925 resultados para Julián del Casal o los pliegues del deseo
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Este libro contiene una reflexión acerca de la constitución del amor, en la que se indaga cómo el cerebro procesa este sentimiento y cómo la cultura cuenta esa experiencia a través de narrativas audiovisuales. El autor estudia el complejo proceso amatorio en la serie de televisión Grey´s Anatomy, en la que se representa la experiencia de amar atrapando a los espectadores en el vértigo de las emociones y el relato. La identificación del espectador con este tipo de series televisivas, se logra por el uso de recursos cinematográficos que acercan estas narrativas más al cine que al melodrama, en las que la música se fusiona con los planos, provocando una modificación en la percepción a través de la rememoración de la experiencia personal. El amor está inscrito en la estructura cerebral, al igual que lo está el lenguaje. Nos enamoramos fenomenológicamente, es decir, perceptivamente: a través de la mirada; con ella la experiencia individual y cultural se refleja en el objeto del deseo amoroso. El estudio concluye que los relatos audiovisuales sobre el amor constituyen en sí mismos un proceso comunicativo, cuyo fin es hacer sentir el amor a los espectadores.
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[ES] La evolución historiográfica ocurrida en los últimos años en relación con el mundo de las finanzas en general y las Haciendas reales en particular, ha generado grandes cambios en la percepción del interés por el gasto de los Estados. La potenciación del deseo de observar cómo las Monarquías del Antiguo Régimen gestionan la atención a sus necesidades, conlleva aparejada una creciente atención por el estudio de los organismos encargados de dicha actuación. Entre estas instituciones destaca en la España del siglo XVIII la Tesorería Mayor o Tesorería General. Su estudio permite conocer la evolución política de la Monarquía y de su relación con las finanzas privadas desde una perspectiva diferente. Los estudios centrados en la actuación de este organismo, su composición interna, su estructura territorial, los mecanismos de su ordenación contable y, en definitiva, cualquier tipo de actuación ocurrida dentro del ámbito de su gestión son el objeto del presente estudio.
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En el ensayo La moral du joujou Baudelaire (1854) hace una especie de taxonomía del juguete. En la división que propone se destacan los juguetes primitivos o bárbaros, los juguetes vivos, los juguetes científicos, hasta llegar a la última categoría de los "juguetes con alma". Lo interesante es que la maquinaria expuesta en la novela arltiana, El juguete rabioso (1926), está impregnada por estas tres divisiones. Los juguetes científicos, aquellos de los cuales Baudelaire decide no entrar en la discusión en términos de buenos o malos, son apreciados para el protagonista, Silvio Astier-inventor, aunque su condición social y su inventiva (parte de elementos simples y rudimentarios), lo inclinarían al grupo de los juguetes bárbaros. En última instancia, la posibilidad de pensar un juguete con alma, en Roberto Arlt, sería articular un aparejo que terminaría por inquietar un juguete rabioso. No sólo las invenciones de Silvio Astier podrían comportarse como juguetes, en el sentido que ellos abandonan los usos presumiblemente serios, en términos de conducta social aceptable, sino que es puesta "en juego" toda una economía del deseo atravesada por la dimensión lúdica, en la primera novela de Arlt. Una complejidad que funciona como un desesperado intento de legitimar la imaginación, incesantemente puesta a prueba por el mundo adulto, por las cabezas de las instituciones; En definitiva, por la esfera del poder
Resumo:
El presente trabajo se inscribe en un trabajo interno en el marco de la cátedra Teoría Psicoanalítica de la universidad Nacional de La Plata. En él nos proponemos realizar un recorrido por lo que S. Freud designó como 'ombligo del sueño' y el anudamiento de este punto de indecible, límite a la interpretación, con los conceptos de deseo y pulsión, para lo cual nos vamos a servir de la respuesta que le da J. Lacan a una pregunta que le realiza Marcel Ritter. La propuesta será avanzar en primer lugar en una lectura del capítulo VII del texto La interpretación de los sueños que se orientará por la sugerencia freudiana de tratar a los sueños como una urdimbre, hacer entonces de este texto un tejido. 'La Psicología de los procesos oníricos' titula Freud a este capítulo; y en la introducción del mismo articula su 'proyecto' de trabajo: 'obtener o fundamentar, una inferencia acerca de la construcción y el modo de trabajo del instrumento anímico'. 'Proyecto' decimos porque al leer este capítulo encontramos las trazas de ese texto sofocado, con el que sin lugar a dudas conversa: El proyecto de Psicología para neurólogos, al que tal vez podamos referirnos para esclarecer algunos puntos. 'Aun en los sueños mejor interpretados es preciso a menudo dejar un lugar en sombras, porque en la interpretación se observa que de ahí arranca una madeja de pensamientos oníricos que no se dejan desenredar, pero que tampoco, han hecho otras contribuciones al contenido del sueño. Entonces ese es el ombligo del sueño, el lugar en que él se asienta en lo no conocido. Los pensamientos oníricos con que nos topamos a raíz de la interpretación tienen que permanecer sin clausura alguna y desbordar en todas las direcciones dentro de la enmarañada red de nuestro mundo de pensamientos. Y desde un lugar más espeso de ese tejido se eleva luego el deseo del sueño como el hongo de su micelio'. Avanzaremos tomando esta cita freudiana como punto de partida, para esclarecer este concepto oscuro y pocas veces referido por Freud, realizando un rodeo por los diferentes apartados del texto en el intento de situar el ombligo del sueño en este primer ordenamiento metapsicológico. En segundo lugar proponemos una lectura del concepto de ombligo del sueño a partir de la elaboración teórica de J. Lacan. En enero del año 1975 se lleva a cabo una jornada de trabajo en Estrasburgo, es en el marco de esa actividad que Marcel Ritter interviene realizando una aclaración sobre el término freudiano \'Das Unerkannte\', el cual es posible traducirlo como \'lo no-reconocido\', y que Freud lo articula al \'ombligo del sueño\'. Proponemos trabajar una pregunta que le hace M. Ritter a J. Lacan en el marco de esas jornadas. Proponemos descomponer esa pregunta y trabajarla en tres partes: 1 ? ¿en este no ? reconocido, podemos ver ahí lo real no simbolizado? 2 - ¿de qué real se trata, es lo real pulsional? 3- ¿qué relaciones hay entre éste real con el deseo, ya que Freud articula el ombligo del sueño con el deseo?
Resumo:
El presente trabajo se abocara a estudiar la trasnferencia como fenómeno y la operación del analista en esta, ya que la dirección de la cura se hace en transferencia. Freud se fue encontrando en su experiencia clínica con la transferencia como una herramienta de la cura para determinar desde donde es demandado y escuchado el analista, desde donde es incluido en el conflicto neurótico. Al principio, se le atribuye a Freud operar desde un lugar de amo que paulatinamente revela el surgimiento del deseo del analista, noción que tendra que esperar a Lacan para su conceptualización. Así, Freud concibo a la transferencia como repetición, resistencia y motor de la cura, ontraindicando se intervenga por la vertiente sugestiva que también esta presente en la transferencia.Posteriormente, se necesitara del retorno de Lacan a la obra freudiana para que esta orientación sea nuevamente interrogada y el concepto de transferencia recupere su estatuto original. Lacan sitúa la transferencia al nivel de la estrategia ya que todo acto del analista tiene efecto por la posición que éste ocupa como lugar simbólico, es decir, en dependencia con el fantasma del analizante. Entonces, el analista dirige la cura, operando desde el lugar que ocupa, pero no al paciente. Dirigir la cura supone aplicar la regla fundamental de libre asociación, aunque ésta no lo es tanto ya que esta sujeta al deseo del analista. Así, el lugar que ocupe el analista como soporte de la transferencia esta fundado en el deseo del analista, es decir, en su ética. Es objetivo de esta propuesta determinar cual es la ética y, por ende, el deseo desde el cual opera el analista en la cura, en tanto nos permitira delimitar la dirección que tomara ésta y los posibles destinos de un sujeto