21 resultados para Tristeza
em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina
Resumo:
Nuestro trabajo lleva por título el "epígrafe" que Arturo Ripstein eligió para su película Las razones del corazón, a partir del cual nos acercaremos a ella. La obra más reciente de este director mexicano puede interpretarse como una adaptación de los últimos días de Emma Bovary, uno de los personajes más conocidos y a la vez desconocidos de la literatura occidental. El guión fue escrito por Paz Alicia Garcíadiego a partir de lo que recordaba de su lectura durante su juventud de la novela de Gustave Flaubert. ¿Cómo se reinterpreta esta historia en blanco y negro que narra la tristeza y angustia permanentes en la que está sumida Em(ili)a, su insatisfacción perpetua, su fracaso como esposa y madre ejemplar, su sentirse desdichada cuando aparentemente no hay motivo para ello, todo eso que la lleva al adulterio y que la conduce inexorablemente al suicidio cuando la vida ya carece de sentido para ella? ¿Cómo se (re)construye en este melodrama el peso de la culpa en relación con los valores de una sociedad en la que la infidelidad ha dejado de tener el peso moral que conservaba en la Francia del Siglo XIX?
Resumo:
Este trabajo se enmarca en la temática principal acerca de los conceptos clásicos de racionalidad, emociones y felicidad así como de una revisión actual de ellos. El objetivo central es, pues, analizar las tres nociones. Para ello, la metodología será el análisis conceptual de los textos pertinentes referidos en la bibliografía. La conclusión se centrará en que hay un doble vínculo científico, psicológico-neurológico y económico viable entre las nociones de racionalidad, las emociones y la felicidad.La relación entre la racionalidad, las emociones y la felicidad constituye un problema de larga data. Básicamente, se pueden distinguir tres grupos de cuestiones. En primer lugar, podemos intentar determinar el 'impacto de las emociones en la racionalidad de la toma de decisiones'. (Elster 2002, IV) En segundo lugar, podemos preguntarnos si 'las propias emociones pueden ser valoradas como más o menos racionales, independientemente de su influencia en las elecciones que hacemos o en las creencias que nos formamos'. (Ibid. 2) Y, en tercer lugar, podemos preguntarnos si las emociones pueden ser objeto de una elección racional, es decir, 'si las personas pueden entrar en una deliberación racional acerca de cuáles son las emociones que han de inducirse en sí mismas o en los demás y si realmente lo hacen'. (Ibid. IV, 3, 300) Tradicionalmente, se ha aceptado que las emociones suponen una especie de 'traba' para la elección racional. Sin embargo, esta posición ha sido revisada, proponiéndose, en cambio, que las emociones no sólo no interfieren en la toma racional de decisiones sino que la favorecen. De este modo, se puede decir que las emociones nos ayudan a tomar decisiones funcionando como factores que deshacen el 'empate en los casos de indeterminación' y que, de manera más general, mejoran la calidad de la toma de decisiones al hacer posible que nos centremos en los rasgos mas destacados de la situación (Elster 2002, Apéndice) análogamente al análisis situacional de Popper. Contra la propuesta tradicional y la revisionista, se enuncia la tesis de que las emociones no afectan 'en lo más mínimo' la racionalidad de la elección misma. Si bien las emociones intervienen en las decisiones como costos y beneficios asociados a las diversas opciones no lo hacen en tanto fuerzas psíquicas 'distorsionantes' de los mecanismos de la elección. Se trata, en este contexto, de la capacidad (¿estado de ánimo?) de abordar una tarea llevándola al término propuesto. El resultado final complace -hace feliz- a la persona que la lleva a cabo. A partir de 1987, Ekman estableció las pruebas en relación con que la emoción tiene diferentes patrones en el sistema nervioso autónomo. 