1000 resultados para Grupo de Arquitectos y Técnicos Españoles para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea
Resumo:
When I flrst encountered the architecture of Manuel and Francisco AIRES MATEUS, I was reminded of a Nazarlte proverb that provides a lyrical recipe for construction. "To make a house," lt directs, "you grab a handful of alr and hold lt together wlth a few walls." I have come to realize that thls ls precisely what these Portuguese brothers do ln all their buildings.
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El arquitecto que quiso atrapar el cubo de la arquitectura. Sobre las dimensiones en Arquitectura en relación con las dimensiones del hombre.
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Historia de la Arquitectura Contemporánea Española. Tomo III. Y Orfeo desciende
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La escalera de caracol es uno de los elementos que mejor define la evolución de la construcción pétrea a lo largo de nuestra historia moderna. El movimiento helicoidal de las piezas de una escalera muestra, con frecuencia, el virtuosismo que alcanzaron los maestros del arte de la cantería y la plasticidad, expresividad y ligereza de sus obras. A pesar de su origen exclusivamente utilitario y de su ubicación secundaria, se convertirán en signo de maestría y en elementos protagonistas del espacio que recorren y de la composición de los edificios, como es el caso de las grande vis de los Châteaux franceses del XVI como Blois, Chateaudun o Chambord o los schlosses alemanes como el de Hartenfels en Torgau. Este protagonismo queda patente en los tratados y manuscritos de cantería, elaborados fundamentalmente en España y Francia, a partir del siglo XVI que recogen un gran número de variantes de escaleras de caracol entre sus folios. Breve historia de la escalera de Caracol Los ejemplos más antiguos conocidos de escaleras de caracol en Occidente provienen de los primeros siglos de nuestra era y están asociados a construcciones de tipo conmemorativo, funerario o civil, romanas. Destaca de entre ellas la columna trajana, construida en el 113 por Apolodoro de Damasco en los Foros de Roma. Esta columna, conservada en la actualidad, fue profusamente representada por los tratados de arquitectura desde el Renacimento como el de Serlio, Caramuel, Piranesi, Rondelet y, más recientemente, Canina. Choisy describe en El arte de construir en Bizancio un grupo de escaleras de caracol cubiertas por bóvedas helicoidales y construidas entre el siglo IV y VIII; a esta misma época pertenecen otras escaleras con bóvedas aparejadas de forma desigual con sillarejos y sillares de pequeño tamaño sin reglas de traba claras, pensadas al igual que las de Choisy para ser revestidas con un mortero. Herederas de estas bóvedas de la antigüedad son las escaleras de caracol de la Edad Media. Así las describe Viollet le Duc: “compuestas por un machón construido en cantería, con caja perimetral circular, bóveda helicoidal construida en piedra sin aparejar, que se apoya en el machón y sobre el paramento circular interior. Estas bóvedas soportan los peldaños en los que las aristas son trazadas siguiendo los radios del círculo”. En esta misma época, siglos XI y XII, se construyen un grupo de escaleras de caracol abovedadas en piedra de cantería vista: las de la torre oeste de Notre Dame des Doms en Avignon, las de la tour de Roi, de Évêque y Bermonde de los Chateaux de Uzés, las gemelas de las torres de la Catedral Saint Théodorit de Uzés y la conocida escalera del transepto de la Abadía de Saint Gilles. Ésta última dará el nombre a uno de los modelos estereotómicos de mayor complejidad del art du trait o arte de la cantería: la vis Saint Gilles, que aparece en la mayoría de los textos dedicados al corte de piedras en España y Francia. La perfección y dificultad de su trazado hizo que, durante siglos, esta escalera de caracol fuera lugar de peregrinación de canteros y se convirtiera en el arquetipo de un modelo representado con profusión en los tratados hasta el siglo XIX. A partir del siglo XIII, será el husillo el tipo de escalera curva que dará respuesta a las intenciones de la arquitectura a la “moderna” o gótica. Estas escaleras con machón central se generalizarán, insertándose en un complejo sistema de circulaciones de servicio, que conectaban por completo, en horizontal y vertical, los edificios. Estos pasadizos horizontales y estas conexiones verticales, hábilmente incorporadas en el espesor de contrafuertes, machones, esquinas, etc, serán una innovación específicamente gótica, como señala Fitchen. La pieza de peldaño, que se fabrica casi “en serie” reflejará fielmente el espíritu racional y funcionalista