189 resultados para Socialismo, cultura científica y latinismos de entresiglos XIX y XX
em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina
Resumo:
En el primer capitulo, la tesis se centró en las Crónicas del bulevar [1902] que condensan el desdoblamiento de la práctica ugarteana, es decir su actividad literaria y la escritura de crónicas periodísticas con un sesgo político y sociológico. Uno de los rasgos característicos fue el establecimiento de diagnósticos acerca de las tendencias culturales europeas o latinoamericanas del presente, una operación retórica que puede leerse como indicio mismo de la modernización de las letras hispanoamericanas. En este capitulo puede verse el modo en que Ugarte evalúa el ejercicio de la crónica francesa, el caso Dreyfus, los congresos de la juventud o la Exposición Universal de 1900. Por un lado, me detuve en su recepción de la conferencia de Jaures sobre el arte y el socialismo, a partir de lo cual pude describir las claves de su intervención intelectual: un socialismo eufemizado; la fe en la ciencia propia del ensayismo latinoamericano, aun cuando los observadores de la época conocían las doctrinas antipositivistas por las ediciones españolas de Sempere, por ejemplo. Finalmente, la interpretación del sentido indefectible de la humanidad hacia el socialismo y la necesidad de inscribir las practicas artísticas en ese sentido, lo que le da argumentos contra el modernismo, al que tilda de individualista y residual. Por otro lado, la afirmación juvenilista ugarteana a través de la cual aparece un diálogo temprano con el discurso de Rodo: sus crónicas sobre la juventud francesa y sudamericana, respectivamente, encierran una concepción de esta última como fuerza política. En el segundo capitulo, analizo su reflexión en torno a la identidad latinoamericana dio lugar a un progresivo abandono del dogma de la desigualdad de las razas y su función disonante respecto de las lecturas de la sociología positivista. A su vez, en relación con las reflexiones sobre la identidad latinoamericana, la te matización del discurso latinista europeo en función de estas. Esto permitió explicar tanto la singularidad de su programa de unión continental, cuanto las características del discurso antiimperialista que desarrolla tempranamente. En el capítulo 3, para comprender continuidades y desvíos respecto de la tradición antinorteamericana rioplatense, resulto necesario situar a Ugarte en el marco de dicha tradición. Allí pude reconocer una configuración epocal, legible en Martí, Darío, Rodo, Ugarte y García Calderon, caracterizada por la afirmación de "la América latina" como tierra de promesas, capaz de redimir al propio Occidente. La investigación me llevo, asimismo, a identificar con precisión no solo los puntos de contacto y diferencias de las intervenciones latinoamericanistas de Ugarte en relación con los socialistas argentinos, sino las propias tensiones doctrinarias que surgían de la posición periférica de los actores analizados, en el interior de dicha formación, en su etapa de constitución como partido que pretendía dar un marco nacional a sus acciones. La intervención universalista autorizada en el cientificismo, así como la afirmación identitaria continental, permiten a su vez explicar el ejercicio ugarteano de la critica literaria analizado en el cuarto capitulo. Lo primero quedo claro en la insistente patologización de los poetas modernistas y de la poética misma y de sus efectos. También advertí los modos singulares con que Ugarte interviene en el diseño de un programa para la literatura latinoamericana en el momento de emergencia de un campo intelectual en formación. En el último capitulo, reconstruí la trayectoria literaria ubicando tres momentos: los comienzos en Buenos Aires, con la creación de la Revista literaria, que revelan una temprana tendencia al emprendimiento de proyectos culturales, paralelamente a una iniciativa "religadora" [Zanetti] entre los escritores jóvenes del continente. El segundo momento, el más fecundo, se ubica entre su llegada a Paris y 1910, poco antes de su partida hacia América; intente mostrar que las primeras publicaciones retoman varios de los temas modernistas. En 1924 ubique el 3er momento de la trayectoria, en que Ugarte vuelve a la escribir después de 14 años de silencio literario. Ugarte incursiona en la novela, introduciendo procedimientos autorreferenciales pirandelianos, a través de una fabula alegórica con motivos modernistas [las mascaras, Pierrot, el poeta victima del mundo burgués]. Intente mostrar que Ugarte resuelve imaginariamente, dándole un cierre, los modos de su intervención intelectual marcada por el profetismo. La escritura libera así fantasmas políticos y autobiográficos, y propone una distopía respecto de los destinos emancipatorios de las sociedades modernas, exhibiendo una gran lucidez respecto de los resortes de la dominación simbólica
