399 resultados para Derecha
Resumo:
El retorno del sistema democrático argentino inicia un ciclo signado por la inestabilidad de los partidos políticos tradicionales y por la emergencia de nuevos (Malamud, 2004). La fluctuación del voto del espectro de centro-derecha y centro-izquierda del electorado (Torre, 2003) evidencia una transformación del sistema de representación política partidaria (Manin, 1998). Al centrar la mirada en el comportamiento electoral del Gran Buenos Aires persiste en el imaginario la idea de un territorio homogéneo gobernado por la estructura partidaria del justicialismo. Si bien esto es relativamente cierto a nivel provincial, no sucede lo mismo a nivel municipal donde se observan diferentes experiencias dedicadas a la política local. Esta investigación se propone comprender la construcción política a nivel local a partir de la experiencia del partido político vecinal Acción Comunal que gobernó el municipio de Tigre entre los años 1987 y 2007. Desde una perspectiva socio-histórica (Michels, 2011) buscamos explorar los vínculos con los grupos de interés/apoyo (Panebianco, 1982; Gonzalez Bombal, 1988) y la comunidad de referencia del distrito (Frederic, 2002) para analizar las condiciones que le permitieron mantenerse al frente de la gobernación a pesar de las crisis económicas e institucionales que conmocionaros el escenario nacional y sacudieron todas las estructuras partidarias. Esta investigación nos permitirá reflexionar sobre los límites y alcances que enfrenta un partido político vecinal para mantenerse y trascender en el poder sin una estructura partidaria más amplia que lo contenga
Resumo:
En el marco de una investigación que indaga distintas dimensiones del bienestar psicosocial los objetivos del presente trabajo son evaluar si existen relaciones entre los problemas sociales percibidos, la confianza que las personas tienen hacia las instituciones, el poder atribuido a ellas y el clima emocional social, evaluar sus niveles y probables diferencias en función de aspectos tales como el género, el auto-posicionamiento ideológico y el lugar de residencia. Se trata de un estudio descriptivo, de diseño no experimental transversal, compuesta por 973 sujetos (34hombres y 66mujeres, edad media: 26,51) de distintas ciudades de argentina como unidad de análisis. Se utilizó un cuestionario autoadministrado integrado por distintas escalas de las cuáles, en este trabajo, se presentan cuatro, además de datos socio-demográficos y personales. Escala de problemas sociales percibidos (Páez, et al., 2004) esta escala evalúa los problemas socio-económicos percibidos en el entorno social. Aunque no afecten directamente a la persona como los anteriores, una situación social problemática afecta negativamente al bienestar psicológico. Escala de clima social emocional (De Rivera, 1992) este cuestionario describe situaciones socio-estructurales y de relaciones sociales que inducen emociones negativas y positivas en las personas en general. Busca medir las emociones dominantes en el clima social, durante un periodo determinado. No se trata de indagar en las emociones personales vividas por la situación social sino de evaluar la percepción de situaciones que inducen emociones en los individuos. la escala de confianza institucional (Inglehart et al., 2004) es una versión de las preguntas de confianza en las instituciones de la encuesta mundial de valores (World Values Survey). Indica el nivel general de confianza que los individuos manifiestan respecto de algunas instituciones sociales, como las fuerzas armadas, el poder ejecutivo, la iglesia católica, entre otras. Por último, la escala de poder institucional (Sabucedo, Arce & Rodríguez, 1992) trata de medir el grado de poder que las personas le atribuyen a ciertas instituciones sociales. Se verificaron diferencias estadísticamente significativas según el género de los encuestados en la escala de poder institucional y en la de problemas sociales percibidos, donde las medias más altas correspondieron a las mujeres, mientras que en clima social positivo correspondieron a los hombres. Tomando en cuenta el lugar de residencia, las significaciones se dieron en confianza institucional, y en clima social negativo. Los sujetos que viven en ciudades del interior confían más en las instituciones aunque perciben en forma negativa las emociones de la sociedad. Los residentes de la ciudad de buenos aires y conurbano, a su vez, atribuyen mayor poder a las instituciones. Considerando el auto-posicionamiento político, los encuestados que se identifican con elcentro y centro-derecha, tienen más confianza en las instituciones y ven como más negativo el clima social, respecto de los de centro-izquierda. Por otro lado, las personas de centro y de izquierda perciben más problemas sociales. Los datos aquí reportados ratifican lo hallado en estudios previos (Zubieta, Delfino & Fernández (2007); Zubieta, Delfino & Fernández, (2008) & Zubieta & Delfino, (2010) acerca de la predominancia de un clima emocional negativo, una importante percepción de problemas sociales y una alta desconfianza institucional
