86 resultados para Febrer, Jaume-Crítica i interpretació
em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina
Resumo:
En nuestro dialecto se registra un fenómeno con algunos verbos; consiste en que un verbo ditransitivo pasa a comportarse como transitivo, más precisamente, el primer objeto (OD) se elide y el segundo (OI) se expresa en acusativo: 1) Le robaron dinero a Juan; 2) Lo robaron a Juan. La hipótesis que formulamos para intentar explicar este cambio tiene varios aspectos: Se trata de un fenómeno que se presenta en nuestro dialecto debido a que admite doblado de clíticos acusativos. Se produciría un cambio en la estructura argumental del verbo, dando lugar a dos elementos léxicos distintos. Desde el punto de vista de Jaume Mateu i Fontanals (2002)1 tendríamos dos constructos semánticos con diferencias sintácticas y semánticas. Cambia el grado de afectación de los argumentos, si consideramos que el evento expresado por los verbos ditransitivos relaciona tres entidades, una entidad Causante, una afectada directamente y una tercera afectada en forma indirecta. Este cambio se origina en el hecho de que en español solo la 3ra. persona tiene marca de caso para acusativo (lo/la) distinta del dativo (le), mientras que en 1ra. y 2da. persona la misma forma expresa ambos casos, me y te, respectivamente. 3) Me/te robaron dinero; 4) Me/te robaron
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En nuestro dialecto se registra un fenómeno con algunos verbos; consiste en que un verbo ditransitivo pasa a comportarse como transitivo, más precisamente, el primer objeto (OD) se elide y el segundo (OI) se expresa en acusativo: 1) Le robaron dinero a Juan; 2) Lo robaron a Juan. La hipótesis que formulamos para intentar explicar este cambio tiene varios aspectos: Se trata de un fenómeno que se presenta en nuestro dialecto debido a que admite doblado de clíticos acusativos. Se produciría un cambio en la estructura argumental del verbo, dando lugar a dos elementos léxicos distintos. Desde el punto de vista de Jaume Mateu i Fontanals (2002)1 tendríamos dos constructos semánticos con diferencias sintácticas y semánticas. Cambia el grado de afectación de los argumentos, si consideramos que el evento expresado por los verbos ditransitivos relaciona tres entidades, una entidad Causante, una afectada directamente y una tercera afectada en forma indirecta. Este cambio se origina en el hecho de que en español solo la 3ra. persona tiene marca de caso para acusativo (lo/la) distinta del dativo (le), mientras que en 1ra. y 2da. persona la misma forma expresa ambos casos, me y te, respectivamente. 3) Me/te robaron dinero; 4) Me/te robaron
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En nuestro dialecto se registra un fenómeno con algunos verbos; consiste en que un verbo ditransitivo pasa a comportarse como transitivo, más precisamente, el primer objeto (OD) se elide y el segundo (OI) se expresa en acusativo: 1) Le robaron dinero a Juan; 2) Lo robaron a Juan. La hipótesis que formulamos para intentar explicar este cambio tiene varios aspectos: Se trata de un fenómeno que se presenta en nuestro dialecto debido a que admite doblado de clíticos acusativos. Se produciría un cambio en la estructura argumental del verbo, dando lugar a dos elementos léxicos distintos. Desde el punto de vista de Jaume Mateu i Fontanals (2002)1 tendríamos dos constructos semánticos con diferencias sintácticas y semánticas. Cambia el grado de afectación de los argumentos, si consideramos que el evento expresado por los verbos ditransitivos relaciona tres entidades, una entidad Causante, una afectada directamente y una tercera afectada en forma indirecta. Este cambio se origina en el hecho de que en español solo la 3ra. persona tiene marca de caso para acusativo (lo/la) distinta del dativo (le), mientras que en 1ra. y 2da. persona la misma forma expresa ambos casos, me y te, respectivamente. 3) Me/te robaron dinero; 4) Me/te robaron
Resumo:
A mediados de los años noventa los docentes integrantes de la cátedra de "Análisis y Crítica I" de la Universidad Nacional de Rosario deciden crear el "Centro de Estudios sobre la Enseñanza de la Literatura". En dicho marco publican en 1997 un primer y único Cuaderno de Divulgación que continuaba una línea reflexiva abierta en el país por Josefina Ludmer (1987) y Gustavo Bombini (1992, 1995) sobre la relación entre los estudios literarios y la enseñanza de la literatura. En un momento en el que todavía asistimos a ciertos acuses de intrusiones disciplinares desde el ámbito de la Didáctica de la Literatura para con uno de sus campos de saber referenciales por excelencia, la Teoría Literaria, se vuelve una tarea primordial re-inscribir ciertas intervenciones postuladas en el mentado Cuaderno sobre la indisolubilidad que caracteriza la citada relación
