806 resultados para Trastorno Depresivo Mayor
Resumo:
Este trabajo ofrece una revisión sobre diversos estudios relativos al Trastorno Específico del Lenguaje (TEL). Dicha tema, es abordado desde diversas disciplinas de las cuales las más relevantes son la psicolingüística, la neurofisiología y la psicología. Desde la psicolingüística, se plantean dos grandes teorías sobre la causa del TEL. La primera, como consecuencia de alteraciones en el procesamiento del lenguaje; la segunda, lo concibe como un trastorno modular del lenguaje. La teoría del procesamiento, propone que existe una limitación funcional de algunos dispositivos cognitivos que traería como consecuencia la limitación general del procesamiento del lenguaje. Esta teoría supone que hay un déficit en la memoria de trabajo, la cual refiere a la capacidad para almacenar información y poder recurrir a ella, siendo su principal característica la posibilidad de aprender nuevas palabras. Dentro de esta misma teoría, se sostiene que hay una limitación de la actividad fonológica que generan dificultades para formar representaciones correctas de las palabras, y dificultades luego para recurrir a ellas con el fin de manipularlas y combinarlas. Dichas dificultades se manifestarían primero en un retraso en la adquisición del vocabulario, y posteriormente iría afectando a las dimensiones fonológicas y morfo-sintáctica, siendo entonces el trastorno evidente a partir de los 3 años. Por otro lado, la teoría que concibe al lenguaje entendido como módulos específicos para la adquisición y representación del lenguaje, sostiene que dichos módulos estarían afectados, siendo necesario analizar las particularidades sintácticas y fonológicas de los niños que padecen este trastorno. Se ha estimado también, que este trastorno, es consecuencia de un déficit en el conocimiento que toda persona tiene de las reglas que regularizan su lengua. Otros estudios psicolingüísticos, sostienen que en el TEL habría un déficit acústico-perceptivo, que retrasa el desarrollo del lenguaje donde en una primera etapa, los niños afectados no pueden co-articular los datos acústicos y perceptivos. Si esto es así, el niño incorpora las palabras de una manera holística, pero no logra formar representaciones fonológicas y por tal motivo, no puede acceder al significado ni a las demás representaciones que permiten interpretar el habla. Como consecuencia de estas limitaciones, se producen deficiencias en la producción del habla. Desde la neurofisiología se plantean los lineamientos que establecen que habría bases genéticas subyacentes a las habilidades lingüísticas defectuosas de los sujetos con TEL. Esto puede verse claramente en el hecho de que los niños con TEL poseen una mayor cantidad de familiares con habilidades lingüísticas defectuosas en comparación a niños con un desarrollo normal. Desde la psicología, considerando en particular el enfoque socio histórico, se sostiene que habría un desfase entre el lenguaje verbal y escrito. Estos estudios plantean que las competencias lingüísticas esperables de los niños no siempre se manifiestan en el lenguaje escrito, el problema entonces reside en que a pesar de estar conectados el lenguaje verbal y escrito tienen vías de desarrollo diferentes. Finalmente, se intentó abordar la propia percepción que tienen los sujetos que padecen este trastorno a través de un test denominado IDENTLING (diseñado y aplicado exclusivamente a estos niños), como así también las consecuencias que este problema les genera a nivel socio-cultural, tales como la exclusión, discriminación, y los bajos desempeños en el ámbito escolar. Los resultados de este test, dan cuenta que los niños con trastornos del habla presentan conocimientos, creencias y (pre)juicios sobre sus propias experiencias para con los demás a la hora de la comunicación, que influyen en sus producciones y actuaciones lingüísticas, generando diversos tipos de actuaciones lingüísticas según el contexto social en el que se encuentren
Resumo:
La forma en que los individuos se perciben y valoran a sí mismos cumple una función muy importante en su adaptación psicológica y social. Los niños con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) enfrentan múltiples situaciones de fracaso, por lo que sería esperable que tuvieran una percepción pobre de sí mismos. Sin embargo, los hallazgos en esta área han sido inconsistentes. Por otra parte, la familia es el principal contexto implicado en la constitución del autoconcepto, pero las variables familiares prácticamente no han sido tenidas en cuenta. Objetivo general: Conocer las características del autoconcepto de niños con TDAH y su vinculación con la percepción de la relación con los padres. Método: Muestra: Niños de ambos sexos con diagnóstico de TDAH según los criterios del DSM-IV-TR (n = 35). Grupos control: Niños que concurren a