1000 resultados para Españoles en el extranjero


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La escalera de caracol es uno de los elementos que mejor define la evolución de la construcción pétrea a lo largo de nuestra historia moderna. El movimiento helicoidal de las piezas de una escalera muestra, con frecuencia, el virtuosismo que alcanzaron los maestros del arte de la cantería y la plasticidad, expresividad y ligereza de sus obras. A pesar de su origen exclusivamente utilitario y de su ubicación secundaria, se convertirán en signo de maestría y en elementos protagonistas del espacio que recorren y de la composición de los edificios, como es el caso de las grande vis de los Châteaux franceses del XVI como Blois, Chateaudun o Chambord o los schlosses alemanes como el de Hartenfels en Torgau. Este protagonismo queda patente en los tratados y manuscritos de cantería, elaborados fundamentalmente en España y Francia, a partir del siglo XVI que recogen un gran número de variantes de escaleras de caracol entre sus folios. Breve historia de la escalera de Caracol Los ejemplos más antiguos conocidos de escaleras de caracol en Occidente provienen de los primeros siglos de nuestra era y están asociados a construcciones de tipo conmemorativo, funerario o civil, romanas. Destaca de entre ellas la columna trajana, construida en el 113 por Apolodoro de Damasco en los Foros de Roma. Esta columna, conservada en la actualidad, fue profusamente representada por los tratados de arquitectura desde el Renacimento como el de Serlio, Caramuel, Piranesi, Rondelet y, más recientemente, Canina. Choisy describe en El arte de construir en Bizancio un grupo de escaleras de caracol cubiertas por bóvedas helicoidales y construidas entre el siglo IV y VIII; a esta misma época pertenecen otras escaleras con bóvedas aparejadas de forma desigual con sillarejos y sillares de pequeño tamaño sin reglas de traba claras, pensadas al igual que las de Choisy para ser revestidas con un mortero. Herederas de estas bóvedas de la antigüedad son las escaleras de caracol de la Edad Media. Así las describe Viollet le Duc: “compuestas por un machón construido en cantería, con caja perimetral circular, bóveda helicoidal construida en piedra sin aparejar, que se apoya en el machón y sobre el paramento circular interior. Estas bóvedas soportan los peldaños en los que las aristas son trazadas siguiendo los radios del círculo”. En esta misma época, siglos XI y XII, se construyen un grupo de escaleras de caracol abovedadas en piedra de cantería vista: las de la torre oeste de Notre Dame des Doms en Avignon, las de la tour de Roi, de Évêque y Bermonde de los Chateaux de Uzés, las gemelas de las torres de la Catedral Saint Théodorit de Uzés y la conocida escalera del transepto de la Abadía de Saint Gilles. Ésta última dará el nombre a uno de los modelos estereotómicos de mayor complejidad del art du trait o arte de la cantería: la vis Saint Gilles, que aparece en la mayoría de los textos dedicados al corte de piedras en España y Francia. La perfección y dificultad de su trazado hizo que, durante siglos, esta escalera de caracol fuera lugar de peregrinación de canteros y se convirtiera en el arquetipo de un modelo representado con profusión en los tratados hasta el siglo XIX. A partir del siglo XIII, será el husillo el tipo de escalera curva que dará respuesta a las intenciones de la arquitectura a la “moderna” o gótica. Estas escaleras con machón central se generalizarán, insertándose en un complejo sistema de circulaciones de servicio, que conectaban por completo, en horizontal y vertical, los edificios. Estos pasadizos horizontales y estas conexiones verticales, hábilmente incorporadas en el espesor de contrafuertes, machones, esquinas, etc, serán una innovación específicamente gótica, como señala Fitchen. La pieza de peldaño, que se fabrica casi “en serie” reflejará fielmente el espíritu racional y funcionalista de la arquitectura gótica. Inicialmente los peldaños serán prismáticos, sin labrar por su cara interior; después, éstos darán paso a escaleras más amables con los helicoides reglados formando su intradós. Insertos en construcciones góticas y en convivencia con husillos, encontramos algunos ejemplos de escaleras abovedadas en el siglo XIII y XIV. Estamos hablando de la escalera de la torre este del Castillo de Maniace en Siracusa, Sicilia y la escalera de la torre norte del transepto de la Catedral de Barcelona. En