543 resultados para Luces de bohe¬mia
Resumo:
En el texto Loco afán. Crónicas de Sidario, de Pedro Lemebel, abundan las escenas, imágenes y situaciones grotescas. En las crónicas del texto, el grotesco es utilizado para introducir el elemento sida: todos los personajes o hechos grotescos se relacionan con esta enfermedad y con su destino fatal, la muerte. La utilización del grotesco en Loco afán descomprime las situaciones trágicas y, mediante la combinación de diversos elementos, se narra el caos que el sida produce. Comunidad enferma. Sociedad enferma. Para Lemebel la América Latina actual es un continente enfermo que, grotescamente, se dirige con lentitud pero inexorablemente hacia un destino fatal. La penetración de la plaga es, entonces, inversión del mito de procedencia: el sida no vino, para Latinoamérica, desde Africa sino desde Estados Unidos. Es, además, una nueva forma de dictadura: produce tantos o más muertos/desaparecidos. Lemebel parece plantear que el sida es el arma más fatídica del gobierno militar, nueva irrupción neocolonial que empobrece aún más a los países más pobres. Esta errancia de la enfermedad que va de un cuerpo al otro se difunde como el sida: de cuerpo a cuerpo, hasta hacerlo desaparecer. De esta forma, Latinoamérica, colonia estadounidense por la dictadura y por la inclusión de la enfermedad, se ve condenada a la marginación eterna que, en el texto, está representada por el marginado más periférico: el travesti sidoso que se prostituye, embelesado con las luces del Norte pero conciente de lo que produjo en él. Lemebel asocia el sida con la dictadura, otra forma brutal de colonización yanqui
Resumo:
La amistad de Roland Barthes y Severo Sarduy, pensada en términos de contemporaneidad (es decir, como dimensión intempestiva, de ritmos e intensidades que se unen y se separan) permite revisar aspectos de la obra de ambos autores desde el espacio "neutro" de la íntima diferencia. En este sentido es posible partir de la idea de que el juego de luces y sombras entre uno y otro no sólo permite definir nuevos alcances en sus respectivas postulaciones teóricas, sino también, a partir de allí, comprender hasta qué punto esta contemporaneidad puede pensarse como elaboración conjunta y al mismo tiempo diferencial de una idea específica de la modernidad y la negatividad cuya condición es una determinada experiencia de lo latinoamericano. Si por un lado funciona siempre una radical diferencia entre Barthes y Sarduy (pensada aquí, por ejemplo, a partir de la significativa oposición en la valoración del adjetivo), lo cierto es que los proyectos de uno y otro confluyen: la hipótesis que es posible sostener señala que funciona en ambos una recuperación de la dimensión de lo Imaginario y eso permite explicar en qué sentido "tal como se propone" tanto Barthes como Sarduy hacen de sus obras un proyecto ético, una forma de vida. El concepto que da sentido a ese proyecto en el que Barthes y Sarduy confluyen es lo que el primero postuló en términos de Neutro. En este sentido, se trata de una forma específica de la negatividad no dialéctica cuya condición de posibilidad es, a su vez, irremediablemente latinoamericana y viene de Sarduy: la idea de una modernidad excéntrica, barroca. En este sentido, el deseo de Neutro en Barthes y el deseo de Neobarroco en Sarduy se presuponen y en su contemporaneidad dan forma a un "estilo de presencia" cuyo rasgo fundamental debe buscarse en la potencia del punto de vista latinoamericano