998 resultados para Infantería-Instrucción y tácticas
Resumo:
En general, el concepto de cultura supone distinguir entre persona instruida y carente de instrucción, inculta o analfabeta. Sin embargo, la reciente coincidencia de una serie de hechos de extrema incivilidad ha revelado bruscamente a la opinión pública este mal social en su verdadera naturaleza y profundidad, y en su radical diferencia respecto a la mera incultura del analfabeto. La prensa ha hablado largamente y en tono de alarma de lo que hoy se llama gamberrismo, al registrar en el ambiente público una serie de actos de premeditada barbarie, sin objetivo incomprensible. Es la reiteración de sus actuaciones y su carácter colectivo en la mayoría de las ciudades del mundo lo que ha llamado la atención y hace necesario buscar un término que adecuadamente exprese el concepto que más o menos cunfusamente todos poseemos de él. Según la Real Academia de la Lengua Española: gamberro es el hombre de mala vida, de conducta desenfrenada, falta de norma, escandalosa. Pero esta denominación ha caído en desuso salvo en alguna zona donde se conserva como en Argentina. En Vascongadas se ha utilizado, pero con un sentido distinto al originario. Y es este sentido el que ahora le damos a la palabra gamberro: alborotador, escandaloso, molesto. Pero ha variado el concepto. El gamberro carece de objeto concreto o de interés aprovechable en sus actos típicos. La gamberrada se hace por sí misma. Ofende por ofender o hiere por herir. En general no es analfabeto, ya que el término medio posee una instrucción superior al mero aprendizaje de las primeras letras. Es un producto de la gran ciudad.
Resumo:
En 1959 alguien muy significativo del mundo de la cultura escribe esta carta en respuesta a un artículo salido en el periódico. Contesta diciendo que ha preferido convocar a los periodistas para hablar en contra de la Biblioteca Nacional y decir que en ella, no hay ni índices, ni catálogos. Pero, sepa usted como archivero que soy que sin índices, ni catálogos no se puede servir Biblioteca alguna, y al Nacional (antes Real) lleva dos siglos funcionando con provecho de todos y sin que los trabajadores serios se hayan quejado jamás. La Biblioteca tiene dos clases de índices y catálogos, impresos y manuscritos. Otro de los cargos que se dirigen a la Biblioteca es la falta de obras modernas. Las españolas deben entrar todos por le ministerio de la ley, y si algunas faltan, será por culpa de sus autores, o editores, aunque en este punto se nota mejora de año en año. De Barcelona, por ejemplo, donde la actividad intelectual es mayor que en Madrid y los editores comprenden sus intereses, recibimos todo lo que se publica. El presupuesto para adquisición de libros en esta biblioteca, se invierte casi íntegramente en obras extranjeras y, si alguna española se compra, es en concepto de rara y preciosa o de ser muy solicitada de los lectores. Del Estado de mesas, atriles, sillas, etcétera, nada digo. Creo que de todos estos enseres hay en las tres o cuatro salas destinadas a la lectura (salón grande, manuscritos, revistas, estampas) más de lo que exige el número de lectores que hoy concurren a la Biblioteca y probablemente el de los que concurrirán a pesar de todas las reformas que se hagan, incluso la de prescribir la lectura por Real Orden. Es absurdo ampliar las salas de lectura, si está vacío en sus dos terceras partes el gran salón del centro. El personal de vigilancia es escaso y los lectores necesitan estar más vigilados como ocurre en las bibliotecas que encierran tesoros inestimables como la nuestra y así, podrían evitarse deterioros y sustracciones. En los doce años que llevo en la casa nuca he dejado de proponer a los ministros de Fomento y de Instrucción Pública que se han sucedido, las reformas que juzgaba oportunas. Ninguno de ellos, ni conservador, ni liberal, me ha hecho caso. Gracias a las gestiones parlamentarias del Señor Osma, único protector real que ha tenido esta casa, tenemos calefacción y nunca he monopolizado la biblioteca en provecho propio. Sin duda los que eso dicen no me conocen porque ignoran que siempre he gustado de trabajar con libros propios y en ellos he empleado mis escasos recursos desde que tengo uso de razón y tengo una biblioteca de 40.000 volúmenes, en la cual encuentro el material necesario para mis estudios y sólo voy a la Nacional para leer manuscritos o libros raros, como cualquier otro erudito español y creo que era necesario decirle todo esto por carta. Atentamente, Marcelino Menéndez y Pelayo.