psicoterapia por motivos distintos del TDAH (n = 26)(Grupo Control Clínico, GCC) y niños que no reciben asistencia psicoterapéutica o psiquiátrica (n = 44) (Grupo Control Sano, GCS) de entre 7 y 13 años. Al menos uno de sus padres y un docente de estos niños. Las tres muestras presentan características sociodemográficas equiparables. Instrumentos: Para los niños: Escala Argentina de Percepción de la relación con los padres; Perfil de autopercepción para niños. Para los padres: Cuestionario sociodemográfico; SNAP-IV; Escala de evaluación del comportamiento del niño. Versión para padres. Para los docentes: SNAP-IV; Escala de evaluación del comportamiento del niño. Versión para docentes. Procedimiento: se realizó un estudio descriptivo correlacional de tipo transversal. Se pidió consentimiento informado a los padres de los niños evaluados. La participación fue voluntaria y confidencial. Los niños con TDAH y del GCC fueron contactados en centros de salud. Los niños del GCS fueron contactados en instituciones educativas. Procesamiento de la información: Se utilizó la prueba de Kruskal Wallis y U Mann-Whitney para la comparación entre grupos. Para estudiar la asociación entre variables se utilizó el coeficiente Rho de Spearman y la prueba Ji cuadrado. Se realizaron regresiones logísticas simples para estudiar el poder predictivo de unas variables sobre las otras. Se estudió el tamaño del efecto en todos los análisis realizados. Resultados: Los niños con TDAH presentan un autoconcepto más negativo y un mayor sesgo positivo ilusorio (SPI) comparados con los niños del GCS. Sin embargo, su autoconcepto no difiere del de los niños del GCC. Estos niños tienen un autoconcepto más negativo que los niños del GCS. En cuanto al SPI, el GCC forma un grupo intermedio que no difiere de los otros dos. En cuanto a la percepción de la relación con los padres, se encontró que el TDAH afecta principalmente la relación con la madre. Estos niños perciben un mayor control patológico por parte de ella que los niños que no padecen el trastorno y una menor autonomía que los niños del GCS. Asimismo, cuanto mayor es el nivel de síntomas combinados que se expresan en la escuela, mayor es el control patológico percibido por el niño en esta relación. Si bien no se encontraron diferencias en la percepción de aceptación por parte de los padres respecto de los otros grupos estudiados, los síntomas de hiperactividad/impulsividad se asociaron positivamente con la percepción de aceptación materna. El estudio de la vinculación entre el autoconcepto y la percepción de la relación con los padres reveló que, también en este caso, la relación con la madre es la que tiene la mayor influencia. En el grupo con TDAH, la percepción de un bajo control patológico en esta relación predijo autopercepciones más negativas en el dominio de las competencias académicas y el comportamiento. Asimismo, un alto control patológico predijo un alto SPI en el dominio de las competencias académicas. En el GCC y el GCS, un bajo control patológico percibido en la relación con la madre predijo autopercepciones positivas. Se discuten las implicancias
Resumo:
La forma en que los individuos se perciben y valoran a sí mismos cumple una función muy importante en su adaptación psicológica y social. Los niños con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) enfrentan múltiples situaciones de fracaso, por lo que sería esperable que tuvieran una percepción pobre de sí mismos. Sin embargo, los hallazgos en esta área han sido inconsistentes. Por otra parte, la familia es el principal contexto implicado en la constitución del autoconcepto, pero las variables familiares prácticamente no han sido tenidas en cuenta. Objetivo general: Conocer las características del autoconcepto de niños con TDAH y su vinculación con la percepción de la relación con los padres. Método: Muestra: Niños de ambos sexos con diagnóstico de TDAH según los criterios del DSM-IV-TR (n = 35). Grupos control: Niños que concurren a psicoterapia por motivos distintos del TDAH (n = 26)(Grupo Control Clínico, GCC) y niños que no reciben asistencia psicoterapéutica o psiquiátrica (n = 44) (Grupo Control Sano, GCS) de entre 7 y 13 años. Al menos uno de sus padres y un docente de estos niños. Las tres muestras presentan características sociodemográficas equiparables. Instrumentos: Para los niños: Escala Argentina de Percepción de la relación con los padres; Perfil de autopercepción para niños. Para los padres: Cuestionario sociodemográfico; SNAP-IV; Escala de evaluación del comportamiento del niño. Versión para padres. Para los docentes: SNAP-IV; Escala de evaluación del comportamiento del niño. Versión para docentes. Procedimiento: se realizó un estudio descriptivo correlacional de tipo transversal. Se pidió consentimiento informado a los padres de los niños evaluados. La participación