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Indagar por el significado de izquierda y derecha es interrogar por cuales son las creencias, valores y actitudes que se asocian a estas alternativas; es indagar por los programas políticos con los que los sujetos pueden identificarse y probablemente implicarse en participar (San Martín, 2006). La vinculación entre el binomio izquierda derecha y la identificación política, puede observarse como un conjunto más o menos coherente de creencias, valores y actitudes sobre el sistema social y político, y el rol que la persona desarrolla en cuanto ciudadano; en este sentido el sentido de este binomio compone la matriz para la identificación política de las personas, a partir de la relevancia que tiene para los sujetos pertenecer a un grupo cuya identificación con el mismo interviene en su comportamiento político. El aspecto ideológico de la cultura política conlleva la diferenciación de creencias y valores dentro de la sociedad; entonces, la configuración ideológica de un endogrupo serían las creencias y valores compartidos de actitudes políticas que muestran los miembros ese grupo; una ideología seria el modelo de actitudes comunes a un endogrupo desde la perspectiva de su disidencia políticamente destacable con otros patrones grupales. En un nivel específico diferenciaremos orientación política de configuración ideológica. Conceptualizamos la orientación política como la actitud de una persona hacia los aspectos de oposiciones (izquierda/derecha, progresista/conservador, democracia/autoritarismo, entre otros ejemplos) y polaridades generalizadas. En este trabajo operacionalizaremos la orientación política de los sujetos como su autoposicionamiento en una dimensión izquierda-derecha, siendo la más ampliamente usada en la investigación (Jost, 2005). Es decir, la orientación política se configuraría como una síntesis de la configuración ideológica, al organizar, de modo particular, las diversas actitudes políticas que comporten una multiplicidad ycomplejidad de dimensiones que no posee la orientación política (Jost, Christopher & Jaime, 2009). La muestra quedó conformada por 366 participantes, 274 mujeres y 62 varones, con edades comprendidas entre los 18 y los 54 años (M = 24,8; DT = 8); todos ellos estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Lomas de Zamora. Se aplico la Escala Conservador-Progresista (En asuntos de política la gente habla de conservadores y progresistas, ¿Dónde se situaría Ud. en esa escala?) y la Escala de orientación política (En asuntos de política la gente habla de izquierda y derecha, acorde con la siguiente escala de 1 a 5, siendo 1 de extrema derecha y 5 de extrema izquierda: ¿Dónde se situaría Ud.? ¿Dónde situaría a su padre? ¿Dónde situaría a su madre? ¿Dónde situaría a la mayoría de sus amigos?), adaptada y modificación a partir de Rodríguez, Sabucedo y Costa, 1993. Este estudio tenía como objetivo describir en los estudiantes de la Facultas de Ciencias Sociales de la Universidad de Lomas de Zamora, primero, el posicionamiento ideológico Conservador-Progresista, y la Orientación Política (Derecha Izquierda); y segundo, las asociaciones existentes entre la escala Conservador Progresista, y la escala Orientación Política. Los valores hallados muestran que prevalece un posicionamiento ideológico de centro- progresista y una orientación política de centro, coincidente con la percepción de orientación política de su endogrupo. Entre la escala Conservador-Progresista, y la escala Orientación Política hubo correlación moderada y positiva; pero en el estudio segmentado por sexo solo en las mujeres se asocian positiva y moderadamente la autoorientación política con la orientación política de su padre, madre y amigos
