557 resultados para Traumas psicológicos en niños
Resumo:
Desarrollar un programa de intervención temprana para niños que presentan retraso en el desarrollo en sus primeros años de vida. Niños con Síndrome de Down y con otros problemas de desarrollo. El trabajo se compone de dos partes, en la primera se plantea el estado de la cuestión sobre el tema de la intervención temprana; en la segunda se presenta y desarrolla el programa de intervención temprana en cuatro áreas: motora, cognitiva, sociocomunicativa y adquisición de hábitos de autonomía. 1. La intervención temprana es eficaz a corto plazo, pero no ocurre lo mismo a largo plazo, sobre todo en lo referente a beneficios académicos, aunque sí parece que la IT influye positivamente en las expectativas y actitudes de los padres hacia el niño deficiente (Gibson y Harris, 1988); 2. Los efectos del tratamiento temprano parecen ser duraderos para los indicadores social, afectivo y motor, pero no para el área cognitiva, en consecuencia, hay que ampliar las evaluaciones de los programas de IT incluyendo otras variables; 3. En opinión de Spiker (1990), el beneficio más claro de los programas de intervención temprana en los niños con síndrome de Down ha sido la asistencia, el alivio y la motivación que proporcionan a los padres durante los primeros años de vida del niño. Algunos programas intensivos han provocado en los padres un alto costo personal, familiar y económico por la notable desorganización personal y familiar que les ha supuesto la atención al niño deficiente (Buckeley, 1992). La intervención temprana en los niños con Síndrome de Down ha sido eficaz evitando, en buena parte, la disminución de la capacidad cognitiva de estos niños, mejorando las actitudes de los padres y posibilitando el acceso de estos niños a una educación normalizada.
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Ante la escasez de publicaciones en castellano sobre el tema y preocupados por la baja información de padres y profesionales, los autores pretenden aportar su experiencia en el campo de la estimulación temprana, especialmente en la aplicación de un método de tratamiento, nuevo en algunos aspectos, y que se estaba manifestando de bastante utilidad. El contenido del libro hace referencia a las posibilidades de la estimulación temprana de los niños con Síndrome de Down de 0 a 3 años. Se divide en cuatro grandes apartados. En el primero se recogen los fundamentos teóricos de la estimulación temprana, con intención informativa. En la segunda se realiza un breve repaso al desarrollo evolutivo del niño no deficiente. En la tercera se expone el método de tratamiento llevado a cabo en la Asociación ASSIDO, durante los primeros años de vida de los niños con Síndrome de Down. En el último bloque se ofrecen las características generales del Síndrome de Down, con una puesta al día de los datos referentes a distintos apartados de interés para padres y profesionales. 1. Es un hecho comprobado que la estimulación precoz, en cuanto técnica de tratamiento dirigida a niños deficientes, ha alcanzado un auge muy considerable en los últimos años, aunque se ha exagerado lo que pueden ser sus beneficios. La intervención temprana consiste en la creación de un ambiente estimulante, adaptado a la capacidad de respuesta inmediata del niño, para que estas respuestas vayan aumentando progresivamente y su evolución sea lo más parecida posible a la de un niño normal; 2. Teniendo en cuenta que un programa de estimulación precoz se basa en el desarrollo evolutivo del niño normal, parece conveniente conocer dicha evolución (reflejos, desarrollo motor, cognitivo, del lenguaje y social); 3. El modelo de intervención temprana propuesto va dirigido al niño afectado y a sus padres, siendo su objetivo poderlo realizar en el hogar, después de un período de entrenamiento en el centro. Es un modelo ecléctico que recoge las experiencias de otros programas experimentados, la experiencia de distintos profesionales y la del grupo de trabajo de la Asociación ASSIDO; 4. Hasta hace poco tiempo, la mayoría de los estudios sobre Síndrome de Down se detenían en el estudio de los aspectos físicos y descripciones clínicas. Ahora se insiste más en los aspectos funcionales: saber cuáles son sus potencialidades mentales, su reacción ante una serie de estímulos, para poder ofrecer un tratamiento adecuado. Los sujetos con Síndrome de Down tienen un desarrollo intelectual aceptable durante los primeros meses de vida. Cerrada en la actualidad la posibilidad farmacológica (y la poco experimentada quirúrgica, de modificación del cerebro), el único medio terapeútico de indudable valor reside en la acción educativa, tempranamente iniciada y continuamente mantenida.
