1000 resultados para El hombre americano
Resumo:
En occidente, el verdadero elogio del trabajo comienza con Hesíodo en Los trabajos y los días. Han transcurrido al menos dos siglos y ya han quedado a un lado los temas clásicos de Homero. El culto del heroísmo, la nobleza del coraje, la gloria en la batalla, la honra de morir en el combate, todavía están vigentes, por supuesto; pero la joven cultura griega ya se ha abierto camino, ha definido algunas de sus fronteras y ahora, Grecia exige de sus habitantes una vida de trabajo. El poema didáctico y campesino de Hesíodo viene a decir, después de Homero, que no sólo de heroísmo vive el hombre o, lo que es aún mejor, que elheroísmo no se encuentra únicamente en los ruidosos combates de los caballeros nobles frente a Troya. También es heroica la lucha tenaz y silenciosa de los trabajadores con la dura tierra. En este sentido, sitúa en lo más alto la estimación del trabajo. Se trata de la areté del trabajador y, su contraparte, la condena de la pereza: Por otra parte, la Odisea de Homero es una hermosa metáfora del retorno de la conciencia occidental sobre sí misma. Las aventuras de Odiseo son, en este sentido, las peligrosas tentaciones que pueden desviar al sujeto de su lógica. Y, como los héroes de todas las novelas que le siguieron, Odiseo se abandona una y otra vez a las aventuras; se deja llevar, se zambulle, se pierde en ellas para reencontrarse. Si se trata de las toxicomanías, la aventura que nos interesa es una de las primeras de la Odisea, el encuentro del héroe con los lotófagos, los comedores de la flor de loto. Aquellos que prueban ese 'florido manjar' están perdidos. Para Hegel, son los animales quienes están fijados a una repetición sin cambio. Puesto que no pueden hacer otra cosa con el objeto que consumirlo directamente, están condenados a lo mismo. La sabiduría humana, en cambio, se encuentra en rechazar la inmediatez; esto es lo que lo hace hombre: el hecho de poder inhibir ese movimiento, poder rechazar el consumo directo del objeto y hacerlo entrar en la dialéctica del intercambio. A diferencia de la joven cultura griega, nuestra época de vieja cultura frita se inclina, cada vez más, por el consumo y, cada vez menos, por la ciudadanía. Cada vez más consumidores y menos ciudadanos, que son tiempos oscuros los nuestros y la felicidad se encuentra en una lata de gaseosa y no en el ágora discutiendo una política pública y mucho menos laborando la tierra. Hoy, más que antes, la cultura exige de nosotros el consumo, y su atontamiento, que hay que comprar un nuevo tacho de basura aunque el viejo tacho, todavía funcione! Es por eso que las toxicomanías se ofrecen como el símbolo privilegiado de nuestra época. En ellas, se lleva hasta las últimas consecuencias un rasgo común de nuestro siglo: el consumo. El toxicómano, desde este punto de vista, es un verdadero fundamentalista del mercado: se ha tomado muy en serio el slogan de que la felicidad se encuentra en los objetos que podemos incorporar. Sean lavarropas automáticos, detergentes biodegradables, pieles de zorros, cocaína o diacepam, solo se trata de ampliar el número de consumidores. Más allá del trabajo, cada vez más alienado de nuestra globalización, pero también más allá de la pereza del consumo directo y tosco de los objetos que la cultura de hoy nos propone, la obra freudiana pareciera disponer de ciertas claves para pensar la felicidad
Resumo:
La mujer, desde el punto de vista del sentido común es percibida como objeto de deseo por los hombres. Su presencia sólo se justificaría como complemento para la construcción de masculinidad y afirmar a ésta cualidad humana. Esa imagen etérea de la mujer es la que la condena a cumplir con estereotipos históricamente creados. La mujer dedicada a la danza en la constante lucha con la gravedad con su cuerpo y el hombre el aguerrido jugador terrenal que mientras más lastimaduras tengan, más masculino es. Imagen no solo vista por el género masculino, sino que también auto percibida por la mujer mediante un proceso de auto convencimiento de mitos culturales y sociales. Este auto convencimiento previamente nombrado de mitos culturales, son los que el hombre crea al momento de definir lo que es una mujer, la feminidad y todo lo que ésta trae aparejado. Caracterización que también define la masculinidad en cuanto a la oposición de estos dos conceptos; y es la mujer la que acepta sin recriminar, ni cuestionar este enmarcación que la identifica. ¿Qué ocurriría si en este estereotipo creamos un punto de fuga y colocamos a la mujer que rompe las cadenas de "lo estructurado" para poder empaparse y dedicarse a deportes de contacto como el Rugby? El objetivo de esta ponencia será buscar y citar mujeres que rompan este estereotipo, que su preocupación se centra en el tamaño de su trapecio y en su fuerza. Encontrar estos posibles puntos de fuga, analizar y romper el mito con los deportes de contacto y la pérdida de feminidad