'Los actores representaban expresiones faciales mientras eran registrados con una serie de variables autónomas (ritmo cardiaco, conductancia de la piel)" (p. 49) Ekman y colaboradores propusieron patrones de la emoción diferentes para seis emociones biológicamente básicas: 1. Sorpresa. 2. Disgusto. 3. Tristeza. 4. Ira. 5. Miedo. 6. Alegría/Felicidad. Especialmente después del año 2004 las The Big Six de Prinz se convirtieron en la lista de emociones básicas ampliamente aceptadas. Se estableció así un primer vínculo de carácter psicológico y neurocientífico entre las nociones de racionalidad, las emociones y la felicidad. El segundo vínculo que propondremos en este trabajo se refiere al de la economía, más precisamente, la rama de la economía de la felicidad. Este vínculo manifiesta una relación donde las variables económico-sociológicas deben ser incluidas en el nexo entre la racionalidad, las emociones y la felicidad. La llamada 'paradoja de Easterlin' es un concepto clave en la economía de la felicidad: dentro de un país dado, la gente con mayores ingresos tiene una mayor tendencia a afirmar que es más feliz. Sin embargo, cuando se comparan los resultados de varios países, el nivel medio de felicidad que los sujetos dicen poseer no varía prácticamente. (Maceri, S., García P. 2010). A través de Easterlin (2001), se advierte que aunque el resultado de sus estudios es paradojal, los contextos sociales deben ser contemplados en este segundo tipo de nexo. En síntesis, hay un doble vínculo viable entre las nociones de racionalidad, las emociones y la felicidad: el de la psicología y neurociencia, por una parte, y el de la ciencia económica, por otra, ambos interconectados con sus consabidas dificultades
Resumo:
Se propone un trabajo de investigación que tiene como objetivo identificar los efectos en la salud física y emocional en hombres pertenecientes a sectores populares, que se desempeñan como trabajadores de la construcción. Este trabajo tiene un antecedente, una experiencia de investigación en la que se analizó la vinculación entre las emociones y la masculinidad ante el evento del desempleo. En relación a los estudios sobre masculinidad, éstos generalmente han encontrado que el trabajo se constituye en el eje más importante de la identidad masculina; los hallazgos evidencian que a través del trabajo el hombre adquiere sentido para sí mismo y para los otros, a través de éste puede desempeñarse como padre, esposo y proveedor. De la misma manera la presencia o ausencia de empleo produce en los hombres una variedad de emociones. Las emociones que principalmente se han asociado a la falta de trabajo son la ansiedad, la tristeza y la vergüenza, en un patrón que tiende hacia el ocultamiento de la emocionalidad. Por otra parte, y en relación a la salud, las prácticas de auto-cuidado que los hombres realizan son pobres y éstos más bien tienden a realizar conductas riesgosas siguiendo un modelo prevalente de masculinidadtradicional que prescribe que los hombres son fuertes, no vulnerables o débiles, por esta razones una pregunta de investigación que se plantea es ¿Cómo es representada, experimentada la vulnerabilidad en este grupo de hombres, trabajadores de la construcción? Vulnerabilidad que se presenta en la falta de un empleo permanente y también en el aspecto de la salud. En estudios de esta naturaleza el contexto socio-económico es importante y habrá que remitirse a él en algún momento, y en este sentido es importanteobservar que el panorama económico actual ofrece inestabilidad e incertidumbre laboral; vivir en una sociedad que a loshombres les demanda desempeñarse bajo esquemas tradicionales genéricos y que no ofrece las condiciones para hacerlo afecta la emocionalidad y la identidad de género masculina En relación al estudio que se propone, algunos de los objetivos específicos son: 1) Conocer los significados y construcciones sobre la masculinidad que prevalece en los sujetos; 2) Conocer las prácticas relacionadas con el cuidado y/o abandono de la salud en este grupo de hombre; 3) Identificar las