286 resultados para Pintores antioqueños
Resumo:
Los dibujos y collages realizados por la escritora han sido poco estudiados por la crítica. Se cuenta con el excelente artículo de Kathleen Glenn titulado ┤Collage, Textile and Palimpsest: Carmen Martín Gaite's Nubosidad variable' en el que analiza detalladamente el collage que adorna la portada de la novela y lo considera como "a visualization of the novel's content and structure" (Glenn, 1993: 409). Años anteriores a la publicación de dicha novela, Martín Gaite ya había elaborado otros collages. Cinco de ellos aparecen en From Fiction to Metafiction. Con la publicación de Cuadernos de todo, se incrementa el material visual elaborado por la escritora ya que además de collages, se pueden apreciar algunos dibujos. Cualquier persona que haya leído Caperucita en Manhattan se habrá dado cuenta que los dibujos de la novela fueron hechos por la autora de la novela. Durante los años noventa, Martín Gaite escribe conferencias donde comenta el trabajo de pintores españoles como Dalí, Murillo, Maura y Montaner y Tuset. En esa misma época, participa en el Museo Thyssen Bornemisza con el comentario sobre Habitación de hotel de Edward Hopper. En este artículo, voy a trabajar con los dibujos, los collages y los artículos sobre los pintores ya mencionados porque en todos ellos radica la idea de que lo visual es material para lo literario y lo literario también se entrecruza con lo visual. Me interesa mostrar el proceso de cómo Martín Gaite utiliza la imagen visual y la convierte en texto porque considero que existe una serie de acciones similares a las identificadas y señaladas en sus reflexiones de cómo construir una novela vaciadas en El cuento de nunca acabar. También analizaré el proceso inverso, es decir, el de tener primero un texto que posteriormente se represente visualmente. Con esto, pretendo mostrar la relación intrínseca entre lo visual y lo literario por medio del dibujo, el collage y la pintura en la narrativa de los noventa de Martín Gaite.
Resumo:
Silvina Ocampo formó parte del grupo de escritores que renovaron el campo literario argentino de fines de la década del treinta, agrupados en torno a la revista Sur. Sin embargo, antes de dedicarse plenamente a la escritura de textos literarios, se interesó desde su infancia por la pintura y el dibujo y se formó más tarde en París en los talleres de Giorgio de Chirico y Fernand Léger. Si bien luego abandonó el mundo de la plástica es posible encontrar en su obra la reelaboración de recursos pictóricos aplicados a la escritura así como la mención de pintores y escultores y de algunas de las obras más representativas de la Historia del Arte. Como señalan algunas lecturas críticas, su poética se encuentra atravesada por la impronta de lo visual y el papel que la mirada adquiere en sus relatos es fundamental para comprenderlos. Este trabajo busca explorar el modo en el que la literatura de la autora rechaza el régimen escópico tradicional a partir de la inclusión de miradas pictóricas que complejizan la percepción del mundo narrado. Se intentará analizar su funcionamiento en relación con algunos elementos impresionistas y expresionistas y observar qué tensiones manifiestan en su obra
Resumo:
El exilio chileno dio lugar a un fenómeno cultural de grandes proporciones y el confinamiento, con todas sus secuelas, inspiró un florecimiento extraordinario de las letras y las artes de vastas proyecciones, tanto así que despertó y sigue motivando el interés de estudiosos de diversas disciplinas. Entre los miles de chilenos que se repartieron por el mundo, un grupo, cualitativamente relevante, estuvo constituido por escritores, artistas plásticos, artesanos, músicos, gente de teatro y de cine, hombres de ciencia y académicos de las más variadas disciplinas. Grupos teatrales funcionaron en muchos países; y los conjuntos musicales chilenos recorrieron el mundo. Las exposiciones de pintores, fotógrafos, y escultores chilenos eran frecuentes en las más importantes ciudades americanas y europeas, a la vez que en el marco de casi todas las manifestaciones de solidaridad las artesanías, obras de artistas profesionales y ocasionales, eran puestas a la venta; muchos refugiados lograron sobrevivir del producto de este tipo de trabajo.