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Determinar la edad de aprendizaje de los contenidos matemáticos y secuenciarlos para el primer ciclo de Primaria a partir de un modelo de intervención en matemáticas que favorece el desarrollo de estrategias para aprender. Niños y niñas del ciclo inicial de EGB de tres colegios públicos de Almería capital (Virgen del Pilar, Ave María y San Bernardo) durante los cursos académicos 1987-88 y 1988-89, con un total de 139 niños y niñas durante el primer curso y de 78 durante el segundo. La edad cronológica oscilaba entre los 6 y los 8 años. Este número constituyó la muestra de invitada ya que la experiencia se ofreció a los centros y sólo interesó a las tres profesoras de los centros mencionados. La parte empírica se desarrolló durante dos cursos académicos y en varias fases. En la primera se presentó el proyecto de trabajo a los claustros de profesores y consejos escolares de los tres centros. Posteriormente, a la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. En la segunda fase se considera la evaluación de forma investigativa (la formación y la evaluación como fases de la investigación: formulación de hipótesis-comprobación de hipótesis). En la tercera se trabaja con el profesorado y la cuarta de dedica a la intervención con el alumnado. Las variables independientes fueron: el tratamiento o programa de intervención, sexo, grupo y edad. La variable dependiente: las mediciones realizadas a partir de los criterios aplicados. WISC, para la evaluación de la inteligencia general. Programas de intervención de duración entre las dos y tres semanas, diseñados y elaborados para la investigación, se componían de : objetivos, contenidos, procedimientos, actitudes, valores y normas y estrategias de intervención (actividades, espacios y agrupamientos y recursos materiales). SYSTAT (ver. 5.1). Exploración de los conocimientos previos de los alumnos a través de la observación directa y del análisis de tareas realizadas por el alumno, se categorizaron los conocimientos explorados de los que se partía. Diario de clase y entrevistas personales con las profesoras. 1. Las mejoras cualitativas y cuantitativas obtenidas fueron observables a lo largo de la intervención. No se dió fracaso escolar; 2. Al finalizar el primer curso, los niños habían adquirido más contenidos matemáticos que los que normalmente aparecen en los libros de texto, el olvido durante las vacaciones fue mínimo 3. El buen rendimiento en matemáticas no dependía del sexo ni del coeficiente intelectual. Destacar la importancia de las Matemáticas en el primer ciclo de Primaria como área curricular. Estratégicamente planteada, enseña a pensar a los niños de 6 a 8 años. Es muy importante trabajar en este área los contenidos actitudinales, que favorezcan una actitud positiva hacia ella y su valoración buscando las Matemáticas en situaciones cotidianas.
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El desarrollo de la comunicación y del pensamiento a través de los signos, unificando la psicomotricidad y la lectoescritura es un proyecto integral en donde la construcción de aprendizajes significativos es el fin último. Comprobar en qué medida un modelo integrado de práctica psicomotriz y acceso a la lectoescritura consigue mejoras en niños/as socialmente desfavorecidos, de segundo ciclo de educación infantil, respecto de las aptitudes psicolinguísticas, los procesos cognitivos, las habilidades psicomotoras y los niveles iniciales de lectoescritura. 42 sujetos pertenecientes a centros públicos de Molina de Segura (Murcia), de nivel socioeconómico y cultural bajo o muy bajo. Se crearon dos grupos experimentales de 15 niños cada uno y un único grupo de control de otros 15 (pérdida de tres sujetos a lo largo de los dos años que duró la investigación). Como en un mismo curso hay alumnos con diferencias de casi un año natrural de edad se dividió a los alumnos en intervalos de cuatro meses, agrupados según su fecha de nacimiento. De entre los componentes de estos grupos se eligieron al azar un mismo número para cada grupo, en total cinco alumnos de cada uno de los grupos formados, quedando 30 en el grupo experimental (15 y 15) y 15 en el de control. La investigación se divide en dos partes, en la primera se hace una aproximación al marco teórico de la psicomotricidad y la lectoescritura: la psicomotricidad y su evolución; Aucuturier (1985), marco conceptual de la lectoescritura y el modelo constructivista y generativo de Rius (1986, 1987, 1989). Continúa la investigación con la presentación del modelo de intervención y con el estudio empírico realizado que se prolongó durante dos cursos escolares (1990-91 y 1991-92). Análisis y comentario de los datos obtenidos. Escala WPPSI (Wechsler Preschool and Primary Scale of Intelligence), de Wechsler (1956). Test ITPA (Illinois Test of Psycholinguistic Abilities) de Kirk y otros (1968, adaptación española, 1986). Balance Psicomotor de Vayer (1974). Evaluación del Esquema Corporal a traves del dibujo de la figura humana (Goodenough, 1964). Guía de observación sistemática de la práctica psicomotriz. Prueba de evaluación de los niveles iniciales del aprendizaje lectoescritor. SYSTAT 5.01(Wilkinson, 1990). El tratamiento (intervención) ha facilitado el desarrollo de las habilidades psicolinguísticas, cognitivas y psicomotoras. Los sujetos de los grupos experimentales consiguen un nivel más elevado en lectoescritura inicial. El modelo integrado de práctica psicomotriz y acceso a la lecto escritura ha supuesto un enfoque globalizador, que ha facilitado la construcción de aprendizajes por parte de los grupos experimentales.
