10 resultados para Tugendhat
em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina
Resumo:
Fil: Blanco Ilari, Juan Ignacio. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
Resumo:
Fil: Blanco Ilari, Juan Ignacio. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
Resumo:
La tesis analiza dos objeciones corrientes a la interpretación del problema de las reglas por el Wittgenstein de Kripke: el PROBLEMA DE LA OBJETIVIDAD DE LA REGLA, ¿puede un individuo estar acertado en contra de la opinión comunitaria consensuada?; y el PROBLEMA DE LAS RELACIONES INTERNAS entre reglas y casos, presuntamente violentada por el rol de la noción de acuerdo en la misma. La estrategia general de la tesis es examinar las vías de ataque al lenguaje privado (LP) previas a la de Kripke. El contraste con las mismas permite conceptualizar adecuadamente la propuesta de Kripke, para mostrar que las objeciones mencionadas no se le aplican. En el marco de la tesis, comprendemos por LP a cualquier tesis que sostenga que las condiciones de significatividad del lenguaje pueden ser provistas por estados mentales subjetivos, p.e. creencias, de ahí el solapamiento de la tesis del lenguaje privado con el escepticismo epistemológico y con posiciones solipsistas, y la convicción de que la refutación del LP acarrea la ruina del escepticismo epistemológico. Hay dos versiones clásicas del argumento del LP. Las versiones epistemológicas (Malcom, Fogelin son los representantes que examinamos) derivan la imposibilidad del LP de la imposibilidad de establecer la verdad/corrección de un uso en el contexto de privacidad. La crítica a estas versiones (Ayer, thomson) muestra un círculo justificatorio entre oraciones subjetivas y objetivas. Las versiones semánticas (Kenny, Canfield, Tugendhat) intentan evitar el círculo, elucidando las presuposiciones que le subyacen. Esta respuesta no es satisfactoria ya que o bien regenera el círculo en un nuevo nivel, o bien no logran derrocar al círculo de la justificación. Con Stroud identificamos el fallo común de estas estrategias en el hecho de que en su intento de derrotar al escéptico-privatista, requieren o bien una PREMISA FÁCTICA que indica que conocemos, o bien la especificación del conocimiento como una NOTA DEFINICIONAL de los criterios/condiciones de significatividad que el argumento trascendental elucida en la pregunta del escéptico. Kripke impone un cambio de rumbo en el argumento, al plantear el desafío como una forma de ESCEPTICISMO SEMÁNTICO ONTOLÓGICO, el cual ya no se basa en las limitaciones cognitivas de la privacidad, sino justamente en las presuntas ventajas que presenta. El desafío de Kripke pregunta por las razones que podemos aportar para sostener que no ha ocurrido un cambio en el uso, lo cual equivale a preguntar ¿cómo sabes que tu uso actual CORRESPONDE con tu intención/significado previo? De la imposibilidad de responder a la cuestión clave del realismo clásico (correspondencia) en el caso del significado, Kripke concluye que no puede haber condiciones de verdad para las oraciones semánticas. Esto motiva una paradoja escéptica y una SOLUCIÓN ESCÉPTICA de la paradoja en términos de condiciones de aseverabilidad. Tener en cuenta el abandono de las condiciones de verdad es la clave para responder al problema de la objetividad, mientras que la forma del desafío y el funcionamiento de la concordancia en los juicios como base de atribución, es la clave para la solución del problema de las relaciones internas.
