388 resultados para 1178
Resumo:
La pregunta que intentará responder esta ponencia es: ¿por qué alguien como Torres Villarroel escribe y publica su Vida a mediados del siglo XVIII español? La pregunta es por lo menos de tres órdenes: el de la enunciabilidad de la obra como tal (problema de género, modo y orientación); el de la presentabilidad del personaje retratado, de la posibilidad de que su vida sea digna de ser narrada (problema del objeto); y el de la legitimidad de quien enuncia la narración, de quien cuenta, en este caso, su propia historia, y del hecho de que sea él mismo quien lo haga (problema de la enunciación y del sujeto). La ponencia rastrea las contradictorias respuestas que el texto ofrece a estas preguntas. Ellas pueden reunirse alrededor o bien de una finalidad trascendente de carácter moralizante, o bien de la pura inmanencia del propósito de dar cuenta de una vida tal como fue, entendiendo estos términos como extremos o límites entre los que discurre concretamente el flujo textual. Terminar de dilucidar estos propósitos implica prestar atención a la noción de 'ficción' con la que Torres se maneja al presentar su propia obra, y por lo tanto a su idea de representación. Todo esto en torno de la reivindicación personal en que consiste fundamentalmente la Vida, aunque esto tenga probablemente que ver más con las motivaciones del propio Torres que con las razones de la existencia de la Vida. La intimidad de Torres Villarroel se dibuja imaginariamente en su Vida precisamente en los quiebres, fisuras o contradicciones que impugnan nuestros protocolos de lectura superficial, naturalizada, de los textos autobiográficos. La conciencia de esos quiebres en la lectura -y de nuestras propias estrategias interpretativas que intentan subsanarlos a pesar de todo- es el mejor punto de partida para comprender esta Vida en toda su extrañeza. Aunque esto no implique dar cuenta de ningún secreto oculto para nosotros tras ella: la intimidad es aquí también un asunto de superficies.
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La pregunta que intentará responder esta ponencia es: ¿por qué alguien como Torres Villarroel escribe y publica su Vida a mediados del siglo XVIII español? La pregunta es por lo menos de tres órdenes: el de la enunciabilidad de la obra como tal (problema de género, modo y orientación); el de la presentabilidad del personaje retratado, de la posibilidad de que su vida sea digna de ser narrada (problema del objeto); y el de la legitimidad de quien enuncia la narración, de quien cuenta, en este caso, su propia historia, y del hecho de que sea él mismo quien lo haga (problema de la enunciación y del sujeto). La ponencia rastrea las contradictorias respuestas que el texto ofrece a estas preguntas. Ellas pueden reunirse alrededor o bien de una finalidad trascendente de carácter moralizante, o bien de la pura inmanencia del propósito de dar cuenta de una vida tal como fue, entendiendo estos términos como extremos o límites entre los que discurre concretamente el flujo textual. Terminar de dilucidar estos propósitos implica prestar atención a la noción de 'ficción' con la que Torres se maneja al presentar su propia obra, y por lo tanto a su idea de representación. Todo esto en torno de la reivindicación personal en que consiste fundamentalmente la Vida, aunque esto tenga probablemente que ver más con las motivaciones del propio Torres que con las razones de la existencia de la Vida. La intimidad de Torres Villarroel se dibuja imaginariamente en su Vida precisamente en los quiebres, fisuras o contradicciones que impugnan nuestros protocolos de lectura superficial, naturalizada, de los textos autobiográficos. La conciencia de esos quiebres en la lectura -y de nuestras propias estrategias interpretativas que intentan subsanarlos a pesar de todo- es el mejor punto de partida para comprender esta Vida en toda su extrañeza. Aunque esto no implique dar cuenta de ningún secreto oculto para nosotros tras ella: la intimidad es aquí también un asunto de superficies.
