8 resultados para Educadores - Formación
em Memoria Académica - FaHCE, UNLP - Argentina
Resumo:
La formación de educadores sociales en tanto propuesta formativa inscripta en el nivel superior de gestión estatal data de los últimos años. En el caso de la Carrera de Pedagogía y Educación Social que se dicta en el Instituto Superior de Tiempo Libre y Recreación dependiente del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, dicha formación fue inaugurada en el año 2007, con una propuesta curricular que contempla el área de las pedagogías. Como docentes del área, y después de cinco años de estar abocados al desarrollo curricular de esta Carrera, en este trabajo nos proponemos revisar qué se enseña en estas asignaturas a partir de explorar en sus propuestas de trabajo cuáles son los principales ejes, experiencias y discusiones que se consideran significativos para la formación de educadores sociales. Los interrogantes que nos guían en este abordaje son los siguientes: ¿los problemas de la pedagogía social son problemas propios de la pedagogía moderna? ¿La desbordan? ¿Suponen alguna novedad o giro en el campo pedagógico? ¿Buscan pensar algo que aquella omite? ¿La novedad reside en los contenidos, en la propuesta de trabajo, en los recursos que se ponen en juego, en la vinculación que se propone con las experiencias sociales y pedagógicas de los estudiantes en formación? El trabajo alrededor de estos interrogantes busca mostrar los límites de los saberes de la pedagogía moderna, a la vez que, las posibilidades de ampliar su horizonte cuando unas prácticas y un oficio -como el de educador/a social- vienen a funcionar como ese ?afueradentro? (Kantor, 2008) que nos lleva a interpelar los saberes históricamente construidos al interior del campo pedagógico. Es en estos procesos de trabajo donde la pedagogía también puede encontrar un conjunto de problemas y perspectivas que le aporten vitalidad a sus interrogantes constitutivos y un lugar donde volver a pensar sus tradiciones. De allí el interés por procurar hacerlos visibles a la luz de una formación que se encuentra en sus primeros años de desarrollo.
Resumo:
La formación de educadores sociales en tanto propuesta formativa inscripta en el nivel superior de gestión estatal data de los últimos años. En el caso de la Carrera de Pedagogía y Educación Social que se dicta en el Instituto Superior de Tiempo Libre y Recreación dependiente del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, dicha formación fue inaugurada en el año 2007, con una propuesta curricular que contempla el área de las pedagogías. Como docentes del área, y después de cinco años de estar abocados al desarrollo curricular de esta Carrera, en este trabajo nos proponemos revisar qué se enseña en estas asignaturas a partir de explorar en sus propuestas de trabajo cuáles son los principales ejes, experiencias y discusiones que se consideran significativos para la formación de educadores sociales. Los interrogantes que nos guían en este abordaje son los siguientes: ¿los problemas de la pedagogía social son problemas propios de la pedagogía moderna? ¿La desbordan? ¿Suponen alguna novedad o giro en el campo pedagógico? ¿Buscan pensar algo que aquella omite? ¿La novedad reside en los contenidos, en la propuesta de trabajo, en los recursos que se ponen en juego, en la vinculación que se propone con las experiencias sociales y pedagógicas de los estudiantes en formación? El trabajo alrededor de estos interrogantes busca mostrar los límites de los saberes de la pedagogía moderna, a la vez que, las posibilidades de ampliar su horizonte cuando unas prácticas y un oficio -como el de educador/a social- vienen a funcionar como ese ?afueradentro? (Kantor, 2008) que nos lleva a interpelar los saberes históricamente construidos al interior del campo pedagógico. Es en estos procesos de trabajo donde la pedagogía también puede encontrar un conjunto de problemas y perspectivas que le aporten vitalidad a sus interrogantes constitutivos y un lugar donde volver a pensar sus tradiciones. De allí el interés por procurar hacerlos visibles a la luz de una formación que se encuentra en sus primeros años de desarrollo.
