Una lectura de las formulas de sexuación para pensar las cuestiones actuales de género sexual

Lacan en la clase 7, del seminario 20, nos presenta las fórmulas de la sexuación para que pensemos el comportamiento sexual humano. Situando cada una de estas fórmulas trataremos de dilucidar cual es la lógica Lacaneana, al momento de leer a Freud. Analizaremos como se produce el pasaje de la naturaleza a la cultura y cuales son las consecuencias de este hecho. Teniendo en cuenta, en primer lugar, a las leyes descriptas por Darwin: la selección natural que determina la supervivencia del más apto. Para que una especie sobreviva es necesario que el macho más poderoso se reproduzca la mayor cantidad de veces, con el objeto de perpetuar su descendencia. Para luego pensar con Freud y Lacan como pudo haber sido la operación lógica que instaura un nuevo orden legal, consensuado, que caracteriza a la cultura. 'Esta sustitución del poderío individual por el de la comunidad representa el paso decisivo hacia la cultura'. En este nuevo orden, a partir de esta operatoria, los nuevos jóvenes deben regular su comportamiento sexual, instaurando la ley de prohibición del incesto, en donde todas las hembras del macho dominante están prohibidas para los hijos. Situaremos también en estas proposiciónes el momento inaugural del sujeto. Un sujeto que es la consecuencia lógica de la inscripción, en una de las dos formas lógicas en la que puede decirse un humano que habita el lenguaje. Existe una legalidad discursiva, donde alguien puede decirse hombre o mujer más allá de los órganos genitales que presente. Se caracterizará el lado que se dice hombre y el lado que se dice mujer, como así también el lado del niño y el lado de la niña. El espíritu de este trabajo es mostrar como las soluciones infantiles a los enigmas de la sexualidad condicionan la vida sexual del adulto y las prácticas que éste despliegue. Cuáles son los obstáculos para poder armar una representación de los órganos genitales femeninos y que consecuencias lógicas traen aparejadas en el comportamiento sexual adulto. Para poder armar una representación del órgano femenino también tienen que estar construidas determinadas categorías mentales que permitan pensar este órgano como un espacio virtual. Ambas posiciones infantiles son asimétricas en relación al falo y ambas son construidas a partir de los significantes de lalengua, una con un significante amo que privilegia la inscripción del que se dice hombre y la otra con la ausencia de un significante privilegiado recurriendo por entero a los significantes de lalengua. Y he aquí, el no toda fálica de quien se dice mujer, la posición femenina es más allá del falo. Teniendo en cuenta que el lenguaje es una mala herramienta para la comunicación, gracias, entre otras cosas, a la polisemia del significante, que deja de manera irreductible la posibilidad del malentendido. Es que la posición sexual humana es indefinida, indeterminada y construible. En conclusión, ésta es una forma de pensar el comportamiento sexual humano como una inscripción lógica, isomórfica con la estructura del lenguaje dado que es un hecho del decir, subordinada a la ganancia de placer y regulada por la ley. Por otro lado, tenemos el planteo del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales. En este esquema, la lógica que se plantea es la de la curva normal. Donde hay una población normal, situada entre el menos un desvío y el más uno, aquí se encuentra la norma. Lo que está por fuera de esta norma es un trastornado, o sea alguien que subvierte un orden preestablecido. Entiendo que ambas lecturas del comportamiento sexual humano son válidas pero contradictorias entre sí. Cada uno de nosotros, como agentes de la salud mental, deberá pensar cual es la respuesta que le resulte más satisfactoria al momento de abordar una problemática como ésta y qué respuesta, por fuera del prejuicio, brindará a quien decida consultarnos por su padecimiento

Mineralogy, geochemistry and selected chemical formulas of sediments from ODP Holes 161-986B and 161-977A

