6 resultados para Recursividad
em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina
Resumo:
El presente trabajo releva, reconstruye y analiza el concepto de intersubjetividad resultante del "giro comunicativo" y del desplazamiento del umbral de irreductibilidad social postulados por la teoría general de sistemas sociales (TGSS) de Niklas Luhmann. El trabajo asume la perspectiva de los jóvenes críticos luhmannianos, desde cuyo punto de vista es renovado el interés por el estatuto sociológico del concepto de intersubjetividad, ya que una vez reformulado comunicativamente, éste se vuelve problemático a la luz de las ambivalencias de su forma: consenso/disenso. Nuestra hipótesis de trabajo afirma que la intersubjetividad es emergente con respecto a la recursividad de las comunicaciones a la vez que es irreductible a la diferenciación estructural de expectativas. Se indagan de manera complementaria los vínculos con el concepto de selección de información y la diferencia entre aportes y temas, y se examinan los resultados obtenidos a la luz del concepto de triple contingencia
Resumo:
El presente trabajo releva, reconstruye y analiza el concepto de intersubjetividad resultante del "giro comunicativo" y del desplazamiento del umbral de irreductibilidad social postulados por la teoría general de sistemas sociales (TGSS) de Niklas Luhmann. El trabajo asume la perspectiva de los jóvenes críticos luhmannianos, desde cuyo punto de vista es renovado el interés por el estatuto sociológico del concepto de intersubjetividad, ya que una vez reformulado comunicativamente, éste se vuelve problemático a la luz de las ambivalencias de su forma: consenso/disenso. Nuestra hipótesis de trabajo afirma que la intersubjetividad es emergente con respecto a la recursividad de las comunicaciones a la vez que es irreductible a la diferenciación estructural de expectativas. Se indagan de manera complementaria los vínculos con el concepto de selección de información y la diferencia entre aportes y temas, y se examinan los resultados obtenidos a la luz del concepto de triple contingencia
Resumo:
El presente trabajo releva, reconstruye y analiza el concepto de intersubjetividad resultante del "giro comunicativo" y del desplazamiento del umbral de irreductibilidad social postulados por la teoría general de sistemas sociales (TGSS) de Niklas Luhmann. El trabajo asume la perspectiva de los jóvenes críticos luhmannianos, desde cuyo punto de vista es renovado el interés por el estatuto sociológico del concepto de intersubjetividad, ya que una vez reformulado comunicativamente, éste se vuelve problemático a la luz de las ambivalencias de su forma: consenso/disenso. Nuestra hipótesis de trabajo afirma que la intersubjetividad es emergente con respecto a la recursividad de las comunicaciones a la vez que es irreductible a la diferenciación estructural de expectativas. Se indagan de manera complementaria los vínculos con el concepto de selección de información y la diferencia entre aportes y temas, y se examinan los resultados obtenidos a la luz del concepto de triple contingencia
Resumo:
Partiendo de los estudios de la interfaz semántico-sintáctica de Ken Hale y Jay Keyser (1993, 1998) y Jaume Mateu i Fontanals (2000, 2002), asumimos que la estructura argumental determinante de la organización de la sintaxis oracional tiene su origen en constructos semánticos sintácticamente estructurados. Estos constructos definen relaciones configuracionales entre predicados primitivos y argumentos. Existe, por lo tanto, una relación de transparencia entre la semántica y la sintaxis, la cual permite definir el significado oracional en función tanto del contenido conceptual-intencional, opaco para la sintaxis, como del constructo semántico, transparente para la sintaxis. A diferencia de otras propuestas, que postulan un máximo de cuatro constructos semánticos básicos, como es el caso de Hale y Keyser, o de tres constructos semánticos básicos, como es el caso de Mateu i Fontanals, proponemos que la Gramática Universal define un máximo de sólo dos constructos semánticos básicos, uno espacial y uno causativo, los cuales, por recursividad, darían origen a todas las configuraciones sintácticas de cualquier lengua natural. En un sistema lingüístico como el de la Morfología Distribuida, los constructos semánticos así definidos formarían parte de una lista "A" presintáctica, conformada por morfemas abstractos, vg. sin matriz fonológica asociada, los cuales codifican tanto rasgos intencionales-funcionales de índole procedimental, vg. instrucciones sobre la asignación de referencia, como raíces semántico-conceptuales de índole nominal, vg. entidades conceptuales genéricas. Estos constructos, seleccionables por el sistema computacional, definen esqueletos configuracionales básicos que organizan el ensamble de los morfemas abstractos pertinentes a cada derivación. Este modelo, por lo tanto, define la conformación composicional de los apareamientos entre significado y forma, a partir de procesos computacionales previos a la inserción de las piezas de vocabulario. Ofrecemos evidencia morfosintáctica que probaría la pertinencia y la productividad de un sistema binario de constructos semánticos