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Lejos de considerar a los mitos sociales como meros psicologismos ajenos a la práctica política, es nuestra apuesta enfocarnos en las pasiones sociales que ellos evocan para dar cuenta su vital relevancia al momento de construir una nueva voluntad colectiva. Aspectos que han sido descuidados por la práctica marxista y ejemplarmente explorados por la derecha fascista en el período de entreguerras. Por lo tanto consideramos fundamental volver a los excepcionales trabajos de Sorel, Gramsci y Mariátegui, entre otros, para dar cuenta de la importancia de trabajar sobre las estructuras subjetivas de las multitudes para, a través de las imágenes, condensarlas en una nueva voluntad política. Aspectos que en la Argentina fueron discutidos en torno al peronismo, para lo cual nos basaremos en las lecturas que de él hicieron Carlos Astrada, Scalabrini Ortiz y John Cooke
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El retorno del sistema democrático argentino inicia un ciclo signado por la inestabilidad de los partidos políticos tradicionales y por la emergencia de nuevos (Malamud, 2004). La fluctuación del voto del espectro de centro-derecha y centro-izquierda del electorado (Torre, 2003) evidencia una transformación del sistema de representación política partidaria (Manin, 1998). Al centrar la mirada en el comportamiento electoral del Gran Buenos Aires persiste en el imaginario la idea de un territorio homogéneo gobernado por la estructura partidaria del justicialismo. Si bien esto es relativamente cierto a nivel provincial, no sucede lo mismo a nivel municipal donde se observan diferentes experiencias dedicadas a la política local. Esta investigación se propone comprender la construcción política a nivel local a partir de la experiencia del partido político vecinal Acción Comunal que gobernó el municipio de Tigre entre los años 1987 y 2007. Desde una perspectiva socio-histórica (Michels, 2011) buscamos explorar los vínculos con los grupos de interés/apoyo (Panebianco, 1982; Gonzalez Bombal, 1988) y la comunidad de referencia del distrito (Frederic, 2002) para analizar las condiciones que le permitieron mantenerse al frente de la gobernación a pesar de las crisis económicas e institucionales que conmocionaros el escenario nacional y sacudieron todas las estructuras partidarias. Esta investigación nos permitirá reflexionar sobre los límites y alcances que enfrenta un partido político vecinal para mantenerse y trascender en el poder sin una estructura partidaria más amplia que lo contenga
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El trabajo intenta establecer un balance más equitativo y reparador de los aportes de Julio Cortázar a la literatura contemporánea y al pensamiento de la época. Pasa revista a algunas de las polémicas que, tanto desde la derecha como desde la izquierda, se generaron en torno a las posiciones públicas y los textos de Cortázar. Y subraya dos aspectos fundamentales de su producción: la contribución original a la literatura fantástica rioplatense y su participación mayor en la renovación poética de la narrativa latinoamericana.
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Este artículo se propone indagar acerca de las representaciones discursivas en el campo de memoria que se presentan en La casa de los conejos de Laura Alcoba. Se cree que la elección del género de la autoficción es una herramienta genérica que permite descubrir nuevas narrativas mnémicas en torno al enfrentamiento desigual entre Montoneros y las fuerzas represivas de la derecha. Estas novedosas maneras de ver el pasado se vinculan con lo que Ricoeur ha denominado 'trabajo de memoria', una elaboración terapéutica sobre el recuerdo que permite a un pueblo abrirse hacia la esperanza y el perdón
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En este trabajo se analiza la relación de Perón con la Juventud Peronista entre marzo de 1973 y junio de 1974. Se presta especial atención al giro político dado por Perón luego de su retorno al país, cuando cesó su apoyo a los sectores radicalizados y se inclinó hacia el ala derecha de su movimiento. En este sentido se consideran las principales medidas tendientes a depurar e institucionalizar el movimiento. Perón buscó reencauzar a los sectores de izquierda de la JP, a través de la creación de una juventud política ortodoxa (J.P.R.A.) subordinada al Consejo Superior donde se nuclearon los sectores de centro y derecha del peronismo
