993 resultados para UNIVERSIDADES NACIONALES
Resumo:
Presentamos en este trabajo los fundamentos de la propuesta de enseñanza de la cátedra de Prácticas de la Enseñanza del Profesorado en Ciencias de la Educación de la UNLP. Partimos del interrogante sobre los sentido formativos de este espacio curricular en un Plan de estudios, pero enmarcando este problema en el del campo profesional de las Ciencias de la educación. Desde una perspectiva histórica también nos encontramos con un espacio ubicado al final de una carrera que buscaba en su enunciación distanciar la práctica de la enseñanza del lugar devaluado del mero hacer y de los antiguos y pesados signos de las visiones aplicacionistas. Entendimos que subyacían en estos problemas la herencia de la relación teoría práctica o mejor dicho, de los teóricos y los prácticos de la educación. Para dar respuesta comenzamos por considerar la formación del pedagogo para la enseñanza desde una perspectiva que no es la más usual, concibiéndola dentro de un espacio complejo y plural: el campo pedagógico didáctico. Se trata de un campo problemático y a problematizar, en tanto explica y norma la acción en educación y particularmente en la enseñanza, constituyéndose y constituyendo en un presente cargado de prospectividades, sentidos y valores. Intentaremos pues, poner de manifiesto la relevancia de las prácticas de la enseñanza en el campo pedagógico ? didáctico considerando aspectos tanto socio históricos como políticos. Las prácticas de la enseñanza a las que nos abocamos, son propias del campo profesional de las Ciencias de la Educación. Por eso consideramos que la práctica de la enseñanza en este ámbito formativo debe concebirse como objeto de estudio y como ámbito de intervención. Concebimos las prácticas de la enseñanza como prácticas pedagógicas ya que tienen el sentido de la reflexión y la intervención educativas; son intencionadas y están orientadas a la formación en el plano individual y a la transformación social en el sentido crítico del término. Estos dos planos se articulan tanto en la formación profesional del pedagogo como en sus intervenciones educativas. En este contexto, la enseñanza se constituye en objeto de una Didáctica que comparte sus supuestos educativos con la Pedagogía, conformando el campo - pedagógico didáctico
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Durante el año 2010 algunas integrantes de la cátedra de Educación I de la UBA, llevamos a cabo un seminario denominado "Pedagogos y alternativas pedagógicas en América Latina". Nos habíamos propuesto recuperar algunas concepciones pedagógicas de un conjunto de pedagogos y movimientos latinoamericanos poco trabajados en la carrera. Tuvimos una doble intención: De la mano de nuestras preocupaciones académicas y de investigación y de nuestras inquietudes como colectivo de cátedra, veníamos confluyendo en la fuerte convicción de que era necesario comenzar recuperar y quitar el polvo de los desarrollos pedagógicos teóricos y prácticos de nuestro continente: ricos, vastos, novedosos, escondidos y sobre todo nuestros que han servido para la producción de alternativas a los marcos educativos hegemónicos. Además, creímos importante que los alumnos conozcan las propuestas y las acciones pedagógicas latinoamericanas que han sido llevadas a cabo para poder valorarla y así continuar indagando y reflexionando sobre la pedagogía crítica latinoamericana en la construcción de una perspectiva decolonial. Hicimos un recorte arbitrario para formular nuestro programa y seleccionamos pedagogos y movimientos que en diversos momentos históricos trabajaron y representaron estas dos condiciones. Retomamos entonces a Simón Rodríguez, Jesualdo, Luis Iglesias y Paulo Freire cuyos aportes en la actualidad siguen demostrando su vigencia. Incluimos también las propuestas pedagógicas de algunos de los movimientos sociales más importantes en la actualidad en América Latina: el Zapatismo en México y el Movimiento de los Sin Tierra en Brasil. Nos propusimos a través del Seminario rescatar el compromiso de estos maestros y de estos movimientos con la educación y la escuela pública y popular, haciendo frente a las desigualdades económicas y las injusticias políticosociales que sufrieron y sufren los sujetos de la educación latinoamericanos. Algunas claves para el análisis de estos pedagogos, sin ánimo comparativo, sino más bien a modo de categorías de análisis fueron la presencia de la utopía, la relación que plantean entre teoría y práctica, su fuerte vinculación con la política y el papel que debe jugar junto con ella.