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En el primer capitulo, la tesis se centró en las Crónicas del bulevar [1902] que condensan el desdoblamiento de la práctica ugarteana, es decir su actividad literaria y la escritura de crónicas periodísticas con un sesgo político y sociológico. Uno de los rasgos característicos fue el establecimiento de diagnósticos acerca de las tendencias culturales europeas o latinoamericanas del presente, una operación retórica que puede leerse como indicio mismo de la modernización de las letras hispanoamericanas. En este capitulo puede verse el modo en que Ugarte evalúa el ejercicio de la crónica francesa, el caso Dreyfus, los congresos de la juventud o la Exposición Universal de 1900. Por un lado, me detuve en su recepción de la conferencia de Jaures sobre el arte y el socialismo, a partir de lo cual pude describir las claves de su intervención intelectual: un socialismo eufemizado; la fe en la ciencia propia del ensayismo latinoamericano, aun cuando los observadores de la época conocían las doctrinas antipositivistas por las ediciones españolas de Sempere, por ejemplo. Finalmente, la interpretación del sentido indefectible de la humanidad hacia el socialismo y la necesidad de inscribir las practicas artísticas en ese sentido, lo que le da argumentos contra el modernismo, al que tilda de individualista y residual. Por otro lado, la afirmación juvenilista ugarteana a través de la cual aparece un diálogo temprano con el discurso de Rodo: sus crónicas sobre la juventud francesa y sudamericana, respectivamente, encierran una concepción de esta última como fuerza política. En el segundo capitulo, analizo su reflexión en torno a la identidad latinoamericana dio lugar a un progresivo abandono del dogma de la desigualdad de las razas y su función disonante respecto de las lecturas de la sociología positivista. A su vez, en relación con las reflexiones sobre la identidad latinoamericana, la te matización del discurso latinista europeo en función de estas. Esto permitió explicar tanto la singularidad de su programa de unión continental, cuanto las características del discurso antiimperialista que desarrolla tempranamente. En el capítulo 3, para comprender continuidades y desvíos respecto de la tradición antinorteamericana rioplatense, resulto necesario situar a Ugarte en el marco de dicha tradición. Allí pude reconocer una configuración epocal, legible en Martí, Darío, Rodo, Ugarte y García Calderon, caracterizada por la afirmación de "la América latina" como tierra de promesas, capaz de redimir al propio Occidente. La investigación me llevo, asimismo, a identificar con precisión no solo los puntos de contacto y diferencias de las intervenciones latinoamericanistas de Ugarte en relación con los socialistas argentinos, sino las propias tensiones doctrinarias que surgían de la posición periférica de los actores analizados, en el interior de dicha formación, en su etapa de constitución como partido que pretendía dar un marco nacional a sus acciones. La intervención universalista autorizada en el cientificismo, así como la afirmación identitaria continental, permiten a su vez explicar el ejercicio ugarteano de la critica literaria analizado en el cuarto capitulo. Lo primero quedo claro en la insistente patologización de los poetas modernistas y de la poética misma y de sus efectos. También advertí los modos singulares con que Ugarte interviene en el diseño de un programa para la literatura latinoamericana en el momento de emergencia de un campo intelectual en formación. En el último capitulo, reconstruí la trayectoria literaria ubicando tres momentos: los comienzos en Buenos Aires, con la creación de la Revista literaria, que revelan una temprana tendencia al emprendimiento de proyectos culturales, paralelamente a una iniciativa "religadora" [Zanetti] entre los escritores jóvenes del continente. El segundo momento, el más fecundo, se ubica entre su llegada a Paris y 1910, poco antes de su partida hacia América; intente mostrar que las primeras publicaciones retoman varios de los temas modernistas. En 1924 ubique el 3er momento de la trayectoria, en que Ugarte vuelve a la escribir después de 14 años de silencio literario. Ugarte incursiona en la novela, introduciendo procedimientos autorreferenciales pirandelianos, a través de una fabula alegórica con motivos modernistas [las mascaras, Pierrot, el poeta victima del mundo burgués]. Intente mostrar que Ugarte resuelve imaginariamente, dándole un cierre, los modos de su intervención intelectual marcada por el profetismo. La escritura libera así fantasmas políticos y autobiográficos, y propone una distopía respecto de los destinos emancipatorios de las sociedades modernas, exhibiendo una gran lucidez respecto de los resortes de la dominación simbólica