emociones que con mayor frecuencia experimentan los hombres trabajadores de la construcción. La metodología que se utilizará será de tipo cualitativo, utilizando la técnica de la entrevista con una muestra de 30 sujetos. El marco teórico que se utilizará es un marco socio-psicológico: la teoría de género, la teoría cognitiva de las emociones de Lazarus y el enfoque constructivista de Berger y Luckmann (2003). Los resultados serán interpretados a la luz de la teoría y los resultados de trabajos de investigación similares. Es un estudio que inicia, que está en curso y que se terminará en junio de 2012
Resumo:
Los comportamientos extra papel son todas aquellas acciones ejecutadas por los empleados en su lugar de trabajo que exceden los requerimientos formales de su puesto. Tales comportamientos pueden ser positivos o negativos, tanto para la organización como para sus miembros. Los comportamientos positivos, comunmente identificados como 'comportamientos de ciudadanía organizacional' (CCO), caracterizan a los empleados que hacen mas de lo que la empresa espera de ellos. Los comportamientos negativos, identificados como 'comportamientos organizacionales contraproducentes' (CCP), caracterizan a los empleados que no hacen lo suficiente o que trabajan activamente para dañar a la empresa. La presente comunicación focalizara sobre estos últimos, comportamientos contraproducentes, desviados o antisociales. La forma mas común de conceptualizar a los CCP es clasificarlos en función del objetivo de la conducta, es decir, CCP-Interpersonales si se dirigen hacia las personas o CCP-Organizacionales si se dirigen a la organización en su conjunto. Los CCP-I son funcionalmente equivalentes a los actos de agresión hacia los compañeros de trabajo, incluidos los insultos verbales, la difusión de rumores falsos y el ocultamiento de información crucial. Los CCP-O pueden tomar la forma de ausencias sin aviso, robos, mal uso de las instalaciones, pausas excesivas durante el horario de trabajo, y similares. El objetivo del presente estudio fue analizar el rol de la afectividad y de la personalidad sobre la ejecución de CCP. Como hipótesis de trabajo se presupuso una relación significativa entre las emociones negativas experimentadas como consecuencia de las percepciones de justicia en el trabajo y la ejecución de CCP, relación que estaría modulada por algunos rasgos de personalidad tales como Responsabilidad y Amabilidad. La verificación empírica se realizo sobre una muestra de 218 trabajadores (125 varones y 93 mujeres), con una edad promedio de 35.60 años, empleados de 16 empresas argentinas radicadas en la zona centro del país. Los sujetos, en sus respectivos lugares de trabajo, completaron un protocolo integrado por una hoja de datos sociodemográficos, la escala de Justicia Organizacional, la escala de CCP, la de Afectos Negativos, y las subescalas de Responsabilidad y Amabilidad del Cuestionario Big Five. Se seleccionaron estos dos rasgos de personalidad porque la evidencia empírica muestra que las personas responsables y agradables son menos influenciadas por la afectividad momentánea. Responsabilidad refleja el grado en que una persona es cuidadosa, exhaustiva, organizada, trabajadora y perseverante. Amabilidad refleja el grado en que una persona es cortes, flexible, confiable, de buen carácter, cooperativa y tolerante. Análisis bivariados de la información recogida indicaron que las emociones negativas (decepción, tristeza y venganza), experimentadas frente a las injusticias por parte del supervisor, se asocian con CCP-O, en lugar de CCP-I. Posiblemente porque al percibir al supervisor como representante de la organización, los empleados dirigen su agresión hacia otros blancos por temor a represalias. Por su parte, los análisis multivariados mostraron que los rasgos de personalidad moderan la relación entre la percepción negativa del entorno de trabajo y los CCP. En este sentido, se observo que la Responsabilidad disminuye la ejecución de CCP-O, en