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A mediados de los años noventa los docentes integrantes de la cátedra de "Análisis y Crítica I" de la Universidad Nacional de Rosario deciden crear el "Centro de Estudios sobre la Enseñanza de la Literatura". En dicho marco publican en 1997 un primer y único Cuaderno de Divulgación que continuaba una línea reflexiva abierta en el país por Josefina Ludmer (1987) y Gustavo Bombini (1992, 1995) sobre la relación entre los estudios literarios y la enseñanza de la literatura. En un momento en el que todavía asistimos a ciertos acuses de intrusiones disciplinares desde el ámbito de la Didáctica de la Literatura para con uno de sus campos de saber referenciales por excelencia, la Teoría Literaria, se vuelve una tarea primordial re-inscribir ciertas intervenciones postuladas en el mentado Cuaderno sobre la indisolubilidad que caracteriza la citada relación
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A mediados de los años noventa los docentes integrantes de la cátedra de "Análisis y Crítica I" de la Universidad Nacional de Rosario deciden crear el "Centro de Estudios sobre la Enseñanza de la Literatura". En dicho marco publican en 1997 un primer y único Cuaderno de Divulgación que continuaba una línea reflexiva abierta en el país por Josefina Ludmer (1987) y Gustavo Bombini (1992, 1995) sobre la relación entre los estudios literarios y la enseñanza de la literatura. En un momento en el que todavía asistimos a ciertos acuses de intrusiones disciplinares desde el ámbito de la Didáctica de la Literatura para con uno de sus campos de saber referenciales por excelencia, la Teoría Literaria, se vuelve una tarea primordial re-inscribir ciertas intervenciones postuladas en el mentado Cuaderno sobre la indisolubilidad que caracteriza la citada relación
Resumo:
Partiendo de los estudios de la interfaz semántico-sintáctica de Ken Hale y Jay Keyser (1993, 1998) y Jaume Mateu i Fontanals (2000, 2002), asumimos que la estructura argumental determinante de la organización de la sintaxis oracional tiene su origen en constructos semánticos sintácticamente estructurados. Estos constructos definen relaciones configuracionales entre predicados primitivos y argumentos. Existe, por lo tanto, una relación de transparencia entre la semántica y la sintaxis, la cual permite definir el significado oracional en función tanto del contenido conceptual-intencional, opaco para la sintaxis, como del constructo semántico, transparente para la sintaxis. A diferencia de otras propuestas, que postulan un máximo de cuatro constructos semánticos básicos, como es el caso de Hale y Keyser, o de tres constructos semánticos básicos, como es el caso de Mateu i Fontanals, proponemos que la Gramática Universal define un máximo de sólo dos constructos semánticos básicos, uno espacial y uno causativo, los cuales, por recursividad, darían origen a todas las configuraciones sintácticas de cualquier lengua natural. En un sistema lingüístico como el de la Morfología Distribuida, los constructos semánticos así definidos formarían parte de una lista "A" presintáctica, conformada por morfemas abstractos, vg. sin matriz fonológica asociada, los cuales codifican tanto rasgos intencionales-funcionales de índole procedimental, vg. instrucciones sobre la asignación de referencia, como raíces semántico-conceptuales de índole nominal, vg. entidades conceptuales genéricas. Estos constructos, seleccionables por el sistema computacional, definen esqueletos configuracionales básicos que organizan el ensamble de los morfemas abstractos pertinentes a cada derivación. Este modelo, por lo tanto, define la conformación composicional de los apareamientos entre significado y forma, a partir de procesos computacionales previos a la inserción de las piezas de vocabulario. Ofrecemos evidencia morfosintáctica que probaría la pertinencia y la productividad de un sistema binario de constructos semánticos
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Partiendo de los estudios de la interfaz semántico-sintáctica de Ken Hale y Jay Keyser (1993, 1998) y Jaume Mateu i Fontanals (2000, 2002), asumimos que la estructura argumental determinante de la organización de la sintaxis oracional tiene su origen en constructos semánticos sintácticamente estructurados. Estos constructos definen relaciones configuracionales entre predicados primitivos y argumentos. Existe, por lo tanto, una relación de transparencia entre la semántica y la sintaxis, la cual permite definir el significado oracional en función tanto del contenido conceptual-intencional, opaco para la sintaxis, como del constructo semántico, transparente para la sintaxis. A diferencia de otras propuestas, que postulan un máximo de cuatro constructos semánticos básicos, como