923 resultados para Llano, José Nicolás del
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La violencia como condición de posibilidad de la literatura es una idea esbozada por Saer. Su planteamiento nos conduce a reflexionar sobre cómo se configura la relación entre la dimensión política y social y el mundo específico de la escritura. Si se piensa su propia literatura a partir de lo que ha denominado "moral del fracaso" en el Quijote, podríamos decir, retomando a Julio Premat, que sus personajes habitan en una situación de duelo en donde el universo moral, las filiaciones familiares y políticas se encuentran profundamente resquebrajadas. Hay un sentimiento de pérdida y esto conlleva el acecho incesante de los fantasmas y las formas diversas de expurgarlos en una puja dentro del orden de la representación simbólica
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La literatura y el cine son disciplinas que dialogan y se separan, que se unen y se dislocan. Cuando un realizador escoge un texto literario para transponerlo al cine y presentar su propia lectura (Jauss, 1987; Ingarden, 1989), son las resonancias (Wolf, 2005) las que indican la manera en que el director leyó el texto y lo que identificó como potencial cinematográfico. Entre 1943 y 1955, con gran apoyo de los espectadores, toma auge el cine argentino, aunque no se favorece a la producción, distribución y exhibición porque los dueños del capital están más ocupados en los réditos inmediatos del negocio que en el desarrollo y progreso de la industria cinematográfica (Getino, 2005). Sin embargo, directores como Soffici, Manzi y Papier adhieren al proceso político, desarrollan una producción valiosa y atienden a lo popular (Cabrera, 1994; Di Núbila, 1959). Con esa herencia, emerge como director la figura de Hugo del Carril, con producciones que transitan la crítica a severos conflictos sociales simbolizados a través de la representación de las vidas dramáticas de los oprimidos y olvidados, como el caso de Las tierras blancas que lleva a la pantalla en 1958, inspirada en la novela homónima de Juan José Manauta
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Toda generación joven se constituye a partir de una diferencia, pero una diferencia que se modula luego de una toma de posición más o menos explícita, indulgente, contestataria o indiferente, frente a lo recibido de la generación anterior. Los/las jovenes, se presentan como portadores de culturas, estimulada por los medios y la propaganda, por un sistema de producción de bienes y consumo, por la tecnología. De manera que, el sujeto joven imaginado, sea real o fantaseado, estalla, y se diversifican identidades juveniles. En consecuencia, los jóvenes ingresan con estos equipajes identitarios, irreductibles en un punto, a una institución homogeneizante como es la escuela, con dificultades para registrar y procesar aquellas diferencias que, más bien, vive como amenazas. Precisamente la escuela ha desarrollado modalidades específicas de transmisión. En todas ellas es necesario atender el modo en que se pone en juego el vínculo educativo, los supuestos con los que se concibe al otro, las perspectivas que se construyen para ellos/las posibilidades de expresar su propia singularidad. Por lo que un intento de estudiar cómo se enuncian a sí mismos los/las jóvenes estudiantes del nivel secundario de los ciclos básico y orientado de la Escuela Normal Superior Justo José de Urquiza, dando curso a la expresión de las voces juveniles, nos permitirá escuchar cómo se van construyendo, cómo va surgiendo un nuevo nosotros, repensar discursos de los adultos-profesores sobre los mismos; además de constituirse en una posibilidad de reflexión de las prácticas educativas como prácticas de transmisión cultural
