6 resultados para second phase
em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina
Resumo:
El Territorio hoy es visto como una totalidad organizada que no puede ser pensada separando cada uno de los elementos que la componen; cada uno de ellos es definido por su relación con los otros elementos. Así, un pensamiento que integra diferentes disciplinas y saberes comienza a manejar una realidad que lejos está de definir certezas inamovibles, y comienza a vislumbrar horizontes estratégicos. La adaptación a la no linealidad de las relaciones que se dan sobre el territorio, y la diferencia de velocidades en las que actúan los distintos actores, nos exige hacer de la flexibilidad una característica esencial de la metodología de planificación estratégica. La multi-causalidad de los fenómenos que estructuran el territorio nos obliga a construir criterios cualitativos, entendiendo que nos es imposible la medición de estas cadenas causales y su reconstrucción completa en el tiempo; sin dejar por ello de edificar un marco profundo de acción y transformación que responda a una realidad cierta y veraz. Los fenómenos producidos sobre el territorio nunca actúan de manera aislada, lo que implica una responsabilidad a la hora de comprender las sinergias y la restricción que afectan los resultados de los procesos desatados. La presente ponencia corresponde a la Segunda Fase del proceso de identificación estratégica de los proyectos Plan Estratégico Territorial (PET) que se inició en el año 2005; dicho Plan es llevada a cabo por la Subsecretaría de Planificación Territorial del Ministerio de Planificación Federal y fue abordado sobre la base de tres pretensiones: institucionalizar el ejercicio del pensamiento estratégico, fortalecer la metodología de trabajo transdisciplinaria y multisectorial, y diseñar un sistema de ponderación de proyectos estratégicos de infraestructura, tanto a nivel provincial como nacional, con una fuerte base cualitativa. Este proceso dio como resultado una cartera ponderada de proyectos de infraestructura conjuntamente con una metodología que permitió consolidar los equipos provinciales de planificación, tanto en su relación con los decisores políticos como con los actores de los múltiples sectores del gobierno, y en estos resultados consolidar y reforzar una cultura del pensamiento estratégico sobre el territorio
Resumo:
El objetivo de este artículo es mostrar cuáles fueron las características de la política agrícola stricto sensu que favoreció el agronegocio y el desarrollo agropecuario en Brasil en los últimos 30 años. Para entender este proceso, se realiza una breve descripción de los instrumentos de política agrícola adoptados por el Gobierno en ese lapso, en función de la necesidad de adaptarse a las exigencias de la OMC y a las restricciones de la coyuntura. En la primera fase, de 1964 hasta 1985, se consiguió aumentar significativamente la producción agrícola garantizando el abastecimiento interno, que era el gran obstáculo verificado en el período pre-1964. La modernización agrícola fue conseguida con un gran costo social, pero cabe resaltar que esta cuestión no era una preocupación central de los gobiernos militares. En la segunda fase (1985-2001), cuando comienza la redemocratización, la política agrícola también se integra y es consistente con los objetivos macroeconómicos. Se buscaba en esa época disminuir el déficit fiscal y pagar la deuda externa, lo que fue conseguido con los grandes excedentes generados por el agronegocio a pesar de la disminución drástica de los subsidios agrícolas que fue necesario implementar. En el tercer período (2002-presente) se busca conciliar la promoción del agronegocio con la reducción de la pobreza, que era una agenda pendiente de la democratización y que había sido postergada en función de la necesidad de resolver los problemas fiscales e inflacionarios de la década del 80. Una vez resuelto el problema de la inflación, el Estado recupera su capacidad de planificación y comienza a atacar los problemas sociales.
Resumo:
El objetivo de este artículo es mostrar cuáles fueron las características de la política agrícola stricto sensu que favoreció el agronegocio y el desarrollo agropecuario en Brasil en los últimos 30 años. Para entender este proceso, se realiza una breve descripción de los instrumentos de política agrícola adoptados por el Gobierno en ese lapso, en función de la necesidad de adaptarse a las exigencias de la OMC y a las restricciones de la coyuntura. En la primera fase, de 1964 hasta 1985, se consiguió aumentar significativamente la producción agrícola garantizando el abastecimiento interno, que era el gran obstáculo verificado en el período pre-1964. La modernización agrícola fue conseguida con un gran costo social, pero cabe resaltar que esta cuestión no era una preocupación central de los gobiernos militares. En la segunda fase (1985-2001), cuando comienza la redemocratización, la política agrícola también se integra y es consistente con los objetivos macroeconómicos. Se buscaba en esa época disminuir el déficit fiscal y pagar la deuda externa, lo que fue conseguido con los grandes excedentes generados por el agronegocio a pesar de la disminución drástica de los subsidios agrícolas que fue necesario implementar. En el tercer período (2002-presente) se busca conciliar la promoción del agronegocio con la reducción de la pobreza, que era una agenda pendiente de la democratización y que había sido postergada en función de la necesidad de resolver los problemas fiscales e inflacionarios de la década del 80. Una vez resuelto el problema de la inflación, el Estado recupera su capacidad de planificación y comienza a atacar los problemas sociales.