Resumo:
La presente tesis, "La ontología de lo social. Una aproximación a partir de John Searle", es el primer trabajo en lengua castellana sobre la teoría de la realidad social de John Searle. Nos hemos centrado, principalmente, en dos aspectos de su vasta producción teórica: la teoría del lenguaje, por un lado; y la teoría de la sociedad, por otro. En un primer momento, hemos defendido su posición realista externa, la cual supone que existe un mundo que se ubica por fuera de las representaciones y del lenguaje humano; posteriormente, hemos revalorizado -junto con Apel- al lenguaje y su prioridad metodológica respecto a la conciencia intencional, a la hora de abordar el problema del significado. Las problemáticas referidas a su teoría de los actos de habla no han ocupado un lugar central debido a que éste ha sido un problema largamente debatido por la tradición filosófica en la segunda parte del siglo pasado. Finalmente, nos hemos centrado, a partir de Ernst Tugendhat y Michael Tomasello, en la antropología filosófica en tanto que prima philosophy; ello ha sido necesario para elaborar una teoría de la realidad social porque ésta es construida por seres humanos, y la pregunta central de la antropología filosófica es, justamente, "¿qué somos los seres humanos?" Searle advierte que, no sólo el lenguaje es el elemento que nos diferencia a nosotros, los animales humanos, del resto de los animales de nivel superior sino que, además existen otros elementos tales como, la intencionalidad colectiva, la asignación de función, y las normas constitutivas. La intencionalidad colectiva es, básicamente, la capacidad estrictamente humana de cooperar, de hacer cosas juntos, fijando objetivos y metas a realizar. Esta capacidad humana se ve posibilitada por nuestra capacidad de generar acuerdos, y ello sólo es posible gracias a la existencia de un lenguaje proposicional, de un lenguaje que no se encuentra guiado por el instinto sino, más bien, por convenciones lingüísticas. Por otra parte, los seres humanos tenemos la capacidad de otorgarle un estatus determinado, a un objeto que no tiene una función específica intrínsecamente; las fibras de celulosa, por ejemplo, operan en las sociedades modernas, como papel moneda. Estas funciones de estatus, como Searle las denomina, tienen la forma lógica, "X cuenta como Y en el contexto C". Finalmente, las normas constitutivas son aquellas que no sólo regulan una actividad, sino que la constituyen, la posibilitan. Su forma lógica es exactamente igual a la que poseen las funciones de estatus, "X cuenta como Y en el contexto C". Los ejemplos más claros de éste tipo de normas son los juegos; las reglas del fútbol no sólo regulan la actividad sino que, además, hacen que la propia actividad sea posible. La realidad institucional posee un fuerte carácter normativo. Por otro lado, y para concluir nuestro trabajo, hemos propuesto una interpretación de los "conceptos institucionales" que se emparenta con la noción kripkeana de "designadores rígidos". La indagación pretende avanzar hacia una novedosa interpretación de este tipo de conceptos
Resumo:
La tesis analiza dos objeciones corrientes a la interpretación del problema de las reglas por el Wittgenstein de Kripke: el PROBLEMA DE LA OBJETIVIDAD DE LA REGLA, ¿puede un individuo estar acertado en contra de la opinión comunitaria consensuada?; y el PROBLEMA DE LAS RELACIONES INTERNAS entre reglas y casos, presuntamente violentada por el rol de la noción de acuerdo en la misma. La estrategia general de la tesis es examinar las vías de ataque al lenguaje privado (LP) previas a la de Kripke. El contraste con las mismas permite conceptualizar adecuadamente la propuesta de Kripke, para mostrar que las objeciones mencionadas no se le aplican. En el marco de la tesis, comprendemos por LP a cualquier tesis que sostenga que las condiciones de significatividad del lenguaje pueden ser provistas por estados mentales subjetivos, p.e. creencias, de ahí el solapamiento de la tesis del lenguaje privado con el escepticismo epistemológico y con posiciones solipsistas, y la convicción de que la refutación del LP acarrea la ruina del escepticismo epistemológico. Hay dos versiones clásicas del argumento del LP. Las versiones epistemológicas (Malcom, Fogelin son los representantes que examinamos) derivan la imposibilidad del LP de la imposibilidad de establecer la verdad/corrección de un uso en el contexto de privacidad. La crítica a estas versiones (Ayer, thomson) muestra un círculo justificatorio entre oraciones subjetivas y objetivas. Las versiones semánticas (Kenny, Canfield, Tugendhat) intentan evitar el círculo, elucidando las presuposiciones que le subyacen. Esta respuesta no es satisfactoria ya que o bien regenera el círculo en un nuevo nivel, o bien no logran derrocar al círculo de la justificación. Con Stroud identificamos el fallo común de estas estrategias en el hecho de que en su intento de derrotar al escéptico-privatista, requieren o bien una PREMISA FÁCTICA que indica que conocemos, o bien la especificación del conocimiento como una NOTA DEFINICIONAL de los criterios/condiciones de significatividad que el argumento trascendental elucida en la pregunta del escéptico. Kripke impone un cambio de rumbo en el argumento, al plantear el desafío como una forma de ESCEPTICISMO SEMÁNTICO ONTOLÓGICO, el cual ya no se basa en las limitaciones cognitivas de la privacidad, sino justamente en las presuntas ventajas que presenta. El desafío de Kripke pregunta por las razones que podemos aportar para sostener que no ha ocurrido un cambio en el uso, lo cual equivale a preguntar ¿cómo sabes que tu uso actual CORRESPONDE con tu intención/significado previo? De la imposibilidad de responder a la cuestión clave del realismo clásico (correspondencia) en el caso del significado, Kripke concluye que no puede haber condiciones de verdad para las oraciones semánticas. Esto motiva una paradoja escéptica y una SOLUCIÓN ESCÉPTICA de la paradoja en términos de condiciones de aseverabilidad. Tener en cuenta el abandono de las condiciones de verdad es la clave para responder al problema de la objetividad, mientras que la forma del desafío y el funcionamiento de la concordancia en los juicios como base de atribución, es la clave para la solución del problema de las relaciones internas.
