1000 resultados para DESARROLLO SOCIAL - BOGOTA (COLOMBIA)
Resumo:
Según cifras del Ministerio de Relaciones Exteriores, fuera de Colombia viven cinco millones de colombianos —que equivalen casi a la población total de Bogotá— en condiciones de desprotección frente a la legislación nacional e internacional. Los migrantes colombianos, legales e ilegales, trabajan hasta 18 horas diarias, velan por sus familias y envían para ellas remesas que oscilan entre 200 y 300 dólares mensuales, que sumadas superan los ingresos por concepto de petróleo de un año. . La decisión de salir del país que en su momento tomaron estos ciudadanos, ahora distantes de políticas públicas orientadas a proteger sus derechos como población desplazada, está basada en razones económicas, sociales y políticas.
Resumo:
Aunque en las últimas dos décadas Colombia ha realizado los cambios institucionales y normativos necesarios para garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a una vivienda digna y, a pesar de que el Gobierno Nacional ha ubicado la construcción y la adquisición de vivienda como políticas relevantes para el desarrollo social y económico, el país aún mantiene una enorme brecha frente a las necesidades de la población. Así lo indica el Grupo de Investigaciones de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario, que reconoce, sin embargo, que la política de vivienda nacional ha dado un giro importante desde el año 2002, con el objetivo de incrementar el número de hogares propietarios. Para el Instituto Colombiano de Ahorro y Vivienda (ICAV) (...), el diseño de políticas encaminadas a facilitar el acceso de la población a la vivienda, constituye una preocupación central de todas las naciones, independientemente de que se trate de países desarrollados o en vía de desarrollo. Es decir, existe un interés en promover la política de vivienda para transformar el esquema de tenencia y para dinamizar otros sectores de la economía, especialmente los ligados a la construcción y el empleo, haciendo eco de los planteamientos desarrollistas del profesor Lauchlin Currie en los años setenta(*).
Resumo:
“Locos, furiosos y mentecatos” fueron algunas de las palabras utilizadas por el Código Civil colombiano para hacer alusión a las personas con discapacidad. Durante más de cien años estos términos, que en los tiempos recientes se reconocen como ofensivos, estuvieron de boca en boca sin que alguien levantara su voz en contra. Se necesitó un cambio radical de enfoque y una demanda al Código para que se declarara inconstitucional esta terminología. Demanda U. Rosario(...). No obstante la modificación introducida a “ese conjunto de normas”, en el imaginario social aún resuenan con fuerza las expresiones humillantes, persisten las actitudes que hieren la dignidad de las personas y las acciones violatorias de sus derechos humanos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas con discapacidad representan más de la décima parte de la población colombiana, cerca de 12%, que es el promedio para Latinoamérica. Un proceso sutil, silencioso y tradicional de exclusión social, ha vivido esta población que solamente después de la Constitución de 1991 empezó a recibir protección directa y a sentir que tenía derechos, porque en la Carta de 1886 ni siquiera se hizo mención a ella, y menos a la reivindicación de sus derechos humanos como el derecho al trabajo. En estas circunstancias y bajo la dirección del abogado y doctor en Derechos Humanos, Carlos Parra Dussan, quien logró introducir las modificaciones mencionadas al Código Civil, la Universidad del Rosario y Colciencias desarrollaron el proyecto de investigación “Eficacia de los mecanismos judiciales e institucionales de protección a la población con discapacidad en Colombia”(...).