fue voluntaria y confidencial. Los niños con TDAH y del GCC fueron contactados en centros de salud. Los niños del GCS fueron contactados en instituciones educativas. Procesamiento de la información: Se utilizó la prueba de Kruskal Wallis y U Mann-Whitney para la comparación entre grupos. Para estudiar la asociación entre variables se utilizó el coeficiente Rho de Spearman y la prueba Ji cuadrado. Se realizaron regresiones logísticas simples para estudiar el poder predictivo de unas variables sobre las otras. Se estudió el tamaño del efecto en todos los análisis realizados. Resultados: Los niños con TDAH presentan un autoconcepto más negativo y un mayor sesgo positivo ilusorio (SPI) comparados con los niños del GCS. Sin embargo, su autoconcepto no difiere del de los niños del GCC. Estos niños tienen un autoconcepto más negativo que los niños del GCS. En cuanto al SPI, el GCC forma un grupo intermedio que no difiere de los otros dos. En cuanto a la percepción de la relación con los padres, se encontró que el TDAH afecta principalmente la relación con la madre. Estos niños perciben un mayor control patológico por parte de ella que los niños que no padecen el trastorno y una menor autonomía que los niños del GCS. Asimismo, cuanto mayor es el nivel de síntomas combinados que se expresan en la escuela, mayor es el control patológico percibido por el niño en esta relación. Si bien no se encontraron diferencias en la percepción de aceptación por parte de los padres respecto de los otros grupos estudiados, los síntomas de hiperactividad/impulsividad se asociaron positivamente con la percepción de aceptación materna. El estudio de la vinculación entre el autoconcepto y la percepción de la relación con los padres reveló que, también en este caso, la relación con la madre es la que tiene la mayor influencia. En el grupo con TDAH, la percepción de un bajo control patológico en esta relación predijo autopercepciones más negativas en el dominio de las competencias académicas y el comportamiento. Asimismo, un alto control patológico predijo un alto SPI en el dominio de las competencias académicas. En el GCC y el GCS, un bajo control patológico percibido en la relación con la madre predijo autopercepciones positivas. Se discuten las implicancias
Resumo:
Este trabajo ha surgido como resultado de una clase de un Seminario dictado en el marco de la cátedra de Psicoterapia I de la Facultad de Psicología de la U.N.L.P. El mismo se tituló 'Los padecimientos actuales y sus abordajes terapéuticos', y tuvo como objetivo explicitar algunos modos de nominar y tratar a las formas en que se presentan actualmente el malestar humano en nuestra época. En lo que hace a nuestra presentación, nos referiremos específicamente al TOC y a la Neurosis Obsesiva. Nos interesa mostrar que no se trata del mismo fenómeno, como suele pensarse. El diagnóstico de TOC no autoriza a pensar que se trataría de una neurosis obsesiva tal como se plantea desde el psicoanálisis. Tampoco el diagnóstico de neurosis obsesiva supone uno de TOC. De ambas categorías se desprenden operaciones psicoterapéuticas diferentes, en la medida en que suponen distintas concepciones del sujeto a tratar, así como también posiciones diferentes en relación al diagnóstico psicopatológico (semiológico y estructural). El diagnóstico de neurosis obsesiva reviste una particularidad: la de ser realizado bajo transferencia en el marco de la oferta del dispositivo analítico, donde se pone en juego la realidad sexual del inconciente para cada sujeto, en relación a la cual tomarán lugar las intervenciones y la lógica del tratamiento. Ello a diferencia del diagnóstico de TOC, que dependería de la verificación o no de determinados signos (obsesiones, compulsiones, dudas, consideradas inútiles) a los cuales le subyacen creencias o cogniciones disfuncionales típicas a cuestionar o sustituir en el marco de la cura, valiéndose de determinados procedimientos técnicos. De aquí se desprende que otra diferencia estaría en relación a la concepción de la causa (etiología sexual y mecanismo psíquico, desde el psicoanálisis; las cogniciones desde las TCC) y las intervenciones que de ella se desprenden. La neurosis obsesiva es establecida como estructura clínica con una etiología y mecanismos particulares formalizados por Freud: la represión frente a lo sexual, mediante anulación y aislamiento. El corte en acto bajo transferencia es una maniobra propiamente analítica. La misma es vez a vez, no supone ninguna técnica o receta programada de antemano. Por su parte, el TOC es una categoría semiológica descriptiva del DSM IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales) usada tanto por psiquiatras y terapeutas cognitivo comportamentales. Estos últimos le adjudican al mencionado trastorno una serie de pensamientos y creencias que se reiterarían en la mayoría de