de la arquitectura gótica. Inicialmente los peldaños serán prismáticos, sin labrar por su cara interior; después, éstos darán paso a escaleras más amables con los helicoides reglados formando su intradós. Insertos en construcciones góticas y en convivencia con husillos, encontramos algunos ejemplos de escaleras abovedadas en el siglo XIII y XIV. Estamos hablando de la escalera de la torre este del Castillo de Maniace en Siracusa, Sicilia y la escalera de la torre norte del transepto de la Catedral de Barcelona. En ambos casos, los caracoles se pueden relacionar con el tipo vis de Saint Gilles, pero incorporan invariantes de la construcción gótica que les hace mantener una relación tipológica y constructiva con los husillos elaborados en la misma época. En la segunda mitad del siglo XV aparecen, vinculadas al ámbito mediterráneo, un conjunto de escaleras en las que el machón central se desplaza transformándose en una moldura perimetral y dejando su lugar a un espacio hueco que permite el paso de la luz. Los tratados manuscritos de cantería que circulan en el XVI y XVII por España recogen el modelo con su denominación: caracol de Mallorca. Varios autores han mantenido la tesis de que el nombre proviene de la escalera situada en la torre noroeste de la Lonja de Palma de Mallorca. Los Manuscritos y tratados de Cantería y las escaleras de caracol Coincidiendo con la apertura intelectual que propicia el Renacimiento se publican algunos tratados de arquitectura que contienen capítulos dedicados al corte de las piedras. El primero de ellos es Le premier tome de l’Architecture de Philibert de L’Orme, publicado en 1567 en Francia. En España tenemos constancia de la existencia de numerosos cuadernos profesionales que circulaban entre los canteros. Varias copias de estos manuscritos han llegado hasta nuestros días. Los más completos son sin duda, las dos copias que se conservan del tratado de arquitectura de Alonso de Vandelvira, una en la Biblioteca Nacional y otra en la Biblioteca de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid y el manuscrito titulado Cerramientos y trazas de Montea de Ginés Martínez de Aranda. Todas estas colecciones de aparejos, con excepción de la atribuida a Pedro de Albiz, presentan trazas de escaleras de caracol. En los siglos XVII y XVIII los textos en España más interesantes para nuestras investigaciones son, como en el XVI, manuscritos que no llegaron a ver la imprenta. Entre ellos destacan De l’art del picapedrer de Joseph Gelabert y el Cuaderno de Arquitectura de Juan de Portor y Castro. Estos dos textos, que contienen varios aparejos de caracoles, están claramente vinculados con la práctica constructiva a diferencia de los textos impresos del XVIII, como los del Padre Tosca o el de Juan García Berruguilla, que dedican algunos capítulos a cortes de Cantería entre los que incluyen trazas de escaleras, pero desde un punto de vista más teórico. Podemos agrupar las trazas recogidas en los manuscritos y tratados en cinco grandes grupos: el caracol de husillo, el caracol de Mallorca, los caracoles abovedados, los caracoles exentos y los caracoles dobles. El husillo, de procedencia gótica, permanece en la mayoría de nuestros textos con diferentes denominaciones: caracol de husillo, caracol de nabo redondo o caracol macho. Se seguirá construyendo con frecuencia durante todo el periodo de la Edad Moderna. Los ejemplares más bellos presentan el intradós labrado formando un helicoide cilíndrico recto como es el caso del husillo del Monasterio de la Vid o el de la Catedral de Salamanca o un helicoide axial recto como en el de la Capilla de la Comunión en la Catedral de Santiago de Compostela. La diferencia estriba en la unión del intradós y el machón central: una amable tangencia en el primer caso o un encuentro marcado por una hélice en el segundo. El segundo tipo de caracol presente en casi todos los autores es el caracol de Mallorca. Vandelvira, Martínez de Aranda, y posteriormente Portor y Castro lo estudian con detenimiento. Gelabert, a mediados del siglo XVII, nos recordará su origen mediterráneo al presentar el que denomina Caracol de ojo abierto. El Caracol de Mallorca también estará presente en colecciones de aparejos como las atribuidas a Alonso de Guardia y Juan de Aguirre, ambas depositadas en la Biblioteca Nacional y en las compilaciones técnicas del siglo XVIII, de fuerte influencia francesa, aunque en este caso ya sin conservar su apelación original. El Caracol que dicen de Mallorca se extiende por todo el territorio peninsular de la mano de los principales maestros de la cantería. Los helicoides labrados con exquisita exactitud, acompañados de armoniosas molduras, servirán de acceso a espacios más