Resumo:
Partiendo de los estudios de la interfaz semántico-sintáctica de Ken Hale y Jay Keyser (1993, 1998) y Jaume Mateu i Fontanals (2000, 2002), asumimos que la estructura argumental determinante de la organización de la sintaxis oracional tiene su origen en constructos semánticos sintácticamente estructurados. Estos constructos definen relaciones configuracionales entre predicados primitivos y argumentos. Existe, por lo tanto, una relación de transparencia entre la semántica y la sintaxis, la cual permite definir el significado oracional en función tanto del contenido conceptual-intencional, opaco para la sintaxis, como del constructo semántico, transparente para la sintaxis. A diferencia de otras propuestas, que postulan un máximo de cuatro constructos semánticos básicos, como es el caso de Hale y Keyser, o de tres constructos semánticos básicos, como es el caso de Mateu i Fontanals, proponemos que la Gramática Universal define un máximo de sólo dos constructos semánticos básicos, uno espacial y uno causativo, los cuales, por recursividad, darían origen a todas las configuraciones sintácticas de cualquier lengua natural. En un sistema lingüístico como el de la Morfología Distribuida, los constructos semánticos así definidos formarían parte de una lista "A" presintáctica, conformada por morfemas abstractos, vg. sin matriz fonológica asociada, los cuales codifican tanto rasgos intencionales-funcionales de índole procedimental, vg. instrucciones sobre la asignación de referencia, como raíces semántico-conceptuales de índole nominal, vg. entidades conceptuales genéricas. Estos constructos, seleccionables por el sistema computacional, definen esqueletos configuracionales básicos que organizan el ensamble de los morfemas abstractos pertinentes a cada derivación. Este modelo, por lo tanto, define la conformación composicional de los apareamientos entre significado y forma, a partir de procesos computacionales previos a la inserción de las piezas de vocabulario. Ofrecemos evidencia morfosintáctica que probaría la pertinencia y la productividad de un sistema binario de constructos semánticos
Resumo:
Partiendo de los estudios de la interfaz semántico-sintáctica de Ken Hale y Jay Keyser (1993, 1998) y Jaume Mateu i Fontanals (2000, 2002), asumimos que la estructura argumental determinante de la organización de la sintaxis oracional tiene su origen en constructos semánticos sintácticamente estructurados. Estos constructos definen relaciones configuracionales entre predicados primitivos y argumentos. Existe, por lo tanto, una relación de transparencia entre la semántica y la sintaxis, la cual permite definir el significado oracional en función tanto del contenido conceptual-intencional, opaco para la sintaxis, como del constructo semántico, transparente para la sintaxis. A diferencia de otras propuestas, que postulan un máximo de cuatro constructos semánticos básicos, como es el caso de Hale y Keyser, o de tres constructos semánticos básicos, como es el caso de Mateu i Fontanals, proponemos que la Gramática Universal define un máximo de sólo dos constructos semánticos básicos, uno espacial y uno causativo, los cuales, por recursividad, darían origen a todas las configuraciones sintácticas de cualquier lengua natural. En un sistema lingüístico como el de la Morfología Distribuida, los constructos semánticos así definidos formarían parte de una lista "A" presintáctica, conformada por morfemas abstractos, vg. sin matriz fonológica asociada, los cuales codifican tanto rasgos intencionales-funcionales de índole procedimental, vg. instrucciones sobre la asignación de referencia, como raíces semántico-conceptuales de índole nominal, vg. entidades conceptuales genéricas. Estos constructos, seleccionables por el sistema computacional, definen esqueletos configuracionales básicos que organizan el ensamble de los morfemas abstractos pertinentes a cada derivación. Este modelo, por lo tanto, define la conformación composicional de los apareamientos entre significado y forma, a partir de procesos computacionales previos a la inserción de las piezas de vocabulario. Ofrecemos evidencia morfosintáctica que probaría la pertinencia y la productividad de un sistema binario de constructos semánticos