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El Territorio hoy es visto como una totalidad organizada que no puede ser pensada separando cada uno de los elementos que la componen; cada uno de ellos es definido por su relación con los otros elementos. Así, un pensamiento que integra diferentes disciplinas y saberes comienza a manejar una realidad que lejos está de definir certezas inamovibles, y comienza a vislumbrar horizontes estratégicos. La adaptación a la no linealidad de las relaciones que se dan sobre el territorio, y la diferencia de velocidades en las que actúan los distintos actores, nos exige hacer de la flexibilidad una característica esencial de la metodología de planificación estratégica. La multi-causalidad de los fenómenos que estructuran el territorio nos obliga a construir criterios cualitativos, entendiendo que nos es imposible la medición de estas cadenas causales y su reconstrucción completa en el tiempo; sin dejar por ello de edificar un marco profundo de acción y transformación que responda a una realidad cierta y veraz. Los fenómenos producidos sobre el territorio nunca actúan de manera aislada, lo que implica una responsabilidad a la hora de comprender las sinergias y la restricción que afectan los resultados de los procesos desatados. La presente ponencia corresponde a la Segunda Fase del proceso de identificación estratégica de los proyectos Plan Estratégico Territorial (PET) que se inició en el año 2005; dicho Plan es llevada a cabo por la Subsecretaría de Planificación Territorial del Ministerio de Planificación Federal y fue abordado sobre la base de tres pretensiones: institucionalizar el ejercicio del pensamiento estratégico, fortalecer la metodología de trabajo transdisciplinaria y multisectorial, y diseñar un sistema de ponderación de proyectos estratégicos de infraestructura, tanto a nivel provincial como nacional, con una fuerte base cualitativa. Este proceso dio como resultado una cartera ponderada de proyectos de infraestructura conjuntamente con una metodología que permitió consolidar los equipos provinciales de planificación, tanto en su relación con los decisores políticos como con los actores de los múltiples sectores del gobierno, y en estos resultados consolidar y reforzar una cultura del pensamiento estratégico sobre el territorio
Resumo:
El objetivo de este artículo es mostrar cuáles fueron las características de la política agrícola stricto sensu que favoreció el agronegocio y el desarrollo agropecuario en Brasil en los últimos 30 años. Para entender este proceso, se realiza una breve descripción de los instrumentos de política agrícola adoptados por el Gobierno en ese lapso, en función de la necesidad de adaptarse a las exigencias de la OMC y a las restricciones de la coyuntura. En la primera fase, de 1964 hasta 1985, se consiguió aumentar significativamente la producción agrícola garantizando el abastecimiento interno, que era el gran obstáculo verificado en el período pre-1964. La modernización agrícola fue conseguida con un gran costo social, pero cabe resaltar que esta cuestión no era una preocupación central de los gobiernos militares. En la segunda fase (1985-2001), cuando comienza la redemocratización, la política agrícola también se integra y es consistente con los objetivos macroeconómicos. Se buscaba en esa época disminuir el déficit fiscal y pagar la deuda externa, lo que fue conseguido con los grandes excedentes generados por el agronegocio a pesar de la disminución drástica de los subsidios agrícolas que fue necesario implementar. En el tercer período (2002-presente) se busca conciliar la promoción del agronegocio con la reducción de la pobreza, que era una agenda pendiente de la democratización y que había sido postergada en función de la necesidad de resolver los problemas fiscales e inflacionarios de la década del 80. Una vez resuelto el problema de la inflación, el Estado recupera su capacidad de planificación y comienza a atacar los problemas sociales.
Resumo:
El Territorio hoy es visto como una totalidad organizada que no puede ser pensada separando cada uno de los elementos que la componen; cada uno de ellos es definido por su relación con los otros elementos. Así, un pensamiento que integra diferentes disciplinas y saberes comienza a manejar una realidad que lejos está de definir certezas inamovibles, y comienza a vislumbrar horizontes estratégicos. La adaptación a la no linealidad de las relaciones que se dan sobre el territorio, y la diferencia de velocidades en las que actúan los distintos actores, nos exige hacer de la flexibilidad una característica esencial de la metodología de planificación estratégica. La multi-causalidad de los fenómenos que estructuran el territorio nos obliga a construir criterios cualitativos, entendiendo que nos es imposible la medición de estas cadenas causales y su reconstrucción completa en el tiempo; sin dejar por ello de edificar un marco profundo de acción y transformación que responda a una realidad cierta y veraz. Los fenómenos producidos sobre el territorio nunca actúan de manera aislada, lo que implica una responsabilidad a la hora de comprender las sinergias y la restricción que afectan los resultados de los procesos desatados. La presente ponencia corresponde a la Segunda Fase del proceso de identificación estratégica de los proyectos Plan Estratégico Territorial (PET) que se inició en el año 2005; dicho Plan es llevada a cabo por la Subsecretaría de Planificación Territorial del Ministerio de Planificación Federal y fue abordado sobre la base de tres pretensiones: institucionalizar el ejercicio del pensamiento estratégico, fortalecer la metodología de trabajo transdisciplinaria y multisectorial, y diseñar un sistema de ponderación de proyectos estratégicos de infraestructura, tanto a nivel provincial como nacional, con una fuerte base cualitativa. Este proceso dio como resultado una cartera ponderada de proyectos de infraestructura conjuntamente con una metodología que permitió consolidar los equipos provinciales de planificación, tanto en su relación con los decisores políticos como con los actores de los múltiples sectores del gobierno, y en estos resultados consolidar y reforzar una cultura del pensamiento estratégico sobre el territorio