9 resultados para Reversão da hepatosplenomegalia

em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina


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Fil: Prósperi, Germán. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.

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Fil: Prósperi, Germán. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación; Argentina.

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En los ensayos de un escritor, las nociones que se valen de imágenes o de metáforas no operan de ese modo por pura retórica o para ilustrar ideas un poco abstractas: es el tropo mismo el que trae consigo un sentido preciso. Para Saer, "la selva espesa de lo real", donde el narrador se interna, es el imaginario de la literatura latinoamericana o, mejor, latinoamericanista. Esa selva debe ser atravesada para internarse en la intemperie de lo material: aunque en sus ensayos no la nombra, la llanura, paisaje predominante de sus narraciones, es ese reverso mudo y sin significación al que arriba el narrador luego de atravesar la selva espesa, esto es, la realidad previa, dada. El entenado (1983) interroga el mito del descubrimiento y conquista del Nuevo Mundo figurando, en la historia de su narrador, la génesis de la narración saeriana. Operación doble en donde, por un lado, se impugna cualquier noción esencialista de América Latina (y, por extensión, de cultura, hombre o literatura latinoamericana) y, por el otro, se presenta, de modo literal, el trabajo mismo del narrador que, desembarazado de todo preconcepto de realidad (europeo o americano, que, en el caso de la novela, es el mismo), atraviesa la selva para acceder a la intemperie: el Afuera. La nada de la que parte, para Saer, toda narración, y también todo arte

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Cecilia Valdés (1882) hace referencia a un contexto histórico específico (Cuba entre 1812 y 1831). Si bien está escrita bajo el canon realista, la novela problematiza la separación entre realidad y apariencia a partir de la desestabilización de ciertos patrones vinculados a las razas, la identidad y los parentescos. Además, la voz narradora, lejos de afiliarse a la tradición omnisciente, alude a lo evidente como si no pudiera verse. En esta línea, temas como la orfandad y la ruptura -adulterio mediante- de lazos vinculados a determinadas posibilidades de familias permiten problematizar aún más las categorías del ser y el parecer. Como un reverso de las separaciones, la cuestión del baile -de la "cuna"- es sugerente para observar otros modelos de unión alternativos; y aquí aparece el peligro del incesto. Los siguientes puntos oficiarán como ejes en este trabajo: -El hogar como espacio simbólico de inclusiones y exclusiones en el marco de un intento por representar la (inestable) identidad nacional. -La orfandad como metáfora central: la "cuna" -como hogar de huérfanos- y el baile -denominado del mismo modo- configuran una red de significaciones que vale la pena abordar. -Las figuras de movimiento -como los recorridos, la música y el baile- contra la demanda de lo puro y lo estanco

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En los ensayos de un escritor, las nociones que se valen de imágenes o de metáforas no operan de ese modo por pura retórica o para ilustrar ideas un poco abstractas: es el tropo mismo el que trae consigo un sentido preciso. Para Saer, "la selva espesa de lo real", donde el narrador se interna, es el imaginario de la literatura latinoamericana o, mejor, latinoamericanista. Esa selva debe ser atravesada para internarse en la intemperie de lo material: aunque en sus ensayos no la nombra, la llanura, paisaje predominante de sus narraciones, es ese reverso mudo y sin significación al que arriba el narrador luego de atravesar la selva espesa, esto es, la realidad previa, dada. El entenado (1983) interroga el mito del descubrimiento y conquista del Nuevo Mundo figurando, en la historia de su narrador, la génesis de la narración saeriana. Operación doble en donde, por un lado, se impugna cualquier noción esencialista de América Latina (y, por extensión, de cultura, hombre o literatura latinoamericana) y, por el otro, se presenta, de modo literal, el trabajo mismo del narrador que, desembarazado de todo preconcepto de realidad (europeo o americano, que, en el caso de la novela, es el mismo), atraviesa la selva para acceder a la intemperie: el Afuera. La nada de la que parte, para Saer, toda narración, y también todo arte

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Cecilia Valdés (1882) hace referencia a un contexto histórico específico (Cuba entre 1812 y 1831). Si bien está escrita bajo el canon realista, la novela problematiza la separación entre realidad y apariencia a partir de la desestabilización de ciertos patrones vinculados a las razas, la identidad y los parentescos. Además, la voz narradora, lejos de afiliarse a la tradición omnisciente, alude a lo evidente como si no pudiera verse. En esta línea, temas como la orfandad y la ruptura -adulterio mediante- de lazos vinculados a determinadas posibilidades de familias permiten problematizar aún más las categorías del ser y el parecer. Como un reverso de las separaciones, la cuestión del baile -de la "cuna"- es sugerente para observar otros modelos de unión alternativos; y aquí aparece el peligro del incesto. Los siguientes puntos oficiarán como ejes en este trabajo: -El hogar como espacio simbólico de inclusiones y exclusiones en el marco de un intento por representar la (inestable) identidad nacional. -La orfandad como metáfora central: la "cuna" -como hogar de huérfanos- y el baile -denominado del mismo modo- configuran una red de significaciones que vale la pena abordar. -Las figuras de movimiento -como los recorridos, la música y el baile- contra la demanda de lo puro y lo estanco

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En los ensayos de un escritor, las nociones que se valen de imágenes o de metáforas no operan de ese modo por pura retórica o para ilustrar ideas un poco abstractas: es el tropo mismo el que trae consigo un sentido preciso. Para Saer, "la selva espesa de lo real", donde el narrador se interna, es el imaginario de la literatura latinoamericana o, mejor, latinoamericanista. Esa selva debe ser atravesada para internarse en la intemperie de lo material: aunque en sus ensayos no la nombra, la llanura, paisaje predominante de sus narraciones, es ese reverso mudo y sin significación al que arriba el narrador luego de atravesar la selva espesa, esto es, la realidad previa, dada. El entenado (1983) interroga el mito del descubrimiento y conquista del Nuevo Mundo figurando, en la historia de su narrador, la génesis de la narración saeriana. Operación doble en donde, por un lado, se impugna cualquier noción esencialista de América Latina (y, por extensión, de cultura, hombre o literatura latinoamericana) y, por el otro, se presenta, de modo literal, el trabajo mismo del narrador que, desembarazado de todo preconcepto de realidad (europeo o americano, que, en el caso de la novela, es el mismo), atraviesa la selva para acceder a la intemperie: el Afuera. La nada de la que parte, para Saer, toda narración, y también todo arte

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Cecilia Valdés (1882) hace referencia a un contexto histórico específico (Cuba entre 1812 y 1831). Si bien está escrita bajo el canon realista, la novela problematiza la separación entre realidad y apariencia a partir de la desestabilización de ciertos patrones vinculados a las razas, la identidad y los parentescos. Además, la voz narradora, lejos de afiliarse a la tradición omnisciente, alude a lo evidente como si no pudiera verse. En esta línea, temas como la orfandad y la ruptura -adulterio mediante- de lazos vinculados a determinadas posibilidades de familias permiten problematizar aún más las categorías del ser y el parecer. Como un reverso de las separaciones, la cuestión del baile -de la "cuna"- es sugerente para observar otros modelos de unión alternativos; y aquí aparece el peligro del incesto. Los siguientes puntos oficiarán como ejes en este trabajo: -El hogar como espacio simbólico de inclusiones y exclusiones en el marco de un intento por representar la (inestable) identidad nacional. -La orfandad como metáfora central: la "cuna" -como hogar de huérfanos- y el baile -denominado del mismo modo- configuran una red de significaciones que vale la pena abordar. -Las figuras de movimiento -como los recorridos, la música y el baile- contra la demanda de lo puro y lo estanco