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Los trabajos incluidos en este dossier analizan los posicionamientos, las prácticas y las redes de relaciones de diversos espacios anticomunistas y comunistas en la Argentina y Chile. Esta propuesta, pues, pone en comunicación los distintos núcleos en lugar de concentrarse exclusivamente en el análisis de grupos abroquelados dentro de una misma familia ideológica o partidaria. Al respecto, se parte del supuesto de que el despliegue de cada uno de ellos se construye en íntima conexión con las prácticas, anclajes y discursividades de los otros, y en forma articulada con los imaginarios y las representaciones creadas sobre esos mismos otros. Con estas consideraciones presentes, este abordaje articula dos espacios vecinos y contemporáneos a partir de un problema en común (Bloch, 1992). El mismo está dado, como se indicó, por el modo en que se configuraron organizaciones, dispositivos y apuestas anticomunistas de distinto signo -ya sea desde esferas progresistas, investigadas en este dossier por Jorge Nallim a través de su estudio comparativo sobre el Congreso por la Libertad de la Cultura en ambos países, o desde múltiples espacios de derecha, analizados por Ernesto Boholavsky y Martín Vicente en el caso argentino- entre mediados de la década de 1950 y 1960, al fragor de la Guerra Fría en América latina. Al mismo tiempo, esa misma concatenación incidió en la propia estrategia del campo comunista y su búsqueda de alianzas o apelación a otros sectores. Inserta en esa lógica, la otra cuestión abordada refiere al contexto y los avatares que se desplegaron en torno a la organización del Primer Congreso Latinoamericano de Mujeres realizado en Santiago de Chile, así como su denostación como "pantalla" del comunismo internacional, según sus detractores -problemáticas examinadas por Adriana Valobra-. En esta dinámica, el influjo de la Revolución Cubana acentuó expectativas y resquemores en los actores en estudio, a la vez que propició nuevas lecturas y estrategias políticas -lo cual opera como telón de fondo en los artículos presentes-. Pero los derroteros y las relaciones de fuerza operantes en los respectivos contextos otorgaron su singularidad a cada experiencia nacional. A partir de estas reflexiones, señalaremos una serie de ejes problemáticos que consideramos nodales para el análisis de las principales líneas de conflicto que atravesaron las disputas comunismo-anticomunismo.
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En el marco de una investigación que indaga distintas dimensiones del bienestar psicosocial los objetivos del presente trabajo son evaluar si existen relaciones entre los problemas sociales percibidos, la confianza que las personas tienen hacia las instituciones, el poder atribuido a ellas y el clima emocional social, evaluar sus niveles y probables diferencias en función de aspectos tales como el género, el auto-posicionamiento ideológico y el lugar de residencia. Se trata de un estudio descriptivo, de diseño no experimental transversal, compuesta por 973 sujetos (34hombres y 66mujeres, edad media: 26,51) de distintas ciudades de argentina como unidad de análisis. Se utilizó un cuestionario autoadministrado integrado por distintas escalas de las cuáles, en este trabajo, se presentan cuatro, además de datos socio-demográficos y personales. Escala de problemas sociales percibidos (Páez, et al., 2004) esta escala evalúa los problemas socio-económicos percibidos en el entorno social. Aunque no afecten directamente a la persona como los anteriores, una situación social problemática afecta negativamente al bienestar psicológico. Escala de clima social emocional (De Rivera, 1992) este cuestionario describe situaciones socio-estructurales y de relaciones sociales que inducen emociones negativas y positivas en las personas en general. Busca medir las emociones dominantes en el clima social, durante un periodo determinado. No se trata de indagar en las emociones personales vividas por la situación social sino de evaluar la percepción de situaciones que inducen emociones en los individuos. la escala de confianza institucional (Inglehart et al., 2004) es una versión de las preguntas de confianza en las instituciones de la encuesta mundial de valores (World Values Survey). Indica el nivel general de confianza que los individuos manifiestan respecto de algunas instituciones sociales, como las fuerzas armadas, el poder ejecutivo, la iglesia católica, entre otras. Por último, la escala de poder institucional (Sabucedo, Arce & Rodríguez, 1992) trata de medir el grado de poder que las personas le atribuyen a ciertas instituciones sociales. Se verificaron diferencias estadísticamente significativas según el género de los encuestados en la escala de poder institucional y en la de problemas sociales percibidos, donde las medias más altas correspondieron a las mujeres, mientras que en clima social positivo correspondieron a los hombres. Tomando en cuenta el lugar de residencia, las significaciones se dieron en confianza institucional, y en clima social negativo. Los sujetos que viven en ciudades del interior confían más en las instituciones aunque