Caracterização do gene vip3A e toxicidade da proteína Vip3Aa50 à lagarta-do-cartucho e à lagarta-da-soja

O objetivo deste trabalho foi caracterizar o gene vip3A de Bacillus thuringiensis e verificar a toxicidade da proteína Vip3Aa50 a larvas da lagarta-do-cartucho (Spodoptera frugiperda) e da lagarta-da-soja (Anticarsia gemmatalis). O gene vip3A foi amplificado por PCR, com iniciadores específicos, e gerou um fragmento de 2.370 pb. Esse fragmento foi clonado em vetor pGEM-T Easy e, em seguida, sequenciado, subclonado em vetor de expressão pET-28a (+) e inserido em células de Escherichia coli BL21 (DE3). A expressão da proteína Vip3Aa50 foi induzida por isopropil-β-D-1-tiogalactopiranosídeo (IPTG), visualizada em SDS-PAGE e detectada por Western blot. Os ensaios de toxicidade revelaram alta atividade da proteína Vip3Aa50 contra as larvas neonatas da lagarta-da-soja e da lagarta-do-cartucho, com CL50 de 20,3 e 79,6 ng cm-2, respectivamente. O gene vip3Aa50 é um novo gene da classe vip3A.

Potencial predatório de Carabidae e Staphylinidae (Coleoptera) sobre a lagarta-da-soja

Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado de São Paulo (FAPESP)

O asilo para os sem-teto e a construção da 'falsa consciência': segundo Siegfried Kracauer

The chapter “Asylum for the homeless” is crucial to the construction of Siegfried Kracauer´s Die Angestellten (The salaried masses) In it, the “canera eye” of the inquisitive observer reveals the cultural-ideological mechanisms responsable for the constructions of “false consciouness” of the emergent salaried class during the twilight of the Weimar Republic – the fundation of Kracauer´s interpretation of the methods of totalitarian propaganda and mass manipulation, wich he developed in the exile after 1933.

Difesa della Musica moderna contro la falsa opinione del Vescovo Cirillo Franco

[Verf.: Johann IV, König von Portugal]

La dificultad de aprehensión de lo real en La casa inundada y la Explicación falsa de mis cuentos de Felisberto Hernández

La escritura de Felisberto Hernández descoloca e inquieta, haciendo tambalear ciertos postulados tradicionales estrechamente relacionados con el pensamiento cartesiano y la primacía incuestionable de la razón. A partir del análisis de La casa inundada (1960) y un documento estético denominado Explicación falsa de mis cuentos (1955) se intentará demostrar cómo el supuesto del lenguaje "como tabla espontánea y cuadrícula primera de las cosas, como enlace indispensable entre la representación y los seres" (Foucault 2002: 205) es puesto en crisis, generando zonas de imprecisión y opacidad. Así, el lenguaje deja de entenderse como el espejo o vehículo de la realidad, permitiendo, en cambio, la exploración de "otros mundos posibles"

Las estelas fronterizas y falsa-puerta como delimitadoras del espacio físico y simbólico en Egipto

El concepto de "frontera" resulta problemático debido al uso corriente que se le da al término. Está naturalizada la noción de una frontera exclusiva: una barrera que divide un territorio A de un territorio no-A, rigiendo el principio aristotélico del tercero excluido. Para el estudio de sociedades de la antigüedad debemos necesariamente desembarazarnos de tales preconceptos. En el presente trabajo nos proponemos observar la factibilidad de utilizar tal concepto para entender las divisiones (no sólo físicas) en el Antiguo Egipto. Teniendo en cuenta el uso reiterado de estelas en la demarcación del espacio proponemos, a partir del estudio de las mismas, interrogarnos acerca de qué es exactamente lo que ellas delimitan y por qué se las utiliza para ello. Los casos testigo de las estelas que marcan el límite de la ciudad de Akhetatón y las llamadas falsa-puerta nos servirán para ilustrar nuestras tesis. Las primeras, erigidas para ser vistas, decretan un límite físico; las segundas, ocultas dentro de tumbas privadas, hacen las veces de límite entre el mundo de los vivos y el de los muertos. En apariencia diferentes, encierran en realidad una misma función: separar regiones cósmicas, manteniendo al Caos fuera del territorio donde reina el Orden.