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En el primer capitulo, la tesis se centró en las Crónicas del bulevar [1902] que condensan el desdoblamiento de la práctica ugarteana, es decir su actividad literaria y la escritura de crónicas periodísticas con un sesgo político y sociológico. Uno de los rasgos característicos fue el establecimiento de diagnósticos acerca de las tendencias culturales europeas o latinoamericanas del presente, una operación retórica que puede leerse como indicio mismo de la modernización de las letras hispanoamericanas. En este capitulo puede verse el modo en que Ugarte evalúa el ejercicio de la crónica francesa, el caso Dreyfus, los congresos de la juventud o la Exposición Universal de 1900. Por un lado, me detuve en su recepción de la conferencia de Jaures sobre el arte y el socialismo, a partir de lo cual pude describir las claves de su intervención intelectual: un socialismo eufemizado; la fe en la ciencia propia del ensayismo latinoamericano, aun cuando los observadores de la época conocían las doctrinas antipositivistas por las ediciones españolas de Sempere, por ejemplo. Finalmente, la interpretación del sentido indefectible de la humanidad hacia el socialismo y la necesidad de inscribir las practicas artísticas en ese sentido, lo que le da argumentos contra el modernismo, al que tilda de individualista y residual. Por otro lado, la afirmación juvenilista ugarteana a través de la cual aparece un diálogo temprano con el discurso de Rodo: sus crónicas sobre la juventud francesa y sudamericana, respectivamente, encierran una concepción de esta última como fuerza política. En el segundo capitulo, analizo su reflexión en torno a la identidad latinoamericana dio lugar a un progresivo abandono del dogma de la desigualdad de las razas y su función disonante respecto de las lecturas de la sociología positivista. A su vez, en relación con las reflexiones sobre la identidad latinoamericana, la te matización del discurso latinista europeo en función de estas. Esto permitió explicar tanto la singularidad de su programa de unión continental, cuanto las características del discurso antiimperialista que desarrolla tempranamente. En el capítulo 3, para comprender continuidades y desvíos respecto de la tradición antinorteamericana rioplatense, resulto necesario situar a Ugarte en el marco de dicha tradición. Allí pude reconocer una configuración epocal, legible en Martí, Darío, Rodo, Ugarte y García Calderon, caracterizada por la afirmación de "la América latina" como tierra de promesas, capaz de redimir al propio Occidente. La investigación me llevo, asimismo, a identificar con precisión no solo los puntos de contacto y diferencias de las intervenciones latinoamericanistas de Ugarte en relación con los socialistas argentinos, sino las propias tensiones doctrinarias que surgían de la posición periférica de los actores analizados, en el interior de dicha formación, en su etapa de constitución como partido que pretendía dar un marco nacional a sus acciones. La intervención universalista autorizada en el cientificismo, así como la afirmación identitaria continental, permiten a su vez explicar el ejercicio ugarteano de la critica literaria analizado en el cuarto capitulo. Lo primero quedo claro en la insistente patologización de los poetas modernistas y de la poética misma y de sus efectos. También advertí los modos singulares con que Ugarte interviene en el diseño de un programa para la literatura latinoamericana en el momento de emergencia de un campo intelectual en formación. En el último capitulo, reconstruí la trayectoria literaria ubicando tres momentos: los comienzos en Buenos Aires, con la creación de la Revista literaria, que revelan una temprana tendencia al emprendimiento de proyectos culturales, paralelamente a una iniciativa "religadora" [Zanetti] entre los escritores jóvenes del continente. El segundo momento, el más fecundo, se ubica entre su llegada a Paris y 1910, poco antes de su partida hacia América; intente mostrar que las primeras publicaciones retoman varios de los temas modernistas. En 1924 ubique el 3er momento de la trayectoria, en que Ugarte vuelve a la escribir después de 14 años de silencio literario. Ugarte incursiona en la novela, introduciendo procedimientos autorreferenciales pirandelianos, a través de una fabula alegórica con motivos modernistas [las mascaras, Pierrot, el poeta victima del mundo burgués]. Intente mostrar que Ugarte resuelve imaginariamente, dándole un cierre, los modos de su intervención intelectual marcada por el profetismo. La escritura libera así fantasmas políticos y autobiográficos, y propone una distopía respecto de los destinos emancipatorios de las sociedades modernas, exhibiendo una gran lucidez respecto de los resortes de la dominación simbólica
Resumo:
El artículo recuerda los intentos de sistematización de saberes anteriores al Romanticismo y recapitula la evolución de la historiografía literaria durante los siglos XIX y XX para presentar después algunas reflexiones metodológicas con respecto a la clasificación de obras literarias a partir de las propuestas formuladas por Ottmar Ette en un libro reciente. Muestra que cualquier intento de "sistematizar" un conjunto de saberes o de obras literarias desemboca rápidamente en sistemas de pertenencias parcialmente compartidas cuyas estructuras parecen arbitrarias, y que quizás sea a veces preferible visualizarlos en esquemas parecidos a los que se utilizaron para sintetizar las numerosas corrientes que caracterizan la evolución de las artes plásticas a partir de 1890.
