6 resultados para GANADO BOVINO - ALIMENTOS - PIEDEMONTE (LLANOS)
em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina
Resumo:
El presente resumen se propone describir las primeras reflexiones que surgen a partir de la realización de dos trabajos de campo en la localidad rural de El Espinillo, provincia de Formosa, donde se observó e indagó acerca del funcionamiento de la feria franca que allí se encuentra. Se plantea un abordaje desde la psicología comunitaria con énfasis en la perspectiva de género, con el objetivo de determinar si la participación de las mujeres feriantes en este tipo de actividades produce modificaciones o no en sus roles sociales y familiares tradicionales. Por otra parte se indaga el modo de funcionamiento de la feria y los factores que favorecen y/o perjudican su desarrollo y potencialidad. En ambas salidas a terreno se han realizado un total de veinte entrevistas semi-dirigidas a hombres y mujeres feriantes de la localidad. A su vez se han desarrollado observaciones participantes y no participantes, al igual que la confección de un diario de campo. Las Ferias Francas son establecimientos donde se comercializan principalmente frutas y verduras, como así también productos mas elaborados tales como quesos, dulces y embutidos, entre otros (Petit, Petit, Rotman & Aradas, 2009). Participan en ellas hombres y mujeres campesinos. Las ferias, generalmente, tienen días y horarios fijos de funcionamiento. Los precios de los productos suelen ser menores al de los productos de comercios o mercados de la misma región. En el caso concreto de la feria franca de El Espinillo, se comercializan desde huevos, leche, quesos, embutidos, verduras y frutas, mermeladas y miel hasta pollos y ropa. La feria funciona los días miércoles y sábados de 8 hs. a 13 hs, y eventualmente los días lunes en el mismo horario. Quienes participan son principalmente mujeres campesinas. No obstante, también hay algunos hombres que trabajan ya sea en forma directa, es decir, vendiendo en la misma feria, o de manera indirecta, colaborando en la producción de las mercaderías en la chacra. (Landini, 2010). El 'trabajo de chacra' es entendido como el trabajo en cultivos que ocupan mayor extensión de tierra (cultivo de algodón, entre otros); o bien como cría de ganado bovino y/u ovino. A su vez, dentro de la chacra, se distingue el espacio destinado a la huerta, el cual ocupa una extensión de tierra menor. Allí se producen frutas, hortalizas y se crían distintos tipos de animales tales como chanchos, gallinas y diversas aves de corral. A su vez, se puede mencionar que el trabajo de la chacra, generalmente, se asocia a roles masculinos, y el de la huerta a roles femeninos (Landini, 2010). Esta distinción entre trabajo masculino y femenino introduce una distinción cualitativa sustancial en lo referido a la cuestión de género En el caso de El Espinillo, se pudo apreciar que la mujer, además de trabajar como ama de casa (función reproductiva) (Petit et al., 2009), realiza trabajos en la huerta, sembrando verduras y hortalizas, como así también en la cría de diversos animales tales como chanchos y gallinas, entre otros (función productiva). Estos productos luego son comercializados en la feria, los cuales tienen un valor económico y de subsistencia en la familia de vital importancia. Sin embargo, parecería ser que estas actividades productivas son tomadas socialmente, tanto por hombres como mujeres, como una extensión del trabajo de ama de casa, lo cual da como resultado que el valor del trabajo productivo se entrecruce con el valor del trabajo reproductivo, lo que da lugar a que el primero quede invisibilizado como 'trabajo' en si mismo, socialmente aceptado y valorado (Petit, et al., 2009). Es decir, la mujer, cuando produce, ayuda. En cambio, el hombre, cuando produce, trabaja. A partir de lo mencionado se podría pensar en cierta naturalización del rol secundario y pasivo de la mujer en relación al hombre. Es por esto que se vuelve de interés indagar qué impacto subjetivo produce el trabajo en la feria, la cual podría comenzar a pensarse como un espacio de encuentro e interacción y no solo como establecimiento de venta de productos. Esto podría dar lugar a hacer visible socialmente la distinción entre la función reproductiva y productiva de la mujer, valorando su trabajo ya no solo como extensión de los quehaceres hogareños. Esta situación daria como resultado un impacto subjetivo significativo en las mujeres feriantes y un cambio respecto a cómo se considera a la mujer en tanto trabajadora, ahora, socialmente reconocida como tal
Resumo:
En este trabajo, a partir de la identificación de los propietarios afectados, se analiza el impacto local de las confiscaciones y embargos de Rosas. Se estimará la importancia de los muebles y útiles rematados y se considerará la magnitud del ganado bovino, ovino y equino extraído por los alcaldes locales para destinarlo a los ejércitos de frontera y de Santos Lugares. Además se indagará acerca de la época de los desembargos para comprobar si luego de los mismos los estancieros de Chascomús retomaron sus actividades y siguieron con la propiedad de sus estancias, tema éste directamente relacionado con un proyecto de más largo aliento que estudia la transmisión de la propiedad rural al noreste del río Salado y la constitución de un mercado de tierras entre fines del siglo XVIII y fines del XIX
