6 resultados para agricultural mechanization

em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina


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En el Noroeste de México el incremento en la productividad agrícola entre los años de 1940 y 1970, fue debido a la expansión de las tierras de cultivo, el uso de fertilizantes y semillas mejoradas, la mecanización, la mayor disponibilidad de créditos, a los sistemas de irrigación y el mejoramiento de las carreteras. Así como la importante intervención del Estado mexicano al implementar políticas de inversión con el apoyo de agencias internacionales de desarrollo, y otorgar facilidades de crédito para el desarrollo de la agricultura a través de la creación de bancos agrícolas oficiales y las facilidades para la constitución de bancos privados comerciales.Después de la desarticulación de la banca en México debido a la revolución, se avanzó con pasos firmes en la reestructuración del sistema bancario con la creación de una nueva legislación bancaria, la fundación del Banco de México y la Comisión Nacional Bancaria en 1924; Banco Nacional de Crédito Agrícola (1926), el Banco Nacional de Crédito Ejidal (1935), el Banco Nacional de Comercio Exterior (1937) y el Banco Nacional Agropecuario (1965), que dieron apoyo financiero a los pequeños agricultores y ejidatarios. Los principales agricultores de Sinaloa y Sonora en colaboración con el gobierno federal a través de la Comisión Monetaria y el Banco de México fundaron el Banco de Sinaloa y el Banco Agrícola Sonorense en 1933. Explicar el impacto que tuvieron estas instituciones financieras en el crédito agrícola de Sinaloa y Sonora será el objetivo central de este trabajo.

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Históricamente la captación estadística del empleo agropecuario (y más específicamente del empleo asalariado agropecuario) ha presentado una serie de problemas y limitaciones para las fuentes de datos tradicionales. Los elevados niveles de transitoriedad, estacionalidad, no registro e informalidad han tenido como consecuencia una serie de dificultades en su cuantificación por medio de las fuentes censales y muestrales tradicionales. Los procesos más recientes que atraviesan a esta fracción social (urbanización, acortamiento de ciclos productivos y ocupacionales, disminución de requerimientos de fuerza de trabajo por la mecanización de ciertas cosechas, etc.) parecen haber incrementado dichas dificultades. Trabajos previos realizados demuestran que los censos de población y agropecuarios arrojan diferentes resultados en la cuantificación de los asalariados del sector. Se presenta en este documento un análisis comparado de los resultados obtenidos en Argentina, por el Censo Nacional de Población y Vivienda de 2001 y el Censo Nacional Agropecuario de 2002. El objetivo buscado es realizar una aproximación a las diferentes cifras de asalariados en el agro que arrojan ambos relevamientos en todos los departamentos del país. A su vez, se intentará vincular dichas diferencias con los distintos territorios y distintas estructuras sociales y agrarias, buscando descubrir si permiten aportar a la explicación de aquellos resultados divergentes. Para ello se confeccionó una base de datos del total del país, desagregada a nivel provincial y departamental (máximo nivel de desagregación permitida por las fuentes publicadas) de la cantidad total de asalariados agropecuarios y diversos indicadores de la estructura social y agraria (cantidad de explotaciones pobres, niveles de urbanización, distribución de la tierra, etc.).