Resumo:
Un país sin instrucción jamás podrá tener desarrollo económico. Esta formación se basa en la observación y la experiencia de las ciencias que es el resultado de una experiencia. Por ello, la instrucción pública es el primer origen de la prosperidad social. Es, además, la que desenvuelve las facultades intelectuales y la que aumenta las fuerzas físicas del hombre. La instrucción es el primer origen de la felicidad individual. Luego lo será, también, de la prosperidad pública. La instrucción enseña al hombre sus deberes y es la que le inclina a cumplirlos. La virtud consiste en la conformidad de nuestras acciones con ellos, y sólo quien los conoce puede desempeñarlos. Pero, es cierto que también corrompe ya que atrae la riqueza, el lujo y estropea las costumbres, pero el vicio es la pasión de la ignorancia. Par terminar la buena y sólida instrucción es su antídoto. La instrucción es la única que puede salvar a los pueblos, mientras que la ignorancia les hará su víctima.
Resumo:
En el terreno de la innovación educativa los éxitos fueron escasos, costaron demasiados esfuerzos y en muy pocas ocasiones cuajaron con carácter definitivo. Mientras que el pensamiento progresista educativo tuvo sólo en las dos repúblicas su chance histórica para realzar algunas ideas y reformas, el resto de los años los pasó en el exilio o en los frágiles muros de algunos centros, como fue el caso de la Institución Libre de Enseñanza: Pasos: 1. Camino hacia la secularización de la enseñanza. Hasta la revolucion liberal burguesa nadie disputó a la iglesia este monopolio con posibilidades de triunfo, sigue los pasos de la centralización liberal, que favorece el control de la enseñanza y su estatalización, como ocurre con la enseñanza universitaria. Desde ley de presupuestos de 1835, Plan Pidal de 1845 se consolidaron estos deseos; 2.Política e instrucción: la libertad de enseñanza. La Constitución de 1869 consagra ideológicamente el liberalismo democrático, al reconocer el sufragio universal y la democracia es un problema de instrucción. El movimiento político de 1868-1875 modificó muy poco la enseñanza primaria y la inestabilidad política impidió sin duda unos resultados efectivos. Pero existió libertad de enseñanza; 3.Lucha contra la libertad de la ciencia. La iglesia, apoyándose en los gobiernos conservadores, iba a reorganizar sus filas y plantear una dura batalla contra la libertad científica con la Restauración, ya que antes había carecido de unidad institucional Con la nueva constitución de 1875 estado confesional. Finalmente la libertad científica una quimera contra la que luchó la Institución Libre...pero inyectó una nueva savia en la vida educativa española cuando la Universidad mantenía al país en el más miserable de los ostracismos; 4. Analfabetismo y proletariado. El problema de la autonomía universitaria; a las puertas del siglo XX ningún gobierno había afrontado seriamente el problema de la enseñanza. El setenta por ciento de la población era analfabeta. Pero la Institución se preocupó y cumplió esta misión, aunque quedó restringida a las capas media y alta. Junto a iniciativas de la iglesia se fueron fundando escuelas; 6. Laicización de la enseñanza. Con la segunda republica se produjo este hecho y el desarrollo importante de la educación. Su programa consistió en la implantación de la escuela única, poniendo remedio a la lamentable situación de la enseñanza primaria porque en este momento el analfabetismo en España era del 32,4 por ciento de la población. Con la caída de la Segunda República se vuelve a la enseñanza confesional, siendo esta aún la única permitida en nuestro país.