Resumo:
El exilio chileno dio lugar a un fenómeno cultural de grandes proporciones y el confinamiento, con todas sus secuelas, inspiró un florecimiento extraordinario de las letras y las artes de vastas proyecciones, tanto así que despertó y sigue motivando el interés de estudiosos de diversas disciplinas. Entre los miles de chilenos que se repartieron por el mundo, un grupo, cualitativamente relevante, estuvo constituido por escritores, artistas plásticos, artesanos, músicos, gente de teatro y de cine, hombres de ciencia y académicos de las más variadas disciplinas. Grupos teatrales funcionaron en muchos países; y los conjuntos musicales chilenos recorrieron el mundo. Las exposiciones de pintores, fotógrafos, y escultores chilenos eran frecuentes en las más importantes ciudades americanas y europeas, a la vez que en el marco de casi todas las manifestaciones de solidaridad las artesanías, obras de artistas profesionales y ocasionales, eran puestas a la venta; muchos refugiados lograron sobrevivir del producto de este tipo de trabajo.
Resumo:
El temprano y perdurable interés de Samuel Beckett por las artes pictóricas es conocido y está documentado en sus biografías más exhaustivas. Se manifestó de diversas maneras: en la amistad personal de Beckett con distintos artistas, en sus ensayos sobre pintura y en sus asiduas y concienzudas visitas a galerías y museos. Tal interés surge del atractivo que tienen para Beckett las imágenes en sí: las de su infancia, acuñadas por su memoria, y las de la fe religiosa en la que fue criado, por ejemplo, establecieron una base sobre la cual las imágenes creadas por pintores a los que admiraba acumularon capas de sentidos emocionales y sensoriales para el joven Beckett, como un espejo que refleja aspectos del pasado. En cierto punto, no obstante, el proceso se invierte: el 'espejo' del arte se proyecta hacia el futuro, en la medida en que las creaciones de Beckett son inspiradas y están imbuidas por las imágenes de aquellos pintores. El mismo Beckett señaló la conexión entre algunas de sus obras y pinturas específicas que las habían inspirado. Este trabajo se refiere a la conexión explícita entre Esperando a Godot y la pintura "Dos hombres contemplando la luna", de Caspar David Friedrich, y a aquella entre Not I and "La decapitación de San Juan el bautista", de Michelangelo Merisi da Caravaggio. Aunque no fue declarada por Beckett, se considera también la posible conexión entre Rockaby y pinturas tales como "Whistler's Mother", "La mecedora" de van Gogh o el "Retrato de Margaretha de Geer" de Rembrandt. Finalmente, se tendrá en cuenta la relación entre las posteriores piezas breves de Beckett y algunos aspectos de las artes pictóricas (reflejados en su manejo de la escenografía y el espacio escénico)
Resumo:
A principios del siglo veinte, Medellín (Colombia) estaba dejando de ser una población caracterizada por formas sociales no urbanas y comenzando a presentar otras propias de la vida de las ciudades. Este proceso modificó los múltiples vínculos existentes entre las formas culturales y la sociedad y desembocó en la aparición, durante la década de los años veinte, de escritores, pintores, músicos y fotógrafos que registraron las transformaciones de la experiencia cotidiana. El siguiente trabajo hace uso de las teorías sociales y de la cultura de Georg Simmel, los formalistas rusos y Henri Bergson para tratar de dar cuenta de la manera en que un escritor de la época, José Restrepo, capturó, simultáneamente, la coexistencia en Medellín de formas sociales no urbanas, formas urbanas y el proceso que llevó de las primeras a las últimas
Resumo:
El proceso de la Revolución mexicana desatado durante 1910 tuvo su punto de inflexión histórica en la asunción de Francisco Madero como presidente de México en 1911 y en el marco sociopolítico donde se desarrolló la campaña electoral. La dictadura de Díaz era el blanco a demoler desde todas las esferas: la económico, la social y la cultural. La investigación sobre este período pretende, hasta donde es posible, dar cuenta de que en las fuentes históricas consultadas, como es el caso de François Xavier Guerra, Fernando Mires y Enrique Krauze, se otorga escasa consideración al trabajo realizado por el movimiento agitador de los principios del anarquismo agrario: el magonismo. Movimiento que se mimetizó con la masa indígena, obrera y campesina y que fue quizás el verdadero autor intelectual de la revolución. El epistolario, los discursos y artículos políticos de Ricardo Flores Magón, vertidos en el periódico Regeneración durante este período, y su lucha política desarrollada en el seno de las comunidades indígenas y en las zonas fronterizas del norte de México co-ocurrían con las disertaciones, ciclos de conferencias, actividades académicas y lectura de artículos culturales y filosóficos de los llamados jóvenes intelectuales fundadores del Ateneo de la Juventud en 1909. José Vasconcelos, Pedro Henríquez Ureña, Alfonso Reyes, Antonio Caso, Diego Rivera son sólo algunos de los nombres de quienes lo integraron. Escritores, abogados, pintores y artistas, desde una "cosmovisión clásica" en el campo de las humanidades, elaboraron y reprogramaron prácticas culturales plasmando una política cultural nacional extensiva finalmente al resto del continente con un principio fundacional: el rechazo hacia la filosofía positivista. El resultado fue la implementación en el campo cultural de un complejo entramado retórico y político que contrastaba con la libertad y la elección de lo nativo mexicano que proclamaban, un proyecto vedado en la práctica a un alto porcentaje de la población mexicana: indígenas, campesinos y obreros.
Resumo:
Los dibujos y collages realizados por la escritora han sido poco estudiados por la crítica. Se cuenta con el excelente artículo de Kathleen Glenn titulado ┤Collage, Textile and Palimpsest: Carmen Martín Gaite's Nubosidad variable' en el que analiza detalladamente el collage que adorna la portada de la novela y lo considera como "a visualization of the novel's content and structure" (Glenn, 1993: 409). Años anteriores a la publicación de dicha novela, Martín Gaite ya había elaborado otros collages. Cinco de ellos aparecen en From Fiction to Metafiction. Con la publicación de Cuadernos de todo, se incrementa el material visual elaborado por la escritora ya que además de collages, se pueden apreciar algunos dibujos. Cualquier persona que haya leído Caperucita en Manhattan se habrá dado cuenta que los dibujos de la novela fueron hechos por la autora de la novela. Durante los años noventa, Martín Gaite escribe conferencias donde comenta el trabajo de pintores españoles como Dalí, Murillo, Maura y Montaner y Tuset. En esa misma época, participa en el Museo Thyssen Bornemisza con el comentario sobre Habitación de hotel de Edward Hopper. En este artículo, voy a trabajar con los dibujos, los collages y los artículos sobre los pintores ya mencionados porque en todos ellos radica la idea de que lo visual es material para lo literario y lo literario también se entrecruza con lo visual. Me interesa mostrar el proceso de cómo Martín Gaite utiliza la imagen visual y la convierte en texto porque considero que existe una serie de acciones similares a las identificadas y señaladas en sus reflexiones de cómo construir una novela vaciadas en El cuento de nunca acabar. También analizaré el proceso inverso, es decir, el de tener primero un texto que posteriormente se represente visualmente. Con esto, pretendo mostrar la relación intrínseca entre lo visual y lo literario por medio del dibujo, el collage y la pintura en la narrativa de los noventa de Martín Gaite.