ambos casos, los caracoles se pueden relacionar con el tipo vis de Saint Gilles, pero incorporan invariantes de la construcción gótica que les hace mantener una relación tipológica y constructiva con los husillos elaborados en la misma época. En la segunda mitad del siglo XV aparecen, vinculadas al ámbito mediterráneo, un conjunto de escaleras en las que el machón central se desplaza transformándose en una moldura perimetral y dejando su lugar a un espacio hueco que permite el paso de la luz. Los tratados manuscritos de cantería que circulan en el XVI y XVII por España recogen el modelo con su denominación: caracol de Mallorca. Varios autores han mantenido la tesis de que el nombre proviene de la escalera situada en la torre noroeste de la Lonja de Palma de Mallorca. Los Manuscritos y tratados de Cantería y las escaleras de caracol Coincidiendo con la apertura intelectual que propicia el Renacimiento se publican algunos tratados de arquitectura que contienen capítulos dedicados al corte de las piedras. El primero de ellos es Le premier tome de l’Architecture de Philibert de L’Orme, publicado en 1567 en Francia. En España tenemos constancia de la existencia de numerosos cuadernos profesionales que circulaban entre los canteros. Varias copias de estos manuscritos han llegado hasta nuestros días. Los más completos son sin duda, las dos copias que se conservan del tratado de arquitectura de Alonso de Vandelvira, una en la Biblioteca Nacional y otra en la Biblioteca de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid y el manuscrito titulado Cerramientos y trazas de Montea de Ginés Martínez de Aranda. Todas estas colecciones de aparejos, con excepción de la atribuida a Pedro de Albiz, presentan trazas de escaleras de caracol. En los siglos XVII y XVIII los textos en España más interesantes para nuestras investigaciones son, como en el XVI, manuscritos que no llegaron a ver la imprenta. Entre ellos destacan De l’art del picapedrer de Joseph Gelabert y el Cuaderno de Arquitectura de Juan de Portor y Castro. Estos dos textos, que contienen varios aparejos de caracoles, están claramente vinculados con la práctica constructiva a diferencia de los textos impresos del XVIII, como los del Padre Tosca o el de Juan García Berruguilla, que dedican algunos capítulos a cortes de Cantería entre los que incluyen trazas de escaleras, pero desde un punto de vista más teórico. Podemos agrupar las trazas recogidas en los manuscritos y tratados en cinco grandes grupos: el caracol de husillo, el caracol de Mallorca, los caracoles abovedados, los caracoles exentos y los caracoles dobles. El husillo, de procedencia gótica, permanece en la mayoría de nuestros textos con diferentes denominaciones: caracol de husillo, caracol de nabo redondo o caracol macho. Se seguirá construyendo con frecuencia durante todo el periodo de la Edad Moderna. Los ejemplares más bellos presentan el intradós labrado formando un helicoide cilíndrico recto como es el caso del husillo del Monasterio de la Vid o el de la Catedral de Salamanca o un helicoide axial recto como en el de la Capilla de la Comunión en la Catedral de Santiago de Compostela. La diferencia estriba en la unión del intradós y el machón central: una amable tangencia en el primer caso o un encuentro marcado por una hélice en el segundo. El segundo tipo de caracol presente en casi todos los autores es el caracol de Mallorca. Vandelvira, Martínez de Aranda, y posteriormente Portor y Castro lo estudian con detenimiento. Gelabert, a mediados del siglo XVII, nos recordará su origen mediterráneo al presentar el que denomina Caracol de ojo abierto. El Caracol de Mallorca también estará presente en colecciones de aparejos como las atribuidas a Alonso de Guardia y Juan de Aguirre, ambas depositadas en la Biblioteca Nacional y en las compilaciones técnicas del siglo XVIII, de fuerte influencia francesa, aunque en este caso ya sin conservar su apelación original. El Caracol que dicen de Mallorca se extiende por todo el territorio peninsular de la mano de los principales maestros de la cantería. Los helicoides labrados con exquisita exactitud, acompañados de armoniosas molduras, servirán de acceso a espacios más representativos como bibliotecas, archivos, salas, etc. Es la escalera de la luz, como nos recuerda su apelación francesa, vis a jour. Precisamente en Francia, coincidiendo con el renacimiento de la arquitectura clásica se realizan una serie de escaleras de