Resumo:
La presente tesis, "La ontología de lo social. Una aproximación a partir de John Searle", es el primer trabajo en lengua castellana sobre la teoría de la realidad social de John Searle. Nos hemos centrado, principalmente, en dos aspectos de su vasta producción teórica: la teoría del lenguaje, por un lado; y la teoría de la sociedad, por otro. En un primer momento, hemos defendido su posición realista externa, la cual supone que existe un mundo que se ubica por fuera de las representaciones y del lenguaje humano; posteriormente, hemos revalorizado -junto con Apel- al lenguaje y su prioridad metodológica respecto a la conciencia intencional, a la hora de abordar el problema del significado. Las problemáticas referidas a su teoría de los actos de habla no han ocupado un lugar central debido a que éste ha sido un problema largamente debatido por la tradición filosófica en la segunda parte del siglo pasado. Finalmente, nos hemos centrado, a partir de Ernst Tugendhat y Michael Tomasello, en la antropología filosófica en tanto que prima philosophy; ello ha sido necesario para elaborar una teoría de la realidad social porque ésta es construida por seres humanos, y la pregunta central de la antropología filosófica es, justamente, "¿qué somos los seres humanos?" Searle advierte que, no sólo el lenguaje es el elemento que nos diferencia a nosotros, los animales humanos, del resto de los animales de nivel superior sino que, además existen otros elementos tales como, la intencionalidad colectiva, la asignación de función, y las normas constitutivas. La intencionalidad colectiva es, básicamente, la capacidad estrictamente humana de cooperar, de hacer cosas juntos, fijando objetivos y metas a realizar. Esta capacidad humana se ve posibilitada por nuestra capacidad de generar acuerdos, y ello sólo es posible gracias a la existencia de un lenguaje proposicional, de un lenguaje que no se encuentra guiado por el instinto sino, más bien, por convenciones lingüísticas. Por otra parte, los seres humanos tenemos la capacidad de otorgarle un estatus determinado, a un objeto que no tiene una función específica intrínsecamente; las fibras de celulosa, por ejemplo, operan en las sociedades modernas, como papel moneda. Estas funciones de estatus, como Searle las denomina, tienen la forma lógica, "X cuenta como Y en el contexto C". Finalmente, las normas constitutivas son aquellas que no sólo regulan una actividad, sino que la constituyen, la posibilitan. Su forma lógica es exactamente igual a la que poseen las funciones de estatus, "X cuenta como Y en el contexto C". Los ejemplos más claros de éste tipo de normas son los juegos; las reglas del fútbol no sólo regulan la actividad sino que, además, hacen que la propia actividad sea posible. La realidad institucional posee un fuerte carácter normativo. Por otro lado, y para concluir nuestro trabajo, hemos propuesto una interpretación de los "conceptos institucionales" que se emparenta con la noción kripkeana de "designadores rígidos". La indagación pretende avanzar hacia una novedosa interpretación de este tipo de conceptos
Resumo:
La tesis analiza dos objeciones corrientes a la interpretación del problema de las reglas por el Wittgenstein de Kripke: el PROBLEMA DE LA OBJETIVIDAD DE LA REGLA, ¿puede un individuo estar acertado en contra de la opinión comunitaria consensuada?; y el PROBLEMA DE LAS RELACIONES INTERNAS entre reglas y casos, presuntamente violentada por el rol de la noción de acuerdo en la misma. La estrategia general de la tesis es examinar las vías de ataque al lenguaje privado (LP) previas a la de Kripke. El contraste con las mismas permite conceptualizar adecuadamente la propuesta de Kripke, para mostrar que las objeciones mencionadas no se le aplican. En el marco de la tesis, comprendemos por LP a cualquier tesis que sostenga que las condiciones de significatividad del lenguaje pueden ser provistas por estados mentales subjetivos, p.e. creencias, de ahí el solapamiento de la tesis del lenguaje privado con el escepticismo epistemológico y con posiciones solipsistas, y la convicción de que la refutación del LP acarrea la ruina del escepticismo epistemológico. Hay dos versiones clásicas del argumento del LP. Las versiones epistemológicas (Malcom, Fogelin son los representantes que examinamos) derivan la imposibilidad del LP de la imposibilidad de establecer la verdad/corrección de un uso en el contexto de privacidad. La crítica a estas versiones (Ayer, thomson) muestra un círculo justificatorio entre oraciones subjetivas y objetivas. Las versiones semánticas (Kenny, Canfield, Tugendhat) intentan evitar el círculo, elucidando las presuposiciones que le subyacen. Esta respuesta no es satisfactoria ya que o bien regenera el círculo en un nuevo