perciben en forma negativa las emociones de la sociedad. Los residentes de la ciudad de buenos aires y conurbano, a su vez, atribuyen mayor poder a las instituciones. Considerando el auto-posicionamiento político, los encuestados que se identifican con elcentro y centro-derecha, tienen más confianza en las instituciones y ven como más negativo el clima social, respecto de los de centro-izquierda. Por otro lado, las personas de centro y de izquierda perciben más problemas sociales. Los datos aquí reportados ratifican lo hallado en estudios previos (Zubieta, Delfino & Fernández (2007); Zubieta, Delfino & Fernández, (2008) & Zubieta & Delfino, (2010) acerca de la predominancia de un clima emocional negativo, una importante percepción de problemas sociales y una alta desconfianza institucional
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Indagar por el significado de izquierda y derecha es interrogar por cuales son las creencias, valores y actitudes que se asocian a estas alternativas; es indagar por los programas políticos con los que los sujetos pueden identificarse y probablemente implicarse en participar (San Martín, 2006). La vinculación entre el binomio izquierda derecha y la identificación política, puede observarse como un conjunto más o menos coherente de creencias, valores y actitudes sobre el sistema social y político, y el rol que la persona desarrolla en cuanto ciudadano; en este sentido el sentido de este binomio compone la matriz para la identificación política de las personas, a partir de la relevancia que tiene para los sujetos pertenecer a un grupo cuya identificación con el mismo interviene en su comportamiento político. El aspecto ideológico de la cultura política conlleva la diferenciación de creencias y valores dentro de la sociedad; entonces, la configuración ideológica de un endogrupo serían las creencias y valores compartidos de actitudes políticas que muestran los miembros ese grupo; una ideología seria el modelo de actitudes comunes a un endogrupo desde la perspectiva de su disidencia políticamente destacable con otros patrones grupales. En un nivel específico diferenciaremos orientación política de configuración ideológica. Conceptualizamos la orientación política como la actitud de una persona hacia los aspectos de oposiciones (izquierda/derecha, progresista/conservador, democracia/autoritarismo, entre otros ejemplos) y polaridades generalizadas. En este trabajo operacionalizaremos la orientación política de los sujetos como su autoposicionamiento en una dimensión izquierda-derecha, siendo la más ampliamente usada en la investigación (Jost, 2005). Es decir, la orientación política se configuraría como una síntesis de la configuración ideológica, al organizar, de modo particular, las diversas actitudes políticas que comporten una multiplicidad ycomplejidad de dimensiones que no posee la orientación política (Jost, Christopher & Jaime, 2009). La muestra quedó conformada por 366 participantes, 274 mujeres y 62 varones, con edades comprendidas entre los 18 y los 54 años (M = 24,8; DT = 8); todos ellos estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Lomas de Zamora. Se aplico la Escala Conservador-Progresista (En asuntos de política la gente habla de conservadores y progresistas, ¿Dónde se situaría Ud. en esa escala?) y la Escala de orientación política (En asuntos de política la gente habla de izquierda y derecha, acorde con la siguiente escala de 1 a 5, siendo 1 de extrema derecha y 5 de extrema izquierda: ¿Dónde se situaría Ud.? ¿Dónde situaría a su padre? ¿Dónde situaría a su madre? ¿Dónde situaría a la mayoría de sus amigos?), adaptada y modificación a partir de Rodríguez, Sabucedo y Costa, 1993. Este estudio tenía como objetivo describir en los estudiantes de la Facultas de Ciencias Sociales de la Universidad de Lomas de Zamora, primero, el posicionamiento ideológico Conservador-Progresista, y la Orientación Política (Derecha Izquierda); y segundo, las asociaciones existentes entre la escala Conservador Progresista, y la escala Orientación Política. Los valores hallados muestran que prevalece un posicionamiento ideológico de centro- progresista y una orientación política de centro, coincidente con la percepción de orientación política de su endogrupo. Entre la escala Conservador-Progresista, y la escala Orientación Política hubo correlación moderada y positiva; pero en el estudio segmentado por sexo solo en las mujeres se asocian positiva y moderadamente la autoorientación política con la orientación política de su padre, madre y amigos