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En la presente investigación se analiza la problemática de las participaciones ciudadanas en contextos locales, a partir del estudio de dos casos de presupuestos participativos (2006-2014) en los municipios de Morón y La Plata. A lo largo del trabajo sostenemos dos tipos de argumentos, el analítico y el empírico, donde el primero atraviesa al segundo. El argumento analítico involucra el reconocimiento de que "la participación ciudadana" implica distintos sentidos y significaciones según los actores y por ello proponemos concebir "participaciones" en plural. Este enfoque requiere comprender la peculiaridad de las experiencias y abordar cada caso a través de una serie de planos empíricos que aparecen relacionados: la reconstrucción del contexto político y social, recuperando los antecedentes de las políticas de participación municipales; el proceso sociopolítico en todo el ciclo de la política (la fundamentación, el diseño, la implementación y los resultados), a partir de la caracterización del diseño institucional y organizacional (normativa, estructura administrativa, metodología de implementación) y una dimensión subjetiva que, a su vez, es constitutiva de los planos anteriores e indaga las experiencias de los distintos actores involucrados (técnicos, ciudadanos, políticos). Consideramos que los principales aportes de la tesis se orientan a comprender las relaciones entre el Estado y la sociedad, desde un enfoque relacional, asumiendo la complejidad y las tensiones que atraviesan los procesos participativos. Para ello fue necesario problematizar algunos supuestos. Frente a visiones que se centran en considerar en "bloque" los efectos "positivos" o "negativos" de "la" participación ciudadana, asumimos "matices". Sostenemos que, para comprender el desarrollo y los resultados de los presupuestos participativos, es importante prestar especial atención a los modos cómo se interrelacionan las trayectorias y dinámicas políticas previas con la intervención de distintos actores y sus experiencias. En este sentido, pensamos a los actores como productores de la dinámica de la política pública en sus distintos momentos (fundamentación, diseño, implementación y resultados), debatiendo con una visión consolidada en los estudios de participación ciudadana que toma como lineal las influencias de la ciudadanía en el Estado y que no visualiza la interacción entre distintos actores, ni suele abordar la orientación inversa de la relación: las implicancias en los actores que intervienen en las políticas. Tener en cuenta estos aspectos requirió un abordaje distinto a las aproximaciones para el estudio de las políticas públicas que se centran en la medición de los resultados en términos cuantitativos, para comprender los procesos en términos subjetivos y ahondar en los aprendizajes y vivencias que constituyen las propias experiencias de los actores
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Leg 190 was the first of a two-leg program across the Nankai accretionary prism and Trough, offshore Japan, aiming to evaluate existing models for prism evolution and to constrain syntectonic sedimentation, deformation styles, mechanical properties, and prism hydrology (Moore, Taira, Klaus, et al., 2001; Moore et al., 2001). More than 400 volcanic ash and siliceous claystone (altered ash) layers were penetrated and sampled during drilling of the six sites from two transects across the accretionary prism (Sites 1173-1178). In sites from the subducting Shikoku Basin (Sites 1173 and 1177) and in the trench axis (Site 1174), recognition of ash layers and diagenetically altered ashes was initially important in defining major lithostratigraphic units. However, it is clear that understanding the diagenesis of the volcanic ashes has considerable implications for prism evolution, mechanical properties, prism hydrology, geochemistry, and fluid flow in the accretionary prism and associated subducting sediments (cf. Masuda et al., 1996, doi 10.1346/CCMN.1996.0440402). Particle size, chemical composition, temperature, depth of burial, and time are all thought to be factors that may affect volcanic ash diagenesis and preservation (Kuramoto et al., 1992, doi:10.2973/odp.proc.sr.127128-2.235.1992; Underwood et al., 1993, doi:10.2973/odp.proc.sr.131.137.1993). The overall aim of this research is to evaluate factors influencing volcanic ash diagenesis in the Nankai Trough area. This data report presents just the results of the sedimentological and petrographic analysis of the volcanic ashes and siliceous claystones from Sites 1173, 1174, and 1177. It is anticipated that when the results of additional geochemical analysis of these lithologies is available a more meaningful evaluation of factors influencing volcanic ash alteration will be possible.