Las estelas fronterizas y falsa-puerta como delimitadoras del espacio físico y simbólico en Egipto

El concepto de "frontera" resulta problemático debido al uso corriente que se le da al término. Está naturalizada la noción de una frontera exclusiva: una barrera que divide un territorio A de un territorio no-A, rigiendo el principio aristotélico del tercero excluido. Para el estudio de sociedades de la antigüedad debemos necesariamente desembarazarnos de tales preconceptos. En el presente trabajo nos proponemos observar la factibilidad de utilizar tal concepto para entender las divisiones (no sólo físicas) en el Antiguo Egipto. Teniendo en cuenta el uso reiterado de estelas en la demarcación del espacio proponemos, a partir del estudio de las mismas, interrogarnos acerca de qué es exactamente lo que ellas delimitan y por qué se las utiliza para ello. Los casos testigo de las estelas que marcan el límite de la ciudad de Akhetatón y las llamadas falsa-puerta nos servirán para ilustrar nuestras tesis. Las primeras, erigidas para ser vistas, decretan un límite físico; las segundas, ocultas dentro de tumbas privadas, hacen las veces de límite entre el mundo de los vivos y el de los muertos. En apariencia diferentes, encierran en realidad una misma función: separar regiones cósmicas, manteniendo al Caos fuera del territorio donde reina el Orden.

La dificultad de aprehensión de lo real en La casa inundada y la Explicación falsa de mis cuentos de Felisberto Hernández

La escritura de Felisberto Hernández descoloca e inquieta, haciendo tambalear ciertos postulados tradicionales estrechamente relacionados con el pensamiento cartesiano y la primacía incuestionable de la razón. A partir del análisis de La casa inundada (1960) y un documento estético denominado Explicación falsa de mis cuentos (1955) se intentará demostrar cómo el supuesto del lenguaje "como tabla espontánea y cuadrícula primera de las cosas, como enlace indispensable entre la representación y los seres" (Foucault 2002: 205) es puesto en crisis, generando zonas de imprecisión y opacidad. Así, el lenguaje deja de entenderse como el espejo o vehículo de la realidad, permitiendo, en cambio, la exploración de "otros mundos posibles"

Las estelas fronterizas y falsa-puerta como delimitadoras del espacio físico y simbólico en Egipto

El concepto de "frontera" resulta problemático debido al uso corriente que se le da al término. Está naturalizada la noción de una frontera exclusiva: una barrera que divide un territorio A de un territorio no-A, rigiendo el principio aristotélico del tercero excluido. Para el estudio de sociedades de la antigüedad debemos necesariamente desembarazarnos de tales preconceptos. En el presente trabajo nos proponemos observar la factibilidad de utilizar tal concepto para entender las divisiones (no sólo físicas) en el Antiguo Egipto. Teniendo en cuenta el uso reiterado de estelas en la demarcación del espacio proponemos, a partir del estudio de las mismas, interrogarnos acerca de qué es exactamente lo que ellas delimitan y por qué se las utiliza para ello. Los casos testigo de las estelas que marcan el límite de la ciudad de Akhetatón y las llamadas falsa-puerta nos servirán para ilustrar nuestras tesis. Las primeras, erigidas para ser vistas, decretan un límite físico; las segundas, ocultas dentro de tumbas privadas, hacen las veces de límite entre el mundo de los vivos y el de los muertos. En apariencia diferentes, encierran en realidad una misma función: separar regiones cósmicas, manteniendo al Caos fuera del territorio donde reina el Orden.

La dificultad de aprehensión de lo real en La casa inundada y la Explicación falsa de mis cuentos de Felisberto Hernández

La escritura de Felisberto Hernández descoloca e inquieta, haciendo tambalear ciertos postulados tradicionales estrechamente relacionados con el pensamiento cartesiano y la primacía incuestionable de la razón. A partir del análisis de La casa inundada (1960) y un documento estético denominado Explicación falsa de mis cuentos (1955) se intentará demostrar cómo el supuesto del lenguaje "como tabla espontánea y cuadrícula primera de las cosas, como enlace indispensable entre la representación y los seres" (Foucault 2002: 205) es puesto en crisis, generando zonas de imprecisión y opacidad. Así, el lenguaje deja de entenderse como el espejo o vehículo de la realidad, permitiendo, en cambio, la exploración de "otros mundos posibles"