959 resultados para Charpentier, Sari
Resumo:
von Charpentier
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Joseph Reinach
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Joseph Reinach
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La presente Tesis muestra una visión en conjunto de la evolución de la cartografía geológica en España desde sus orígenes hasta el año 1864, cuando aparecieron, de forma simultánea, los dos mapas geológicos completos de España. El estudio se divide en doce capítulos. El primero es una introducción, con los objetivos y metodología del trabajo, así como en los antecedentes de estos trabajos. El segundo capítulo aborda la representación temprana del paisaje y de los elementos geológicos, desde las piedras grabadas de Abauntz, de hace 13.000 años, que se han interpretado como un mapa geomorfológico y de recursos naturales o el mapa con el volcán Çatalhöyuc en Turquía de 6.600 a.C., hasta las primeras representaciones cartográficas que surgieron con el desarrollo de las primigenias sociedades urbanas. El Papiro de Turín es un mapa del 1.150 a.C. con contenido geológico real que muestra con precisión la distribución geográfica de los distintos tipos de roca en la que se incluye información sobre minería. El tercer capítulo trata sobre cómo se establecieron las bases para la representación científica de la superficie terrestre en el Mundo clásico. Se hace un somero repaso a como se desarrollaron sus concepciones filosóficas sobre la naturaleza y de la cartografía en la Antigua Grecia y el Imperio Romano. En el cuarto capítulo se sintetiza la evolución de los conceptos cartográficos en el mundo medieval, desde las interpretaciones teológicas del mundo en los mapamundis en O-T de Las Etimologías del siglo VIII, o los Beatos, al nacimiento de una representación cartográfica verdaderamente científica en los siglos XIII y XIV, como son los portulanos, destacando el especial interés de la "Escuela Mallorquina". En el quinto capítulo se estudia el Renacimiento y la Edad Moderna, incidiendo en la importancia de la cartografía en los viajes de los descubrimientos, que marcan el mayor avance conceptual en la comprensión de la Tierra. La carta de Juan de la Cosa (1500) es la primera representación de América y además es el primer exponente de la cartografía producida por la Casa de la Contratación de Sevilla. Se presta especial atención a la representación de fenómenos volcánicos, con el ejemplo de las observaciones geológicas que realizó Gonzalo Fernández de Oviedo (1478-1557), en las que se encuentran varios croquis sobre los volcanes de Nicaragua. Finalmente, se estudian las representaciones del subsuelo en la minería, que en esa época inauguraron un nuevo lenguaje pictórico, y las técnicas y saberes mineros en el ámbito hispanoamericano. El capítulo sexto es muy amplio, estudia el contexto científico internacional donde nacieron los primeros mapas geológicos, desde los primeros cortes geológicos realizados a principios del siglo XVIII, hasta el primer mapa geológico del mundo de Amí Boué (1843). En este estudio se estudian también los distintos avances científicos que se fueron produciendo y que permitieron que se levantaran los mapas geológicos. Se analiza la importancia del desarrollo de la cartografía topográfica, que permitió que se pudieran representar distintos elementos geológicos sobre ellos, dando lugar a los primeros mapas temáticos, como por ejemplo, el mapa de los recursos mineros del obispado de Salzburgo (1716). Se dedica un amplio capítulo a la influencia de la Academia de Minas de Freiberg, dónde Abraham G. Werner (1749-1817) impartía clases. Werner sistematizó los materiales geológicos que componen el edificio terrestre dividiéndolo en grandes unidades, de este modo se sentaron las bases que propiciaron la representación cartográfica. A partir de este momento se levantaron un buen número de mapas geognósticos. A principios del siglo XIX, las teorías de Werner empezaron a perder aceptación internacional, incluso entre sus discípulos, como Leopold von Buch (1774-1853) que desarrolló una teoría sobre el levantamiento de las montañas a partir del empuje causado por intrusiones ígneas. Desde la historiografía de la cartografía geológica, se considera un hito la aparición del mapa geológico de Inglaterra, Gales y Escocia, Smith (1815), sin embargo, desde el punto de vista conceptual, el mapa de Cuvier y Brogniart (1808) representa un verdadero mapa geológico con un claro relato histórico. Después se repasan las distintas ideas sobre los mecanismos orogénicos, en especial las de Élie de Beaumont, que ejercieron una gran influencia entre los geólogos de nuestro