6 resultados para Fresamento concordante
em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina
Resumo:
La presente propuesta se propone interrogar la incidencia del deseo del analista en la construcción en psicoanálisis, entiendo la construcción en dos sentidos: -Como un medio para la transmisión clínica a través de la redacción de los casos, donde los mismos fueron adoptando diversas formas a la luz de una experiencia inicial enmarcada en un paradigma positivista que va adquiriendo paulatinamente, en ruptura con el modelo vigente, una respuesta concordante con una escucha particular y un edificio conceptual que atiende a la singularidad del malestar. -Como aquello que por no poder ser restituido vía desciframiento debe ser construido. La construcción suple la ausencia de un real -la verdad histórica que falta al discurso del sujeto por su carácter mítico o fantasmático- revelando una realidad recubierta por lo imaginario. Entonces, a la acción de recordar lo reprimido propia del analizante se le añade la operación del analista que construye conjeturas y las comunica a tiempo, siendo el efecto alcanzado en la cura lo que corrobora la veracidad o la inexactitud de lo supuesto. Es objetivo de este trabajo corroborar como en la construcción que un analista realiza del caso, en cualquiera de los dos sentidos expuestos, el deseo del analista es la clave, ya que es el que le permite sostener su posición. Deseo del analista no como un concepto teórico, objetivo u exterior al caso, sino deseo del analista que esta implicado en su acto. El deseo puede reflejarse en su decir del caso, en su inclusión, en la posición que adopta y, principalmente, en la lógica que organiza este encuentro con el analizante, ya que la lógica del caso es la lógica del deseo delanalista, resultando por lo tanto la construcción el efecto de un deseo que sostiene la apuesta. Para esto, y a la luz del deseo del analista, se realizara un recorrido por los casos paradigmáticos de Freud, procurando esclarecer cual fue el deseo que, en el mismo, motivo la construcción y publicación de los casos, entendiendo que si bien el deseo del analista constituye una noción posterior, se requirió del pasaje por otros deseos para que el deseo que sostiene la posición del analista opere como una función esencial para que el deseo alienado del paciente se haga presente. Concluyendo, dado que el deseo del analista se sostiene en una ética del deseo donde lo que lo causa se consolida como aquello que orienta la articulación significante, habitando la intención mas profunda de la acción, la construcción en psicoanálisis constituye un elemento simbólico que posibilita la tramitación de lo real a través de la posición del analista sostenida en el deseo del analista. Por un lado, permite hacer una lectura del caso que sitúe los puntos cruciales en la historia de un sujeto y el posicionamiento subjetivo adoptado por este, en conjunto con las permutaciones alcanzadas. Por otro, posibilita el desarrollo de la teoría a través de las inconsistencias que se verifiquen o la justificación de la misma. Además admite reconstruir una historia olvidada a partir de sus efectos en el presente del analizante. También se consolida como una herramienta de utilidad para la interrogación del posicionamiento del analista que dirige la cura y las coordenadas desde las cuales opera. Finalmente, constituye un medio eficaz para metabolizar lo escuchado y volverlo comunicable
Resumo:
Se intenta mostrar la incidencia de los procesos políticos y sociales posteriores a la caída del gobierno peronista -1955- y a la Revolución Cubana -1959-, en la desorganización de la tradicional identidad del socialismo en la Argentina. En el Partido Socialista (PS), que había apoyado el golpe militar que derrocó a Perón, surgirá entonces una corriente crítica -sobre todo juvenil-, impactada por la potente oposición social y política con que los trabajadores "resistían" al nuevo régimen, y también por el ejemplo de los jóvenes revolucionarios cubanos. Ambos procesos, provocaron la radicalización de la izquierda socialista que: 1- en el plano discursivo, re-examinó la caracterización de su partido sobre el peronismo, y comenzó a considerarlo en términos de "movimiento de liberación nacional" y potencial portador de energías