Resumo:
Para la Universidad del Rosario, la pertinencia del proyecto educativo se evidencia en la medida en que las acciones institucionales generen impactos positivos en el entorno social, económico y cultural y logren su transformación, en la búsqueda de una sociedad más humana y sostenible. Desde su fundación, el Rosario ha considerado a Colombia como el horizonte de sus esfuerzos y por ello ha desarrollado sus funciones básicas de docencia, investigación y extensión desde los principios de ética y responsabilidad social. Entendiendo la educación como un servicio público, resulta claro que las instituciones educativas adquieren frente a la sociedad una responsabilidad inmensa e ineludible, pues de ellas depende en gran parte la construcción o modelamiento de sus miembros. Así, aunque cualquier sociedad se construye a partir de los aportes de individuos y de instituciones del más variado tipo, a las instituciones educativas les corresponde una tarea central en el proceso de socialización y creación del horizonte cultural: son las encargadas de mantener el acervo cultural y de convertirse en motores del desarrollo del conocimiento, la ciencia, la sociedad y la cultura. En perspectiva del nuevo siglo, como afirma la UNESCO(...) la institución educativa se enfrenta a desafíos “relativos a la financiación, la igualdad de condiciones de acceso a los estudios y, en el transcurso de los mismos, una mejor capacitación del personal, la formación basada en las competencias, la mejora y conservación de la calidad de la enseñanza, la investigación y los servicios, la pertinencia de los planes de estudios, las posibilidades de empleo de los diplomados, el establecimiento de acuerdos de cooperación eficaces y la igualdad de acceso a los beneficios que reporta la cooperación internacional. La educación superior debe hacer frente a la vez a los retos que suponen las nuevas oportunidades que abren las tecnologías, que mejoran la manera de producir, organizar, difundir y controlar el saber y de acceder al mismo.” El contexto nacional presenta hoy incontables desafíos relacionados con la pobreza, la marginalidad, la desigualdad y la injusticia, que llevan al país a comprometerse con soluciones para el futuro inmediato y con soluciones de largo plazo que aseguren la competitividad, la sostenibilidad y el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes. En este sentido, Colombia suscribió la denominada “Declaración del Mileno” con el firme compromiso de eliminar la indigencia para el año 2015 En el caso de las naciones en vía de desarrollo, como Colombia, ante la falta de capacidad del Estado para suplir todas las necesidades de la población, la sociedad civil y las instituciones deben asumir, bajo principios de solidaridad y subsidiariedad, el diseño y la ejecución de acciones de responsabilidad social que impacten en beneficio de la sociedad, emprendiendo, por un lado, acciones que inciden directamente en las comunidades y, de otra parte, a través de la realización de investigación social y científica que permita ofrecer soluciones serias, objetivas y realizables. Este compromiso, en la Universidad del Rosario, además de ser uno se sus principios misionales, toma mayor fuerza al estar reconocida como una de las 12 universidades que en el país cuentan con acreditación nacional de alta calidad por parte del Ministerio de Educación Nacional. Así lo ha entendido esta Universidad, la cual, además de trabajar en la formación de los profesionales que el país requiere, viene desarrollando distintos proyectos de servicio comunitario apoyados en el trabajo voluntario de sus estudiantes, profesores, egresados y funcionarios.
Resumo:
Silenciosa y progresivamente la violencia sicológica puede ocupar su puesto de trabajo sin que siquiera la haya notado. Estudios recientes muestran que, como resultado de las transformaciones globales del mundo del trabajo en términos de productividad, se están incrementando ese tipo de fenómenos. Juan Alberto Castillo Martínez, PhD e investigador del Grupo de Investigación Salud, Cognición y Trabajo de la Facultad de Rehabilitación y Desarrollo Humano de la Universidad del Rosario, explicó que esos estudios evidencian que la línea que define la noción de “violencia en el trabajo” es bastante difusa y depende de un sinnúmero de factores, tales como la cultura local, la organizacional y la apreciación colectiva de ciertos comportamientos. ¿Qué significa, entonces, un acto violento de trabajo en el marco de los sistemas de producción colombiano? Pensar el significado del acto violento en una cultura marcada por varias generaciones de trabajadores expuestos a violencias de diverso orden (social, cultural, familiar, política) hace difícil identificar, controlar y manejar el fenómeno. En el estudio desarrollado por el Grupo de Investigación GiSCYT sobre ”Los Riesgos Sicológicos y Sociales en el Trabajo”, 2006-2007, los investigadores advierten también a cerca de la necesidad de reflexionar sobre la tolerancia a la violencia, y tener en cuenta que la definición de violencia varía ampliamente en función de la época y el momento histórico en que los actos violentos se producen. En el ámbito familiar, por ejemplo, se consideraba en el pasado que ejercer la autoridad de los padres o de los maestros pasaba por la agresión física directa a los niños. Hoy en día, la sociedad considera ésto como una expresión de brutalidad. En el campo del trabajo, las formas diversas de violencia han sido objeto de controversia legal, política y de expertos en ciencias de la salud, a tal punto que hoy el reconocimiento e identificación de dichos actos en el mundo laboral es difícil y, a veces, imposible. Recientemente en Colombia y en diversos países del mundo, se han desarrollado normas que tratan de limitar la producción de fenómenos que involucran el ejercicio del poder sobre otros (estrés, acoso, presión). Sin embargo, hacer evidente la génesis y el desarrollo de estos fenómenos tiene un alto costo social y organizacional.