intervenido, en un dispositivo donde la transferencia y el uso que de ella se hace, constituye una pieza clave. Para esto se establecera una distinción entre dos tipos de respuesta posibles a la demanda de análisis de un sujeto: - Algunos posfreudianos que afirmaron que el yo se encuentra debilitado por el conflicto y el analista debe acudir en auxilio de este yo, por lo tanto la acción debe orientarse hacia la realización de una reeducación emocional, lo que implicaría atribuirse, el propio terapeuta, un saber sobre lo que es mejor para el otro. El terapeuta resultaría funcional con la ética que rige el malestar en la cultura, conduciendo al malestar del deseo a través de su renuncia. - Por otro lado, Lacan que articulando la vertiente simbólica de la cadena significante con el goce del objeto a través del amor de transferencia posibilitara al analista operar sobre lo real a través de lo simbólico.De este modo, el analista opera desde el lugar que le da la transferencia del analizante, estando sostenida su presencia por el Otro simbólico del paciente. Como agalma puede captar el deseo del sujeto prestándose para cumplir esta función, sabiendo que enmascara el objeto que esta en causa para el analizante. Si esta operando el deseo del analista, el analizante podra localizar su deseo a partir de la falta de su signo en el Otro. En este caso, la ética en juego es una ética del deseo: el psicoanálisis se orienta del malestar al saber hacer con el síntoma, pasando por el deseo. Concluyendo, estas dos respuestas conducen hacia destinos con efectoscontrapuestos en la vida de un sujeto. Ambas derivaron de la lectura de la obra freudiana: una que perdió el sentido de su descubrimiento, otra que lo retomo. Entonces, la distinción radical que realiza el psicoanálisis entre el Otro del significante y el objeto a, obstaculiza toda posibilidad de asentar el dispositivo analítico en unacomunicación interpersonal. La identificación que favorece toda comunicación interpersonal es desalentada por el deseo del analista como función que empuja a la posición deseante, al más allá del amor de transferencia, donde el analista ofrece su presencia para que el objeto a adquiera su posición de semblante y reconduzca a la pulsión, posibilitando que el analizante pueda encontrarse con sus puntos de goce y hacer de ellos otra cosa que le implique menos sufrimiento. Que el analizante pueda encontrarse con que la falta es estructural e inherente a todo sujeto del lenguaje
Resumo:
El trabajo trata sobre un recorrido por la teorización psicoanalítica del amor tomando como referencia a Sigmund Freud y Jacques Lacan. Ello lleva desde la consideración freudiana del amor bajo los pliegues del narcisismo hasta la definición lacaniana del amor como dispositivo para sostener la diferencia heterónima del otro. Se refiere una antigua discusión que en el ámbito de la iglesia católica, llevó a la cuestión del amor puro y como, de alguna manera, el psicoanálisis la retoma. Esto realiza un camino por los distintos seminarios concluyendo en el seminario XX y la tesis central del no hay relación-proporción sexual. Y ello apunta a establecer las coordenadas necesarias para el desarrollo de una clínica de la des-pareja en los avatares de la vida contemporánea
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El trabajo trata sobre un recorrido por la teorización psicoanalítica del amor tomando como referencia a Sigmund Freud y Jacques Lacan. Ello lleva desde la consideración freudiana del amor bajo los pliegues del narcisismo hasta la definición lacaniana del amor como dispositivo para sostener la diferencia heterónima del otro. Se refiere una antigua discusión que en el ámbito de la iglesia católica, llevó a la cuestión del amor puro y como, de alguna manera, el psicoanálisis la retoma. Esto realiza un camino por los distintos seminarios concluyendo en el seminario XX y la tesis central del no hay relación-proporción sexual. Y ello apunta a establecer las coordenadas necesarias para el desarrollo de una clínica de la des-pareja en los avatares de la vida contemporánea