Resumo:
Los análisis sobre la génesis y el desarrollo de nuestro sistema educativo han explicado con suficiente claridad su escasa relación en el entorno social y con las necesidades de nuestra sociedad, en vías de modernización e industrialización. Desde que en España, a mediados del siglo XIX, empezaron a funcionar las Escuelas Normales en las capitales de provincia, según la división administrativa establecida en 1833, estas instituciones se han convertido en trincheras de primera línea para preservar la escuela del progreso científico y de la innovación pedagógica. Estos centros se estructuran según los modelos rígidos y cerrados de los establecimientos militares y eclesiásticos. El régimen de internado y la disciplina son introducidos por las clases dirigentes para lograr un mayor control ideológico sobre el alumnado. Por ello, la dinámica de la formación del maestro se ha visto privada de una conexión con la sociedad, con la vida real. Habrá que esperar a la Segunda República con el Plan Profesional de 1931, donde el maestro es considerado como el primer ciudadano de la república y en el plan se antepone la formación pedagógica a la instrucción, los estudios de magisterio adquieren rango universitario, etcétera. El objetivo pedagógico no es tanto la transmisión de conocimientos sino enseñar a los maestros a hacer pensar a los alumnos. Esta nueva forma es posible por el número reducido de niños. Tras la guerra civil y con Franco todo se basa en patria, familia y religión y así la formación del maestro es de control político-doctrinal. Hubo que esperar a la creación del estado de las autonomías para que se vencieran algunas lacras centralistas, dirigistas y burocráticas. Esta nueva división administrativa ha permitido crear un nuevo mapa escolar; la institución formadora de maestros-educadores se ha convertido en un modelo institucional único que integra la formación inicial y permanente del profesorado de los diversos niveles educativos. Existe la desmasificación y apertura de nuevos centros acordes con la división territorial y necesidades crecientes de formación.
Resumo:
En la propia educación se dirimen los conflictos ideológicos. Es uno de los principales ámbitos en el que diferentes grupos , con distintas visiones políticas, económicas y culturales, tratan de definir cuáles han de ser los medios y fines legítimos de la sociedad. Ahora se está formando un nuevo bloque en torno a tácticas y principios de la nueva derecha., pero se plantea la cuestión de si durará mucho este acuerdo y si será capaz de inscribir sus principios en el mismo corazón de la política norteamericana y hay obstáculos muy reales que se oponen a la consolidación total del programa de la nueva derecha política. Primero, gran transformación de las identidades raciales. La razón es que se ha creado una nueva y más consciente identidad colectiva. Todo esto hace muy difícil que la derecha consiga incorporar las perspectivas de las personas de color bajo su paraguas ideológico y crea constante oposición dentro de las comunidades negras y morenas. El lento pero constante crecimiento del poder de las personas de color en esas comunidades contrarresta la solidificación del nuevo acuerdo conservador.Es más dentro de este bloque existen tensiones ideológicas que pueden ir en su contra y no mantener la primacía por un periodo largo. En realidad, corremos el peligro de olvidar los años difíciles hasta conseguir una igualdad de derechos. La tarea de mantener viva la tarea en la mente de todos la memoria colectiva de la lucha por la igualdad, por los derechos de la persona en todas las instituciones de nuestra sociedad, es una de las más significativas que puedan realizar los educadores. En una época de restauración conservadora, no podemos permitirnos prescindir de ella. Exige una renovada atención a importantes cuestiones relacionadas con el currículo. El reconocimiento generalizado de que ha habido, hay y puede haber modos más iguales de vida económica, política y cultural sólo se logrará mediante la organización de los esfuerzos dirigidos a enseñar y expandir este sentimiento de diferencia. Evidentemente, queda tarea educativa por hacer.