Resumo:
Al comenzar el Siglo XXI las ciudades se han convertido tal vez en la mejor expresión de las complejidades de la sociedad contemporánea. Al ritmo impetuoso de la globalización, los centros urbanos se constituyen en el hábitat de la mayoría de la población, así como en centros privilegiados de las más avanzadas manifestaciones de los procesos económicos, y en generadoras de innovación y de transformaciones culturales. Aunque los anteriores atributos reafirman el protagonismo de las ciudades como impulsoras del desarrollo, paradójicamente en ellas mismas se hacen evidentes las contradicciones propias de viejos problemas sociales: pobreza y marginalidad, exclusión social, inseguridad y profundos problemas ambientales, fenómenos todos que, de una u otra manera, se manifiestan inclusive en ciudades favorecidas por las dinámicas de crecimiento económico más intensas. Las anteriores circunstancias exigen que los gestores de la vida urbana reconozcan las ventajas e identifiquen las amenazas que se derivan de todos esos procesos, para sacar provecho de las primeras y conjurar los efectos de las segundas. Los gobiernos centrales deberán, a su vez, dedicar sus mejores esfuerzos a la cooperación con los orientadores de los asentamientos humanos en la búsqueda de los mismos propósitos. Ésto implica el diseño de políticas públicas orientadas a insertar cada ciudad en el mundo globalizado y, al mismo tiempo, poner los beneficios de la globalización al servicio de la sociedad.
Resumo:
Hacer parte del mundo de habla hispana es mucho más que compartir algunas características culturales superficiales o que habitar el espacio de una lengua, que no es poca cosa. Los hispanoamericanos compartimos con los españoles historias comunes, hábitos mentales y diversas formas de comportamiento que nos permiten diferenciarnos significativamente de otras civilizaciones. Cada proyecto de nación que se ha querido construir al abrigo de esas historias comunes o sobre las columnas de esas tradiciones compartidas resulta ser una interpretación de la hispanidad: aquella versión multiforme de la civilización occidental que nació en el Mar Mediterráneo. No sólo en América, sino también en Europa, la hispanidad nunca ha sido una sola cosa. Hay que hablar por ello de las Españas, en un claro y definido plural; sólo así podremos comprender esa forma particular de la hispanidad que es Colombia. Así como España fue hecha por manos celtas, íberas, fenicias, griegas, romanas, visigodas, bereberes, árabes, judías y mestizas, a las costas americanas arribaron vascos, catalanes, castellanos, andaluces, gallegos y extremeños, muchos de ellos moriscos y judíos conversos, familias enteras de migrantes que llegaron a poblar América para vivir en ella y no sólo para explotarla. En la línea de investigación “Análisis de Procesos Históricos” del Centro de Estudios Políticos e Internacionales de la Universidad del Rosario, hemos emprendido la tarea de reconstruir y deconstruir algunos de los lugares comunes, prejuicios y referentes usuales de identidad cultural y política con los que se relata la historia colombiana e hispanoamericana, mediante el contraste con la historiografía española del último siglo y medio que ha recuperado el carácter diverso de las Españas, haciendo énfasis en las experiencias musulmana (Al-Andaluz), judía (Sefarad), conversa y cristiana. Partiendo del hecho de que la España que heredamos en América ha sido siempre múltiple, en nuestro trabajo de investigación interdisciplinario hemos buscado dejar de lado el olvido y a veces recurrente desprecio con el que normalmente se asume la condición hispánica, estudiando fenómenos y procesos históricos considerados marginales por los grandes relatos dominantes sobre la hispanidad, logrando así una mirada renovada, fresca y diversa de la misma. Tales fenómenos y procesos particulares siguen dejando su huella en el presente de las naciones hispánicas y son parte de la clave para la comprensión de su futuro social, político y cultural. Son cinco los fenómenos y procesos históricos que hasta este momento han motivado nuestra investigación y que a continuación exponemos: la moral de la hidalguía como clave de lectura de la ética subyacente a la economía hispánica; el papel de los intelectuales judíos conversos al cristianismo en la construcción del pensamiento hispánico; la diseminación de la mentalidad conversa, y suparticular teología, en el poblamiento de América; las características hispánicas de la población sefardita expulsada de la península; y el desarrollo de la ciencia náutica en el mundo hispánico y su impacto en el mundo moderno.