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En el ensayo La moral du joujou Baudelaire (1854) hace una especie de taxonomía del juguete. En la división que propone se destacan los juguetes primitivos o bárbaros, los juguetes vivos, los juguetes científicos, hasta llegar a la última categoría de los "juguetes con alma". Lo interesante es que la maquinaria expuesta en la novela arltiana, El juguete rabioso (1926), está impregnada por estas tres divisiones. Los juguetes científicos, aquellos de los cuales Baudelaire decide no entrar en la discusión en términos de buenos o malos, son apreciados para el protagonista, Silvio Astier-inventor, aunque su condición social y su inventiva (parte de elementos simples y rudimentarios), lo inclinarían al grupo de los juguetes bárbaros. En última instancia, la posibilidad de pensar un juguete con alma, en Roberto Arlt, sería articular un aparejo que terminaría por inquietar un juguete rabioso. No sólo las invenciones de Silvio Astier podrían comportarse como juguetes, en el sentido que ellos abandonan los usos presumiblemente serios, en términos de conducta social aceptable, sino que es puesta "en juego" toda una economía del deseo atravesada por la dimensión lúdica, en la primera novela de Arlt. Una complejidad que funciona como un desesperado intento de legitimar la imaginación, incesantemente puesta a prueba por el mundo adulto, por las cabezas de las instituciones; En definitiva, por la esfera del poder
Resumo:
El presente trabajo se inscribe en un trabajo interno en el marco de la cátedra Teoría Psicoanalítica de la universidad Nacional de La Plata. En él nos proponemos realizar un recorrido por lo que S. Freud designó como 'ombligo del sueño' y el anudamiento de este punto de indecible, límite a la interpretación, con los conceptos de deseo y pulsión, para lo cual nos vamos a servir de la respuesta que le da J. Lacan a una pregunta que le realiza Marcel Ritter. La propuesta será avanzar en primer lugar en una lectura del capítulo VII del texto La interpretación de los sueños que se orientará por la sugerencia freudiana de tratar a los sueños como una urdimbre, hacer entonces de este texto un tejido. 'La Psicología de los procesos oníricos' titula Freud a este capítulo; y en la introducción del mismo articula su 'proyecto' de trabajo: 'obtener o fundamentar, una inferencia acerca de la construcción y el modo de trabajo del instrumento anímico'. 'Proyecto' decimos porque al leer este capítulo encontramos las trazas de ese texto sofocado, con el que sin lugar a dudas conversa: El proyecto de Psicología para neurólogos, al que tal vez podamos referirnos para esclarecer algunos puntos. 'Aun en los sueños mejor interpretados es preciso a menudo dejar un lugar en sombras, porque en la interpretación se observa que de ahí arranca una madeja de pensamientos oníricos que no se dejan desenredar, pero que tampoco, han hecho otras contribuciones al contenido del sueño. Entonces ese es el ombligo del sueño, el lugar en que él se asienta en lo no conocido. Los pensamientos oníricos con que nos topamos a raíz de la interpretación tienen que permanecer sin clausura alguna y desbordar en todas las direcciones dentro de la enmarañada red de nuestro mundo de pensamientos. Y desde un lugar más espeso de ese tejido se eleva luego el deseo del sueño como el hongo de su micelio'. Avanzaremos tomando esta cita freudiana como punto de partida, para esclarecer este concepto oscuro y pocas veces referido por Freud, realizando un rodeo por los diferentes apartados del texto en el intento de situar el ombligo del sueño en este primer ordenamiento metapsicológico. En segundo lugar proponemos una lectura del concepto de ombligo del sueño a partir de la elaboración teórica de J. Lacan. En enero del año 1975 se lleva a cabo una jornada de trabajo en Estrasburgo, es en el marco de esa actividad que Marcel Ritter interviene realizando una aclaración sobre el término freudiano \'Das Unerkannte\', el cual es posible traducirlo como \'lo no-reconocido\', y que Freud lo articula al \'ombligo del sueño\'. Proponemos trabajar una pregunta que le hace M. Ritter a J. Lacan en el marco de esas jornadas. Proponemos descomponer esa pregunta y trabajarla en tres partes: 1 ? ¿en este no ? reconocido, podemos ver ahí lo real no simbolizado? 2 - ¿de qué real se trata, es lo real pulsional? 3- ¿qué relaciones hay entre éste real con el deseo, ya que Freud articula el ombligo del sueño con el deseo?
