751 resultados para BURN
Resumo:
En los últimos años Mar del Plata está intentando pasar de ser una ciudad balnearia para ser una ciudad turística. Por esto las estrategias turísticas surgidas desde los organismos oficiales han sido posicionar a la ciudad bajo el lema 'Mar del Plata todo el año'. En esto, el alojamiento y básicamente el sector hotelero, juegan un rol fundamental. Además, la industria hotelera es una de las que mayor empleo genera en las ciudades en las que se ubica. Nuestro estudio se focaliza en el sector hotelero y sus recursos humanos, analizando los cambios en el trabajo impuestos por las nuevas condiciones y la globalización y como esto repercute en la Salud Ocupacional del sector: las consultas por patologías originadas en el trabajo o afectadas por él, se han multiplicado en forma alarmante. Enfermedades psicosomáticas, ataques de pánico, depresión, burn out, víctimas de mobbing, etc., sin olvidar las gastritis, contracturas cervicales, lumbalgias o reacciones alérgicas varias, síntomas contemporáneos que se han incorporado casi naturalmente a nuestro estilo de vida. La epidemiología concibe el fenómeno salud enfermedad, como un proceso dinámico en que se pasa de un estado a otro, repetidamente en un proceso de búsqueda permanente del equilibrio, en el que inciden factores de orden social, político, sanitario, genético, ecológico, demográfico, cultural, etc.. La salud ocupacional permite el enriquecimiento humano y profesional en el trabajo. Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 1984) los factores psicosociales en el trabajo, consisten por un lado en interacciones entre el trabajo, su medio ambiente, la satisfacción en el trabajo y las condiciones de su organización, y por el otro, en las capacidades del trabajador, sus necesidades, su cultura y su situación personal fuera del trabajo, todo lo cual, a través de percepciones y experiencias, puede influir en el rendimiento y la satisfacción en el trabajo y afectar la salud del trabajador. El grupo GIPsIL de la Universidad Nacional de Mar del Plata, se ha propuesto una investigación en el sector hotelero, tan importante de la realidad marplatense. El grupo es interdisciplinario, conformado por Lic. En Psicología, Lic. En Turismo, Lic. En Administración, Contador, y estudiantes interesados en el tema Existen distintas conceptualizaciones y formas diferentes de medir el engagement, que impiden la formulación de una única definición sintética. Adherimos a un modelo en el que el engagement, entendido como estado psicológico está mediando el impacto de los recursos laborales y de los recursos personales en los resultados organizacionales. Esto significa que los recursos tanto laborales como personales tienen un impacto indirecto en los resultados organizacionales a través del estado psicológico de los trabajadores. Para incrementar el engagement de los empleados, se debe saber no sólo qué es y cómo medirlo, sino también cuáles son sus causas y sus consecuencias. El engagement se considera el antídoto positivo del Burnout. Para los trabajadores engaged, el trabajo es algo positivo porque disfrutan con y de lo que hacen. En cambio, los trabajadores quemados o con Burnout, se sienten agotados y fatigados, tienen actitudes cínicas y escépticas sobre su trabajo, y se sienten mal en ellos. Ambos tipos de bienestar psicosocial son opuestos se ilustra en la correlación negativa que existe entre Burnout y engagement
Resumo:
En los últimos años Mar del Plata está intentando pasar de ser una ciudad balnearia para ser una ciudad turística. Por esto las estrategias turísticas surgidas desde los organismos oficiales han sido posicionar a la ciudad bajo el lema 'Mar del Plata todo el año'. En esto, el alojamiento y básicamente el sector hotelero, juegan un rol fundamental. Además, la industria hotelera es una de las que mayor empleo genera en las ciudades en las que se ubica. Nuestro estudio se focaliza en el sector hotelero y sus recursos humanos, analizando los cambios en el trabajo impuestos por las nuevas condiciones y la globalización y como esto repercute en la Salud Ocupacional del sector: las consultas por patologías originadas en el trabajo o afectadas por él, se han multiplicado en forma alarmante. Enfermedades psicosomáticas, ataques de pánico, depresión, burn out, víctimas de mobbing, etc., sin olvidar las gastritis, contracturas cervicales, lumbalgias o reacciones alérgicas varias, síntomas contemporáneos que se han incorporado casi naturalmente a nuestro estilo de vida. La epidemiología concibe el fenómeno salud enfermedad, como un proceso dinámico en que se pasa de un estado a otro, repetidamente en un proceso de búsqueda permanente del equilibrio, en el que inciden factores de orden social, político, sanitario, genético, ecológico, demográfico, cultural, etc.. La salud ocupacional permite el enriquecimiento humano y profesional en el trabajo. Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 1984) los factores psicosociales en el trabajo, consisten por un lado en interacciones entre el trabajo, su medio ambiente, la satisfacción en el trabajo y las condiciones de su organización, y por el otro, en las capacidades del trabajador, sus necesidades, su cultura y su situación personal fuera del trabajo, todo lo cual, a través de percepciones y experiencias, puede influir en el rendimiento y la satisfacción en el trabajo y afectar la salud del trabajador. El grupo GIPsIL de la Universidad Nacional de Mar del Plata, se ha propuesto una investigación en el sector hotelero, tan importante de la realidad marplatense. El grupo es interdisciplinario, conformado por Lic. En Psicología, Lic. En Turismo, Lic. En Administración, Contador, y estudiantes interesados en el tema Existen distintas conceptualizaciones y formas diferentes de medir el engagement, que impiden la formulación de una única definición sintética. Adherimos a un modelo en el que el engagement, entendido como estado psicológico está mediando el impacto de los recursos laborales y de los recursos personales en los resultados organizacionales. Esto significa que los recursos tanto laborales como personales tienen un impacto indirecto en los resultados organizacionales a través del estado psicológico de los trabajadores. Para incrementar el engagement de los empleados, se debe saber no sólo qué es y cómo medirlo, sino también cuáles son sus causas y sus consecuencias. El engagement se considera el antídoto positivo del Burnout. Para los trabajadores engaged, el trabajo es algo positivo porque disfrutan con y de lo que hacen. En cambio, los trabajadores quemados o con Burnout, se sienten agotados y fatigados, tienen actitudes cínicas y escépticas sobre su trabajo, y se sienten mal en ellos. Ambos tipos de bienestar psicosocial son opuestos se ilustra en la correlación negativa que existe entre Burnout y engagement
Resumo:
En los últimos años Mar del Plata está intentando pasar de ser una ciudad balnearia para ser una ciudad turística. Por esto las estrategias turísticas surgidas desde los organismos oficiales han sido posicionar a la ciudad bajo el lema 'Mar del Plata todo el año'. En esto, el alojamiento y básicamente el sector hotelero, juegan un rol fundamental. Además, la industria hotelera es una de las que mayor empleo genera en las ciudades en las que se ubica. Nuestro estudio se focaliza en el sector hotelero y sus recursos humanos, analizando los cambios en el trabajo impuestos por las nuevas condiciones y la globalización y como esto repercute en la Salud Ocupacional del sector: las consultas por patologías originadas en el trabajo o afectadas por él, se han multiplicado en forma alarmante. Enfermedades psicosomáticas, ataques de pánico, depresión, burn out, víctimas de mobbing, etc., sin olvidar las gastritis, contracturas cervicales, lumbalgias o reacciones alérgicas varias, síntomas contemporáneos que se han incorporado casi naturalmente a nuestro estilo de vida. La epidemiología concibe el fenómeno salud enfermedad, como un proceso dinámico en que se pasa de un estado a otro, repetidamente en un proceso de búsqueda permanente del equilibrio, en el que inciden factores de orden social, político, sanitario, genético, ecológico, demográfico, cultural, etc.. La salud ocupacional permite el enriquecimiento humano y profesional en el trabajo. Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 1984) los factores psicosociales en el trabajo, consisten por un lado en interacciones entre el trabajo, su medio ambiente, la satisfacción en el trabajo y las condiciones de su organización, y por el otro, en las capacidades del trabajador, sus necesidades, su cultura y su situación personal fuera del trabajo, todo lo cual, a través de percepciones y experiencias, puede influir en el rendimiento y la satisfacción en el trabajo y afectar la salud del trabajador. El grupo GIPsIL de la Universidad Nacional de Mar del Plata, se ha propuesto una investigación en el sector hotelero, tan importante de la realidad marplatense. El grupo es interdisciplinario, conformado por Lic. En Psicología, Lic. En Turismo, Lic. En Administración, Contador, y estudiantes interesados en el tema Existen distintas conceptualizaciones y formas diferentes de medir el engagement, que impiden la formulación de una única definición sintética. Adherimos a un modelo en el que el engagement, entendido como estado psicológico está mediando el impacto de los recursos laborales y de los recursos personales en los resultados organizacionales. Esto significa que los recursos tanto laborales como personales tienen un impacto indirecto en los resultados organizacionales a través del estado psicológico de los trabajadores. Para incrementar el engagement de los empleados, se debe saber no sólo qué es y cómo medirlo, sino también cuáles son sus causas y sus consecuencias. El engagement se considera el antídoto positivo del Burnout. Para los trabajadores engaged, el trabajo es algo positivo porque disfrutan con y de lo que hacen. En cambio, los trabajadores quemados o con Burnout, se sienten agotados y fatigados, tienen actitudes cínicas y escépticas sobre su trabajo, y se sienten mal en ellos. Ambos tipos de bienestar psicosocial son opuestos se ilustra en la correlación negativa que existe entre Burnout y engagement
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We determined changes in equatorial Pacific phosphorus (µmol P/g) and barite (BaSO4; wt%) concentrations at high resolution (2 cm) across the Paleocene/Eocene (P/E) boundary in sediments from Ocean Drilling Program (ODP) Leg 199 Site 1221 (153.40 to 154.80 meters below seafloor [mbsf]). Oxide-associated, authigenic, and organic P sequentially extracted from bulk sediment were used to distinguish reactive P from detrital P. We separated barite from bulk sediment and compared its morphology with that of modern unaltered biogenic barite to check for diagenesis. On a CaCO3-free basis, reactive P concentrations are relatively constant and high (323 µmol P/g or ~1 wt%). Barite concentrations range from 0.05 to 5.6 wt%, calculated on a CaCO3-free basis, and show significant variability over this time interval. Shipboard measurements of P and Ba in bulk sediments are systematically lower (by ~25%) than shore-based concentrations and likely indicate problems with shipboard standard calibrations. The presence of Mn oxides and the size, crystal morphology, and sulfur isotopes of barite imply deposition in sulfate-rich pore fluids. Relatively constant reactive P, organic C, and biogenic silica concentrations calculated on a CaCO3-free basis indicate generally little variation in organic C, reactive P, and biogenic opal burial across the P/E boundary, whereas variable barite concentrations indicate significant changes in export productivity. Low barite Ba/reactive P ratios before and immediately after the Benthic Extinction Event (BEE) may indicate efficient nutrient burial, and, if nutrient burial and organic C burial are linked, high relative organic C burial that could temporarily drawdown CO2 at this site. This interpretation requires postdepositional oxidation of organic C because organic C to reactive P ratios are low throughout the section. After the BEE, higher barite Ba/reactive P ratios combined with higher barite Ba concentrations may imply that higher export productivity was coupled with unchanged reactive P burial, indicating efficient nutrient and possibly also organic C recycling in the water column. If the nutrient recycling is decoupled from organic C, the high export production could be indicative of drawdown of CO2. However, the observation that organic C burial is not high where barite burial is high may imply that either C sequestration was restricted to the deep ocean and thus occurred only on timescales of the deep ocean mixing or that postdepositional oxidation (burn down) of organic matter affected the sediments. The decoupling of barite and opal may result from low opal preservation or production that is not diatom based.