los TOC. Las 'creencias disfuncionales', o 'errores cognitivos', serían la causa del padecimiento. Su cuestionamiento, problematización, cambio, eliminación o sustitución por otras con mayor funcionalidad, mediante diversas técnicas e instrumentos preestablecidos de antemano (principalmente el cuestionamiento socrático y el empiricismo colaborativo entendido, entre otras cosas, como un tipo de alianza terapéutica y común acuerdo), traería aparejados cambios en las emociones y en las conductas. Allí radicaría su eficacia. A tales fines, se maneja en esta práctica psicoterapéutica una concepción de la realidad diferente a la establecida desde la praxis psicoanalítica. Para las terapias cognitivo comportamentales, se trataría de una realidad no afectada por lo que la creencia que el cliente le adjudica, una realidad compartida, señalada por el terapeuta para brindar evidencia objetiva que contradiga dichas creencias. Desde el psicoanálisis, se considera la realidad fantasmática (psíquica y sexual) del sujeto como algo fundamental a dar lugar en el tratamiento
Resumo:
Este trabajo ofrece una revisión sobre diversos estudios relativos al Trastorno Específico del Lenguaje (TEL). Dicha tema, es abordado desde diversas disciplinas de las cuales las más relevantes son la psicolingüística, la neurofisiología y la psicología. Desde la psicolingüística, se plantean dos grandes teorías sobre la causa del TEL. La primera, como consecuencia de alteraciones en el procesamiento del lenguaje; la segunda, lo concibe como un trastorno modular del lenguaje. La teoría del procesamiento, propone que existe una limitación funcional de algunos dispositivos cognitivos que traería como consecuencia la limitación general del procesamiento del lenguaje. Esta teoría supone que hay un déficit en la memoria de trabajo, la cual refiere a la capacidad para almacenar información y poder recurrir a ella, siendo su principal característica la posibilidad de aprender nuevas palabras. Dentro de esta misma teoría, se sostiene que hay una limitación de la actividad fonológica que generan dificultades para formar representaciones correctas de las palabras, y dificultades luego para recurrir a ellas con el fin de manipularlas y combinarlas. Dichas dificultades se manifestarían primero en un retraso en la adquisición del vocabulario, y posteriormente iría afectando a las dimensiones fonológicas y morfo-sintáctica, siendo entonces el trastorno evidente a partir de los 3 años. Por otro lado, la teoría que concibe al lenguaje entendido como módulos específicos para la adquisición y representación del lenguaje, sostiene que dichos módulos estarían afectados, siendo necesario analizar las particularidades sintácticas y fonológicas de los niños que padecen este trastorno. Se ha estimado también, que este trastorno, es consecuencia de un déficit en el conocimiento que toda persona tiene de las reglas que regularizan su lengua. Otros estudios psicolingüísticos, sostienen que en el TEL habría un déficit acústico-perceptivo, que retrasa el desarrollo del lenguaje donde en una primera etapa, los niños afectados no pueden co-articular los datos acústicos y perceptivos. Si esto es así, el niño incorpora las palabras de una manera holística, pero no logra formar representaciones fonológicas y por tal motivo, no puede acceder al significado ni a las demás representaciones que permiten interpretar el habla. Como consecuencia de estas limitaciones, se producen deficiencias en la producción del habla. Desde la neurofisiología se plantean los lineamientos que establecen que habría bases genéticas subyacentes a las habilidades lingüísticas defectuosas de los sujetos con TEL. Esto puede verse claramente en el hecho de que los niños con TEL poseen una mayor cantidad de familiares con habilidades lingüísticas defectuosas en comparación a niños con un desarrollo normal. Desde la psicología, considerando en particular el enfoque socio histórico, se sostiene que habría un desfase entre el lenguaje verbal y escrito. Estos estudios plantean que las competencias lingüísticas esperables de los niños no siempre se manifiestan en el lenguaje escrito, el problema entonces reside en que a pesar de estar conectados el lenguaje verbal y escrito tienen vías de desarrollo diferentes. Finalmente, se intentó abordar la propia percepción que tienen los sujetos que padecen este trastorno a través de un test denominado IDENTLING (diseñado y aplicado exclusivamente a estos niños), como así también las consecuencias que este problema les genera a nivel socio-cultural, tales como la exclusión, discriminación, y los bajos desempeños en el ámbito escolar. Los resultados de este test, dan cuenta que los niños con trastornos del habla presentan conocimientos, creencias y (pre)juicios sobre sus propias experiencias para con los demás a la hora de la comunicación, que influyen en sus producciones y actuaciones lingüísticas, generando diversos tipos de actuaciones lingüísticas según el contexto social en el que se encuentren