representativos como bibliotecas, archivos, salas, etc. Es la escalera de la luz, como nos recuerda su apelación francesa, vis a jour. Precisamente en Francia, coincidiendo con el renacimiento de la arquitectura clásica se realizan una serie de escaleras de caracol abovedadas, en vis de Saint Gilles. Los tratados franceses, comenzando por De L’Orme, y siguiendo por, Jousse, Derand, Milliet Dechales, De la Hire, De la Rue, Frezier, Rondelet, Adhémar o Leroy, entre otros, recogen en sus escritos el modelo y coinciden en reconocer la dificultad de su trazado y el prestigio que adquirían los canteros al elaborar este tipo de escaleras. El modelo llega nuestras tierras en un momento histórico de productivo intercambio cultural y profesional entre Francia y España. Vandelvira, Martínez de Aranda y Portor y Castro analizan en sus tratados la “vía de San Gil”. En la provincia de Cádiz, en la Iglesia Mayor de Medina Sidonia, se construirá el más perfecto de los caracoles abovedados de la España renacentista. También en la provincia de Cádiz y vinculadas, posiblemente, a los mismos maestros encontramos un curioso grupo de escaleras abovedadas con generatriz circular horizontal. A pesar del extenso catálogo de escaleras presentes en la tratadística española, no aparece ninguna que muestre una mínima relación con ellas. Desde el punto de vista de la geometría, estamos ante uno de los tipos de escaleras que describe Choisy en El arte de construir en Bizancio. Se trata de escaleras abovedadas construidas por hojas y lechos horizontales. Los caracoles abovedados tendrán también su versión poligonal: la vis Saint Gilles quarré o el caracol de emperadores cuadrado en su versión vandelviresca. Las soluciones que dibujan los tratados son de planta cuadrada, pero la ejecución será poligonal en los raros ejemplos construidos, que se encuentran exclusivamente en Francia. Su geometría es compleja: el intradós es una superficie reglada alabeada denominada cilindroide; su trazado requiere una habilidad extrema y al ser un tanto innecesaria desde el punto de vista funcional, fue muy poco construida. Otro tipo de escalera habitual es la que Vandelvira y Martínez de Aranda denominan en sus tratados “caracol exento”. Se trata de una escalera volada alrededor de un pilar, sin apoyo en una caja perimetral y que, por lo tanto, debe trabajar en ménsula. Su función fue servir de acceso a espacios de reducidas dimensiones como púlpitos, órganos o coros. Encontramos ejemplos de estos caracoles exentos en el púlpito de la catedral de Viena y en España, en la subida al coro de la Iglesia arciprestal de Morella en Valencia. El largo repertorio de escaleras de caracol prosigue en los tratados y en las múltiples soluciones que encontramos en arquitecturas civiles y religiosas en toda Europa. Hasta varios caracoles en una sola caja: dobles e incluso triples. Dobles como el conocido de Chambord, o el doble husillo del Convento de Santo Domingo en Valencia, rematado por un caracol de Mallorca; triples como la triple escalera del Convento de Santo Domingo de Bonaval en Santiago de Compostela. La tratadística española recogerá dos tipos de caracoles dobles, el ya comentado en una sola caja, en versiones con y sin machón central, definidos por Martínez de Aranda, Juan de Aguirre, Alonso de Guardia y Joseph Gelabert y el caracol doble formado por dos cajas diferentes y coaxiales. Vandelvira lo define como Caracol de Emperadores. Será el único tipo de caracol que recoja Cristobal de Rojas en su Teoría y Práctica de Fortificación. No hay duda que las escaleras de caracol han formado parte de un privilegiado grupo de elementos constructivos en constante evolución e investigación a lo largo de la historia de la arquitectura en piedra. Desde el cantero más humilde hasta los grandes maestros catedralicios las construyeron y, en muchos casos, crearon modelos nuevos en los pergaminos de sus propias colecciones o directamente sobre la piedra. Estos modelos casi experimentales sirvieron para encontrar trabajo o demostrar un grado de profesionalidad a sus autores, que les hiciera, al mismo tiempo, ganarse el respeto de sus compañeros. Gracias a esto, se inició un proceso ese proceso de investigación y evolución que produjo una diversidad en los tipos, sin precedentes en otros elementos similares, y la transferencia de procedimientos dentro del arte de la cantería. Los grandes autores del mundo de la piedra propusieron multitud de tipos y variantes, sin embargo, el modelo de estereotomía tradicionalmente considerado más complejo y más admirado es un caracol de reducidas dimensiones construido en el siglo XII: la Vis de Saint Gilles. Posiblemente ahí es donde reside la grandeza de este arte.
