999 resultados para Música-Tratados, manuales, etc.
Resumo:
El tratamiento de la nominalización desde un punto de vista sintáctico y discursivo revela una serie de características que se deberán tener presentes al analizar las realizaciones de los sintagmas que encabezan en un corpus textual. En primer lugar, es necesario observar la relación que mantiene la nominalización con una cláusula de verbo finito, de la cual hereda la estructura argumental. Sin embargo, con respecto a dicha cláusula se pierden los significados que aporta la flexión verbal, es decir, la modalidad y la temporalidad enunciativas así como el aspecto de la acción. Otro rasgo fundamental que desaparece con la nominalización es el carácter activo o pasivo de la acción en el caso de los verbos transitivos. Esto ha llevado a plantear la no recuperabilidad total de la cláusula que da origen a una nominalización. Desde el punto de vista discursivo, la nominalización deverbal permite al enunciador introducir en su enunciado objetos discursivos que han sido construidos en el discurso anterior (nominalización anafórica intradiscursiva) o bien presentarlos como preconstruidos, como ya dados de antemano. Al mismo tiempo, el enunciador puede o no saturar la estructura argumental del lexema nominalizado, de modo que los papeles temáticos de agente, de paciente, de meta, etc. pueden estar explícitamente integrados en el sintagma como complementos, o bien ser recuperables a partir del contexto, o bien quedar vacíos. La aparición de nominalizaciones preconstruidas en un discurso permite observar la presencia del interdiscurso, en la medida en que el enunciador presenta un enunciado anterior, procedente de otro lugar como un objeto ya dado, de cuya aserción no se hace cargo, pero que despliega la evidencia de lo consabido. A partir de estas consideraciones se analiza un corpus constituido por una serie de manuales escolares de Historia Argentina publicados entre 1980 y 2000, en los que el tratamiento de los gobiernos peronistas adquiere un particular interés dado el grado de conflictividad política que conlleva el tema en la sociedad argentina y, en consecuencia, en la educación pública del ciudadano
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Estudio del “Ensayo de una bibliografía comentada de manuales …” realizado por Vicente Castañeda y publicado en el año 1955 por la Real Academia de la Historia. El ensayo recoge las obras que coleccionaba el autor de libros de divulgación, tratados y manuales de todo tipo sobre conocimientos populares en materia científica, artística, costumbres, diversiones y oficios manuales que se publicaban en 8º principalmente.
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Número 316 en el catálogo de Vicente Galbis e Hilari García, bajo el título "Andante con variaciones"
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Se pretende estudiar los quioscos de música en un espacio, (Comunidad de Madrid), y en un tiempo, (desde 1897 año del más antiguo localizado en la Comunidad de Madrid, hasta 2005 por cambio de ciclo político y crisis económica, constando que la actividad constructiva, modificadora y destructiva de los quioscos de música sigue), difundiendo el estudio de los localizados, para que se valoren como objetos arquitectónicos, (de poco tamaño, pero situados y vistos en los lugares más representativos de las localidades. En la metodología de investigación seguida, se usan la inferencia inductiva y deductiva. Se establecen 3 fases en el proceso de investigación por el método inductivo-deductivo: Primera fase. En esta fase se establece la idea del tema de investigación, con el planteamiento del problema, realizándose la pregunta a la que se pretende responder. En este caso la pregunta es: ¿que tipología e invariantes definen a los quioscos de música, como objetos arquitectónicos dentro de los espacios públicos? Se definen luego los objetivos, con la identificación de un objetivo principal como son su tipología e invariantes, y en su caso otros objetivos específicos, como son sus usos y la creación de un modelo. Para ello se utiliza un marco teórico, relativo a los conocimientos que hay sobre la materia, y desde el que se produce la aproximación al problema, y se establece la metodología de trabajo. . Segunda fase, desarrollada en dos etapas: Primera etapa: Se realiza la elección del tipo de trabajo a realizar, es decir, como vamos a conocer la respuesta a la pregunta con un planteamiento cuantitativo, donde se trabaja con objetivos cerrados, y donde se sabe lo que se quiere investigar. En este caso son los objetivos