Resumo:
Silvina Ocampo formó parte del grupo de escritores que renovaron el campo literario argentino de fines de la década del treinta, agrupados en torno a la revista Sur. Sin embargo, antes de dedicarse plenamente a la escritura de textos literarios, se interesó desde su infancia por la pintura y el dibujo y se formó más tarde en París en los talleres de Giorgio de Chirico y Fernand Léger. Si bien luego abandonó el mundo de la plástica es posible encontrar en su obra la reelaboración de recursos pictóricos aplicados a la escritura así como la mención de pintores y escultores y de algunas de las obras más representativas de la Historia del Arte. Como señalan algunas lecturas críticas, su poética se encuentra atravesada por la impronta de lo visual y el papel que la mirada adquiere en sus relatos es fundamental para comprenderlos. Este trabajo busca explorar el modo en el que la literatura de la autora rechaza el régimen escópico tradicional a partir de la inclusión de miradas pictóricas que complejizan la percepción del mundo narrado. Se intentará analizar su funcionamiento en relación con algunos elementos impresionistas y expresionistas y observar qué tensiones manifiestan en su obra
Resumo:
El exilio chileno dio lugar a un fenómeno cultural de grandes proporciones y el confinamiento, con todas sus secuelas, inspiró un florecimiento extraordinario de las letras y las artes de vastas proyecciones, tanto así que despertó y sigue motivando el interés de estudiosos de diversas disciplinas. Entre los miles de chilenos que se repartieron por el mundo, un grupo, cualitativamente relevante, estuvo constituido por escritores, artistas plásticos, artesanos, músicos, gente de teatro y de cine, hombres de ciencia y académicos de las más variadas disciplinas. Grupos teatrales funcionaron en muchos países; y los conjuntos musicales chilenos recorrieron el mundo. Las exposiciones de pintores, fotógrafos, y escultores chilenos eran frecuentes en las más importantes ciudades americanas y europeas, a la vez que en el marco de casi todas las manifestaciones de solidaridad las artesanías, obras de artistas profesionales y ocasionales, eran puestas a la venta; muchos refugiados lograron sobrevivir del producto de este tipo de trabajo.
Resumo:
El temprano y perdurable interés de Samuel Beckett por las artes pictóricas es conocido y está documentado en sus biografías más exhaustivas. Se manifestó de diversas maneras: en la amistad personal de Beckett con distintos artistas, en sus ensayos sobre pintura y en sus asiduas y concienzudas visitas a galerías y museos. Tal interés surge del atractivo que tienen para Beckett las imágenes en sí: las de su infancia, acuñadas por su memoria, y las de la fe religiosa en la que fue criado, por ejemplo, establecieron una base sobre la cual las imágenes creadas por pintores a los que admiraba acumularon capas de sentidos emocionales y sensoriales para el joven Beckett, como un espejo que refleja aspectos del pasado. En cierto punto, no obstante, el proceso se invierte: el 'espejo' del arte se proyecta hacia el futuro, en la medida en que las creaciones de Beckett son inspiradas y están imbuidas por las imágenes de aquellos pintores. El mismo Beckett señaló la conexión entre algunas de sus obras y pinturas específicas que las habían inspirado. Este trabajo se refiere a la conexión explícita entre Esperando a Godot y la pintura "Dos hombres contemplando la luna", de Caspar David Friedrich, y a aquella entre Not I and "La decapitación de San Juan el bautista", de Michelangelo Merisi da Caravaggio. Aunque no fue declarada por Beckett, se considera también la posible conexión entre Rockaby y pinturas tales como "Whistler's Mother", "La mecedora" de van Gogh o el "Retrato de Margaretha de Geer" de Rembrandt. Finalmente, se tendrá en cuenta la relación entre las posteriores piezas breves de Beckett y algunos aspectos de las artes pictóricas (reflejados en su manejo de la escenografía y el espacio escénico)
Resumo:
El proceso de la Revolución mexicana desatado durante 1910 tuvo su punto de inflexión histórica en la asunción de Francisco Madero como presidente de México en 1911 y en el marco sociopolítico donde se desarrolló la campaña electoral. La dictadura de Díaz era el blanco a demoler desde todas las esferas: la económico, la social y la cultural. La investigación sobre este período pretende, hasta donde es posible, dar cuenta de que en las fuentes históricas consultadas, como es el caso de François Xavier Guerra, Fernando Mires y Enrique Krauze, se otorga escasa consideración al trabajo realizado por el movimiento agitador de los principios del anarquismo agrario: el magonismo. Movimiento que se mimetizó con la masa indígena, obrera y campesina y que fue quizás el verdadero autor intelectual de la revolución. El epistolario, los discursos y artículos políticos de Ricardo Flores Magón, vertidos en el periódico Regeneración durante este período, y su lucha política desarrollada en el seno de las comunidades indígenas y en las zonas fronterizas del norte de México co-ocurrían con las disertaciones, ciclos de conferencias, actividades académicas y lectura de artículos culturales y filosóficos de los llamados jóvenes intelectuales fundadores del Ateneo de la Juventud en 1909. José Vasconcelos, Pedro Henríquez Ureña, Alfonso Reyes, Antonio Caso, Diego Rivera son sólo algunos de los nombres de quienes lo integraron. Escritores, abogados, pintores y artistas, desde una "cosmovisión clásica" en el campo de las humanidades, elaboraron y reprogramaron prácticas culturales plasmando una política cultural nacional extensiva finalmente al resto del continente con un principio fundacional: el rechazo hacia la filosofía positivista. El resultado fue la implementación en el campo cultural de un complejo entramado retórico y político que contrastaba con la libertad y la elección de lo nativo mexicano que proclamaban, un proyecto vedado en la práctica a un alto porcentaje de la población mexicana: indígenas, campesinos y obreros.