Resumo:
Se creó en 1836 y desde entonces ha cambiado tres veces de nombre, el actual y tercero desde 1940. Este cambio de nombres no a significado en realidad modificaciones sustanciales respecto a las funciones asesoras que el Consejo siempre ha tenido encomendadas. Teniendo en cuenta esta continuidad, las fases de evolución del Consejo se concretarían así: el Consejo conoce un primer momento fundacional y vacilante entre 1836-1848; una segunda etapa de consolidación que coincide con la promulgación de la Ley Moyano en 1857, que dedicó un capítulo a la regulación de este consejo y cuya prolongada vigencia implicó la subsistencia de una serie de estructuras fundamentales, entre ellas la de este órgano colegiado. A partir de 1932 y durante un periodo que llega hasta nuestros días, el Consejo sufre cambios de orientación. Este periodo se inicia ese año transformando el Consejo de Instrucción Pública en Consejo Nacional de Cultura, con la consiguiente ampliación del ámbito de sus funciones de asesoramiento, añadiendo a las clásicas ya asignadas de instrucción pública añade otras relativas a archivos, bibliotecas , tesoro artístico, instituciones benéfico-docentes, etcétera. El periodo termina con la promulgación de la Ley General de Educación, a partir de la cual se inicia otro periodo de configuración aún incierto porque se le añaden más funciones, no menos importantes, de representación de los organismos, entidades y sectores vinculados directamente a la educación o relacionados con sus problemas. La novedad está ahora en la conversión en un órgano colegiado teóricamente apto para su exposición e influencia, de forma que sus dictámenes se convierten en expresiones mixtas de expertos en educación y representantes de las aspiraciones sociales ne materia de educación. Este periodo tiene un significado ambivalente. Por una parte refleja la crisis del consultivo tradicional en su versión a de administración educativa, y por otra, la incrustación de los elementos representativos en el Consejo, lo que corresponde con el fenómenos aparecido en la moderna administración europea, el renacimiento de la colegialidad. Un renacimiento que se genera por la utilización del mismo para nuevos cometidos, dando entrada a la participación de ciertos sectores de interesados y administrados en la gestión de los asuntos públicos de la educación.
Resumo:
Desde 1876 hasta sesenta años después se observa la vigencia de algunos de sus presupuestos educativos, tanto los referentes a la estructura del sistema de enseñanza como los pedagógicos. Es de lamentar que la denuncia que de la realidad educativa española formularon respectivamente, tenga todavía validez en nuestros días en lo que se refiere a los aspectos cualitativos, autonomía universitaria, profesorado suficiente y preparado, enseñanza individualizada, etcétera, y aún a algunos cuantitativos. Podrá objetarse que las peticiones de una enseñanza básica prolongada y única, la concepción del proceso educativo como un desarrollo coherentes en el que los niveles inferiores preparen, y no sólo precedan a los superiores, la necesidad de educar al niño desde los primeros años de su infancia, son propuestas muy anteriores todas a fin de siglo. Demasiados años después el Libro Blanco señalará que el contexto del sistema actual no difiere mucho del que se estableció a lo largo del siglo XIX y primeros lustros del XX, cuando las características, tendencias y necesidades de la sociedad eran muy distintas de las actuales. A esta estructura tradicional se le han ido añadiendo algunas modalidades nuevas, como apéndices superpuestos, pero sin la integración orgánica que reclama el carácter global y unitario que debe tener el sistema educativo. Tanto por lo que se refiere a la capacidad de crear centros escolares necesarios para una escolarización suficiente, que sólo en 1902 se hizo obligatoria hasta los doce años, como para crear un profesorado preparado y dedicado de lleno a la enseñanza, el sistema educativo se mostraba ineficaz. Lógico si la administración educativa no se concretizó en un Ministerio de Instrucción Pública hasta 1900 y cuando recibió partidas irrisorias en los presupuestos generales del estado y comparando la educación con la de otros países, en España prácticamente estaba abandonada. La institución desde su nacimiento, no era ni podía ser una alternativa a las deficiencias del sistema educativo. Los hombres que se agruparon a su alrededor, sin embargo, la concibieron como un centro de influencia y propaganda de las reformas paulatinas que fueron realizando. Esta influencia fue posible desde el momento en que sus hombres entraron en contacto con la administración educativa, encontrando el apoyo necesario. Así, surgió el Museo pedagógico, La Escuela Superior de Magisterio, la Junta para la Ampliación de Estudios y la creación del propio Ministerio de Instrucción. Es cierto, que los institucionistas no concebían al estado como dispensador y gerente final de la instrucción. Les interesaba la clase obrera, el problema social entendido como un problema global y era en gran medida, según los institucionistas, una cuestión cultural. Se trataba de educar a la sociedad entera para que esta se estructurase armónicamente de forma que cada uno de los elementos de la organización social se desarrollase de acuerdo con su naturaleza. Pero ¿A quien le interesaba que la clase obrera fuera instruida e integrada en la sociedad? No a la oligarquía sobre la que se asienta la Restauración y si a la burguesía, apartada del poder político, por la oligarquía dominante. Si atraía a la clase obrera podría alcanzar o compartir el poder político. Si las propuestas reformadoras se hubiesen llevado a la práctica nos hubiéramos encontrado frente a una concepción liberal-meritocrática de la sociedad y del propio papel de la educación. Concedidas las mismas oportunidades a todos los individuos, el sistema educativo tiende a reflejar y consolidar las diferencias producidas en el seno de la sociedad. Es por ello, que la reforma educativa no puede ser sustituida por la reforma de la sociedad. Eran dos alternativas distintas las que afrontaba la transformación de esta última.