Resumo:
Hace veinte años Colombia era un pueblo ausente. Había mucho que escuchar y poco que opinar. La población era un actor silente que no participaba en las decisiones más importantes del país. Pero, para fortuna de la democracia, la Constitución Política de 1991 le dio un vuelco a la realidad colombiana. La participación dejó de ser una utopía y se convirtió en una realidad. Por eso, hoy existen diferentes mecanismos para que las personas puedan incidir en los asuntos que les interesan y que son esenciales para su vida. Esa gran fecha, 1991, además de traer cambios al modelo de Estado, significó un gran avance para la protección de los derechos colectivos. Se introdujo diversidad de normas que buscaban garantizar un ambiente sano y el desarrollo sostenible. Por esta razón, la Constitución también es conocida como “Constitución ecológica”, pues está basada en una normatividad que encarna, como ninguna otra, los principios del Estado Social de Derecho, como el derecho a una vida digna y a la satisfacción de las necesidades básicas. No hay duda de que el esfuerzo de la Constitución Política es inconmensurable. Peleó una dura batalla y se encargó de consagrar y proponer mecanismos que hicieran efectivo el derecho a la participación de las personas en materia ambiental. Desde ese momento el país ha avanzado, no se puede negar que en la sociedad se creó una verdadera conciencia sobre la importancia de proteger los recursos naturales y el ambiente, ya que hoy en día existe una real preocupación por la defensa de lo público. Es tal el cambio de mentalidad que se ha producido, que el interés de los ciudadanos por participar en las decisiones ambientales y de ejercer su derecho a acceder a la información es mucho más contundente que hace veinte años. Sin embargo, la batalla no está ganada, aún queda mucho camino por recorrer. Hoy por hoy, en gestión ambiental, así como hay un inventario de éxitos, también hay una lista de asuntos sin resolver. Espacios y mecanismos anónimos. Aunque la Constitución Política de 1991 estableció el compromiso del Estado de promover la participación ciudadana en la toma de decisiones ambientales, los espacios y mecanismos de participación no son suficientemente conocidos y ejercidos por la sociedad en general. Desconocimiento de proyectos. Continuamente se generan conflictos o confrontaciones debido a que las empresas o incluso el Estado desean realizar un proyecto y encuentran oposición por parte de las comunidades, pues éstas desconocen cuál es objetivo del proyecto y sus alcances. Contravía.Ocurre que los nuevos proyectos de las empresas, sin fundamento alguno, resultan contrarios a los programas de desarrollo que propone el Gobierno Nacional y a los intereses de las comunidades, por lo que también se generan continuos enfrentamientos. Ausencia ciudadana.Muchas veces las comunidades implicadas no tienen un interlocutor válido que respalde sus intereses o a quien, por lo menos, puedan manifestar sus inconformidades, lo cual contribuye a la generación de conflictos de carácter ambiental. En otros casos, tampoco son tomados en cuenta sus requerimientos o sugerencias con relación a los proyectos.
