971 resultados para Doctrina Nacional Peronista
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Héroes, ortodoxos, disidentes o traidores. Los avatares de la Juventud Peronista Lealtad (1973-1976)
Resumo:
Se intenta mostrar la incidencia de los procesos políticos y sociales posteriores a la caída del gobierno peronista -1955- y a la Revolución Cubana -1959-, en la desorganización de la tradicional identidad del socialismo en la Argentina. En el Partido Socialista (PS), que había apoyado el golpe militar que derrocó a Perón, surgirá entonces una corriente crítica -sobre todo juvenil-, impactada por la potente oposición social y política con que los trabajadores "resistían" al nuevo régimen, y también por el ejemplo de los jóvenes revolucionarios cubanos. Ambos procesos, provocaron la radicalización de la izquierda socialista que: 1- en el plano discursivo, re-examinó la caracterización de su partido sobre el peronismo, y comenzó a considerarlo en términos de "movimiento de liberación nacional" y potencial portador de energías revolucionarias; 2- de manera concordante, en el plano práctico, desarrolló estrategias de acercamiento con los sectores combativos de ese movimiento, y con otros grupos que como ella misma, comenzaban a definirse como parte de una "nueva izquierda". En medio de un proceso de alta conflictividad partidaria, se produjeron sucesivas divisiones en el PS, y en sus sectores de izquierda, una novedosa reelaboración de la identidad y la línea política del socialismo: se denunció la visión "liberal" y "reformista" de los sectores tradicionales del Partido, y se trató de articular los principios de la doctrina socialista con contenidos propios del "nacionalismo popular y revolucionario". Frente a una línea político-estratégica que hasta entonces había privilegiado la identidad partidaria y la vía electoral y parlamentaria, se pasó a la promoción de una política frentista y a la exaltación de una perspectiva de corte insurreccional -dentro de la cual los momentos electorales y la actividad parlamentaria sólo contaban en tanto "recursos tácticos". En la ponencia se revisan algunos temas y "cuestiones" que permiten echar luz sobre las razones que facilitaron o promovieron ese tránsito, vinculándolo no sólo con el llamado "clima de época", sino también con la conflictiva vida política argentina, en un período caracterizado por la proscripción del peronismo, la presencia política de las Fuerzas Armadas, la debilidad de los partidos políticos y el envilecimiento de las instituciones democráticas
Resumo:
La tesis reconstruye la trayectoria político organizacional de la Concentración Nacional Universitaria desde sus orígenes hasta su reconfiguración hacia mediados de la década de 1970. La CNU fue el resultado de una amalgama singular de ideas, experiencias, prácticas y actores que, a contramano de su corta existencia, atraviesa un largo período del siglo XX argentino. Carlos Disandro fue el vehículo que posibilitó la circulación de las ideas forjadas en el seno del nacionalcatolicismo cordobés de los años '30 en otras latitudes. Su itinerario personal, intelectual y político entre Córdoba y La Plata permite visualizar el impacto de este conjunto de ideas en la dinámica del nacionalismo platense. Hacia finales de los años '50, ese conjunto de ideas del nacionalcatolicismo primario se complejizó notoriamente. Fue en La Plata donde Disandro terminó por conformar su propio "collage ideológico", sumando al pensamiento contrarrevolucionario, la filosofía tomista y las ideas de la "Nación católica", su definida adhesión al peronismo y un peculiar modo de definirse como universitario. El derrotero de la CNU puede alumbrar un camino renovado y singular en la vinculación entre el nacionalismo y el peronismo que posibilitó, a la vez, una vía de radicalización dentro del campo de la derecha. La utilización de la acción directa violenta por parte de la CNU pone de manifiesto la radicalización de las prácticas políticas empleadas por la organización. Esta, a la vez que contribuyó a recrear el clima crecientemente reinante de radicalización política propia de la época, fue en parte -junto a las raíces propias de la CNU- el resultado del contexto radicalizado de entonces. Vinculado a ello, aunque en otro orden de cuestiones, no habría que confundir el objetivo político de la organización, manifestado en forma recurrente como una intención por volver a la primera experiencia peronista, como un mero retorno a un pasado idealizado. Regenerar la experiencia peronista de mediados de siglo guarecía, en este contexto de radicalización y de la mano de ideas y prácticas igualmente radicalizadas, un horizonte político también transformador identificado con la restauración conservadora. En los primeros años de la década del '70, éste asumió como principal objetivo desarticular el proyecto político que desde el propio peronismo postulaba el socialismo nacional. Este último señalamiento comenzó a plasmarse lentamente a partir de 1971. En plena reorganización partidaria