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La Universidad Nacional de General Sarmiento cuenta, entre las carreras que ofrece, con cinco profesorados para desempeñarse en los niveles educativos medio y superior. Estos profesorados y toda la oferta académica transita en la actualidad por un proceso de revisión de sus planes de estudio. Dicho proceso no ha concluido todavía pero si se han desplegado ya las principales ideas que pujan por imponerse. Este trabajo se propone dar cuenta de los debates que, en el marco de esa revisión, están teniendo lugar entre los principales actores: los investigadores docentes, los graduados y los estudiantes. Cuáles son las conceptualizaciones y los supuestos de las posiciones que pueden identificarse y cuál podría ser el efecto de unas y otras en la formación que se ofrezca en el futuro. En definitiva el trabajo intentará describir ¿Cómo se construye una propuesta de Pedagogía en el currículum de formación de profesionales de la educación? Algunas de las preguntas que se plantean desde el eje temático elegido reflejan en gran medida lo que se está discutiendo, es decir, ¿Qué lugar ocupa la Pedagogía en la formación inicial y continua de profesionales de la educación?. En este caso la formación de profesores. Dicho de otro modo, ¿Cuál es el aporte de la pedagogía en la formación docente y cómo se articula con las demás disciplinas? La reflexión y el análisis de los términos y posiciones que pueden visualizarse en este gran debate permite concluir, entre otras cuestiones, que las voces más fuertes presentes en el mismo no parecen estar teniendo como criterio general para la discusión y redefinición de los perfiles profesionales que se busca formar, en qué términos y condiciones es necesario que acontezca la experiencia formativa de los futuros profesores. En lugar de esto, lo que se observa en los intercambios y las propuestas formuladas es una defensa y un intento de justificación del incremento de espacios destinados a la formación pedagógica en unos casos o a la formación en la disciplina a enseñar en otros.
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Esta ponencia se propone presentar el trabajo que se vienen realizando en la cátedra Fundamentos de la Educación de la Facultad de Bellas Artes cuya conformación docente proviene del campo educativo y del arte. Hasta el año 1997 las materias pedagógicas de los profesorados de educación en artes visuales e historia del arte se cursaban en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Al año siguiente y, en el marco de modificaciones de los planes de estudios, se conformaron las cátedras pedagógicas para dichos profesorados en la Facultad de Bellas Artes. Para abordar la tarea de formación de los estudiantes de dichos profesorados se debieron elaborar algunas definiciones y acuerdos por parte de quienes tienen la tarea de formar a los futuros docentes. Esto implicó capitalizar y revisar las perspectivas teóricas, las experiencias de formación y laborales de cada uno, como así también las tensiones propias del campo de conocimiento del cual cada integrando forma parte. Asumiendo como premisa que todo hecho educativo es un acto político, nos proponemos reconocer que existen distintas posiciones que se fundamentan en diversos marcos teóricos, orientados a conformar diferentes modelos sociales. En este sentido, intentamos no sólo brindar recursos para reconocer dichas posiciones teóricas, sino además comprender las tendencias que subyacen y sostienen determinadas prácticas educativas - muchas de ellas cristalizadas y naturalizadas - en el quehacer educativo en general y en la educación artística en particular, para confirmar o trasformar dichas prácticas, con un mayor grado de conciencia, en función del proyecto del que elegimos formar parte. El propósito de la presente ponencia es comunicar cuál es el posicionamiento de la cátedra y la construcción alcanzada a lo largo de estos cinco años de trabajo
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Transcurridas las reformas educativas del '90 y del 2000, nuestra preocupación se centra en las lógicas que a partir de allí ha ido asumiendo la escolaridad. El problema que aborda este trabajo enmarcado en un iniciado recientemente proyecto de investigación, gira en orden a describir qué características y qué sentidos están asumiendo los dispositivos pedagógicos hoy. El concepto de dispositivo pedagógico nos permite preguntarnos por las formas que asume la institución educación, la regulación de la vida escolar, los sentidos que se construyen en el cotidiano escolar desde la perspectiva de los estudiantes. En este sentido, importa describir la escolaridad en su presente atendiendo las nuevas formas de desigualdad social y el crecimiento de la polarización social. Entonces, lo que nos proponemos aquí es avanzar sobre los sentidos que los propios estudiantes le otorgan a su tránsito por la escuela: ¿Cómo piensan a la escuela? ¿Para qué creen que sirve la escuela? ¿Qué les gusta de la escuela? ¿Qué no les gusta de la escuela? ¿Qué tienen pensado hacer cuando terminen ?los que logran terminar de estudiar? ¿Cómo piensan el mundo en el futuro? ¿Cuáles son sus intereses dentro y fuera de la escuela? Estos son algunos de los interrogantes a partir de los cuales se pretende reconstruir los discursos de la población escolar en la actualidad, los que atravesados por algunos condicionamientos objetivos nos permitirán avanzar en la reconstrucción de algunos de los sentidos posibles que la población estudiada le otorga a su trayectoria escolar, en la escuela del siglo XXI. En este sentido, la hipótesis con la que se trabajará tiene que ver con que los estudiantes no son sujetos pasivos a los cuales los condicionantes objetivos/estructurales/sociodemográficos limitan por completo en relación a sus valoraciones de lo social, sino que pueden dar cuenta de lo que les sucede y desplegar diferentes estrategias, a partir claro está, de las formas en que viven la realidad.