Intervención y adquisición de la habilidad motriz del bote del balón en niños y niñas de 3 a 6 años.
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Descubrir y determinar si existen en cada nivel de edad y sexo, ciertos modelos limitados de ejecución de la habilidad motriz de botar una pelota. Determinar el curso que estos modelos toman en la adquisición. Comprobar la influencia de la intervención educativa en el desarrollo de la mejora de esta habilidad con un programa específico de Educación Física. 167 niños y niñas matriculados en los centros escolares de Javalí Viejo y La Ñora (Murcia) durante el curso 1994-95. Los límites de sus edades eran: de 30 a 81 meses en la prueba inicial y de 35 a 95 en la final. Situación parcialmente controlada en la que los niños se sintiesen libres de responder a las condiciones e indicaciones dadas. Se les pidió que botaran una pelota pequeña primero (58 cm) y grande (80 cm) después, durante 30 segundos. Cuatro ayudantes anotaban en tarjetas de registro el número de botes consecutivos en cada intento, primero con la pelota pequeña y después con la grande. Se anotaba el tipo de bote (simple o múltiple). Otro dato registrado fue la mano utilizada, la situación del cuerpo (estático y dinámico) y, por último, el número de interrupciones. Después de una demostración se pidió a los niños que botaran la pelota. Se grabaron las pruebas en vídeo (VHS). Las pruebas se realizaron en los meses de octubre de 1994 y junio de 1995. El grupo experimental siguió una programación especial en Educación Física tratando de conseguir un desarrollo armónico y no entrenamiento específico de botes de balón. Grupo experimental y de Control. Observación de las grabaciones. Tratamiento estadístico de los datos correspondientes a las 18 variables estudiadas recogidas en gráficas en las que se presentan los datos en función de las variables edad, pretest y posttest, así como grupo de control-grupo experimental. Por otro lado, se ha realizado el análisis por edades, diferenciando sexos en pre y posttest. Programa BMDP (ver. abril, 1985). La intervención educativa mejora la habilidad de botar en sus parámetros de calidad, tipo de bote múltiple y situación dinámica del cuerpo fundamentalmente y, sobre todo en los dos primeros años del presente estudio, los sujetos de tres y cuatro años, mejoraron notablemente la habilidad de botar pasando del bote simple y de la primera etapa del modelo, al múltiple y a las últimas etapas de los modelos de bote. La mejora fue menor en las edades de cinco y seis años, justificándose, bien por el propio proceso de desarrollo evolutivo, bien por las propias clases de Educación Física en niños de seis años. La edad en todo momento ha determinado el nivel de evolución de la habilidad motriz del bote, siendo cierto que el grupo experimental y gracias a la intervención educativa, estos niveles evolucionaron positivamente hacia el dominio del bote, siendo equiparable el nivel conseguido por los sujetos de tres y cuatro años del grupo experimental con los de cinco y seis del de control. Una programación de la actividad física en estas edades favorece el dominio y control sobre el propio cuerpo y esto puede ser motivo de reflexión en el sentido de incluir en el futuro programas específicos de Educación Física en la etapa de la Educación Infantil comprobándose que, a través del movimiento, los alumnos y alumnas adquirían una soltura extrapolable al resto de las materias del currículum.
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Comparación de las respuestas de orientación entre niños con síndrome de Down y normales. 23 sujetos, muestra final 19: 8 niños y 11 niñas de edades comprendidas entre los 7 y los 13 años y medio. El grupo de control lo formaron 19 niños emparejados uno a uno en edad cronológica y sexo con la muestra. Los experimentos tuvieron lugar entre las 16 y las 19 horas en el laboratorio de Psicobiología de la Universidad de Murcia. La duración completa del procedimiento experimental analizado fue de 15 minutos aproximadamente. Las variables psicofisiológicas analizadas fueron de dos tipos: AED y actividad cardíaca en su variante de VPP. Los registros poligráficos se analizaron manualmente por un experimentador que desconocía la finalidad del estudio. La AED se cuantificó en frecuencia de REDs de origen expontáneo o inespecífico (RED-min), medida en el período de descanso y durante la serie estimular y aptitud de REDs específicas ante los once estímulos presentados. Otra medida de AED considerada fue el nivel de conductancia cutánea, del que se tomaron valores promedio para la condición de descanso inicial y durante la serie estimular. Se consideraron REDs todos aquellos cambios, libres de artefactos, de magnitud igual o superior a 0'05 umhos. En la serie estimular se calculó además, el número de ensayos para habituación. En cuanto al VPP, esta medida fue expresada como el porcentaje de variación promedio en milímetros. Se descartaron los datos cardiovasculares de 2 niños con síndrome de Down debido a las marcadas arritmias que se observaron durante el período de descanso. Se descartaron los datos electrodérmicos de dos niños del grupo de control y de un niño con Síndrome Down con problemas técnicos en su registro. Estimulador de onda sinusoide (Letica Stimulator LE 150) para estímulos, auriculares estereofónicos Audiotechnica (ATH-2), polígrafo Lafayette de 4 canales para medir la conductancia cutánea, Biogel Isotónico 0'5 mol NaC, transductor piezocléctico LA 76605 para los registros de los cambios en el volumen de pulso. Los datos procedentes de las respuestas de orientación electrodérmicas en niños con síndrome de Down revelan un comportamiento atencional diferente al que se puede deducir de su actividad cerebral medida por medio de la técnica de PE cerebrales. Se ha dicho que las mayores amplitudes mostradas por los PE de estos niños, indicaría un déficit atencional en los procesos inhibitorios. Los resultados señalan, por el contrario, un sistema nervioso central hiporesponsivo, que muestra habituación en sus respuestas fisiológicas atencionales. Esta disparidad puede aclararse si se considera el PE como un índice más sensorial que atencional.