comenzaron a visualizarse las primeras disputas entre el ala izquierda y el peronismo ortodoxo y de derecha. Entre estos últimos se encontraba la CNU que, entre 1971 y 1973, articuló con la Rama sindical a la que acompañó en la puja por espacio dentro de la estructura del justicialismo. La gestación de este espacio consistió en una apuesta estratégica que se respaldaba en una larga serie de vínculos organizacionales e ideológicos. Si bien quedaron marginados en las disputas de la interna Justicialista, la trama que vinculó a la CNU con otras organizaciones políticas y sindicales configuró un cartel político-sindical que desplegó un rol notorio desde 1973. En especial tras los sucesos del 20 de junio, las organizaciones del cartel político-sindical imprimieron un dinamismo creciente a las acciones que realizaron con el propósito de socavar las bases de apoyo del peronismo revolucionario. En esta dirección, a diferencia del resultado negativo que habían obtenido en el marco de la reorganización del Justicialismo, estos sectores contaron con el apoyo explícito del propio Perón. Si desde junio de 1973 la tensión de la disputa intraperonista fue creciendo, el asesinato de Rucci, en septiembre de ese año, marcó el punto de ruptura. Las formulaciones vertidas en el "Documento Reservado" iniciaban oficialmente -y como política emanada desde el propio partido- la contienda contra la "infiltración marxista" en el peronismo. A partir de entonces la CNU desplegó dentro de la UNLP una serie de acciones que, impulsadas por el clima reinante y en línea con lo que había sostenido a lo largo de los años previos, buscaron "destruir a la Universidad Marxista". Bajo esta idea rectora, entre 1973 y 1974 realizó múltiples intervenciones en la UNLP cuyo punto culminante consistió en el secuestro y asesinato de Carlos Miguel y Rodolfo Achem en octubre de 1974
Resumo:
La tesis reconstruye la trayectoria político organizacional de la Concentración Nacional Universitaria desde sus orígenes hasta su reconfiguración hacia mediados de la década de 1970. La CNU fue el resultado de una amalgama singular de ideas, experiencias, prácticas y actores que, a contramano de su corta existencia, atraviesa un largo período del siglo XX argentino. Carlos Disandro fue el vehículo que posibilitó la circulación de las ideas forjadas en el seno del nacionalcatolicismo cordobés de los años '30 en otras latitudes. Su itinerario personal, intelectual y político entre Córdoba y La Plata permite visualizar el impacto de este conjunto de ideas en la dinámica del nacionalismo platense. Hacia finales de los años '50, ese conjunto de ideas del nacionalcatolicismo primario se complejizó notoriamente. Fue en La Plata donde Disandro terminó por conformar su propio "collage ideológico", sumando al pensamiento contrarrevolucionario, la filosofía tomista y las ideas de la "Nación católica", su definida adhesión al peronismo y un peculiar modo de definirse como universitario. El derrotero de la CNU puede alumbrar un camino renovado y singular en la vinculación entre el nacionalismo y el peronismo que posibilitó, a la vez, una vía de radicalización dentro del campo de la derecha. La utilización de la acción directa violenta por parte de la CNU pone de manifiesto la radicalización de las prácticas políticas empleadas por la organización. Esta, a la vez que contribuyó a recrear el clima crecientemente reinante de radicalización política propia de la época, fue en parte -junto a las raíces propias de la CNU- el resultado del contexto radicalizado de entonces. Vinculado a ello, aunque en otro orden de cuestiones, no habría que confundir el objetivo político de la organización, manifestado en forma recurrente como una intención por volver a la primera experiencia peronista, como un mero retorno a un pasado idealizado. Regenerar la experiencia peronista de mediados de siglo guarecía, en este contexto de radicalización y de la mano de ideas y prácticas igualmente radicalizadas, un horizonte político también transformador identificado con la restauración conservadora. En los primeros años de la década del '70, éste asumió como principal objetivo desarticular el proyecto político que desde el propio peronismo postulaba el socialismo nacional. Este último señalamiento comenzó a plasmarse lentamente a partir de 1971. En plena reorganización partidaria comenzaron a visualizarse las primeras disputas entre el ala izquierda y el peronismo ortodoxo y de derecha. Entre estos últimos se encontraba la CNU que, entre 1971 y 1973, articuló con la Rama sindical a la que acompañó en la puja por espacio dentro de la estructura del justicialismo. La gestación de este espacio consistió en una apuesta estratégica que se respaldaba en una larga serie de vínculos organizacionales e ideológicos. Si bien quedaron marginados en las disputas de la interna Justicialista, la trama que vinculó a la CNU con otras organizaciones políticas y sindicales configuró un cartel político-sindical que desplegó un rol notorio desde 1973. En especial tras los sucesos