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Existe una multiplicidad de factores que pueden afectar el riego del consumo de tabaco en la adolescencia. Mediante el análisis de estos factores de manera conjunta podemos desentrañar la relevancia específica que cada uno de ellos tiene en la conformación de la conducta individual de los adolescentes. El objetivo de esta investigación es profundizar en el conocimiento sobre la relación entre el consumo de tabaco en la adolescencia y variables socio-demográficas y socio-emocionales. Contamos con una muestra representativa de 2.289 adolescentes catalanes (15-18 años) que participaron en el Panel de Familias e Infancia. Se han realizado modelos de regresión para determinar la asociación estadística de los diferentes estados de ánimo (tristeza, nerviosismo y soledad), características del grupo de iguales y estilos parentales, con el consumo de tabaco. Los resultados indican que el comportamiento adictivo es más probable cuando los adolescentes muestran estados de ánimo negativos, controlando por variables socio-demográficas y otros factores de riesgo. Entre estos factores adicionales, los estilos parentales autoritativos reducen el riesgo del consumo de tabaco en comparación con la parentalidad autoritaria, permisiva y negligente. El consumo generalizado de tabaco en el grupo de iguales es el factor de riesgo que tiene una asociación más alta con el comportamiento individual del adolescente.
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Evalúa los estilos de personalidad y de interacción del formador en el aula, así como el liderazgo, y trata de establecer una teoría y el consiguiente modelo de intervención, que se engloba en una concepción estratégica de la calidad de la educación. La muestra de las diferentes experiencias es: 40 alumnos de quinto curso de Psicología, grupo nocturno, trabajadores y sin experiencia en el campo de la psicología clínica; 16 profesores agregados y catedráticos de latín; 40 alumnos de tercero de BUP y 3 profesores del IES Pinto; 20 profesionales del INEM que realizaban un curso de Metodología de la Formación Ocupacional; el equipo de formación post-venta de Citroën, todos titulados medios o superiores de ramas técnicas; y 29 técnicos superiores del INEM de la escala docente y de orientación profesional, hombres y mujeres entre 25 y 45 años, con titulación superior en Psicología y en general de las ciencias del comportamiento. Se elabora un modelo de intervención de aula con unas herramientas para auditarlos, dentro de una orientación de mejora continua de la educación, y plantea un diseño estratégico de intervención desde la concepción del formador como un copropietario de la mejora continua del aprendizaje, como terapeuta de conducta con un estilo de personalidad 'da y apoya' y como un líder situacional en el aula. Cuestionario Lifo, inventario de estilos de aprendizaje, escala de clima escolar de Moss, grabaciones de vídeo y su análisis y cuestionario de análisis de estilo de liderazgo y adapatabilidad. Encuestas sociales, estudios de campo, experimentos de laboratorio y experimentos de campo. Analiza la interacción del formador-alumno, alumno-formador y del terapeuta-cliente, cliente-terapeuta, y establece una teoría y el consiguiente modelo sobre la base del estudio de la interacción humana, que supone la situación de Formación y Terapéutica.