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El presente trabajo se abocara a estudiar la trasnferencia como fenómeno y la operación del analista en esta, ya que la dirección de la cura se hace en transferencia. Freud se fue encontrando en su experiencia clínica con la transferencia como una herramienta de la cura para determinar desde donde es demandado y escuchado el analista, desde donde es incluido en el conflicto neurótico. Al principio, se le atribuye a Freud operar desde un lugar de amo que paulatinamente revela el surgimiento del deseo del analista, noción que tendra que esperar a Lacan para su conceptualización. Así, Freud concibo a la transferencia como repetición, resistencia y motor de la cura, ontraindicando se intervenga por la vertiente sugestiva que también esta presente en la transferencia.Posteriormente, se necesitara del retorno de Lacan a la obra freudiana para que esta orientación sea nuevamente interrogada y el concepto de transferencia recupere su estatuto original. Lacan sitúa la transferencia al nivel de la estrategia ya que todo acto del analista tiene efecto por la posición que éste ocupa como lugar simbólico, es decir, en dependencia con el fantasma del analizante. Entonces, el analista dirige la cura, operando desde el lugar que ocupa, pero no al paciente. Dirigir la cura supone aplicar la regla fundamental de libre asociación, aunque ésta no lo es tanto ya que esta sujeta al deseo del analista. Así, el lugar que ocupe el analista como soporte de la transferencia esta fundado en el deseo del analista, es decir, en su ética. Es objetivo de esta propuesta determinar cual es la ética y, por ende, el deseo desde el cual opera el analista en la cura, en tanto nos permitira delimitar la dirección que tomara ésta y los posibles destinos de un sujeto intervenido, en un dispositivo donde la transferencia y el uso que de ella se hace, constituye una pieza clave. Para esto se establecera una distinción entre dos tipos de respuesta posibles a la demanda de análisis de un sujeto: - Algunos posfreudianos que afirmaron que el yo se encuentra debilitado por el conflicto y el analista debe acudir en auxilio de este yo, por lo tanto la acción debe orientarse hacia la realización de una reeducación emocional, lo que implicaría atribuirse, el propio terapeuta, un saber sobre lo que es mejor para el otro. El terapeuta resultaría funcional con la ética que rige el malestar en la cultura, conduciendo al malestar del deseo a través de su renuncia. - Por otro lado, Lacan que articulando la vertiente simbólica de la cadena significante con el goce del objeto a través del amor de transferencia posibilitara al analista operar sobre lo real a través de lo simbólico.De este modo, el analista opera desde el lugar que le da la transferencia del analizante, estando sostenida su presencia por el Otro simbólico del paciente. Como agalma puede captar el deseo del sujeto prestándose para cumplir esta función, sabiendo que enmascara el objeto que esta en causa para el analizante. Si esta operando el deseo del analista, el analizante podra localizar su deseo a partir de la falta de su signo en el Otro. En este caso, la ética en juego es una ética del deseo: el psicoanálisis se orienta del malestar al saber hacer con el síntoma, pasando por el deseo. Concluyendo, estas dos respuestas conducen hacia destinos con efectoscontrapuestos en la vida de un sujeto. Ambas derivaron de la lectura de la obra freudiana: una que perdió el sentido de su descubrimiento, otra que lo retomo. Entonces, la distinción radical que realiza el psicoanálisis entre el Otro del significante y el objeto a, obstaculiza toda posibilidad de asentar el dispositivo analítico en unacomunicación interpersonal. La identificación que favorece toda comunicación interpersonal es desalentada por el deseo del analista como función que empuja a la posición deseante, al más allá del amor de transferencia, donde el analista ofrece su presencia para que el objeto a adquiera su posición de semblante y reconduzca a la pulsión, posibilitando que el analizante pueda encontrarse con sus puntos de goce y hacer de ellos otra cosa que le implique menos sufrimiento. Que el analizante pueda encontrarse con que la falta es estructural e inherente a todo sujeto del lenguaje