Resumo:
Fil: Corbellini, Natalia. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
Resumo:
El artículo recuerda los intentos de sistematización de saberes anteriores al Romanticismo y recapitula la evolución de la historiografía literaria durante los siglos XIX y XX para presentar después algunas reflexiones metodológicas con respecto a la clasificación de obras literarias a partir de las propuestas formuladas por Ottmar Ette en un libro reciente. Muestra que cualquier intento de "sistematizar" un conjunto de saberes o de obras literarias desemboca rápidamente en sistemas de pertenencias parcialmente compartidas cuyas estructuras parecen arbitrarias, y que quizás sea a veces preferible visualizarlos en esquemas parecidos a los que se utilizaron para sintetizar las numerosas corrientes que caracterizan la evolución de las artes plásticas a partir de 1890.
Resumo:
Fil: Corbellini, Natalia. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.
Resumo:
El artículo recuerda los intentos de sistematización de saberes anteriores al Romanticismo y recapitula la evolución de la historiografía literaria durante los siglos XIX y XX para presentar después algunas reflexiones metodológicas con respecto a la clasificación de obras literarias a partir de las propuestas formuladas por Ottmar Ette en un libro reciente. Muestra que cualquier intento de "sistematizar" un conjunto de saberes o de obras literarias desemboca rápidamente en sistemas de pertenencias parcialmente compartidas cuyas estructuras parecen arbitrarias, y que quizás sea a veces preferible visualizarlos en esquemas parecidos a los que se utilizaron para sintetizar las numerosas corrientes que caracterizan la evolución de las artes plásticas a partir de 1890.
Resumo:
El presente trabajo analiza la trayectoria como letrado de Jacinto Ventura de Molina (1766-c.1841), un afrodescendiente libre que escribió cartas, memoriales, oraciones y documentos jurídicos sobre diversas materias durante la primera mitad del siglo XIX en Montevideo. Es tal vez el único caso de un escritor afrodescendiente en ese período en el Río de la Plata. El objetivo de este trabajo es proporcionar una descripción densa de su acción en un período de grandes transformaciones, ubicado entre fines del siglo XVIII y las primeras décadas del XIX, en el que cae la dominación colonial española, se dan las guerras por la independencia y se instituye el Estado- nación. En tal sentido procuraré exhibir las tramas de significación que explican a Molina, el proceso de aculturación y alfabetización del que fue objeto, la red de relaciones que fue tejiendo en Montevideo, las dificultades de tomar la palabra en una sociedad racista, su lugar en la cultura letrada montevideana, las implicancias de escribir su propia historia y de asumir la representación colectiva de otros afrodescendientes. En el primer capítulo "Jacinto Ventura de Molina en la ciudad letrada (1766-1837)" reconstruyo la trayectoria letrada de Molina desde la perspectiva del actor y a través de sus manuscritos contrastándola con otra documentación y con la bibliografía sobre el período. Como un ejercicio de microhistoria, a la manera de Carlo Ginzburg, pretendo estudiar a los letrados montevideanos, los modos de circulación de sus textos, la publicación, la educación formal e informal, las reglas de inclusión/exclusión del grupo a través de la perspectiva de un sujeto marginal que la historia dejó a un lado. En el segundo capítulo, "Cultura letrada y etnicidad en el siglo XIX rioplatense", discuto el concepto de ciudad letrada de Angel Rama como modelo teórico para entender al letrado como sujeto y sus relaciones con el poder en América Latina. Propongo a su vez ciertos ajustes al modelo y su sustitución por el concepto de cultura letrada a partir de las distintas críticas que el texto ha recibido desde su publicación en 1984. En los dos capítulos siguientes abordo dos aspectos específicos de los manuscritos. En el capítulo "Escribir «yo»: mimesis y autobiografía", analizo el resultado de asumir la palabra escrita y construir un "yo" a partir de la experiencia de ser un hombre negro en una