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Aplicar un programa de Educación para la Salud Bucodental con carácter preventivo e integrado en el DCB para niños preescolares de primer y segundo curso de Educación Infantil (4-6 años) que favorezca un incremento de la salud oral. 200 niños de 4 a 6 años de dos colegios públicos de la zona sur de Madrid, del mismo barrio. El grupo de control lo forman 99 sujetos y el experimental 101. A los dos grupos se les pasó el cuestionario y se les realizó una prueba del índice placa bacteriana antes de la aplicación del programa experimental (pretest). Se aplica el programa sólo al grupo experimental. Los dos grupos (experimental y control) siguieron el DCB sobre educación para la salud bucodental que indica el Ministerio de Educación para la Educación Infantil. Al finalizar el estudio se volvió a pasar el cuestionario y a realizar la prueba de control de placa a los dos grupos (postest). Cuestionario sobre conocimientos hábitos y actitudes en salud bucodental de elaboración propia. Fichas de control de placa y pastillas de revelador de placa. Material sanitario. Programa de Educación para la salud bucodental (guías, fichas, calendario y charlas). Diseño cuasiexperimental de dos grupos (control y experimental) con pre y postest. Contraste de hipótesis. Paquete SPSS v.8.01. La aplicación de programas de salud bucodental integrados en el DCB para niños preescolares favorece un incremento de sus salud oral demostrando los resultados de esta investigación que sólo las actividades propuestas por el Ministerio de Educaión son insuficientes ya que las diferencias con el grupo que siguió el programa experimental son altamente significativas.
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Estudio de la eficacia de los programas de atención temprana en niños prematuros y/o con bajo peso al nacer y su relación con el control del estrés de los padres. Muestra inicial formada por 128 niños/as y sus progenitores de los cuales 53 formaron el grupo experimental y tenían la condición de pertenecer a un grupo de riesgo biológico (prematuros y/o bajo peso) y 75 constituían el grupo de control y eran niños/as nacidos a término. Los instrumentos utilizados para recoger la información: Escala NBAS (Neonatal Behavioral Assesment Scale) de Brazellon (1995/97). Escalas de Evaluación del Desarrollo Infantil de Bayley II (Bayley, 1993). Parenting Stress Index (PSI), Abidin 1995. Escala de Observación del Desarrollo (EOD, Secadas, 1992). Perinatal Risk Inventory (Scheiner y Sexton, 1991). Una entrevista semiabierta a los padres sobre la vida y la salud del niño y una encuesta sobre el grado de satisfacción con el Servicio de Atención Temprana, ambas elaboradas por el autor. Se evaluó a los niños prematuros en su primer mes de vida, a los nacidos a término y a los padres de ambos grupos. Para comparar el potencial efecto de mejora de los programas de AT sin hacer depender dicha mejora de los índices de desarrollo, se compararon los resultados del niño consigo mismo en distintos momentos temporales constituyéndose un índice de mejora individual.. La condición biológica de nacimiento no siempre predice la evolución de los niños de forma que parecen concurrir variables ambientales sobre todo familiares, condiciones de crianza, de estimulación ambiental que pueden intervenir decisivamente en este progreso. En la investigación estas variables son las que se han mostrado más activas..