nivel, o bien no logran derrocar al círculo de la justificación. Con Stroud identificamos el fallo común de estas estrategias en el hecho de que en su intento de derrotar al escéptico-privatista, requieren o bien una PREMISA FÁCTICA que indica que conocemos, o bien la especificación del conocimiento como una NOTA DEFINICIONAL de los criterios/condiciones de significatividad que el argumento trascendental elucida en la pregunta del escéptico. Kripke impone un cambio de rumbo en el argumento, al plantear el desafío como una forma de ESCEPTICISMO SEMÁNTICO ONTOLÓGICO, el cual ya no se basa en las limitaciones cognitivas de la privacidad, sino justamente en las presuntas ventajas que presenta. El desafío de Kripke pregunta por las razones que podemos aportar para sostener que no ha ocurrido un cambio en el uso, lo cual equivale a preguntar ¿cómo sabes que tu uso actual CORRESPONDE con tu intención/significado previo? De la imposibilidad de responder a la cuestión clave del realismo clásico (correspondencia) en el caso del significado, Kripke concluye que no puede haber condiciones de verdad para las oraciones semánticas. Esto motiva una paradoja escéptica y una SOLUCIÓN ESCÉPTICA de la paradoja en términos de condiciones de aseverabilidad. Tener en cuenta el abandono de las condiciones de verdad es la clave para responder al problema de la objetividad, mientras que la forma del desafío y el funcionamiento de la concordancia en los juicios como base de atribución, es la clave para la solución del problema de las relaciones internas.
Resumo:
La presente tesis, "La ontología de lo social. Una aproximación a partir de John Searle", es el primer trabajo en lengua castellana sobre la teoría de la realidad social de John Searle. Nos hemos centrado, principalmente, en dos aspectos de su vasta producción teórica: la teoría del lenguaje, por un lado; y la teoría de la sociedad, por otro. En un primer momento, hemos defendido su posición realista externa, la cual supone que existe un mundo que se ubica por fuera de las representaciones y del lenguaje humano; posteriormente, hemos revalorizado -junto con Apel- al lenguaje y su prioridad metodológica respecto a la conciencia intencional, a la hora de abordar el problema del significado. Las problemáticas referidas a su teoría de los actos de habla no han ocupado un lugar central debido a que éste ha sido un problema largamente debatido por la tradición filosófica en la segunda parte del siglo pasado. Finalmente, nos hemos centrado, a partir de Ernst Tugendhat y Michael Tomasello, en la antropología filosófica en tanto que prima philosophy; ello ha sido necesario para elaborar una teoría de la realidad social porque ésta es construida por seres humanos, y la pregunta central de la antropología filosófica es, justamente, "¿qué somos los seres humanos?" Searle advierte que, no sólo el lenguaje es el elemento que nos diferencia a nosotros, los animales humanos, del resto de los animales de nivel superior sino que, además existen otros elementos tales como, la intencionalidad colectiva, la asignación de función, y las normas constitutivas. La intencionalidad colectiva es, básicamente, la capacidad estrictamente humana de cooperar, de hacer cosas juntos, fijando objetivos y metas a realizar. Esta capacidad humana se ve posibilitada por nuestra capacidad de generar acuerdos, y ello sólo es posible gracias a la existencia de un lenguaje proposicional, de un lenguaje que no se encuentra guiado por el instinto sino, más bien, por convenciones lingüísticas. Por otra parte, los seres humanos tenemos la capacidad de otorgarle un estatus determinado, a un objeto que no tiene una función específica intrínsecamente; las fibras de celulosa, por ejemplo, operan en las sociedades modernas, como papel moneda. Estas funciones de estatus, como Searle las denomina, tienen la forma lógica, "X cuenta como Y en el contexto C". Finalmente, las normas constitutivas son aquellas que no sólo regulan una actividad, sino que la constituyen, la posibilitan. Su forma lógica es exactamente igual a la que poseen las funciones de estatus, "X cuenta como Y en el contexto C". Los ejemplos más claros de éste tipo de normas son los juegos; las reglas del fútbol no sólo regulan la actividad sino que, además, hacen que la propia actividad sea posible. La realidad institucional posee un fuerte carácter normativo. Por otro lado, y para concluir nuestro trabajo, hemos propuesto una interpretación de los "conceptos institucionales" que se emparenta con la noción kripkeana de "designadores rígidos". La indagación pretende avanzar hacia una novedosa interpretación de este tipo de conceptos
Resumo:
Fil: Karczmarczyk, Pedro D.. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP-CONICET); Argentina.