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En diversos ensayos sobre literatura y cultura industrial, escritos sostenidamente desde la década del 60 y recogidos en libros que desde fines de los 80 pautan su consagración en el campo literario argentino, Juan José Saer consolida una figura de autor y repone otras categorías valorativas que el auge posmoderno declaraba muertas (obra, estilo, autonomía). A partir de la tensión entre imperativos personales y determinaciones públicas, desde los inicios su ensayística sostiene agonalmente la especificidad literaria, contra los falsos compromisos sociológicos y las limitaciones exteriores a la forma estética, ampliando los embates contra el democratismo de la posmodernidad hacia fines de los 90 e inicios de la década actual. A la vez, algunos ensayos reformulan la tradición literaria argentina a partir de la postulación de su violencia de origen y de lo que Saer llama "una estricta y subjetiva privacidad del uso lingüístico" con la cual producir "figuras universales", operatoria que lee en la gauchesca y que puede tomarse como balance autorreferencial del proyecto. La "privacidad en sentido estricto", esa "intimidad con las palabras" que da aliento a la manera narrativa que Saer ha practicado durante cinco décadas, se afianza en el final del milenio como una distinción, apropiada y necesaria ante el relativismo posmoderno, que permita mantener a la literatura en su sitio, en su forma específica ajena a determinaciones externas, a salvo de los parámetros de mercado y de la opresión política y cultural
Octavio Nicolás Derisi : Trayectoria y pensamiento del fundador de la Universidad Católica Argentina
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Fil: Rodríguez, Laura Graciela. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
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En los ensayos de un escritor, las nociones que se valen de imágenes o de metáforas no operan de ese modo por pura retórica o para ilustrar ideas un poco abstractas: es el tropo mismo el que trae consigo un sentido preciso. Para Saer, "la selva espesa de lo real", donde el narrador se interna, es el imaginario de la literatura latinoamericana o, mejor, latinoamericanista. Esa selva debe ser atravesada para internarse en la intemperie de lo material: aunque en sus ensayos no la nombra, la llanura, paisaje predominante de sus narraciones, es ese reverso mudo y sin significación al que arriba el narrador luego de atravesar la selva espesa, esto es, la realidad previa, dada. El entenado (1983) interroga el mito del descubrimiento y conquista del Nuevo Mundo figurando, en la historia de su narrador, la génesis de la narración saeriana. Operación doble en donde, por un lado, se impugna cualquier noción esencialista de América Latina (y, por extensión, de cultura, hombre o literatura latinoamericana) y, por el otro, se presenta, de modo literal, el trabajo mismo del narrador que, desembarazado de todo preconcepto de realidad (europeo o americano, que, en el caso de la novela, es el mismo), atraviesa la selva para acceder a la intemperie: el Afuera. La nada de la que parte, para Saer, toda narración, y también todo arte
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Fil: Relli, Mariana. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP-CONICET); Argentina.
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La investigación se inició a partir de la formulación de las siguientes hipótesis de trabajo: 1. El Chacho, último caudillo de la montonera de los Llanos de Domingo F. Sarmiento [1868] interactúa polémicamente con Rasgos biográficos del General D. Angel V. Peñaloza de José Hernández [1863], aunque su autor no haya avalado con su firma ningún testimonio acerca de lecturas de la obra periodística ni literaria de quien escribiría el Martín Fierro. 2. Esa interacción textual se enmarca en 'la gran polémica nacional': la que inició Sarmiento con la publicación de Campaña en el Ejército Grande [1852], provocó la respuesta de Juan Bautista Alberdi en sus Cartas sobre la prensa y la política militante en la República Argentina [1853] y no concluyó con la publicación de Las ciento y una de su adversario ni con los otros intercambios polémicos textuales entre ambos autores en ese mismo año 1853. 3. La antinomia irreductible 'civilización versus barbarie', como modelo de identidad nacional y como base para el diseño de una programática para la organización estable del país, es el eje de esa interacción polémica [un bando pretende afianzarla y sus oponentes resquebrajarla]. 