Upper Miocene to Pleistocene hemipelagites and resedimented facies recovered at Holes 976B and 977A (Leg 161) in the Alboran Basin consist mainly of biogenic and detrital components, with a minor contribution of neoformed mineral phases. Diagenetic processes have not obliterated the primary deposition signal, and therefore detrital components (quartz, feldspar, detrital dolomite, rock fragments, and clays) provide information about source rocks and provenances. No major bulk or clay mineralogy differences were recognized between resedimented and hemipelagic facies; in fact, similar mineral assemblages in both types of facies suggest common source rocks. However, mineral abundance fluctuations can be related to climate variations and tectonic factors, as the main controls of sediment fill of this basin. A marked increase in smectites in Messinian sediments suggests an extensive development of soils during that time, probably favored by the alternation of wet and dry climate episodes and the relative aridification of the Mediterranean borderlands. A notable increase in detrital components suggests a sea-level fall and/or tectonic uplift during the late Pliocene. The significant increase in detrital dolomite in the uppermost Pliocene deposits suggests the uplift of dolomite-rich rocks as source areas. Mineral components in Pleistocene sediments indicate increasing tectonic stability, and clay-mineral fluctuations during the Pleistocene can be related not only to tectonic events, but also to alternating cooling and warming periods.

Geochemical composition and atomic formulas of saponites, celadonites and carbonates from ODP Leg 168 sites

With this study, we investigate the mineralogical variations associated with the low-temperature (<100°C) alteration of normal tholeiitic pillow basalts varying in age from 0.8 to 3.5 Ma. Their alteration intensity varies systematically and is related to several factors, including (1) the aging of the igneous crust, (2) the increase of temperatures from the younger to the older sites, measured at the sediment/basement interface, (3) the local and regional variations in lithology and primary porosity, and (4) the degree of pillow fracturing. Fractures represent the most important pathways that allow significant penetration of fluids into the rock and are virtually the only factor controlling the alteration of the glassy rim and the early stages of pillow alteration. Three different alteration stages have been recognized: alteration of glassy margin, oxidizing alteration through fluid circulation in fracture systems, and reducing alteration through diffusion. All the observed mineralogical and chemical variations occurring during the early stages of alteration are interpreted as the result of the rock interaction with "normal," alkaline, and oxidizing seawater, along preferential pathways represented by the concentric and radial crack systems. The chemical composition of the fluid progressively evolves while moving into the basalt, leading to a reducing alteration stage, which is initially responsible for the precipitation of Fe-rich saponite and minor sulfides and subsequently for the widespread formation of carbonates. At the same time, the system evolved from being "water dominated" to being "rock dominated." No alteration effects in pillow basalts were observed that must have occurred at temperatures higher than those measured during Leg 168 at the basement/sediment interface (e.g., between 15° and 64°C).

Geochemical composition and atomic formulas of saponites, celadonites and clays from ODP Leg 168 sites

A drilling transect across the sedimented eastern flank of the Juan de Fuca Ridge, conducted during Leg 168 of the Ocean Drilling Program, resulted in the recovery of samples of volcanic basement rocks (pillow basalts, massive basalts, and volcanic glass breccias) that exhibit the effects of low-temperature hydrothermal alteration. Secondary clays are ubiquitous, with Mg-rich and Fe-rich saponite and celadonitic clays commonly accounting for several percent, and up to 10%-20% by volume. Present-day temperatures of the basement sites vary from 15° to 64°C, with the coolest site being about 0.8 Ma, and the warmest site being about 3.5 Ma. Whereas clays are abundant at sites that have been heated to present temperatures of 23°C and higher, the youngest site at 15°C has only a small trace of secondary clay alteration. Alteration increases as temperatures increase and as the volcanic basement ages. The chemical compositions of secondary clays were determined by electron microprobe, and additional trace element data were determined by both conventional nebulization inductively coupled plasma-mass spectroscopy (ICP-MS) and laser-ablation ICP-MS. Trioctahedral saponite and pyrite are characteristic of the interior of altered rock pieces, forming under conditions of low-oxygen fugacity. Dioctahedral celadonite-like clays along with iron oxyhydroxide and Mg-saponite are characteristic of oxidized haloes surrounding the nonoxidized rock interiors. Chemical compositions of the clays are very similar to those determined from other deep-sea basalts altered at low temperature. The variable Mg:Fe of saponite appears to be a systematic function both of the Mg:Fe of the host rock and the oxidation state during water-rock interaction.