Resumo:
Este trabajo ha surgido como resultado de una clase de un Seminario dictado en el marco de la cátedra de Psicoterapia I de la Facultad de Psicología de la U.N.L.P. El mismo se tituló 'Los padecimientos actuales y sus abordajes terapéuticos', y tuvo como objetivo explicitar algunos modos de nominar y tratar a las formas en que se presentan actualmente el malestar humano en nuestra época. En lo que hace a nuestra presentación, nos referiremos específicamente al TOC y a la Neurosis Obsesiva. Nos interesa mostrar que no se trata del mismo fenómeno, como suele pensarse. El diagnóstico de TOC no autoriza a pensar que se trataría de una neurosis obsesiva tal como se plantea desde el psicoanálisis. Tampoco el diagnóstico de neurosis obsesiva supone uno de TOC. De ambas categorías se desprenden operaciones psicoterapéuticas diferentes, en la medida en que suponen distintas concepciones del sujeto a tratar, así como también posiciones diferentes en relación al diagnóstico psicopatológico (semiológico y estructural). El diagnóstico de neurosis obsesiva reviste una particularidad: la de ser realizado bajo transferencia en el marco de la oferta del dispositivo analítico, donde se pone en juego la realidad sexual del inconciente para cada sujeto, en relación a la cual tomarán lugar las intervenciones y la lógica del tratamiento. Ello a diferencia del diagnóstico de TOC, que dependería de la verificación o no de determinados signos (obsesiones, compulsiones, dudas, consideradas inútiles) a los cuales le subyacen creencias o cogniciones disfuncionales típicas a cuestionar o sustituir en el marco de la cura, valiéndose de determinados procedimientos técnicos. De aquí se desprende que otra diferencia estaría en relación a la concepción de la causa (etiología sexual y mecanismo psíquico, desde el psicoanálisis; las cogniciones desde las TCC) y las intervenciones que de ella se desprenden. La neurosis obsesiva es establecida como estructura clínica con una etiología y mecanismos particulares formalizados por Freud: la represión frente a lo sexual, mediante anulación y aislamiento. El corte en acto bajo transferencia es una maniobra propiamente analítica. La misma es vez a vez, no supone ninguna técnica o receta programada de antemano. Por su parte, el TOC es una categoría semiológica descriptiva del DSM IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales) usada tanto por psiquiatras y terapeutas cognitivo comportamentales. Estos últimos le adjudican al mencionado trastorno una serie de pensamientos y creencias que se reiterarían en la mayoría de los TOC. Las 'creencias disfuncionales', o 'errores cognitivos', serían la causa del padecimiento. Su cuestionamiento, problematización, cambio, eliminación o sustitución por otras con mayor funcionalidad, mediante diversas técnicas e instrumentos preestablecidos de antemano (principalmente el cuestionamiento socrático y el empiricismo colaborativo entendido, entre otras cosas, como un tipo de alianza terapéutica y común acuerdo), traería aparejados cambios en las emociones y en las conductas. Allí radicaría su eficacia. A tales fines, se maneja en esta práctica psicoterapéutica una concepción de la realidad diferente a la establecida desde la praxis psicoanalítica. Para las terapias cognitivo comportamentales, se trataría de una realidad no afectada por lo que la creencia que el cliente le adjudica, una realidad compartida, señalada por el terapeuta para brindar evidencia objetiva que contradiga dichas creencias. Desde el psicoanálisis, se considera la realidad fantasmática (psíquica y sexual) del sujeto como algo fundamental a dar lugar en el tratamiento
Resumo:
Este trabajo ofrece una revisión sobre diversos estudios relativos al Trastorno Específico del Lenguaje (TEL). Dicha tema, es abordado desde diversas disciplinas de las cuales las más relevantes son la psicolingüística, la neurofisiología y la psicología. Desde la psicolingüística, se plantean dos grandes teorías sobre la causa del TEL. La primera, como consecuencia de alteraciones en el procesamiento del lenguaje; la segunda, lo concibe como un trastorno modular del lenguaje. La teoría del procesamiento, propone que existe una limitación funcional de algunos dispositivos cognitivos que traería como consecuencia la limitación general del procesamiento del lenguaje. Esta teoría supone que hay un déficit en la memoria de trabajo, la cual refiere a la capacidad para almacenar información y poder recurrir a ella, siendo su principal característica la posibilidad de aprender nuevas palabras. Dentro de esta misma teoría, se sostiene que hay una limitación de la actividad fonológica que generan dificultades para formar