Resumo:
En este trabajo, a partir de la identificación de los propietarios afectados, se analiza el impacto local de las confiscaciones y embargos de Rosas. Se estimará la importancia de los muebles y útiles rematados y se considerará la magnitud del ganado bovino, ovino y equino extraído por los alcaldes locales para destinarlo a los ejércitos de frontera y de Santos Lugares. Además se indagará acerca de la época de los desembargos para comprobar si luego de los mismos los estancieros de Chascomús retomaron sus actividades y siguieron con la propiedad de sus estancias, tema éste directamente relacionado con un proyecto de más largo aliento que estudia la transmisión de la propiedad rural al noreste del río Salado y la constitución de un mercado de tierras entre fines del siglo XVIII y fines del XIX
Resumo:
El presente resumen se propone describir las primeras reflexiones que surgen a partir de la realización de dos trabajos de campo en la localidad rural de El Espinillo, provincia de Formosa, donde se observó e indagó acerca del funcionamiento de la feria franca que allí se encuentra. Se plantea un abordaje desde la psicología comunitaria con énfasis en la perspectiva de género, con el objetivo de determinar si la participación de las mujeres feriantes en este tipo de actividades produce modificaciones o no en sus roles sociales y familiares tradicionales. Por otra parte se indaga el modo de funcionamiento de la feria y los factores que favorecen y/o perjudican su desarrollo y potencialidad. En ambas salidas a terreno se han realizado un total de veinte entrevistas semi-dirigidas a hombres y mujeres feriantes de la localidad. A su vez se han desarrollado observaciones participantes y no participantes, al igual que la confección de un diario de campo. Las Ferias Francas son establecimientos donde se comercializan principalmente frutas y verduras, como así también productos mas elaborados tales como quesos, dulces y embutidos, entre otros (Petit, Petit, Rotman & Aradas, 2009). Participan en ellas hombres y mujeres campesinos. Las ferias, generalmente, tienen días y horarios fijos de funcionamiento. Los precios de los productos suelen ser menores al de los productos de comercios o mercados de la misma región. En el caso concreto de la feria franca de El Espinillo, se comercializan desde huevos, leche, quesos, embutidos, verduras y frutas, mermeladas y miel hasta pollos y ropa. La feria funciona los días miércoles y sábados de 8 hs. a 13 hs, y eventualmente los días lunes en el mismo horario. Quienes participan son principalmente mujeres campesinas. No obstante, también hay algunos hombres que trabajan ya sea en forma directa, es decir, vendiendo en la misma feria, o de manera indirecta, colaborando en la producción de las mercaderías en la chacra. (Landini, 2010). El 'trabajo de chacra' es entendido como el trabajo en cultivos que ocupan mayor extensión de tierra (cultivo de algodón, entre otros); o bien como cría de ganado bovino y/u ovino. A su vez, dentro de la chacra, se distingue el espacio destinado a la huerta, el cual ocupa una extensión de tierra menor. Allí se producen frutas, hortalizas y se crían distintos tipos de animales tales como chanchos, gallinas y diversas aves de corral. A su vez, se puede mencionar que el trabajo de la chacra, generalmente, se asocia a roles masculinos, y el de la huerta a roles femeninos (Landini, 2010). Esta distinción entre trabajo masculino y femenino introduce una distinción cualitativa sustancial en lo referido a la cuestión de género En el caso de El Espinillo, se pudo apreciar que la mujer, además de trabajar como ama de casa (función reproductiva) (Petit et al., 2009), realiza trabajos en la huerta, sembrando verduras y hortalizas, como así también en la cría de diversos animales tales como chanchos y gallinas, entre otros (función productiva). Estos productos luego son comercializados en la feria, los cuales tienen un valor económico y de subsistencia en la familia de vital importancia. Sin embargo, parecería ser que estas actividades productivas son tomadas socialmente, tanto por hombres como mujeres, como una extensión del trabajo de ama de casa, lo cual da como resultado que el valor del trabajo productivo se entrecruce con el valor del trabajo reproductivo, lo que da lugar a que el primero quede invisibilizado como 'trabajo' en si mismo, socialmente aceptado y valorado (Petit, et al., 2009). Es decir, la mujer, cuando produce, ayuda. En cambio, el hombre, cuando produce, trabaja. A partir de lo mencionado se podría pensar en cierta naturalización del rol secundario y pasivo de la mujer en relación al hombre. Es por esto que se vuelve de interés indagar qué impacto subjetivo produce el trabajo en la feria, la cual podría comenzar a pensarse como un espacio de encuentro e interacción y no solo como establecimiento de venta de productos. Esto podría dar lugar a hacer visible socialmente la distinción entre la función reproductiva y productiva de la mujer, valorando su trabajo ya no solo como extensión de los quehaceres hogareños. Esta situación daria como resultado un impacto subjetivo significativo en las mujeres feriantes y un cambio respecto a cómo se considera a la mujer en tanto trabajadora, ahora, socialmente reconocida como tal