es el caso de Hale y Keyser, o de tres constructos semánticos básicos, como es el caso de Mateu i Fontanals, proponemos que la Gramática Universal define un máximo de sólo dos constructos semánticos básicos, uno espacial y uno causativo, los cuales, por recursividad, darían origen a todas las configuraciones sintácticas de cualquier lengua natural. En un sistema lingüístico como el de la Morfología Distribuida, los constructos semánticos así definidos formarían parte de una lista "A" presintáctica, conformada por morfemas abstractos, vg. sin matriz fonológica asociada, los cuales codifican tanto rasgos intencionales-funcionales de índole procedimental, vg. instrucciones sobre la asignación de referencia, como raíces semántico-conceptuales de índole nominal, vg. entidades conceptuales genéricas. Estos constructos, seleccionables por el sistema computacional, definen esqueletos configuracionales básicos que organizan el ensamble de los morfemas abstractos pertinentes a cada derivación. Este modelo, por lo tanto, define la conformación composicional de los apareamientos entre significado y forma, a partir de procesos computacionales previos a la inserción de las piezas de vocabulario. Ofrecemos evidencia morfosintáctica que probaría la pertinencia y la productividad de un sistema binario de constructos semánticos
Resumo:
Partiendo de los estudios de la interfaz semántico-sintáctica de Ken Hale y Jay Keyser (1993, 1998) y Jaume Mateu i Fontanals (2000, 2002), asumimos que la estructura argumental determinante de la organización de la sintaxis oracional tiene su origen en constructos semánticos sintácticamente estructurados. Estos constructos definen relaciones configuracionales entre predicados primitivos y argumentos. Existe, por lo tanto, una relación de transparencia entre la semántica y la sintaxis, la cual permite definir el significado oracional en función tanto del contenido conceptual-intencional, opaco para la sintaxis, como del constructo semántico, transparente para la sintaxis. A diferencia de otras propuestas, que postulan un máximo de cuatro constructos semánticos básicos, como es el caso de Hale y Keyser, o de tres constructos semánticos básicos, como es el caso de Mateu i Fontanals, proponemos que la Gramática Universal define un máximo de sólo dos constructos semánticos básicos, uno espacial y uno causativo, los cuales, por recursividad, darían origen a todas las configuraciones sintácticas de cualquier lengua natural. En un sistema lingüístico como el de la Morfología Distribuida, los constructos semánticos así definidos formarían parte de una lista "A" presintáctica, conformada por morfemas abstractos, vg. sin matriz fonológica asociada, los cuales codifican tanto rasgos intencionales-funcionales de índole procedimental, vg. instrucciones sobre la asignación de referencia, como raíces semántico-conceptuales de índole nominal, vg. entidades conceptuales genéricas. Estos constructos, seleccionables por el sistema computacional, definen esqueletos configuracionales básicos que organizan el ensamble de los morfemas abstractos pertinentes a cada derivación. Este modelo, por lo tanto, define la conformación composicional de los apareamientos entre significado y forma, a partir de procesos computacionales previos a la inserción de las piezas de vocabulario. Ofrecemos evidencia morfosintáctica que probaría la pertinencia y la productividad de un sistema binario de constructos semánticos
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"Retrau mon seyor sent Jacme que fe sens obres morta es. Aquesta paraula volch nostre Seyor complir en los nostres feytz". Así comienza el Llibre dels fets de Jaime I de Aragón, obra fundacional de la historiografía catalana medieval, en la cual se hace oír la voz del Rey, para dar testimonio de un destino (personal y nacional) cumplido. La construcción de la propia historia desde una perspectiva providencialista culmina con su puesta por escrito, última voluntad de Dios que Jaime cumple. Entre las estrategias que construyen el sentido del texto, lo sostienen y señalan reflexivamente el modo en que se espera que tal sentido sea entendido, nos interesa observar la productividad de la conmutación narración / comentario, que se articula a través del dispositivo de enunciación en primera persona (que postula una serie de correferencias: narrador, enunciador, portavoz, personaje, autor). El análisis plantea diversos niveles de pertinencia. Nos interesa observar los modos en que el enunciador se manifiesta respecto de su enunciado, responsabilizándose o distanciándose de ciertas opiniones, comprometiéndose con lo que dice, intentando influir persuasivamente sobre las creencias de sus enunciatarios, proyectando imágenes de sí mismo, construyendo narrativamente un efecto de verdad.