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El presente trabajo parte de la siguiente pregunta: ¿Qué lugar ocupa hoy y cuál debería ocupar la Pedagogía en la formación de profesores en Ciencias de la Educación?; y en la búsqueda de una respuesta a esta pregunta surge a posteriori: ¿Se puede pensar la pedagogía como teoría crítica frente a las ciencias de la educación (entendidas como ciencias que producen "Teoría Tradicional")? Porque si esto fuera así los pedagogos tendríamos la responsabilidad de pensar una teoría de la educación de carácter emancipatorio para poder replantear la cuestión de "¿Hacia dónde va la educación?" Es decir, si la pedagogía es un saber y una reflexión sobre la práctica, debemos poder producir un saber que sea emancipatorio y propositivo que nos permita decir como apuntar al objetivo de la igualdad en la escuela. Es fundamental replantear en la formación de profesionales de la educación ¿Qué es lo que hacemos como educadores?, ¿Qué sentido tiene nuestro trabajo docente? ¿Para qué educar hoy? Habría que repensar el rol de la pedagogía posicionándola como teoría crítica en la formación de profesores en Ciencias de la Educación, teniendo en cuenta este marco actual que se nos presenta.
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La ponencia propone problematizar el paradigma de la normalidad implicado en los discursos pedagógicos centrados en el reconocimiento de la diversidad, puestos en circulación a partir de mediados de la década de 1980 en Argentina. Tomamos como punto de partida el surgimiento de los discursos pedagógicos normalizadores en el siglo XIX, donde se determinó y prescribió un tipo de comportamiento y grado de educabilidad natural y esperable. Normal es, siguiendo a Canguilhem, el término por el cual se va a designar el prototipo escolar y el estado de salud orgánica. El desvío o la transgresión a la norma hizo posible producir y clasificar a los sujetos bajo nominaciones de monstruosidad, degeneración, peligrosidad e indocilidad, delimitando a las infancias y juventudes anormales. En este sentido el saber pedagógico se constituyó en relación al saber médico, jurídico y psicológico, como el fundamento central de la escuela moderna. Resulta significativo mencionar que es en este período cuando la escuela comenzará a aplicar tecnologías de modo de definir los destinos del alumnado. Como señala M. Foucault el anormal es un tipo de niño, no un enfermo, es alguien sumergido dentro de la propia infancia normal. Sin embargo, en las últimas décadas del siglo XX, tanto en plano social como en el académico, surgieron miradas e iniciativas que han puesto en cuestión el poder normalizador. Así, tanto el movimiento de personas con discapacidad como, por ejemplo, los estudios e investigaciones realizadas en el marco de los disability studies, han irrumpido en la arena pública, denunciando los discursos y las relaciones de poder que mantienen a grupos e individuos en situación de opresión, desigualdad, invisibilización que los priva de una participación social e interlocución plena. Estas demandas han dado lugar a una re?exión crítica sobre los discursos pedagógicos centrados en la atención a la diversidad que, en términos generales, abordan la relación pedagógica a partir de concepciones como las de tolerancia, aceptación, integración, donde Uno tolera y el Otro es tolerado, el normal se contacta con el anormal que es el diverso, lo cual deja intacto, inconmovible, al paradigma de la normalidad. Esta perspectiva no exige repensar/se ni modificar/se ninguno de sus supuestos en razón de incluir a los otros en sus propias lógicas, a cambio despolitiza las diferencias y borra la desigualdad. Siendo que la génesis del discurso de la pedagogía es normalizador, se hace necesario retomar la pregunta propuesta por Valeria Flores "en tanto la normalidad es un producto de la pedagogía ¿Es posible una pedagogía que trabaje contra sí misma?"