Resumo:
Durante los últimos diez años, el mercado minorista en Colombia ha sufrido una de sus más importantes transformaciones debido, principalmente, a la llegada de operadores internacionales que le han inyectado una dinámica al negocio, tales como Carrefour, Makro, Falabella, Homecenter y el grupo Casino, que hoy es el dueño de almacenes Éxito y Carulla Vivero. La evolución del sector trajo consigo una mayor concentración del las ventas al detal en el país, la aplicación de nuevas tecnologías, una fuente más de generación de empleo masivo y la búsqueda de una mayor eficiencia. Este evidente interés de abrir espacio en el mercado colombiano para el desarrollo del comercio es un desafío a las cadenas tradicionales para que sean más eficientes y estratégicas y para garantizar la supervivencia de sus negocios.
Resumo:
La dirección exitosa de las organizaciones se fundamenta en el desarrollo personal, en los principios y valores, y en la responsabilidad social, sustentado todo ello en las habilidades que permiten a las personas relacionarse de manera eficiente, respetuosa y enriquecedora con los demás. Así lo advierten Françoise Contreras y David Barbosa, profesores del Grupo de Investigación en Perdurabilidad Empresarial de la Facultad de Administración de la Universidad del Rosario, quienes aseguran que aspectos como la integridad, el optimismo, la felicidad, las virtudes, los valores, la visión, la constancia, la satisfacción y la calidad de vida percibida (todos ellos asociados al liderazgo efectivo), cobran especial vigencia para promover empresas exitosas y productivas desde todo punto de vista. Las habilidades propias de la dirección se estructuran actualmente en torno a la estrategia, el liderazgo y la realidad empresarial (esencia de la formación en la Universidad del Rosario), enmarcadas dentro de una perspectiva que define la organización como un fenómeno complejo y en permanente cambio, donde probablemente lo que fue funcional en un momento histórico, en la actualidad puede ser una amenaza para la perdurabilidad empresarial. Todo ello implica, para las escuelas de negocios y las organizaciones empresariales, centrar sus esfuerzos en el desarrollo de las personas dentro de una actitud ética y socialmente responsable.
Resumo:
Hay imágenes que calan enérgicamente en la mente y que difícilmente se borran. Algunas de ellas son las escenas que, constantemente, registran los medios de comunicación sobre los desalojos que sufren las familias o sobre los procesos de extinción de dominio. Ver cómo se diluyen los sueños de las personas cuando pierden su vivienda, terreno o empresa, no es un hecho fácil de digerir. Por ello, la Constitución Nacional vela por la defensa de la propiedad o el dominio. El Artículo 58 de la Constitución Nacional, dice que éste “es un derecho inviolable y sagrado del cual nadie puede ser privado, salvo en el caso de evidente necesidad pública, legalmente acreditada y a condición de una justa y previa indemnización”. Como si esto no fuera suficiente, la normatividad también es enfática al explicar que, bajo ninguna bandera, el legislador (quien ejecuta las leyes) está autorizado para establecer expropiaciones o extinciones de dominio por fuera de las instrucciones acuñadas en los Arts. 34, 58 y 59 de la Constitución. No obstante, y pese a las buenas intenciones de la normatividad colombiana, la flexibilidad de interpretación que permiten ciertos términos de la Ley, ayuda a que se cometan atropellos contra la población civil. Por ello, resulta vital que los ciudadanos comprendan todos los aspectos que giran en torno al tema de la propiedad, es decir, identificar cuándo una expropiación o extinción son legales, y cuándo se viola el derecho al dominio. Para lograr este objetivo, los profesores de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario, Francisco Ternera Barrios y Fabricio Mantilla Espinosa, se dieron a la tarea de investigar lo que por siglos ha ocurrido con respecto a la “función social” de la propiedad. Aquí, en este artículo, exponen de forma concisa y valiosa lo que todo ciudadano merece saber; porque, como bien se dice, el que posee la información, tiene el poder.