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El terremoto ocurrido el 12 de enero de 2010 en Haití devastó la ciudad de Puerto Príncipe, interrumpiendo la actividad social y económica. El proyecto Sismo-Haití surgió como respuesta a la solicitud de ayuda del país ante esta catástrofe y está siendo llevado a cabo por el grupo de investigación en Ingeniería Sísmica de la Universidad Politécnica de Madrid, especialistas en geología y sismología de las universidades Complutense de Madrid, Almería y Alicante, el Consejo Superior de Iinvestigaciones Científicas y técnicos locales. En el marco del citado proyecto se realizará un estudio de la amenaza sísmica, con la consiguiente obtención de mapas de aceleraciones que sirvan de base para una primera normativa sismorresistente en el país. Asimismo, se llevará a cabo un estudio de riesgo sísmico en alguna población piloto, incluyendo estudios de microzonación y vulnerabilidad sísmica, así como la estimación de daños y pérdidas humanas ante posibles sismos futuros, cuyos resultados irán dirigidos al diseño de planes de emergencia. En este trabajo se presentan los primeros avances del proyecto. Uno de los objetivos más importantes del proyecto Sismo-Haití es la formación de técnicos en el país a través de la transmisión de conocimientos y experiencia que el grupo de trabajo tiene en materia de peligrosidad y riesgo sísmico, así como en todo lo relacionado con la gestión de la emergencia.
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La arquitectura barroca eclesiástica de Madrid guarda un encanto típico no muy explorado. Muchas fueron las iglesias construidas, durante los siglos XVII y XVIII, en la capital madrileña como defensa ante la creciente amenaza del protestantismo. La Contrarreforma, un periodo de dudas caracterizado por la angustia y dualidad cuyos contrastes se reflejan en la arquitectura de la época. La luz, como elemento material, participa en la creación de los espacios arquitectónicos dotándoles de significado. En esta comunicación se analiza el papel de la luz en el interior de algunas iglesias representativas del estilo barroco madrileño, con el objetivo de identificar el lenguaje lumínico utilizado en ellas, y la simbología de la luz en su contexto. Se estudian las reformas hechas en estas iglesias que han afectado a las condiciones originales de su iluminación natural, y su repercusión en la alteración de las supuestas intenciones iniciales de los arquitectos proyectistas. También se analiza la iluminación artificial actual de los casos de estudio en este mismo sentido, y su adecuación a la primitiva iluminación de las iglesias. Dentro del ámbito de la conservación del patrimonio, la investigación plantea la posible recuperación de las condiciones originales de iluminación, y los requisitos técnicos para la instalación de una iluminación artificial que recupere o potencie dichas condiciones.
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El taller de proyectos constituye el núcleo de la enseñanza arquitectónica. Estudiar sus procesos educativos en la actualidad implica la contextualización teórica del acto educativo y la revisión histórica de la evolución de su estructura social. Esta estructura, es heredera de la larga tradición del taller donde los maestros de obra, artesanos, arquitectos y artistas, se ocupaban desde siempre de la enseñanza de la construcción, de la artesanía, del diseño arquitectónico y del arte. Los aprendices se sometían a la autoridad de sus maestros y pasaban horas practicando, produciendo y aprendiendo junto a ellos. Con la aparición de las primeras Academias de arte y posteriormente de arquitectura, se evidenció un progresivo interés de los Estados hacía los productos artísticos y arquitectónicos. La consideración de las artes y de la arquitectura como proyecto estatal, supuso la construcción lenta, pero consolidable, de un proyecto educativo paralelo, coexistiendo simultáneamente con los talleres de los maestros, pero sin posibilidad de integración, hasta mucho más tarde. La “teoría”, que es de lo que se ocupaba la academia, con la “práctica” que es lo que se desarrollaba en el taller, no encontraban fácilmente la manera de encajarse y complementarse mutuamente en un proyecto educativo común. Las concepciones educativas de ambos, afrontaban la enseñanza y el aprendizaje desde puntos de vista también diferentes; mientras la Academia representaba el conocimiento validado y explicitado, en el taller se trabajaba con un conocimiento tácito e implícito. En la práctica artística del taller era donde se producía el aprendizaje mientras que en la Academia es donde se validaba. Esta estructura llegó en muchas ocasiones a situaciones extremas, no siendo casual que las más grandes crisis registradas en la historia de la enseñanza de las artes, coincidieran con un aumento de la distancia entre estas dos “instituciones”, talleres y academias. Por otra parte, parece que cualquier proyecto o concepto innovador, se ha fundado sobre la redistribución de estos equilibrios perdidos. En dicho contexto, en el campo de la educación y especialmente en el siglo XX, surge un debate que se estructura en base a los fines de la educación, contemplando dos posturas bien diferenciadas. Una de ellas sostiene como fin primordial de la educación, el desarrollo de la conciencia y la reciprocidad social del individuo. La otra, fija como fin el desarrollo de su singularidad. La búsqueda del equilibrio entre ambas, parte del interés por fomentar el crecimiento de lo que cada ser humano posee de individual, armonizándolo con la unidad orgánica del grupo social al que pertenece (Read 2010, 33). Sobre esta tensión se han basado muchos de los discursos pedagógicos y especialmente los aquí usados. La estructura social en los talleres de proyectos arquitectónicos, presenta hoy día una máxima integración entre las dos instituciones, el taller y la Academia, tanto a nivel del espacio, donde tiene lugar la enseñanza, como a nivel conceptual y pedagógico. Los talleres de proyectos poseen un formato de enseñanza y aprendizaje que constituye un paradigma (Schön, 2008) no solo dentro, sino también fuera del campo arquitectónico. Bajo este