específicos los que completan y marcan el tipo de trabajo. Lo primero que se realiza es un análisis histórico general de los objetos arquitectónicos que sirven de base a las futuras y actuales creaciones de quioscos de música. A continuación se realiza una búsqueda y trabajo de campo, en bibliotecas, páginas web, etc. con obtención de datos “in situ” sobre los quioscos de música, y una relación y descripción de los objetos a estudiar, limitados a la Comunidad de Madrid, desde finales del siglo XIX a principios del XXI, por su suficiente cantidad y representatividad, en relación al conjunto de los quioscos de música del conjunto de las comunidades de España. Segunda etapa: Se realiza el análisis e interpretación de los datos obtenidos, dando respuesta a la pregunta que se había realizado. En ella se vincula el marco teórico con los objetivos, se responde al objetivo principal como son la tipología e invariantes en relación a su composición arquitectónica, a sus elementos formales, a sus sistemas constructivos, a sus materiales, y a alguno de los objetivos específicos, como los usos de los quioscos de música, el diseño de un modelo y la creación de una base de datos de quioscos de música. Tercera fase: Se establecen las conclusiones de todo el trabajo de investigación realizado, y se responde a la posible definición de un modelo según lo planteado en la investigación. Se realiza la difusión/publicación de los conocimientos adquiridos, dando cuenta con rigor de como se ha desarrollado la investigación, ya que es la sociedad la principal receptora de los conocimientos adquiridos en la investigación, y dando la mayor amplitud de información posible, con los anexos y la bibliografía utilizada. En el planteamiento de este trabajo de investigación, hay que partir de la consideración de que los quioscos de música forman parte de los objetos arquitectónicos reconocidos popularmente, como propios de los individuos y de los colectivos que forman las sociedades, ya que forman o han formado parte de las vidas de generaciones de usuarios de los espacios públicos, con una imagen reconocible y que es parte de lo que identifica a cada localidad en la que existe. La situación actual de falta de datos, conocimiento e información sobre los quioscos de música, ha creado la necesidad de realizar un trabajo de investigación, con el objetivo de aportar lo que ahora falta, y crear las bases de futuros trabajos, profundizando en los conocimientos sobre esta materia y/o generando conocimiento en lo relacionado con ella. Uno de los condicionantes es que a pesar del gran número de ellos existente, no hay estudios ni bibliografía adecuada para realizar trabajos relacionados con su construcción, época, estilos, materiales, diseños, tipología etc. excepto en algunas monografías sobre los más representativos de comunidades, ciudades o pueblos concretos, pero que no representan el conjunto de ideales, motivos, épocas diferentes en que se crearon, y con que criterios estilísticos, sociales, de uso etc. se programaron por las distintas administraciones responsables de su construcción. Esta falta de información se suple normalmente con datos que aportan las personas que tienen alguna relación con los quioscos, como los conservadores, jardineros, vecinos, personas mayores, etc., y en algunos casos a través de búsqueda de información en páginas Web, pero con poco rigor y de poca fiabilidad. Se impone por tanto desarrollar una investigación que aporte información sobre la arquitectura de estos objetos, de bibliografía inexistente o insuficiente, consiguiendo que se incorporen en la tipología arquitectónica, adquiriendo la importancia y reconocimiento que se merecen, no solo arquitectónicamente, sino incluso a nivel social, porque en casi todos los casos se añade un componente de hito, de elemento reconocible y nostálgico, con una gran importancia simbólica en las sociedades a lo largo de la historia, dentro de los espacios donde cada uno se ha desarrollado. Para ello se desarrollan a continuación los objetivos tanto generales como específicos, el marco teórico con los conceptos, origen, evolución, estado del arte o estado de la cuestión en el momento actual de los quioscos de música, y la metodología a seguir, con una primera etapa de uso del método inductivo, donde se relacionan y describen los quioscos de música localizados en la Comunidad de Madrid, y una segunda etapa, donde se realiza el análisis y estudio de tipología, invariantes, usos y una propuesta de diseño de un modelo de quiosco de música atendiendo a los resultados de los trabajos realizados.