caracol abovedadas, en vis de Saint Gilles. Los tratados franceses, comenzando por De L’Orme, y siguiendo por, Jousse, Derand, Milliet Dechales, De la Hire, De la Rue, Frezier, Rondelet, Adhémar o Leroy, entre otros, recogen en sus escritos el modelo y coinciden en reconocer la dificultad de su trazado y el prestigio que adquirían los canteros al elaborar este tipo de escaleras. El modelo llega nuestras tierras en un momento histórico de productivo intercambio cultural y profesional entre Francia y España. Vandelvira, Martínez de Aranda y Portor y Castro analizan en sus tratados la “vía de San Gil”. En la provincia de Cádiz, en la Iglesia Mayor de Medina Sidonia, se construirá el más perfecto de los caracoles abovedados de la España renacentista. También en la provincia de Cádiz y vinculadas, posiblemente, a los mismos maestros encontramos un curioso grupo de escaleras abovedadas con generatriz circular horizontal. A pesar del extenso catálogo de escaleras presentes en la tratadística española, no aparece ninguna que muestre una mínima relación con ellas. Desde el punto de vista de la geometría, estamos ante uno de los tipos de escaleras que describe Choisy en El arte de construir en Bizancio. Se trata de escaleras abovedadas construidas por hojas y lechos horizontales. Los caracoles abovedados tendrán también su versión poligonal: la vis Saint Gilles quarré o el caracol de emperadores cuadrado en su versión vandelviresca. Las soluciones que dibujan los tratados son de planta cuadrada, pero la ejecución será poligonal en los raros ejemplos construidos, que se encuentran exclusivamente en Francia. Su geometría es compleja: el intradós es una superficie reglada alabeada denominada cilindroide; su trazado requiere una habilidad extrema y al ser un tanto innecesaria desde el punto de vista funcional, fue muy poco construida. Otro tipo de escalera habitual es la que Vandelvira y Martínez de Aranda denominan en sus tratados “caracol exento”. Se trata de una escalera volada alrededor de un pilar, sin apoyo en una caja perimetral y que, por lo tanto, debe trabajar en ménsula. Su función fue servir de acceso a espacios de reducidas dimensiones como púlpitos, órganos o coros. Encontramos ejemplos de estos caracoles exentos en el púlpito de la catedral de Viena y en España, en la subida al coro de la Iglesia arciprestal de Morella en Valencia. El largo repertorio de escaleras de caracol prosigue en los tratados y en las múltiples soluciones que encontramos en arquitecturas civiles y religiosas en toda Europa. Hasta varios caracoles en una sola caja: dobles e incluso triples. Dobles como el conocido de Chambord, o el doble husillo del Convento de Santo Domingo en Valencia, rematado por un caracol de Mallorca; triples como la triple escalera del Convento de Santo Domingo de Bonaval en Santiago de Compostela. La tratadística española recogerá dos tipos de caracoles dobles, el ya comentado en una sola caja, en versiones con y sin machón central, definidos por Martínez de Aranda, Juan de Aguirre, Alonso de Guardia y Joseph Gelabert y el caracol doble formado por dos cajas diferentes y coaxiales. Vandelvira lo define como Caracol de Emperadores. Será el único tipo de caracol que recoja Cristobal de Rojas en su Teoría y Práctica de Fortificación. No hay duda que las escaleras de caracol han formado parte de un privilegiado grupo de elementos constructivos en constante evolución e investigación a lo largo de la historia de la arquitectura en piedra. Desde el cantero más humilde hasta los grandes maestros catedralicios las construyeron y, en muchos casos, crearon modelos nuevos en los pergaminos de sus propias colecciones o directamente sobre la piedra. Estos modelos casi experimentales sirvieron para encontrar trabajo o demostrar un grado de profesionalidad a sus autores, que les hiciera, al mismo tiempo, ganarse el respeto de sus compañeros. Gracias a esto, se inició un proceso ese proceso de investigación y evolución que produjo una diversidad en los tipos, sin precedentes en otros elementos similares, y la transferencia de procedimientos dentro del arte de la cantería. Los grandes autores del mundo de la piedra propusieron multitud de tipos y variantes, sin embargo, el modelo de estereotomía tradicionalmente considerado más complejo y más admirado es un caracol de reducidas dimensiones construido en el siglo XII: la Vis de Saint Gilles. Posiblemente ahí es donde reside la grandeza de este arte.