Resumo:
En el ensayo La moral du joujou Baudelaire (1854) hace una especie de taxonomía del juguete. En la división que propone se destacan los juguetes primitivos o bárbaros, los juguetes vivos, los juguetes científicos, hasta llegar a la última categoría de los "juguetes con alma". Lo interesante es que la maquinaria expuesta en la novela arltiana, El juguete rabioso (1926), está impregnada por estas tres divisiones. Los juguetes científicos, aquellos de los cuales Baudelaire decide no entrar en la discusión en términos de buenos o malos, son apreciados para el protagonista, Silvio Astier-inventor, aunque su condición social y su inventiva (parte de elementos simples y rudimentarios), lo inclinarían al grupo de los juguetes bárbaros. En última instancia, la posibilidad de pensar un juguete con alma, en Roberto Arlt, sería articular un aparejo que terminaría por inquietar un juguete rabioso. No sólo las invenciones de Silvio Astier podrían comportarse como juguetes, en el sentido que ellos abandonan los usos presumiblemente serios, en términos de conducta social aceptable, sino que es puesta "en juego" toda una economía del deseo atravesada por la dimensión lúdica, en la primera novela de Arlt. Una complejidad que funciona como un desesperado intento de legitimar la imaginación, incesantemente puesta a prueba por el mundo adulto, por las cabezas de las instituciones; En definitiva, por la esfera del poder
Resumo:
El trabajo trata sobre un recorrido por la teorización psicoanalítica del amor tomando como referencia a Sigmund Freud y Jacques Lacan. Ello lleva desde la consideración freudiana del amor bajo los pliegues del narcisismo hasta la definición lacaniana del amor como dispositivo para sostener la diferencia heterónima del otro. Se refiere una antigua discusión que en el ámbito de la iglesia católica, llevó a la cuestión del amor puro y como, de alguna manera, el psicoanálisis la retoma. Esto realiza un camino por los distintos seminarios concluyendo en el seminario XX y la tesis central del no hay relación-proporción sexual. Y ello apunta a establecer las coordenadas necesarias para el desarrollo de una clínica de la des-pareja en los avatares de la vida contemporánea
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El presente trabajo se inscribe en un trabajo interno en el marco de la cátedra Teoría Psicoanalítica de la universidad Nacional de La Plata. En él nos proponemos realizar un recorrido por lo que S. Freud designó como 'ombligo del sueño' y el anudamiento de este punto de indecible, límite a la interpretación, con los conceptos de deseo y pulsión, para lo cual nos vamos a servir de la respuesta que le da J. Lacan a una pregunta que le realiza Marcel Ritter. La propuesta será avanzar en primer lugar en una lectura del capítulo VII del texto La interpretación de los sueños que se orientará por la sugerencia freudiana de tratar a los sueños como una urdimbre, hacer entonces de este texto un tejido. 'La Psicología de los procesos oníricos' titula Freud a este capítulo; y en la introducción del mismo articula su 'proyecto' de trabajo: 'obtener o fundamentar, una inferencia acerca de la construcción y el modo de trabajo del instrumento anímico'. 'Proyecto' decimos porque al leer este capítulo encontramos las trazas de ese texto sofocado, con el que sin lugar a dudas conversa: El proyecto de Psicología para neurólogos, al que tal vez podamos referirnos para esclarecer algunos puntos. 