revolucionarias; 2- de manera concordante, en el plano práctico, desarrolló estrategias de acercamiento con los sectores combativos de ese movimiento, y con otros grupos que como ella misma, comenzaban a definirse como parte de una "nueva izquierda". En medio de un proceso de alta conflictividad partidaria, se produjeron sucesivas divisiones en el PS, y en sus sectores de izquierda, una novedosa reelaboración de la identidad y la línea política del socialismo: se denunció la visión "liberal" y "reformista" de los sectores tradicionales del Partido, y se trató de articular los principios de la doctrina socialista con contenidos propios del "nacionalismo popular y revolucionario". Frente a una línea político-estratégica que hasta entonces había privilegiado la identidad partidaria y la vía electoral y parlamentaria, se pasó a la promoción de una política frentista y a la exaltación de una perspectiva de corte insurreccional -dentro de la cual los momentos electorales y la actividad parlamentaria sólo contaban en tanto "recursos tácticos". En la ponencia se revisan algunos temas y "cuestiones" que permiten echar luz sobre las razones que facilitaron o promovieron ese tránsito, vinculándolo no sólo con el llamado "clima de época", sino también con la conflictiva vida política argentina, en un período caracterizado por la proscripción del peronismo, la presencia política de las Fuerzas Armadas, la debilidad de los partidos políticos y el envilecimiento de las instituciones democráticas
Resumo:
La presente propuesta se propone interrogar la incidencia del deseo del analista en la construcción en psicoanálisis, entiendo la construcción en dos sentidos: -Como un medio para la transmisión clínica a través de la redacción de los casos, donde los mismos fueron adoptando diversas formas a la luz de una experiencia inicial enmarcada en un paradigma positivista que va adquiriendo paulatinamente, en ruptura con el modelo vigente, una respuesta concordante con una escucha particular y un edificio conceptual que atiende a la singularidad del malestar. -Como aquello que por no poder ser restituido vía desciframiento debe ser construido. La construcción suple la ausencia de un real -la verdad histórica que falta al discurso del sujeto por su carácter mítico o fantasmático- revelando una realidad recubierta por lo imaginario. Entonces, a la acción de recordar lo reprimido propia del analizante se le añade la operación del analista que construye conjeturas y las comunica a tiempo, siendo el efecto alcanzado en la cura lo que corrobora la veracidad o la inexactitud de lo supuesto. Es objetivo de este trabajo corroborar como en la construcción que un analista realiza del caso, en cualquiera de los dos sentidos expuestos, el deseo del analista es la clave, ya que es el que le permite sostener su posición. Deseo del analista no como un concepto teórico, objetivo u exterior al caso, sino deseo del analista que esta implicado en su acto. El deseo puede reflejarse en su decir del caso, en su inclusión, en la posición que adopta y, principalmente, en la lógica que organiza este encuentro con el analizante, ya que la lógica del caso es la lógica del deseo delanalista, resultando por lo tanto la construcción el efecto de un deseo que sostiene la apuesta. Para esto, y a la luz del deseo del analista, se realizara un recorrido por los casos paradigmáticos de Freud, procurando esclarecer cual fue el deseo que, en el mismo, motivo la construcción y publicación de los casos, entendiendo que si bien el deseo del analista constituye una noción posterior, se requirió del pasaje por otros deseos para que el deseo que sostiene la posición del analista opere como una función esencial para que el deseo alienado del paciente se haga presente. Concluyendo, dado que el deseo del analista se sostiene en una ética del deseo donde lo que lo causa se consolida como aquello que orienta la articulación significante, habitando la intención mas profunda de la acción, la construcción en psicoanálisis constituye un elemento simbólico que posibilita la tramitación de lo real a través de la posición del analista sostenida en el deseo del analista. Por un lado, permite hacer una lectura del caso que sitúe los puntos cruciales en la historia de un sujeto y el posicionamiento subjetivo adoptado por este, en conjunto con las permutaciones alcanzadas. Por otro, posibilita el desarrollo de la teoría a través de las inconsistencias que se verifiquen o la justificación de la misma. Además admite reconstruir una historia olvidada a partir de sus efectos en el presente del analizante. También se consolida como una herramienta de utilidad para la interrogación del posicionamiento del analista que dirige la cura y las coordenadas desde las cuales opera. Finalmente, constituye un medio eficaz para metabolizar lo escuchado y volverlo comunicable