país. A continuación se trata la figura de Lyell y el desarrollo del actualismo. Finalmente se analiza el primer mapa geológico del mundo, obra de Boué (1843). El capítulo séptimo trata sobre las primeras representaciones gráficas de la Geología española que tuvieron lugar en la época del Reformismo Borbónico. Se empieza con un repaso al estado de la Geología en España en esa época a la que sigue un estudio de los principales hitos en la representación cartográfica con indicaciones geológicas. De este modo se analizan los escasos planos mineros realizados en América que representen los filones, los cortes mineros de Guadalcanal y Cazalla de Hoppensack, (1796) y la utilización de la cartografía en la remediación de los desastres naturales. Los cortes geológicos de Teruel al Collado de la Plata, Herrgen y Thalacker (1800), suponen la primera descripción moderna de un terreno que se realizó en España. A continuación, se menciona la importancia de las cartografías geognósticas, financiadas por la Corona española, realizadas en los Alpes por Carlos de Gimbernat a principios del siglo XIX. Por último, se estudian los caracteres geológicos de los planos para la investigación del carbón en Mallorca, de Taverns (1811). El capítulo octavo constituye el núcleo principal de la presente tesis, y se ha titulado la Época Histórica de la Geología española, en el que se estudian el desarrollo de la cartografía geológica en nuestro país, en el periodo comprendido entre la promulgación de la Ley de Minas de 1825, hasta la constitución de la Carta Geológica de Madrid y General del Reino, en 1849. Se hace primero un repaso a las circunstancias políticas del país, a continuación se sintetiza el estado de la Geología en España en dicho periodo, las instituciones, y las publicaciones. Después se estudia la contribución de los autores extranjeros al conocimiento de la Geología en España, como Charpentier, que en su mapa de los Pirineos está cartografiando parte del territorio español, o Leopold von Buch, Lyell, Silvertop, Cook, Haussmann, entre otros. A continuación se estudia ya la cartografía de distintas cuencas mineras o regiones de España. Se analizan los mapas por separado, estudiando las memorias que las acompañan y la biografía de sus autores. Se empieza por las tempranas contribuciones con estudios de las cuencas carboníferas en los que ya se encuentran cortes geológicos formales. Se incide con mucho mayor detalle en el análisis de las tres cartografías geológicas que aparecieron simultáneamente hacia 1834: las de La Mármora en Baleares, de Le Play en Extremadura y de Schulz en Galicia, tres productos muy distintos, pero que fueron los pilares fundantes de esta disciplina en España. Por una parte, la primera tiene un interés exclusivamente científico, mientras que las otras dos, se enmarcan en un proyecto de cartografía geológica nacional, de un carácter más aplicado. A continuación se aborda el estudio del conjunto de cartografías que van apareciendo sobre la Geología de España, empezando por la de Naranjo (1841) en Burgos, de Collette (1848) en Vizcaya, de Prado (1848) en el Noreste de León; Rodríguez (1849) en Teruel y de Luxan (1850) en el Suroeste de España. La última parte del capítulo analiza dos cartografías (todavía parciales) del conjunto del país, que aparecieron en Alemania hacia 1850: la de Ezquerra (1851) y la de Willkomm (1852). El capítulo noveno trata sobre la institucionalización de la cartografía geológica en España, que se inicia con la fundación de una comisión, en 1849, para levantar el mapa geológico del Reino. Durante este periodo, de todas formas, la Comisión sufrió diversos avatares, aunque, en resumen se puede considerar que se produjeron tres proyectos de cartografía: el primero es la serie de cartografías geológicas provinciales a escala 1:400.000, que se iniciaron con la de Madrid; el segundo son los estudios de cuencas carboníferas, gracias a los cuales se levantaron mapas geológicos en Sant Joan de les Abadeses, Maestre, (1855) y el Norte de la provincia de Palencia, Prado (1861), el tercero y último es el mapa geológico general de España, Maestre (1865). De todas formas, en este periodo también aparecieron cartografías geológicas realizadas por la Dirección General de Minas. El hito cartográfico final de esta tesis es doble, entre 1864 y 1865, se publicaron, por fin, dos mapas geológico completos de España: el de Verneuil y Collomb (1864) y el de Maestre (1865). Finalmente, en el décimo y último capítulo se analizan en conjunto todas las producciones cartográficas que se han ido estudiando a lo largo del trabajo y se exponen, a modo de conclusiones, las principales aportaciones de esta Tesis.