formato se complementa el aprendizaje práctico con el teórico y la producción, con la validación del conocimiento. Aunque tal estructura pedagógica presenta importantes variaciones entre unas escuelas de arquitectura y otras, los principales procesos que tienen lugar, son lo suficientemente similares, como para poder ser examinados desde una perspectiva común. Esta investigación, estudia el taller de proyectos desde un aspecto pedagógico, que contempla tanto los discursos educativos, como la historia de la evolución del taller como constructo social. El análisis se estructura sobre los elementos fundantes del acto didáctico: un sujeto que aprende, un sujeto que enseña, un método, la estrategia o procedimiento a través del que se enseña, un contenido y el propio acto docente (Sánchez Cerezo, 1994, 530). Además, se han añadido otros dos elementos que se consideran fundamentales para llevar a cabo el estudio: el contexto de la enseñanza, tanto el tangible como el intangible y la evaluación de la enseñanza y del aprendizaje. El caso de estudio de la presente investigación se sitúa en la Escuela de Arquitectura de Madrid en la actualidad. Sin embargo, no se pretende generar un retrato exacto de esta institución sino utilizarla como ejemplo principal en el desarrollo de los capítulos del método, contenido, acto docente y contexto, en los que también se introducen ejemplos de otras escuelas de arquitectura que amplían los argumentos presentados que constituyen la contextualización teórica del acto pedagógico en los talleres de proyectos arquitectónicos. ABSTRACT Design studio constitutes the core of architectural education. To study its current educational processes involves a theoretical approach of its educational praxis and an historic revision of how its social structure evolved. This structure is inherited from the long tradition of the workshop in which master masons, craftsmen, architects and artists have always been in charge of teaching construction, crafts, architectural design and art. Apprentices were subjected to the authority of their teachers and spent hours practicing, producing and learning along with them. With the establishment of the first Academies of Art and later of Architecture, the interest of the State in artistic and architectural products started growing. The understanding of arts and architecture as a state project entailed the slow, but robust development of a parallel education project. This project coexisted with the masters’ workshops, without the possibility of integration between two, until much later. It was difficult to find a way to synthesize academic “theory” with workshop “practice”. The workshops’ and the Academy's conception about teaching and learning differed significantly. While the Academy represented a verified and explicit knowledge, the workshop worked with a tacit and implicit knowledge. The workshops produced education through artistic practice, while the the Academy organized and verified knowledge. This dual framework has on occasions reached extremes. It is no accident that the biggest known crises in the history of arts education coincide with an increase in the distance between these two "institutions", the workshops and Academies. Furthermore, it seems that most innovative concepts or projects have been founded on restoring the lost balance between the two. In this context, in the field of education, and especially during the 20th century, a debate that contemplated the purpose of education and resulted in two quite differentiated approaches, emerged,. One position claims as the primary purpose of education the development of social awareness and mutuality in individuals. The other approach sets as a purpose developing each student's uniqueness. The quest for the right balance between these two positions is based on the assumption that the general purpose of education is to foster the growth of what is individual in each human being, at the same time harmonizing the individuality thus educed with the organic unity of the social group to which the individual belongs (Read, 2010, 33). This tension forms the basis for many pedagogical discourses, especially the ones utilized in this dissertation. The social structure of architecture studios today demonstrates a very high level of integration between the two institutions, the workshop and the Academy, both in terms of space —where the teaching takes place— as well as on a conceptual and pedagogical level. Architecture studios today have developed a format for teaching and learning that has established a paradigm (Schön, 2008) , not only in architecture, but also in other fields. Under this paradigm, practical and theoretical learning, as well as production and verification of knowledge, complement each other. And although this pedagogical structure presents important variations among different schools of architecture, the principal processes that take place in the studio are sufficiently similar so as to be examined from a common perspective. This research examines the architecture studio from a pedagogical point of view, that takes into account both the educational discourses, as well as the historical evolution of the workshop as a social structure. The analysis presented here is structured on the fundamentals of the teaching act: an individual learning, an individual teaching, a method, strategy or procedure for teaching and learning, the content and the teaching act itself (Sánchez Cerezo, 1994, 530). Two extra elements that were considered essential for carrying out this study have also been added: the context in which teaching takes place, tangible as well as intangible, and the evaluation of teaching and learning. The Madrid School of Architecture in the present day served as a case study. However the aim is not to generate an accurate portrayal of this school but to use it as the principal example for the development of the chapters of method, content, teaching act and context. In addition to that, examples from other schools of architecture are introduced in order to further the presented arguments that constitute the theoretical contextualization of the pedagogical act in architecture studios.
