11 resultados para Sobrevoo cartesiano
em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina
Resumo:
La escritura de Felisberto Hernández descoloca e inquieta, haciendo tambalear ciertos postulados tradicionales estrechamente relacionados con el pensamiento cartesiano y la primacía incuestionable de la razón. A partir del análisis de La casa inundada (1960) y un documento estético denominado Explicación falsa de mis cuentos (1955) se intentará demostrar cómo el supuesto del lenguaje "como tabla espontánea y cuadrícula primera de las cosas, como enlace indispensable entre la representación y los seres" (Foucault 2002: 205) es puesto en crisis, generando zonas de imprecisión y opacidad. Así, el lenguaje deja de entenderse como el espejo o vehículo de la realidad, permitiendo, en cambio, la exploración de "otros mundos posibles"
Resumo:
El objetivo del trabajo se centra en la posibilidad de brindar una definición de cuerpo que sirva al análisis de diversas prácticas corporales. Para ello es preciso considerar dos elementos que circunscriben este esfuerzo de conceptualización; ellos son 1) que no se reduzca a una visión biologicista y organicista del cuerpo y 2) que no se identifique cuerpo con vivencia. En términos positivos podemos indicar que la definición que se espera alcanzar vincula estrechamente al noción de cuerpo con la de sujeto, especialmente con la idea de subjetivación como modo específico en que los organismos biológicos llamados hombres se identifican, implican y comprometen activamente con las prácticas (políticas) que hacen a su modo de vida. El esfuerzo teórico a realizar se inscribe en las referencias conceptuales que brinda la filosofía política contemporánea, especialmente Foucault, Agamben y Nancy, éste último brinda una interpretación del dualismo cartesiano que se ubica en las antípodas de las interpretaciones convencionales, postulando incluso la inexistencia del mismo.
Resumo:
El trabajo se propone descubrir el ángulo exacto que permite una clara visión del pensamiento de Karl Jaspers. Seguimos en esto la consigna del propio filósofo que considera a la "situación" como un existenciario irrenunciable. En oposición al cogito cartesiano - despojado de mundo y de historia, como decía Ortega- se trata de poner al descubierto las raíces vivientes que nutren el nuevo pensamiento. Mi indagación encontró que los tres tomos de la principal obra de Jaspers, la Philosophie, se iluminan viéndolos como versiones actualizadas de las tres "ideas" de la metafísica clásica, cuyo "conocimiento" Kant demostró imposible. Dios, la libertad, el mundo- son Ideas "regulativas", que guían la marcha del pensamiento y de la acción, pero no constituyen objetos de conocimiento. Jaspers hablará de "Cifras", saberes simbólicos no reductibles a la ciencia-. Hay primero una aprehensión general de los resultados de las ciencias (Tomo 1º: "Orientación en el mundo", de la idea kantiana de mundo) . Esta reflexión conduce a la experiencia del límite, y lleva a la "Aclaración de la existencia" (Tomo 2º) que transpone en nuevo lenguaje existencial la idea kantiana del alma o de la libertad. -Por último (tomo 3º), la "Metafísica", analiza los modos en que la libertad se refiere a la Trascendencia y muestra el lenguaje cifrado de esa misma Trascendencia. Desde este centro en que nuestra tesis sitúa a Jaspers, pasamos luego a exponer su peculiar interpretación del mundo entorno, das Umgreifende, lo abarcador o englobante; así como el lenguaje indirecto; la relación con la teología, etc. En el curso de la exposición, Jaspers es confrontado con la fenomenología de Husserl y con las mal llamadas "filosofías de la existencia" de su colega alemán Heidegger y de su colega francés Gabriel Marcel.
Resumo:
El trabajo se propone descubrir el ángulo exacto que permite una clara visión del pensamiento de Karl Jaspers. Seguimos en esto la consigna del propio filósofo que considera a la "situación" como un existenciario irrenunciable. En oposición al cogito cartesiano - despojado de mundo y de historia, como decía Ortega- se trata de poner al descubierto las raíces vivientes que nutren el nuevo pensamiento. Mi indagación encontró que los tres tomos de la principal obra de Jaspers, la Philosophie, se iluminan viéndolos como versiones actualizadas de las tres "ideas" de la metafísica clásica, cuyo "conocimiento" Kant demostró imposible. Dios, la libertad, el mundo- son Ideas "regulativas", que guían la marcha del pensamiento y de la acción, pero no constituyen objetos de conocimiento. Jaspers hablará de "Cifras", saberes simbólicos no reductibles a la ciencia-. Hay primero una aprehensión general de los resultados de las ciencias (Tomo 1º: "Orientación en el mundo", de la idea kantiana de mundo) . Esta reflexión conduce a la experiencia del límite, y lleva a la "Aclaración de la existencia" (Tomo 2º) que transpone en nuevo lenguaje existencial la idea kantiana del alma o de la libertad. -Por último (tomo 3º), la "Metafísica", analiza los modos en que la libertad se refiere a la Trascendencia y muestra el lenguaje cifrado de esa misma Trascendencia. Desde este centro en que nuestra tesis sitúa a Jaspers, pasamos luego a exponer su peculiar interpretación del mundo entorno, das Umgreifende, lo abarcador o englobante; así como el lenguaje indirecto; la relación con la teología, etc. En el curso de la exposición, Jaspers es confrontado con la fenomenología de Husserl y con las mal llamadas "filosofías de la existencia" de su colega alemán Heidegger y de su colega francés Gabriel Marcel.
