1000 resultados para Mira Y López, Emilio
Resumo:
Noticia sobre dos piezas artísticas desconocidas. La primera, es una pintura sobre la crucifixión de Cristo que el autor atribuye a Francisco de Zurbarán por la posición de los pies de Cristo en cruz y por el rótulo del cuadro. La segunda, es una escultura de San Franco de Sena en el Monasterio de los Carmelitas descalzos de Segovia, que tiene una cabeza de quita y pon, y que el Marqués de Santillana atribuye a Pedro de Mena, por el pequeño tamaño.
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Sorprende en ella, la solidez del dibujo y su calidad pictórica. Su evolución es una progresión constante, un avance siempre sensible hacia un ideal de perfección, pero sin desviarse nunca de las líneas principales que el pintor se trazó desde el principio. Ha seguido, sin plagiar, la tradición de los buenos pintores. La honradez de su pintura, a veces un poco ruda, se advierte en su tema preferido, el retrato. Género que más desarrolló y en el que es menos libre porque casi nunca pinta lo que quiere él, sino más bien lo que quiere el modelo. Pero, solamente Blat, conserva ante el retratado libertad y señorío. Es el quien manda siempre. Cuando ha logrado captar a ese personaje, el retrato está hecho y el retratado no es lo que el quisiera aparecer, ni si quiera lo que aparece a la vista de todos, sino lo que es en realidad. Le interesa el hombre en todos sus momentos, pero se interesa, especialmente, por los ancianos, en cuyas rugosidades y deformaciones es experto con su dibujo y también con su color. De todas formas, cuando pinta paisajes los humaniza. En cada exposición de Ismael se advierte un avance en el sentido de espiritualizar su obra, de poner más en ella de su propia sensibilidad. El nexo que une en su obra el presente con el pasado es el ansía exagerada de apurar la calidad pictórica, de ser primeramente pintor a la manera sencilla y heroica de lso grandes maestros españoles de todos los tiempos.
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Convocatoria de Premios Nacionales de Innovación Educativa 2004, Tercer premio. Esta innovación no está publicada
Resumo:
La educación es un proceso global de la sociedad y como tal una herramienta básica de creación y regeneración de la cultura. Y es esta última, la cultura, el modo de pensar y de operar, lo que permite que las personas nos situemos activa y críticamente en el mundo, vivamos en él y lo construyamos a nuestra medida. La Educación en Derechos Humanos (EDH) forma parte del proceso social en su integralidad. Para los educadores cubanos es un tema que reviste suma importancia; existe total coincidencia en que la escuela está llamada a denunciar y a preparar a sus estudiantes para que luchen por un mundo mejor, donde cada uno de los derechos humanos sea respetado y acatado. La escuela no debe ser ajena a la problemática que vive la sociedad. No se puede perder de vista que los derechos humanos desde un punto de vista egocéntrico e individualista, tienen como pilar fundamental el respeto de los derechos de los otros y hace responsable a cada uno del deber de hacer fructificar ese mismo derecho que nos es dado a los demás. En Cuba se define el trabajo educativo como esencialmente ideológico, que relaciona la formación política, los valores morales aglutinantes como la dignidad humana y la intransigencia ante la dominación extranjera y la solidaridad humana. La política educativa cubana y las perspectivas de los actores involucrados en la formación docente coinciden en comprender la EDH desde una definición que integra un conjunto de significados principales en el contexto cubano actual, contentivos de la formación en valores morales y normas sociales, la educación sobre el orden jurídico nacional, la educación para la preservación de la salud, para la defensa nacional y el internacionalismo.
Resumo:
Hay muchas formas de conocer un caso. Una no recomendable, por sí sola, si se quiere aproximar a lo que realmente sucedió, es leyendo la prensa o escuchando las noticias. Otra, que revela el lado humano y que tiene su dosis de parcialidad, es entrevistando a quienes protagonizaron los acontecimientos. Otra, no menos importante, es analizando documentos. Algo de estas formas encontraremos en este estudio. Pero me concentraré en el análisis del expediente del caso y haré referencias puntuales a las otras fuentes. ¿Por qué girar alrededor del expediente judicial? Pues simplemente porque lo que mira y valora el juzgador, lo puede apreciar el lector. El expediente, mientras subsista aún esta manía de registrar todos los actos antes de juzgar, ayuda a tener información, la “oficial”, para construir los hechos que serán motivo del juicio. Más allá de lo que diga la prensa, los protagonistas o los analistas, los juzgadores se tendrían que limitar a lo que consta en el expediente y a lo que se ha dicho en el juicio. Los hechos tienen que ser probados y estos tienen que ser muy graves para que las personas acusadas sean condenadas. ¿Se han probado los hechos y merecen juicio y condena las personas acusadas? De esto se trata este estudio: describir los hechos, tratar objetivamente de informar si se han probado esos hechos y valorar, desde la lógica de los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución, si es que las actuaciones de los agentes de policía y los servidores judiciales es o no conforme a un Estado constitucional de derechos y justicia. Para lograr estos objetivos, de contar y valorar a la luz de los derechos fundamentales, me he propuesto el siguiente esquema: relatar los hechos que motivan el procesamiento, enunciar el derecho aplicable, valorar las actuaciones procesales y concluir afirmando si hay o no violaciones a los derechos fundamentales.
Resumo:
Durante el 2006, en el marco del proceso de reforma de la Organización de Naciones Unidas, surgió ante las limitaciones que los Estados encontraron en la antigua Comisión de Derechos Humanos, particularmente, en cuanto a los dispositivos disponibles, para influir en el mejoramiento de la situación de los derechos humanos en los distintos países, así como para dar seguimiento a su evolución en el tiempo. En reemplazo de la Comisión, se creó el actual Consejo de Derechos Humanos y se le proveyó del Examen Periódico Universal como herramienta para realizar una revisión periódica y mandatoria de todos los Estados en materia de derechos humanos. A diferencia de otros mecanismos de derechos humanos, en los que intervienen expertos independientes, dentro del Sistema Universal de Protección de Derechos, el EPU se caracteriza por ser un espacio de diálogo a nivel de los Estados. Es decir, promueve un diálogo entre pares, situación que contribuye a crear nuevos niveles de responsabilidad estatal y de compromiso con la comunidad internacional.