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Proyecto de investigación cuyo objetivo central fue conocer la situación actual de un centro de educación infantil y primaria sobre casos de dislexia de desarrollo y establecer las pautas de respuesta educativa más adecuadas. Se plantean cinco objetivos: 1. Identificar el número real de niños con dislexia de desarrollo (DD). 2. Proporcionar un adecuado nivel de conocimiento sobre la DD al profesorado del centro. 3. Proporcionar a los tutores que tienen en sus aulas niños diagnosticados de DD una formación específica sobre las estrategias de intervención sugeridas por la Asociación Internacional de Dislexia. 4. Analizar las dificultades encontradas en la aplicación de las estrategias de intervención y propuestas de resolución. 5. Proponer un marco de actuación general a nivel de los centros de enseñanza primaria en relación a la intervención en la dislexia de desarrollo . Se partió de una muestra de 199 alumnos de segundo y tercer ciclo de enseñanza primaria. Después de la aplicación de pruebas colectivas, evaluación reuropsicológica, obtención de permiso familiar y nivel intelectual, la muestra quedó constituida por 39 niños, de los cuales 16 presentaban rendimiento neuropsicológico dentro de la normalidad; 17 mostraron un perfil asociado a DD, y 6 fueron clasificados con otros diagnósticos. El trabajo se divide en dos fases: una de identificación y otra de intervención o respuesta educativa. La fase de identificación se llevó a cabo a través de aplicación de pruebas colectivas, información proporcionada por los tutores, evaluación neuropsicológica y por último la relación entre el diagnóstico neuropsicológico y la información de los profesores. Para el segundo objetivo se llevó a cabo una fase teórica y una segunda fase práctica donde se trabajaron las estrategias de intervención partiendo de casos concretos. Las estrategias de intervención, correspondientes al objetivo 3 se llevaron a cabo mediante reuniones con el tutor, los padres y los niños. El marco de actuación para la intervención se realizó a través de una coordinación con el equipo de trabajo; la formación del profesorado; la identificación del alumno con posible DD a través de un sistema estandarizado y, por último, un seguimiento por parte del Equipo de Atención a la Diversidad. Se aplicaron tres pruebas para medir la comprensión lectora, ortografia y acceso léxico. Escala de inteligencia (WISC-IV) y un protocolo amplio de rendimiento neuropsicológico: laterialidad (Harris); test de Corsi orden directo e inverso, aprendizaje secuencial de dígitos; SDMT; Memoria narrativa (NEPSY), etc . Entrevista semiestructurada para averiguar el conocimiento del profesor acerca del funcionamiento del niño a nivel lectoescritor y funcionamiento cognitivo general. Media y Desviación Típica para seleccionar los niños candidatos para la evaluación neuropsicológica. Entre los resultados obtenidos se constata que resultar ser más eficaz la identificación de niños con DD en los cursos de tercero a sexto que en segundo. No obstante, dada la importancia de la identificación temprana, sería necesario estudiar la forma de llevar a cabo el reconocimiento de aquellos rasgos que pudieran sospechar una posible dislexia. La información adquirida por todos los participantes resultón básica y necesaria para disponer de un marco general de actuación en niños con DD. Igualmente se demostró que una respuesta educativa pasa por la correcta utilización de los recursos materiales y personales del centro educativo, y una atención individualizada de estos alumnos por parte del especialista en pedagogía terapéutica . Como conclusión y en relación a la identificación, el proyecto ha permitido conocer la situación real del centro y trabajar dentro de una línea específica como es la identificación de signos que potencialmente pueden encontrarse relacionados con la DD. La formación del profesorado ha sido fundamental ya que ha permitido identificar aspectos clave relacionados con la DD, un cambio de actitud y se ha facilitado la toma de decisiones en cuanto a la forma de actuar e intervenir con los alumnos diagnosticados. En cuanto a la intervención, señalar que los alumnos con DD necesitan un programa de intervención para poder compensar sus dificultades, mejorar su rendimiento y desarrollar al máximo sus capacidades. Todo ello requiere de una adecuada organización de los recursos del centro y una estrecha colaboración entre el tutor, el profesor de pedagogía terapéutica y la familia.
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Observar si existía alguna relación entre los diversos niveles de edad y las producciones lingüísticas asociadas, mediante el empleo de tareas que requerían del sujeto emitir juicios sobre la cantidad, describiendo las diferencias que se le presentaban. Se pretende estudiar qué tipo de cuantificadores utilizan los sujetos cuando se les propone tareas que hacen referencia a la cantidad, para lo cual se distinguen tres modos de describir la evaluación: mediante cuantificadores objetivos, subjetivos o combinación de estos dos tipos. 216 niños que están asistiendo a los colegios públicos y jardín de infancia. Los sujetos pertenecían a los cursos de Preescolar y primero de EGB, cuyas edades están comprendidas entre 4; 1-7; 4 años. Los niños pertenecen a la clase media, considerando las profesiones maternas y la ubicación de los centros escolares. Diseño no paramétrico. El plan experimental es una estructura formal caracterizada por presentación de unas tareas con el objetivo de clasificar las respuestas lingüísticas de los sujetos y poder establecer la relación nivel de edad-producción lingüística. Material utilizado: dos muñecos, niño y niña, plastilina, dos lápices (cuyas dimensiones varían en longitud), bolas. El experimentador da a los muñecos cantidades distintas de plastilina, número diferente de bolas del mismo tamaño y solicita del niño que describa lo que se le ha dado a los muñecos. La misma técnica se emplea para el caso de los lápices. A los sujetos se les administró también la prueba de conservación de los líquidos (Piaget). Análisis cualitativo a través de cuadros de respuestas presentados en frecuencias relativas. Análisis estadístico utilizando 'Chi cuadrado' de Pearson. La tarea bolas es descrita preferentemente por medio de cuantificadores objetivos, siendo las diferencias entre las diversas edades estadísticamente significativas. En la tarea lápices podemos observar como el término más utilizado ha sido el cuantificador objetivo del tipo 'éste es más grande; éste es más pequeño' fundamentalmente a partir de los 5 años. Sólo existen diferencias significativas entre los niños más pequeños frente a los de 6 y 7 años. En el caso de plastilina, los cuantificadores objetivos aparecen significativamente menos en los niños de menos edad, frente a los de 6 y 7 años. Los resultados sugieren un modelo de evolución en la evaluación de las cantidades, a saber: un primer período donde se utilizan cuantificadores subjetivos. Un segundo, donde se combinan los cuantificadores. Un tercer período, donde se emplean dos cuantificadores objetivos (antónimos), con o sin adjetivo. Un cuarto período, en el que se emplea un solo cuantificador, con predominio del objetivo y polarización positiva en una oración simple.