Resumo:
El punto de partida de la presente investigación sobre el significado y la función que la mimesis tiene en el pensamiento de Aristóteles está dado por la adopción de una perspectiva de estudio 'amplia', i.e. no restringida a la esfera de las artes miméticas y que atienda al vasto y diverso registro de usos del vocabulario mimético atestiguado en el Corpus Aristotelicum. La exégesis contemporánea -paradigmáticamente representada por Halliwell (2002)- acuerda en recortar la superficie textual de investigación al dominio de la Poética (especialmente, al de sus tres primeros capítulos) y en menor medida, al libro VIII de la Política. Aún cuando es innegable el valor que la Poética tiene en la reconstrucción de la significación aristotélica de mimesis, la consideración de otras obras y otros pasajes en los que el filósofo recurre al empleo de este vocabulario, v.gr. H.A., Mete., Phys., Met., permite comprender el lugar destacado que Aristóteles le otorga a la habilidad y a las artes miméticas en el marco general de su pensamiento. La reevaluación general del significado de esta familia de palabras en el Corpus se organiza en dos partes principales. La primera está dedicada al análisis de la habilidad y de las artes miméticas como formas de aprendizaje a partir de los empleos atestiguados en Poética y en Política VII-VIII. A pesar de no ofrecer en la Poética ni en ninguna otra parte del Corpus una definición del término, el análisis realizado en el primer capítulo de la tesis sobre los principales usos del vocabulario mimético en dicha obra, i.e. capítulos 1-3, 4, 9, 24 y 25, revela que la habilidad y las artes miméticas, en cuanto que derivan de ella, constituyen para Aristóteles formas más o menos complejas de aprendizaje por medio de la identificación de semejanzas. En el segundo capítulo se examina el valor pedagógico que en los dos últimos libros de la Política Aristóteles le reconoce a la mimesis, y la singularidad que le atribuye a la mimesis musical entre las artes miméticas. El carácter antropológico de la mimesis como habilidad primaria de adquisición de conocimientos, ligada al deseo humano de conocer, permite explicar la función ético-política que le otorga a la música y de manera plausible, a las restantes artes miméticas en el programa educativo utópico del Estado ideal. La segunda parte está consagrada a investigar el empleo del vocabulario mimético en el resto del Corpus, i.e. aquellos usos no referidos a las artes miméticas y que permiten esclarecer la significación general de este concepto, y comprender mejor su empleo en relación a ese grupo de artes. En el tercer capítulo se consideran diversos pasajes que revelan el valor didáctico y heurístico que dicho vocabulario tiene en el ámbito de la investigación natural. El cuarto capítulo responde a la exigencia metodológica según la cual, es preciso comprender la mimesis aristotélica a la luz de su historia efectual. El principio conforme al cual las artes imitan a la naturaleza ha sido el eje de la recepción de la mimesis aristotélica hasta el siglo XIX. Completamente ajeno al interés primariamente estético de la exégesis actual, el principio es visto como una amenaza que atenta contra la singularidad del arte. A pesar de esta actitud generalizada por parte de los estudios histórico-sistemáticos contemporáneos se rescata el valor de este principio pues, si bien es cierto que fue formulado por Aristóteles en relación a todas las artes (miméticas y no-miméticas), su aplicación al primer grupo permite elucidar cuál es la función de ellas respecto al fin que la naturaleza ha establecido para el hombre. Finalmente, el apéndice está dedicado a la consideración de la innegable actualidad que la mimesis aristotélica tiene en la reflexión filosófica sistemática sobre el arte.