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Como equipo de la cátedra "Pedagogía" del segundo año de las carreras de profesorado para la escuela secundaria plantearemos algunos interrogantes y reflexiones acerca de algunas cuestiones que consideramos prioritario instalar en el trayecto formativo del que participamos propiciando su problematización. Los ejes de construcción de la ciudadanía, la búsqueda de modelos sociales más justos y la posibilidad de una pedagogía de la diferencia se piensan atravesando la formación docente en vistas a la refundación de sentidos sobre el papel de la educación y del docente en la actualidad. Los cambios en el rol del estado, las transformaciones sociales, económicas y culturales acaecidas en las últimas décadas, las modificaciones en los vínculos intergeneracionales y su impacto en la educación formal requieren analizar las posibilidades y las nuevas condiciones del trabajo formativo escolar. La formación docente es pensada como un tránsito guiado por un conjunto de saberes, conformado por un itinerario de prácticas sociales orientadas por expectativas puestas en el futuro. Este recorrido supone tramos compartidos con otros que posibilitarán a los nuevos docentes la construcción de una identidad profesional, abriendo juegos de identificación y diferencias. Y esta definición es lo que en la actualidad suele inquietarnos por lo que resulta necesario redefinir el sentido de la educación en un nuevo mapa cultural. En ese sentido nos preguntamos cómo pensar una propuesta formativa que articule el respeto a la heterogeneidad cultural y la transmisión de diversos bienes culturales que posibiliten la inclusión social. Creemos en su posibilidad y que ello requiere instalar algunas cuestiones de debate al interior del currículum. La reflexión tiende a habilitar espacios para la construcción de saberes, prácticas y relaciones más plurales, democráticas y comprometidas con las realidades escolares y sociales actuales. Esta mirada supone la formación de docentes que superen posiciones dicotómicas y volver a pensar sentidos fundantes de la relación educación y sociedad, entre ellos la dimensión política, la educación como proyecto, la ciudadanía, la otredad, la justicia, la diferencia, la transmisión. Implica como institución formadora la apertura a nuevas problemáticas que necesitan instalarse en los debates y evitar acotar la propuesta de formación a saberes instrumentales comprendiendo la enseñanza desde su dimensión histórica, política, cultural y social. La indagación sobre estos sentidos intentará posibilitar situarse y actuar desde otro espacio favoreciendo transformaciones en el escenario social actual.
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El presente trabajo reúne las primeras aproximaciones a la investigación que se encuentra en desarrollo desde la Cátedra de Corrientes Pedagógicas Contemporáneas -Facultad de Filosofía y Humanidades- U.N.C. Se trata de un proyecto que se formula a partir de la inquietud académica y política en torno a la enseñanza como espacio especial para las profesiones de apropiación cultural, de formación y de vínculo con el saber en sus aspectos científicos y sociales más amplios. En las aulas universiarias se producen un conjunto de aprendizajes que ligan a los estudiantes y a los profesores con mundos académicos y profesionales cuyas singularidades permiten reconstruir la configuración de estilos y modos de subjetivación propios. El problema a indagar está referido a las particularidades que asumen en la actualidad los procesos de transmisión en carreras de la universidad (en este caso dos carreras de humanidades) analizando sus obtáculos, posibilidades y alternativas. Un complejo conjunto de factores estarían confluyendo en la emergencia de dificultades durante el cursado de las carreras universitarias, poniendo en tensión sus formatos de enseñanza. Entre ellos, interesa principalmente el impacto de las tecnologías y los sentidos diferentes respecto de la transmisión que se juegan en la interacción y relación intergeneracional entre sujetos pedagógicos. De modo que el proyecto articula para la indagación, tres cuestiones: las características de la enseñanza universitaria según campos de conocimiento, los cambios que introducen en ella los usos de las tecnologías y los sentidos que le adjudican los sujetos - entendidos como generaciones que se encuentran - a los procesos de transmisión. A los fines abrir la mirada hacia fenómenos escasamente estudiados y que pueden ser fértiles para delinear políticas académicas específicas y focalizadas, interesa abordar el conjunto de cambios que se estarían imponiendo a las universidades, provocando reconfiguraciones de importancia que afectan su calidad. Las consideraciones elaboradas en esta primera etapa de la investigación pretenden aportar al debate acerca de uno de los interrogantes planteados para el eje sobre la relación entre Pedagogía y Universidad, en tanto se orientan hacia la indagación de los criterios pedagógicos que orientan la formación de profesionales, en este caso de carreras de humanidades