representaciones correctas de las palabras, y dificultades luego para recurrir a ellas con el fin de manipularlas y combinarlas. Dichas dificultades se manifestarían primero en un retraso en la adquisición del vocabulario, y posteriormente iría afectando a las dimensiones fonológicas y morfo-sintáctica, siendo entonces el trastorno evidente a partir de los 3 años. Por otro lado, la teoría que concibe al lenguaje entendido como módulos específicos para la adquisición y representación del lenguaje, sostiene que dichos módulos estarían afectados, siendo necesario analizar las particularidades sintácticas y fonológicas de los niños que padecen este trastorno. Se ha estimado también, que este trastorno, es consecuencia de un déficit en el conocimiento que toda persona tiene de las reglas que regularizan su lengua. Otros estudios psicolingüísticos, sostienen que en el TEL habría un déficit acústico-perceptivo, que retrasa el desarrollo del lenguaje donde en una primera etapa, los niños afectados no pueden co-articular los datos acústicos y perceptivos. Si esto es así, el niño incorpora las palabras de una manera holística, pero no logra formar representaciones fonológicas y por tal motivo, no puede acceder al significado ni a las demás representaciones que permiten interpretar el habla. Como consecuencia de estas limitaciones, se producen deficiencias en la producción del habla. Desde la neurofisiología se plantean los lineamientos que establecen que habría bases genéticas subyacentes a las habilidades lingüísticas defectuosas de los sujetos con TEL. Esto puede verse claramente en el hecho de que los niños con TEL poseen una mayor cantidad de familiares con habilidades lingüísticas defectuosas en comparación a niños con un desarrollo normal. Desde la psicología, considerando en particular el enfoque socio histórico, se sostiene que habría un desfase entre el lenguaje verbal y escrito. Estos estudios plantean que las competencias lingüísticas esperables de los niños no siempre se manifiestan en el lenguaje escrito, el problema entonces reside en que a pesar de estar conectados el lenguaje verbal y escrito tienen vías de desarrollo diferentes. Finalmente, se intentó abordar la propia percepción que tienen los sujetos que padecen este trastorno a través de un test denominado IDENTLING (diseñado y aplicado exclusivamente a estos niños), como así también las consecuencias que este problema les genera a nivel socio-cultural, tales como la exclusión, discriminación, y los bajos desempeños en el ámbito escolar. Los resultados de este test, dan cuenta que los niños con trastornos del habla presentan conocimientos, creencias y (pre)juicios sobre sus propias experiencias para con los demás a la hora de la comunicación, que influyen en sus producciones y actuaciones lingüísticas, generando diversos tipos de actuaciones lingüísticas según el contexto social en el que se encuentren
Resumo:
El estudio de la emoción y la cognición constituyen dos de las grandes áreas de interés en la psicología desde su origen. Fue necesaria la llegada del paradigma cognitivo-conductual para que el análisis de ambas áreas de estudio alcanzaran su mayor interés y desarrollo empírico, a través del estudio de su interrelación, implicaciones, evaluación y tratamiento, permitiendo dar validez científica a los supuestos teóricos y así alcanzar el nivel de ciencia en el que depositar todo ello. Centrándonos en el desarrollo de los modelos cognitivos, revisaremos en primer lugar los conceptos fundamentales para el estudio del Trastorno Obsesivo Compulsivo (en adelante TOC), continuaremos con un acercamiento a los principales modelos explicativos, haciendo hincapié en el análisis de los sesgos cognitivos, especialmente aquellos que afectan a la tendencia obsesiva, es decir, los sesgos atencionales y los sesgos de interpretación, así como los más novedosos modelos metacognitivos de estudio e investigación. Así en el análisis de la actividad cognitiva, especialmente aquella que subyace al procesamiento de los pacientes con tendencias obsesivas o con un diagnóstico de TOC, partimos tanto de los enfoques que la explican a través de la perspectiva de que el pensamiento obsesivo es debido a un fallo en el procesamiento de la información, como aquellos modelos explicativos que postulan que la importancia para entender la actividad cognitiva TOC radica en la tendencia a desarrollar creencias disfuncionales que determinan el pensamiento y por tanto, las obsesiones y las consecuentes compulsiones que dificultan la vida de nuestros pacientes. Junto a ambas perspectivas, que nos sitúan en el marco de lo cognitivo, nos acercaremos, ya de forma experimental al TOC y al pensamiento con tendencias obsesivas, para ahondar en su vinculación con los aspectos emocionales a través del papel que tienen el sentido de culpa y la empatía...