Resumo:
Según Nietzsche, a partir de la Revolución Francesa tenemos que estar preparados para 'conmociones fundamentales'; desde entonces se producen acontecimientos que anuncian modificaciones infra y superestructurales para el próximo milenio, con lo cual, el orden social se ajustará al rumbo de las ?nuevas ideas?. En la actualidad, los triunfos y logros de la civilización ponen en peligro el desarrollo mismo de la cultura; son tiempos de procesos políticos extraordinarios o en otras palabras, de grandes luchas por el dominio de la tierra. Es así que se aproxima el 'ocaso de los ídolos', es decir, la ruina de las verdades antiguas pues casi todo lo que hasta el presente se llama verdad es sólo mentira y, cuando la nueva realidad se enfrente a las fabulaciones milenarias, nuestra cosmovisión sufrirá terribles sacudidas; las guerras serán inevitables y todas las instituciones basadas en el engaño y la ilusión caerán ante el asombro de los sobrevivientes. Nietzsche inicia la desacralización o 'desenmascaramiento' de las verdades eternas y la transmutación de todos los valores que son, en definitiva, procesos ineluctables. Asimismo, no hay fenómenos morales sino una 'interpretación moral de los fenómenos' o, en todo caso, una falsa interpretación. Y la moral no es otra cosa que una coacción prolongada. En la medida en que la Humanidad se aleja de la fe, más se acerca a la Ciencia, porque mientras la primera significa no querer saber qué es la verdad, la segunda nos asemeja a Dios. Según Nietzsche, estamos en ese camino. Día tras día el Hombre se perfecciona mediante la investigación de la Naturaleza; forma un cuerpo físico, mental y espiritual cada vez más enaltecido, realiza experimentos para mejorar la nutrición, el modo de vivir, la manera de interpretar los fenómenos de la Naturaleza y la expansión de la conciencia; pero en última instancia, no se trata del Hombre, pues éste tiene que ser superado. En consecuencia con lo dicho, el propósito del presente trabajo consiste en brindar una interpretación de la propuesta nietzscheana de 'Autosuperación del Hombre' en relación con los diferentes períodos de la vida intelectual de Nietzsche; la misma se inscribe en el marco de una teoría política contraria a las doctrinas antes mencionadas: la filosofía de la historia hegeliana, el socialismo, el nacionalismo, el anarquismo, la democracia y el cristianismo
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El punto de partida de la presente investigación sobre el significado y la función que la mimesis tiene en el pensamiento de Aristóteles está dado por la adopción de una perspectiva de estudio 'amplia', i.e. no restringida a la esfera de las artes miméticas y que atienda al vasto y diverso registro de usos del vocabulario mimético atestiguado en el Corpus Aristotelicum. La exégesis contemporánea -paradigmáticamente representada por Halliwell (2002)- acuerda en recortar la superficie textual de investigación al dominio de la Poética (especialmente, al de sus tres primeros capítulos) y en menor medida, al libro VIII de la Política. Aún cuando es innegable el valor que la Poética tiene en la reconstrucción de la significación aristotélica de mimesis, la consideración de otras obras y otros pasajes en los que el filósofo recurre al empleo de este vocabulario, v.gr. H.A., Mete., Phys., Met., permite comprender el lugar destacado que Aristóteles le otorga a la habilidad y a las artes miméticas en el marco general de su pensamiento. La reevaluación general del significado de esta familia de palabras en el Corpus se organiza en dos partes principales. La primera está dedicada al análisis de la habilidad y de las artes miméticas como formas de aprendizaje a partir de los empleos atestiguados en Poética y en Política VII-VIII. A pesar de no ofrecer en la Poética ni en ninguna otra parte del Corpus una definición del término, el análisis realizado en el primer capítulo de la tesis sobre los principales usos del vocabulario mimético en dicha obra, i.e. capítulos 1-3, 4, 9, 24 y 25, revela que la habilidad y las artes miméticas, en cuanto que derivan de ella, constituyen para Aristóteles formas más o menos complejas de aprendizaje por medio de la identificación de semejanzas. En el segundo capítulo se examina el valor pedagógico que en los dos últimos libros de la Política Aristóteles le reconoce a la mimesis, y la singularidad que le atribuye a la mimesis musical entre las artes miméticas. El carácter antropológico de la mimesis como habilidad primaria de adquisición de conocimientos, ligada al deseo humano de conocer, permite explicar la función ético-política que le otorga a la música y de manera plausible, a las restantes artes miméticas en el programa educativo utópico del Estado ideal. La segunda parte está consagrada a investigar el empleo del vocabulario mimético en el resto del Corpus, i.e. aquellos usos no referidos a las artes miméticas y que permiten esclarecer la significación general de este concepto, y comprender mejor su empleo en relación a ese grupo de artes. En el tercer capítulo se consideran diversos pasajes que revelan el valor didáctico y heurístico que dicho vocabulario tiene en el ámbito de la investigación natural. El cuarto capítulo responde a la exigencia metodológica según la cual, es preciso comprender la mimesis aristotélica a la luz de su historia efectual. El principio conforme al cual las artes imitan a la naturaleza ha sido el eje de la recepción de la mimesis aristotélica hasta el siglo XIX. Completamente ajeno al interés primariamente estético de la exégesis actual, el principio es visto como una amenaza que atenta contra la singularidad del arte. A pesar de esta actitud generalizada por parte de los estudios histórico-sistemáticos contemporáneos se rescata el valor de este principio pues, si bien es cierto que fue formulado por Aristóteles en relación a todas las artes (miméticas y no-miméticas), su aplicación al primer grupo permite elucidar cuál es la función de ellas respecto al fin que la naturaleza ha establecido para el hombre. Finalmente, el apéndice está dedicado a la consideración de la innegable actualidad que la mimesis aristotélica tiene en la reflexión filosófica sistemática sobre el arte.
