9 resultados para Parisian Arcades
em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina
Resumo:
Para los estudiosos de Max Aub, ha sido un rompecabezas intentar averiguar cuál es el límite entre la ficción y la realidad en la novela histórica Jusep Torres Campalans, basada en una ingente documentación sobre Picasso y el ambiente artístico parisino previo a 1914. Tendíamos a creer que el personaje de Ana María Merkel, la compañera del pintor, era totalmente inventado, pero esta mujer, coetánea de Max Aub, realmente existió, y la dificultosa búsqueda de su rastro nos descubre la penuria de la imagen de las mujeres artistas en la literatura, fiel reflejo de la tradicional desigualdad en el reconocimiento social de su valía.
Resumo:
En las décadas de 1960 y 1970 convergen varias de las líneas que, desde principios del siglo XX, habían centrado las discusiones en torno del Barroco. Tanto en Europa como en América, y desde diversas disciplinas -filología, ensayo literario, retórica, historia, filosofía, psicoanálisis- el Barroco es visto como un punto de partida de la cultura moderna. En 1975 José Antonio Maravall publica La cultura del Barroco, definida como un concepto histórico, en oposición a la teoría de los eones y las constantes desarrollada por Eugenio d'Ors. Para Maravall el Barroco vincula a España con el surgimiento de la modernidad. Años antes, el cubano José Lezama Lima ve en el Barroco el puente que establece la continuidad entre la cultura española y la americana, lanzándola hacia el futuro. Y en el París de la década de 1970, Severo Sarduy introduce el barroco y neobarroco entre los conceptos que circulan en el intenso intercambio intelectual del momento. Proponemos un abordaje de la cuestión en el cruce de esas líneas diversas
Resumo:
En 1887 se publicó en Buenos Aires un inesperado y mal recibido poema, El borracho. Su autor, Joaquín Castellanos, dejó por entonces la poesía para dedicarse a la política. Durante las tres décadas siguientes, el poema se difundió con éxito en el nuevo circuito de la literatura popular criollista. En 1923 Castellanos regresó desprevenidamente a la literatura -a una literatura muy distinta a la de su juventud- con una extraña reedición de El borracho. Atestada de notas aclaratorias, la nueva edición reemplazaba el título original con un eufemismo que también exigía ciertamente aclaraciones: El temulento. Tomando como punto de partida los singulares anacronismos del poema de Castellanos y siguiendo las tesis de Norbert Elias sobre el "proceso civilizatorio", el artículo analiza las relaciones entre ebriedad y barbarie establecidas por la cultura letrada rioplatense antes de que su democratización, amparada simbólicamente en el culto a la bohemia parisina, las disolviera en los últimos años del siglo XIX
Resumo:
Para los estudiosos de Max Aub, ha sido un rompecabezas intentar averiguar cuál es el límite entre la ficción y la realidad en la novela histórica Jusep Torres Campalans, basada en una ingente documentación sobre Picasso y el ambiente artístico parisino previo a 1914. Tendíamos a creer que el personaje de Ana María Merkel, la compañera del pintor, era totalmente inventado, pero esta mujer, coetánea de Max Aub, realmente existió, y la dificultosa búsqueda de su rastro nos descubre la penuria de la imagen de las mujeres artistas en la literatura, fiel reflejo de la tradicional desigualdad en el reconocimiento social de su valía.