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La escritura de Felisberto Hernández descoloca e inquieta, haciendo tambalear ciertos postulados tradicionales estrechamente relacionados con el pensamiento cartesiano y la primacía incuestionable de la razón. A partir del análisis de La casa inundada (1960) y un documento estético denominado Explicación falsa de mis cuentos (1955) se intentará demostrar cómo el supuesto del lenguaje "como tabla espontánea y cuadrícula primera de las cosas, como enlace indispensable entre la representación y los seres" (Foucault 2002: 205) es puesto en crisis, generando zonas de imprecisión y opacidad. Así, el lenguaje deja de entenderse como el espejo o vehículo de la realidad, permitiendo, en cambio, la exploración de "otros mundos posibles"
Resumo:
El objetivo del trabajo se centra en la posibilidad de brindar una definición de cuerpo que sirva al análisis de diversas prácticas corporales. Para ello es preciso considerar dos elementos que circunscriben este esfuerzo de conceptualización; ellos son 1) que no se reduzca a una visión biologicista y organicista del cuerpo y 2) que no se identifique cuerpo con vivencia. En términos positivos podemos indicar que la definición que se espera alcanzar vincula estrechamente al noción de cuerpo con la de sujeto, especialmente con la idea de subjetivación como modo específico en que los organismos biológicos llamados hombres se identifican, implican y comprometen activamente con las prácticas (políticas) que hacen a su modo de vida. El esfuerzo teórico a realizar se inscribe en las referencias conceptuales que brinda la filosofía política contemporánea, especialmente Foucault, Agamben y Nancy, éste último brinda una interpretación del dualismo cartesiano que se ubica en las antípodas de las interpretaciones convencionales, postulando incluso la inexistencia del mismo.
Resumo:
La escritura de Felisberto Hernández descoloca e inquieta, haciendo tambalear ciertos postulados tradicionales estrechamente relacionados con el pensamiento cartesiano y la primacía incuestionable de la razón. A partir del análisis de La casa inundada (1960) y un documento estético denominado Explicación falsa de mis cuentos (1955) se intentará demostrar cómo el supuesto del lenguaje "como tabla espontánea y cuadrícula primera de las cosas, como enlace indispensable entre la representación y los seres" (Foucault 2002: 205) es puesto en crisis, generando zonas de imprecisión y opacidad. Así, el lenguaje deja de entenderse como el espejo o vehículo de la realidad, permitiendo, en cambio, la exploración de "otros mundos posibles"
Resumo:
El objetivo del trabajo se centra en la posibilidad de brindar una definición de cuerpo que sirva al análisis de diversas prácticas corporales. Para ello es preciso considerar dos elementos que circunscriben este esfuerzo de conceptualización; ellos son 1) que no se reduzca a una visión biologicista y organicista del cuerpo y 2) que no se identifique cuerpo con vivencia. En términos positivos podemos indicar que la definición que se espera alcanzar vincula estrechamente al noción de cuerpo con la de sujeto, especialmente con la idea de subjetivación como modo específico en que los organismos biológicos llamados hombres se identifican, implican y comprometen activamente con las prácticas (políticas) que hacen a su modo de vida. El esfuerzo teórico a realizar se inscribe en las referencias conceptuales que brinda la filosofía política contemporánea, especialmente Foucault, Agamben y Nancy, éste último brinda una interpretación del dualismo cartesiano que se ubica en las antípodas de las interpretaciones convencionales, postulando incluso la inexistencia del mismo.