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La tesis doctoral «La Institución Libre de Enseñanza y la arquitectura española de la Edad de Plata (1876-1936)» analiza las relaciones propiciadas por la ILE y la corriente cultural del institucionismo ―identificada desde los primeros años 70 del pasado siglo por el historiador Manuel Tuñón de Lara como crucial en la configuración de la cultura española contemporánea―, con la arquitectura de su tiempo en el marco histórico de la Restauración alfonsina y de la Segunda República. Lo hace desde los cuatro temas que configuran los grandes apartados en los que se estructura y articula el trabajo de investigación. El primero, el de la arquitectura de la escuela, a través del análisis de los escritos sobre la materia de los pedagogos Francisco Giner de los Ríos y Manuel Bartolomé Cossío y su papel en la materialización del edificio escolar. El segundo, el de la geografía madrileña de la ILE a través de un recorrido por las arquitecturas que acogieron su proyecto modernizador, confiado a la moral de la ciencia, a través de los centro por ella impulsados desde la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), como fueron la Residencia de Estudiantes y su grupo femenino de la Residencia de Señoritas, el Instituto Nacional de Física y Química, el Instituto-Escuela, el Centro de Estudios Históricos o el Instituto Cajal. El tercero, la renovación de la cultura arquitectónica española promovida a través de la política de pensiones de la JAE en el extranjero, de las actividades de extensión universitaria desarrolladas por la Residencia de Estudiantes en el ámbito de la arquitectura o por personas identificadas con su ideario. Y el cuarto, a través de la nueva valoración patrimonial de los monumentos arquitectónicos y de los paisajes españoles alentada por la práctica pedagógica del excursionismo y por los escritos de Francisco Giner de los Ríos y Manuel Bartolomé Cossío, que culmina con la promulgación de la Ley del Tesoro Artístico Nacional de 1933. El trabajo plantea una historia coral, donde tienen cabida arquitectos, pedagogos, políticos, historiadores del arte, críticos de arte y arquitectura de cuatro generaciones distintas: desde Ricardo Velázquez Bosco, coetáneo de Francisco Giner de los Ríos, a Arturo Sáenz de la Calzada, colegial de la Residencia de Estudiantes durante los años treinta y activo miembro de la Federación Universitaria Escolar, pasando por Carlos Velasco, Antonio Flórez Urdapilleta, Pablo Gutiérrez Moreno, Bernardo Giner de los Ríos, Leopoldo Torres Balbás, Carlos Arniches Moltó, Martín Domínguez Esteban, Fernando García Mercadal o Matilde Ucelay, en el caso de los arquitectos; Francisco Giner de los Ríos, Manuel Bartolomé Cossío, José Castillejo o Alberto Jiménez Fraud, entre los pedagogos; Segismundo Moret, Álvaro de Figueroa, Fernando de los Ríos o Marcelino Domingo, entre los políticos; Manuel Gómez-Moreno, Ricardo de Orueta o Emilio Camps Cazorla, entre los historiadores del arte; Javier de Winthuysen como jardinero o José Moreno Villa a través de su papel como crítico de arquitectura a favor del arte nuevo. Para ello, se ha partido del análisis y la interpretación de las arquitecturas de matriz institucionista a través de fuentes muy diversas, entre ellas un nutrido corpus de imágenes como complemento iconográfico fundamental en la articulación del discurso narrativo, que ha permitido situar a los temas analizados y sus protagonistas en su contexto histórico y disciplinar. Todo ello ha puesto de manifiesto el papel asumido por la Institución Libre de Enseñanza como un laboratorio de ideas y proyectos clave en la configuración de la cultura arquitectónica española del primer tercio del siglo XX. ABSTRACT The doctoral thesis «La Institución Libre de Enseñanza y la arquitectura española de la Edad de Plata (1876-1936)» analyzes the relationships fostered by the ILE and the cultural current «institucionismo» ―identified from the early '70s by the historian Manuel Tuñón de Lara as cardinal in shaping the contemporánea Spanish culture―, with the architecture of his time in the historical context of the Restoration and the Second