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Resolución de una hipótesis de trabajo que se concreta en los siguientes términos: 'existe una diferencia significativa a nivel estadístico entre el nivel de desarrollo del esquema corporal del niño normal y del deficiente'. Esta resolución se hará en base a las aportaciones teóricas de Piaget, Le Boulch, Vayery las experiencias de R.K. Clap, Mourin, Daurant-Hmeljak, Stambak y Gregot, así como a los resultados experimentales de este estudio. 38 sujetos, procedentes en su totalidad de la Institución 'conjunto residencial de Espinardo' en Murcia. Proceden en su mayoría de ambientes sociales carentes de medios materiales y afectivos. Los principales trastornos son de índole motora y problemas de lenguaje con un nivel de deficiencia entre 40 y 70 en la escala de Weschler para niños. Investigación empírica con diseño factorial. Las variables experimentales han sido: A) Variables independientes: normal versus deficiente; nivel de edad equivalente. B) Variable dependiente: rendimiento obtenido en la prueba de esquema corporal; cuerpo versus cara; evocación versus construcción versus reproducción. C) Variable inter: normales versus deficientes; cuerpo versus cara; evocación versus construcción versus reproducción. D) Variable intra: edad. Escala de inteligencia de Weschler para niños. Test del esquema corporal de C. Daurat-Hineljak, M. Stambak y J. Berges para el nivel de desarrollo en el esquema corporal. Los resultados obtenidos en el test de esquema corporal por la población estudiada ha sido un diseño factorial mixto de 2 x 2 x 3 x 5 donde las tres primeras variables son inter: normales versus deficientes; cuerpo versus cara; evocación versus construcción versus reproduccción. Las diferencias significativas a nivel del 1 entre las puntuaciones de los niños normales y las de los deficientes vienen a confirmar la hipótesis de trabajo que prueba el bajo rendimiento del niño deficiente en el esquema corporal. El deficiente mental no posee un nivel cognitivo preciso ni correcto de la representación mental del esquema corporal. La apreciación incorrecta de las diferentes partes del cuerpo hace que con mucha frecuencia coloque las piezas en situación periférica. La incapacidad de la representación de dicho esquema corporal y los fallos que con frecuencia comete en los emplazamientos de las piezas homólogas confirman el gran retraso en la coordinación que tienen los niños de nuestra población en el esquema corporal. En definitiva podemos afirmar que el deficiente carece de una representación mental interiorizada flexible y móvil de su esquema corporal; ya que no posee el nivel de operatividad ni el de la conservación de las distancias, que exige la tarea en la representación del 'esquema'.
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Hacer un estudio a fondo sobre el test de desarrollo de la percepción visual de M. FROSTIG para adaptarlo y hacer un baremo a la población infantil española. 247 niños y 279 niñas entre los cuatro y los siete años. Estudia la importancia de la detección de los problemas de percepción visual para con ello evitar muchas inadaptaciones y fracasos escolares, pues , aunque muchos sujetos superan estos problemas con la edad, no existe, por el momento, ningún medio para determinar cuántos podrán hacerlo sin ayuda. En cambio, se ha demostrado que los trastornos de la percepción visual, convenientemente detectados, pueden ser atenuados por medio de una reeducación específica. Test. Consta de dos partes, una primera en la que explica la noción de Percepción visual y una segunda parte en la que aplica y analiza los resultados de la aplicación del Test de Desarrollo de la Percepción de M. Frostig. Este test está formado por cinco subtests, diseñados de modo que se puedan valorar por separado diversas facetas de la aptitud perceptiva. Se puede aplicar de forma individual o colectiva. 1) Los resultados varía bastante de unos centros a otros y sospecha que las diferencias puedan provenir del nivel de calidad de la educación y enseñanza impartidas. 2) los sexos no presentan diferencias significativas en las puntuaciones de los distintos subtests. 3) El tiempo que dura la aplicación de la prueba es excesivo. 4) la Evolución de las medias de las puntuaciones de los subtests es progresiva y ascendente, si bien este progreso ascendente es muy marcado en la Coordinación Visomotora (Subtest I), Discriminación figura-fondo (Subtest II), también en la Constancia de forma (Subtest III) sobre todo a partir de los cinco años. 5) Desde el punto de vista evolutivo el gran momento de desarrollo de la coordinación visomotora está situado entre los 4 y los 7 años. 6) La percepción de la constancia de forma tienen su desarrollo a partir de los cinco años y la proyección de las líneas ascendentes hace pensar en que este desarrollo continúa más allá de los siete años.