tanto que la Amabilidad disminuye los CCP-I. Se discuten los resultados en función del rol que ocupa el supervisor en la estructura organizacional y de las características de personalidad de los empleados. Se espera que los resultados obtenidos constituyan elementos valiosos para el gerenciamiento de cambios organizacionales estratégicos. Los comportamientos extra papel son todas aquellas acciones ejecutadas por los empleados en su lugar de trabajo que exceden los requerimientos formales de su puesto. Tales comportamientos pueden ser positivos o negativos, tanto para la organización como para sus miembros. Los comportamientos positivos, comúnmente identifica
Resumo:
Ramón Gómez de la Serna escribió a finales de los años 40 y principios de los 50 las Cartas a mí mismo, publicadas en conjunto en 1956. La escritura de dichas cartas le sirve al autor de terapia narrativa. Analizaré cómo se muestra su obsesión por la muerte, los testimonios contradictorios de la soledad experimentada en América y diversas alusiones que reflejan felicidad e infelicidad en una escritura literaria que oscila entre la tristeza y lo lúdico, en la cual abundan las greguerías
Resumo:
Las novelas de Juan Pedro Aparicio y Juan Cruz pueden leerse como dos largas epístolas, dirigidas a la madre, la una, y al padre, la otra; la primera se presenta con la forma de una ficción narrativa, mientras que la segunda está escrita a la manera de un libro memorialístico. Los dos son prosistas, narradores de larga trayectoria, aunque la actividad principal del escritor canario haya sido el periodismo cultural; mientras que Aparicio, quien ha cultivado con fortuna la literatura de viajes y el artículo periodístico, ha centrado su actividad en las diversas dimensiones de la prosa narrativa: microrrelato, cuento y novela
Resumo:
Un recorrido por los sentimientos que se han plasmado en la caracterización del personaje del Cid conlleva el análisis de las formas expresivas, que se utilizan para que estos sentimientos sean verosímiles, sin entrar en contradicción con la condición heroica y épica del personaje. La consideración de las expresiones de tristeza, alegría, devoción o gratitud de Rodrigo permite identificar estrategias discursivas del poema que intentan acercar al receptor a una valoración positiva de la baja nobleza castellana.
Resumo:
Ramón Gómez de la Serna escribió a finales de los años 40 y principios de los 50 las Cartas a mí mismo, publicadas en conjunto en 1956. La escritura de dichas cartas le sirve al autor de terapia narrativa. Analizaré cómo se muestra su obsesión por la muerte, los testimonios contradictorios de la soledad experimentada en América y diversas alusiones que reflejan felicidad e infelicidad en una escritura literaria que oscila entre la tristeza y lo lúdico, en la cual abundan las greguerías
Resumo:
Las novelas de Juan Pedro Aparicio y Juan Cruz pueden leerse como dos largas epístolas, dirigidas a la madre, la una, y al padre, la otra; la primera se presenta con la forma de una ficción narrativa, mientras que la segunda está escrita a la manera de un libro memorialístico. Los dos son prosistas, narradores de larga trayectoria, aunque la actividad principal del escritor canario haya sido el periodismo cultural; mientras que Aparicio, quien ha cultivado con fortuna la literatura de viajes y el artículo periodístico, ha centrado su actividad en las diversas dimensiones de la prosa narrativa: microrrelato, cuento y novela
Resumo:
Un recorrido por los sentimientos que se han plasmado en la caracterización del personaje del Cid conlleva el análisis de las formas expresivas, que se utilizan para que estos sentimientos sean verosímiles, sin entrar en contradicción con la condición heroica y épica del personaje. La consideración de las expresiones de tristeza, alegría, devoción o gratitud de Rodrigo permite identificar estrategias discursivas del poema que intentan acercar al receptor a una valoración positiva de la baja nobleza castellana.