Resumo:
La historia de la Actividad Física en general y de la Educación Física en particular son sin duda herederas de un cuerpo escindido, biologizado. La modernidad, montada sobre ese discurso dicotómico erige la razón como el nuevo Dios, y el cuerpo, siempre lo otro de sí, pasa a ser una maquinaria al servicio del cogito cartesiano. Considerar al cuerpo una construcción de la cultura, alejándose por completo del cuerpo físico que otrora fuera el centro de las preocupaciones, constituye un quiebre epistemológico radical que es preciso valorar. Efectivamente, limitar el análisis de la actividad física y las prácticas corporales de los hombres a una simple consideración orgánica, es reducirla a un nivel muy pobre de argumentación. Pero también, un enfoque culturalista que pretende deslindar toda consideración de la condición de animalidad del ser humano, su condición de ser vivo, constituye otra cara del reduccionismo. Como tampoco esencializar la cultura y no considerar las condiciones macroestructurales que la explican parece lo más plausible. En ese sentido, nos parece oportuno advertir que alentamos una postura antiesencialista que sostiene la no existencia de un sustrato primario, una esencia de lo social, sino que por el contrario asume el carácter contingente de toda identidad. De igual modo rechaza todo determinismo puesto que no concibe que exista una primacía de ninguna esfera, ya sea económica, cultural, o social, en la formación de las identidades; sino más bien entiende que todas ellas se interrelacionan e influencian mutuamente. Somos ese cuerpo que está, no solo atravesado por la razón, sino también por el poder y el deseo. Esa carne que somos es ese límite, ese punto ciego, esa piel que antecede toda reflexión y nos conecta con el mundo. En esta posibilidad de aunar la dimensión animal, humana y cósmica en una entidad indisoluble e integral, están quizás las huellas de nuevas (o viejas) sendas a ser transitadas
Resumo:
La historia de la Actividad Física en general y de la Educación Física en particular son sin duda herederas de un cuerpo escindido, biologizado. La modernidad, montada sobre ese discurso dicotómico erige la razón como el nuevo Dios, y el cuerpo, siempre lo otro de sí, pasa a ser una maquinaria al servicio del cogito cartesiano. Considerar al cuerpo una construcción de la cultura, alejándose por completo del cuerpo físico que otrora fuera el centro de las preocupaciones, constituye un quiebre epistemológico radical que es preciso valorar. Efectivamente, limitar el análisis de la actividad física y las prácticas corporales de los hombres a una simple consideración orgánica, es reducirla a un nivel muy pobre de argumentación. Pero también, un enfoque culturalista que pretende deslindar toda consideración de la condición de animalidad del ser humano, su condición de ser vivo, constituye otra cara del reduccionismo. Como tampoco esencializar la cultura y no considerar las condiciones macroestructurales que la explican parece lo más plausible. En ese sentido, nos parece oportuno advertir que alentamos una postura antiesencialista que sostiene la no existencia de un sustrato primario, una esencia de lo social, sino que por el contrario asume el carácter contingente de toda identidad. De igual modo rechaza todo determinismo puesto que no concibe que exista una primacía de ninguna esfera, ya sea económica, cultural, o social, en la formación de las identidades; sino más bien entiende que todas ellas se interrelacionan e influencian mutuamente. Somos ese cuerpo que está, no solo atravesado por la razón, sino también por el poder y el deseo. Esa carne que somos es ese límite, ese punto ciego, esa piel que antecede toda reflexión y nos conecta con el mundo. En esta posibilidad de aunar la dimensión animal, humana y cósmica en una entidad indisoluble e integral, están quizás las huellas de nuevas (o viejas) sendas a ser transitadas
Resumo:
La historia de la Actividad Física en general y de la Educación Física en particular son sin duda herederas de un cuerpo escindido, biologizado. La modernidad, montada sobre ese discurso dicotómico erige la razón como el nuevo Dios, y el cuerpo, siempre lo otro de sí, pasa a ser una maquinaria al servicio del cogito cartesiano. Considerar al cuerpo una construcción de la cultura, alejándose por completo del cuerpo físico que otrora fuera el centro de las preocupaciones, constituye un quiebre epistemológico radical que es preciso valorar. Efectivamente, limitar el análisis de la actividad física y las prácticas corporales de los hombres a una simple consideración orgánica, es reducirla a un nivel muy pobre de argumentación. Pero también, un enfoque culturalista que pretende deslindar toda consideración de la condición de animalidad del ser humano, su condición de ser vivo, constituye otra cara del reduccionismo. Como tampoco esencializar la cultura y no considerar las condiciones macroestructurales que la explican parece lo más plausible. En ese sentido, nos parece oportuno advertir que alentamos una postura antiesencialista que sostiene la no existencia de un sustrato primario, una esencia de lo social, sino que por el contrario asume el carácter contingente de toda identidad. De igual modo rechaza todo determinismo puesto que no concibe que exista una primacía de ninguna esfera, ya sea económica, cultural, o social, en la formación de las identidades; sino más bien entiende que todas ellas se interrelacionan e influencian mutuamente. Somos ese cuerpo que está, no solo atravesado por la razón, sino también por el poder y el deseo. Esa carne que somos es ese límite, ese punto ciego, esa piel que antecede toda reflexión y nos conecta con el mundo. En esta posibilidad de aunar la dimensión animal, humana y cósmica en una entidad indisoluble e integral, están quizás las huellas de nuevas (o viejas) sendas a ser transitadas