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En Argentina, desde mediados de la década del 50, se produjo un doble proceso: una crisis de legitimidad y una crisis de rentabilidad que explica en gran parte la inestabilidad política e institucional del período. En este proceso, la clase trabajadora jugó un rol fundamental, al protagonizar diversas acciones como huelgas, manifestaciones, sabotajes, ocupaciones de los lugares de trabajo, resistencias abiertas y solapadas, que fueron cristalizando en diferentes formas organizativas. Éstas fueron tanto producto de la acumulación de experiencias y prácticas ligadas al proceso de la denominada resistencia peronista como de una coyuntura que llevó a los/as trabajadores/as a poner en acto nuevas prácticas y formas de protesta. La mayor parte de la historiografía coincide en caracterizar al período 1955-76 como un ciclo de protestas atravesado por la inestabilidad política, las recurrentes crisis económicas y la conflictividad social. También los estudios historiográficos sostienen que el protagonismo de la clase trabajadora en los diversos momentos del ciclo de protesta 1955-1976 se debió a su rol significativo en la estructura social, producto del importante desarrollo de la industria para esa época. En un marco nacional de ISI [Industrialización Sustitutiva de Importaciones] Mendoza tuvo un trayecto económico diferenciado al del centro del país. Sin embargo, pese a no haberse producido un proceso de industrialización ni haberse conformado un proletariado industrial; también hubo conflictos constantes entre las fuerzas del capital y del trabajo; y ya desde la resistencia peronista trabajadores/as de distintos sectores protagonizaron numerosos paros y masivas movilizaciones que pusieron en jaque a las distintas intervenciones militares, produciéndose en abril de 1972 el Mendozazo, hecho que tuvo hondas consecuencias en las experiencias organizativas de distintos sectores de trabajadores/as. Esta tesis busca abordar el enfrentamiento entre las fuerzas del capital y los/as trabajadores/as en Mendoza, una provincia agroindustrial, en el período abierto entre el Mendozazo [1972] y la dictadura militar de 1976; procurando producir un relato que permita construir, desde las perspectivas de clase y género, tanto el momento de auge de masas como las respuestas represivas de la clase dominante y el papel jugado por el Estado en un momento de agudización de la lucha de clases y de superposición de las crisis de dominación y acumulación. Para ello realizaremos una reconstrucción del ciclo de protestas en la provincia en el lapso 1972-1976, para luego concentrarnos en la experiencia de los sectores de trabajadores que tuvieron mayor visibilidad en dicho ciclo [docentes, estatales, bancarios y contratistas de viña] apuntando a conocer qué factores y dimensiones actuaron en la articulación de intereses comunes. Atenderemos también al accionar de los grupos parapoliciales que actuaron en la provincia [Comando Anticomunista Mendoza y Comando Moralizador Pío XII], teniendo en cuenta el carácter sexuado que la represión adquirió, la genealogía de los grupos de derecha y sus conexiones a un lado y otro de la cordillera así como al proceso que los condujo a confluir en la represión del enemigo político en un momento de articulación de redes represivas en el Cono Sur
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Está situada al S.O. del rio Alcaide y Rambla Mayor y forma con ellas la cabecera del Rio Guadalentin: la parte mas alta de Rambla Seca pertenece al termino municipal de Velez-Blanco, del partido judicial de Velez-Rubio, provincia do Almeria; su parte baja esta enclavada en el termino municipal de Murcia. Limita por su mareen izquierda, con la Serrata de Guadalupe, Cerro Calderón, Cerro Colorado y la sierra de las Almohallas y por la derecha con piedra de Casanova, Collado de los Carrascales, Morra de los troncos, Morro del Tabaco, Cerro de la Cruz y sierra de la culebrina. El origen de ella está en la vertiente de piedra Casanova y la Hoya del Carrascal y su desembocadura en el pantano de Valdeinfierno.
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La cuenca del río Piedra, está situada entre los paralelos de 40? 47T y 41? 18'-dé latitud ¿i y los meridianos* de 1« 30 T y 2? 5T de longitud E del meridiano de Mádrid. Se halla en la margen derecha del rio Jalón y sus limites son los siguientes: al H. con aguas vertientes directamente al jalón y cauce del mismo rio; al E con divisoria de aguas directas al Jalón, disoria de agua del río Jiloca -y cuenca de la laguna de Gallocanta; al S con divisoria de aguas vertientes al rio Tajo, y al 0 con divisoria desaguas del Tajuña y aguas vertientes al Jalón.