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Según Nietzsche, a partir de la Revolución Francesa tenemos que estar preparados para 'conmociones fundamentales'; desde entonces se producen acontecimientos que anuncian modificaciones infra y superestructurales para el próximo milenio, con lo cual, el orden social se ajustará al rumbo de las ?nuevas ideas?. En la actualidad, los triunfos y logros de la civilización ponen en peligro el desarrollo mismo de la cultura; son tiempos de procesos políticos extraordinarios o en otras palabras, de grandes luchas por el dominio de la tierra. Es así que se aproxima el 'ocaso de los ídolos', es decir, la ruina de las verdades antiguas pues casi todo lo que hasta el presente se llama verdad es sólo mentira y, cuando la nueva realidad se enfrente a las fabulaciones milenarias, nuestra cosmovisión sufrirá terribles sacudidas; las guerras serán inevitables y todas las instituciones basadas en el engaño y la ilusión caerán ante el asombro de los sobrevivientes. Nietzsche inicia la desacralización o 'desenmascaramiento' de las verdades eternas y la transmutación de todos los valores que son, en definitiva, procesos ineluctables. Asimismo, no hay fenómenos morales sino una 'interpretación moral de los fenómenos' o, en todo caso, una falsa interpretación. Y la moral no es otra cosa que una coacción prolongada. En la medida en que la Humanidad se aleja de la fe, más se acerca a la Ciencia, porque mientras la primera significa no querer saber qué es la verdad, la segunda nos asemeja a Dios. Según Nietzsche, estamos en ese camino. Día tras día el Hombre se perfecciona mediante la investigación de la Naturaleza; forma un cuerpo físico, mental y espiritual cada vez más enaltecido, realiza experimentos para mejorar la nutrición, el modo de vivir, la manera de interpretar los fenómenos de la Naturaleza y la expansión de la conciencia; pero en última instancia, no se trata del Hombre, pues éste tiene que ser superado. En consecuencia con lo dicho, el propósito del presente trabajo consiste en brindar una interpretación de la propuesta nietzscheana de 'Autosuperación del Hombre' en relación con los diferentes períodos de la vida intelectual de Nietzsche; la misma se inscribe en el marco de una teoría política contraria a las doctrinas antes mencionadas: la filosofía de la historia hegeliana, el socialismo, el nacionalismo, el anarquismo, la democracia y el cristianismo
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Con el presente trabajo nos proponemos plantear la teoría dramática de Juan Mayorga (Madrid, 1965) a partir de algunas constantes textuales de sus obras como también de sus aportes críticos a través de ensayos, artículos y entrevistas. Una suerte de ética o moral sostiene todo este teatro, de contenido esencialmente intelectual, en el cual el eje discursivo (temas y motivos de la trama) se aborda desde lo filosófico en tanto el eje dramatúrgico (composición de la estructura dramática) se ordena desde el pensamiento científico. Ese contenido intelectual se expresa y manifiesta en un teatro histórico crítico, mediante ideas clave como la recuperación de la memoria histórica y una aguda reflexión sobre los autoritarismos y los comportamientos humanos que permita movilizar el pasado. En obras como Siete hombres buenos, El jardín quemado y la pieza breve El hombre de oro (Guerra civil), Cartas de amor a Stalin (stalinismo), El traductor de Blumemberg, y Himmelweg (Camino del Cielo) (nazismo), entre otras, Mayorga intenta fundir el teatro histórico con el teatro político como hizo Esquilo con Los persas, con el propósito de "mirar hacia atrás para ser útil hoy". Al representar formas de humillación del hombre por el hombre, dice, nos "fortalecemos en la vigilancia y en la resistencia ante formas de dominación actuales". Ideas, personajes, situaciones, proceden todos de la realidad, de su mirada sobre la realidad histórica, pasada o presente, y se plasman mediante una ilimitada operación de transtextualidad, hacia la "trascendencia textual del texto" (Genette), pocas veces vista en la dramaturgia española. Leer a Juan Mayorga en el drama o en la escena es internarse en un vasto espacio textual cuyas dimensiones asombran pero, a la vez, echan luz sobre una visión del mundo y una filosofía de la vida que se mantiene con notable coherencia formal e ideológica. Para él, el teatro, arte de la memoria, es también, y por eso mismo, "el lugar idóneo para examinar el mundo con ojo crítico y para imaginar utopías".