Resumo:
Nuestro trabajo lleva por título el "epígrafe" que Arturo Ripstein eligió para su película Las razones del corazón, a partir del cual nos acercaremos a ella. La obra más reciente de este director mexicano puede interpretarse como una adaptación de los últimos días de Emma Bovary, uno de los personajes más conocidos y a la vez desconocidos de la literatura occidental. El guión fue escrito por Paz Alicia Garcíadiego a partir de lo que recordaba de su lectura durante su juventud de la novela de Gustave Flaubert. ¿Cómo se reinterpreta esta historia en blanco y negro que narra la tristeza y angustia permanentes en la que está sumida Em(ili)a, su insatisfacción perpetua, su fracaso como esposa y madre ejemplar, su sentirse desdichada cuando aparentemente no hay motivo para ello, todo eso que la lleva al adulterio y que la conduce inexorablemente al suicidio cuando la vida ya carece de sentido para ella? ¿Cómo se (re)construye en este melodrama el peso de la culpa en relación con los valores de una sociedad en la que la infidelidad ha dejado de tener el peso moral que conservaba en la Francia del Siglo XIX?
Resumo:
Este trabajo se enmarca en la temática principal acerca de los conceptos clásicos de racionalidad, emociones y felicidad así como de una revisión actual de ellos. El objetivo central es, pues, analizar las tres nociones. Para ello, la metodología será el análisis conceptual de los textos pertinentes referidos en la bibliografía. La conclusión se centrará en que hay un doble vínculo científico, psicológico-neurológico y económico viable entre las nociones de racionalidad, las emociones y la felicidad.La relación entre la racionalidad, las emociones y la felicidad constituye un problema de larga data. Básicamente, se pueden distinguir tres grupos de cuestiones. En primer lugar, podemos intentar determinar el 'impacto de las emociones en la racionalidad de la toma de decisiones'. (Elster 2002, IV) En segundo lugar, podemos preguntarnos si 'las propias emociones pueden ser valoradas como más o menos racionales, independientemente de su influencia en las elecciones que hacemos o en las creencias que nos formamos'. (Ibid. 2) Y, en tercer lugar, podemos preguntarnos si las emociones pueden ser objeto de una elección racional, es decir, 'si las personas pueden entrar en una deliberación racional acerca de cuáles son las emociones que han de inducirse en sí mismas o en los demás y si realmente lo hacen'. (Ibid. IV, 3, 300) Tradicionalmente, se ha aceptado que las emociones suponen una especie de 'traba' para la elección racional. Sin embargo, esta posición ha sido revisada, proponiéndose, en cambio, que las emociones no sólo no interfieren en la toma racional de decisiones sino que la favorecen. De este modo, se puede decir que las emociones nos ayudan a tomar decisiones funcionando como factores que deshacen el 'empate en los casos de indeterminación' y que, de manera más general, mejoran la calidad de la toma de decisiones al hacer posible que nos centremos en los rasgos mas destacados de la situación (Elster 2002, Apéndice) análogamente al análisis situacional de Popper. Contra la propuesta tradicional y la revisionista, se enuncia la tesis de que las emociones no afectan 'en lo más mínimo' la racionalidad de la elección misma. Si bien las emociones intervienen en las decisiones como costos y beneficios asociados a las diversas opciones no lo hacen en tanto fuerzas psíquicas 'distorsionantes' de los mecanismos de la elección. Se trata, en este contexto, de la capacidad (¿estado de ánimo?) de abordar una tarea llevándola al término propuesto. El resultado final complace -hace feliz- a la persona que la lleva a cabo. A partir de 1987, Ekman estableció las pruebas en relación con que la emoción tiene diferentes patrones en el sistema nervioso autónomo. 'Los actores representaban expresiones faciales mientras eran registrados con una serie de variables autónomas (ritmo cardiaco, conductancia de la piel)" (p. 49) Ekman y colaboradores propusieron patrones de la emoción diferentes para seis emociones biológicamente básicas: 1. Sorpresa. 2. Disgusto. 3. Tristeza. 4. Ira. 5. Miedo. 