888 resultados para Grasa y composición corporal
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Introducción: El objetivo de este Trabajo Fin de Grado, fue analizar en una muestra de sujetos que se presentaron a las pruebas físicas de acceso a la facultad de INEF en Julio de 2014, las variables antropométricas y los hábitos alimentarios del día concreto de las pruebas de ingreso. Se profundizó en analizar como contribuyeron ese día los diferentes grupos de alimentos al aporte total de energía, y se evaluó la calidad del desayuno ingerido previamente a la realización de estas pruebas físicas.
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El objetivo de este estudio fue describir y comparar las características antropométricas, composición corporal y somatotipo de patinadoras de patinaje artístico sobre ruedas por categorías (junior y senior) y por disciplinas (individual, parejas y danza). Fueron evaluadas 62 patinadoras profesionales (36 en la disciplina de libre, 13 en danza y 13 en parejas). El análisis estadístico utilizado fue una ANOVA para muestras independientes entre disciplinas, y una T de Student para las categorías (junior y senior). Entre la categoría junior y senior no se han encontrado diferencias estadísticas significativas. Las patinadoras junior presentaron un somatotipo endo-mesomorfo, y las patinadoras senior presentaron un somatotipo mesomorfo balanceado. El somatotipo de las patinadoras de parejas y danza fue el mesomórfico balanceado, y el de las patinadoras de libre fue endo-mesomórfico. Este estudio aporta datos biotipológicos de referencia para la población de elite de patinadoras sobre ruedas.
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La etapa infantil tiene una gran importancia desde el punto de vista nutricional, para el presente y futuro de los individuos. La alimentación equilibrada desempeña un papel fundamental en el crecimiento y desarrollo del niño, permitiendo mantener un estado de salud óptimo y mejorando su calidad de vida. Además, en la edad infantil se establecen gran parte de los hábitos y estilos de vida que persistirán a lo largo de toda la vida, entre ellos se establecen y conforman los hábitos alimentarios y las bases de la educación nutricional. En un metabolismo aeróbico, como el que caracteriza al cuerpo humano, se precisa del oxígeno para la mayoría de los procesos biológicos cuyo fin último es obtener energía, es decir, se produce la oxidación de los diferentes sustratos para obtener dicha energía a través de diferentes rutas metabólicas. Esta utilización de oxígeno en los procesos metabólicos, implica inevitablemente la formación de especies reactivas de oxígeno (ERO) o radicales libres, que favorecen los procesos de oxidación. Para compensar estos procesos, existen en el cuerpo humano una serie de sistemas de protección antioxidante que permiten la eliminación o transformación de las ERO en moléculas estables. Los sistemas biológicos están, por lo tanto, en un estado de equilibrio entre sustancias prooxidantes y su capacidad antioxidante. El desequilibrio a favor de la acción prooxidante es lo que se conoce como "estrés oxidativo", que puede conducir al daño celular y tisular, y finalmente al desarrollo de diferentes enfermedades: cáncer, arteriosclerosis, infarto de miocardio, procesos de isquemia/reperfusión, diabetes mellitus, asfixia neonatal, enfermedades inflamatorias, trastornos del sistema nervioso central, envejecimiento, ... Dentro de la alimentación encontramos nutrientes que median en este equilibrio oxidante-antioxidante, habiendo nutrientes que participan en el sistema de defensa antioxidante (vitamina C y E, carotenoides, flavonoides, melanoidinas, selenio, zinc..) y también sustancias que pueden actuar como prooxidantes (exceso de lípidos, proteínas, hierro o cobre)...
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El fútbol como deporte de equipo, en el cual hay un largo periodo de competición, exige que sus deportistas participen con un elevado nivel de rendimiento físico, por lo que se deben racionalizar las cargas de entrenamiento de la manera más individualizada posible (1). La correcta planificación del entrenamiento exige conocer el estado de forma física de los deportistas para adaptar o variar los contenidos del entrenamiento en función de los resultados obtenidos (2).
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Evaluar los cambios en la composición corporal entre hombres y mujeres con sobrepeso y obesidad, 3 años después de finalizar la intervención de pérdida de peso de 6 meses.