Resumo:
Los dibujos y collages realizados por la escritora han sido poco estudiados por la crítica. Se cuenta con el excelente artículo de Kathleen Glenn titulado ┤Collage, Textile and Palimpsest: Carmen Martín Gaite's Nubosidad variable' en el que analiza detalladamente el collage que adorna la portada de la novela y lo considera como "a visualization of the novel's content and structure" (Glenn, 1993: 409). Años anteriores a la publicación de dicha novela, Martín Gaite ya había elaborado otros collages. Cinco de ellos aparecen en From Fiction to Metafiction. Con la publicación de Cuadernos de todo, se incrementa el material visual elaborado por la escritora ya que además de collages, se pueden apreciar algunos dibujos. Cualquier persona que haya leído Caperucita en Manhattan se habrá dado cuenta que los dibujos de la novela fueron hechos por la autora de la novela. Durante los años noventa, Martín Gaite escribe conferencias donde comenta el trabajo de pintores españoles como Dalí, Murillo, Maura y Montaner y Tuset. En esa misma época, participa en el Museo Thyssen Bornemisza con el comentario sobre Habitación de hotel de Edward Hopper. En este artículo, voy a trabajar con los dibujos, los collages y los artículos sobre los pintores ya mencionados porque en todos ellos radica la idea de que lo visual es material para lo literario y lo literario también se entrecruza con lo visual. Me interesa mostrar el proceso de cómo Martín Gaite utiliza la imagen visual y la convierte en texto porque considero que existe una serie de acciones similares a las identificadas y señaladas en sus reflexiones de cómo construir una novela vaciadas en El cuento de nunca acabar. También analizaré el proceso inverso, es decir, el de tener primero un texto que posteriormente se represente visualmente. Con esto, pretendo mostrar la relación intrínseca entre lo visual y lo literario por medio del dibujo, el collage y la pintura en la narrativa de los noventa de Martín Gaite.
Resumo:
Silvina Ocampo formó parte del grupo de escritores que renovaron el campo literario argentino de fines de la década del treinta, agrupados en torno a la revista Sur. Sin embargo, antes de dedicarse plenamente a la escritura de textos literarios, se interesó desde su infancia por la pintura y el dibujo y se formó más tarde en París en los talleres de Giorgio de Chirico y Fernand Léger. Si bien luego abandonó el mundo de la plástica es posible encontrar en su obra la reelaboración de recursos pictóricos aplicados a la escritura así como la mención de pintores y escultores y de algunas de las obras más representativas de la Historia del Arte. Como señalan algunas lecturas críticas, su poética se encuentra atravesada por la impronta de lo visual y el papel que la mirada adquiere en sus relatos es fundamental para comprenderlos. Este trabajo busca explorar el modo en el que la literatura de la autora rechaza el régimen escópico tradicional a partir de la inclusión de miradas pictóricas que complejizan la percepción del mundo narrado. Se intentará analizar su funcionamiento en relación con algunos elementos impresionistas y expresionistas y observar qué tensiones manifiestan en su obra
Resumo:
A Le Corbusier le hubiera gustado que le recordaran también como pintor. Igual que su compatriota E. L. Boullée, devoto como él de las formas más puras de la geometría, hubiera escrito gustoso, bajo el título de cualquiera de sus libros de Arquitectura, aquella frase: “Yo también soy pintor”. Para él, como para el ilustrado, la Arquitectura comparte una dimensión artística con la Pintura (y con la Escultura, la Música, la Poesía...etc.) que se pone de manifiesto en el proceso creativo y que está encaminada a emocionar al espectador que participa y se involucra en la obra. Arquitectura y Pintura se convierten de este modo en caminos diferentes para llegar a los mismos objetivos. Esta Tesis trata sobre el proceso de creación en la arquitectura de Le Corbusier y de cómo en él se producen continuas incursiones en el mundo de la