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In this study, we compared the transport of newly synthesized cholesterol with that of influenza virus hemagglutinin (HA) from the endoplasmic reticulum to the plasma membrane. The arrival of cholesterol on the cell surface was monitored by cyclodextrin removal, and HA transport was monitored by surface trypsinization and endoglycosidase H digestion. We found that disassembly of the Golgi complex by brefeldin A treatment resulted in partial inhibition of cholesterol transport while completely blocking HA transport. Further, microtubule depolymerization by nocodazole inhibited cholesterol and HA transport to a similar extent. When the partitioning of cholesterol into lipid rafts was analyzed, we found that newly synthesized cholesterol began to associate with low-density detergent-resistant membranes rapidly after synthesis, before it was detectable on the cell surface, and its raft association increased further upon chasing. When cholesterol transport was blocked by using 15°C incubation, the association of newly synthesized cholesterol with low-density detergent-insoluble membranes was decreased and cholesterol accumulated in a fraction with intermediate density. Our results provide evidence for the partial contribution of the Golgi complex to the transport of newly synthesized cholesterol to the cell surface and suggest that detergent-resistant membranes are involved in the process.
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In normal rats and mice, immunostaining with specific antibodies revealed that nuclei of most prostatic epithelial cells harbor estrogen receptor β (ERβ). In rat ventral prostate, 530- and 549-aa isoforms of the receptor were identified. These sediment in the 4S region of low-salt sucrose gradients, indicating that prostatic ERβ does not contain the same protein chaperones that are associated with ERα. Estradiol (E2) binding and ERβ immunoreactivity coincide on the gradient, with no indication of ERα. In prostates from mice in which the ERβ gene has been inactivated (BERKO), androgen receptor (AR) levels are elevated, and the tissue contains multiple hyperplastic foci. Most epithelial cells express the proliferation antigen Ki-67. In contrast, prostatic epithelium from wild-type littermates is single layered with no hyperplasia, and very few cells express Ki-67. Rat ventral prostate contains an estrogenic component, which comigrates on HPLC with the testosterone metabolite 5α-androstane-3β,17β-diol (3βAdiol). This compound, which competes with E2 for binding to ERβ and elicits an estrogenic response in the aorta but not in the pituitary, decreases the AR content in prostates of wild-type mice but does not affect the elevated levels seen in ERβ knockout (BERKO) mice. Thus ERβ, probably as a complex with 3βAdiol, is involved in regulating the AR content of the rodent prostate and in restraining epithelial growth. These findings suggest that ligands specific for ERβ may be useful in the prevention and/or clinical management of prostatic hyperplasia and neoplasia.