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Se plantean como objetivos: determinar en que medida los síntomas de déficit atencional están presentes en los niños en edad de asistir a educación parvularia en la ciudad de Chillán; caracterizar social y educacionalmente a los niños de educación parvularia, según la severidad de los síntomas relacionados con el déficit atencional; determinar en que medida las características de déficit atencional están relacionadas con la edad, y género de los niños en estudio. Además, se proyectan tres hipótesis: la prevalencia de la sintomatología asociada al déficit atencional en niños menores de 7 años es semejante a la informada por estudios epidemiológicos internacionales; los niños con síntomas de déficit atencional más severos provienen de niveles socioculturales y educativos más vulnerables; la edad y el género se asocian a la severidad de la sintomatología de déficit de atención en niños de edad preescolar. La muestra se compone de 3519 niños de 3 a 6 años asistentes a los diferentes centros de educación preescolar de la ciudad de Chillán, Chile. Su desarrollo consistió en la realización de una reunión con las educadoras, donde se explicaron los objetivos de la investigación y se les sensibilizó respecto de la objetividad de las respuestas. Una vez entregados los cuestionarios, se procedió a realizar visitas periódicas a los centros educativos, aproximadamente una vez por semana. La finalidad era comprobar si existía algún inconveniente en la aplicación de los mismos y mantener un contacto estrecho para recuperar el máximo de instrumentos posibles. Los instrumentos utilizados fueron la Escala de Conners y la Escala de Graps. El análisis de los datos se llevo a cabo mediante la aplicación del paquete estadístico SPSS, para determinar la consistencia interna de los test se trabajo con el Reliability Analysis y el coeficiente estadístico Alpha de Cronbach y para comprobar los niveles de correlación entre las subescalas y escalas se utilizó el coeficiente de correlación de Pearson. Los resultados concuerdan en términos generales, con los informados en otras investigaciones, donde se destacaba que los niños estaban más afectados por una sintomatología TDAH (Trastornos por Déficit de Atención con Hiperactividad) que las niñas y lo mismo ocurre en el caso de nivel socio económico alto, donde se encuentran mayor cantidad de niños con déficit atencional. Por tanto, podemos concluir, que confirmando la hipótesis el déficit atencional se da también en edad preescolar en la población chilena y su prevalencia alcanza proporciones similares a las informadas por especialistas de distintos países.
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Comprobar si existen diferencias significativas en la afectividad en niños deficientes mentales y en niños normales. Sujetos normales: 65 niñas y 35 niños. Sujetos con deficiencias: 43 niñas y 57 niños. Estudio acerca de la afectividad. Comienza abordando el concepto de afectividad y otros términos afines a él que podrían dar lugar a confusión. Seguidamente, un breve repaso por los métodos de estudio de la afectividad, para pasar e exponer alguna de las teorías más relevantes que a lo largo de la historia de la psicología se han referido al tema de este estudio. Más adelante trata la evolución afectiva desde el punto de vista cronológico, abarcando desde el nacimiento hasta ya terminada la adolescencia, ya que la intención de el estudio en un primer momento fue exponer también la evolución de la afectividad de los sujetos deficientes mentales. El capítulo siguiente se refiere a la educación afectiva, desde la familia, responsable principal de esta educación, y desde la escuela, por ser la institución en la que la familia delega la función educadora como complementaria a su labor. La parte práctica trata de un estudio comparativo de la afectividad en los niños deficientes mentales y en niños normales de edades comprendidas entre los 10 y 15 años. 1) Los resultados obtenidos a través del Z test demuestran que los sujetos deficientes mentales poseen un impulso afectivo ligeramente mayor que los sujetos normales, pero ésta mayor capacidad afectiva está descontrolada. No controlan su estado de ánimo y éste puede ser muy variable. 2) Los niños normales poseen una capacidad afectiva que evoluciona según la edad desde el descontrol del estado emocional hacia un control progresivo de la manifestación de la afectividad. 3) En éste grupo de sujetos, las niñas evolucionan más rápidamente hacia el control de los afectos, pero ya a los 13 años, tanto los niños como las niñas han conseguido dominar su afectividad, siendo está equilibrada y estable. 