del 20 de junio, las organizaciones del cartel político-sindical imprimieron un dinamismo creciente a las acciones que realizaron con el propósito de socavar las bases de apoyo del peronismo revolucionario. En esta dirección, a diferencia del resultado negativo que habían obtenido en el marco de la reorganización del Justicialismo, estos sectores contaron con el apoyo explícito del propio Perón. Si desde junio de 1973 la tensión de la disputa intraperonista fue creciendo, el asesinato de Rucci, en septiembre de ese año, marcó el punto de ruptura. Las formulaciones vertidas en el "Documento Reservado" iniciaban oficialmente -y como política emanada desde el propio partido- la contienda contra la "infiltración marxista" en el peronismo. A partir de entonces la CNU desplegó dentro de la UNLP una serie de acciones que, impulsadas por el clima reinante y en línea con lo que había sostenido a lo largo de los años previos, buscaron "destruir a la Universidad Marxista". Bajo esta idea rectora, entre 1973 y 1974 realizó múltiples intervenciones en la UNLP cuyo punto culminante consistió en el secuestro y asesinato de Carlos Miguel y Rodolfo Achem en octubre de 1974
Resumo:
La tesis reconstruye la trayectoria político organizacional de la Concentración Nacional Universitaria desde sus orígenes hasta su reconfiguración hacia mediados de la década de 1970. La CNU fue el resultado de una amalgama singular de ideas, experiencias, prácticas y actores que, a contramano de su corta existencia, atraviesa un largo período del siglo XX argentino. Carlos Disandro fue el vehículo que posibilitó la circulación de las ideas forjadas en el seno del nacionalcatolicismo cordobés de los años '30 en otras latitudes. Su itinerario personal, intelectual y político entre Córdoba y La Plata permite visualizar el impacto de este conjunto de ideas en la dinámica del nacionalismo platense. Hacia finales de los años '50, ese conjunto de ideas del nacionalcatolicismo primario se complejizó notoriamente. Fue en La Plata donde Disandro terminó por conformar su propio "collage ideológico", sumando al pensamiento contrarrevolucionario, la filosofía tomista y las ideas de la "Nación católica", su definida adhesión al peronismo y un peculiar modo de definirse como universitario. El derrotero de la CNU puede alumbrar un camino renovado y singular en la vinculación entre el nacionalismo y el peronismo que posibilitó, a la vez, una vía de radicalización dentro del campo de la derecha. La utilización de la acción directa violenta por parte de la CNU pone de manifiesto la radicalización de las prácticas políticas empleadas por la organización. Esta, a la vez que contribuyó a recrear el clima crecientemente reinante de radicalización política propia de la época, fue en parte -junto a las raíces propias de la CNU- el resultado del contexto radicalizado de entonces. Vinculado a ello, aunque en otro orden de cuestiones, no habría que confundir el objetivo político de la organización, manifestado en forma recurrente como una intención por volver a la primera experiencia peronista, como un mero retorno a un pasado idealizado. Regenerar la experiencia peronista de mediados de siglo guarecía, en este contexto de radicalización y de la mano de ideas y prácticas igualmente radicalizadas, un horizonte político también transformador identificado con la restauración conservadora. En los primeros años de la década del '70, éste asumió como principal objetivo desarticular el proyecto político que desde el propio peronismo postulaba el socialismo nacional. Este último señalamiento comenzó a plasmarse lentamente a partir de 1971. En plena reorganización partidaria comenzaron a visualizarse las primeras disputas entre el ala izquierda y el peronismo ortodoxo y de derecha. Entre estos últimos se encontraba la CNU que, entre 1971 y 1973, articuló con la Rama sindical a la que acompañó en la puja por espacio dentro de la estructura del justicialismo. La gestación de este espacio consistió en una apuesta estratégica que se respaldaba en una larga serie de vínculos organizacionales e ideológicos. Si bien quedaron marginados en las disputas de la interna Justicialista, la trama que vinculó a la CNU con otras organizaciones políticas y sindicales configuró un cartel político-sindical que desplegó un rol notorio desde 1973. En especial tras los sucesos del 20 de junio, las organizaciones del cartel político-sindical imprimieron un dinamismo creciente a las acciones que realizaron con el propósito de socavar las bases de apoyo del peronismo revolucionario. En esta dirección, a diferencia del resultado negativo que habían obtenido en el marco de la reorganización del Justicialismo, estos sectores contaron con el apoyo explícito del propio Perón. Si desde junio de 1973 la tensión de la disputa intraperonista fue creciendo, el asesinato de Rucci, en septiembre de ese año, marcó el punto de ruptura. Las formulaciones vertidas en el "Documento Reservado" iniciaban oficialmente -y como política emanada desde el propio partido- la contienda contra la "infiltración marxista" en el peronismo. A partir de entonces la CNU desplegó dentro de la UNLP una serie de acciones que, impulsadas por el clima reinante y en línea con lo que había sostenido a lo largo de los años previos, buscaron "destruir a la Universidad Marxista". Bajo esta idea rectora, entre 1973 y 1974 realizó múltiples intervenciones en la UNLP cuyo punto culminante consistió en el secuestro y asesinato de Carlos Miguel y Rodolfo Achem en octubre de 1974
