6 resultados para Industrial location.
em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina
Resumo:
La estructura productiva de Jujuy en los últimos cincuenta años se ha caracterizado por la transición desde una economía centrada en la producción primaria (predominante hasta comienzos de la década de 1960) hacia otra con preeminencia creciente del sector terciario (desde mediados de la década de 1970 hasta la actualidad). El sector secundario nunca llegó a ser el más importante en el contexto económico provincial. Sin embargo, en una desagregación mayor, es la industria uno de los sectores que más aporta al producto bruto geográfico en los últimos quince años, con la particularidad de encontrarse concentrada en unas pocas localidades de la provincia. En ese marco, el presente trabajo se propone comprender la ubicación de las industrias en el territorio jujeño a partir de las teorías de la localización, con un análisis particular del caso de Palpalá (por su diseño de parques industriales destinado a aprovechar las economías de escala) y de la problemática ambiental generada por el sector. Se pretende responder a algunos de los siguientes interrogantes: ¿Qué criterios fueron tomados en cuenta para decidir la ubicación de cada fábrica? ¿Cómo incidieron los cambios políticos en la radicación industrial en territorio jujeño? ¿Qué reconversiones se fueron logrando a partir de una industria básica como la siderúrgica? ¿Cómo fue resolviéndose la demanda de bienes finales e intermedios ante el crecimiento poblacional y la inserción/reinserción de la mano de obra? ¿Qué vinculaciones se observan entre la provincia y la región desde el punto de vista de la ocupación del espacio económico? ¿Qué problemas sobre los recursos naturales suscita la industrialización? ¿Cómo responden el Estado y la actividad privada en la prevención y solución de los inconvenientes ambientales? El análisis se realiza sobre la base de la transferencia de teoría a la situación real, entrevistas a informantes especializados y relevamiento de información en organismos estatales (para interiorizarse de aspectos político/económicos), interpretándose luego de modo interdisciplinar los datos relevados. Las respuestas a los distintos interrogantes van elaborándose a medida que se encuentran las relaciones entre las razones que la historia reciente registra y la respuesta social y productiva de los actores económicos de la provincia. En ese sentido, entre las conclusiones se destaca la escasez de aportes foráneos en la construcción del sector industrial local, la necesidad de políticas que incentiven al sector manufacturero a nivel regional, así como la importancia de que se desplieguen acciones con respecto al control de la contaminación, su prevención y la restauración de recursos naturales: agua, suelo, atmósfera y biomas
Resumo:
La estructura productiva de Jujuy en los últimos cincuenta años se ha caracterizado por la transición desde una economía centrada en la producción primaria (predominante hasta comienzos de la década de 1960) hacia otra con preeminencia creciente del sector terciario (desde mediados de la década de 1970 hasta la actualidad). El sector secundario nunca llegó a ser el más importante en el contexto económico provincial. Sin embargo, en una desagregación mayor, es la industria uno de los sectores que más aporta al producto bruto geográfico en los últimos quince años, con la particularidad de encontrarse concentrada en unas pocas localidades de la provincia. En ese marco, el presente trabajo se propone comprender la ubicación de las industrias en el territorio jujeño a partir de las teorías de la localización, con un análisis particular del caso de Palpalá (por su diseño de parques industriales destinado a aprovechar las economías de escala) y de la problemática ambiental generada por el sector. Se pretende responder a algunos de los siguientes interrogantes: ¿Qué criterios fueron tomados en cuenta para decidir la ubicación de cada fábrica? ¿Cómo incidieron los cambios políticos en la radicación industrial en territorio jujeño? ¿Qué reconversiones se fueron logrando a partir de una industria básica como la siderúrgica? ¿Cómo fue resolviéndose la demanda de bienes finales e intermedios ante el crecimiento poblacional y la inserción/reinserción de la mano de obra? ¿Qué vinculaciones se observan entre la provincia y la región desde el punto de vista de la ocupación del espacio económico? ¿Qué