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La escalera de caracol es uno de los elementos que mejor define la evolución de la construcción pétrea a lo largo de nuestra historia moderna. El movimiento helicoidal de las piezas de una escalera muestra, con frecuencia, el virtuosismo que alcanzaron los maestros del arte de la cantería y la plasticidad, expresividad y ligereza de sus obras. A pesar de su origen exclusivamente utilitario y de su ubicación secundaria, se convertirán en signo de maestría y en elementos protagonistas del espacio que recorren y de la composición de los edificios, como es el caso de las grande vis de los Châteaux franceses del XVI como Blois, Chateaudun o Chambord o los schlosses alemanes como el de Hartenfels en Torgau. Este protagonismo queda patente en los tratados y manuscritos de cantería, elaborados fundamentalmente en España y Francia, a partir del siglo XVI que recogen un gran número de variantes de escaleras de caracol entre sus folios. Breve historia de la escalera de Caracol Los ejemplos más antiguos conocidos de escaleras de caracol en Occidente provienen de los primeros siglos de nuestra era y están asociados a construcciones de tipo conmemorativo, funerario o civil, romanas. Destaca de entre ellas la columna trajana, construida en el 113 por Apolodoro de Damasco en los Foros de Roma. Esta columna, conservada en la actualidad, fue profusamente representada por los tratados de arquitectura desde el Renacimento como el de Serlio, Caramuel, Piranesi, Rondelet y, más recientemente, Canina. Choisy describe en El arte de construir en Bizancio un grupo de escaleras de caracol cubiertas por bóvedas helicoidales y construidas entre el siglo IV y VIII; a esta misma época pertenecen otras escaleras con bóvedas aparejadas de forma desigual con sillarejos y sillares de pequeño tamaño sin reglas de traba claras, pensadas al igual que las de Choisy para ser revestidas con un mortero. Herederas de estas bóvedas de la antigüedad son las escaleras de caracol de la Edad Media. Así las describe Viollet le Duc: “compuestas por un machón construido en cantería, con caja perimetral circular, bóveda helicoidal construida en piedra sin aparejar, que se apoya en el machón y sobre el paramento circular interior. Estas bóvedas soportan los peldaños en los que las aristas son trazadas siguiendo los radios del círculo”. En esta misma época, siglos XI y XII, se construyen un grupo de escaleras de caracol abovedadas en piedra de cantería vista: las de la torre oeste de Notre Dame des Doms en Avignon, las de la tour de Roi, de Évêque y Bermonde de los Chateaux de Uzés, las gemelas de las torres de la Catedral Saint Théodorit de Uzés y la conocida escalera del transepto de la Abadía de Saint Gilles. Ésta última dará el nombre a uno de los modelos estereotómicos de mayor complejidad del art du trait o arte de la cantería: la vis Saint Gilles, que aparece en la mayoría de los textos dedicados al corte de piedras en España y Francia. La perfección y dificultad de su trazado hizo que, durante siglos, esta escalera de caracol fuera lugar de peregrinación de canteros y se convirtiera en el arquetipo de un modelo representado con profusión en los tratados hasta el siglo XIX. A partir del siglo XIII, será el husillo el tipo de escalera curva que dará respuesta a las intenciones de la arquitectura a la “moderna” o gótica. Estas escaleras con machón central se generalizarán, insertándose en un complejo sistema de circulaciones de servicio, que conectaban por completo, en horizontal y vertical, los edificios. Estos pasadizos horizontales y estas conexiones verticales, hábilmente incorporadas en el espesor de contrafuertes, machones, esquinas, etc, serán una innovación específicamente gótica, como señala Fitchen. La pieza de peldaño, que se fabrica casi “en serie” reflejará fielmente el espíritu racional y funcionalista de la arquitectura gótica. Inicialmente los peldaños serán prismáticos, sin labrar por su cara interior; después, éstos darán paso a escaleras más amables con los helicoides reglados formando su intradós. Insertos en construcciones góticas y en convivencia con husillos, encontramos algunos ejemplos de escaleras abovedadas en el siglo XIII y XIV. Estamos hablando de la escalera de la torre este del Castillo de Maniace en Siracusa, Sicilia y la escalera de la torre norte del transepto de la Catedral de Barcelona. En ambos casos, los caracoles se