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El campo de las pedagogías críticas ha sido materia de debate específico, en especial asociándola a la educación popular, y reenviando a filiaciones marxistas, gramscianas y freireanas. La investigación educacional ha recuperado esta concepción estableciendo vínculos sensibles con los movimientos y organizaciones sociales. Es decir, las formas de la resistencia recuperan la potencialidad de esta concepción, como instrumento de lucha.En esta ponencia proponemos problematizar el campo de las pedagogías críticas sobre la base de recuperar a la vez la crítica desnaturalizadora tanto de las formas de opresión como de resistencia. Asimismo, sostenemos la necesidad de reenviarlo a la praxis situada, lo que da apertura a dos desafíos: por una parte la necesidad de aprehender el vínculo pedagógico en su forma concreta y a la vez reenviarlo a una totalidad histórica. Por otra parte, recuperar una mirada ampliada que dialogue entre las pedagogías críticas situadas y una pedagogía radical en tanto concepción política, teórica, material y cultural. En especial, nos proponemos reflexionar, y aportar hallazgos derivados de nuestro trabajo de investigación y extensión que posibilita problematizar en torno a una pedagogía radical del trabajo y de las organizaciones y movimientos sociales. Nuestra tesis central plantea la necesidad de recuperar, desde la perspectiva de la pedagogía crítica, la noción de pedagogías situadas. El desafío se expresa en un examen profundo de la praxis pedagógica cuya forma concreta deriva de espacios que dan sentido y alcance a la praxis. Así, a partir del examen de las acciones pedagógicas que se despliegan en las fábricas desde las iniciativas empresariales y en los movimientos sociales como parte de las prácticas contrahegemónicas, emergen problemáticas que contribuyen en la postulación de una pedagogía crítica situada. Es justamente el aporte de una pedagogía radical situada el que provee herramientas potentes transforrmadoras de la opresión, sobre la base de visibilizar, desnaturalizando los instrumentos manipulatorios reificadores del conflicto capital/ trabajo. Y esos instrumentos de dominio aún requieren ser analizados en su forma concreta para transformarse en contenidos de una formación crítica para la resistencia y la transformación radical.
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Históricamente, la pedagogía nace de la mano de un niño que es conducido hacia la escuela en la Grecia Antigua. Un esclavo, un paidagogo, que guía y acompaña. Quizás, sea por este origen "inferior" que, cada vez que la pedagogía intenta entrar a algunas instituciones de educación "superior" y tematizar sobre "qué se hace cuando se enseña", (más allá de las carreras especializadas en educación), tenga que lidiar, con mayor o menor esfuerzo, por su reconocimiento. Parecería ser que en determinadas instituciones educativas, la pedagogía es "portadora de rostro" y por eso, es vista con desconfianza. "Es cosa de chicos", "es una disciplina que sirve a la escuela primaria", la pedagogía escolariza al adulto", "la pedagogía va en contra de la cultura del esfuerzo si se les da todo servido a los estudiantes" son algunas de las voces recogidas y escuchadas que se resisten al debate pedagógico sobre las prácticas de enseñanza. Pensar cómo enseñar y pensar quién es el estudiante que asiste a nuestra práctica docente, ¿Es escolarizarlo? ¿Qué práctica profesional no se piensa, no se planifica, no se evalúa? ¿No existirán otros motivos por las cuales la pedagogía no sea bien vista? Dice P. Meirieu en el título de un provocador artículo: "¿Y si el odio a la pedagogía no estuviera mostrando nada menos que el odio por la democracia?" Vale detenerse a estudiar esta asociación entre pedagogía democracia instituciones educativas, en la época actual. Y si de resistencia se trata, cuán osado podría ser el proyecto de pensar en una pedagogía doctoral para un nivel que representa el máximo grado académico. Nuestro propósito parte por retomar el origen, rescatar el verbo: acompañar. Más precisamente, la finalidad de esta ponencia apunta a compartir los fundamentos teóricos sobre una pedagogía de la formación doctoral. Frente a un sujeto exigido y tensionado por las acreditaciones del mundo académico, bajo el imperativo categórico de la excelencia, nos convoca un sujeto en proceso de transformación subjetiva, movilizadora y desestabilizante. Nos referimos a una pedagogía de la formación doctoral que pone en el centro de su pensamiento y su acción, a un sujeto deseante, con motivaciones, necesidades, en la búsqueda de sentido de su proyecto formativo personal profesional, en estado de problematización con sus saberes, sus experiencias y su relación con el saber. Un sujeto que elabora paulatinamente su autorización a construir saberes nuevos, volviéndose autor. En fin, un sujeto acompañado por una pedagogía doctoral.