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Solo contamos con el hombre/mujer y el arte, en nuestro caso un Arte Marcial, el Karate-Do. En la continua búsqueda de implementar el mismo, vemos con mucha alegría la profundización del mismo implementándolo como agente Educativo, en los procesos de integración en los niños, jóvenes y adultos, también con capacidades distintas. Para comprender esto y fundamentarlo concebiremos a la educación como un medio para desarrollar al ser humano. El Karate-Do permite entre otras cosas el desarrollo de destrezas y habilidades psicomotoras, cognitivas y afectivas. Estas pueden incrementarse y mejorarse significativamente, como resultados de ejercicios, práctica y experiencia apropiados. Estas últimas; que se encuentran debidamente documentadas, han demostrado que teniendo presente las etapas evolutivas del crecimiento y la identificación de la problemática del grupo en cuestión, nos permitirá implementar las herramientas pedagógicas correctas, para generar actitudes positivas de aceptación de quienes lo rodean, acercándose a los principios de integración y normalización. Otro de los puntos es la importancia de dar igualdad de oportunidades, en un marco ambiental que lleve a los alumnos a generar motivaciones de progreso continuo
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El presente resumen se propone describir las primeras reflexiones que surgen a partir de la realización de dos trabajos de campo en la localidad rural de El Espinillo, provincia de Formosa, donde se observó e indagó acerca del funcionamiento de la feria franca que allí se encuentra. Se plantea un abordaje desde la psicología comunitaria con énfasis en la perspectiva de género, con el objetivo de determinar si la participación de las mujeres feriantes en este tipo de actividades produce modificaciones o no en sus roles sociales y familiares tradicionales. Por otra parte se indaga el modo de funcionamiento de la feria y los factores que favorecen y/o perjudican su desarrollo y potencialidad. En ambas salidas a terreno se han realizado un total de veinte entrevistas semi-dirigidas a hombres y mujeres feriantes de la localidad. A su vez se han desarrollado observaciones participantes y no participantes, al igual que la confección de un diario de campo. Las Ferias Francas son establecimientos donde se comercializan principalmente frutas y verduras, como así también productos mas elaborados tales como quesos, dulces y embutidos, entre otros (Petit, Petit, Rotman & Aradas, 2009). Participan en ellas hombres y mujeres campesinos. Las ferias, generalmente, tienen días y horarios fijos de funcionamiento. Los precios de los productos suelen ser menores al de los productos de comercios o mercados de la misma región. En el caso concreto de la feria franca de El Espinillo, se comercializan desde huevos, leche, quesos, embutidos, verduras y frutas, mermeladas y miel hasta pollos y ropa. La feria funciona los días miércoles y sábados de 8 hs. a 13 hs, y eventualmente los días lunes en el mismo horario. Quienes participan son principalmente mujeres campesinas. No obstante, también hay algunos hombres que trabajan ya sea en forma directa, es decir, vendiendo en la misma feria, o de manera indirecta, colaborando en la producción de las mercaderías en la chacra. (Landini, 2010). El 'trabajo de chacra' es entendido como el trabajo en cultivos que ocupan mayor extensión de tierra (cultivo de algodón, entre otros); o bien como cría de ganado bovino y/u ovino. A su vez, dentro de la chacra, se distingue el espacio destinado a la huerta, el cual ocupa una extensión de tierra menor. Allí se producen frutas, hortalizas y se crían distintos tipos de animales tales como chanchos, gallinas y diversas aves de corral. A su vez, se puede mencionar que el trabajo de la chacra, generalmente, se asocia a roles masculinos, y el de la huerta a roles femeninos (Landini, 2010). Esta distinción entre trabajo masculino y femenino introduce una distinción cualitativa sustancial en lo referido a la cuestión de género En el caso de El Espinillo, se pudo apreciar que la mujer, además de trabajar como ama de casa (función reproductiva) (Petit et al., 2009), realiza trabajos en la huerta, sembrando verduras y hortalizas, como así también en la cría de diversos animales tales como chanchos y gallinas, entre otros (función productiva). Estos productos luego son comercializados en la feria, los cuales tienen un valor económico y de subsistencia en la familia de vital importancia. Sin embargo, parecería ser que estas actividades productivas son tomadas socialmente, tanto por hombres como mujeres, como una extensión del trabajo de ama de casa, lo cual da como