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"Retrau mon seyor sent Jacme que fe sens obres morta es. Aquesta paraula volch nostre Seyor complir en los nostres feytz". Así comienza el Llibre dels fets de Jaime I de Aragón, obra fundacional de la historiografía catalana medieval, en la cual se hace oír la voz del Rey, para dar testimonio de un destino (personal y nacional) cumplido. La construcción de la propia historia desde una perspectiva providencialista culmina con su puesta por escrito, última voluntad de Dios que Jaime cumple. Entre las estrategias que construyen el sentido del texto, lo sostienen y señalan reflexivamente el modo en que se espera que tal sentido sea entendido, nos interesa observar la productividad de la conmutación narración / comentario, que se articula a través del dispositivo de enunciación en primera persona (que postula una serie de correferencias: narrador, enunciador, portavoz, personaje, autor). El análisis plantea diversos niveles de pertinencia. Nos interesa observar los modos en que el enunciador se manifiesta respecto de su enunciado, responsabilizándose o distanciándose de ciertas opiniones, comprometiéndose con lo que dice, intentando influir persuasivamente sobre las creencias de sus enunciatarios, proyectando imágenes de sí mismo, construyendo narrativamente un efecto de verdad.
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"Retrau mon seyor sent Jacme que fe sens obres morta es. Aquesta paraula volch nostre Seyor complir en los nostres feytz". Así comienza el Llibre dels fets de Jaime I de Aragón, obra fundacional de la historiografía catalana medieval, en la cual se hace oír la voz del Rey, para dar testimonio de un destino (personal y nacional) cumplido. La construcción de la propia historia desde una perspectiva providencialista culmina con su puesta por escrito, última voluntad de Dios que Jaime cumple. Entre las estrategias que construyen el sentido del texto, lo sostienen y señalan reflexivamente el modo en que se espera que tal sentido sea entendido, nos interesa observar la productividad de la conmutación narración / comentario, que se articula a través del dispositivo de enunciación en primera persona (que postula una serie de correferencias: narrador, enunciador, portavoz, personaje, autor). El análisis plantea diversos niveles de pertinencia. Nos interesa observar los modos en que el enunciador se manifiesta respecto de su enunciado, responsabilizándose o distanciándose de ciertas opiniones, comprometiéndose con lo que dice, intentando influir persuasivamente sobre las creencias de sus enunciatarios, proyectando imágenes de sí mismo, construyendo narrativamente un efecto de verdad.
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El objetivo de este trabajo es analizar los entrecruces que ocurren entre el lenguaje ficcional, sea literario o cinematográfico, y lo "real". Eso real a lo que nos referimos viene de las voces de los testimonios de un acontecimiento traumático ÔêÆ la Guerra Civil Española ÔêÆ y de las imágenes conservadas del conflicto. La novela Soldados de Salamina (2001), de Javier Cercas, problematiza la difícil representación literaria de las voces de los supervivientes, mientras que el documental El sueño derrotado (2004), de Jaume Serra y Daniel Serra, aproxima voces e imágenes al discurso de la ficción. Por medio de estas dos obras se pretende discutir la cuestión del compromiso de la literatura y del cine con lo "real" y el rol que ocupa la ficción en la "presentación" del trauma colectivo.
Resumo:
Un artículo de opinión de Isaac Rosa, publicado en El País, de Madrid, el 6 de julio de 2006 -Año de la Memoria Histórica, según la declaración del Estado español-, ponía de manifiesto el particular "empacho de memoria" del escritor, ante la "progresiva institucionalización" de las políticas públicas de la memoria, a las que atribuía la pretensión, mediante dilaciones, de "controlar, o cuando menos congelar, ese cuestionamiento del ayer antes de que se vaya de las manos". Una novela de su autoría, publicada dos años antes -El vano ayer (2004, XIV Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos 2005)- está basada en una prolija indagación documental del franquismo de fines de los años 60. Este material, hábilmente imbricado con la pura escritura ficcional, es presentado poniendo de relieve los mecanismos constructivos de la novela; el relato acumula incesantes interrogaciones que obligan a narrador y lector -precisados a repensar y reconstruir sentidos en torno a los sucesos narrados-, a un permanente ejercicio de la memoria sobre aquellos años. Nuestro trabajo intentará desentrañar de qué manera las diversas técnicas narrativas empleadas confluyen en la demanda de colaboración del lector en la construcción de un sentido final.
Resumo:
La presencia del ensayo de Rafael Sánchez Ferlosio representa en la literatura de Javier Cercas una instancia intertextual importante que permite estudiar la narrativización y ficcionalización de la crítica en su novela. Las alusiones a la figura de Ferlosio, al pensamiento de este ensayista y particularmente al texto "Carácter y Destino" se nos muestra como una clave para iluminar la construcción del ethos del narrador de cuentos, crónicas y ensayos de Cercas, de un enunciador que plantea conflictos referidos a la experiencia de la escritura, al escritor en relación a su sociedad, a su cultura y a la literatura como institución en la posmodernidad. En El vientre de la ballena (1997), la novela que analizamos, se narrativiza a través del texto de Ferlosio la situación compleja del escritor y de la literatura en la actualidad, presentándose irónicamente el dilema entre la asimilación a la sociedad del espectáculo y la distancia de la misma.