con la idea del cuerpo como propio, como un todo. Se suman a estos usos, el del cuerpo como bisexual y el del cuerpo ligado a lo orgánico. En 1905 es el cuerpo en relación a la sexualidad el que se va erogeneizando a través del recorrido que hace la pulsión parcial, deviniendo asà un cuerpo fragmentado tanto por las zonas erógenas como a partir de los objetos. Agregándole, en 1915, a cada alteración de la erogeneidad en el interior de los órganos, una alteración paralela de la investidura libidinal dentro del yo. A partir del movimiento libidinal del narcisismo se constituye el cuerpo como uno, en el sentido del cuerpo unificado de una imagen. Al cuerpo como lugares del mismo que responde a la lógica pulsional de la satisfacción, se agrega el yo-cuerpo que se nombra como uno y que responde a la lógica de la identificación. Como conclusión inicial, encuentro que la noción de cuerpo no es unÃvoca, sino que además es problemática en su designación, dado que conviven en ella varios sentidos. La referencia de lo que denominamos 'cuerpo' dependerá del registro desde el cual estemos hablando, no siendo una categorÃa dada desde los orÃgenes de la vida psÃquica, sino una concepción a 'construir', cuya dinámica no supone la superación sino la articulación de diversas referencias y lógicas de funcionamiento que se relacionan sin anularse o suprimirse en vÃas de una sÃntesis