Republic periods. This is done from the four themes that make up the major sections in which the research is structured and articulated. The first, the architecture of the school building, through the analysis of the writings on the subject of pedagogues Francisco Giner and Manuel Bartolomé Cossío and its role in the materialization of the school building. The second, the geography of the ILE in Madrid through a tour of the architectures that supported its modernizing project, entrusted to the moral of science, through the centers promoted by the Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), as the Residencia de Estudiantes and its girls group Residencia de Señoritas, Instituto Nacional de Física y Química, Instituto-Escuela, Centro de Estudios Históricos or Instituto Cajal. The third, the renewal of the Spanish architectural culture promoted through JAE pension abroad, the university extension activities developed by the Residencia de Estudiantes in the field of architecture or people identified with its ideology. And the fourth, through new equity valuation of architectural monuments and the Spanish landscapes encouraged by the pedagogical practice of excursionism and by the writings of Francisco Giner de los Ríos and Manuel Bartolomé Cossío, culminating in the enactment of the Ley del Tesoro Artístico Nacional in 1933. The work raises a choral history, where have place architects, educators, politicians, art historians, art and architecture critics of four distinct generations: from Ricardo Velázquez Bosco, a contemporary of Francisco Giner, Arturo Sáenz de la Calzada, schoolboy student residence during the thirties and active member of the Federación Universitaria Escolar, through Carlos Velasco, Antonio Flórez Urdapilleta, Pablo Gutiérrez Moreno, Bernardo Giner, Leopoldo Torres Balbás, Carlos Arniches Moltó, Martín Domínguez Esteban, Fernando García Mercadal or Matilde Ucelay, in the case of architects; Francisco Giner, Manuel Bartolomé Cossío, José Castillejo and Alberto Jiménez Fraud, among teachers; Segismundo Moret, Álvaro de Figueroa, Fernando de los Ríos and Marcelino Domingo, among politicians; Manuel Gómez-Moreno, Ricardo de Orueta or Emilio Camps Cazorla, including art historians; Javier de Winthuysen as gardener and José Moreno Villa through his role as architecture critic for the new art. To do this, the origin point has been the analysis and interpretation of the «institucionista» architectures through a variety of sources, including a large corpus of iconographic images as a fundamental complement to the articulation of the narrative, which has allowed place the issues discussed and its protagonists in their historical context and discipline. This has highlighted the role played by the Institución Libre de Enseñanza as a laboratory of ideas and projects and key in shaping the Spanish architectural culture of the early twentieth century.
Resumo:
Se examinará con un criterio sistemático e integrativo la regulación de la prescripción liberatoria en el derecho privado argentino, tanto a nivel legal como jurisprudencial, tanto en los códigos generales como en las leyes especiales, con el objeto de verificar si el sistema es simple o complejo, genera seguridad jurídica o se muestra desordenado e inseguro, es compatible con parámetros de justicia o conduce a resultados axiológicamente inaceptables, considera debidamente la situación de los débiles jurídicos o no los tiene en cuenta y da lugar a espacios de desprotección. Se realizará este estudio considerando los diferentes aspectos técnicos implicados (plazos, cómputo de plazos, interrupción, suspensión, requisitos, etc.), trazando un panorama general del sistema. Si del estudio realizado surge la imperfección o deficiencia del sistema, por resultar demasiado complejo, inseguro, injusto o insuficientemente tuitivo de los débiles jurídicos, se propondrán los criterios adecuados para maximizar su simplicidad, la satisfacción de la seguridad jurídica y la justicia y la adecuada tutela de los débiles, proyectando en caso de considerarse pertinente las reformas legales respectivas, con su respectiva fundamentación general y en particular.