Resumo:
Resulta innegable que la conducción de vehículos constituye, en sí, el ejercicio de una actividad multitarea compleja. De manera tal que, quien quisiera ejecutarla, deberá poseer determinadas aptitudes psíquicas y físicas que aseguren, en todo momento, el mantenimiento de óptimas condiciones de seguridad. Por un lado, los datos de investigación, así como las estadísticas de siniestralidad vial, indican que son varios factores los que inclinan la balanza hacia una mayor propensión de conductas de riesgo en la conducción por parte de los adolescentes: la combinación de inmadurez e inexperiencia, no utilizar el cinturón de seguridad, acelerar o conducir demasiado rápido, el alto consumo de tecnología mientras conducen, etc. Por otro lado, la distracción y la inatención son factores humanos concurrentes en los accidentes de tráfico. Se ha considerado abordar la distracción y la inatención como aspectos continuos e inherentes a la persona bajo el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Catalogado como un trastorno que se manifiesta por presentar dificultades crónicas para mantener la concentración (déficit de atención), sobre todo en circunstancias que ofrecen baja estimulación, y la falta de inhibición/control sobre los impulsos asociada con frecuencia a inquietud motora (impulsividad-hiperactividad) y que interfieren, visiblemente, en el desarrollo del individuo y, con un papel muy notorio, en los ámbitos clínico, social, asistencial, académico y, por supuesto, seguridad vial. Apenas se conoce la sensibilidad/capacidad de la prueba psicotécnica, velocidad de anticipación, utilizada en los Centros de Reconocimiento de Conductores para la obtención o renovación del carné de conducir en España, como instrumento para detectar sujetos con TDAH. El objetivo del presente estudio es comparar el desempeño en la prueba psicotécnica que mide la velocidad de anticipación, a través del Test KCC, en una muestra de 173 sujetos, niños y adolescentes, de ambos sexos, entre los 7 y 16 años con y sin TDAH y, si otras variables, como el sexo, la edad, el índice de reflexividad/impulsividad (a través del Test de Stroop) y el potencial de aprendizaje (medido con el Test TONI-2) también influyen. Los resultados obtenidos muestran que no existen diferencias estadísticamente significativas entre niños y adolescentes con o sin TDAH para las variables de velocidad de anticipación, edad, sexo e índice de reflexividad/impulsividad. Sin embargo, si se encontraron diferencias estadísticamente significativas en relación al potencial de aprendizaje (CI) y la medida, velocidad de anticipación. Se recomienda efectuar estudios confirmatorios e investigaciones que repliquen y evalúen estas variables.
Resumo:
El objetivo es buscar un modelo reducido de síntomas del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad subtipo Combinado (TDAH-C), que presente adecuada validez de criterio para su diagnóstico. La metodología se basa en contexto de estudio epidemiológico. Muestra de 1095 casos entre 6 y 16 años [4.38 % TDAH-C]. Se realiza una selección de casos con primera fase psicométrica de sospecha TDAH-C que requiere que ADHD RS-IV, implementado por padres (PA) y profesores (PR), supere el PC 90. En la segunda fase, los casos seleccionados se evalúan mediante entrevista clínica modelo DISC-IV (DSM-IV) para confirmar TDAH-C. Se implementa regresión logística para buscar modelo parsimonioso de ítems que permita predecir TDAH-C. El modelo de ítems que permite predecir TDAH-C contiene 8 de los 36 ítems del ADHD RS-IV contestados por PA y PR. Considerando las odds ratio del modelo de regresión logística, los ítems del ADHD RS-IV seleccionados son los siguientes 15PR, 1PA, 16PR, 12PA, 17PA, 10PA, 14PA y 4PR. El modelo presenta validez de criterio para TDAH-C clínico (sensibilidad: 97.9 %. Especificidad: 93.8%. Razón de verosimilitud: 16.02). Es posible reducir la lista de síntomas de TDAH-C con buena validez de criterio, manteniendo los que proporcionan mayor discriminación entre TDAH-C y población general.