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Hemos realizado un estudio analítico del exilio artístico español en El Caribe, principalmente en la República Dominicana, con especial énfasis en las relaciones artísticas y culturales que establecieron los refugiados. Se trata de una contribución, a través de la figura de José Vela Zanetti, al exilio artístico español en Latinoamérica partiendo de la hipótesis de que la proyección creativa de estos artistas y las circunstancias históricas que los acompañaron, determinaron su obra e impactaron en la trayectoria del arte de los países de acogida. El objetivo general de esta tesis es el análisis de la producción artística de los españoles exiliados en Cuba, Puerto Rico y República Dominicana, con especial atención al caso dominicano y la figura del pintor José Vela Zanetti. Otro de los objetivos de esta investigación consiste en el estudio del vínculo de los artistas exiliados con las sociedades receptoras y sus relaciones con el colectivo de inmigrantes establecido en cada una de ellas. En este sentido, podemos determinar las redes artísticas que se tejieron en base a la participación de los creadores españoles en la vida cultural de los países de destino. Por último, tomaremos como caso de estudio la figura del artista burgalés José Vela Zanetti, cuyo paso por la República Dominicana dejó una profunda huella en el imaginario artístico del país. Hemos seleccionado a este pintor por su interesante trayectoria muralística en la isla dominicana y en otros países hispanoamericanos por los que peregrinó. Para llevar a cabo los objetivos propuestos en esta investigación, se ha establecido una metodología centrada en ofrecer una visión panorámica del exilio en El Caribe, hasta llegar al caso concreto de cada artista. Por tanto, ha sido fundamental la aproximación a cada uno de los contextos políticos, sociales y culturales que enmarcaron y condicionaron la producción artística de los creadores españoles. En este estudio hemos tenido en cuenta gran variedad de fuentes, desde una recopilación sistemática de la bibliografía propia del tema, hasta la consideración de fuentes documentales más concretas sin obviar las propias obras de arte como fuente esencial de estudio. Entre las fuentes primarias hemos incluido las publicaciones especializadas (actas de congresos, publicaciones científicas, publicaciones monográficas y catálogos de exposiciones), junto con las fuentes hemerográficas y epistolares. Éstas comprenden artículos de opinión, reportajes de exposiciones, correspondencia, críticas y fotografías aparecidas en prensa...

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Si la literatura española conoció en el siglo XVII lo que hoy llamaríamos un boom editorial, ese fue el que vivió el teatro. Innegable es la existencia de algunos precedentes concretos a lo largo del siglo XVI, pero no será hasta la siguiente centuria cuando se afiance la apuesta de los editores de literatura por el género teatral. Gracias a ellos se popularizaron en todos los estratos sociales las partes de comedias (a menudo vendidas también como desglosadas para llegar a todos los bolsillos) y, más tarde, las sueltas. En consecuencia, en el contexto del éxito literario de la comedia nueva, no basta con tener en cuenta las representaciones para entender en toda su magnitud la repercusión del teatro áureo. Es necesario prestar atención, además, a la otra vía principal de transmisión de los textos: la difusión impresa. Ambos aspectos son determinantes en la evolución de la comedia y, aunque en menor medida, de los otros géneros del siglo XVII. Por ello, para alcanzar una visión completa de lo que supuso el fenómeno teatral en el Barroco, es necesario un acercamiento que no olvide ninguno de los dos fenómenos. Para nuestra tesis doctoral, en consecuencia, hemos llevado a cabo precisamente un amplio estudio del menos conocido de esos dos ámbitos. Nuestra intención ha sido, pues, la de capturar en una imagen de conjunto los principales hitos de esa segunda vida de los textos teatrales. Para tal fin, hemos centrado nuestro trabajo en la difusión y el comercio del libro teatral del siglo XVII, entendiéndolo como uno de los objetos de consumo más característicos de su época. Para alcanzar nuestro objetivo, además, hemos partido de otros estudios filológicos, históricos, sociológicos, críticos o bibliográficos desde los que caminamos hacia una Historia del Libro y una Historia de la Lectura que puedan dar cuenta razonadamente del papel del teatro en las prensas de los talleres del Siglo de Oro...