Resumo:
La presente propuesta se propone interrogar la incidencia del deseo del analista en la construcción en psicoanálisis, entiendo la construcción en dos sentidos: -Como un medio para la transmisión clínica a través de la redacción de los casos, donde los mismos fueron adoptando diversas formas a la luz de una experiencia inicial enmarcada en un paradigma positivista que va adquiriendo paulatinamente, en ruptura con el modelo vigente, una respuesta concordante con una escucha particular y un edificio conceptual que atiende a la singularidad del malestar. -Como aquello que por no poder ser restituido vía desciframiento debe ser construido. La construcción suple la ausencia de un real -la verdad histórica que falta al discurso del sujeto por su carácter mítico o fantasmático- revelando una realidad recubierta por lo imaginario. Entonces, a la acción de recordar lo reprimido propia del analizante se le añade la operación del analista que construye conjeturas y las comunica a tiempo, siendo el efecto alcanzado en la cura lo que corrobora la veracidad o la inexactitud de lo supuesto. Es objetivo de este trabajo corroborar como en la construcción que un analista realiza del caso, en cualquiera de los dos sentidos expuestos, el deseo del analista es la clave, ya que es el que le permite sostener su posición. Deseo del analista no como un concepto teórico, objetivo u exterior al caso, sino deseo del analista que esta implicado en su acto. El deseo puede reflejarse en su decir del caso, en su inclusión, en la posición que adopta y, principalmente, en la lógica que organiza este encuentro con el analizante, ya que la lógica del caso es la lógica del deseo delanalista, resultando por lo tanto la construcción el efecto de un deseo que sostiene la apuesta. Para esto, y a la luz del deseo del analista, se realizara un recorrido por los casos paradigmáticos de Freud, procurando esclarecer cual fue el deseo que, en el mismo, motivo la construcción y publicación de los casos, entendiendo que si bien el deseo del analista constituye una noción posterior, se requirió del pasaje por otros deseos para que el deseo que sostiene la posición del analista opere como una función esencial para que el deseo alienado del paciente se haga presente. Concluyendo, dado que el deseo del analista se sostiene en una ética del deseo donde lo que lo causa se consolida como aquello que orienta la articulación significante, habitando la intención mas profunda de la acción, la construcción en psicoanálisis constituye un elemento simbólico que posibilita la tramitación de lo real a través de la posición del analista sostenida en el deseo del analista. Por un lado, permite hacer una lectura del caso que sitúe los puntos cruciales en la historia de un sujeto y el posicionamiento subjetivo adoptado por este, en conjunto con las permutaciones alcanzadas. Por otro, posibilita el desarrollo de la teoría a través de las inconsistencias que se verifiquen o la justificación de la misma. Además admite reconstruir una historia olvidada a partir de sus efectos en el presente del analizante. También se consolida como una herramienta de utilidad para la interrogación del posicionamiento del analista que dirige la cura y las coordenadas desde las cuales opera. Finalmente, constituye un medio eficaz para metabolizar lo escuchado y volverlo comunicable
Resumo:
Se intenta mostrar la incidencia de los procesos políticos y sociales posteriores a la caída del gobierno peronista -1955- y a la Revolución Cubana -1959-, en la desorganización de la tradicional identidad del socialismo en la Argentina. En el Partido Socialista (PS), que había apoyado el golpe militar que derrocó a Perón, surgirá entonces una corriente crítica -sobre todo juvenil-, impactada por la potente oposición social y política con que los trabajadores "resistían" al nuevo régimen, y también por el ejemplo de los jóvenes revolucionarios cubanos. Ambos procesos, provocaron la radicalización de la izquierda socialista que: 1- en el plano discursivo, re-examinó la caracterización de su partido sobre el peronismo, y comenzó a considerarlo en términos de "movimiento de liberación nacional" y potencial portador de energías revolucionarias; 2- de manera concordante, en el plano práctico, desarrolló estrategias de acercamiento con los sectores combativos de ese movimiento, y con otros grupos que como ella misma, comenzaban a definirse como parte de una "nueva izquierda". En medio de un proceso de alta conflictividad partidaria, se produjeron sucesivas divisiones en el PS, y en sus sectores de izquierda, una novedosa reelaboración de la identidad y la línea política del socialismo: se denunció la visión "liberal" y "reformista" de los sectores tradicionales del Partido, y se trató de articular los principios de la doctrina socialista con contenidos propios del "nacionalismo popular y revolucionario". Frente a una línea político-estratégica que hasta entonces había privilegiado la identidad partidaria y la vía electoral y parlamentaria, se pasó a la promoción de una política frentista y a la exaltación de una perspectiva de corte insurreccional -dentro de la cual los momentos electorales y la actividad parlamentaria sólo contaban en tanto "recursos tácticos". En la ponencia se revisan algunos temas y "cuestiones" que permiten echar luz sobre las razones que facilitaron o promovieron ese tránsito, vinculándolo no sólo con el llamado "clima de época", sino también con la conflictiva vida política argentina, en un período caracterizado por la proscripción del peronismo, la presencia política de las Fuerzas Armadas, la debilidad de los partidos políticos y el envilecimiento de las instituciones democráticas
Resumo:
Se intenta mostrar la incidencia de los procesos políticos y sociales posteriores a la caída del gobierno peronista -1955- y a la Revolución Cubana -1959-, en la desorganización de la tradicional identidad del socialismo en la Argentina. En el Partido Socialista (PS), que había apoyado el golpe militar que derrocó a Perón, surgirá entonces una corriente crítica -sobre todo juvenil-, impactada por la potente oposición social y política con que los trabajadores "resistían" al nuevo régimen, y también por el ejemplo de los jóvenes revolucionarios cubanos. Ambos procesos, provocaron la radicalización de la izquierda socialista que: 1- en el plano discursivo, re-examinó la caracterización de su partido sobre el peronismo, y comenzó a considerarlo en términos de "movimiento de liberación nacional" y potencial portador de energías revolucionarias; 2- de manera concordante, en el plano práctico, desarrolló estrategias de acercamiento con los sectores combativos de ese movimiento, y con otros grupos que como ella misma, comenzaban a definirse como parte de una "nueva izquierda". En medio de un proceso de alta conflictividad partidaria, se produjeron sucesivas divisiones en el PS, y en sus sectores de izquierda, una novedosa reelaboración de la identidad y la línea política del socialismo: se denunció la visión "liberal" y "reformista" de los sectores tradicionales del Partido, y se trató de articular los principios de la doctrina socialista con contenidos propios del "nacionalismo popular y revolucionario". Frente a una línea político-estratégica que hasta entonces había privilegiado la identidad partidaria y la vía electoral y parlamentaria, se pasó a la promoción de una política frentista y a la exaltación de una perspectiva de corte insurreccional -dentro de la cual los momentos electorales y la actividad parlamentaria sólo contaban en tanto "recursos tácticos". En la ponencia se revisan algunos temas y "cuestiones" que permiten echar luz sobre las razones que facilitaron o promovieron ese tránsito, vinculándolo no sólo con el llamado "clima de época", sino también con la conflictiva vida política argentina, en un período caracterizado por la proscripción del peronismo, la presencia política de las Fuerzas Armadas, la debilidad de los partidos políticos y el envilecimiento de las instituciones democráticas