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Microprobe mineral compositions of olivine, plagioclase, clinopyroxene, chrome spinel, ilmenite, and titanomagnetite are presented for 7 samples from 4 flows of hawaiite and one flow of tholeiitic basalt from Hole 430A at Ojin Seamount, 4 samples from 3 flows of alkalic basalt from Hole 432A at Nintoku Seamount, and 29 samples from 2 flows of alkalic basalt and 24 flows of tholeiitic basalt from Holes 433A, 433B, and 433C at Suiko Seamount. The four hawaiite flows from Hole 430A on Ojin Seamount have nearly identical mineralogy. The plagioclase phenocrysts and calculated equilibrium olivine appear to have crystallized at about 1175°C; the groundmass plagioclase crystallized from about 1135° to 1010°C; and the Fe-Ti oxides equilibrated at temperatures from 1000°C to 720°C under oxygen fugacities of 10**-11 to 10**-17. The single tholeiitic flow contains glomerocrysts of plagioclase (An80 to An65) and clinopyroxene (Wo43En46Fsn to Wo42En45Fs13). The plagioclase phenocrysts give calculated temperatures as high as 1400°C, indicating that they were not equilibrated with a magma having the bulk rock composition. The plagioclase groundmass crystallized at 1120° to 1070°C, and the Fe-Ti oxides equilibrated at 1070° to 930°C under oxygen fugacities of 10**-10 to 10**-12. Using mineral compositions of Hawaiian basalts as a guide, we infer that the hawaiite flows were erupted during the post-caldera alkalic eruptive stage and the tholeiite was erupted during the shield-building or caldera collapse stage. The three alkalic basalt flows from Hole 432A on Nintoku Seamount have similar mineralogy, although Flow Units 1 and 2 contain much more abundant plagioclase phenocrysts. The groundmass plagioclase crystallized at temperatures between 1175° and 1000°C. The olivine and plagioclase phenocrysts do not appear to be in equilibrium with the enclosing magmas. The mineral compositions suggest that these samples are intermediate between alkalic basalt and hawaiite; they probably erupted during the post-caldera alkalic stage of eruption. The two analyzed alkalic basalt flows are the two youngest flows recovered at Holes 433A, 433B, and 433C. Flow Unit 1 contains abundant sector-zoned clinopyroxene, and Flow Unit 2 contains rare kink-banded olivine xenocrysts. The plagioclase phenocrysts yield calculated temperatures of 1440° to 1250°C, indicating that they are probably not cognate. Calculated-equilibrium olivine indicates crystallization of olivine at about 1170°C. The Fe-Ti oxides equilibrated at temperatures of 1140° to 870°C under oxygen fugacities of 10**-9 to 10**-14. The groundmass plagioclase crystallized at temperatures of 1178° to 1035 °C. The mineral compositions indicate that these alkalic basalts erupted during the post-caldera alkalic eruptive stage. The 24 analyzed tholeiitic basalts are subdivided on the basis of phenocryst abundances into olivine tholeiites, plagioclase tholeiites, and tholeiites. The crystallization sequence appears to have been chrome spinel, olivine, plagioclase, and clinopyroxene as phenocryst phases, followed by and overlapping with groundmass crystallization of plagioclase (1180° to 920°C), clinopyroxene, and Fe-Ti oxides (1140° to 670°C). At least three flows contain pigeonite. The mineral compositions indicate that all the samples from Flow Unit 4 downward are tholeiitic basalts, although Flow Unit 64 has mineral compositions transitional to those in alkalic basalts.
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The powerful eruption in the Akademii Nauk caldera on January 2, 1996 marked a new activity phase of the Karymsky volcano and became a noticeable event in the history of modern volcanism in Kamchatka. The paper reports data obtained by studying more than 200 glassy melt inclusions in phenocrysts of olivine (Fo82-72), plagioclase (An92-73), and clinopyroxene (Mg# 83-70) in basalts of the 1996 eruption. The data were used to estimate composition of the parental melt and physicochemical parameters of the magma evolution. According to our data, the parental melt corresponded to low magnesium, high aluminum basalt (SiO2 = 50.2%, MgO = 5.6%, Al2O3 = 17%) of the mildly potassium type (K2O = 0.56%) and contained much dissolved volatile components (H2O = 2.8%, S = 0.17%, and Cl = 0.11%). Melt inclusions in the minerals are similar in chemical composition, a fact testifying that the minerals crystallized simultaneously with one another. Their crystallization started at pressure ~1.5 kbar, proceeded within a narrow temperature range of 1040+/-20°C, and continued until near-surface pressure ~100 bar was reached. Degree of crystallization of the parental melt during its eruption was close to 55%. Massive crystallization was triggered by H2O degassing under pressure <1 kbar. Magma degassing in an open system resulted in escape of 82% H2O, 93% S, and 24% Cl (of their initial contents in the parental melt) to the fluid phase. Release of volatile compounds to the atmosphere during the eruption that lasted for 18 h was estimated as 1.7x10**6 t H2O, 1.4x10**5 t S, and 1.5x10**4 t Cl. Concentrations of most incompatible trace elements in the melt inclusions are close to those in the rocks and to the expected fractional differentiation trend. Melt inclusions in plagioclase were found to be selectively enriched in Li. The Li-enriched plagioclase with melt inclusions thought to originate from cumulate layers in the feeding system beneath Karymsky volcano, in which plagioclase interacted with Li-rich melts/brines and was subsequently entrapped and entrained by the magma during the 1996 eruption.