4) Una nota común a ambos grupos es la falta de flexibilidad en el pensamiento. Ambos, tiene un pensamiento estereotipado, más agudizado en las edades inferiores de los niños deficientes mentales. 5) La afectividad no es un aspecto aislado de la personalidad, y todas las demás facetas del individuo están condicionadas por ella. Conociendo como puede ser la evolución afectiva, de niños y jóvenes, podremos evitar numerosos trastornos de conducta y problemas en el rendimiento escolar como consecuencia de una perturbación emocional. 6) Intentar un estudio de la afectividad en los adultos, es una tarea difícil ya que en muchas ocasiones aparentan sentimientos que no tienen, que no sienten. Estudiar la afectividad del niño o del joven es más sencillo por ser éstos más auténticos en su actuación cotidiana. Pero en éste caso surge el problema del adultomorfismo, el medir al niño o al joven en relación a nosotros y no ser considerados en sí mismos como niños o jóvenes que son. 7) Conocer el mundo del niño es un cometido básico de todas aquellas personas (padres, profesores,...) que van a tener una vinculación más o menos fuerte con ellos, y que van a pretender 'educarle como persona'; reto cotidiano, pero no por ello menos importante cada vez que se plantea.
Resumo:
Llevar a cabo un análisis de los elementos cognitivos del esquema corporal en niños deficientes auditivos profundos de diez años. 10 niños de 9 y 10 años, sordos profundos y prelocutivos. Investigación acerca de la estructuración y organización del esquema corporal en deficientes auditivos y su comparación con el nivel de representación de dicho esquema en el niño normal, tratando de comprobar la existencia e intensidad de dichas diferencias. Para realizar este trabajo consulta y contrasta los resultados cuantitativos con los obtenidos por Ballesteros Jiménez en la baremación y validación de la prueba. Asimismo, realiza un análisis cualitativo de los fallos en que con más frecuencia inciden los niños deficientes auditivos y ver si dichos fallos específicos tienen relación con sus peculiares características o aparecen en la población oyente con la misma frecuencia. El primer paso de la investigación consistió en el planteamiento de la hipótesis de trabajo: los niños deficientes auditivos profundos presentan una diferencia significativa de 'esquema corporal' con respecto a los niños normales. El procedimiento empleado a lo largo de todo el trabajo ha sido el psicométrico-psicodiagnóstico con un material estandarizado y tipificado en sus tres fases fundamentales: aplicación, corrección e interpretación. En esta investigación han sido empleadas dos pruebas que intentan medir el rendimiento analítico-perceptivo y especial que poseen los sujetos y el nivel de desarrollo alcanzado por el sujeto en el esquema corporal. 1)El conocimiento del esquema corporal desde el punto de vista representativo no implica diferencias cuantitativas significativas respecto a los sujetos oyentes de su misma edad. 2) A través del dibujo de la persona se aprecia un enriquecimiento de detalles, formas y ropas, al respecto de proporciones y distancias y diferenciación sexual en los dibujos. 3) En la prueba de perfil la pieza del cuerpo más fácil de elegir y colocar es el tronco y la más difícil el brazo. Los errores se subsanan en parte en la fase de reproducción. 4) En la cara las piezas más sencillas de elegir y colocar son el ojo y la barbilla. Las orejas y la frente son las que representan más dificultad. 5) Por lo que respecta a la dificultad de las fases de trabajo hemos de señalar un hecho paradójico que no aparece en los sujetos oyentes. En el grupo de sordos la fase de evocación es superior en la prueba de frente-cuerpo a las otras dos fases. En el resto de las pruebas la diferencia interfases sugiere que la ayuda que presta la presencia del modelo en los sordos es menor que en el grupo de oyentes. Esto no puede indicar una menor capacidad de adaptación de los sordos ante pautas propuestas y menor flexibilidad en la realización de estrategias cognitivas. 6) Al estudiar las relaciones existentes entre las pruebas manipulativas del WISC (rompecabezas y cubos), por un lado y la prueba de esquema corporal por otro se observa que a pesar de que esta muestra impone restricciones a la hora de establecer relaciones cuantitativas significativas, cualitativamente sí parece existir vinculación entre la organización espacial y la del esquema corporal en los deficientes auditivos. 7) La validez del trabajo realizado viene limitada por el número de sujetos, a todas luces insuficiente. Será preciso ampliar la muestra en futuros estudios, así como incluir niños sordos de diferentes edades y grados de pérdida auditiva. Ello permitirá introducir un criterio evolutivo de consecución del esquema corporal en deficientes auditivos, investigando su secuenciación.