pueden relacionar con el tipo vis de Saint Gilles, pero incorporan invariantes de la construcción gótica que les hace mantener una relación tipológica y constructiva con los husillos elaborados en la misma época. En la segunda mitad del siglo XV aparecen, vinculadas al ámbito mediterráneo, un conjunto de escaleras en las que el machón central se desplaza transformándose en una moldura perimetral y dejando su lugar a un espacio hueco que permite el paso de la luz. Los tratados manuscritos de cantería que circulan en el XVI y XVII por España recogen el modelo con su denominación: caracol de Mallorca. Varios autores han mantenido la tesis de que el nombre proviene de la escalera situada en la torre noroeste de la Lonja de Palma de Mallorca. Los Manuscritos y tratados de Cantería y las escaleras de caracol Coincidiendo con la apertura intelectual que propicia el Renacimiento se publican algunos tratados de arquitectura que contienen capítulos dedicados al corte de las piedras. El primero de ellos es Le premier tome de l’Architecture de Philibert de L’Orme, publicado en 1567 en Francia. En España tenemos constancia de la existencia de numerosos cuadernos profesionales que circulaban entre los canteros. Varias copias de estos manuscritos han llegado hasta nuestros días. Los más completos son sin duda, las dos copias que se conservan del tratado de arquitectura de Alonso de Vandelvira, una en la Biblioteca Nacional y otra en la Biblioteca de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid y el manuscrito titulado Cerramientos y trazas de Montea de Ginés Martínez de Aranda. Todas estas colecciones de aparejos, con excepción de la atribuida a Pedro de Albiz, presentan trazas de escaleras de caracol. En los siglos XVII y XVIII los textos en España más interesantes para nuestras investigaciones son, como en el XVI, manuscritos que no llegaron a ver la imprenta. Entre ellos destacan De l’art del picapedrer de Joseph Gelabert y el Cuaderno de Arquitectura de Juan de Portor y Castro. Estos dos textos, que contienen varios aparejos de caracoles, están claramente vinculados con la práctica constructiva a diferencia de los textos impresos del XVIII, como los del Padre Tosca o el de Juan García Berruguilla, que dedican algunos capítulos a cortes de Cantería entre los que incluyen trazas de escaleras, pero desde un punto de vista más teórico. Podemos agrupar las trazas recogidas en los manuscritos y tratados en cinco grandes grupos: el caracol de husillo, el caracol de Mallorca, los caracoles abovedados, los caracoles exentos y los caracoles dobles. El husillo, de procedencia gótica, permanece en la mayoría de nuestros textos con diferentes denominaciones: caracol de husillo, caracol de nabo redondo o caracol macho. Se seguirá construyendo con frecuencia durante todo el periodo de la Edad Moderna. Los ejemplares más bellos presentan el intradós labrado formando un helicoide cilíndrico recto como es el caso del husillo del Monasterio de la Vid o el de la Catedral de Salamanca o un helicoide axial recto como en el de la Capilla de la Comunión en la Catedral de Santiago de Compostela. La diferencia estriba en la unión del intradós y el machón central: una amable tangencia en el primer caso o un encuentro marcado por una hélice en el segundo. El segundo tipo de caracol presente en casi todos los autores es el caracol de Mallorca. Vandelvira, Martínez de Aranda, y posteriormente Portor y Castro lo estudian con detenimiento. Gelabert, a mediados del siglo XVII, nos recordará su origen mediterráneo al presentar el que denomina Caracol de ojo abierto. El Caracol de Mallorca también estará presente en colecciones de aparejos como las atribuidas a Alonso de Guardia y Juan de Aguirre, ambas depositadas en la Biblioteca Nacional y en las compilaciones técnicas del siglo XVIII, de fuerte influencia francesa, aunque en este caso ya sin conservar su apelación original. El Caracol que dicen de Mallorca se extiende por todo el territorio peninsular de la mano de los principales maestros de la cantería. Los helicoides labrados con exquisita exactitud, acompañados de armoniosas molduras, servirán de acceso a espacios más representativos como bibliotecas, archivos, salas, etc. Es la escalera de la luz, como nos recuerda su apelación francesa, vis a jour. Precisamente en Francia, coincidiendo con el renacimiento de la arquitectura clásica se realizan una serie de escaleras de caracol abovedadas, en