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The twentieth century brought a new sensibility characterized by the discredit of cartesian rationality and the weakening of universal truths, related with aesthetic values as order, proportion and harmony. In the middle of the century, theorists such as Theodor Adorno, Rudolf Arnheim and Anton Ehrenzweig warned about the transformation developed by the artistic field. Contemporary aesthetics seemed to have a new goal: to deny the idea of art as an organized, finished and coherent structure. The order had lost its privileged position. Disorder, probability, arbitrariness, accidentality, randomness, chaos, fragmentation, indeterminacy... Gradually new terms were coined by aesthetic criticism to explain what had been happening since the beginning of the century. The first essays on the matter sought to provide new interpretative models based on, among other arguments, the phenomenology of perception, the recent discoveries of quantum mechanics, the deeper layers of the psyche or the information theories. Overall, were worthy attempts to give theoretical content to a situation as obvious as devoid of founding charter. Finally, in 1962, Umberto Eco brought together all this efforts by proposing a single theoretical frame in his book Opera Aperta. According to his point of view, all of the aesthetic production of twentieth century had a characteristic in common: its capacity to express multiplicity. For this reason, he considered that the nature of contemporary art was, above all, ambiguous. The aim of this research is to clarify the consequences of the incorporation of ambiguity in architectural theoretical discourse. We should start making an accurate analysis of this concept. However, this task is quite difficult because ambiguity does not allow itself to be clearly defined. This concept has the disadvantage that its signifier is as imprecise as its signified. In addition, the negative connotations that ambiguity still has outside the aesthetic field, stigmatizes this term and makes its use problematic. Another problem of ambiguity is that the contemporary subject is able to locate it in all situations. This means that in addition to distinguish ambiguity in contemporary productions, so does in works belonging to remote ages and styles. For that reason, it could be said that everything is ambiguous. And that’s correct, because somehow ambiguity is present in any creation of the imperfect human being. However, as Eco, Arnheim and Ehrenzweig pointed out, there are two major differences between current and past contexts. One affects the subject and the other the object. First, it’s the contemporary subject, and no other, who has acquired the ability to value and assimilate ambiguity. Secondly, ambiguity was an unexpected aesthetic result in former periods, while in contemporary object it has been codified and is deliberately present. In any case, as Eco did, we consider appropriate the use of the term ambiguity to refer to the contemporary aesthetic field. Any other term with more specific meaning would only show partial and limited aspects of a situation quite complex and difficult to diagnose. Opposed to what normally might be expected, in this case ambiguity is the term that fits better due to its particular lack of specificity. In fact, this lack of specificity is what allows to assign a dynamic condition to the idea of ambiguity that in other terms would hardly be operative. Thus, instead of trying to define the idea of ambiguity, we will analyze how it has evolved and its consequences in architectural discipline. Instead of trying to define what it is, we will examine what its presence has supposed in each moment. We will deal with ambiguity as a constant presence that has always been latent in architectural production but whose nature has been modified over time. Eco, in the mid-twentieth century, discerned between classical ambiguity and contemporary ambiguity. Currently, half a century later, the challenge is to discern whether the idea of ambiguity has remained unchanged or have suffered a new transformation. What this research will demonstrate is that it’s possible to detect a new transformation that has much to do with the cultural and aesthetic context of last decades: the transition from modernism to postmodernism. This assumption leads us to establish two different levels of contemporary ambiguity: each one related to one these periods. The first level of ambiguity is widely well-known since many years. Its main characteristics are a codified multiplicity, an interpretative freedom and an active subject who gives conclusion to an object that is incomplete or indefinite. This level of ambiguity is related to the idea of indeterminacy, concept successfully introduced into contemporary aesthetic language. The second level of ambiguity has been almost unnoticed for architectural criticism, although it has been identified and studied in other theoretical disciplines. Much of the work of Fredric Jameson and François Lyotard shows reasonable evidences that the aesthetic production of postmodernism has transcended modern ambiguity to reach a new level in which, despite of the existence of multiplicity, the interpretative freedom and the active subject have been questioned, and at last denied. In this period ambiguity seems to have reached a new level in which it’s no longer possible to obtain a conclusive and complete interpretation of the object because it has became an unreadable device. The postmodern production offers a kind of inaccessible multiplicity and its nature is deeply contradictory. This hypothetical transformation of the idea of ambiguity has an outstanding analogy with that shown in the poetic analysis made by William Empson, published in 1936 in his Seven Types of