Resumo:
La Institución Libre de Enseñanza significa, en la historia contemporánea de España, el más coherente y sostenido intento de configurar la vida de este país, según los principios de la cultura europea moderna. Su actitud vital y mental de los hombres de la Institución es, por antonomasia, la de la izquierda burguesa. Laicismo, secularización, refinamiento estético, pluralismo moral, propósitos minoritarios, formas de vida típicas de la clase media decimonónica. Pero, la revolución hay que hacerla en los espíritus y no en las barricadas. Así, fue su papel en la II República aunque la institución afirmaba su independencia respecto a cualquier forma concreta de gobierno, es evidente su identificación con la II República, régimen democrático y supuso el mayor acercamiento entre hombres que habían venido trabajando en campos diferentes. El Ministerio de Instrucción Pública tomó tres decisiones muy significativas: Decreto sobre la enseñanza en lengua catalana que reconocía el derecho a ser enseñada en lengua materna; se declaraba voluntaria la instrucción religiosa en las escuelas; se reestructuraba el Consejo de Instrucción Pública del que se esperaba la orientación técnica necesaria para la reforma de la educación española. En definitiva, su programa era un proyecto de ley que equivalía a todo un programa docente que suponía la instauración de la escuela única, instrucción primaria gratuita, obligatoria y laica; igualdad de sexos y clases en la educación; selección de los mejor dotados sin atender a su fortuna; instituciones posescolares; misión y organización de la Universidad. La reforma urgía y exigía una inmediata liquidación de la obra de la dictadura y la adopción de medidas eficaces aunque transitorias. El programa educativo de la República hizo suyas las ideas de la ILE . Pero todas las reformas iban a encontrar un obstáculo común los presupuestos generales del Estado. A pesar de todos los inconvenientes, el Ministerio aumentó el presupuesto, pero la situación política y la falta de refrendo constitucional hicieron imposible la realización completa de este proyecto.
Resumo:
La eficacia alfabetizadora gran avance en 1908. podría afirmarse que la progresiva difusión de la alfabetización no sólo responde a al extensión de la enseñanza primaria, sino también mayor eficacia alfabetizadora de la escuela. Esta eficacia continúa aumentando y para explicarla factores diversos como mejora cualitativa de la oferta escolar, evidenciada en la infraestructura material, la formación del profesorado o la metodología didáctica, destacando a este respecto la progresiva simultaneización de la enseñanza de la lectura y al escritura; el mayor aprovechamiento del calendario y horario escolar por parte de los alumnos, resultado, a su vez, de un contexto más propicio para la alfabetización y cuyos prejuicios en relación con la instrucción femenina tienden a reducirse. Para concluir, podemos afirmar que las tareas de alfabetización crecen en todos los periodos intercensales, pero sobre todo en la década de los veinte y cuarenta. Este crecimiento está relacionado con la extensión de la escolarización, aunque existan desfases en la evolución de uno y otro proceso. A fines del siglo XIX y primeros del siglo XX este fenómeno avanza a un ritmo moderado, mientras que la escolarización permanece estancada o incluso retrocede. En 1910 y 1920 se acelera la expansión de ambas. Durante los años treinta la alfabetización se reduce su crecimiento y la escolarización se estabiliza o retrocede ligeramente. La creciente difusión de la capacidad de leer y escribir, adquirida a edades cada vez más tempranas, parece ser el resultado de la implantación de una red escolar progresivamente más densa, concurrida y eficaz.