vis de Saint Gilles. Los tratados franceses, comenzando por De L’Orme, y siguiendo por, Jousse, Derand, Milliet Dechales, De la Hire, De la Rue, Frezier, Rondelet, Adhémar o Leroy, entre otros, recogen en sus escritos el modelo y coinciden en reconocer la dificultad de su trazado y el prestigio que adquirían los canteros al elaborar este tipo de escaleras. El modelo llega nuestras tierras en un momento histórico de productivo intercambio cultural y profesional entre Francia y España. Vandelvira, Martínez de Aranda y Portor y Castro analizan en sus tratados la “vía de San Gil”. En la provincia de Cádiz, en la Iglesia Mayor de Medina Sidonia, se construirá el más perfecto de los caracoles abovedados de la España renacentista. También en la provincia de Cádiz y vinculadas, posiblemente, a los mismos maestros encontramos un curioso grupo de escaleras abovedadas con generatriz circular horizontal. A pesar del extenso catálogo de escaleras presentes en la tratadística española, no aparece ninguna que muestre una mínima relación con ellas. Desde el punto de vista de la geometría, estamos ante uno de los tipos de escaleras que describe Choisy en El arte de construir en Bizancio. Se trata de escaleras abovedadas construidas por hojas y lechos horizontales. Los caracoles abovedados tendrán también su versión poligonal: la vis Saint Gilles quarré o el caracol de emperadores cuadrado en su versión vandelviresca. Las soluciones que dibujan los tratados son de planta cuadrada, pero la ejecución será poligonal en los raros ejemplos construidos, que se encuentran exclusivamente en Francia. Su geometría es compleja: el intradós es una superficie reglada alabeada denominada cilindroide; su trazado requiere una habilidad extrema y al ser un tanto innecesaria desde el punto de vista funcional, fue muy poco construida. Otro tipo de escalera habitual es la que Vandelvira y Martínez de Aranda denominan en sus tratados “caracol exento”. Se trata de una escalera volada alrededor de un pilar, sin apoyo en una caja perimetral y que, por lo tanto, debe trabajar en ménsula. Su función fue servir de acceso a espacios de reducidas dimensiones como púlpitos, órganos o coros. Encontramos ejemplos de estos caracoles exentos en el púlpito de la catedral de Viena y en España, en la subida al coro de la Iglesia arciprestal de Morella en Valencia. El largo repertorio de escaleras de caracol prosigue en los tratados y en las múltiples soluciones que encontramos en arquitecturas civiles y religiosas en toda Europa. Hasta varios caracoles en una sola caja: dobles e incluso triples. Dobles como el conocido de Chambord, o el doble husillo del Convento de Santo Domingo en Valencia, rematado por un caracol de Mallorca; triples como la triple escalera del Convento de Santo Domingo de Bonaval en Santiago de Compostela. La tratadística española recogerá dos tipos de caracoles dobles, el ya comentado en una sola caja, en versiones con y sin machón central, definidos por Martínez de Aranda, Juan de Aguirre, Alonso de Guardia y Joseph Gelabert y el caracol doble formado por dos cajas diferentes y coaxiales. Vandelvira lo define como Caracol de Emperadores. Será el único tipo de caracol que recoja Cristobal de Rojas en su Teoría y Práctica de Fortificación. No hay duda que las escaleras de caracol han formado parte de un privilegiado grupo de elementos constructivos en constante evolución e investigación a lo largo de la historia de la arquitectura en piedra. Desde el cantero más humilde hasta los grandes maestros catedralicios las construyeron y, en muchos casos, crearon modelos nuevos en los pergaminos de sus propias colecciones o directamente sobre la piedra. Estos modelos casi experimentales sirvieron para encontrar trabajo o demostrar un grado de profesionalidad a sus autores, que les hiciera, al mismo tiempo, ganarse el respeto de sus compañeros. Gracias a esto, se inició un proceso ese proceso de investigación y evolución que produjo una diversidad en los tipos, sin precedentes en otros elementos similares, y la transferencia de procedimientos dentro del arte de la cantería. Los grandes autores del mundo de la piedra propusieron multitud de tipos y variantes, sin embargo, el modelo de estereotomía tradicionalmente considerado más complejo y más admirado es un caracol de reducidas dimensiones construido en el siglo XII: la Vis de Saint Gilles. Posiblemente ahí es donde reside la grandeza de este arte.