Ambiguity. Empson established different levels of ambiguity and classified them according to their poetic effect. This layout had an ascendant logic towards incoherence. In seventh level, where ambiguity is higher, he located the contradiction between irreconcilable opposites. It could be said that contradiction, once it undermines the coherence of the object, was the better way that contemporary aesthetics found to confirm the Hegelian judgment, according to which art would ultimately reject its capacity to express truth. Much of the transformation of architecture throughout last century is related to the active involvement of ambiguity in its theoretical discourse. In modern architecture ambiguity is present afterwards, in its critical review made by theoreticians like Colin Rowe, Manfredo Tafuri and Bruno Zevi. The publication of several studies about Mannerism in the forties and fifties rescued certain virtues of an historical style that had been undervalued due to its deviation from Renacentist canon. Rowe, Tafuri and Zevi, among others, pointed out the similarities between Mannerism and certain qualities of modern architecture, both devoted to break previous dogmas. The recovery of Mannerism allowed joining ambiguity and modernity for first time in the same sentence. In postmodernism, on the other hand, ambiguity is present ex-professo, developing a prominent role in the theoretical discourse of this period. The distance between its analytical identification and its operational use quickly disappeared because of structuralism, an analytical methodology with the aspiration of becoming a modus operandi. Under its influence, architecture began to be identified and studied as a language. Thus, postmodern theoretical project discerned between the components of architectural language and developed them separately. Consequently, there is not only one, but three projects related to postmodern contradiction: semantic project, syntactic project and pragmatic project. Leading these projects are those prominent architects whose work manifested an especial interest in exploring and developing the potential of the use of contradiction in architecture. Thus, Robert Venturi, Peter Eisenman and Rem Koolhaas were who established the main features through which architecture developed the dialectics of ambiguity, in its last and extreme level, as a theoretical project in each component of architectural language. Robert Venturi developed a new interpretation of architecture based on its semantic component, Peter Eisenman did the same with its syntactic component, and also did Rem Koolhaas with its pragmatic component. With this approach this research aims to establish a new reflection on the architectural transformation from modernity to postmodernity. Also, it can serve to light certain aspects still unaware that have shaped the architectural heritage of past decades, consequence of a fruitful relationship between architecture and ambiguity and its provocative consummation in a contradictio in terminis. Esta investigación centra su atención fundamentalmente sobre las repercusiones de la incorporación de la ambigüedad en forma de contradicción en el discurso arquitectónico postmoderno, a través de cada uno de sus tres proyectos teóricos. Está estructurada, por tanto, en torno a un capítulo principal titulado Dialéctica de la ambigüedad como proyecto teórico postmoderno, que se desglosa en tres, de títulos: Proyecto semántico. Robert Venturi; Proyecto sintáctico. Peter Eisenman; y Proyecto pragmático. Rem Koolhaas. El capítulo central se complementa con otros dos situados al inicio. El primero, titulado Dialéctica de la ambigüedad contemporánea. Una aproximación realiza un análisis cronológico de la evolución que ha experimentado la idea de la ambigüedad en la teoría estética del siglo XX, sin entrar aún en cuestiones arquitectónicas. El segundo, titulado Dialéctica de la ambigüedad como crítica del proyecto moderno se ocupa de examinar la paulatina incorporación de la ambigüedad en la revisión crítica de la modernidad, que sería de vital importancia para posibilitar su posterior introducción operativa en la postmodernidad. Un último capítulo, situado al final del texto, propone una serie de Proyecciones que, a tenor de lo analizado en los capítulos anteriores, tratan de establecer una relectura del contexto arquitectónico actual y su evolución posible, considerando, en todo momento, que la reflexión en torno a la ambigüedad todavía hoy permite vislumbrar nuevos horizontes discursivos. Cada doble página de la Tesis sintetiza la estructura tripartita del capítulo central y, a grandes rasgos, la principal herramienta metodológica utilizada en la investigación. De este modo, la triple vertiente semántica, sintáctica y pragmática con que se ha identificado al proyecto teórico postmoderno se reproduce aquí en una distribución específica de imágenes, notas a pie de página y cuerpo principal del texto. En la columna de la izquierda están colocadas las imágenes que acompañan al texto principal. Su distribución atiende a criterios estéticos y compositivos, cualificando, en la medida de lo posible, su condición semántica. A continuación, a su derecha, están colocadas las notas a pie de página. Su disposición es en columna y cada nota está colocada a la misma altura que su correspondiente llamada en el texto principal. Su distribución reglada, su valor como notación y su posible equiparación con una estructura profunda aluden a su condición sintáctica. Finalmente, el cuerpo principal del texto ocupa por completo la mitad derecha de cada doble página. Concebido como un relato continuo, sin apenas interrupciones, su papel como responsable de satisfacer las demandas discursivas que plantea una investigación doctoral está en correspondencia con su condición pragmática.