Resumo:
Se ha aceptado en la historiografía general que Madrid por ser la capital de España y la sede del gobierno central, siempre ha mantenido una identidad de objetivos con la Administración central y se ha encontrado en una situación de privilegios económico y político con respecto a otras grandes ciudades españolas. Esto puede ser verdad en determinadas etapas históricas y ante ciertos factores ideológicos, pero no es extrapolable a cualquier momento y circunstancia. Si nos circunscribimos al primer tercio del siglo XX y al problema de la enseñanza primaria pública, veremos que los intereses de Madrid no estaban tan cercanos a los de la Administración central como podría suponerse. También es verdad que el poder estatal consideró a la capital como sede de diversos ensayos pedagógicos que no transpasaron los límites de la excepcionalidad, y que también le adjudicó un papel único con respecto al resto de España, rol asumido por el poder municipal e incluso por la opinión pública. Y, por tener este carácter de modelo se reprimieron duramente todos los aires de autonomía pedagógica, para evitar que pudieran inspirar a otras capitales de provincia. El origen de las diferencias entre el Estado y el Ayuntamiento de Madrid es muy claro, parte de 1901 cuando muchas de las competencias municipales en materia educativa pasaron al Estado por decreto. El Ayuntamiento de la capital no lo aceptó, ya que le relegaba a un segundo plano en temas de enseñanza y sin poder intervenir en su organización y supervisión. Este marginación se notó no solo en Madrid, sino también en todas las grandes poblaciones españolas ,en Cataluña y País Vasco especialmente. Por eso, cada una de ellas no dejaron de luchar durante la primeras décadas del siglo XX, para recuperar el control de las escuelas públicas..Tal era la situación de tensión que tuvieron los poderes central y local en el trienio 1911-13 que el Ministerio de Instrucción Pública publicó una orden para dejar bien claros los límites del gobierno municipal de Madrid y que también sirviese de ejemplo para el resto de las ciudades españolas con aires autonómicos. Hubo que esperar al Plan de 1922 para que se produjese la armonía y el entendimiento entre las partes implicadas. Ese cambio de actitud se debió a una serie de factores del Concejo madrileño: económicos y de distinta índole que explican esas desavenencias con los poderes centrales.
Resumo:
Fracaso español del gobierno español en la generalización de la educación durante el siglo XIX. Se muestran los errores de los liberales al querer homogeneizar culturalmente España sin tener en cuenta los diversos grados de desarrollo del territorio peninsular. Con un planteamiento que atendiera a la diversidad, posiblemente el desarrollo cultural y económico de nuestro país hubiera seguido otros derroteros. No obstante, la carencia de unas finanzas sanas impidió al gobierno destinar a la educación las partidas presupuestarias suficientes. Por ello, no debemos sorprendernos que la Normal de Barcelona tuviera unos orígenes difíciles puesto que las instituciones provinciales tenían mayor interés en consolidar su incipiente e imparable mecanización industrial, que en contribuir a un centro de formación de maestros, destinado a generalizar la instrucción entre el sector poblacional más desfavorecido, que además engrosaba las filas del proletariado. De hecho, la generalización de la instrucción no satisfizo a los sectores sociales barceloneses más dinámicos y muy pronto la Normal de maestros se convirtió en una institución educativa conservadora e inmovilista, incapaz de atender simultáneamente a las necesidades educativas y a las exigencias del mundo laboral. Tras la crisis del 98 y bajo la influencia de los hombres de la Institución Libre de Enseñanza, el gobierno inició un plan de reformas para superar el retraso social y científico español. Pero su estrechez de miras no favoreció ni las iniciativas espontáneas ni aquellas otras capaces de innovar los aspectos cualitativos de identificación social que demandaban los ambientes renovadores autóctonos. Este último aspecto ha sido decisivo para que en determinados ambientes educativos y culturales catalanes se relegara a un segundo plano a la Escuela Normal de Barcelona. Esta, como la mayoría de Normales del país, al finalizar el siglo no tenía local propio hasta que se trasladó a otro en 1909. los ensayos innovadores permitieron la introducción de nuevas disciplinas, aunque no se llegó a transformar la enseñanza. Tras el Congreso de 1888 celebrado con motivo de la Exposición Universal, se puso de manifiesto la necesidad de recuperar el primitivo espíritu de las Normales así como la necesidad de introducir nuevas asignaturas: gimnasia, música y francés que facilitaban la adquisición de los avances pedagógicos a los maestros. También, se incorporaron en otras Normales del país. Sin embargo, al terminar el siglo no habían modificado el nivel científico-metodológico. Finalmente, las Normales recuperaron su independencia y prerrogativas por el Decreto de 1903, que las devolvía el grado de elemental.