Resumo:
La Sociología de la Música clásica en España es un amplio campo de conocimiento, y lo es en varios sentidos. De una parte, es un objeto de investigación novedoso; y por otro, y como consecuencia de lo anterior, hay pocos investigadores trabajando en la materia, a pesar de que algunos de los grandes sociólogos ya prestaron atención al arte y más específicamente a la música (como Weber (1977), Simmel (2003), Durkheim (2002), Bourdieu (2004, 2005, 2008), etc.). Actualmente, la Sociología de la Música es una disciplina en desarrollo que ofrece un interesante y atractivo campo de investigación. Este trabajo trata de contribuir al conocimiento de esta disciplina, describiendo las principales líneas que dibujan la situación de la música en España a lo largo del siglo XX, circunscrito al ámbito de la música clásica. Para España, el siglo XX contiene importante hitos políticos que tienen consecuencias en todos los niveles de la vida social: político, económico, social, cultural y también musical. El principal objetivo de esta investigación es encontrar las causas de la situación actual, cuáles son los factores que nos han llevado a este estado, cuáles son las debilidades, los puntos fuertes, en qué sentidos podemos mejorar, etc. Para sumergirnos en esta realidad se han utilizado diferentes metodologías que permiten un mejor y mayor acercamiento a nuestro objeto de estudio. El cuerpo de la investigación está dividido en cinco capítulos. El primer capítulo está dedicado a la introducción; en el que se hace un resumen de los principales autores y tendencias en Sociología de la Música...
Resumo:
En el presente trabajo de investigación se va a tratar la importancia que tiene la música en la vida de los adolescentes, y los estilos musicales que más cercanos están a ellos. La música está muy presente en la vida de los adolescentes ya que es un medio de expresión, identificación, relación con los demás, comunicación, etc. Por esta razón, resulta interesante reflexionar sobre la presencia en el aula entre la música popular, la tradicional y la clásica o culta, que se suele estudiar en la etapa de Educación Secundaria Obligatoria. También se indaga en el porqué de la preferencia de la música popular antes que la clásica, para intentar averiguar dónde está el vacío entre los gustos musicales de los estudiantes y aquellas músicas que incluye el currículo. Por lo tanto, el principal propósito del presente trabajo de investigación es averiguar cuáles son las preferencias musicales de los estudiantes, conocer los hábitos musicales de los adolescentes y del entorno donde conviven, conocer su cultura y conducta musical y por último, relacionar esos gustos musicales con los que se escuchan en el aula de música.
Resumo:
At head of title: Bolivia. Dirección de aduanas.
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"Ministerio de Relaciones Exteriores. Anexos a la Memoria."
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Publicación oficial.
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Name of editor, José Salinas, at head of title.
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Mode of access: Internet.
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Contiene : Vol. 1 - vol. 2 - vol. 3.
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Palau, VIII,
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Según Palau (187785) se trata de la 2a. ed.