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El presente ensayo se propone abordar la sexualidad como una de las dimensiones de la vulnerabilidad humana, de la vulnerabilidad corporal, que nos convoca a repensar y a cuestionar ciertas prácticas culturales entendiéndolas como prácticas pedagógicas que producen ciertas subjetividades e impiden/inhabilitan otras. Lo central en estas prácticas es que ponen en cuestión lo que se considera "humano". La pedagogía crítica, por una parte, provee las herramientas teóricas para indagar los efectos productores de los regímenes disciplinarios discursivos, y de la cultura como gran entramado configurador de sujetxs. Uno de los ejes es el reconocimiento de las múltiples relaciones asimétricas entre poder y conocimiento. La teoría queer, por el otro, aporta una mirada sobre la subjetividad como "provisional", habilitando el registro de la interrelación de distintos vectores de la diferencia que escapa lecturas binarias. Lo provisional remite a la vida de varones y mujeres no como algo fijo y dado de una vez y para siempre, sino como algo en constante fluir, abierto en su potencialidad. Tomando como eje el texto Vida Precaria. El poder del duelo y la violencia, de Judith Butler, me propongo interrogar desde una mirada pedagógica , algunos sentidos y prácticas que ponen en juego la violencia contra las personas bajo nociones normativas de la sexualidad, de lo que debe ser "lo humano". La mirada pedagógica que se propone, se entiende en su doble dimensión de producción, reproducción y transformación tanto de sujetxs como de conocimientos, no restringiéndose al espacio escolar. Es así que en el presente ensayo se busca abordar algunos eventos culturales que "actúan" la violencia en tanto invisibilizan y/o distorsionan lo humano, produciendo efectos materiales, en personas concretas.
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Desde hace algún tiempo, éste es el interrogante que formulamos en la clase inicial de Teoría Educativa, a sucesivos grupos de alumnos de todos lo profesorados de la Universidad Nacional del Sur, y que nos ocupa en las discusiones al interior de la cátedra acerca del mejoramiento de la propuesta de docencia. Una de las respuestas que nos venimos planteando está vinculada a nuestro convencimiento de que la Pedagogía - como campo de saber - tiene un papel central, desde la recuperación de la categoría de intervención, en la formación de los docentes, en tanto propone transformar la escuela y la educación de objeto naturalizado a objeto de reflexión y de problematización. Desde la propuesta de cátedra, intentamos así desnaturalizar la mirada sobre la educación como fenómeno social e histórico, analizando las relaciones contingentes entre educación y sociedad, la emergencia del formato escolar como forma legitimada de educar y las prácticas cotidianas de los sujetos en las escuelas, considerando las sujeciones institucionales pero también - y sobre todo - su potencial configurativo e instituyente. La estructura del programa de Teoría Educativa comprende cuatro unidades didácticas (I: El objeto pedagógico; II: Sociedad y educación; III: Sistema y Escuela; IV: Sujetos educativos), las que, desde una reflexión inicial sobre la educación; abordan progresivamente las relaciones que ésta mantiene con la sociedad, desde distintas perspectivas teóricas y su institucionalización en el sistema educativo, específicamente en la escuela, estructurada como tal por el saber pedagógico, que configura a su vez a los sujetos educativos. Desde la presencia de la materia en la formación inicial de docentes (ya que se encuentra en el segundo año de los planes de estudio de profesorado de esta universidad, como primera asignatura pedagógica) interesa en la presente ponencia compartir experiencias y reflexiones en la construcción de nuestra propuesta programática y en las concepciones pedagógicas subyacentes