'Aun en los sueños mejor interpretados es preciso a menudo dejar un lugar en sombras, porque en la interpretación se observa que de ahí arranca una madeja de pensamientos oníricos que no se dejan desenredar, pero que tampoco, han hecho otras contribuciones al contenido del sueño. Entonces ese es el ombligo del sueño, el lugar en que él se asienta en lo no conocido. Los pensamientos oníricos con que nos topamos a raíz de la interpretación tienen que permanecer sin clausura alguna y desbordar en todas las direcciones dentro de la enmarañada red de nuestro mundo de pensamientos. Y desde un lugar más espeso de ese tejido se eleva luego el deseo del sueño como el hongo de su micelio'. Avanzaremos tomando esta cita freudiana como punto de partida, para esclarecer este concepto oscuro y pocas veces referido por Freud, realizando un rodeo por los diferentes apartados del texto en el intento de situar el ombligo del sueño en este primer ordenamiento metapsicológico. En segundo lugar proponemos una lectura del concepto de ombligo del sueño a partir de la elaboración teórica de J. Lacan. En enero del año 1975 se lleva a cabo una jornada de trabajo en Estrasburgo, es en el marco de esa actividad que Marcel Ritter interviene realizando una aclaración sobre el término freudiano \'Das Unerkannte\', el cual es posible traducirlo como \'lo no-reconocido\', y que Freud lo articula al \'ombligo del sueño\'. Proponemos trabajar una pregunta que le hace M. Ritter a J. Lacan en el marco de esas jornadas. Proponemos descomponer esa pregunta y trabajarla en tres partes: 1 ? ¿en este no ? reconocido, podemos ver ahí lo real no simbolizado? 2 - ¿de qué real se trata, es lo real pulsional? 3- ¿qué relaciones hay entre éste real con el deseo, ya que Freud articula el ombligo del sueño con el deseo?
Resumo:
El presente trabajo se abocara a estudiar la trasnferencia como fenómeno y la operación del analista en esta, ya que la dirección de la cura se hace en transferencia. Freud se fue encontrando en su experiencia clínica con la transferencia como una herramienta de la cura para determinar desde donde es demandado y escuchado el analista, desde donde es incluido en el conflicto neurótico. Al principio, se le atribuye a Freud operar desde un lugar de amo que paulatinamente revela el surgimiento del deseo del analista, noción que tendra que esperar a Lacan para su conceptualización. Así, Freud concibo a la transferencia como repetición, resistencia y motor de la cura, ontraindicando se intervenga por la vertiente sugestiva que también esta presente en la transferencia.Posteriormente, se necesitara del retorno de Lacan a la obra freudiana para que esta orientación sea nuevamente interrogada y el concepto de transferencia recupere su estatuto original. Lacan sitúa la transferencia al nivel de la estrategia ya que todo acto del analista tiene efecto por la posición que éste ocupa como lugar simbólico, es decir, en dependencia con el fantasma del analizante. Entonces, el analista dirige la cura, operando desde el lugar que ocupa, pero no al paciente. Dirigir la cura supone aplicar la regla fundamental de libre asociación, aunque ésta no lo es tanto ya que esta sujeta al deseo del analista. Así, el lugar que ocupe el analista como soporte de la transferencia esta fundado en el deseo del analista, es decir, en su ética. Es objetivo de esta propuesta determinar cual es la ética y, por ende, el deseo desde el cual opera el analista en la cura, en tanto nos permitira delimitar la dirección que tomara ésta y los posibles destinos de un sujeto intervenido, en un dispositivo donde la transferencia y el uso que de ella se hace, constituye una pieza clave. Para esto se establecera una distinción entre dos tipos de respuesta posibles a la demanda de análisis de un sujeto: - Algunos posfreudianos que afirmaron que el yo se encuentra debilitado por el conflicto y el analista debe acudir en auxilio de este yo, por lo tanto la acción debe orientarse hacia la realización de una reeducación emocional, lo que implicaría atribuirse, el propio