Resumo:
Oxidized intervals of five organic-rich Madeira Abyssal Plain (MAP) turbidites deposited during the Miocene, Pliocene, and Pleistocene all displayed comparable major loss of total organic carbon (TOC) (84 ± 3.1%) accompanied by a negative isotopic (d13C) shift ranging from -0.3 to -2.9 per mil. Major but significantly lower loss of total nitrogen (Ntot, 61 ± 7.1%) also occurred, leading to a decrease in TOC relative to Ntot (C/Ntot) and a +1.3 to 2.7 per mil Ntot isotopic (d15N) shift. Compound specific isotopic measurements on plant wax n-alkanes indicate the terrestrial organic component in the unoxidized deposits is 13C-enriched owing to significant C4 contribution. Selective preservation of terrestrial relative to marine organic carbon could account for the d13C behavior of TOC upon oxidation but only if a 13C-depleted component of the bulk terrestrial signal is selectively preserved in the process. Although the C/Ntot decrease and positive d15N shift seems inconsistent with selective terrestrial organic preservation, results from analysis of a Modern eolian dust sample collected in the vicinity indicate these observations are compatible. Regardless of the specific explanation for these isotopic observations, however, our findings provide evidence that paleoreconstruction of properties such as pCO2 using the d13C of TOC is a goal fraught with uncertainty whether or not the marine sedimentary record considered is 'contaminated' with significant terrestrial input. Nonetheless, despite major and selective loss of both marine and terrestrial components as a consequence of postdepositional oxidation, intensive organic geochemical proxies such as the alkenone unsaturation index, UK'37, appear resistant to change and thereby retain their paleoceanographic promise.
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The paper presents first results of a pan-boreal scale land cover harmonization and classification. A methodology is presented that combines global and regional vegetation datasets to extract percentage cover information for different vegetation physiognomy and barren for the pan-arctic region within the ESA Data User Element Permafrost. Based on the legend description of each land cover product the datasets are harmonized into four LCCS (Land Cover Classification System) classifiers which are linked to the MODIS Vegetation Continuous Field (VCF) product. Harmonized land cover and Vegetation Continuous Fields products are combined to derive a best estimate of percentage cover information for trees, shrubs, herbaceous and barren areas for Russia. Future work will concentrate on the expansion of the developed methodology to the pan-arctic scale. Since the vegetation builds an isolation layer, which protects the permafrost from heat and cold temperatures, a degradation of this layer due to fire strongly influences the frozen conditions in the soil. Fire is an important disturbance factor which affects vast processes and dynamics in ecosystems (e.g. biomass, biodiversity, hydrology, etc.). Especially in North Eurasia the fire occupancy has dramatically increased in the last 50 years and has doubled in the 1990s with respect to the last five decades. A comparison of global and regional fire products has shown discrepancies between the amounts of burn scars detected by different algorithms and satellite data.
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The episodic occurrence of debris flow events in response to stochastic precipitation and wildfire events makes hazard prediction challenging. Previous work has shown that frequency-magnitude distributions of non-fire-related debris flows follow a power law, but less is known about the distribution of post-fire debris flows. As a first step in parameterizing hazard models, we use frequency-magnitude distributions and cumulative distribution functions to compare volumes of post-fire debris flows to non-fire-related debris flows. Due to the large number of events required to parameterize frequency-magnitude distributions, and the relatively small number of post-fire event magnitudes recorded in the literature, we collected data on 73 recent post-fire events in the field. The resulting catalog of 988 debris flow events is presented as an appendix to this article. We found that the empirical cumulative distribution function of post-fire debris flow volumes is composed of smaller events than that of non-fire-related debris flows. In addition, the slope of the frequency-magnitude distribution of post-fire debris flows is steeper than that of non-fire-related debris flows, evidence that differences in the post-fire environment tend to produce a higher proportion of small events. We propose two possible explanations: 1) post-fire events occur on shorter return intervals than debris flows in similar basins that do not experience fire, causing their distribution to shift toward smaller events due to limitations in sediment supply, or 2) fire causes changes in resisting and driving forces on a package of sediment, such that a smaller perturbation of the system is required in order for a debris flow to occur, resulting in smaller event volumes.