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Partiendo de la etapa de transformaciones que estamos atravesando en la sociedad en general y en la educación en particular, encontrándonos frente a un horizonte de cambios que atañen a los lazos sociales, políticos y económicos, que acarreara profundas permutaciones en la vida social de los sujetos y consecuentemente en la producción de subjetividades, que emergen en un escenario concreto, complejo, transformador como es "la escuela", me interrogo: ¿Qué direccionalidades y sentidos se tejen e impactan en el marco social y subjetivo de los seres humanos?. ¿Cómo trata la escuela el tema que denomino subjetividades "emergentes en emergencia"?: que alude, a niños/as que trabajan, que están en situación de calle, o inmigrantes provenientes de otras comunidades, que quedan por fuera de "lo establecido", y en todo caso que es actualmente "lo establecido" que nos interpelan en el campo mismo de nuestra disciplina. Por lo cual considero que, apostar a una reflexión sobre los aportes de la pedagogía en este marco no es una posición ingenua, sino todo lo contrario, se trata de un posicionamiento que contemple una mirada reflexiva, que deje de lado la curiosidad ingenua y de lugar a la curiosidad epistemológica, genuina, a sabiendas de las controversias propias del campo, minado de tensiones y contradicciones en el cual se hace texto un escenario complejo que remite por un lado al objeto, método, prácticas, funciones de la pedagogía, reconociendo alcances y límites de la práctica disciplinar, por el otro lado. Sin perder de vista esa "modestia disciplinar", que se debe poner en juego a la hora de problematizar el escenario escolar, modestia que nos permite seguir interrogándonos, lúdicamente, creativamente en busca de esa sociedad más justa que anhelamos, esa Latinoamérica más igualitaria en términos de derechos sociales. Situando a la disciplina desde una perspectiva liberadora; considerando a la educación más allá del desarrollo y la socialización, habilitando y habitando el espacio para el pensamiento crítico, buscando estrategias educativas para poder vivir cotidianamente con la diferencia, respetando al "otro/a" en su singularidad y apostando a la construcción del diálogo.
Resumo:
Según indican estudios, resulta limitada la disponibilidad de canales para la formación horizontal entre docentes que sean pensados en torno de las propias experiencias pedagógicas. Asimismo, en diversos trabajos hemos identificado las múltiples dificultades vinculadas con la habilitación de espacios y tiempos para el trabajo colaborativo entre diversos actores del sistema educativo. Frente a este escenario, en esta presentación nos proponemos dar a conocer y problematizar una experiencia que venimos desarrollando en el marco del Programa de Extensión Universitaria "Red de Formación Docente y Narrativas Pedagógicas" que dirige Daniel H. Suárez en la FFyL/UBA. El Programa se encuentra en curso desde 2010, y tiene como antecedentes sucesivos proyectos de investigación que venimos desarrollando como Grupo Memoria Docente y Documentación Pedagógica. Se trata de una forma colectiva de organización vinculada con la reconstrucción del saber pedagógico, la activación de la memoria escolar y la movilización en el campo educativo. Esta Red articula colectivos de docentes que llevan adelante procesos de indagación narrativa de sus prácticas y del mundo escolar informados en el dispositivo de documentación narrativa de experiencias pedagógicas. Desde una perspectiva particular de investigación formación acción, nos proponemos establecer un espacio de co investigación, formación y trabajo conjunto entre colectivos de docentes, redes educativas, investigadores, docentes y estudiantes universitarios en virtud de la reconstrucción narrativa y reflexiva de la experiencia escolar y de los saberes pedagógicos construidos en torno de ella. En el Programa desarrollamos e implementamos un dispositivo de trabajo que genera relaciones horizontales entre docentes e investigadores y se orienta a la producción de relatos de experiencias escritos por los propios docentes, pretendiendo poner en foco la interpretación de las experiencias y saberes pedagógicos que los tienen como protagonistas. En este sentido, sostenemos que los procesos de documentación narrativa de experiencias pedagógicas, en tanto modalidad particular de investigación acción docente, encuentra un ámbito con fuertes potencialidades en el marco de la extensión universitaria, con vistas a sostener articulaciones no sólo entre miembros de la comunidad académica, sino entre los investigadores y otros sujetos de conocimiento (actores sociales, movimientos y organizaciones) para la producción y validación del saber. Desde la Red sostenemos la conveniencia de trabajar con otros actores para la construcción de un conocimiento más sensible, sofisticado y potente, y de generar espacios colaborativos entre participantes para la intervención en el debate pedagógico público.