4. Vida del Chacho [la reescritura de su primera biografía de Peñaloza emprendida por Hernández en 1875] se reinscribe en 'la gran polémica nacional' en otra coyuntura política. Con el fin de validar estas hipótesis, se profundizó el conocimiento del contexto histórico [1852-1875] y se reunió toda la documentación que fue posible rastrear [en particular, material inédito que en algunos casos no había sido estudiado antes o había sido considerado desde otros enfoques] para reconstruir los avatares y el intertexto de esa prolongada interacción polémica. Durante ese recorrido, se hicieron hallazgos documentales y se descubrieron problemáticas no entrevistas en el punto de partida. Finalmente, un último hallazgo permitió cerrar la secuencia de interacción polémica acotada con el análisis de un enfrentamiento público iniciado por un redactor anónimo que en 1875, desde La Tribuna de Buenos Aires, analiza la génesis de Vida del Chacho y por ese medio ataca a su autor. Hernández reconoce en el redactor anónimo 'la voz de Sarmiento' y dirigiéndose a él responde con una serie de cartas abiertas. La persistencia de la polémica entre Sarmiento y Alberdi en la política nacional no sólo enmarca las primeras biografías del Chacho, que se analizan en el primer apartado ['La gran polémica nacional del siglo XIX como intertexto de las biografías del Chacho'], sino también los temas de los restantes: 'El alineamiento de los adversarios de Sarmiento' [apartado 2], la biografía del Chacho del propio Sarmiento ['Sarmiento contraataca con su biografía del Chacho', apartado 3], la reformulación de la primera versión de la suya que emprenderá Hernández en 1875 -mientras que reescribe el sociolecto de El gaucho Martín Fierro al prepar la 9ª edición- ['Vida del Chacho y El gaucho Martín Fierro: reescrituras de Hernández en 1875', apartado 4] y la última manifestación de la polémica que estos dos autores entablaron a través de su práctica del género biográfico ['El último eslabón de una polémica: Sarmiento vs. Hernández', apartado 5]
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Miguel Hernández (1910-1942) y José Hierro (1922-2002) son poetas ceñidos por el tiempo. El oriolano se estudia a propósito de su obra, en la que se destacan importantes acontecimientos que vivió del siglo XX: entreguerra, república, conflictos bélicos, posguerra, franquismo y la Edad de Plata, por mencionar sólo algunos. Hernández es un poeta matizado particularmente por las circunstancias que rodearon su pluma y vida. El tiempo es un tema recurrente en el levantino y lo evidencia de muchas formas. De una parte, como cronista de la eventualidad y posteriormente, la pérdida de la guerra; de otra, como vaticinador de su fugacidad y como quien congrega temporalidades. Mientras que Hierro, quien vivió de lleno los periodos posteriores a la Guerra Civil Española, si bien está marcado por ello 'y se hermana con Hernández por el propio dolor de padecer el presidio, por ejemplo' trabaja el tiempo de manera muy distinta. El tiempo para el santanderino es siempre lo que se perdió, la carencia. A la vez que aborda, a lo largo de su faena poética, casi obsesionantemente las temporalidades errantes que le visitan en forma de muertos 'sin que las convoque'. Pretendo estudiar a ambos escritores españoles por su obcecación con el tiempo y de vez tender puentes y ahondar en lo distinto y no, de cómo es descrito el tiempo en la obra de cada cual
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Fil: Barcos, María Fernanda. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
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En este artículo se emplea el término "poética del horizonte" para denominar el conjunto de reglas que gobiernan la práctica literaria de un fenómeno moderno -el horizonte- presente en varias disciplinas de las humanidades (v.g. fenomenología, teoría del arte, teoría literaria). Con el doble propósito de establecer (i) una tipología y (ii) algunas de las semejanzas de familia más significativas del horizonte literario, este trabajo explora la función y el sentido de los horizontes en un caso concreto: la producción novelesca de José María de Pereda. El análisis detallado de este corpus permite concluir que el horizonte literario produce una topografía discursiva mediante la delimitación de sus literarias, y refleja el posicionamiento liminal del escritor en el campo literario.
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Este trabajo indaga las resemantizaciones del mito de Venus en tres poetas latinoamericanos: Julián del Casal, Rubén Darío y José Lezama Lima teniendo en cuenta la intertextualidad y las poéticas correspondientes