Resumo:
En este trabajo, a partir de la identificación de los propietarios afectados, se analiza el impacto local de las confiscaciones y embargos de Rosas. Se estimará la importancia de los muebles y útiles rematados y se considerará la magnitud del ganado bovino, ovino y equino extraído por los alcaldes locales para destinarlo a los ejércitos de frontera y de Santos Lugares. Además se indagará acerca de la época de los desembargos para comprobar si luego de los mismos los estancieros de Chascomús retomaron sus actividades y siguieron con la propiedad de sus estancias, tema éste directamente relacionado con un proyecto de más largo aliento que estudia la transmisión de la propiedad rural al noreste del río Salado y la constitución de un mercado de tierras entre fines del siglo XVIII y fines del XIX
Resumo:
El presente resumen se propone describir las primeras reflexiones que surgen a partir de la realización de dos trabajos de campo en la localidad rural de El Espinillo, provincia de Formosa, donde se observó e indagó acerca del funcionamiento de la feria franca que allí se encuentra. Se plantea un abordaje desde la psicología comunitaria con énfasis en la perspectiva de género, con el objetivo de determinar si la participación de las mujeres feriantes en este tipo de actividades produce modificaciones o no en sus roles sociales y familiares tradicionales. Por otra parte se indaga el modo de funcionamiento de la feria y los factores que favorecen y/o perjudican su desarrollo y potencialidad. En ambas salidas a terreno se han realizado un total de veinte entrevistas semi-dirigidas a hombres y mujeres feriantes de la localidad. A su vez se han desarrollado observaciones participantes y no participantes, al igual que la confección de un diario de campo. Las Ferias Francas son establecimientos donde se comercializan principalmente frutas y verduras, como así también productos mas elaborados tales como quesos, dulces y embutidos, entre otros (Petit, Petit, Rotman & Aradas, 2009). Participan en ellas hombres y mujeres campesinos. Las ferias, generalmente, tienen días y horarios fijos de funcionamiento. Los precios de los productos suelen ser menores al de los productos de comercios o mercados de la misma región. En el caso concreto de la feria franca de El Espinillo, se comercializan desde huevos, leche, quesos, embutidos, verduras y frutas, mermeladas y miel hasta pollos y ropa. La feria funciona los días miércoles y sábados de 8 hs. a 13 hs, y eventualmente los días lunes en el mismo horario. Quienes participan son principalmente mujeres campesinas. No obstante, también hay algunos hombres que trabajan ya sea en forma directa, es decir, vendiendo en la misma feria, o de manera indirecta, colaborando en la producción de las mercaderías en la chacra. (Landini, 2010). El 'trabajo de chacra' es entendido como el trabajo en cultivos que ocupan mayor extensión de tierra (cultivo de algodón, entre otros); o bien como cría de ganado bovino y/u ovino. A su vez, dentro de la chacra, se distingue el espacio destinado a la huerta, el cual ocupa una extensión de tierra menor. Allí se producen frutas, hortalizas y se crían distintos tipos de animales tales como chanchos, gallinas y diversas aves de corral. A su vez, se puede mencionar que el trabajo de la chacra, generalmente, se asocia a roles masculinos, y el de la huerta a roles femeninos (Landini, 2010). Esta distinción entre trabajo masculino y femenino introduce una distinción cualitativa sustancial en lo referido a la cuestión de género En el caso de El Espinillo, se pudo apreciar que la mujer, además de trabajar como ama de casa (función reproductiva) (Petit et al., 2009), realiza trabajos en la huerta, sembrando verduras y hortalizas, como así también en la cría de diversos animales tales como chanchos y gallinas, entre otros (función productiva). Estos productos luego son comercializados en la feria, los cuales tienen un valor económico y de subsistencia en la familia de vital importancia. Sin embargo, parecería ser que estas actividades productivas son tomadas socialmente, tanto por hombres como mujeres, como una extensión del trabajo de ama de casa, lo cual da como resultado que el valor del trabajo productivo se entrecruce con el valor del trabajo reproductivo, lo que da lugar a que el primero quede invisibilizado como 'trabajo' en si mismo, socialmente aceptado y valorado (Petit, et al., 2009). Es decir, la mujer, cuando produce, ayuda. En cambio, el hombre, cuando produce, trabaja. A partir de lo mencionado se podría pensar en cierta naturalización del rol secundario y pasivo de la mujer en relación al hombre. Es por esto que se vuelve de interés indagar qué impacto subjetivo produce el trabajo en la feria, la cual podría comenzar a pensarse como un espacio de encuentro e interacción y no solo como establecimiento de venta de productos. Esto podría dar lugar a hacer visible socialmente la distinción entre la función reproductiva y productiva de la mujer, valorando su trabajo ya no solo como extensión de los quehaceres hogareños. Esta situación daria como resultado un impacto subjetivo significativo en las mujeres feriantes y un cambio respecto a cómo se considera a la mujer en tanto trabajadora, ahora, socialmente reconocida como tal