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El objetivo de este estudio fue analizar: (a) la relación entre el consumo de tabaco y alcohol y el rendimiento académico y (b) la capacidad predictiva de los factores psicoeducativos y el abuso de alcohol y tabaco sobre el rendimiento académico en una muestra de 352 adolescentes españoles de 2º a 4º de Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Para analizar las variables cognitivo-motivacionales se utilizaron el Self-Description Questionnaire-II, la Sydney Attribution Scale y el Achievement Goal Tendencies Questionnaire. El consumo abusivo de alcohol y tabaco, el sexo y la repetición de curso fueron también evaluados utilizando medidas autoinformadas. El rendimiento académico fue evaluado a partir de los registros escolares. Se utilizaron análisis de frecuencias y regresión logística para analizar los datos. Los análisis de frecuencias revelaron que los estudiantes que abusan del tabaco y el alcohol presentan un rendimiento académico más pobre. Los análisis de regresión logística destacaron que los comportamientos saludables así como las variables educativas y cognitivo-motivacionales ejercieron un efecto predictivo diferente sobre el rendimiento académico dependiendo del área académica analizada. Estos resultados señalan que para mejorar el rendimiento académico en la adolescencia se han de tener en consideración no sólo variables académicas sino también variables relacionadas con la salud.

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A lo largo del siglo XX, la población española fue consolidando su proceso de transición nutricional y alimentaria. En la etapa pre-transicional, se produjo un renovado interés por las deficiencias que mostraba la alimentación de los niños y se apostó por la educación alimentaria-nutricional para superarlas. El objetivo del trabajo es analizar el estado nutricional, a través de la talla como parámetro antropométrico, que mostraba la población escolar del ámbito rural español, entre las décadas de 1950 y 1970, su evolución y las diferencias que existían entre regiones. Los resultados ponen de manifiesto que al inicio de la década de 1960 se apreciaban dos patrones: un primer grupo donde la estatura de los niños de la costa cantábrica, zona de Levante, Cataluña y Baleares, mostraba niveles similares a los de niños bien alimentados; y un segundo grupo donde las tallas eran inferiores, en el que se encontraban las regiones de Andalucía, Extremadura y Galicia. Entre 1954 y 1977, las tallas de los niños bien alimentados mostraron un incremento que fue especialmente intenso entre 1954 y la primera mitad de la década de 1960. En el caso de los niños y niñas que acudían a las escuelas nacionales del ámbito rural, también se produjo un significativo incremento en la talla, además de corregirse las diferencias regionales que existían al principio de los años sesenta. En todos aquellos avances habrían influido tanto el complemento alimenticio, como las actividades de educación alimentación y nutrición que se llevaron a cabo en el marco del Programa EDALNU.

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El testimonio de los actores, presente en autobiografías y memorias, en biografías de las que fueron partícipes, en entrevistas, espacios audiovisuales y otro tipo de documentos, constituye un instrumento de gran valor para conocer de primera mano cómo desempeñaron su oficio y otras cuestiones de interés relacionadas con la historia teatral y la historia cinematográfica de la España contemporánea. Esta tesis doctoral se ha centrado en el desarrollo del oficio actoral a partir de los argumentos de veinte intérpretes que sobresalieron en la profesión a partir de 1939, alcanzando los más en activo el fin de la dictadura franquista, continuando muchos de ellos su labor durante el último cuarto del siglo XX e incluso unos cuantos persistiendo en ella en los comienzos del XXI y hasta nuestros días.

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Appendix is separately paged and has separate t.-p.: Apéndices, Impresos de la Real sociedad patriótica y del Real consulado de la Habana. Adiciones á La imprenta en la Habana de José Toribio Medina. Habana, Imp. de "Cuba y América, " 1907. (16p.)