Resumo:
La sensibilidad social para la universidad se ha incrementado en muchos países con la expansión con los sistemas universitarios. La rapidez de este proceso de crecimiento en España acentúa también la intensidad de algunos de los problemas e interrogantes por varias razones: primero, aumento del número universitario, tanto de estudiantes como de titulados, ha elevado en muy pocos años el porcentaje de población que se siente directamente concernido por el funcionamiento de las mismas; segundo, influye el que se haya hecho más relevante el volumen de recursos privados, y sobre todo públicos, que se asignan a las múltiples actividades docentes y de investigadores. Por ambas razones el interés por el buen funcionamiento de estas instituciones ha aumentado. Mayor atención social centrada en los resultados que en esos ámbitos se obtienen como características de la formación ofrecida y, en concreto, su capacidad de intentar la instrucción laboral. Desde esta perspectiva el desempleo y el subempleo de los universitarios son fuente directa de interrogantes sobre el funcionamiento de las instituciones de enseñanza superior. A la vez carencias en las condiciones en las que se presta el servicio, masificación, demandas insatisfechas y en los criterios seguidos para ofrecer sistemas, de enseñanza y evaluación, fracaso escolar, retrasos. Por ello, en España en los ochenta y los noventa se ha hecho necesario llamar la atención sobre ellos al llamar aumentando y abordar su solución. Otro campo donde es necesario mejorar es el hecho de que la oferta universitaria se adecue a las demandas del mercado de trabajo. Reclamación que suena con fuerza en los años recientes, incide la magnitud del desempleo universitario fuerte en los noventa. Problemas que carecen actualmente de respuesta en el universitario español.
Resumo:
La enseñanza de una segunda lengua es uno de los temas que mayor importancia ha recibido en las reformas educativas de la mayoría de países durante la década de 1990. En España la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo reformó completamente la estructura del sistema educativo en todos los niveles no universitarios apostando claramente por la potenciación del aprendizaje de segundas lenguas en los centros escolares. Hecho que se nota por ejemplo en el intervalo de edad sobre su instrucción al anticiparse al anticiparse la edad del inicio de su aprendizaje a los ocho años y en cuanto al número de horas semanales cuatro, dedicadas a esta asignatura. Son muchas las razones y necesidades que han estimulado esta reacción y también sobre los procesos relacionados con el aprendizaje efectivo del inglés. Tras las pruebas realizadas a alumnos de enseñanza media de Institutos valencianos. Estos resultados son coherentes con los trabajos que sostienen la necesidad de proporcionar a los estudiantes las ayudas necesarias y especialmente las estrategias que les permitan afrontar con éxito el aprendizaje de la segunda lengua. Con ello, solo se trata de conocer con mayor profundidad las formas diferenciales en que los estudiantes abordan su aprendizaje. Cuestión que servirá para planificar más eficazmente el proceso instruccional y determinará las actividades/ tareas implicadas en su desarrollo.
Resumo:
Las virtudes típicas de la educación inglesa han mostrado, desde siempre, una gran negativa hacia todo espíritu de uniformidad militar y ha preferido siempre dar prioridad al esfuerzo voluntario. En el aspecto organizador y administrativo, el sistema difiere mucho del de otros países en tres aspectos básicos: descentralización de la administración, el papel realizado por entidades de carácter voluntario y el hecho de que los profesores no están sujetos al control oficial en asuntos de enseñanza. Las relaciones entre autoridades local y central son buenas al estar basadas en las consultas y en la cooperación a través de un trato directo. En el pasado la instrucción pública dependió de entidades religiosas, sociedades particulares e instituciones benéficas que por tradición perviven. Los directores de las escuelas tienen gran libertad para organizarlas en función de sus criterios. No hay libros de texto oficiales y los maestros son empleados de las autoridades locales o de las entidades que gobiernan sus escuelas. El Ministerio de Educación se limita a realizar un control mínimo a través de inspectores. Estos rasgos característicos de descentralización, esfuerzo voluntario y libertad de metodología en la enseñanza, han creado un sistema de gran variedad.