6. Alegría/Felicidad. Especialmente después del año 2004 las The Big Six de Prinz se convirtieron en la lista de emociones básicas ampliamente aceptadas. Se estableció así un primer vínculo de carácter psicológico y neurocientífico entre las nociones de racionalidad, las emociones y la felicidad. El segundo vínculo que propondremos en este trabajo se refiere al de la economía, más precisamente, la rama de la economía de la felicidad. Este vínculo manifiesta una relación donde las variables económico-sociológicas deben ser incluidas en el nexo entre la racionalidad, las emociones y la felicidad. La llamada 'paradoja de Easterlin' es un concepto clave en la economía de la felicidad: dentro de un país dado, la gente con mayores ingresos tiene una mayor tendencia a afirmar que es más feliz. Sin embargo, cuando se comparan los resultados de varios países, el nivel medio de felicidad que los sujetos dicen poseer no varía prácticamente. (Maceri, S., García P. 2010). A través de Easterlin (2001), se advierte que aunque el resultado de sus estudios es paradojal, los contextos sociales deben ser contemplados en este segundo tipo de nexo. En síntesis, hay un doble vínculo viable entre las nociones de racionalidad, las emociones y la felicidad: el de la psicología y neurociencia, por una parte, y el de la ciencia económica, por otra, ambos interconectados con sus consabidas dificultades
Resumo:
Se propone un trabajo de investigación que tiene como objetivo identificar los efectos en la salud física y emocional en hombres pertenecientes a sectores populares, que se desempeñan como trabajadores de la construcción. Este trabajo tiene un antecedente, una experiencia de investigación en la que se analizó la vinculación entre las emociones y la masculinidad ante el evento del desempleo. En relación a los estudios sobre masculinidad, éstos generalmente han encontrado que el trabajo se constituye en el eje más importante de la identidad masculina; los hallazgos evidencian que a través del trabajo el hombre adquiere sentido para sí mismo y para los otros, a través de éste puede desempeñarse como padre, esposo y proveedor. De la misma manera la presencia o ausencia de empleo produce en los hombres una variedad de emociones. Las emociones que principalmente se han asociado a la falta de trabajo son la ansiedad, la tristeza y la vergüenza, en un patrón que tiende hacia el ocultamiento de la emocionalidad. Por otra parte, y en relación a la salud, las prácticas de auto-cuidado que los hombres realizan son pobres y éstos más bien tienden a realizar conductas riesgosas siguiendo un modelo prevalente de masculinidadtradicional que prescribe que los hombres son fuertes, no vulnerables o débiles, por esta razones una pregunta de investigación que se plantea es ¿Cómo es representada, experimentada la vulnerabilidad en este grupo de hombres, trabajadores de la construcción? Vulnerabilidad que se presenta en la falta de un empleo permanente y también en el aspecto de la salud. En estudios de esta naturaleza el contexto socio-económico es importante y habrá que remitirse a él en algún momento, y en este sentido es importanteobservar que el panorama económico actual ofrece inestabilidad e incertidumbre laboral; vivir en una sociedad que a loshombres les demanda desempeñarse bajo esquemas tradicionales genéricos y que no ofrece las condiciones para hacerlo afecta la emocionalidad y la identidad de género masculina En relación al estudio que se propone, algunos de los objetivos específicos son: 1) Conocer los significados y construcciones sobre la masculinidad que prevalece en los sujetos; 2) Conocer las prácticas relacionadas con el cuidado y/o abandono de la salud en este grupo de hombre; 3) Identificar las emociones que con mayor frecuencia experimentan los hombres trabajadores de la construcción. La metodología que se utilizará será de tipo cualitativo, utilizando la técnica de la entrevista con una muestra de 30 sujetos. El marco teórico que se utilizará es un marco socio-psicológico: la teoría de género, la teoría cognitiva de las emociones de Lazarus y el enfoque constructivista de Berger y Luckmann (2003). Los resultados serán interpretados a la luz de la teoría y los resultados de trabajos de investigación similares. Es un estudio que inicia, que está en curso y que se terminará en junio de 2012