Resumo:
En las décadas de 1960 y 1970 convergen varias de las líneas que, desde principios del siglo XX, habían centrado las discusiones en torno del Barroco. Tanto en Europa como en América, y desde diversas disciplinas -filología, ensayo literario, retórica, historia, filosofía, psicoanálisis- el Barroco es visto como un punto de partida de la cultura moderna. En 1975 José Antonio Maravall publica La cultura del Barroco, definida como un concepto histórico, en oposición a la teoría de los eones y las constantes desarrollada por Eugenio d'Ors. Para Maravall el Barroco vincula a España con el surgimiento de la modernidad. Años antes, el cubano José Lezama Lima ve en el Barroco el puente que establece la continuidad entre la cultura española y la americana, lanzándola hacia el futuro. Y en el París de la década de 1970, Severo Sarduy introduce el barroco y neobarroco entre los conceptos que circulan en el intenso intercambio intelectual del momento. Proponemos un abordaje de la cuestión en el cruce de esas líneas diversas
Resumo:
En 1887 se publicó en Buenos Aires un inesperado y mal recibido poema, El borracho. Su autor, Joaquín Castellanos, dejó por entonces la poesía para dedicarse a la política. Durante las tres décadas siguientes, el poema se difundió con éxito en el nuevo circuito de la literatura popular criollista. En 1923 Castellanos regresó desprevenidamente a la literatura -a una literatura muy distinta a la de su juventud- con una extraña reedición de El borracho. Atestada de notas aclaratorias, la nueva edición reemplazaba el título original con un eufemismo que también exigía ciertamente aclaraciones: El temulento. Tomando como punto de partida los singulares anacronismos del poema de Castellanos y siguiendo las tesis de Norbert Elias sobre el "proceso civilizatorio", el artículo analiza las relaciones entre ebriedad y barbarie establecidas por la cultura letrada rioplatense antes de que su democratización, amparada simbólicamente en el culto a la bohemia parisina, las disolviera en los últimos años del siglo XIX
Resumo:
Para los estudiosos de Max Aub, ha sido un rompecabezas intentar averiguar cuál es el límite entre la ficción y la realidad en la novela histórica Jusep Torres Campalans, basada en una ingente documentación sobre Picasso y el ambiente artístico parisino previo a 1914. Tendíamos a creer que el personaje de Ana María Merkel, la compañera del pintor, era totalmente inventado, pero esta mujer, coetánea de Max Aub, realmente existió, y la dificultosa búsqueda de su rastro nos descubre la penuria de la imagen de las mujeres artistas en la literatura, fiel reflejo de la tradicional desigualdad en el reconocimiento social de su valía.
Resumo:
En las décadas de 1960 y 1970 convergen varias de las líneas que, desde principios del siglo XX, habían centrado las discusiones en torno del Barroco. Tanto en Europa como en América, y desde diversas disciplinas -filología, ensayo literario, retórica, historia, filosofía, psicoanálisis- el Barroco es visto como un punto de partida de la cultura moderna. En 1975 José Antonio Maravall publica La cultura del Barroco, definida como un concepto histórico, en oposición a la teoría de los eones y las constantes desarrollada por Eugenio d'Ors. Para Maravall el Barroco vincula a España con el surgimiento de la modernidad. Años antes, el cubano José Lezama Lima ve en el Barroco el puente que establece la continuidad entre la cultura española y la americana, lanzándola hacia el futuro. Y en el París de la década de 1970, Severo Sarduy introduce el barroco y neobarroco entre los conceptos que circulan en el intenso intercambio intelectual del momento. Proponemos un abordaje de la cuestión en el cruce de esas líneas diversas
Resumo:
En 1887 se publicó en Buenos Aires un inesperado y mal recibido poema, El borracho. Su autor, Joaquín Castellanos, dejó por entonces la poesía para dedicarse a la política. Durante las tres décadas siguientes, el poema se difundió con éxito en el nuevo circuito de la literatura popular criollista. En 1923 Castellanos regresó desprevenidamente a la literatura -a una literatura muy distinta a la de su juventud- con una extraña reedición de El borracho. Atestada de notas aclaratorias, la nueva edición reemplazaba el título original con un eufemismo que también exigía ciertamente aclaraciones: El temulento. Tomando como punto de partida los singulares anacronismos del poema de Castellanos y siguiendo las tesis de Norbert Elias sobre el "proceso civilizatorio", el artículo analiza las relaciones entre ebriedad y barbarie establecidas por la cultura letrada rioplatense antes de que su democratización, amparada simbólicamente en el culto a la bohemia parisina, las disolviera en los últimos años del siglo XIX