sociedad racista, la importancia de la mimesis con la cultura de los blancos como estrategia básica para construir un yo y las implicancias de este dispositivo mimético en el caso de Molina (Ramos, 1996). Este capítulo se complementa con una perspectiva comparada sobre las autobiografías de esclavos tanto en el ámbito hispanoamericano como en el anglosajón. En el capítulo "Intermediar, representar: Jacinto Ventura de Molina entre esclavos", estudio la dimensión colectiva de la resistencia de los africanos y sus descendientes en Uruguay y la posición fronteriza que Molina ocupó entre los colectivos de afrodescendientes y el Estado. El trabajo reconstruye el punto de vista de Jacinto Ventura de Molina en la cultura letrada del siglo XIX a través de una perspeciva étnico-racial poco o nada explorada en la historia, la crítica y la teoría de la literatura uruguaya. Creo que su caso permite describir otras posiciones liminares en América Latina y proporcionar herramientas para comprender las posibilidades emancipatorias que la escritura y el accionar colectivo ofrecen a los sujetos subalternos en contextos hostiles como la primera mitad del siglo XIX
Resumo:
El presente trabajo analiza la trayectoria como letrado de Jacinto Ventura de Molina (1766-c.1841), un afrodescendiente libre que escribió cartas, memoriales, oraciones y documentos jurídicos sobre diversas materias durante la primera mitad del siglo XIX en Montevideo. Es tal vez el único caso de un escritor afrodescendiente en ese período en el Río de la Plata. El objetivo de este trabajo es proporcionar una descripción densa de su acción en un período de grandes transformaciones, ubicado entre fines del siglo XVIII y las primeras décadas del XIX, en el que cae la dominación colonial española, se dan las guerras por la independencia y se instituye el Estado- nación. En tal sentido procuraré exhibir las tramas de significación que explican a Molina, el proceso de aculturación y alfabetización del que fue objeto, la red de relaciones que fue tejiendo en Montevideo, las dificultades de tomar la palabra en una sociedad racista, su lugar en la cultura letrada montevideana, las implicancias de escribir su propia historia y de asumir la representación colectiva de otros afrodescendientes. En el primer capítulo "Jacinto Ventura de Molina en la ciudad letrada (1766-1837)" reconstruyo la trayectoria letrada de Molina desde la perspectiva del actor y a través de sus manuscritos contrastándola con otra documentación y con la bibliografía sobre el período. Como un ejercicio de microhistoria, a la manera de Carlo Ginzburg, pretendo estudiar a los letrados montevideanos, los modos de circulación de sus textos, la publicación, la educación formal e informal, las reglas de inclusión/exclusión del grupo a través de la perspectiva de un sujeto marginal que la historia dejó a un lado. En el segundo capítulo, "Cultura letrada y etnicidad en el siglo XIX rioplatense", discuto el concepto de ciudad letrada de Angel Rama como modelo teórico para entender al letrado como sujeto y sus relaciones con el poder en América Latina. Propongo a su vez ciertos ajustes al modelo y su sustitución por el concepto de cultura letrada a partir de las distintas críticas que el texto ha recibido desde su publicación en 1984. En los dos capítulos siguientes abordo dos aspectos específicos de los manuscritos. En el capítulo "Escribir «yo»: mimesis y autobiografía", analizo el resultado de asumir la palabra escrita y construir un "yo" a partir de la experiencia de ser un hombre negro en una sociedad racista, la importancia de la mimesis con la cultura de los blancos como estrategia básica para construir un yo y las implicancias de este dispositivo mimético en el caso de Molina (Ramos, 1996). Este capítulo se complementa con una perspectiva comparada sobre las autobiografías de esclavos tanto en el ámbito hispanoamericano como en el anglosajón. En el capítulo "Intermediar, representar: Jacinto Ventura de Molina entre esclavos", estudio la dimensión colectiva de la resistencia de los africanos y sus descendientes en Uruguay y la posición fronteriza que Molina ocupó entre los colectivos de afrodescendientes y el Estado. El trabajo reconstruye el punto de vista de Jacinto Ventura de Molina en la cultura letrada del siglo XIX a través de una perspeciva étnico-racial poco o nada explorada en la historia, la crítica y la teoría de la literatura uruguaya. Creo que su caso permite describir otras posiciones liminares en América Latina y proporcionar herramientas para comprender las posibilidades emancipatorias que la escritura y el accionar colectivo ofrecen a los sujetos subalternos en contextos hostiles como la primera mitad del siglo XIX