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Introducción: la categorización del estado nutricional a través del índice de masa corporal (IMC) es uno de los recursos de valoración clínica más utilizados en el síndrome metabólico (SM). Sin embargo, es desconocida su capacidad para identificar las diferencias en la composición corporal. Objetivo: determinar si las variaciones en el estado nutricional se reflejan en la composición corporal en mujeres con SM e identificar la concordancia de clasificación del riesgo cardiometabólico entre el estado nutricional e índices antropométricos. Material y métodos: la muestra incluyó 136 mujeres (edad 42 ± 3,5 años) con SM. Se evaluó el estado nutricional, masa muscular, masa adiposa, perímetro de cintura (PC), índice cintura-cadera (ICC) e índice cintura-estatura (ICE). Se compararon los valores de composición corporal e índices antropométricos; adicionalmente se determinó la concordancia clasificatoria del riesgo cardiometabólico entre los índices y el IMC. Resultados: solo la edad (p = 0,358), estatura (p = 0,209) y porcentaje de adiposidad (p = 0,234) no mostraron diferencias significativas entre los grupos. La mejor concordancia clasificatoria del riesgo cardiometabólico se observó en el PC > 88 cm (94,9%) e ICE ≥ 0,5 (94,1%) al categorizar el IMC en normopeso vs. exceso de peso; mientras que el PC > 88 cm obtuvo mejor concordancia separando al grupo en normopeso-sobrepeso vs. obesidad (85,3%), aunque la sensibilidad y especificidad fueron más homogéneas con el ICC ≥ 0,85. Conclusión: el IMC no logra identificar las variaciones de la adiposidad corporal en mujeres con SM agrupadas según su estado nutricional. El IMC presenta mejor sensibilidad que especificidad respecto a los índices considerados para determinar riesgo cardiometabólico en mujeres con SM.
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Introducción: actualmente los programas de entrenamiento interválicos de alta intensidad parecen ser una forma de optimizar el tiempo, provocando cambios en la composición corporal debido a la activación de diferentes mecanismos hormonales y metabólicos. Objetivo: observar el efecto de cuatro semanas de entrenamiento de esprints repetidos basados en la prueba de Wingate sobre la potencia y la composición corporal en adultos jóvenes. Métodos: los participantes (22,4 ± 1,8 años) fueron asignados aleatoriamente a un grupo experimental o a un grupo control. Antes de comenzar y al acabar el periodo experimental, a los sujetos se les realizó una densitometría de cuerpo completo y una prueba de Wingate. El grupo experimental realizó 12 sesiones de esprints repetidos, realizando de 3 a 6 esprints de 30 segundos con un tiempo de recuperación de 4 minutos. El grupo control continuó con su rutina diaria y no se le aplicó ningún tipo de intervención. Resultados: en el grupo experimental, la potencia media y máxima incrementó un 9,4-16,5% (p < 0,001). Además, disminuyó la masa grasa total un 8,1% (p < 0,028) y la grasa abdominal un 10,0% (p < 0,038). El grupo control no sufrió cambios en ninguna de las variables estudiadas. Conclusiones: cuatro semanas de entrenamiento de esprints repetidos basados en la prueba de Wingate con un volumen específico de ~3 minutos por sesión y una frecuencia de 3 sesiones por semana, muestra mejoras estadísticamente significativas en la potencia máxima y media. Además, provoca cambios en la composición corporal, principalmente en la masa grasa total y de la zona abdominal.