problemas sobre los recursos naturales suscita la industrialización? ¿Cómo responden el Estado y la actividad privada en la prevención y solución de los inconvenientes ambientales? El análisis se realiza sobre la base de la transferencia de teoría a la situación real, entrevistas a informantes especializados y relevamiento de información en organismos estatales (para interiorizarse de aspectos político/económicos), interpretándose luego de modo interdisciplinar los datos relevados. Las respuestas a los distintos interrogantes van elaborándose a medida que se encuentran las relaciones entre las razones que la historia reciente registra y la respuesta social y productiva de los actores económicos de la provincia. En ese sentido, entre las conclusiones se destaca la escasez de aportes foráneos en la construcción del sector industrial local, la necesidad de políticas que incentiven al sector manufacturero a nivel regional, así como la importancia de que se desplieguen acciones con respecto al control de la contaminación, su prevención y la restauración de recursos naturales: agua, suelo, atmósfera y biomas
Resumo:
La estructura productiva de Jujuy en los últimos cincuenta años se ha caracterizado por la transición desde una economía centrada en la producción primaria (predominante hasta comienzos de la década de 1960) hacia otra con preeminencia creciente del sector terciario (desde mediados de la década de 1970 hasta la actualidad). El sector secundario nunca llegó a ser el más importante en el contexto económico provincial. Sin embargo, en una desagregación mayor, es la industria uno de los sectores que más aporta al producto bruto geográfico en los últimos quince años, con la particularidad de encontrarse concentrada en unas pocas localidades de la provincia. En ese marco, el presente trabajo se propone comprender la ubicación de las industrias en el territorio jujeño a partir de las teorías de la localización, con un análisis particular del caso de Palpalá (por su diseño de parques industriales destinado a aprovechar las economías de escala) y de la problemática ambiental generada por el sector. Se pretende responder a algunos de los siguientes interrogantes: ¿Qué criterios fueron tomados en cuenta para decidir la ubicación de cada fábrica? ¿Cómo incidieron los cambios políticos en la radicación industrial en territorio jujeño? ¿Qué reconversiones se fueron logrando a partir de una industria básica como la siderúrgica? ¿Cómo fue resolviéndose la demanda de bienes finales e intermedios ante el crecimiento poblacional y la inserción/reinserción de la mano de obra? ¿Qué vinculaciones se observan entre la provincia y la región desde el punto de vista de la ocupación del espacio económico? ¿Qué problemas sobre los recursos naturales suscita la industrialización? ¿Cómo responden el Estado y la actividad privada en la prevención y solución de los inconvenientes ambientales? El análisis se realiza sobre la base de la transferencia de teoría a la situación real, entrevistas a informantes especializados y relevamiento de información en organismos estatales (para interiorizarse de aspectos político/económicos), interpretándose luego de modo interdisciplinar los datos relevados. Las respuestas a los distintos interrogantes van elaborándose a medida que se encuentran las relaciones entre las razones que la historia reciente registra y la respuesta social y productiva de los actores económicos de la provincia. En ese sentido, entre las conclusiones se destaca la escasez de aportes foráneos en la construcción del sector industrial local, la necesidad de políticas que incentiven al sector manufacturero a nivel regional, así como la importancia de que se desplieguen acciones con respecto al control de la contaminación, su prevención y la restauración de recursos naturales: agua, suelo, atmósfera y biomas
Resumo:
La vitivinicultura en la provincia de Mendoza, Argentina, se desarrolló a escala industrial y moderna a partir de fines del siglo XIX e inició su declinación en la década de 1970, lo que desencadenó la segunda modernización vitivinícola desde la de 1980. Las necesidades funcionales de esta época requirieron de construcciones con fines tanto habitacionales como productivos, lo que dio origen a conjuntos o complejos edilicios denominados establecimientos vitivinícolas. Las bodegas integrantes de estos conjuntos son los edificios destinados a elaborar vino; es decir, los cuerpos productivos donde se desarrolla la actividad vitivinícola. El resto de las edificaciones sirven de soporte para dicha actividad. Las unidades funcionales requeridas en los establecimientos han variado en el tiempo: se fueron adaptando de acuerdo con las diversas exigencias productivas de cada momento. En la actualidad, los establecimientos vitivinícolas que fueron construidos desde 1870 a 1970 se pueden encontrar adaptados a las nuevas exigencias productivas y en funcionamiento, o en un completo abandono. Los conjuntos de construcciones, junto a diversos implementos que los integran, son testimonios, huellas de otras realidades y conocimientos que acontecieron en ellos. Por ello, en el presente trabajo nos proponemos un análisis histórico-arquitectónico sobre la evolución de la materialidad de los establecimientos vitivinícolas desde 1870 hasta 1970; focalizamos nuestro estudio en comprender su crecimiento edilicio y el motivo de la distribución y ubicación de las diversas edificaciones que los integraron, en estrecha relación con la función y el marco contextual al que pertenecen
Resumo:
La vitivinicultura en la provincia de Mendoza, Argentina, se desarrolló a escala industrial y moderna a partir de fines del siglo XIX e inició su declinación en la década de 1970, lo que desencadenó la segunda modernización vitivinícola desde la de 1980. Las necesidades funcionales de esta época requirieron de construcciones con fines tanto habitacionales como productivos, lo que dio origen a conjuntos o complejos edilicios denominados establecimientos vitivinícolas. Las bodegas integrantes de estos conjuntos son los edificios destinados a elaborar vino; es decir, los cuerpos productivos donde se desarrolla la actividad vitivinícola. El resto de las edificaciones sirven de soporte para dicha actividad. Las unidades funcionales requeridas en los establecimientos han variado en el tiempo: se fueron adaptando de acuerdo con las diversas exigencias productivas de cada momento. En la actualidad, los establecimientos vitivinícolas que fueron construidos desde 1870 a 1970 se pueden encontrar adaptados a las nuevas exigencias productivas y en funcionamiento, o en un completo abandono. Los conjuntos de construcciones, junto a diversos implementos que los integran, son testimonios, huellas de otras realidades y conocimientos que acontecieron en ellos. Por ello, en el presente trabajo nos proponemos un análisis histórico-arquitectónico sobre la evolución de la materialidad de los establecimientos vitivinícolas desde 1870 hasta 1970; focalizamos nuestro estudio en comprender su crecimiento edilicio y el motivo de la distribución y ubicación de las diversas edificaciones que los integraron, en estrecha relación con la función y el marco contextual al que pertenecen
Resumo:
La vitivinicultura en la provincia de Mendoza, Argentina, se desarrolló a escala industrial y moderna a partir de fines del siglo XIX e inició su declinación en la década de 1970, lo que desencadenó la segunda modernización vitivinícola desde la de 1980. Las necesidades funcionales de esta época requirieron de construcciones con fines tanto habitacionales como productivos, lo que dio origen a conjuntos o complejos edilicios denominados establecimientos vitivinícolas. Las bodegas integrantes de estos conjuntos son los edificios destinados a elaborar vino; es decir, los cuerpos productivos donde se desarrolla la actividad vitivinícola. El resto de las edificaciones sirven de soporte para dicha actividad. Las unidades funcionales requeridas en los establecimientos han variado en el tiempo: se fueron adaptando de acuerdo con las diversas exigencias productivas de cada momento. En la actualidad, los establecimientos vitivinícolas que fueron construidos desde 1870 a 1970 se pueden encontrar adaptados a las nuevas exigencias productivas y en funcionamiento, o en un completo abandono. Los conjuntos de construcciones, junto a diversos implementos que los integran, son testimonios, huellas de otras realidades y conocimientos que acontecieron en ellos. Por ello, en el presente trabajo nos proponemos un análisis histórico-arquitectónico sobre la evolución de la materialidad de los establecimientos vitivinícolas desde 1870 hasta 1970; focalizamos nuestro estudio en comprender su crecimiento edilicio y el motivo de la distribución y ubicación de las diversas edificaciones que los integraron, en estrecha relación con la función y el marco contextual al que pertenecen