Resumo:
INTRODUCCION. El trastorno del Desarrollo de la Coordinación TDC en la infancia es una problemática importante desde la salud pública, ya que tiene repercusiones importantes desde las diferentes esferas del desarrollo: motora, cognitiva, psicosocial y emocional, por lo mismo, es frecuente la presencia de comorbilidad con otros trastornos del desarrollo infantil. Se presenta un estudio multicéntrico que caracteriza la asociación del TDC con otros trastornos del desarrollo. OBJETIVO. Determinar la asociación del TDC con otros trastornos del desarrollo infantil en la ciudad de Cali. METODOLOGÍA. Estudio transversal, descriptivo y de asociación, en una muestra de 140 niños de 6 a 12 años de edad, aleatorizados en instituciones públicas y privadas de la ciudad de Cali. Entrevista estructurada y aplicación de cuestionarios a padres y profesores para determinar la presencia de Trastorno del Desarrollo de la Coordinación y su asociación con el trastorno de la conducta, el déficit de atención e hiperactividad y el trastorno del aprendizaje. Se realizó análisis descriptivo univariado para la caracterización sociodemográfica, pruebas de asociación con coeficiente de correlación a través de prueba Chi 2 y grado de dependencia con coeficientes Phi. RESULTADOS. La prevalencia del TDC en la población estudiada fue del 12%; un 45% de los niños estudiado presentan posible trastorno de aprendizaje y solo un 5% presentan TDAH. Se encontró asociación negativa entre el Trastorno del desarrollo de la coordinación y Trastorno de aprendizaje de -0,186, con un P valor de 0,028. No se encontró asociación estadísticamente significativa entre el trastorno del desarrollo de la coordinación con los demás trastornos del desarrollo, en tanto que los P valor fueron mayor a 0,05. CONCLUSIONES. Existe asociación negativa con significancia estadística entre el Trastorno del desarrollo de la coordinación y el trastorno de aprendizaje. La prevalencia del TDC en la población estudiada es coherente con la reportada a nivel internacional.
Resumo:
El trastorno orgánico de la personalidad supone una alteración significativa de las formas habituales del comportamiento premórbido, afectando particularmente a la expresión de las emociones, necesidades e impulsos. Se presenta el caso de una mujer de 49 años de edad que, tras padecer un infarto cerebral, presentó una transformación de su personalidad y de sus valores previos. Anteriormente era una persona con múltiples miedos, cuidadosa, metódica en su vida diaria. Tras el infarto comenzó a presentar conductas de provocación y una mayor desinhibición e impulsividad, menor tolerancia a la frustración, así como mínima capacidad de planificación y resolución de problemas. Además, fue incapaz de conservar ningún trabajo y perdió las relaciones sociales. Se realizaron estudios de imagen (tomografía computarizada (TC) y resonancia magnética (RM)), electroencefalograma (EEG) y una evaluación neuropsicológica. Los resultados obtenidos son compatibles con un trastorno orgánico de la personalidad subtipo desinhibido, caracterizado clínicamente por la tendencia a la labilidad emocional, la desinhibición conductual y la falta de control de impulsos. El trastorno orgánico de la personalidad es una afectación crónica e irreversible que está influyendo en la capacidad de autogobierno de la paciente, y por ello deben valorarse los aspectos psiquiátrico-forenses pertinentes.
Resumo:
122 p.
Resumo:
ANTECEDENTES: El trastorno disfórico premenstrual (TDPM) es una afección en la cual la mujer que lo padece puede volverse lo suficientemente incapacitante para desempeñarse en su vida normal. Se basa en una combinación de síntomas somáticos y psíquicos que se presentan durante la fase lútea de la menstruación, afectando entre un 3 a un 8 % de las mujeres jóvenes iniciando en la adolescencia. (3)(18) OBJETIVO GENERAL: Determinar la Prevalencia y Factores asociados al Trastorno Disfórico Premenstrual en estudiantes del Colegio Manuela Garaicoa de Calderón, Cuenca 2015. METODOLOGÍA: Se realizó un estudio de tipo transversal. Área de estudio: Colegio Manuela Garaicoa de Calderón. Universo: 1703 estudiantes. Muestra: 440 estudiantes que se obtuvieron mediante el programa Epi Info 7, con un intervalo de confianza de 95%, con una frecuencia esperada más 3%, límite de confianza 5%, efectos del diseño 1%. La selección de la muestra se obtuvo del programa Epidat 3.1 mediante muestreo simple aleatorio. Para obtener los datos se aplicó una encuesta basada en los criterios del DSM V y sobre factores asociados. La tabulación de los datos se realizó en el programa SPSS versión 15.0. Para el análisis se utilizó frecuencias, porcentajes, razón de prevalencia, Índice de confianza al 95% y valor de p para determinar asociación estadística. Se elaboraron tablas de acuerdo a los objetivos, utilizando el programa Microsoft Excel 2010. RESULTADOS: Basado en los criterios del DSM V la prevalencia de Trastorno Disfórico Premenstrual encontrada fue de 8.41%. De los factores asociados estudiados se encontró que la herencia fue un factor de riesgo con una RP: 4.76 Valor de p: 0.02, la cual fue valorada subjetivamente. CONCLUSIONES: Las adolescentes con mayor riesgo de presentar TDPM en el colegio Manuela Garaicoa de Calderón son aquellas estudiantes que tienen relación en cuanto a herencia.