Resumo:
En esta comunicación se intentan identificar algunas de las características específicas que pueden presentar los dispositivos de formación profesional de futuros docentes. A partir de los resultados de una investigación sobre la construcción de saberes pedagógicos en la acción desarrollada en el seno de un Grupo Profesional de Referencia en la que se recurre a autoconfrontaciones simples y cruzadas (Clot, 2004), se analizan los aportes teórico-metodológicos para la puesta en acción de dispositivos de formación profesional durante la formación inicial. La orientación teórico-metodológica adoptada pretende con la intención de construir saberes pedagógicos desde una perspectiva profesional contribuir a la generación de situaciones de formación. Dichas situaciones serían potencialmente capaces de hacer emerger, movilizar y poner en acción los saberes pedagógicos construidos por los formadores y por los estudiantes. Se propone entonces diseñar situaciones de formación que recuperen distintas culturas de acción pedagógica, construyendo nuevos sentidos en interacción con el medio profesional, el corpus disciplinar de la Pedagogía y la propia situación de formación. Finalmente se intenta avanzar sobre dos grupos de interrogantes a saber: La acción entendida como conjunto de actividades dotadas de una unidad de sentido y/o de significaciones en el ámbito de interacciones con otros sujetos (Barbier and Galatanu, 2000) se presentaría casi "invisible" a los ojos de los educadores en los dispositivos de formación más tradicionales ¿Cómo descubrir la acción en las situaciones de formación? Los dispositivos de formación profesional centrados en la emergencia de saberes pedagógicos en la acción trascienden la lógica secuencial de pensamiento y acción ¿Cómo poner en acción, cómo movilizar el saber pedagógico del formador en situaciones de formación? ¿Cuáles son los aportes que puede ofrecer el análisis de la actividad (Clot, 2004)? Es intención de esta ponencia proponer una serie de cuestiones que resitúen los aportes de la Pedagogía en el campo de la Formación contribuyendo a la formulación de nuevas preguntas que permitan orientar la acción.
Resumo:
El presente trabajo parte de la siguiente pregunta: ¿Qué lugar ocupa hoy y cuál debería ocupar la Pedagogía en la formación de profesores en Ciencias de la Educación?; y en la búsqueda de una respuesta a esta pregunta surge a posteriori: ¿Se puede pensar la pedagogía como teoría crítica frente a las ciencias de la educación (entendidas como ciencias que producen "Teoría Tradicional")? Porque si esto fuera así los pedagogos tendríamos la responsabilidad de pensar una teoría de la educación de carácter emancipatorio para poder replantear la cuestión de "¿Hacia dónde va la educación?" Es decir, si la pedagogía es un saber y una reflexión sobre la práctica, debemos poder producir un saber que sea emancipatorio y propositivo que nos permita decir como apuntar al objetivo de la igualdad en la escuela. Es fundamental replantear en la formación de profesionales de la educación ¿Qué es lo que hacemos como educadores?, ¿Qué sentido tiene nuestro trabajo docente? ¿Para qué educar hoy? Habría que repensar el rol de la pedagogía posicionándola como teoría crítica en la formación de profesores en Ciencias de la Educación, teniendo en cuenta este marco actual que se nos presenta.
Resumo:
El trabajo propone, como una suerte de puesta a punto del pensamiento pedagógico, conectar tres problemas clásicos de la pedagogía con tres obstáculos en la formación docente actual. En primer lugar, la indefensión crónica de la cría sapiens con la omnipotencia magisterial. Como es sabido, la falta de ser que caracteriza al ejemplar humano al nacer, abre el juego a las intervenciones adultas más o menos contingentes en cuyo repertorio nunca faltan anhelos megalómanos de fabricación y dominación. Como si la docencia (y la formación concomitante) no pudieran no despreciar a quien ocupa temporalmente la posición de educando. En segundo lugar, la fantasía profesoral que promete formar conciencia crítica con la ignorancia de las leyes de la atracción pedagógica y la decisión de aprender. Como es sabido, la ambición de formación o influencia educativa, en versiones que van desde la persuasión al adoctrinamiento, incluye como predicados preferidos la promoción en los destinatarios pedagógicos de ciertos estados emocionales colaterales, tales como la "creatividad", la "conciencia crítica" o el más ramplón "interés". Como si la formación docente ignorara el vigor del derecho a la indiferencia o la vitalidad de la decisión de los educandos. En tercer lugar, la despolitización de la enseñanza con la fascinación por el destinatario. Como es sabido, los movimientos continuos que han terminado por desplazar al alumno del centro de la escena pedagógica para entronizar al niño y al joven, acompañan - sin demasiado esfuerzo argumentativo - la pérdida creciente de legitimidad del oficio de enseñar que convive pacíficamente con el culto a la personalidad de los educadores y las nuevas formas del compromiso docente. Como si la celebración de la perfomance que pregonan muchos formadores de docentes hubiera acabado con las nociones de rol, profesión, oficio y obra