terapeuta, un saber sobre lo que es mejor para el otro. El terapeuta resultaría funcional con la ética que rige el malestar en la cultura, conduciendo al malestar del deseo a través de su renuncia. - Por otro lado, Lacan que articulando la vertiente simbólica de la cadena significante con el goce del objeto a través del amor de transferencia posibilitara al analista operar sobre lo real a través de lo simbólico.De este modo, el analista opera desde el lugar que le da la transferencia del analizante, estando sostenida su presencia por el Otro simbólico del paciente. Como agalma puede captar el deseo del sujeto prestándose para cumplir esta función, sabiendo que enmascara el objeto que esta en causa para el analizante. Si esta operando el deseo del analista, el analizante podra localizar su deseo a partir de la falta de su signo en el Otro. En este caso, la ética en juego es una ética del deseo: el psicoanálisis se orienta del malestar al saber hacer con el síntoma, pasando por el deseo. Concluyendo, estas dos respuestas conducen hacia destinos con efectoscontrapuestos en la vida de un sujeto. Ambas derivaron de la lectura de la obra freudiana: una que perdió el sentido de su descubrimiento, otra que lo retomo. Entonces, la distinción radical que realiza el psicoanálisis entre el Otro del significante y el objeto a, obstaculiza toda posibilidad de asentar el dispositivo analítico en unacomunicación interpersonal. La identificación que favorece toda comunicación interpersonal es desalentada por el deseo del analista como función que empuja a la posición deseante, al más allá del amor de transferencia, donde el analista ofrece su presencia para que el objeto a adquiera su posición de semblante y reconduzca a la pulsión, posibilitando que el analizante pueda encontrarse con sus puntos de goce y hacer de ellos otra cosa que le implique menos sufrimiento. Que el analizante pueda encontrarse con que la falta es estructural e inherente a todo sujeto del lenguaje
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In this paper the Alpine cleavage affecting the Permo-Triassic series of the Espadan Range (Castellón) is studied. Cleavage affects to argillites and sandstones in Saxonian and Buntsandstein facies. At cartographic scale it is linked with the Espadan box anticline with constant ONO-ESE trend. At microscoscopic scale it constitutes a “spaced cleavage” with a predominance of pressure solution and passive rotation mechanisms. At outcrop scale the cleavage characterizes by a sigmoidal geometry linked both the post-cleavage flexural slip as a cleavage-related flexural flow mechanism. The proposed kinematic model to explain its origin includes three main stages: 1) incipient development of cleavage linked to layer-parallel shortening, 2) buckling and increasing of cleavage penetrativity and 3) folfing amplification and layer-parallel shear. RESUMEN Se estudia la esquistosidad alpina que afecta a la serie Permo-Triásica de la Sierra de Espadán, (Castellón). La esquistosidad afecta a los tramos argilíticos y areniscosos en facies Saxoniense y Buntsandstein, con distinto grado de penetratividad. A escala cartográfica se asocia al anticlinal de Espadán con geometría en cofre y orientación ONO-ESE. A escala microestructural se clasifica como esquistosidad espaciada con predominio de los mecanismos de disolución por presión y rotación mecánica de filosilicatos. A escala de afloramiento destaca la geometría sigmoidal de las superficies de esquistosidad atribuida tanto a un mecanismo post-esquistoso de flexodeslizamiento en las capas competentes como a flexofluencia sin-esquistosa en capas incompetentes. El modelo cinemático para su génesis contempla tres estadios: 1) desarrollo incipiente de esquistosidad en relación a acortamiento paralelo a las capas, 2) buckling e incremento del grado de penetratividad y 3) amplificación de los pliegues y cizalla simple paralela a las capas