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En el Noroeste de México el incremento en la productividad agrícola entre los años de 1940 y 1970, fue debido a la expansión de las tierras de cultivo, el uso de fertilizantes y semillas mejoradas, la mecanización, la mayor disponibilidad de créditos, a los sistemas de irrigación y el mejoramiento de las carreteras. Así como la importante intervención del Estado mexicano al implementar políticas de inversión con el apoyo de agencias internacionales de desarrollo, y otorgar facilidades de crédito para el desarrollo de la agricultura a través de la creación de bancos agrícolas oficiales y las facilidades para la constitución de bancos privados comerciales.Después de la desarticulación de la banca en México debido a la revolución, se avanzó con pasos firmes en la reestructuración del sistema bancario con la creación de una nueva legislación bancaria, la fundación del Banco de México y la Comisión Nacional Bancaria en 1924; Banco Nacional de Crédito Agrícola (1926), el Banco Nacional de Crédito Ejidal (1935), el Banco Nacional de Comercio Exterior (1937) y el Banco Nacional Agropecuario (1965), que dieron apoyo financiero a los pequeños agricultores y ejidatarios. Los principales agricultores de Sinaloa y Sonora en colaboración con el gobierno federal a través de la Comisión Monetaria y el Banco de México fundaron el Banco de Sinaloa y el Banco Agrícola Sonorense en 1933. Explicar el impacto que tuvieron estas instituciones financieras en el crédito agrícola de Sinaloa y Sonora será el objetivo central de este trabajo.

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Históricamente la captación estadística del empleo agropecuario (y más específicamente del empleo asalariado agropecuario) ha presentado una serie de problemas y limitaciones para las fuentes de datos tradicionales. Los elevados niveles de transitoriedad, estacionalidad, no registro e informalidad han tenido como consecuencia una serie de dificultades en su cuantificación por medio de las fuentes censales y muestrales tradicionales. Los procesos más recientes que atraviesan a esta fracción social (urbanización, acortamiento de ciclos productivos y ocupacionales, disminución de requerimientos de fuerza de trabajo por la mecanización de ciertas cosechas, etc.) parecen haber incrementado dichas dificultades. Trabajos previos realizados demuestran que los censos de población y agropecuarios arrojan diferentes resultados en la cuantificación de los asalariados del sector. Se presenta en este documento un análisis comparado de los resultados obtenidos en Argentina, por el Censo Nacional de Población y Vivienda de 2001 y el Censo Nacional Agropecuario de 2002. El objetivo buscado es realizar una aproximación a las diferentes cifras de asalariados en el agro que arrojan ambos relevamientos en todos los departamentos del país. A su vez, se intentará vincular dichas diferencias con los distintos territorios y distintas estructuras sociales y agrarias, buscando descubrir si permiten aportar a la explicación de aquellos resultados divergentes. Para ello se confeccionó una base de datos del total del país, desagregada a nivel provincial y departamental (máximo nivel de desagregación permitida por las fuentes publicadas) de la cantidad total de asalariados agropecuarios y diversos indicadores de la estructura social y agraria (cantidad de explotaciones pobres, niveles de urbanización, distribución de la tierra, etc.).

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En el Noroeste de México el incremento en la productividad agrícola entre los años de 1940 y 1970, fue debido a la expansión de las tierras de cultivo, el uso de fertilizantes y semillas mejoradas, la mecanización, la mayor disponibilidad de créditos, a los sistemas de irrigación y el mejoramiento de las carreteras. Así como la importante intervención del Estado mexicano al implementar políticas de inversión con el apoyo de agencias internacionales de desarrollo, y otorgar facilidades de crédito para el desarrollo de la agricultura a través de la creación de bancos agrícolas oficiales y las facilidades para la constitución de bancos privados comerciales.Después de la desarticulación de la banca en México debido a la revolución, se avanzó con pasos firmes en la reestructuración del sistema bancario con la creación de una nueva legislación bancaria, la fundación del Banco de México y la Comisión Nacional Bancaria en 1924; Banco Nacional de Crédito Agrícola (1926), el Banco Nacional de Crédito Ejidal (1935), el Banco Nacional de Comercio Exterior (1937) y el Banco Nacional Agropecuario (1965), que dieron apoyo financiero a los pequeños agricultores y ejidatarios. Los principales agricultores de Sinaloa y Sonora en colaboración con el gobierno federal a través de la Comisión Monetaria y el Banco de México fundaron el Banco de Sinaloa y el Banco Agrícola Sonorense en 1933. Explicar el impacto que tuvieron estas instituciones financieras en el crédito agrícola de Sinaloa y Sonora será el objetivo central de este trabajo.

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