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Objetivo: Describir y analizar las modificaciones en la composición corporal, en las mujeres de mediana edad, después de realizar un programa de actividad física, basado en el aquaerobic, y un posterior periodo de desentrenamiento. Material y método: El grupo analizado estuvo integrado por diecisiete mujeres de Arroyo de San Serván (Badajoz), físicamente activas (habían realizado programas de gimnasia de mantenimiento, con una frecuencia de una a tres sesiones semanales, durante los últimos tres meses), con una edad media de 53,6 ± 9,1 años. El programa se desarrolló con sesiones de sesenta minutos durante cinco días a la semana, por seis semanas, con un periodo de desentrenamiento de cuatro semanas. Se realizaron tres evaluaciones antropométricas: al iniciar el programa, al finalizar el mismo, tras el periodo de desentrenamiento. En cada medición, se determinaban la talla y el peso, seis pliegues cutáneos, cuatro perímetros corporales y tres diámetros óseos. El porcentaje de grasa fue obtenido a través de los datos arrojados en cuatro pliegues cutáneos (tricipital, subescapular, suprailíaco y abdominal) mediante la fórmula de Yuhasz, modificada por Faulkner (1968). Por su parte, el porcentaje muscular fue calculado, a partir del porcentaje de la masa total, menos el porcentaje óseo (Rocha, 1975), el porcentaje graso (Faulkner, 1968) y el porcentaje residual, a través de la ecuación de Wurch (Esparza, 1993), de los sujetos medidos, según la propuesta básica de Matiegka (modelo de los cuatro componentes). Resultados: después de realizar el programa, se observó un aumento significativo en el porcentaje muscular: 32.69 ± 2.69% vs. 33.44 ± 2.89% (p < 0.05), en el peso muscular: 23.45 ± 3.53 kg vs. 24.02 ± 3.33 kg (p <0.05), y un descenso significativo del componente graso reflejado, mediante el sumatorio de pliegues cutáneos: 193.66 ± 25.54 mm vs. 188.38 ± 25.67 mm (P <0,05), más específicamente, en el pliegue suprailíaco, 30.47 ± 8.49 mm vs. 28.00 ± 8.78 mm (p <0,05) Estas tendencias se mantuvieron durante el periodo de desentrenamiento, en el porcentaje muscular: 33.44 ± 2.89% vs. 34,25 ± 3,04% (p<0,01 con respecto a la inicial), en el peso muscular: 24.02 ± 3.33 kg vs 24,74 ± 3,64kg (p<0,01 con respecto a la inicial), el sumatorio de pliegues cutáneos: 188.38 ± 25.67 mm vs 183,41 ± 26,65 mm (p<0,05 con respecto a la inicial). Conclusiones: La participación en programas de aquaerobics de corta duración bajo las condiciones de este estudio provoca descensos del componente graso y aumentos significativos en el componente muscular, en las mujeres activas de mediana edad.
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La alimentación está controlada por muchos factores, incluyendo el apetito, la disponibilidad de alimentos, la familia, los compañeros, la cultura, ... En la actualidad, los trastornos de la conducta alimentaria (en lo sucesivo, TCA) forman parte de nuestra cultura, aunque la familiaridad con estos términos es muy reciente. Las primeras referencias sobre casos de restricción alimentaria se remontan a la literatura religiosa antigua. El primer registro médico se atribuye a Richard Morton en 1689 quien publicó su libro “Phthisiologia, seu Exercitaciones de Phthisi” considerándose la primera referencia médica sobre anorexia nerviosa. Morton, la describe como un “consumo nervioso causado por la tristeza y las preocupaciones ansiosas”. La traducción al inglés de su libro, “Phthisiologia, or, a Treatise of Consumptions” (traducido en 1694) describe el caso de dos pacientes, una mujer de 18 años y un varón de 16 que comenzaron su enfermedad dos años antes de pedir ayuda a Morton y en el que describe con detalle los procesos patológicos que causan la pérdida de tejido corporal. Otros casos similares se encuentran descritos por Robert Whytt en 1767 y por De Valangin en 1768. Un siglo después, en 1759, el psiquiatra Louis-Victor Marcé, publicó un informe titulado “Note sur one Forme de Deliré Hypochondria que Consécutive aux Dyspesies et Caractérisée Principalement par le Refusd'Aliments” (“Una nota sobre el delirio hipocondríaco, consecutivo a la dispepsia y principalmente caracterizado por el rechazo a la comida”). En este informe, describe esta patología, dejando claro que la enfermedad era de origen psiquiátrico y no físico, y su psicopatología compleja...