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On se propose, à travers cette étude de cartographier la végétation halo résistante et halophile de deux zones de l’Algérie occidentale l’une au Nord (région de Hammam Boughrara) et l’autre au Sud (région du Chott El-Gharbi). Une comparaison de ces deux zones d’un point de vue physionomique a été menée, afin de mettre en évidence la diversité phytoécologique de ces peuplements. Les données bioclimatiques montrent que les zones d’étude sont toutes deux caractérisées par une longue période de sécheresse estivale variant de 6 à 7 mois. D’un autre côté, l’approche édaphique montre une texture limono-sableuse à sableuse aussi bien au Nord qu’au Sud. Par contre la salinité est nettement plus accentuée au Sud atteignant 1350 μ.S/cm. La carte physionomique de la végétation de la zone nord fait apparaitre la dominance de formations pures à Tamarix gallica L. (27,13%) ou à Atriplex halimus L. (37,99%), et de formations en mosaïques, où les deux genres se trouvent mêlés (16,87%). Au niveau de la zone sud deux grandes unités physionomiques se distinguent: les groupements à Salsola vermiculata L. (24 %) et les groupements à Lygeum spartum L. (6 %). Les groupements à Artemisia herba– alba Asso. occupent par contre de petites surfaces (2 %) de qualité moyenne à médiocre. Les peuplements à Arthrocnemum glaucum (Del.) Ung. quant à eux, se répartissent tout autour de la daya du Chott El-Gharbi, où la salinité est à son maximum, en constituant un tapis végétal assez dense (1 %).
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Background To evaluate the 3-year clinical outcomes after toric implantable collamer lens (ICL) implantation for the management of moderate to high myopic astigmatism. Methods Thirty-four eyes of 20 patients who underwent toric ICL implantation were reviewed. All eyes completed 3-year follow-up. Uncorrected (UDVA) and corrected (CDVA) distance LogMAR visual acuities, refraction, endothelial cell density (ECD), and surgical complications were evaluated. Vectorial analysis of astigmatic correction was also done. Results A significant improvement in UDVA, CDVA, manifest spherical and cylindrical refraction was observed at 1 week and remained stable after 3 years. Twenty-six eyes (76.5 %) gained lines of CDVA, and two eyes (5.9 %) showed a loss of 1 line of CDVA. The spherical equivalent (SE) was within ±0.50 D of emmetropia in 18 eyes (52.9 %) and within ±1.00 D in 28 eyes (82.4 %). Differences between target-induced astigmatism (TIA) and surgically-induced astigmatism (SIA) were statistically significant (p < 0.01), and a trend to undercorrection of the refractive astigmatism was present after 3 years. The magnitude of flattening effect (FE) was found to be significantly lower than the magnitude of TIA (p < 0.01). The magnitude of the torque vector was always positive, with a value below 0.50 D in all cases. No vision-threatening complications were observed during the follow-up. Conclusion Toric ICL implantation is an effective and safe surgical option that provides a relatively predictable and stable refractive correction of myopic astigmatism. Further improvements are needed to minimize the degree of undercorrection.
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Purpose: To compare outcomes of big-bubble deep anterior lamellar keratoplasty (DALK) and penetrating keratoplasty (PK) for macular corneal dystrophy. Design: Prospective, randomized, interventional case series. Methods: Setting: Single hospital. Patients: Eighty-two eyes of 54 patients requiring keratoplasty for the treatment of macular corneal dystrophy without endothelial involvement were included. Main outcome measures: Operative complications, uncorrected visual acuity, best-corrected visual acuity, contrast sensitivity function, higher-order aberrations, and endothelial cell density were evaluated. Results: The DALK and PK group consisted of 35 and 41 eyes, respectively. Best-corrected visual acuity after surgery was 20/40 or better 68.5% and 70.7% of the eyes in the DALK and PK groups, respectively (P > .05). No statistically significant differences between groups were found in contrast sensitivity function with and without glare for any spatial frequency (P > .05). Significantly higher levels of higher-order aberrations were found in the DALK group (P < .01). In both groups, a progressive and statistically significant reduction in endothelial cell density was found (P < .01). At the last follow-up, the mean endothelial cell loss was 18.1% and 26.9% in DALK and PK groups, respectively (P = .03). Graft rejection episodes were seen in 5 eyes (12.1%) in the PK group, and regrafting was necessary in 3 eyes (7.3%). Recurrence of the disease was documented in 5.7% and 4.8% of the eyes in the DALK and PK groups, respectively. Conclusions: Deep anterior lamellar keratoplasty with the big-bubble technique provided comparable visual and optical results as PK and resulted in less endothelial damage, as well as eliminating endothelial rejection in macular corneal dystrophy. Deep anterior lamellar keratoplasty surgery is a viable option for macular corneal dystrophy without endothelial involvement.