3 resultados para FACTOR-I

em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina


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Este estudio tiene como objeto describir la relación entre la práctica de diferentes tipos de juegos motores reglamentados (juegos deportivos con o sin competición) y la expresión de las emociones. Los participantes fueron 726 estudiantes de actividad física y deportes del primer curso de facultades, escuelas de formación del profesorado y de animación deportiva de España y Portugal, a los que previamente se formó en la toma de conciencia en la expresión de las emociones. Realizaron ocho juegos deportivos correspondientes a los cuatro dominios de acción (psicomotriz (en solitario), cooperación, oposición y cooperación/oposición), siendo uno de cada de competición (lo cual implica la victoria o derrota de los participantes) y otro sin competición (nadie gana o pierde). Tras la realización de cada juego el participante registró en un cuestionario validado (Games and Emotions Scale (GES)) la intensidad alcanzada en cada una de las 13 emociones (clasificadas como positivas, negativas y ambiguas). Los resultados (tratamiento estadístico mediante ecuaciones de estimación generalizadas) muestran que la intensidad de las emociones positivas fueron en todos los juegos siempre muy superiores en comparación a la intensidad de las negativas y ambiguas. Ello nos puede confirmar el disfrute durante la práctica de los juegos deportivos. Dicho esto, se observa, por un lado, que la intensidad de las emociones positivas son ligeramente superiores en los juegos sin competición y, por otro lado, que la intensidad de las emociones es superior en la competición en comparación a los juegos sin competición, pero que esta superioridad se debe sobre todo a las emociones negativas y ambiguas. La medición, comparación, victoria y derrota inherentes a la competición puede tender a incrementar la frustración y el rechazo. Por último, se aprecian diferencias significativas entre los cuatro dominios al considerar si existe o no la victoria, especialmente para juegos cooperativos sin competición, donde la intensidad de las emociones positivas sube más que en los otros tipos de juegos y las negativas bajan, confirmando la conveniencia de los juegos cooperativos no competitivos en los programas educativos, reeducativos y recreativos, donde la superación del reto es una tarea colectiva

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Este estudio tiene como objeto describir la relación entre la práctica de diferentes tipos de juegos motores reglamentados (juegos deportivos con o sin competición) y la expresión de las emociones. Los participantes fueron 726 estudiantes de actividad física y deportes del primer curso de facultades, escuelas de formación del profesorado y de animación deportiva de España y Portugal, a los que previamente se formó en la toma de conciencia en la expresión de las emociones. Realizaron ocho juegos deportivos correspondientes a los cuatro dominios de acción (psicomotriz (en solitario), cooperación, oposición y cooperación/oposición), siendo uno de cada de competición (lo cual implica la victoria o derrota de los participantes) y otro sin competición (nadie gana o pierde). Tras la realización de cada juego el participante registró en un cuestionario validado (Games and Emotions Scale (GES)) la intensidad alcanzada en cada una de las 13 emociones (clasificadas como positivas, negativas y ambiguas). Los resultados (tratamiento estadístico mediante ecuaciones de estimación generalizadas) muestran que la intensidad de las emociones positivas fueron en todos los juegos siempre muy superiores en comparación a la intensidad de las negativas y ambiguas. Ello nos puede confirmar el disfrute durante la práctica de los juegos deportivos. Dicho esto, se observa, por un lado, que la intensidad de las emociones positivas son ligeramente superiores en los juegos sin competición y, por otro lado, que la intensidad de las emociones es superior en la competición en comparación a los juegos sin competición, pero que esta superioridad se debe sobre todo a las emociones negativas y ambiguas. La medición, comparación, victoria y derrota inherentes a la competición puede tender a incrementar la frustración y el rechazo. Por último, se aprecian diferencias significativas entre los cuatro dominios al considerar si existe o no la victoria, especialmente para juegos cooperativos sin competición, donde la intensidad de las emociones positivas sube más que en los otros tipos de juegos y las negativas bajan, confirmando la conveniencia de los juegos cooperativos no competitivos en los programas educativos, reeducativos y recreativos, donde la superación del reto es una tarea colectiva

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