Resumo:
El Grupo de Investigación en Perdurabilidad (GIPE) de la Facultad de Administración de la Universidad del Rosario se ha dedicado en los últimos cinco años a explorar las condiciones que facilitan la permanencia de las empresas en el tiempo. Los hallazgos encontrados han mostrado que la turbulencia de industria y la manera de enfrentarla constituyen un elemento central para dicho propósito. Diversos estudios publicados en el año 2010 exploran la manera como las empresas de diferentes sectores superan la turbulencia. Dando continuidad a esta investigación, el presente documento, elaborado en colaboración con estudiantes de la Especialización de Gerencia de Negocios Internacionales, detalla la manera como algunas empresas del sector financiero, enfocado al servicio y manejo de banca personas naturales, en la ciudad de Bogotá enfrentaron la turbulencia presentada en el período que comprende los años de 2004 a 2010. Las instituciones estudiadas son el Banco de Bogotá, Bancolombia y el Banco Davivienda. Como herramienta de análisis se utiliza la metodología desarrollada por Restrepo y Rivera (2006), denominada “Análisis estructural de sectores estratégicos”. Con esta metodología se logran identificar los niveles de concentración de las empresas, las diferencias en términos de rentabilidad y el desarrollo de políticas. Igualmente, se realiza un levantamiento del panorama competitivo del sector, un análisis de las fuerzas del mercado y un estudio de competidores. Al final del documento se hará un análisis para establecer qué elementos permiten a las empresas perdurar en el tiempo, a pesar de convivir en un entorno turbulento.
Resumo:
Un enfoque novedoso y útil La Ekística es una disciplina que se ocupa de problemas contemporáneos con base en principios muy antiguos y entiende las complejidades de la tendencia humana a establecerse en un lugar determinado, dando vida a caseríos, aldeas y ciudades, lo que comprende dentro del concepto de asentamientos humanos. Constantinos Doxiadis, griego del siglo XX, propuso la Ekística como método de análisis y solución de los fenómenos y problemas que surgen dondequiera que el hombre se establece con ánimo de permanecer. Enfrentado a la necesidad de reordenar la vida de la ciudad de Atenas y de la región de Ática, ante la presencia de cientos de miles de desplazados por las guerras que asolaron a Grecia hace varias décadas, advirtió que su formación de arquitecto le proporcionaba elementos útiles para ordenar sólo algunos de los múltiples aspectos que se deben tener en cuenta para hacer más amable la vida urbana. Al acudir a otras disciplinas en busca de apoyo, Doxiadis llegó a la evidencia de que, tomadas de manera separada, cada una se mostraba insuficiente para cumplir la tarea de reordenamiento integral que era necesario llevar a cabo. Fue entonces cuando entendió la necesidad de una respuesta a la vez interdisciplinaria y armónica que, lejos de rechazar las contribuciones de diferentes disciplinas al tratamiento de las realidades de los asentamientos en todas sus manifestaciones, pudiese organizar sus aportes de manera orgánica. A partir de esta reflexión Doxiadis concibió la Ekística. La denominación Ekística proviene de la palabra οίκος, (íkos) que en griego purista significa casa, hogar o hábitat, de la que se deriva el verbo οικίζω (ikíso) como expresión del establecimiento de una persona o grupo de personas en un lugar determinado, mediante la construcción o el uso de un refugio, con el ánimo de residir allí y convertir tanto el sitio como su entorno en la sede principal de sus actividades. De allí surge la calificación de οικιστής, (Ikistís) como la persona que establece o propicia el establecimiento de otros en un lugar, para terminar denominando οικιστικός, (ikisticós), es decir ekístico, todo lo concerniente a la fundación de una casa o de una colonia humana. De allí la denominación de OIKIΣTIKH, Ikistikí, Ekística, la ciencia de los asentamientos humanos. Como complemento del concepto es preciso señalar que por asentamiento humano se entiende el conjunto de arreglos espaciales y operacionales creados por los seres humanos, en escalas variadas, con el fin de sustentar su vida y conseguir sus aspiraciones y metas. En la tarea de acopiar elementos útiles para el planteamiento teórico y metodológico de la disciplina, Doxiadis se ocupó cuidadosamente de indagar acerca de los principios, relaciones, motivaciones, actores y características comunes a la vida del hombre en asentamientos de todo tipo, así como de identificar los patrones que podían explicar su origen, su crecimiento y su sostenibilidad. A su experiencia como planificador en diferentes países del mundo, Doxiadis agregó, mediante la realización de simposios internacionales, las reflexiones de representantes de diferentes continentes, disciplinas y formas de pensamiento sobre los problemas y retos asociados al fenómeno irreversible de la urbanización mundial. Esto permitió enriquecer la temática y la capacidad de análisis de la nueva disciplina frente a los cambios en las dinámicas urbanas como resultado de la incorporación de innovaciones tecnológicas, la necesidad política de participación de la comunidad en planificación, las necesidades de la sostenibilidad y el cuidado del ambiente, entre otras. De manera particular la Ekística influyó en el pensamiento de la época en el sentido de avanzar en la incorporación del tema de los asentamientos humanos como problemática integral y objeto de reflexión política y de acción institucional, con un lugar preponderante dentro de la agenda de desarrollo social a nivel mundial. La contribución de la Ekística a las definiciones temáticas de la primera conferencia de Hábitat en Vancouver, en 1976, en la cual se redefinieron las discusiones viviendistas tradicionales a partir de un enfoque integral, ha sido universalmente reconocida, como también lo ha sido su incidencia en la creación del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, UN Hábitat, con el fin de desarrollar una agenda más completa sobre las políticas públicas y las acciones relacionadas con el fenómeno de los asentamientos humanos en sus múltiples dimensiones.