resultado que el valor del trabajo productivo se entrecruce con el valor del trabajo reproductivo, lo que da lugar a que el primero quede invisibilizado como 'trabajo' en si mismo, socialmente aceptado y valorado (Petit, et al., 2009). Es decir, la mujer, cuando produce, ayuda. En cambio, el hombre, cuando produce, trabaja. A partir de lo mencionado se podría pensar en cierta naturalización del rol secundario y pasivo de la mujer en relación al hombre. Es por esto que se vuelve de interés indagar qué impacto subjetivo produce el trabajo en la feria, la cual podría comenzar a pensarse como un espacio de encuentro e interacción y no solo como establecimiento de venta de productos. Esto podría dar lugar a hacer visible socialmente la distinción entre la función reproductiva y productiva de la mujer, valorando su trabajo ya no solo como extensión de los quehaceres hogareños. Esta situación daria como resultado un impacto subjetivo significativo en las mujeres feriantes y un cambio respecto a cómo se considera a la mujer en tanto trabajadora, ahora, socialmente reconocida como tal
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Geógrafos, sociólogos, filósofos y estudiosos de la literatura coinciden en señalar que la influencia entre hombre y espacio es mutua ya que el hombre modela el espacio donde vive, pero, a su vez, es modelado por éste. Las investigaciones en este campo son múltiples; muchas teorías, aún aquellas procedentes de la geografía, son de gran utilidad para el estudio de los espacios literarios. En este trabajo desplegaremos algunas de ellas, las de Yi-Fu Tuan, Pierre Bourdieu y Edward Casey, ejemplificándolas en el estudio del espacio en El corazón a contraluz de Patricio Manns y con referencias menores a otras novelas de temática patagónica
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En occidente, el verdadero elogio del trabajo comienza con Hesíodo en Los trabajos y los días. Han transcurrido al menos dos siglos y ya han quedado a un lado los temas clásicos de Homero. El culto del heroísmo, la nobleza del coraje, la gloria en la batalla, la honra de morir en el combate, todavía están vigentes, por supuesto; pero la joven cultura griega ya se ha abierto camino, ha definido algunas de sus fronteras y ahora, Grecia exige de sus habitantes una vida de trabajo. El poema didáctico y campesino de Hesíodo viene a decir, después de Homero, que no sólo de heroísmo vive el hombre o, lo que es aún mejor, que elheroísmo no se encuentra únicamente en los ruidosos combates de los caballeros nobles frente a Troya. También es heroica la lucha tenaz y silenciosa de los trabajadores con la dura tierra. En este sentido, sitúa en lo más alto la estimación del trabajo. Se trata de la areté del trabajador y, su contraparte, la condena de la pereza: Por otra parte, la Odisea de Homero es una hermosa metáfora del retorno de la conciencia occidental sobre sí misma. Las aventuras de Odiseo son, en este sentido, las peligrosas tentaciones que pueden desviar al sujeto de su lógica. Y, como los héroes de todas las novelas que le siguieron, Odiseo se abandona una y otra vez a las aventuras; se deja llevar, se zambulle, se pierde en ellas para reencontrarse. Si se trata de las toxicomanías, la aventura que nos interesa es una de las primeras de la Odisea, el encuentro del héroe con los lotófagos, los comedores de la flor de loto. Aquellos que prueban ese 'florido manjar' están perdidos. Para Hegel, son los animales quienes están fijados a una repetición sin cambio. Puesto que no pueden hacer otra cosa con el objeto que consumirlo directamente, están condenados a lo mismo. La sabiduría humana, en cambio, se encuentra en rechazar la inmediatez; esto es lo que lo hace hombre: el hecho de poder inhibir ese movimiento, poder rechazar el consumo directo del objeto y hacerlo entrar en la dialéctica del intercambio. A diferencia de la joven cultura griega, nuestra época de vieja cultura frita se inclina, cada vez más, por el consumo y, cada vez menos, por la ciudadanía. Cada vez más consumidores y menos ciudadanos, que son tiempos oscuros los nuestros y la felicidad se encuentra en una lata de gaseosa y no en el ágora discutiendo una política pública y mucho menos laborando la tierra. Hoy, más que antes, la cultura exige de nosotros el consumo, y su atontamiento, que hay que comprar un nuevo tacho de basura aunque el viejo tacho, todavía funcione! Es por eso que las toxicomanías se ofrecen como el símbolo privilegiado de nuestra época. En ellas, se lleva hasta las últimas consecuencias un rasgo común de nuestro siglo: el consumo. El toxicómano, desde este punto de vista, es un verdadero fundamentalista del mercado: se ha tomado muy en serio el slogan de que la felicidad se encuentra en los objetos que podemos incorporar. Sean lavarropas automáticos, detergentes biodegradables, pieles de zorros, cocaína o diacepam, solo se trata de ampliar el número de consumidores. Más allá del trabajo, cada vez más alienado de nuestra globalización, pero también más allá de la pereza del consumo directo y tosco de los objetos que la cultura de hoy nos propone, la obra freudiana pareciera disponer de ciertas claves para pensar la felicidad