Resumo:
El presente trabajo analiza la trayectoria como letrado de Jacinto Ventura de Molina (1766-c.1841), un afrodescendiente libre que escribió cartas, memoriales, oraciones y documentos jurídicos sobre diversas materias durante la primera mitad del siglo XIX en Montevideo. Es tal vez el único caso de un escritor afrodescendiente en ese período en el Río de la Plata. El objetivo de este trabajo es proporcionar una descripción densa de su acción en un período de grandes transformaciones, ubicado entre fines del siglo XVIII y las primeras décadas del XIX, en el que cae la dominación colonial española, se dan las guerras por la independencia y se instituye el Estado- nación. En tal sentido procuraré exhibir las tramas de significación que explican a Molina, el proceso de aculturación y alfabetización del que fue objeto, la red de relaciones que fue tejiendo en Montevideo, las dificultades de tomar la palabra en una sociedad racista, su lugar en la cultura letrada montevideana, las implicancias de escribir su propia historia y de asumir la representación colectiva de otros afrodescendientes. En el primer capítulo "Jacinto Ventura de Molina en la ciudad letrada (1766-1837)" reconstruyo la trayectoria letrada de Molina desde la perspectiva del actor y a través de sus manuscritos contrastándola con otra documentación y con la bibliografía sobre el período. Como un ejercicio de microhistoria, a la manera de Carlo Ginzburg, pretendo estudiar a los letrados montevideanos, los modos de circulación de sus textos, la publicación, la educación formal e informal, las reglas de inclusión/exclusión del grupo a través de la perspectiva de un sujeto marginal que la historia dejó a un lado. En el segundo capítulo, "Cultura letrada y etnicidad en el siglo XIX rioplatense", discuto el concepto de ciudad letrada de Angel Rama como modelo teórico para entender al letrado como sujeto y sus relaciones con el poder en América Latina. Propongo a su vez ciertos ajustes al modelo y su sustitución por el concepto de cultura letrada a partir de las distintas críticas que el texto ha recibido desde su publicación en 1984. En los dos capítulos siguientes abordo dos aspectos específicos de los manuscritos. En el capítulo "Escribir «yo»: mimesis y autobiografía", analizo el resultado de asumir la palabra escrita y construir un "yo" a partir de la experiencia de ser un hombre negro en una sociedad racista, la importancia de la mimesis con la cultura de los blancos como estrategia básica para construir un yo y las implicancias de este dispositivo mimético en el caso de Molina (Ramos, 1996). Este capítulo se complementa con una perspectiva comparada sobre las autobiografías de esclavos tanto en el ámbito hispanoamericano como en el anglosajón. En el capítulo "Intermediar, representar: Jacinto Ventura de Molina entre esclavos", estudio la dimensión colectiva de la resistencia de los africanos y sus descendientes en Uruguay y la posición fronteriza que Molina ocupó entre los colectivos de afrodescendientes y el Estado. El trabajo reconstruye el punto de vista de Jacinto Ventura de Molina en la cultura letrada del siglo XIX a través de una perspeciva étnico-racial poco o nada explorada en la historia, la crítica y la teoría de la literatura uruguaya. Creo que su caso permite describir otras posiciones liminares en América Latina y proporcionar herramientas para comprender las posibilidades emancipatorias que la escritura y el accionar colectivo ofrecen a los sujetos subalternos en contextos hostiles como la primera mitad del siglo XIX