Resumo:
Se intenta mostrar la incidencia de los procesos políticos y sociales posteriores a la caída del gobierno peronista -1955- y a la Revolución Cubana -1959-, en la desorganización de la tradicional identidad del socialismo en la Argentina. En el Partido Socialista (PS), que había apoyado el golpe militar que derrocó a Perón, surgirá entonces una corriente crítica -sobre todo juvenil-, impactada por la potente oposición social y política con que los trabajadores "resistían" al nuevo régimen, y también por el ejemplo de los jóvenes revolucionarios cubanos. Ambos procesos, provocaron la radicalización de la izquierda socialista que: 1- en el plano discursivo, re-examinó la caracterización de su partido sobre el peronismo, y comenzó a considerarlo en términos de "movimiento de liberación nacional" y potencial portador de energías revolucionarias; 2- de manera concordante, en el plano práctico, desarrolló estrategias de acercamiento con los sectores combativos de ese movimiento, y con otros grupos que como ella misma, comenzaban a definirse como parte de una "nueva izquierda". En medio de un proceso de alta conflictividad partidaria, se produjeron sucesivas divisiones en el PS, y en sus sectores de izquierda, una novedosa reelaboración de la identidad y la línea política del socialismo: se denunció la visión "liberal" y "reformista" de los sectores tradicionales del Partido, y se trató de articular los principios de la doctrina socialista con contenidos propios del "nacionalismo popular y revolucionario". Frente a una línea político-estratégica que hasta entonces había privilegiado la identidad partidaria y la vía electoral y parlamentaria, se pasó a la promoción de una política frentista y a la exaltación de una perspectiva de corte insurreccional -dentro de la cual los momentos electorales y la actividad parlamentaria sólo contaban en tanto "recursos tácticos". En la ponencia se revisan algunos temas y "cuestiones" que permiten echar luz sobre las razones que facilitaron o promovieron ese tránsito, vinculándolo no sólo con el llamado "clima de época", sino también con la conflictiva vida política argentina, en un período caracterizado por la proscripción del peronismo, la presencia política de las Fuerzas Armadas, la debilidad de los partidos políticos y el envilecimiento de las instituciones democráticas
Resumo:
Fil: Robles, Horacio Baltazar. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
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Fil: Carnagui, Juan Luis. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
Resumo:
El objetivo de este artículo apunta a visualizar los homenajes efectuados en memoria de Eva Perón como instancias de participación en la Resistencia peronista (1955-1963), a partir del análisis de fuentes periodísticas, informes de inteligencia y entrevistas. La observación de este tipo de prácticas nos ha permitido analizar cómo se realizó el proceso de construcción de memoria durante esta etapa y sus anclajes materiales, el carácter religioso que impregnó a dichas prácticas, y cómo la imagen de Eva Perón se constituyó en una instancia de legitimación para la participación política femenina, aunque fueron atributos conservadores los que habilitaron dicha participación
Resumo:
Pensar las políticas que los gobiernos de Juan Domingo Perón entre 1946 y 1955 desarrollaron en materia de cultura física en dos de los municipios más representativos del sur del Gran Buenos Aires, como son Avellaneda y Quilmes, permite reflexionar no sólo acerca de los hechos locales sino también de los procesos nacionales coyunturales. En efecto, el proyecto político peronista encontró en el decidido fomento a la educación de los cuerpos los argumentos legitimadores para, por un lado, gobernar sentidos en el campo de la salud pública y, por el otro, transmitir un ideario concreto respecto aconceptos centrales para la cosmovisión peronista tales como patria, comunidad y sociedad. Discursos amparados en la doctrina peronista de formar ciudadanos (fuertes y sanos) para la Nueva Argentina que pretendía dejar atrás las viejas bases liberales económicas y políticas, fuertemente denostadas en el proceso de constitución de la nueva fuerza política. La conformación de los ?héroes deportivos?, un nuevo actor social que sintetiza el modelo a seguir, es el objeto de estudio de la presente investigación, siendo analizado a través de las prensas gráficas locales avellanedense y quilmeña, las cuales contribuyeron a configurar una renovada política respecto de la educación de los cuerpos