pintura cubista. Asumiendo que es un tema sobre el que ya se ha escrito mucho ( las bibliografías de Le Corbusier y de Picasso son sin duda las más numerosas entre los artistas de sus respectivos campos) creemos que es posible ofrecer una nueva visión sobre los mecanismos que, tanto el arquitecto como el pintor, utilizaban en su trabajo. Lo que buscamos es desvelar un modo de creación, común entre ambas disciplinas, basado en el análisis de ciertos componentes artísticos capaces de ser ensamblados en composiciones sintéticas siempre nuevas, que inviten al espectador a participar del hecho creativo en una continua actividad cognoscitiva. El proyecto cubista, tanto para Le Corbusier como para Picasso, se alcanza al final de un largo camino como resultado de un profundo estudio de la realidad (en la Arquitectura, social, cultural y económica, y en la Pintura la realidad cotidiana), en el que el motivo, ya sea objeto, espacio ó luz, intenta ser “conocido” en su totalidad a través del filtro personal del artista. Es por lo tanto, algo a lo que se llega, y cuyo resultado, a priori, es desconocido. En cualquier caso, forma parte de una investigación, de un proceso continuo que intencionadamente supera la circunstancia concreta de cada ocasión. Es la coincidencia en los procesos de proyecto lo que unificará arquitecturas en principio tan dispares como la Capilla de Ronchamp, el Tribunal de Justicia de Chandigarh, o el Hospital de Venecia, y son esos procesos los que aquí, a través de varias obras concretas vamos a intentar desvelar. Es cierto que el proyecto presentado al concurso del Palacio de los Soviets de Moscú es un ejercicio brillante de Constructivismo, pero este resultado no se anunciaba al principio. Si analizamos el proceso de proyecto encontramos que inicialmente la propuesta no era muy diferente a la del Centorsoyuz, o incluso a la de la Cité de Refuge o a la del Pavillon Suisse de París. La solución final sólo se alcanzaría después de mover muchísimas veces, las piezas preseleccionadas en el solar. Cuando entendemos el Convento de la Tourette como una versión actualizada del monasterio dominico tradicional estamos haciendo una lectura parcial y engañosa de la idea de proyecto del arquitecto. En los croquis previos del archivo de la Fondation Le Corbusier encontramos otra vez las mismas ideas que en la vieja Cité de Refuge, ahora actualizadas y adaptadas al nuevo fin. Con la Asamblea de Chandigarh las similitudes son obvias e incluso aparece el mismo cubo al que se superpone una pirámide como techo, avanzando hacia el espacio central pero aquí aparece un gran hiperboloide en un interior cerrado. Este hiperboloide fue en el inicio del proyecto un cubo, y después un cilindro. Sólo al final encontró su forma óptima en un volumen de geometría reglada que en su idoneidad podría también valer para otros edificios, por ejemplo para una Iglesia. La comparación que se ha hecho de este volumen con las torres de refrigeración de Ahmedabad es puramente anecdótica pues, como veremos, esta forma se alcanza desde la lógica proyectual que sigue el pensamiento plástico de Le Corbusier, en este caso, en la adaptación del espacio cilíndrico a la luz, pero no como inspiración en las preexistencias. En todas sus obras los mecanismos que se despliegan son, en muchas ocasiones pictóricos (fragmentación analítica del objeto y del espacio, ensamblaje multidimensional, tramas subyacentes de soporte, escenografía intencionada ...etc.) y el programa en cada caso, como el motivo de los cubistas, no es más que una ocasión más para investigar una nueva forma de hacer y de entender, la Arquitectura. Cualquier proyecto del pintor-arquitecto cubista es en realidad un trabajo continuo desarrollado a lo largo de toda su vida, en el que se utilizan, una y otra vez, las mismas palabras de su vocabulario particular y personal. aunque con diferente protagonismo en cada ocasión. Se trata de alcanzar, desde ellas mismas, una perfección que las valide universalmente. Los mismos objetos, los mismos