Resumo:
En esta comunicación se intentan identificar algunas de las características específicas que pueden presentar los dispositivos de formación profesional de futuros docentes. A partir de los resultados de una investigación sobre la construcción de saberes pedagógicos en la acción desarrollada en el seno de un Grupo Profesional de Referencia en la que se recurre a autoconfrontaciones simples y cruzadas (Clot, 2004), se analizan los aportes teórico-metodológicos para la puesta en acción de dispositivos de formación profesional durante la formación inicial. La orientación teórico-metodológica adoptada pretende con la intención de construir saberes pedagógicos desde una perspectiva profesional contribuir a la generación de situaciones de formación. Dichas situaciones serían potencialmente capaces de hacer emerger, movilizar y poner en acción los saberes pedagógicos construidos por los formadores y por los estudiantes. Se propone entonces diseñar situaciones de formación que recuperen distintas culturas de acción pedagógica, construyendo nuevos sentidos en interacción con el medio profesional, el corpus disciplinar de la Pedagogía y la propia situación de formación. Finalmente se intenta avanzar sobre dos grupos de interrogantes a saber: La acción entendida como conjunto de actividades dotadas de una unidad de sentido y/o de significaciones en el ámbito de interacciones con otros sujetos (Barbier and Galatanu, 2000) se presentaría casi "invisible" a los ojos de los educadores en los dispositivos de formación más tradicionales ¿Cómo descubrir la acción en las situaciones de formación? Los dispositivos de formación profesional centrados en la emergencia de saberes pedagógicos en la acción trascienden la lógica secuencial de pensamiento y acción ¿Cómo poner en acción, cómo movilizar el saber pedagógico del formador en situaciones de formación? ¿Cuáles son los aportes que puede ofrecer el análisis de la actividad (Clot, 2004)? Es intención de esta ponencia proponer una serie de cuestiones que resitúen los aportes de la Pedagogía en el campo de la Formación contribuyendo a la formulación de nuevas preguntas que permitan orientar la acción.
Resumo:
El presente trabajo parte de la siguiente pregunta: ¿Qué lugar ocupa hoy y cuál debería ocupar la Pedagogía en la formación de profesores en Ciencias de la Educación?; y en la búsqueda de una respuesta a esta pregunta surge a posteriori: ¿Se puede pensar la pedagogía como teoría crítica frente a las ciencias de la educación (entendidas como ciencias que producen "Teoría Tradicional")? Porque si esto fuera así los pedagogos tendríamos la responsabilidad de pensar una teoría de la educación de carácter emancipatorio para poder replantear la cuestión de "¿Hacia dónde va la educación?" Es decir, si la pedagogía es un saber y una reflexión sobre la práctica, debemos poder producir un saber que sea emancipatorio y propositivo que nos permita decir como apuntar al objetivo de la igualdad en la escuela. Es fundamental replantear en la formación de profesionales de la educación ¿Qué es lo que hacemos como educadores?, ¿Qué sentido tiene nuestro trabajo docente? ¿Para qué educar hoy? Habría que repensar el rol de la pedagogía posicionándola como teoría crítica en la formación de profesores en Ciencias de la Educación, teniendo en cuenta este marco actual que se nos presenta.
Resumo:
El trabajo propone, como una suerte de puesta a punto del pensamiento pedagógico, conectar tres problemas clásicos de la pedagogía con tres obstáculos en la formación docente actual. En primer lugar, la indefensión crónica de la cría sapiens con la omnipotencia magisterial. Como es sabido, la falta de ser que caracteriza al ejemplar humano al nacer, abre el juego a las intervenciones adultas más o menos contingentes en cuyo repertorio nunca faltan anhelos megalómanos de fabricación y dominación. Como si la docencia (y la formación concomitante) no pudieran no despreciar a quien ocupa temporalmente la posición de educando. En segundo lugar, la fantasía profesoral que promete formar conciencia crítica con la ignorancia de las leyes de la atracción pedagógica y la decisión de aprender. Como es sabido, la ambición de formación o influencia educativa, en versiones que van desde la persuasión al adoctrinamiento, incluye como predicados preferidos la promoción en los destinatarios pedagógicos de ciertos estados emocionales colaterales, tales como la "creatividad", la "conciencia crítica" o el más ramplón "interés". Como si la formación docente ignorara el vigor del derecho a la indiferencia o la vitalidad de la decisión de los educandos. En tercer lugar, la despolitización de la enseñanza con la fascinación por el destinatario. Como es sabido, los movimientos continuos que han terminado por desplazar al alumno del centro de la escena pedagógica para entronizar al niño y al joven, acompañan - sin demasiado esfuerzo argumentativo - la pérdida creciente de legitimidad del oficio de enseñar que convive pacíficamente con el culto a la personalidad de los educadores y las nuevas formas del compromiso docente. Como si la celebración de la perfomance que pregonan muchos formadores de docentes hubiera acabado con las nociones de rol, profesión, oficio y obra