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El presente estudio se realizó en la finca "Santa Rosa" propiedad de la Universidad Nacional Agraria, localizada geográficamente a los 12°08'15" latitud Norte y a los 86°09'36" longitud Este, en el departamento de Managua, en los meses de mayo a agosto del 2003, con el objetivo de evaluar el efecto de diferentes niveles de Moringa oleífera en la ración de vacas lecheras criollas sobre el consumo, producción y composición de la leche. Se utilizaron 6 vacas de la raza Reyna con un peso promedio de 387 ± 48 kg entre la 2 y 3 lactancia, las que fueron pesadas, desparasitadas, vitaminadas y alojadas individualmente. El diseño experimental utilizado fue un Doble Cuadrado Latino 3 x 3. Cada período experimental tuvo una duración de 5 semanas de las cuales las 3 primeras semanas eran de adaptación a los tratamientos y las otras 2 semanas de evaluación y recolección de datos. Los tratamientos evaluados fueron: Tl (Heno de Brachiaria brizantha + melaza+ 3 kg MS Moringa oleífera), T2 (Heno de Brachiaria brizantha +melaza+ 2 kg MS Moringa oleífera) y T3 (Heno de Brachiaria brizantha + melaza). Las variables estudiadas fueron: consumo de MS, producción de leche, % de grasa, % de proteína y % de sólidos totales en la leche, así como sus características organolépticas (color, sabor y olor). Se realizó análisis de varianza y comparaciones de medias con la Prueba de Tukey utilizando MINITAB, versión 12.0. Los resultados en el análisis de varianza (P<0,05) mostraron que el mayor consumo y la mayor producción de leche se obtiene con el T1 (6.71 kgMS/vaca/día y 3.09 kg de leche/vaca/día) el que difiere estadísticamente (P< 0.01) del T3 (3.27 kgMS/vaca/día y 1.80 kg de leche/vaca/día) pero no difiere significativamente (P> 0.05) del T2 (5.78 kgMS /vaca/día y 2.83 kg de leche/vaca/día). No se encontró efecto significativo de los tratamientos sobre la composición química de la leche (% de grasa, % de proteína y % de sólidos totales) y sus características organolépticas (olor, sabor, color).
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Tesis (Maestría en Ciencias de Enfermería con Énfasis en Salud Comunitaría) UANL
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Este proyecto intente que los niños adquieran una cultura musical a través de la expresión corporal mediante la dimensión psicomotriz, auditiva y oral. Los objetivos son promover el desarrollo de la actitud musical; fomentar y cultivar la expresión y creatividad a través del cuerpo; y crear una base musical que incida en la formación de su persona. Se crea un Rincón de la música y audición en cada aula donde se conservan documentos sonoros, se escuchan en grupo o individualmente canciones e historias, y donde los niños puedan grabar sus voces o canciones. También se establece un Taller musical de padres para grabar canciones populares, y un Encuentro de abuelos/as en el que cantan a los niños canciones populares. Las actividades se vinculan a las fiestas escolares y recogen el carácter artístico con escenificaciones, pintura y composición; el carácter motor al fomentar el dominio y control del propio cuerpo; y el lúdico potenciando la creatividad y cooperación. Los instrumentos de evaluación son el diario de clase, hojas de registro con entrevistas y actividades, y las producciones plásticas y sonoras de los alumnos; para ello, se valora el conocimiento de canciones sencillas, la expresión corporal y el grado de disfrute con la música..
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Aportación de la bioimpedancia espectroscópica en la valoración del estado de nutrición e hidratación del paciente en hemodiálisis. Impacto en la morbimortalidad. Los pacientes con enfermedad renal crónica tienen una mortalidad muy superior a la población general, siendo la principal causa la cardiovascular (Foley et al. 2005; Locatelli et al. 2004). Como consecuencia del gran impacto que tienen el estado nutricional ( Pifer et al. 2002; Gracia Iguacel et al. 2013) y la sobrehidratación (Kalantar Zadeh et al. 2009; Wizemann et al. 2009; Agarwal et al. 2010; Chazot et al. 2012) en la mortalidad, en los ultimos años se han desarrollado distintos métodos de análisis de la composición corporal, entre los cuales se encuentra la Bioimpedancia Espectroscópica (BIS). Esta herramienta permite cuantificar los diversos compartimentos del cuerpo (fundamentalmente masa magra, masa grasa y agua corporal) proporcionando al clínico información útil para la toma de decisiones, fundamentalmente en lo que respecta a la sobrecarga de volumen, aspecto fundamental en el manejo del paciente en hemodiálisis (López Gómez et al. 2011). La justificación de esta investigación se basa en existen pocos estudios longitudinales que analicen la evolución en el tiempo de marcadores nutricionales bioquímicos clásicos así como parámetros de bioimpedancia y su asociación con la morbimortalidad; no existiendo aún consenso sobre si los distintos marcadores pronósticos son mas predictivos con medidas basales o con medidas de seguimiento en el tiempo, por lo que nuestro trabajo puede contribuir a clarificar este aspecto. Además, existe un desconocimiento sobre el estado inflamatorio, la prevalencia de DPE y de sobrehidratación en la población en hemodiálisis de nuestro entorno por lo que consideramos importante analizarla para saber dónde estamos y en qué podemos mejorar. Objetivos: 1.