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La mujer, desde el punto de vista del sentido común es percibida como objeto de deseo por los hombres. Su presencia sólo se justificaría como complemento para la construcción de masculinidad y afirmar a ésta cualidad humana. Esa imagen etérea de la mujer es la que la condena a cumplir con estereotipos históricamente creados. La mujer dedicada a la danza en la constante lucha con la gravedad con su cuerpo y el hombre el aguerrido jugador terrenal que mientras más lastimaduras tengan, más masculino es. Imagen no solo vista por el género masculino, sino que también auto percibida por la mujer mediante un proceso de auto convencimiento de mitos culturales y sociales. Este auto convencimiento previamente nombrado de mitos culturales, son los que el hombre crea al momento de definir lo que es una mujer, la feminidad y todo lo que ésta trae aparejado. Caracterización que también define la masculinidad en cuanto a la oposición de estos dos conceptos; y es la mujer la que acepta sin recriminar, ni cuestionar este enmarcación que la identifica. ¿Qué ocurriría si en este estereotipo creamos un punto de fuga y colocamos a la mujer que rompe las cadenas de "lo estructurado" para poder empaparse y dedicarse a deportes de contacto como el Rugby? El objetivo de esta ponencia será buscar y citar mujeres que rompan este estereotipo, que su preocupación se centra en el tamaño de su trapecio y en su fuerza. Encontrar estos posibles puntos de fuga, analizar y romper el mito con los deportes de contacto y la pérdida de feminidad
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Según Nietzsche, a partir de la Revolución Francesa tenemos que estar preparados para 'conmociones fundamentales'; desde entonces se producen acontecimientos que anuncian modificaciones infra y superestructurales para el próximo milenio, con lo cual, el orden social se ajustará al rumbo de las ?nuevas ideas?. En la actualidad, los triunfos y logros de la civilización ponen en peligro el desarrollo mismo de la cultura; son tiempos de procesos políticos extraordinarios o en otras palabras, de grandes luchas por el dominio de la tierra. Es así que se aproxima el 'ocaso de los ídolos', es decir, la ruina de las verdades antiguas pues casi todo lo que hasta el presente se llama verdad es sólo mentira y, cuando la nueva realidad se enfrente a las fabulaciones milenarias, nuestra cosmovisión sufrirá terribles sacudidas; las guerras serán inevitables y todas las instituciones basadas en el engaño y la ilusión caerán ante el asombro de los sobrevivientes. Nietzsche inicia la desacralización o 'desenmascaramiento' de las verdades eternas y la transmutación de todos los valores que son, en definitiva, procesos ineluctables. Asimismo, no hay fenómenos morales sino una 'interpretación moral de los fenómenos' o, en todo caso, una falsa interpretación. Y la moral no es otra cosa que una coacción prolongada. En la medida en que la Humanidad se aleja de la fe, más se acerca a la Ciencia, porque mientras la primera significa no querer saber qué es la verdad, la segunda nos asemeja a Dios. Según Nietzsche, estamos en ese camino. Día tras día el Hombre se perfecciona mediante la investigación de la Naturaleza; forma un cuerpo físico, mental y espiritual cada vez más enaltecido, realiza experimentos para mejorar la nutrición, el modo de vivir, la manera de interpretar los fenómenos de la Naturaleza y la expansión de la conciencia; pero en última instancia, no se trata del Hombre, pues éste tiene que ser superado. En consecuencia con lo dicho, el propósito del presente trabajo consiste en brindar una interpretación de la propuesta nietzscheana de 'Autosuperación del Hombre' en relación con los diferentes períodos de la vida intelectual de Nietzsche; la misma se inscribe en el marco de una teoría política contraria a las doctrinas antes mencionadas: la filosofía de la historia hegeliana, el socialismo, el nacionalismo, el anarquismo, la democracia y el cristianismo
Resumo:
En occidente, el verdadero elogio del trabajo comienza con Hesíodo en Los trabajos y los días. Han transcurrido al menos dos siglos y ya han quedado a un lado los temas clásicos de Homero. El culto del heroísmo, la nobleza del coraje, la gloria en la batalla, la honra de morir en el combate, todavía están vigentes, por supuesto; pero la joven cultura griega ya se ha abierto camino, ha definido algunas de sus fronteras y ahora, Grecia exige de sus habitantes una vida de trabajo. El poema didáctico y campesino de Hesíodo viene a decir, después de Homero, que no sólo de heroísmo vive el hombre o, lo que es aún mejor, que elheroísmo no se encuentra únicamente en los ruidosos combates de los caballeros nobles frente a Troya. También es heroica la lucha tenaz y silenciosa de los trabajadores con la dura tierra. En este sentido, sitúa en lo más alto la estimación del trabajo. Se trata de la areté del trabajador y, su contraparte, la condena de la pereza: Por otra parte, la Odisea de Homero es una hermosa metáfora del retorno de la conciencia occidental sobre sí misma. Las aventuras de Odiseo son, en este sentido, las peligrosas tentaciones que pueden desviar al sujeto de su lógica. Y, como los héroes de todas las novelas que le siguieron, Odiseo se abandona una y otra vez a las aventuras; se deja llevar, se zambulle, se pierde en ellas para reencontrarse. Si se trata de las toxicomanías, la aventura que nos interesa es una de las primeras de la Odisea, el encuentro del héroe con los lotófagos, los comedores de la flor de loto. Aquellos que prueban ese 'florido manjar' están perdidos. Para Hegel, son los animales quienes están fijados a una repetición sin cambio. Puesto que no pueden hacer otra cosa con el objeto que consumirlo directamente, están condenados a lo mismo. La sabiduría humana, en cambio, se encuentra en rechazar la inmediatez; esto es lo que lo hace hombre: el hecho de poder inhibir ese movimiento, poder rechazar el consumo directo del objeto y hacerlo entrar en la dialéctica del intercambio. A diferencia de la joven cultura griega, nuestra época de vieja cultura frita se inclina, cada vez más, por el consumo y, cada vez menos, por la ciudadanía. Cada vez más consumidores y menos ciudadanos, que son tiempos oscuros los nuestros y la felicidad se encuentra en una lata de gaseosa y no en el ágora discutiendo una política pública y mucho menos laborando la tierra. Hoy, más que antes, la cultura exige de nosotros el consumo, y su atontamiento, que hay que comprar un nuevo tacho de basura aunque el viejo tacho, todavía funcione! Es por eso que las toxicomanías se ofrecen como el símbolo privilegiado de nuestra época. En ellas, se lleva hasta las últimas consecuencias un rasgo común de nuestro siglo: el consumo. El toxicómano, desde este punto de vista, es un verdadero fundamentalista del mercado: se ha tomado muy en serio el slogan de que la felicidad se encuentra en los objetos que podemos incorporar. Sean lavarropas automáticos, detergentes biodegradables, pieles de zorros, cocaína o diacepam, solo se trata de ampliar el número de consumidores. Más allá del trabajo, cada vez más alienado de nuestra globalización, pero también más allá de la pereza del consumo directo y tosco de los objetos que la cultura de hoy nos propone, la obra freudiana pareciera disponer de ciertas claves para pensar la felicidad
Resumo:
La mujer, desde el punto de vista del sentido común es percibida como objeto de deseo por los hombres. Su presencia sólo se justificaría como complemento para la construcción de masculinidad y afirmar a ésta cualidad humana. Esa imagen etérea de la mujer es la que la condena a cumplir con estereotipos históricamente creados. La mujer dedicada a la danza en la constante lucha con la gravedad con su cuerpo y el hombre el aguerrido jugador terrenal que mientras más lastimaduras tengan, más masculino es. Imagen no solo vista por el género masculino, sino que también auto percibida por la mujer mediante un proceso de auto convencimiento de mitos culturales y sociales. Este auto convencimiento previamente nombrado de mitos culturales, son los que el hombre crea al momento de definir lo que es una mujer, la feminidad y todo lo que ésta trae aparejado. Caracterización que también define la masculinidad en cuanto a la oposición de estos dos conceptos; y es la mujer la que acepta sin recriminar, ni cuestionar este enmarcación que la identifica. ¿Qué ocurriría si en este estereotipo creamos un punto de fuga y colocamos a la mujer que rompe las cadenas de "lo estructurado" para poder empaparse y dedicarse a deportes de contacto como el Rugby? El objetivo de esta ponencia será buscar y citar mujeres que rompan este estereotipo, que su preocupación se centra en el tamaño de su trapecio y en su fuerza. Encontrar estos posibles puntos de fuga, analizar y romper el mito con los deportes de contacto y la pérdida de feminidad