mecanismos, las mismas constantes manipulaciones del espacio y de la luz, se desplegarán, como ingredientes previos con los que trabajar, sobre el tablero de dibujo coincidiendo con el inicio de cada proyecto, para desde aquí hacer que el motivo que se trata de construir emerja, aunque a veces sea de manera incierta e inesperada, como resultado alcanzado al final. Con muchas dudas, a partir de la primera hipótesis planteada, se confirma, se añade o se elimina cada elemento según van apareciendo en el tiempo los condicionantes del solar, del programa o incluso a veces de obsesiones propias del arquitecto. El trabajo que presentamos utiliza un método inductivo que va desde los ejemplos hasta los conceptos. Empezaremos por investigar el proceso de proyecto en una obra concreta y con los mecanismos que en él se utilizan plantearemos una síntesis que los generalice y nos permitan extenderlos al entendimiento de la totalidad de su obra. Se trata en realidad de un método que en sí mismo es cubista: desde la fragmentación del objeto-proyecto procedemos a su análisis desde diversos puntos de vista, para alcanzar después su recomposición en una nueva estructura sintética. Cada mecanismo se analiza de forma independiente siguiendo un cierto orden que correspondería, supuestamente, al trabajo del arquitecto: manipulación del objeto, método compositivo, entendimiento del soporte (lienzo o espacio) y de su geometría implícita, relación con el observador, concepto y materialidad del espacio y de la luz ..etc. recurriendo a la teoría sólo en la medida en que necesitemos de ella para aclarar el exacto sentido con el que son utilizados. En nuestra incursión en el mundo de la pintura, hemos decidido acotar el Cubismo a lo que fue en realidad su periodo heroico y original, que discurrió entre 1907 y 1914, periodo en el que desarrollado casi exclusivamente por los que habían sido sus creadores, Picasso y Braque. Solo en alguna ocasión entraremos en la pintura del “tercer cubista”, Juan Gris para entender el tránsito de los mecanismos de los primeros hasta la pintura purista, pero no es nuestra intención desviar las cuestiones planteadas de un ámbito puramente arquitectónico Resulta difícil hablar del cubismo de Pablo Picasso sin hacerlo comparativamente con el de Georges Braque (para algunos especialistas es éste incluso el auténtico creador de la Vanguardia), siendo necesario enfrentar los mecanismos de ambos pintores para obtener un exacto entendimiento de lo que supuso la Vanguardia. Por eso nos parece interesante estudiar la obra de Le Corbusier en paralelo con la de otro arquitecto de tal manera que los conceptos aparezcan como polaridades entre las que situar los posibles estados intermedios. En este sentido hemos recurrido a James Stirling. Su deuda es clara con Le Corbusier, y sobre todo con el Cubismo, y como vamos a ver, los mecanismos que utiliza en su obra, siendo similares, difieren significativamente. La Tesis adquiere un sentido comparativo y aparecen así atractivas comparaciones Picasso-Le Corbusier, Braque-Stirling que se suman a las ya establecidas Picasso-Braque y Le Corbusier-Stirling. Desde ellas podemos entender mejor lo que supone trabajar con mecanismos cubistas en Arquitectura. Por último, en relación a los dibujos creados expresamente para esta Tesis, hemos de indicar que las manipulaciones que se han hecho de los originales les convierten en elementos analíticos añadidos que aclaran determinadas ideas expresadas en los croquis de sus autores. Algunos están basados en croquis del archivo de la Fondation Le Corbusier (se indican con el número del plano) y otros se han hecho nuevos para explicar gráficamente determinadas ideas. Se completa la parte gráfica con las fotografías de las obras pictóricas, los planos originales e imágenes de los edificios construidos, extraídos de los documentos de la bibliografía citada al final. Nos disponemos pues, a indagar en las obras del Cubismo, en una búsqueda de los mecanismos con los que hacía su arquitectura Le Corbusier.