Resumo:
Los comportamientos extra papel son todas aquellas acciones ejecutadas por los empleados en su lugar de trabajo que exceden los requerimientos formales de su puesto. Tales comportamientos pueden ser positivos o negativos, tanto para la organización como para sus miembros. Los comportamientos positivos, comunmente identificados como 'comportamientos de ciudadanía organizacional' (CCO), caracterizan a los empleados que hacen mas de lo que la empresa espera de ellos. Los comportamientos negativos, identificados como 'comportamientos organizacionales contraproducentes' (CCP), caracterizan a los empleados que no hacen lo suficiente o que trabajan activamente para dañar a la empresa. La presente comunicación focalizara sobre estos últimos, comportamientos contraproducentes, desviados o antisociales. La forma mas común de conceptualizar a los CCP es clasificarlos en función del objetivo de la conducta, es decir, CCP-Interpersonales si se dirigen hacia las personas o CCP-Organizacionales si se dirigen a la organización en su conjunto. Los CCP-I son funcionalmente equivalentes a los actos de agresión hacia los compañeros de trabajo, incluidos los insultos verbales, la difusión de rumores falsos y el ocultamiento de información crucial. Los CCP-O pueden tomar la forma de ausencias sin aviso, robos, mal uso de las instalaciones, pausas excesivas durante el horario de trabajo, y similares. El objetivo del presente estudio fue analizar el rol de la afectividad y de la personalidad sobre la ejecución de CCP. Como hipótesis de trabajo se presupuso una relación significativa entre las emociones negativas experimentadas como consecuencia de las percepciones de justicia en el trabajo y la ejecución de CCP, relación que estaría modulada por algunos rasgos de personalidad tales como Responsabilidad y Amabilidad. La verificación empírica se realizo sobre una muestra de 218 trabajadores (125 varones y 93 mujeres), con una edad promedio de 35.60 años, empleados de 16 empresas argentinas radicadas en la zona centro del país. Los sujetos, en sus respectivos lugares de trabajo, completaron un protocolo integrado por una hoja de datos sociodemográficos, la escala de Justicia Organizacional, la escala de CCP, la de Afectos Negativos, y las subescalas de Responsabilidad y Amabilidad del Cuestionario Big Five. Se seleccionaron estos dos rasgos de personalidad porque la evidencia empírica muestra que las personas responsables y agradables son menos influenciadas por la afectividad momentánea. Responsabilidad refleja el grado en que una persona es cuidadosa, exhaustiva, organizada, trabajadora y perseverante. Amabilidad refleja el grado en que una persona es cortes, flexible, confiable, de buen carácter, cooperativa y tolerante. Análisis bivariados de la información recogida indicaron que las emociones negativas (decepción, tristeza y venganza), experimentadas frente a las injusticias por parte del supervisor, se asocian con CCP-O, en lugar de CCP-I. Posiblemente porque al percibir al supervisor como representante de la organización, los empleados dirigen su agresión hacia otros blancos por temor a represalias. Por su parte, los análisis multivariados mostraron que los rasgos de personalidad moderan la relación entre la percepción negativa del entorno de trabajo y los CCP. En este sentido, se observo que la Responsabilidad disminuye la ejecución de CCP-O, en tanto que la Amabilidad disminuye los CCP-I. Se discuten los resultados en función del rol que ocupa el supervisor en la estructura organizacional y de las características de personalidad de los empleados. Se espera que los resultados obtenidos constituyan elementos valiosos para el gerenciamiento de cambios organizacionales estratégicos. Los comportamientos extra papel son todas aquellas acciones ejecutadas por los empleados en su lugar de trabajo que exceden los requerimientos formales de su puesto. Tales comportamientos pueden ser positivos o negativos, tanto para la organización como para sus miembros. Los comportamientos positivos, comúnmente identifica
Resumo:
Este trabajo se enmarca en la temática principal acerca de los conceptos clásicos de racionalidad, emociones y felicidad así como de una revisión actual de ellos. El objetivo central es, pues, analizar las tres nociones. Para ello, la metodología será el análisis conceptual de los textos pertinentes referidos en la bibliografía. La conclusión se centrará en que hay un doble vínculo científico, psicológico-neurológico y económico viable entre las nociones de racionalidad, las emociones y la felicidad.La relación entre la racionalidad, las emociones y la felicidad constituye un problema de larga data. Básicamente, se pueden distinguir tres grupos de cuestiones. En primer lugar, podemos intentar determinar el 'impacto de las emociones en la racionalidad de la toma de decisiones'. (Elster 2002, IV) En segundo lugar, podemos preguntarnos si 'las propias emociones pueden ser valoradas como más o menos racionales, independientemente de su influencia en las elecciones que hacemos o en las creencias que nos formamos'. (Ibid. 2) Y, en tercer lugar, podemos preguntarnos si las emociones pueden ser objeto de una elección racional, es decir, 'si las personas pueden entrar en una deliberación racional acerca de cuáles son las emociones que han de inducirse en sí mismas o en los demás y si realmente lo hacen'. (Ibid. IV, 3, 300) Tradicionalmente, se ha aceptado que las emociones suponen una especie de 'traba' para la elección racional. Sin embargo, esta posición ha sido revisada, proponiéndose, en cambio, que las emociones no sólo no interfieren en la toma racional de decisiones sino que la favorecen. De este modo, se puede decir que las emociones nos ayudan a tomar decisiones funcionando como factores que deshacen el 'empate en los casos de indeterminación' y que, de manera más general, mejoran la calidad de la toma de decisiones al hacer posible que nos centremos en los rasgos mas destacados de la situación (Elster 2002, Apéndice) análogamente al análisis situacional de Popper. Contra la propuesta tradicional y la revisionista, se enuncia la tesis de que las emociones no afectan 'en lo más mínimo' la racionalidad de la elección misma. Si bien las emociones intervienen en las decisiones como costos y beneficios asociados a las diversas opciones no lo hacen en tanto fuerzas psíquicas 'distorsionantes' de los mecanismos de la elección. Se trata, en este contexto, de la capacidad (¿estado de ánimo?) de abordar una tarea llevándola al término propuesto. El resultado final complace -hace feliz- a la persona que la lleva a cabo. A partir de 1987, Ekman estableció las pruebas en relación con que la emoción tiene diferentes patrones en el sistema nervioso autónomo. 'Los actores representaban expresiones faciales mientras eran registrados con una serie de variables autónomas (ritmo cardiaco, conductancia de la piel)" (p. 49) Ekman y colaboradores propusieron patrones de la emoción diferentes para seis emociones biológicamente básicas: 1. Sorpresa. 2. Disgusto. 3. Tristeza. 4. Ira. 5. Miedo. 6. Alegría/Felicidad. Especialmente después del año 2004 las The Big Six de Prinz se convirtieron en la lista de emociones básicas ampliamente aceptadas. Se estableció así un primer vínculo de carácter psicológico y neurocientífico entre las nociones de racionalidad, las emociones y la felicidad. El segundo vínculo que propondremos en este trabajo se refiere al de la economía, más precisamente, la rama de la economía de la felicidad. Este vínculo manifiesta una relación donde las variables económico-sociológicas deben ser incluidas en el nexo entre la racionalidad, las emociones y la felicidad. La llamada 'paradoja de Easterlin' es un concepto clave en la economía de la felicidad: dentro de un país dado, la gente con mayores ingresos tiene una mayor tendencia a afirmar que es más feliz. Sin embargo, cuando se comparan los resultados de varios países, el nivel medio de felicidad que los sujetos dicen poseer no varía prácticamente. (Maceri, S., García P. 2010). A través de Easterlin (2001), se advierte que aunque el resultado de sus estudios es paradojal, los contextos sociales deben ser contemplados en este segundo tipo de nexo. En síntesis, hay un doble vínculo viable entre las nociones de racionalidad, las emociones y la felicidad: el de la psicología y neurociencia, por una parte, y el de la ciencia económica, por otra, ambos interconectados con sus consabidas dificultades