- Impacto de la composición corporal así como de marcadores nutricionales bioquímicos e inflamatorios seguidos en el tiempo, sobre la morbimortalidad (evento compuesto muerte-hospitalización). 2.- Prevalencia del Síndrome de Desgaste Proteico Energético en función de distintas herramientas utilizadas para su valoración (criterios ISRNM, score MIS, y bioimpedancia).3.-Correlación entre los parámetros de bioimpedancia y parámetros bioquímicos nutricionales e inflamatorios. 4.- Análisis de la evolución en el tiempo de los parámetros bioquímicos, antropométricos y de bioimpedancia en el global de la muestra y en distintos grupos atendiendo al sexo, presencia de diabetes y grado de inflamación.. Diseño: Estudio observacional prospectivo de 15 meses de duración (Octubre/2013-Dic/2014) en pacientes prevalentes en hemodiálisis. Se ha realizado un corte transversal con los datos del primer mes de inclusión del paciente en el estudio (basal), a partir del cual se ha iniciado el seguimiento en el tiempo cada 2 meses. La mediana de seguimiento del estudio ha sido de 12 meses (RI 10-13 m). Pacientes y métodos: el nº de pacientes incluidos en el estudio fue de 169. Se incluyeron los pacientes estables, con mas de 3 meses en HD, excluyendose pacientes con ingreso reciente, proceso infeccioso o inflamatorio en 3 meses previos, neoplasia activa, marcapasos unipolar o con umbral de sensibilidad desconocido. Todos los pacientes firmaron el consentimiento informado. La prevalencia de DPE se analizó en el momento inicial y final del estudio. Para el análisis de la morbimortalidad se consideraron todos los ingresos de causa no programada, así como los éxitus por cualquier causa. Las funciones de supervivencia se calcularon mediante el análisis de Kaplan-Meier Para la identificación de las variables predictoras independientes del evento compuesto (muerte y / u hospitalización) se realizó un modelo de Cox univariante con las variables analíticas ( basal, media, mediana, máximo y mínimo) y demográficas y un modelo de Cox ajustado por edad,sexo e IMC con los parámetros de bioimpedancia . Las variables que dieron significativas en estos modelos (P < 0,05) se introdujeron en un modelo de Cox multivariante. Resultados. La prevalencia de DPE según criterios del ISRNM fue del 9.3 % en el momento basal, y del 4,3% en el momento de finalización del estudio. La prevalencia de sobrehidratación medida como AvROH fue del 20,1%. Durante el periodo de seguimiento se produjeron cambios significativos fundamentalmente en el índice de tejido graso (ITG) y en la sobrehidratación en los meses de verano (AvROH y TAFO). El 26% de la población de estudio tuvo al menos un ingreso hospitalario. 21 pacientes fallecieron durante el seguimiento (12,4% de la población). La principal causa de ingreso y éxitus fue la cardiovascular; consituyendo el 35% de los ingresos y el 57% de los éxitus. Los parámetros que presentaron asociación con el evento compuesto fueron: TAFO mínimo (HR 1.319: IC 95% 1.029-1.691; p= 0.029), PCR mediana (HR 1.032; IC 95% 1.014-1.050; p=0.001), albúmina máxima (HR 0.286; IC95% 0.085-0.966), colesterol total (HR 1.011; IC 95% 1.003-1.019; p=0.007) y nivel de 25 OH vit D (HR 0.947; IC 95% 0.915-0.981); p= 0.002). Conclusiones: El principal resultado de nuestro trabajo fue que la sobrehidratación, (medida como TAFO) se asoció de forma independiente con la morbimortalidad, y que las medidas seguidas en el tiempo (TAFO mínimo) tuvieron un mayor poder predictivo que las medidas basales. Adicionalmente; el estado nutricional e inflamatorio, medido mediante parámetros individuales, supuso un mayor impacto en la morbimortalidad que parámetros agrupados, como el score MIS o el síndrome DPE según criterios ISRNM. En nuestro estudio hemos encontrado importantes diferencias en la prevalencia de DPE en función de la herramienta utilizada (criterios ISRNM, MIS y parámetros de bioimpedancia). Finalmente, la periodicidad de la medición de las diferentes variables a lo largo del seguimiento nos ha permitido apreciar los cambios estacionales en los parámetros de bioimpedancia, los cuales se han acompañado de cambios en sentido inverso de algunos de los parámetros bioquímicos nutricionales.