Resumo:
Desde sus inicios, el ser humano ha venido desarrollando prácticas que le han permitido mejorar su calidad de vida para cubrir una serie de necesidades. Para esto ha utilizado los elementos que la naturaleza le ha facilitado, a fin de transformarlos y luego adoptarlos y conservarlos, con el objetivo de garantizar su supervivencia. Desde la aparición del fuego, a lo largo de la historia han venido apareciendo nuevas técnicas y combinaciones de los elementos químicos de acuerdo con diferentes necesidades; por ejemplo, la fundición del hierro en el año 1500 a.c, la pólvora en el año 650 d.c, el papel en el año 105, hasta llegar a los tiempos modernos y a una era industrial en la cual el sector de la industria química viene a cumplir un papel fundamental para el crecimiento y el desarrollo, gracias a que se encarga de las transformaciones y procesamientos químicos para proveer materia prima para la fabricación de nuevas sustancias que posteriormente se convierten en bienes con valor agregado.
Resumo:
Durante el último siglo, el país ha planteado alternativas para la configuración institucional y estructural del campo, y para lograr que la tierra sea más productiva y equitativa, pero no lo ha logrado. Al contrario, pareciera que este largo periodo ha significado para el campo el deterioro de cualquier institucionalidad que fomente la permanencia, la productividad y una tenencia pacífica. Varias razones pueden contarse para este penoso resultado en las políticas de tierra. Algunos expertos advierten una discrepancia entre las políticas, el arreglo institucional vigente y la perspectiva de país que se tenía en mente. El corto plazo alentó la formulación de políticas públicas de tierra bajo un esquema institucional excluyente y cargado de tensiones y poderes políticos. Ante esta situación, el éxito de la reforma agraria hubiese sido una coincidencia prácticamente imposible. Es decir, el país ha alcanzado lo que ha podido, dado el panorama institucional. Juanita Villaveces Niño, profesora de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario, plantea que la política de tierras y la reforma agraria sean revisadas desde una perspectiva dinámica, en la cual se incluyan no sólo las estrategias de política, sino el entorno institucional, el bagaje cultural de los actores que intervienen directa e indirectamente en la política y el peso de la historia. De acuerdo con este esquema, la profesora Villaveces propone una revisión a la lógica detrás de la política de tierra en Colombia y subraya que sus múltiples enfoques pueden ser percibidos de distinta manera por los hacedores de políticas públicas. En el país se han implementado políticas de tierra, distribución y uso, con la intención aparente con la intención de crear una organización rural compuesta por pequeños y grandes propietarios con miras a fomentar la producción agrícola y la industria; sin embargo, los resultados de los distintos intentos no parecen ser los esperados. Algunos expertos señalan que se han ensayado prácticamente todos los modelos de reforma agraria en Colombia, pero no se ha contado con la organización institucional adecuada ni se ha puesto la voluntad política indispensable para hacerlas efectivas.